~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ FLASHBACK~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ *~*~*~*~
*En la mañana*
Nos encontrábamos reunidos en la sala de estar del departamento que los 4 compartíamos, sentados en el piso formando un círculo, ya que aún no teníamos en suficiente dinero para comprar muebles; llevábamos poco tiempo como banda, nos iba relativamente bien pero no teníamos mucho éxito. Estábamos pensando en cómo resolver los problemas que nos aquejaban tanto económicos como de la banda, nuestro baterista renunció y necesitábamos uno pronto, dentro de dos días tendríamos una presentación en un bar de mala muerte y con poca paga, era lo que en ese momento podíamos conseguir, así nos dábamos a conocer y sin baterista no podríamos ir; no habría paga ni comida para esa noche, apenas teníamos un poco de dinero para los días faltantes a ese, la paga de nuestros trabajos de medio tiempo no nos alcanzaba.
Todos teníamos cara de circunstancia, parecía que Yuu en cualquier momento se echaría al piso a llorar, Akira trataba de tranquilizarlo pasando la mano por su espalda pero en su rostro había una mueca de desespero, yo estaba que me arrancaba los cabellos al no ocurrírseme nada, Takanori abría y cerraba su boca indeciso de sí decir o no algo de lo que había en su mente loca hasta que me harté de verlo boquear como pez fuera del agua.
─ ¡Maldición Takanori! ¡Di lo que tengas que decir de una buena vez y dejar de hacer muecas tontas!─ grité, los tres voltearon a verme sorprendidos, no suelo gritar ni maldecir, soy una persona tranquila, por más alterado que éste pero es que esto me supera, debemos encontrar una solución pronto.
─ Eh…Yo… bueno… Hace unos días conocí a un chico. ─dijo Taka un poco cohibido por nuestras miradas fijas en él.
─ ¿Y qué? ¿Tuviste sexo con él?─ Akira, bromista y despreocupado─ Al menos le hubieses cobrado.
─ ¡Claro que no, idiota! ¡No hice nada con él!─ dijo molesto, intentó golpear a Akira con un lápiz que tenía cerca pero este lo esquivó, le sonrió burlonamente y le sacó la lengua de forma infantil; Taka frunció el ceño, hizo un puchero y apartó el rostro.
─Bien, entonces, si no te acostaste con él…─empezó Yuu serio─ ¿Qué tiene que ver el que hayas conocido a un tipo con que apenas tengamos el suficiente dinero para subsistir durante tres días, que la paga por la presentación en el bar sea un mierda, que el maldito de Yune nos haya abandonado por una tipa ricachona y que debemos encontrar a un nuevo baterista sin mencionar que debe aprenderse las canciones en poco tiempo? ─realmente estaba enojado, cada que recordaba a Yune y la razón por la que se largó se molestaba bastante.
─Pues si me dejaran hablar para este momento ya sabrían por qué lo mencioné y no reclamando, idiotas. ─ gruñe y se cruza de brazos.
─Bueno, ya di lo que ibas a decir ─ le dije a Ruki.─ y interrumpan. ─les dije a Yuu y Akira, Taka les lanzó una mirada asesina.
─Está bien. Conocí a ese chico el día de nuestra última presentación, hace tres días antes de que Yune se fuera esa noche. ─ hizo un gesto con la boca.─ El chico se acercó a mí, me dijo que le gusta nuestra música y que nuestro sonido es genial. ─todos sonreímos con satisfacción ante eso, el tipo tiene buen gusto. ─ Ayer se contactó conmigo, me preguntó si era cierto que andábamos en busca de un nuevo baterista y me pidió que le diera una oportunidad, que lo escucháramos y que luego decidiéramos si aceptarlo o echarlo, el chico está bastante confiado en que lo aceptaremos porque me dijo ‘Te sorprenderé… los sorprenderé’. Así que le dije que se presentara hoy a una audición y que hoy mismo se haría la toma de decisión.─ terminó de hablar.
Hubo un momento de silencio en el que seguramente todos pensamos lo mismo: “Que rápido vuelan los chismes, seguro ya saben por qué el microbio ese se largó”. Lo más probable es que sí lo sepan, ya que en el mundo de las bandas con poco tiempo siéndolo todos se dan cuenta de todo, incluso saben cuándo los integrantes están teniendo problemas entre ellos o el tiempo en que la banda se disolverá, antes de que los mismos involucrados si quiera se den cuenta de que algo va mal. Yo creo que eso se debe a que tienen demasiado tiempo libre y que no encuentran nada más interesante qué hacer más que ponerse a observar los defectos de los demás y tratar de usarlos a su favor, mientras menos competencia más oportunidad de conseguir un contrato con una buena disquera.
─ ¿A qué hora vendrá? Tendré preparado el bate por si es un pervertido y trata de meterle mano a Yuu como la última vez que conocimos a alguien.─ dijo en tono burlón, pero se notaba que hablaba en serio. Yuu no dijo nada frunció el ceño e hizo una mueca de asco por el recuerdo.
─ En la tarde. Ni se te ocurra golpearlo, se ve que es un buen chico, agradable, no parece un pervertido acosador, manoseador de partes íntimas de hombres compulsivo que… ─ fue interrumpido.
─ ¡Ya dejen de mencionar eso! ─ a Yuu le recorrió un escalofrío ante el horrible recuerdo de las manos del hombre dentro de su pantalón, aunque después sonrió, seguro recordó que luego de eso Reita tomó una bate de hierro y golpeó al pervertido hasta dejarlo inconsciente para luego dejarlo tirado cerca de un basurero. El hombre ese sigue vivo, no hay de qué preocuparse, no se nos acerca porque le teme a Akira. ─ Mejor dinos el nombre del tipejo que vendrá a profanar con su presencia nuestro hogar, porque le preguntaste su nombre, ¿cierto? ─ entrecerró los ojos
─Eh, se llama…emm…─tratando de recordarlo. ─ Creo que era… ¿Utata? No. ─ negó con la cabeza─ ¿Akatuy? ¿Yatuka? ─ decía palabras sin sentido y que no se podían considerar como nombres o los inventaba─ ¿Pánfilo? ¿Fulanito? ─y otros que estoy más que seguro que ni siquiera son japonés o que alguna persona lo lleve por nombre.
Suspiramos los tres restantes, nos levantamos del piso dejando a Taka con sus incoherencias y balbuceos. Me dirigí a la cocina que se encontraba ahí mismo en la sala, busqué algo decente para comer.
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*En la tarde*
Estábamos de nuevo en la sala esperando a que el chico llegara. Al ser baterista supusimos que no podría traer su propia batería así que Taka arregló su antigua que aún funciona y no habrá problema.
Nos encontrábamos en una partida de lanzamiento de dardos, el que acertara mínimo tres veces seguidas en el centro se libraría del quehacer por una semana y los demás tendríamos que repartirnos en el día que al ganador le tocara realizarlos, cada uno hacía el quehacer en un día determinado, al llegar el cuarto día el ciclo iniciaba de nuevo. Hasta el momento yo era quién llevaba dos acertadas seguidas, era mi turno de nuevo cuando tocaron el timbre y Akira fue a ver qué querían; escuchamos que hablaba con alguien (la puerta no nos dejaba ver de quién se trataba), Akira comenzó a caminar hacia nosotros de nuevo, el chico cerró detrás suyo y fue visible para nosotros.
Era un chico casi del mismo porte de Akira, con unos cuantos centímetros más de altura, cabello negro corto y una bonita sonrisa, bastante bonita, me sonrojé ante ese pensamiento y fue más cuando noté que me había quedado como estúpido viéndolo fijamente, aparté la mirada cuando él también fijó la suya en mí, ya tiene unos cuantos puntos de mi parte por su sonrisa.
─Hola. Buenas tardes. ─ sonrió. “Tiene un hoyuelo. ¡Qué lindo!”
─Buenas tardes. ─respondimos al unísono.
─Eres puntual, eso es bueno. ─empezó Taka. ─ Como puedes ver la batería que está ahí ─apuntó hacía dicho objeto que se encontraba cerca nuestro. ─ será la que utilizarás, era la que yo ocupaba cuando aún no era el cantante así que es un poco antigua pero no te dará problemas, la revisé y ajusté bien; sólo que hay un inconveniente: una de las baquetas está quebrada y la otra está a nada de hacerlo, no tengo de repuesto. ─estábamos preocupados por eso, no es como que el chico este anduviera siempre consigo un par de baquetas.
─No hay de qué preocuparse. Traigo las mías. ─sonrió. “Vaya tipo raro, pero vino preparado, otro punto para él” ─ Sé que es extraño que las lleve conmigo, pero me siento más cómodo tocando con lo propio que con lo ajeno, aun así me esforzaré con su batería.
─De acuerdo. Sólo una pregunta antes de comenzar. ─ el chico asintió. ─ ¿Cuál es tu nombre? Lo siento es que lo olvidé, soy un poco despistado. ─ rió nerviosamente.
─ ¿Un poco? Yo diría demasiado. ─ Yuu no desaprovecha la oportunidad de avergonzar a Taka frente a los demás.
─Sí. ¿Recuerdas esa vez de las galletas de chocolate que les echó sal por estar viendo tv mientras las hacía? Eso fue asqueroso. ─ y Akira no se queda atrás, aunque esa vez sí fue feo.
─ ¡Cállense! No es como que ustedes par de inútiles sean expertos en la cocina, los ponen a hervir agua y se seca, los huevos los fríen con trocitos del cascarón.
─ ¡No es cierto! ─ son tan infantiles, ruedo los ojos y los detengo antes de que lleguen a los golpes y hagan más el ridículo frente al chico de hermosa sonrisa.
─ ¡Ya basta! ─ grité─ Dejen de ser tan infantiles y pónganse serios, estamos aquí para probar las habilidades de él ─apunto al sonrisas─ no para ser espectadores de sus peleas tontas acerca de quién es un asco en la cocina cuando todos sabemos que ese es Akira. ─con el ceño fruncido los detengo.
─ ¡Oye! ─reclamó el aludido.
─ Lo siento hermano, pero es la verdad. Ahora sigamos con lo que estábamos, ni siquiera dejaron que él se presentara. ─me relajé─ Bueno, disculpa por lo anterior. Dinos tu nombre.
Asintió. ─Mi nombre es Tanabe Yutaka, un gusto el conocerlos y gracias por darme la oportunidad de audicionar. ─ hace una reverencia y sonríe. ─ No hay problema con lo anterior, de hecho eso me hace pensar que no sólo están unidos en el escenario por su música sino que también están unidos en la vida por una fuerte y muy buena amistad, por lo reciente muchos podrían creer que no son una banda seria como lo aparentan en el escenario, pero yo creo que una banda llega lejos por la buena relación entre los integrantes y no por el trato cortante o hipócrita que se presenta a veces.
─ Tienes razón, nuestra unión va más allá de la música, somos grandes compañeros y amigos, casi hermanos, aunque discutimos bastante, nos queremos. Por cierto, mi nombre es Matsumoto Takanori, como ya sabes soy el vocalista. ─ ríe suave.
─Suzuki Akira, bajista. ─ imita los movimientos al tocar un bajo.
─Soy Shiroyama Yuu, segunda guitarra. ─inclina un poco la cabeza como una reverencia.
─El más viejo de la banda. ─ dicen Taka y Akira a coro.
─ ¡Ustedes niños del demonio! ─ Al decir eso Yuu se escuchó como si en verdad fuese un anciano y nos reímos de él, incluso Yutaka, su risa me dejó embobado hasta que sentí como alguien me golpeó en las costillas con el codo.
─T-Takashima K-Kouyou, guitarra líder. ─”¡Hay no puede ser, tartamudeé! ¡Qué vergüenza!”, Yutaka ensanchó su sonrisa, me sonrojé. ─ Empecemos con la audición, ¿sí?
Yutaka se sentó detrás de la batería y tocó un poco al azar, algo así como calentando, los chicos y yo no sentamos en el piso un poco alejados frente a la batería.
Sonrisitas comenzó tocando algo lento y a medida que avanzaba en la canción el ritmo se aceleraba cada vez más, se escuchaba tan bien que nos sorprendió con su efusividad, fuerza, emoción y destreza; en su expresión tanto facial como corporal se podía observar que él en verdad disfrutaba estar detrás de ese gran instrumento contagiando a la gente con cada golpe que daba, tanta fue nuestra sorpresa, emoción y felicidad de haber encontrado a un buen baterista que empezamos a golpear el piso con pies y manos tratando de seguirle el ritmo o tocando acordes en el aire como si tuviésemos nuestros instrumentos a mano; cuando Yutaka terminó y se levantó del asiento nos quedamos intercambiando miradas entre todos, era obvio que ya estaba dentro con tanto alboroto que hicimos ¿cómo no saberlo?, pero lo que no era obvio y por consecuente Yutaka no se esperaba era lo que habíamos planeado en ese instante.
─ ¡Felicidades! ¡Estas dentro de la banda! ─ gritamos mientras corríamos y nos lanzábamos hacia él, abrazándolo y por el peso de cuatro contra uno perdimos el equilibrio y caímos al piso todos riendo felices; porque nosotros ya teníamos a nuestro integrante faltante, la banda estaba completa, podríamos salir adelante, sobresalir ante los demás, tener mucho éxito y Yutaka lo sabía, sabía que nuestro talento nos llevaría muy lejos.
A partir de ese instante comenzaron a surgir extraños sentimientos en mí hacia Yutaka, no sabía qué era exactamente lo que sentía por él; a medida que el tiempo pasaba y compartía más con él a solas me di cuenta que lo que yo sentía por Yutaka era más que simple amistad, estaba seguro, pero aun así no sabía cómo llamarle a ese sentir.
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*6 años después*
Han pasado 6 años desde aquel día en el que Yutaka se unió a nosotros, conseguimos un contrato con una gran disquera, gracias a eso y a que Yutaka fue nombrado Líder (por nosotros y el Staff) la banda fue ganado fama y teniendo éxito con las canciones y presentaciones que realizamos. Kai (cómo es conocido por los medios y los fans) era y sigue siendo un excelente líder, con una apariencia tierna, una sonrisa hermosa que nos deja embobados tanto a las fans como a mí cada que se asoma su hoyuelo y con un carácter del demonio que intimida a más de uno y causa miedo en otros, pero así es Yutaka, justamente eso fue lo que enamoró de él.
Nos encontrábamos en medio de una entrevista realizada por una linda chica, preguntaba acerca del sencillo que recientemente habías lanzado, sobre el álbum que pronto estaría a la venta y otros planes que teníamos planeados para el futuro como banda; luego empezó con preguntas más personales, respondíamos a todas de forma clamada y con una sonrisa contando una que otra anécdota, hasta que hizo una pregunta que nos dejó pensando creando unos segundos de silencio.
Entrevistadora: ¿De qué color es el amor?
Takanori fue el que se decidió a hablar primero.
Ruki: <Blanco y Rojo.> ─ los colores que las personas impusimos como representación al amor, son los colores que siempre están presentes en las fechas especiales de las parejas, ya que le da un significado de pureza y pasión, algo inocente que hace pensar que puede llegar a ser para siempre.
Uruha: <Rojo pasión.> ─ Era el color que yo le deba en ese tiempo, para mí cuando alguien hacía mención del amor se refería a algo físico, ya que de lo primero de lo que las personas se enamoran es de la apariencia, la forma en la que uno demuestra el amor hacía su pareja es a través del sexo, manteniéndose unidos por la pasión y el frenesí de sentirse el uno al otro.
Aoi: <¿Del color de la primavera…?> ─ inseguro, no sabe qué color es, nadie lo sabe, pero aun así se encuentra algo de razón en su duda; colores cálidos, supongo que hace referencia a ellos; compara el amor con el suave calor que produce la primera, la brisa cálida con estar envuelto entre los brazos de la persona amada en un delicado abrazo, el revoloteo de emoción que se siente en el estómago al ver o tener cerca a esa persona especial con la lluvia de las hojas de cerezo al soplar el viento fuerte haciendo que estas se desprendan y bailen grácilmente, sería algo así como el color del inicio del amor.
Reita: <Algo oscuro.> ─ el amor al igual que cualquier otra cosa posee dos lados, el lado positivo: tierno, delicado, fresco, fiel y perfecto; el lado negativo: agresivo, ofensivo, descarado, infiel y destructivo. El lado oscuro del amor es el que más duele, ya que lo que queremos ver es sólo el lado bueno que tiene, el que nos ilusiona y cuando nos damos cuenta de su parte negativa nos decepcionamos y frustramos, algunos hasta el punto de no creer más en él, pero que en el fondo de su ser desean ser amados tanto como uno mismo puede llegar a amar.
Kai: <¡Comienza de blanco y dos personas colorean juntas!> ─ considero que tuvo razón al responder eso; el amor no tiene un color definido, nosotros los imponemos, somos quienes deciden el color que llevará nuestro lienzo, la forma de las pinceladas y la fuerza impresa en ellas, los tonos acorde a lo que queremos pintar, no todos serán brillantes y alegres habrán tonos oscuros y grises; la pareja es la que decide la gama que habrá, la combinación de tintes que elijamos será lo que le de vida o fin a la relación; cuando una relación termina el lienzo teñido queda a un lado dando paso a una nueva oportunidad en otra relación junto con nuevo lienzo en blanco dispuesto para uno esperando por ser coloreado.
El pensar, su forma de expresar y de modular las palabras, su actuar, su personalidad, liderazgo y su actitud para conmigo además de mi reacción frente a sus actos fue lo que hizo que me diese cuenta que lo que sentía por Yutaka era más que amistad, que esa amistad desde hace mucho había pasado a convertirse en amor, un amor que después de varios años aún sigue intacto y cada día crece más.
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Luego de la entrevista los cinco nos encaminamos hacia la Van que nos pasaría dejando a cada uno por su apartamento. A unos metros de llagar al vehículo Yutaka me tomó de la muñeca deteniendo mi paso, volteé a verlo para saber el por qué de su acción.
─ ¿Qué pasa, Yutaka?─ pregunté un poco confuso, ya que era hora de irnos, los chicos nos esperaban y él me detuvo.
─Verás, Kouyou quería pedirte un momento para hablar contigo a solas y ya que vamos hacia nuestros departamentos pensé que sería buena idea si ambos fuésemos al tuyo a conversar, lo digo por de los dos es el que más cerca queda.─ dijo, se notaba un poco nervioso y su mano que sostenía mi muñeca temblaba ligeramente.
─ ¿Solos? ¿Los dos? ─ pregunté tontamente, si dice a solas es porque obviamente sólo estaremos él y yo, pero es que su presencia me pone tonto y nervioso. ─Ah, está bien. Vamos a mi departamento, cocinamos algo y luego hablamos ¿sí?, es que vine sin comer a la entrevista, me dormí antes de venir. ─ reí─ No me regañes, salí rápido para poder llegar a tiempo. ─ dije antes de que me diera un largo discurso sobre lo importante qué es tomar el desayuno.
Hizo una mueca de desagrado por mi respuesta. ─ Siempre te digo que te levantes en cuanto escuches la alarma, pero no me haces caso, la apagas y terminas llegando tarde con el estómago vacío.
─ ¡Oigan, par de tórtolos es hora de irnos! ¡Apresúrense! ─ gritó uno de los chicos.
Luego de ponernos de acuerdo de ir a mi departamento subimos a la Van y emprendimos la marcha.
Llegamos a mi hogar, preparamos la comida, Yutaka preparó la comida, yo no era muy bueno cocinando, pero definitivamente Akira es el peor de los cinco perdiendo ante Yuu por poco. Después de comer estuvimos hablando de cosas triviales hasta que Yutaka me dijo por qué quería charlar conmigo.
─ Kouyou, yo… yo tengo algo muy importante qué decirte. ─ tragó y respiró profundo tratando de tranquilizar los nervios que se estaban empezando a hacer evidentes. ─ Yo... ─ tomó mis manos entre las suyas─ desde hace mucho tiempo tengo sentimientos fuertes hacia ti. Siento mi corazón acelerarse cada que veo esa hermosa y brillante sonrisa en tu rostro, el brillo de tus ojos ilumina mi día, el grácil movimiento de tus dedos al rasgar las cuerdas de tu guitarra produciendo una agradable e hipnótica melodía hace que me estremezca y relaje a la vez, cuando cierras tus ojos al tocar los acordes y una sonrisa relajada se forma en tus labios hace que yo también cierre mis ojos disfrutando escuchar del sonido producido tanto como tú disfrutas produciéndolo con tu instrumento entre tus manos. ─ puso nuestras manos unidas sobre su pecho, con una sonrisa me dedicaba sus palabras, yo sólo me sonrojé, no me atreví a interrumpirlo. ─ Así que hoy he tomado el valor para decirte que por fin me atrevo a confesarte algo que llevo tiempo demostrándote con hechos, tú no te has dado cuenta de lo que yo siento por ti. No te preocupes no es nada malo al contrario por ti siento admiración, un cariño enorme que no puedo describir, te quiero proteger de cualquier mal que te pueda aquejar. No me había atrevido a decírtelo, ya que yo mismo me sugestionaba con pensamientos negativos. ─bajó la vista, con vos baja y expresión triste dijo─ Cuando reunía valor para hablar contigo me echaba para atrás sopesando que en el peor de los casos me rechazaras y gritaras cosas hirientes terminando por renunciar a la banda para no verme más.
─ Eres un tonto. ─ dije con la voz estrangulada por las lágrimas de alegría que trataba de contener. ¡Yutaka al fin se me declaraba su amor! ¡Estaba tan feliz! Se asustó de mis palabras seguro creyó que lo rechazaría.
─Y-Yo lo siento. Te declaré mis sentimientos sin estar totalmente seguro de que tu sentías lo mismo por mí, ni siquiera habías dado señales de que te gustasen los hombres. ─ pude ver una profunda tristeza y decepción en sus ojos. Trató de levantarse del sofá en el que estábamos sentados y separar nuestras manos pero no se lo permití, tomé las suyas con más fuerza y esta vez fui yo quien las apoyo en mi pecho.
─No. No me malentiendas. Digo que eres un tonto por no haberme confesado tus sentimientos antes, ¿Tienes idea de cuánto esperé este día, el día en que vinieras a tomarme entre tus brazos y expresar lo que sientes por mí? ─lágrimas ya bañaban mi rostro. Yutaka negó ante mi pregunta. ─ 4 años, eso fue lo que esperé y al fin lo haz hecho. ─ sonreímos. ─ Además tú tampoco has demostrado sentir atracción hacia otro hombre. Ahora me toca hablar a mí. ─solté una de sus mano para secar mis lágrimas, aclaré mi garganta e inicié. ─ Por fin ha llegado el ansiado momento por el que he pasado tantas noches en vela, por el que he suspirado durante los últimos años deseando reunir fuerzas y valor para poder decírtelo. Te amo. Te amo más que a nada en este mundo, más que a mi propia vida. Puedo ver avanzar mi mundo, ver cómo mi círculo social avanza poco a poco formando sus propios caminos en este mundo pero el mío está oscuro, sin luz, faltándole esa energía que eres tú. Ver tu sonrisa radiante cada que algo sale cómo lo planeaste o cuando te emocionas por haber logrado concluir algún proyecto hace que yo también sonría y me emocione contigo. Verte tocar la batería con ese gran entusiasmo hace que mi corazón lata al ritmo que llevas, que la alegría y disfrute que muestras al estar en el escenario se contagie a mí; tu esfuerzo como líder también hace que de mi esfuerzo por la banda y las fans; los momentos que compartimos juntos ─suspiré─ pienso que son los mejores porque te conozco más, conozco tus virtudes y defectos que fueron los me enamoraron. Tenerte a mi lado para mí es lo más importante, así que acepto tus sentimientos Yutaka. ─solté nuestras manos y me abalance contra él en un abrazo, rodeando su cuello con mis brazos y él rodeando mi cintura.
Nuestros rostros quedaron a escasos centímetros de distancia, distancia que Yutaka decidió eliminar juntando así nuestros labios, al principio sólo era un roce, nos dábamos besos cortos que luego fueron aumentando de intensidad; de ser besos cortos pasaron a ser un beso más demandante y apasionado dando, Yutaka pasaba su lengua por mi labio inferior pidiendo permiso para ingresar su lengua en mi boca, permiso que le concedí con gusto, podía sentir su lengua explorando el interior de mi boca e invitando a mi lengua a unirse en el juego de conocer por primera vez a la contraria, de acariciarse entre sí y descubrir el sabor contrario. Nuestras manos recorrían nuestros cuerpos sobre la ropa, no teníamos pensado llegar a más ese día así sólo quedamos en caricias superficiales.
─ Quiero permanecer a tu lado disfrutando día a día de tu compañía y que pintemos juntos el lienzo de nuestro amor. ─deshizo el beso para decir eso y después volver a atraparme en un apasionado pero a la vez dulce beso.
Ese día confirmamos que nuestros sentimientos eran mutuos.
Ese día nos dimos nuestro primer beso, el primero de muchos más que le siguieron.
Esa noche Yutaka se quedó en mi departamento, por más increíble que parezca no hicimos nada más que caer rendidos en los brazos de Morfeo, abrazados en mi cama.
Desde ese día estuve más que seguro que Yutaka era y es el amor de mi vida.
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ FINFLASHBACK~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~ *~*~
[Quiero decírtelo de nuevo: te amo. Dos palabras que me han ardido en la mente y que ahora que he podido pronunciar se pelean por salir tras cada suspiro de mi boca. Te amo como nunca nadie te podrá amar en la vida, como solo una persona realmente enamorada es capaz de sentir. Dame esta oportunidad vida mía y aprendamos juntos lo que es el auténtico amor.]