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Premonition (KaiSoo) por DebyMil

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Notas del capitulo:

Hola!! Aquí estoy, aún no me he olvidado del fic! jaja Venía a traerles un pequeño regalito además de la actualización, que por cierto puede ser doble ya que el capítulo 26 está casi terminado, en proceso de revisión ;) 

Por ahora les dejo que lean el fic y al final, podrán ver la sorpresa ;)

Un rayo de luz iluminó la cara de Kai en la mañana temprano. Abriendo un ojo para mirar por la ventana descubierta, pudo ver la luz del sol, ya no estaba lloviendo. Se sentía algo somnoliento pero descansado, de hecho había dormido muy bien, tan bien que no recordaba alguna vez que hubiera dormido tanto. Un leve suspiro acaparó su atención y miró a su lado. Bajo sus brazos, Kyungsoo aún seguía acurrucado durmiendo. Toda la noche habían dormido abrazados y el mayor aún no se había despegado de él. Desorientado por el sueño, Kai levantó un poco las sábanas y mantas y descubrió que ambos estaban desnudos. Riendo por haberse olvidado de aquello, se acomodó mejor en el colchón y abrazó más fuerte al más bajo, que reaccionó en sueños acercándose más a él. 


Con ternura y sonriendo, el moreno lo observó: el muchacho dormía plácidamente, no había expresión de molestia ni ceño fruncido, el chico sólo dormía tranquilo. Eso le alegró, le alegró que por fin Kyungsoo estuviera bien y añoraba que siguiera así. También le reconfortaba que las cosas entre ellos se hubieran calmado aunque no podía negar que no comprendía al mayor. ¿Por qué Kyungsoo había reaccionado de la forma en la que lo había hecho anoche? Tanto tiempo huyendo, rechazándolo, lastimándolo y alejándolo con palabras hirientes y anoche...todo lo contrario.


Kai admitía que las circunstancias acontecidas habían sido raras pero la experiencia vivida había sido de lo más romántica y hermosa –sin mencionar que había tenido el mejor sexo de su vida –Rió ante esa conclusión pero era cierto, anoche no habían tenido sexo, habían hecho el amor.


Además no podía olvidar las palabras que Kyungsoo le había dicho al oído. 'Te amo'... ¿De verdad había escuchado eso? ¿O su mente se lo había inventado? Deseaba que no fuera producto de su imaginación pero le resultaba raro que el muchacho se lo hubiera expresado en tales circunstancias cuando minutos antes de eso y todos los días anteriores había demostrado lo contrario. ¿Y si lo de anoche había sido sólo la consecuencia de que ambos ya no aguantaban más la mala convivencia entre ellos? Kai no quería que eso quedara como 'cosa del momento'; para él era mucho más significativo porque luego de haberse sentido tan mal, Kyungsoo había logrado reconfortarlo. Sin embargo, el pensamiento de no saber cuánto duraría esta extraña reconciliación lo atormentaba. Decidió que en ese caso disfrutaría el ahora. No había razón para preocuparse por el futuro, su atención estaba puesta en el ahora, y el ahora era Kyungsoo.


Abrazando estrechamente al pequeño que dormía en sus brazos, lo besó en la frente. Era increíble cuántas cosas habían pasado desde que llegó al grupo. Esa pequeña personita acurrucada junto a él le había dado un tremendo giro a su vida. Kai no se sentía capaz de vivir sin Kyungsoo a su lado...sin él, su vida no tenía sentido.


Suavemente con un dedo, acarició los rasgos del joven con una mano mientras con la otra delineaba el contorno de su espalda y cintura. La expresión del menor se ensombreció al sentir las costillas y huesuda cintura del muchacho, aún seguía muy delgado pero le tranquilizó saber que al menos el mayor había vuelto a comer. Tal vez ahora que las cosas se habían calmado, podrían volver a la normalidad.


Para cuando volvió a besar al más bajo, esta vez en los labios, el chico suspiró de nuevo en sueños y luego abrió los ojos lentamente. Sus largas pestañas revolotearon de arriba abajo tratando de acostumbrarse a la luz y sonrió levemente al notar a Kai tan cerca suyo.


-Hola –saludó en tono adormilado.


-Buenos días –murmuró el moreno.


-¿Hace mucho que estás despierto?


-Lo suficiente como para tenerme hipnotizado con tu hermoso rostro. Aunque ahora que abriste los ojos acabas de mandarme al limbo –le sonrió provocativamente.


-Dios, Kai. Es temprano, no empieces –rió el más bajo.


-Sólo digo la verdad, amor.


Kyungsoo soltó una risita divertida al escuchar cómo le había llamado Kai.


-Parece que ya no llueve –comentó.


-Sí. Creo que será un hermoso día.


-¿Los demás ya se levantaron?


-¿Cómo voy a saberlo? ¿Crees que saldría de la cama teniéndote a ti pegado a mí desde anoche? No. Prefiero quedarme toda la mañana así si es necesario.


-No digas tonterías, Kai. No podemos hacer eso –se carcajeó Kyungsoo.


-Lo sé. Pero sería lo ideal. Ojalá fuera así siempre –objetó abrazándolo otra vez.


-Ojalá...-admitió tristemente.


Ese tono...ese triste tono en su voz de nuevo.


-¿Qué sucede? –preguntó el más alto al notar el cambio en la voz del mayor -¿Por qué otra vez suenas tan abatido?


-No es nada.


El moreno se separó lo suficiente como para mirar al chico a los ojos. Estos lucían apagados. Aunque intentara sonreír, su mirada no mentía. Algo estaba mal.


-Me estás mintiendo.


-¿Cómo puedes saberlo? -replicó confundido.


-Tus ojos me lo dicen.


-Entonces no me mires y sólo abrázame –argumentó acurrucándose en el pecho del más alto.


-Soo...


-Por favor, no arruines el momento –le suplicó. Con una expresión preocupada, el moreno cedió y lo abrazó. Si Kyungsoo quería olvidarse de sus problemas, él no era nadie para prohibírselo. Sin embargo, le parecía egoísta de su parte no hacer nada para mejorar su humor.


 


-Gracias por lo de anoche –susurró luego de un rato largo de silencio en el que sólo se dedicó a acariciar el rostro del más bajo.


-De nada.


-¿Te importaría que lo repitamos?


-¿Ahora? –se alarmó el mayor.


-Si quieres, pero no tengo apuro –rió Kai –Además estamos solos.


-Los chicos podrían despertar en cualquier momento. Es demasiado arriesgado.


-Pero Suho no está. Aunque eso me recuerda, ¿por qué no durmió aquí anoche?


-Chen dijo que quería que arregláramos las cosas entre nosotros y por eso nos dio algo de espacio. Está en la habitación de Chanyeol y Baekhyun.


-Pues habría que agradecerle –se rió.


-Tienes razón. Oye, mejor levantémonos. Necesito preparar el desayuno para todos.


-Ah, Kyungsoo, aún no –se quejó Kai tratando de evitar que el chico se separara de él, pero sin éxito.


El muchacho se sentó en la cama refregándose los ojos, dándole la espalda al moreno, quien se mordió el labio lascivamente deseando repetir las acciones de la noche anterior hasta que reparó en el enorme moretón del más bajo. Lucía muy oscuro y era más grande de lo que había pensado ahora que lo miraba. Se mordió el labio presa de la culpa. Había prometido jamás lastimarlo y no cumplió. Le había hecho lo mismo que Joon. Pero más que herir su cuerpo, había herido su confianza. Había actuado de la misma manera que aquel desgraciado años atrás. Con una expresión sumamente dolida, tocó suavemente la piel amoratada y Kyungsoo reaccionó inmediatamente quejándose, alejándose de sus manos.


-Perdón –se disculpó inmediatamente el bailarín -¿Cómo estás de la espalda?


-Mejor, supongo –susurró.


-No sabes cómo lamento haberte hecho esto –dijo con aprensión –Perdí el control ayer, yo estaba tan dolido y enojado que no medí mi fuerza y...


-Kai...-suspiró –Ya pasó ¿sí? Lo hecho, hecho está.


-Prometí cuidar de ti y falté a mi promesa. Te lastimé –argumentó.


-No más de lo que yo a ti. Ya olvídalo ¿Cómo estás del tobillo? –preguntó señalando con la cabeza el pie del muchacho.


-Igual –respondió encogiéndose de hombros –Dejé de tomar los analgésicos así que me molesta un poco, pero estoy bien.


-¿Por qué dejaste de tomarlos?


-Es que se me acabaron. Como quería seguirles el ritmo en las prácticas tuve que tomar de más para poder bailar sin problemas y cuando me di cuenta ya no tenía más. Tenías razón ayer cuando dijiste que me escabullía al baño para tomar analgésicos, sólo que ayer ya no tenía –confesó con una sonrisa culpable. Eso a Kyungsoo no le hizo ninguna gracia, sobretodo porque en medio de la pelea lo había acusado de hipócrita y se había burlado de él y su baile sin saber que se encontraba mal.


-¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo pudiste olvidar comprar más? Si serás cabezota –musitó bajando la cabeza angustiado.


-Te dije que estoy bien, Soo –sonrió acariciando la mejilla contraria suavemente.


-¿Y la fiebre?


-¡Por todos los cielos! –rió –Ya deja de preocuparte por mí.


-Lo haría si no me dieras motivos. Además anoche me asusté mucho, creí que te habías ido...para siempre –concluyó esas últimas palabras en un murmullo ahogado.


-Ni lo pienses siquiera –le dijo seriamente. El más bajo sonrió al oír eso –Por cierto ¿crees que podrás ensayar hoy con la espalda en ese estado? –preguntó el bailarín retomando el tema anterior.


-Tendremos que averiguarlo.


-No deberías. No quiero que hagas nada si no estás en condiciones –reprendió el más joven acariciando la mano contraria.


-Eso debería decírtelo yo a ti –rió Kyungsoo acercándose para tocar la punta de la nariz de Kai con la suya. El chico reaccionó en seguida robándole un beso, provocando una carcajada por parte del otro por lo que decidió devolverle el favor. 


Lo que empezó como un juego, empezó a tornarse cada vez más serio en cuanto el menor lo arrastró a la cama de nuevo y se colocó encima de él impidiéndole escapar. El más bajo se rió de la situación pues no tenía pensado irse y más cuando la boca del moreno empezó a esfumarle las ideas.


Entre intercambios de roces, besos y algún que otro arañazo, Kyungsoo no era consciente de que el dolor de cabeza leve que tenía en cuanto se despertó, empezó a aumentar. Como alarma de una bomba a punto de estallar. Mientras más salvajes se tornaban las caricias de Kai, más dolía. Debía parar pero no podía. Frunció el ceño tratando de aguantar, no quería echar a perder el momento.


 


<<¿Qué estás haciendo, Kyungsoo? Para con esto ya antes de que sea demasiado tarde>> se burló de repente el Kai de sus pensamientos, sobresaltando al mayor.


<<No puede ser ¿Tú otra vez? Ya cállate. Sal de mi cabeza>> pensó ofuscado. 


¿Por qué siempre tenía que tener esas visiones en los momentos menos indicados?


<<No juegues conmigo>> le advirtió.


<<¡Vete de aquí! No creo nada de lo que digas. No creo en esa maldita premonición. Sólo eres un producto de mis miedos, de mi imaginación. ¡Tú no existes! No voy a permitir que me alejes de Kai otra vez>>


<<Oh, ¿te estás cansando de mí?>> le preguntó esbozando una perversa sonrisa.


<<¿Tan obvio es?>> respondió sarcásticamente.


<<Claro que sí, pero no porque no quieras verme significa que dejaré de aparecer en tu mente. El tiempo se te está acabando>>


<<Eso no me importa>>


<<No tientes al destino ¿De verdad quieres que algo me pase?>> preguntó la fantasmagórica y ensangrentada figura que se encontraba parada en el medio de la calle.


<<¿De qué estás hablando? Mi destino es estar con la persona que amo. Y tú no me lo impedirás. Ya sé lo que tengo que hacer para protegerlo>> argumentó Kyungsoo retrocediendo, alejándose de aquella aterradora silueta.


El rostro del muchacho puso una increíble expresión de asombro.


<<¿Acaso has decidido...?>>


<<Sí, es lo único que puedo hacer. Lo que debo hacer. Kai no sufrirá más por mi culpa>>


<<Sabes que eso no cambia nada. El destino tarde o temprano se cumple>> dijo con malicia.


<<Yo cambiaré el destino>> lo desafió.


<<Como desees. Si prefieres sufrir, es tu decisión>> murmuró antes de desaparecer. Toda la imagen de la calle oscura se tornó borrosa hasta que esta también se esfumó devolviendo al muchacho a la realidad, sintiendo de golpe los toques y besos del verdadero Kai.


Kyungsoo creyó que con eso se había deshecho de la molesta aparición, cuando los dolores de cabeza se reanudaron más fuertes que nunca. Mareado abrió los ojos y vio que el moreno seguía inmerso en sus juegos, ignorando lo que le pasaba. Su vista se tornó turbia y empezó a sentir náuseas. Intentó apartar al menor de su boca pero no lo logró.


-Kai...espera –musitó intentando alejarse, pero los labios contrarios callaron cualquier reproche –Me está faltando el aire. ¡Kai!


No terminó de decir eso que las ganas de vomitar lo sobreseyeron y se levantó a toda prisa empujando al más alto a un lado. Corrió hasta el baño y cuando llegó, vació su estómago en el retrete. Antes de que Kai llegara rápidamente completamente aterrado, Kyungsoo vomitó tres veces más. Para cuando terminó, se apartó un poco apoyándose contra la puerta del baño, su cuerpo temblaba sin control y empezó a llorar histéricamente en silencio. Ningún sonido salía de él, sólo gruesas lágrimas que resbalaban por sus mejillas. Ahí estaba, completamente desnudo sobre los fríos azulejos del baño hecho un manojo de nervios y llorando sin control.


<<¿Hasta cuándo seguirá esto? ¡¿Por qué no puede acabar de una vez?!>> pensó con desesperación. Sentía que la cabeza le iba estallar.


-¿Soo? –preguntó Kai con cautela, arrodillándose a su lado. Su voz estaba cargada de preocupación -¿Estás bien?


-Me duele la cabeza, me duele –repitió entre sollozos.


-¿Quieres que te traiga un analgésico?


-No –contestó. No tenía sentido tomar algo para el dolor si volvía a vomitar.


-Pero...


-La cena de anoche me debe haber caído mal –lo cortó –Estaré bien.


El más joven suspiró intranquilo.


-Ven, mejor vamos a la cama –sugirió, pero en cuanto su mano rozó el hombro contrario, el chico se apartó gritando.


-¡No me toques!


-¡Cálmate! Sólo quiero ayudarte.


-Está bien, yo...puedo solo –reformuló intentando serenarse, sin embargo no tenía fuerzas para levantarse y no paraba de temblar.


-Kyungsoo, déjame ayudarte. No puedes pararte –insistió al ver los vanos intentos del muchacho por incorporarse.


-Tengo frío –dijo ignorándolo completamente. Kai se había puesto un pantalón buzo negro, pero el más bajo aún seguía desnudo.


-Espera aquí –indicó levantándose, no sin antes envolverlo con una enorme toalla. A los pocos segundos, el muchacho volvió con un pantalón de color azul y sin que el más bajo se lo pidiera se lo puso. Luego lo alzó en brazos y lo llevó a la pieza acostándolo en la cama con cuidado, tapándolo con las frazadas. Todavía asustado, se sentó a su lado pero al ver que los temblores del pequeño no paraban, terminó por acomodarse a un costado.


-Kai, no, aléjate –susurró el más bajo al notar al bailarín casi encima de él.


-Estás helado, necesitas entrar en calor –el joven iba a argumentar negativamente pero decidió callarse, el moreno no le estaba dando otra opción. Suspirando, permitió que el otro lo abrazara y cerró los ojos esperando que el malestar cesara.


A los pocos minutos las náuseas y mareos se fueron pero el dolor de cabeza aún persistía. Al recordar las palabras que el fantasma de sus visiones le había dicho, Kyungsoo rompió a llorar otra vez de angustia. 'El destino tarde o temprano se cumple' le había advertido aquella figura, ¿significaba entonces que nada podía hacer para evitarlo? ¿Aquello que había planeado llevar a cabo para salvar a Kai no serviría? ¿Tenía que volver a alejarlo de su vida, lastimarlo otra vez? No podía hacerle eso de nuevo. Ninguno de los dos lo resistiría y ciertamente el más bajo no era ningún cobarde para echarse atrás cuando tomaba una decisión. 


Durante varios minutos ambos se quedaron en la cama en silencio. De vez en cuando, el menor sentía cómo el cuerpo debajo de él se estremecía ligeramente, aunque los espasmos se fueron calmando luego de un tiempo. Para cuando Kyungsoo no se movió más, ahí se permitió moverse un poco para mirarlo.


Las pestañas del mayor lucían húmedas, señal de que había llorado y ahora estaba bañado en sudor. Apartándole de la frente los húmedos cabellos Kai habló:


-¿Ya estás bien?


-Lo siento tanto –se disculpó.


-No hay problema. Suele pasar cuando estás mal del estómago.


Kyungsoo sabía que Kai estaba fingiendo, él sabía que la verdadera razón de su malestar no era por alguna indigestión.


-Aún así...Perdón.


-No tienes que disculparte por estar enfermo.


-Me disculpo porque te mentí.


-Ya lo sé –suspiró el bailarín.


-Entonces ¿por qué no me preguntas nada? –inquirió sin comprender.


-¿Acaso me explicarías si lo hiciera? –el mayor no contestó, aunque su silencio respondía a la pregunta –Me acabas de asustar mucho. ¿Seguro que estás bien? Te ves terrible.


-Puedo soportarlo.


-Pero yo no soporto verte así, Soo.


-Estaré bien –le aseguró, pero esta vez Kai no le siguió el juego.


-¿Por qué haces esto? ¿Por qué te sacrificas por mí?


Kyungsoo se quedó repentinamente en silencio, casi sin respirar al escucharlo <<¿Cómo sabía eso? ¿Por qué llegó a esa conclusión>>


-Esto está mal –continuó el moreno –Empeoras cada vez más. No necesitas...


-Es lo que debo hacer –lo interrumpió.


-¡Pero yo no quiero que lo hagas!


-Es la única forma...


-No empieces otra vez con tus misterios –exhaló poniendo los ojos en blanco.


-Entonces dejemos el tema aquí –finiquitó molesto.


-Kyungsoo...


-Por favor, ahora no me siento bien –argumentó.


Kai se quedó unos momentos en silencio, pensando.


-De acuerdo –cedió –Si es lo que quieres...


Miró al chico preocupado pero no volvió a decirle más nada. En cambio volvió a acomodarse tras él y besó su cuello con delicadeza y ternura. Tomó la mano del mayor y la envolvió con la suya acariciando suavemente sus dedos hasta que el muchacho se quedó dormido. Pasados unos minutos él también sintió sueño y cerró los ojos. Sin darse, cuenta se quedó dormido también.


 


***


 


-Hey, Kai. Despierta. ¡Oye! ¡Abre los ojos!


El nombrado sintió que alguien los zamarreaba con insistencia.


-¿Baekhyun?


-¡Al fin! ¿Cómo puedes dormir así de tranquilo? Después de lo que nos hiciste pasar anoche.


-¿Qué?


El mayor suspiró.


-Llegaste muy tarde en la noche. Kyungsoo estaba muy preocupado. Creí que vendrían juntos. ¿Por qué no lo hicieron?


-Hubo un contratiempo, hyung...-suspiró adormilado.


-¿Se pelearon?


¡Diablos que a ese chico no se le escapaba nada!


-Más o menos...-admitió.


-Con razón llegó llorando a casa anoche.


-Sí, bueno. En parte fue mi culpa.


-¿También fue tu culpa el moretón en su espalda? –en ese momento Kai se despabiló totalmente y miró al otro chico con ojos desorbitados. La expresión del muchacho era del todo menos agradable.


-Baek, yo...


-Kyungsoo dijo que se había resbalado al caer en la lluvia cuando volvía a casa anoche. Pero un moretón no puede volverse oscuro en tan poco tiempo. ¿Fuiste tú, no es cierto? Te dije que hablaras con él no que lo golpearas –soltó claramente disgustado. Lo cual era lógico, era su mejor amigo.


-¿Por qué crees que fui yo? –inquirió atropelladamente, delatándose al instante.


-¿Quién más sino? Kyungsoo no permite que nadie lo toque, nadie excepto tú. Eres el único que logra ponerle las manos encima.


-Fue un accidente...-se excusó. El muchacho lo miró con suspicacia –En serio, créeme. No quise hacerle daño.


No muy convencido, Baekhyun al final se rindió y suspiró.


-Bien, te creo. Sólo espero que esa no haya sido la razón por la que huyó.


Kai sintió como si la sangre se le hubiera helado de repente.


-¿Qué dijiste? ¿Que Kyungsoo qué?


-No está. Desde que nos levantamos no lo hemos visto y su teléfono está apagado. ¿Seguro que no pelearon otra vez?


-No...anoche...nos reconciliamos. Estamos bien, pero...


-¿Pero?


-Ésta mañana estaba descompuesto. No se sentía bien. Yo...me dijo que estaría bien...-tartamudeó buscando su teléfono, el cual no encontraba por ningún lado. Cuando lo divisó intentó encenderlo pero resbaló de sus manos. Estaba demasiado nervioso. En cuanto se controló, marcó el número de Kyungsoo pero el chico jamás contestó. Siguió llamando pero no hubo respuesta. Su expresión se transfiguró a una de terror. De un salto se levantó de la cama y se vistió lo más rápido que pudo. Salió de la habitación con Baekhyun tras él y fue hasta la puerta de entrada a buscar su abrigo. Abrió la puerta para salir y se encontró con Suho y Chanyeol del otro lado.


-¿A dónde vas Kai?


-¿Dónde está Soo? –inquirió ignorando la primera pregunta. Maldición, hasta su voz temblaba.


-Es lo que quisiera saber. Lo hemos buscado por todos lados pero no aparece –se lamentó el líder.


-¿No te dijo a dónde iba? –cuestionó Chanyeol, dejando caer su atención hacia la preocupada mirada del moreno.


-No. Estábamos durmiendo y cuando desperté Baekhyun dijo que no estaba.


-Me preocupa. Él jamás había hecho esto –suspiró Suho –mejor quedémonos en casa esperando si... ¡Kai! ¡Aguarda!


-No voy a quedarme sentado esperando si está solo ahí afuera –resolvió el menor pasando entre medio de sus amigos y corriendo como un rayo al ascensor –Iré a buscarlo, no me esperen.


Dicho eso, el chico desapareció tras las puertas del ascensor.


-¿Por qué tan impetuoso? –se preguntó Suho confundido.


-Tal vez sepa en dónde puede estar Kyungsoo –aventuró el más alto.


-Eso espero...


 


***


 


Tan pronto como el ascensor llegó a la planta baja, el moreno corrió a la puerta de salida. Se paró en medio de la vereda mirando a ambos lados pero no había señal de Kyungsoo. ¿A dónde podría haber ido? Era demasiado temprano, y, suponiendo que tuviera un motivo válido para salir ¿por qué tenía apagado su teléfono? ¿Por qué no había avisado a dónde iba al menos? ¿Por qué decidió desaparecer? Hacía demasiado frío y estaba nevando copiosamente; el mayor no estaba en condiciones de salir después del episodio sucedido unas horas atrás. Si permanecía afuera más tiempo lo lamentaría, y Kai también si no lo encontraba pronto.


Se devanó los sesos pensando en posibles lugares en los que podría estar. Se le ocurrió el mirador...pero no, él no iría allí solo. Habían prometido volver juntos así que no podía estar allí. Entonces ¿a qué otro lugar en el que hubieran estado juntos podría haber ido? Lo pensó unos segundos hasta que la idea llegó a su mente: ¡el parque! Salió disparado hacia ese lugar. Mientras corría rogaba no estar equivocado, Kyungsoo tenía que estar ahí.


En cuanto llegó al sitio, miró en todas direcciones pero a primera vista no logró encontrarlo. Comenzó a recorrer todas las sendas y fijarse en cada persona que paseaba. Había mucha gente, pero el más bajo no estaba por ningún sitio. No estaba sentado en algún banco, ni debajo de un árbol, ni en las garitas. Tampoco cerca de algún puesto de comida.


Pasó cerca de media hora corriendo y buscando por todos lados, incluso recorriendo los mismos senderos y caminos más de una vez por las dudas, hasta que por fin se rindió. Completamente abatido y quedando inmóvil en su lugar, bajó la cabeza y clavó sus ojos en el piso a punto de llorar cuando una mala idea, una terrible conclusión le cruzó por la cabeza: Kyungsoo se había ido, lo había abandonado...otra vez.


Sin poder contener las lágrimas que afloraban de sus ojos, comenzó a llorar. Ahora lo entendía todo. Lo que el mayor había hecho anoche no era amor ni 'cosa del momento' como pensó. Había sido una despedida, una que el bailarín ilusamente interpretó como reconciliación. Lleno de aflicción cerró los ojos, no podía creer que hubiera caído tan bajo, ¿cómo pudo ser tan tonto de creer que todo se había arreglado? No porque el más bajo le hubiera demostrado cariño anoche y esta mañana significaba que las cosas entre ellos se habían solucionado, sólo lo había engañado.


<<¿Cómo pudiste, Soo? ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!>>


Invadido por una enorme tristeza y desconsuelo, se cubrió la cara y lloró aún más fuerte. Se sentía tan mal, tan desahuciado. Ya no sabía qué pensar, qué interpretar. ¿Acaso todo este tiempo se había equivocado con Kyungsoo? De todas formas, eso no le importaba. Sólo quería verlo una vez más, quería ver esos enormes ojos otra vez, sentir su tacto otra vez.


<<¡Sólo quiero escuchar tu voz una vez más!>> pensó desesperado.


 


 


.:Continuará:.


 


 


 
Notas finales:

Bueno, aquí está la sorpresa: un trailer del fic hecho por KatsumiWon2, una de mis más queridas lectoras debo decir. Una de las pocas que mantiene mi fic vivo en Amor Yaoi jaja Si lees esto, muchas gracias de todo corazón. En serio amo el trailer y agradezco que te hayas tomado el trabajo de hacerlo, es hermoso! Ojalá a todas les guste también ^^
Les dejo el link: https://www.youtube.com/watch?v=kE4x0IrLpyw

Y bueno, pronto se viene el cap 26, y cuando digo pronto...es pronto ;) Nos leemos!


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