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Premonition (KaiSoo) por DebyMil

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Notas del capitulo:

Hola! Volví rápido! A que no se lo esperaban no? jaja En realidad quería actualizar anteayer pero no tuve nada de tiempo. Fue mi cumple así que como regalo les vengo a traer un nuevo capítulo. Espero lo disfruten!  

-El primero en entrar a la compañía fue Suho –empezó Baekhyun –Luego ingresamos Chanyeol y yo, y después Tao se nos unió. Un día se abrieron las audiciones de la compañía y ahí es cuando Kyungsoo y Joon entraron. Kyungsoo no se separaba de su amigo ni por un minuto, parecía que tenía miedo de cualquier persona que no fuera él. Yo, Chanyeol y Tao decidimos entablar relación con ellos ese día. No sé por qué pero en cuanto vi a Kyungsoo sentí la necesidad de separarlo de ese chico. No me inspiraba confianza y con el pasar del tiempo me di cuenta de que mis suposiciones no estaban erradas.

-¿Qué quieres decir? –inquirió Kai.

-Para empezar el hecho de que ese chico fuera tan posesivo con Kyungsoo. No dejaba que estuviera a solas con nosotros y por supuesto Kyungsoo le hacía caso. Era lógico, era su único amigo. Sin embargo, un día se enfureció porque Kyungsoo vino a la compañía más temprano para estar con nosotros sin decirle nada, esa vez se pelearon y por primera vez vi la verdadera personalidad de ese bueno para nada. Prácticamente amenazó con destruir su 'amistad' y así lo hizo. Discutieron por horas y luego se marchó. Después de eso Joon no apareció por días dejando a Kyung completamente solo, ni siquiera respondía sus llamadas o mensajes; mucho menos le atendía la puerta en su casa; nunca había visto a Kyungsoo tan abatido...Nosotros nos encargamos de ser los amigos que él merecía durante ese tiempo, incluso le ofrecimos que viviera con nosotros y sorprendentemente aceptó. Yo y Chanyeol fuimos quienes más lo acompañamos y, por un tiempo, pareció que Joon había quedado en el pasado, cuando un día reapareció.

-El día que agredió a Kyungsoo...

-Sí.

-¿Cómo se enteraron ustedes? –preguntó el menor.

-Porque Kyungsoo no llegó al ensayo a la hora acordada y su teléfono estaba apagado. Eso me dio mala espina así que salí a buscarlo. No les dije a los demás, no quería preocuparlos. Así que lo busqué y lo encontré en el patio de la compañía discutiendo con Joon. No estaban solos, había otras cinco personas detrás de Joon y eso me alertó. No porque estuvieran haciendo nada, sólo discutían; pero la cara de Kyungsoo lo decía todo: estaba aterrado. Cuando ese mocoso tomó a Kyung repentinamente del cuello yo...no pude soportarlo...-murmuró Baekhyun con los dientes apretados –ni siquiera le avisó, sólo lo golpeó como si nada. Yo corrí a ayudar a Kyungsoo pero me quedé en blanco cuando vi que le devolvió el golpe a su amigo, no creía que un chico tan tímido como él fuera capaz de contraatacarlo.

-Pero ¿por qué Joon lo atacó desde un principio?

-¿Acaso no es obvio? –rió el mayor. Kai negó confundido –Porque estaba celoso de que Kyungsoo tuviera otros amigos. Además de que él era su pase libre para entrar a la compañía. Sin Kyungsoo, Joon no era un buen candidato. Sabía bailar pero no cantar. No le convenía perder las relaciones con su amigo, sin su ayuda lo sacarían de inmediato. Por eso intentó recuperarlo, pero no contaba con que él ya se había cansado de su enfermizo control. Apuesto a que estuvo tan sorprendido como yo cuando lo golpeó. Sin embargo, eso lo sacó de sus casillas...empezó a golpear a Kyungsoo tan duro que él cayó al suelo. En ese momento corrí a defenderlo y se lo saqué de encima, pero no pude protegerlo de los otros cinco que lo apalearon hasta cansarse. En eso, gracias al cielo aparecieron Tao y Chanyeol y entre los tres logramos ahuyentar a la pandilla; bueno Tao hizo casi todo el trabajo.

El más joven sonrió al recordar que Tao era bueno en artes marciales. Probablemente había acabado con todos aquellos malvivientes él solo, pero no dijo una palabra y continuó escuchando el relato.

-Una vez que se fueron me acerqué a Kyungsoo. Él...estaba muy mal, muy lastimado. Chanyeol y Suho lo llevaron al hospital donde estuvo una semana recuperándose. Creí que ahora que ese malnacido se había ido, las cosas irían mejor. Creí que Kyungsoo querría estar con nosotros. Pero me equivoqué. De hecho él estaba muy indignado, y más conmigo.

-¿Por qué?

-Porque por mi culpa él había perdido a su mejor amigo. Porque yo había hecho que lo abandonara al interferir en la pelea.

-¡¿Qué?! ¡Tú sólo lo ayudaste! –exclamó el más alto.

-Así es, pero Kyungsoo no pensaba igual.

-¡Pero eso no es...! ¡Él no podía defenderse! Si hubiera golpeado a Joon en el momento indicado, todo habría sido...

-Kyungsoo no podía hacer eso –interrumpió el mayor –No quería hacerlo. Él deseaba cortar las relaciones por las buenas. Incluso cuando Tao descargó su fuerza contra Joon, él le rogó que parara, que no lo lastimara. Al principio no entendí por qué lo hizo, pero luego me di cuenta. Joon era el único amigo de Kyungsoo, el único que lo defendió en la escuela cuando todos le dieron la espalda. Por eso intentó protegerlo, porque para él su amistad era lo más importante a pesar de lo que le habían hecho. Kyungsoo no quería traicionarlo, no quería que otros sufrieran lo mismo que él sufrió. Sin embargo, el traicionado resultó ser él. Por mucho tiempo no quiso hablarnos, su comportamiento era...como es ahora.

-Soo... ¿prefirió sacrificarse por su amigo? –susurró Kai, más para sí mismo.

-A mí parecer fue ridículo y tonto. Estúpido...pero noble de su parte.

-¡Claro que fue estúpido! Se sacrificó por una persona que no lo quería.

-Ese es el problema de Kyungsoo: ser ciegamente bueno y confiado, aunque no lo parezca.

-Pero no entiendo –argumentó Kai sacudiendo la cabeza -¿Por qué me estás diciendo todo esto?

-Porque creo que hay una razón detrás del mal comportamiento que ha tenido contigo.

-Sí...que me odia –resopló el moreno, poniendo los ojos en blanco.

-No lo creo. En realidad pienso que está intentando protegerte.

-¿Protegerme? ¿De qué? –inquirió el muchacho sumamente confundido.

-Eso es lo que no sé. Pero estoy seguro de que está actuando distante contigo porque algo debe estar pasando. Tal vez no lo hayas notado pero tú eres lo más valioso para Kyungsoo. Creo que está haciendo contigo lo mismo que hizo con Joon: se está sacrificando por ti.

'Sacrificándose por mí' esas palabras resonaron en la cabeza de Kai, poniendo en jaque sus pensamientos. De repente ya no sentía odio hacia el más bajo, sentía lástima. Quería saber qué era lo que estaba pasando para ayudarlo, pero ¿y si Kyungsoo volvía a actuar distante con él?

-Kai –llamó Baekhyun, atrapando su atención –por el momento yo no puedo acercarme a él después de lo que dije ayer. Herí sus sentimientos y no va a perdonarme, al menos no en mucho tiempo. Así que te pido por favor que intentes comprenderlo. Él ya ha sufrido bastante y creo que ahora está combatiendo una dura batalla en su interior. Como amigo de Kyungsoo te suplico que intentes averiguar qué le pasa; sólo a ti te hará caso.

-Es imposible, él ya no quiere saber más nada conmigo –se excusó.

-Lo sé, pero, conociéndolo, estoy seguro de que no es así. Además, hoy no te ha quitado los ojos de encima en todo el día –agregó guiñando un ojo.

-¿Y eso qué significa?

-Que aún tienes una oportunidad –le sonrió antes de pegar media vuelta y dejar al más alto solo, totalmente desconcertado.

¿Todavía tenía una oportunidad? ¿Cómo podía ser? Kyungsoo ya había dejado muy en claro su posición y Kai ya había hecho lo mismo. Sin embargo, con lo que Baekhyun le había dicho había olvidado todo aquello. Sin perder más tiempo, volvió a la sala de ensayo buscando al más bajo pero no estaba allí así que lo empezó a buscar en todas las salas y pasillos del edificio, subiendo y bajando escaleras, ignorando el molesto dolor de su tobillo hasta que por fin lo encontró sentado en el piso de uno de los baños del quinto piso.

Con cautela entró, mirándolo expectante, pero el muchacho ni siquiera se había percatado de su presencia. Abrazando sus piernas, miraba hacia el vacío con una expresión completamente ausente. El moreno carraspeó sonoramente para llamar su atención y el chico se sobresaltó al verlo al fin. En cuanto cruzaron miradas, Kyungsoo se levantó rápidamente del suelo dispuesto a salir de allí pero Kai se paró en el medio de la puerta, cerrándole el paso.

-Déjame salir –murmuró el mayor, su voz sonaba cortada.

-Sólo quiero hablar.

-No tenemos nada de qué hablar. Además, si mal no recuerdo me dijiste que no volviera a dirigirte la palabra.

-Tú me dijiste lo mismo y aquí estamos.

Kyungsoo puso los ojos en blanco y suspiró rendido.

-De acuerdo. Hablemos en otro lado –aceptó. Kai no se esperaba que hubiera sido así de fácil convencerlo, de hecho pensó que Kyungsoo terminaría por gritarle o huyendo en cuanto él se hizo a un lado para salir del baño, pero no fue así.

Ambos salieron al pasillo y entraron en una sala de prácticas que por fortuna estaba completamente vacía y en la cual había un oscuro sofá enorme. Se sentaron en él y por varios minutos reinó el silencio hasta que el más bajo habló:

-¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres?

-Si te lo digo ¿prometes escucharme hasta el final?

-Sólo dilo y ya, Jongin –soltó molesto.

El nombrado abrió la boca y la cerró al instante. Otra vez lo había llamado por su nombre. Aquello lo desconsoló; era como si Kyungsoo tratara de poner más distancia de la que ya había.

-¿Desde cuándo me llamas por mi nombre? –preguntó sin poder evitarlo.

-Desde que no tenemos nada en común –contestó mirando para otro lado. Sabía que con eso lo estaba lastimando de nuevo, había visto por el rabillo del ojo la expresión de disgusto del moreno, pero él no le dijo nada -¿Me buscaste sólo para preguntarme eso?

-No.

-Entonces ¿qué quieres?

-Comprenderte. Y creo que lo he hecho, al menos un poco.

El mayor clavó sus ojos en los contrarios, asustado.

-¿Qué estás diciéndome?

¿Acaso lo había descubierto todo?

-Que lamento haber actuado tan egoísta y alejarte de mí cuando más me necesitabas. Yo...estaba enojado, tan dolido que no me di cuenta de lo que pasaba en realidad...

-No...oye, espera ¿Quién dijo que yo te necesitaba? Alejarte de mí es lo mejor que puedes hacer, es lo que debes hacer. Además ¿para qué quieres estar conmigo? Cuando dos personas no se soportan, no deben estar juntas. Y yo no te soporto ¿no lo comprendes? –agregó altaneramente.

-Kyungsoo...

-¡No! No quieras actuar bien conmigo ahora. Me dijiste que no volviera a hablarte y yo cumplí. ¿Por qué tú no puedes hacerlo?

-Porque estoy preocupado por ti. Porque me necesitas.

-¡Yo no te necesito! Si cuando no estabas me las arreglé bien solo, ahora puedo hacerlo también. De hecho estábamos mejor antes ¿sabes? Sin ti...pero llegaste y tuviste que arruinarlo todo. Quitándome a mis amigos, actuando inocentemente delante de ellos para luego apuñalarme por la espalda. La verdad no sé en qué estabas pensando cuando fingiste ser mi amigo después de eso. Pero no te culpo, yo intenté fingir al igual que tú.

Los ojos de Kai centellearon con furia y desilusión.

-¿Fingías? –preguntó con calma, aunque su voz estaba cargada de odio.

-Sí, y como te dije no sé qué pensabas que lograrías con eso –repitió mirando hacia otro lado.

-¿En qué estaba pensando? ¡¿Quieres saber lo que pienso ahora?! –explotó -¡Pienso que eres un maldito mentiroso, un traicionero!

-¿Y se supone que ahora me sienta mal por lo que me dices? –soltó Kyungoo sarcásticamente.
-Como te sientas me tiene totalmente sin cuidado. Maldita sea. Todo este tiempo el preocuparme por ti fue una pérdida de tiempo.

-¿Te estabas preocupando por mí? –inquirió el mayor en un hilo de voz, sorprendido.

-¡Pues, claro que sí! Porque me importas, más de lo que tú crees. Yo te quería Kyungsoo. Y mucho. Pero ¿cómo me pagas? Rechazándome todo el tiempo, rompiendo tu promesa de no decirles a los demás sobre mi lesión y alejándome de ti sin ningún tipo de explicación.

-Ay, no sabes cómo lo lamento –ironizó.

-De haber sabido que eras tan frío y cínico jamás te hubiera entregado mis sentimientos. Nunca lo mereciste.

-Corrección: nunca quise tu amor. Como te dije sólo fingía.

Kai entrecerró los ojos. Sus manos empezaron a temblar repentinamente debido a la rabia contenida.

-Eres un maldito desgraciado...

-Gracias. Dime algo que no sepa –rió Kyungsoo.

-Realmente esto es inútil. Tu asquerosa actitud no merece mis explicaciones ¿sabes?

-¿Es esto una confesión? Porque si es así, es patética –contraatacó, levantándose del sofá al tiempo que reía.

-Patético es que por ocultar un problema del que no quieres contarme a mí ni a nadie, echaras a perder lo que teníamos.

La altanera actitud del más bajo se esfumó al escuchar eso, al igual que su risa.

-¿Qué has dicho?

-Lo que oíste. Que eres un patético cobarde. Una roca fría y sin sentimientos. Un estúpido ignorante.

-Cierra la boca...-murmuró.

-¿Por qué? ¿Acaso toqué una fibra sensible de tu ser? –se mofó Kai.

-Tú no sabes nada –replicó con odio.

-¡Porque jamás quisiste decirme!

-Y no pienso hacerlo.

-No te preocupes. No me interesa.

-Bien –dijo el mayor entre dientes –Me alegro.

Kai rió sonoramente a propósito.

-Tanto que has dicho que te molestan las personas falsas y de dos caras cuando tú eres una. Que irónica es la vida ¿no?

Kyungsoo no pudo evitar una terrible mirada llena de rencor.
-Me parece más irónico que prometas cosas que luego no cumples. ¿Qué pasó con el 'siempre podrás contar conmigo' y el 'yo jamás te lastimaré'?
-¡¿Estás hablando en serio?! –exclamó el menor –Fuiste tú el que primero faltó a su palabra y no has hecho otra cosa más que empeorar todo desde entonces. Los demás realmente tenían razón aquel día que comíamos en la sala de ensayo. Te comportas igual que tu amigo, Joon, el bailarín que me contaste quería entrar a la compañía contigo. A veces he llegado a pensar que el malo de la película tal vez no fue él...sino tú.

El más bajo lo miró con los ojos desorbitados.

-¿Quién te dijo...?

-Eso es lo que menos importa. La cuestión aquí es si es verdad todo lo que me dijiste o si sólo quisiste aparentar ser la víctima.

Kyungsoo clavó sus ojos en los contrarios cargados de furia.

-No hables de cosas de las que no sabes –dijo venenosamente.

-La verdad duele, ¿no? –sonrió el moreno maliciosamente.

-No tienes idea de lo que pasó en esa época. ¡Tú no eres nadie para opinar sobre cosas que no te competen! ¡Y menos sobre un secreto mío!

-Oh ¿y acaso tú si tienes la libertad para revelar los secretos de los demás? ¿En especial un secreto tan importante para mí? –arremetió Kai.

El mayor negó en silencio con la cabeza sin poder creer lo que el chico le decía.

<<¿Hasta cuándo? Dios ¿hasta cuándo?>>

-No pienso seguir hablando contigo –acotó levantándose del sofá y saliendo a toda prisa de la sala para alejarse de allí. Ya no podía más, ni siquiera tenía las fuerzas para seguir discutiendo.

-¡Aún no he terminado! –escuchó que el bailarín le gritaba.

-¡Pero yo contigo sí!

Kai también se levantó del sillón y alcanzó al chico en dos zancadas antes de que llegara a la puerta, tomándolo bruscamente del brazo, lo giró para que estuvieran cara a cara.

-Al menos ten la decencia de escuchar lo que tengo que decir. Si yo te permití que me dijeras lo que quisiste sin importarte el daño que tus palabras me hicieran ahora tú tendrás que escucharme a mí.

-¡No tengo interés en escuchar tus paupérrimas excusas, Jongin! –otra vez lo había llamado por su verdadero nombre –¡¿Cuándo vas a entender que ya nada de ti me interesa?!

-¡Cuando tú mismo te creas que yo ya no te intereso! Sólo entonces te dejaré tranquilo.

-Por todos los cielos, ya no sé si tu actitud es estúpida o eres masoquista o ambas –se carcajeó el más bajo.

-¿Disculpa?

-¿Hasta cuándo vas a seguir buscándome? ¿Tan idiota eres?

-¿Qué? –siseó el moreno. Sus manos se cerraron en un puño.

-¿No te das cuenta de que no conseguirás nada de esta forma? Tu presencia no me interesa en lo más mínimo. No lograrás nada enojándote conmigo porque ni siquiera me afecta si te enfadas o no.

-No tienes idea de cómo soy cuando realmente estoy enojado –susurró el más alto en un tono amenazante.

-¿Ah, no? Pues, demuéstramelo. Porque hasta ahora sólo he visto a un pequeño niño haciendo berrinches cada dos por tres. Intentando parecer maduro y sobre ponerse a una situación con ataques e insultos. Eso es ser infantil, Jongin.

-No empieces...-exhaló poniendo los ojos en blanco.

-No es mi culpa que siempre te des por vencido cuando algo no te sale y estés retorciéndote de dolor a escondidas de los demás por no querer decirles que estás lesionado. Escapándote a cada rato para tomar analgésicos, ¡cuánta sinceridad la tuya! Te felicito.

-¿Me estuviste espiando? –preguntó entrecerrando los ojos.

-Si lo hice o no, no interesa. Yo podré ser un cobarde, ¡pero tú eres un fracasado!

-Ya basta, Kyungsoo. –advirtió el bailarín.

-¿Por qué? ¿A ti tampoco te gusta oír la verdad?

-No me provoques o te irá mal.

-¡No me digas! ¿Qué harás? Si ni siquiera puedes moverte con el pie lastimado. Desde que te dije que te alejaras de mí no has hecho otra cosa que atacarme y vengarte cada vez que puedes y la verdad ya me tienes harto. ¡Dedícate a practicar tus estúpidas coreografías y déjame en paz de una vez!

-Kyungsoo...-advirtió por última vez.

Estaba perdiendo el control, en su cabeza Kai no quería otra cosa que cerrarle la boca, así fuera de un golpe. Ya había llegado al límite.

-¿Aunque sabes qué? –continuó el más bajo –No creo que logres hacer nada cuando tus movimientos son tan decepcionantes. Una lástima, la verdad no mereces estar en nuestro grupo...

-¡BASTA! ¡YA CÁLLATE! –gritó el moreno empujando a Kyungsoo contra la pared que estaba tras él. El mayor no lo vio venir por lo que nada impidió que su espalda chocara contra el duro concreto y su cabeza rebotara contra el mismo. Al instante el aire escapó de sus pulmones y un dolor agudo lo atravesó. Sintió que caía, que se deslizaba hacia abajo lentamente, y después todo se tornó negro.

Por su parte, Kai estaba consumido por la ira.

-Ni creas que haciéndote el desmayado lograrás escaparte de esta, Kyungsoo. ¡Levántate de una vez! –ordenó enfurecido -¿Me estás oyendo? Te dije que te levantes, deja de fingir.

Como no hubo respuesta, el más alto se acercó y tomándolo de un hombro lo giró. El chico no se movía, ni un centímetro. Tampoco respondió cuando el menor le tocó la mejilla. En ese momento, el moreno palideció.

–¿K-Kyungsoo?

Aterrado lo levantó rápidamente sentándolo, apoyando la espalda contraria contra la pared y tomó su cabeza con ambas manos.

-Dios, no. Soo, no me hagas esto. Abre los ojos, por favor. Ni siquiera te empujé tan fuerte...-su voz se cortó. No importaba lo que hiciera, el muchacho no volvía en sí. Su boca estaba entreabierta y no respondía a ningún estímulo. Kai se desesperó y sus ojos se llenaron de lágrimas. No sabía qué hacer, estaba completamente asustado.

Sin planteárselo dos veces lo tomó en brazos y lo llevó hasta el baño que estaba a unos metros de la sala en la que estaban, en el pasillo; tal vez al mojarle un poco la cara lograría que despertase. Sin embargo, al alzarlo notó que el chico no pesaba casi nada, era una pluma en sus manos. Al abrazarlo con más fuerza, sus manos rozaron los costados de las costillas que sobresalían un poco de su contorno ¡¿cómo es que estaba tan delgado?!

Una vez que llegó al baño, acostó al muchacho en el suelo y mojó un pañuelo que tenía en el bolsillo para pasárselo por la frente repetidas veces.

-Kyungsoo...Amor, por favor, reacciona –murmuraba una y otra vez al borde del llanto.

Sus sollozos, llamaron la atención de una persona que justo pasaba por afuera del baño y ésta entró precipitadamente.

-Kai ¡¿Qué pasó?! –exclamó Chen al ver la escena.

-Hyung, ¡ayúdame! –suplicó.

-¡¿Qué diablos hiciste?!

-Yo...yo...-no podía hablar. Sin perder tiempo, Chen le quitó el pañuelo a Kai y lo mojó con el agua helada del dispenser que estaba tras ellos.

-¿Kyungsoo? Despierta –llamó pasando la tela empapada por la cara del pequeño. Para alivio de Kai y Chen, a los pocos segundos el chico emitió un sonido de queja y su cabeza se movió unos centímetros –Eso es, muy bien. Tranquilo, respira lento.

-¿Hyung?

-Silencio, no hables.

-Me duele.

-¿Dónde? ¿En dónde te duele?

-La espalda –logró indicar antes de toser, le faltaba el aire –Necesito sentarme.

-Está bien, te ayudaré a levantarte. Kai, ayúdame –pidió dándose vuelta pero el menor estaba paralizado, sus manos temblaban sin control y negó frenéticamente con la cabeza. No quería acercarse al más bajo, no quería tocarlo –¡Kai no puedo levantarlo yo solo!

A regañadientes, se acercó al frágil cuerpo que estaba en el suelo y con toda la delicadeza del mundo lo levantó. Para su sorpresa, Kyungsoo no lo rechazó, es más, se aferró a él.

-Vamos al sofá de la sala de prácticas que está al lado –sugirió el mayor de los tres.

Acto seguido, el bailarín recostó al más bajo en el mullido sillón con cuidado y se quedó observándolo con preocupación. Sin embargo, el más bajo no le devolvió la mirada, sólo se quejaba en silencio.

-Kai, ven un minuto conmigo –llamó Chen. Dándole una última mirada a Kyungsoo, y por la mirada que le puso, el menor no tuvo más remedio que seguir al chico fuera de la sala -¿Me puedes explicar qué pasó ahora?

-Tuvimos...una discusión...

-Eso es obvio, pero ¿cómo terminó Kyungsoo así?

-Es que...yo no tenía idea de que...sólo estábamos discutiendo y en un arranque de furia lo empujé contra la pared y él se desplomó en el suelo. Creí que fingía.

-Por todos los cielos ¡¿cómo pudiste hacer algo así?!

-¡Nunca creí que fuera a desmayarse por eso!

-Kyungsoo hace días que prácticamente no come ni duerme, Kai. Está muy débil, es lógico que perdiera el conocimiento al golpearse de esa manera.

-Lo siento, no era mi intención. ¡No quise hacerlo! –se desahogó.

-Mira, esto no puede seguir así. Se están haciendo demasiado daño mutuamente y las cosas ya se salieron de control. Tienen que ponerle un alto a este problema o terminarán peor.

-Lo sé, pero...

-Él te aprecia mucho, Kai. Tal vez te parezca que no pero yo sé que sí; así que te suplico que arreglen las cosas de una vez. Tu desafiante actitud sólo ha empeorado las cosas.

-Es que yo quise aclarar las cosas con él cuando estábamos hablando hace un rato pero él se negó a escucharme. No fui yo quien empezó con los ataques –se excusó el muchacho.

-No me interesa quién empezó. ¿No te das cuenta que si uno de los dos no afloja, las cosas se complicarán? Por favor, sólo...arréglenlo ¿está bien? Esto no puede seguir así –suplicó. Suspirando, el moreno asintió resignado. Trataría de menguar todo un poco, al menos para no seguir creando situaciones tensas que afectaran al resto del grupo.

-Llévale un poco de agua –ordenó el mayor entregándole una botella casi llena –iré a buscar al resto, seguro están en la sala de canto. Luego volveremos a casa. Más les vale no demorarse.

Dicho aquello, el chico se fue dejando a Kai solo en el pasillo. Girando la botella en sus manos, no se decidía si entrar o no a la sala de baile pero al final lo hizo. En cuanto abrió la puerta, vio a Kyungsoo levantándose con dificultad del sofá donde lo había recostado.

-Hey, oye, espera. No te muevas –se acercó intentando frenarlo.

-Déjame en paz, Kai. Ya has hecho bastante ¡Ay! –se quejó. Al menos ya no lo estaba llamando 'Jongin' otra vez, pero el menor se mordió el labio presa de la culpa.

-Lo lamento...

-¿Qué?

-Que lo siento. No quería hacerte esto.

-Sí, bueno...pues, ya lo hiciste –acusó.

El bailarín decidió guardar silencio y trató de ayudar al mayor a sentarse en el sofá. En cuanto sus dedos rozaron el costado del cuerpo contrario, un gemido lastimero llegó hasta sus oídos. Preocupado, el moreno levantó la polera de Kyungsoo dejando la piel al descubierto y se mordió el labio al ver un enorme moretón que se empezaba a formar en el lugar.

Lo había lastimado.

Sin embargo, otra cosa captó su atención de inmediato y era la extrema delgadez del muchacho, con tanta ropa que siempre llevaba encima no se había dado cuenta pero ahora que se la había hecho a un lado podía notarlo.

Al notar que el menor se había congelado al verlo así, avergonzado Kyungsoo se apartó rápidamente volviendo a colocarse la polera en su lugar tapando toda visión. Suspirando, Kai sólo atinó a entregarle la botella de agua en silencio, dejando que el chico bebiera y luego se sentó a su lado sin dejar de mirarlo. Bajó la cabeza y de improviso murmuró:

-¿Qué nos ha pasado, Soo?

-¿De qué hablas?

-De nosotros, de nuestra relación. Es que estábamos tan bien antes, y ahora...de la nada todo se vino abajo.

-Las cosas cambian, Kai –exhaló el más bajo –Las personas cambian, así como el clima cambia o las estaciones van rotando...Todo cambia con el tiempo, lo quieras o no.

El más joven sonrió con amargura.

-No. Eso no es cierto, no todo cambia.

-¿Eso crees? –replicó molesto –Dime una sola cosa que no haya cambiado entre nosotros entonces.

-Mis sentimientos por ti –murmuró mirándolo a los ojos.

Kyungsoo se quedó inesperadamente en silencio; no esperaba esa respuesta. Sus ojos se llenaron de lágrimas inevitablemente.

-Por favor, no me digas eso –rogó.

-Es la verdad. Tal vez tengas razón. Tal vez sí soy un idiota o un masoquista.

-Kai...

-No puedo dejar de amarte, Soo. Nunca dejé de hacerlo. Si me enojé contigo y te traté mal fue porque estaba dolido, y aún lo estoy. Sin embargo, comprendo que no debí hacerlo, no debí menospreciarte. Si no lo hubiera hecho, tú...no estarías así –dijo apenado acariciando el rostro contrario –Y de verdad lo lamento tanto...

El mayor cerró los ojos al sentir el contacto de la mano contraria en su mejilla y varias lágrimas desbordaron de sus ojos. Pero entonces volvió a abrirlos y compuso la mirada más fría de la que fue capaz, sonriendo sarcásticamente.

-¿De verdad te crees tan especial para creer que por tu culpa estoy así? No todo gira en torno a ti.

-Pero...yo pienso que...

-Piensas mal. Por supuesto tengo mis preocupaciones pero tú eres la menor de todas. Y ¿sabes por qué? Porque jamás fuiste mi prioridad.

Kai retiró su mano de la mejilla del mayor lentamente con una expresión sumamente dolida. Pero luego sonrió, tristemente.

-¿Por qué haces esto? –preguntó -¿Por qué siempre terminas hiriéndome de esa manera?

-Porque a ver si de una vez por todas me crees que ya no te quiero y dejas de insistir.

-Te creería si no estuvieras llorando mientras me lo dices, Soo.

-¡No...me llames así! –gritó histérico levantándose torpemente del sofá –Y por una vez en tu vida hazme caso y aléjate de mí.

-De acuerdo. Me alejaré de ti. Sólo necesito que me digas que no me amas y entonces te dejaré en paz.

-Pero...

-De otra manera seguiré insistiendo.

Kyungsoo exhaló frustrado al sentir que más lágrimas caían de sus ojos. ¿Cómo podía pedirle que le dijera eso? Era imposible, amaba a Kai con todo su ser, no podía decirle lo contrario. La razón de tratarlo así de mal y alejarlo era para protegerlo porque lo amaba, no podía negar sus propios sentimientos. Pero si eso era necesario para salvarlo...

-Como quieras. No-te-amo, Kai –dijo con desprecio haciendo énfasis en cada palabra, a ver si de una vez por todas le hacía entrar en razones.

El moreno no se esperaba aquello. Cerró los ojos a punto de llorar y se mordió el labio con fuerza. Se incorporó y se acercó al más bajo posando ambas manos en el rostro contrario.

-¿Lo dices en serio? –inquirió.

<<¡No, claro que no!>>

-Sí.

Con los ojos llenos de lágrimas Kai volvió a hablar y le preguntó:

-Entonces ¿lo nuestro ya terminó?

Con el corazón partido y sintiendo un terrible dolor en el pecho pero sin mostrar culpa alguna, Kyungsoo lo miró fijamente.

-Lo nuestro nunca existió –murmuró firmemente.

Impotente y dolido, el menor dio un paso hacia atrás y sus brazos cayeron a ambos lados de su cuerpo inertes para luego llevar ambas manos a su cara, cubriéndola, al llorar desconsoladamente. Se dejó caer pesadamente en el sofá y sólo se quedó ahí, sollozando sin parar.

Incapaz de seguir contemplando la escena sin que él mismo corriera a su lado a decirle que todo era mentira, abrazarlo y besarlo, consolarlo...Kyungsoo pegó media vuelta y salió de la sala a toda prisa, aguantando las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos.

 

Notas finales:

Aish! En serio aunque no me crean hasta yo tengo ganas de matar a Kyungsoo! Jaja Esa última parte fue demasiado...dolorosa de hacer. Pero no se preocupen que las cosas pronto se arreglarán ^^ y habrá sorpresas 3:)

Felices pascuas! Nos leeremos en los comentarios y dénle mucho amor al fic


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