Los rayos del sol de la mañana se colaron por la ventana entre las cortinas entreabiertas e iluminaron la cara de Jongin. Molesto por la luz repentina, abrió lentamente los ojos y se los refregó cansado. Giró la cabeza y miró a un lado y luego al otro; estaba en el living del departamento que compartía con sus compañeros de grupo. ¿Pero cómo había llegado hasta allí? No recordaba haber entrado a casa anoche y tampoco tenía idea de cómo es que había terminado durmiendo en el sofá. Intentó recordar lo que había pasado la noche anterior tratando de ordenar los hechos: la pelea en el dormitorio, cuando huyó molesto de la casa, cuando estaba en la sala de ensayo tratando de sacar un paso de baile y se cayó, la caída en las escaleras, la cara de preocupación de Kyungsoo al verlo...¡Kyungsoo! ¡¿En dónde estaba?! Se incorporó de inmediato para ir a buscarlo pero un fuerte dolor en el pie hizo que volviera sentarse.
-¡Ah! Mi tobillo...-murmuró por lo bajo. Entonces recordó todo...Inmediatamente se sintió bastante apenado de haber preocupado a todos la noche anterior, seguramente todos estarían bastante molestos con él por haber huido de casa y haber hecho que fueran a buscarlo. También recordaba los momentos antes que se desmayara frente a los demás, pero de todo lo que pasó luego de eso...sólo recordaba vagamente una cosa: la cara de preocupación de Kyungsoo. Lo único que recordaba era que alguien lo llevaba en la espalda y que Kyungsoo corría a su lado, completamente empapado por la lluvia, mirándolo con suma consternación. Aquellas imágenes le taladraban la cabeza, no podía borrarlas de su mente. Pero había algo que no entendía, ¿por qué Kyungsoo se había preocupado tanto por él? Si él lo odiaba...o al menos eso creía Jongin...Sin embargo, el rostro que recordaba ahora no era de ira, frialdad o enojo...era de congoja y esos ojos grandes que antes lo miraban con desprecio ahora denotaban una expresión aprensiva...Tal vez... ¿habían cambiado las cosas entre ellos ahora? ¿O fue sólo el momento de preocupación y nada más lo que hizo que Kyungsoo se comportara así?
De todas formas decidió tratar de no pensar en ello, primero que nada debía pedir disculpas por lo que había hecho. Miró hacia la ventana que daba al balcón y vio el sol de la mañana alumbrando afuera. ¿Qué hora era? ¿Era temprano o tarde? Seguramente era muy temprano porque el departamento estaba en completo silencio, eso significaba que todos estaban durmiendo. Suspirando buscó su teléfono en el bolsillo para ver la hora pero descubrió que no estaba allí. Empezó a mover los almohadones y levantar la ropa húmeda que estaba cerca de él pero no lo encontraba.
-Ay no... ¡¿En dónde está?! -se desesperó.
-Veo que despertaste -dijo una voz a sus espaldas. Sorprendido, Jongin giró la cabeza de inmediato y se encontró a Kyungsoo en la cocina.
-¿Hyung...? -susurró.
-Preparé tu desayuno. Ven siéntate -invitó apartando una silla.
El menor parpadeó varias veces confundido, era la primera vez desde que había llegado que Kyungsoo le hablaba bien, eso lo desconcertó. No supo qué contestar así que simplemente se levantó del sillón y se acercó a la mesa sentándose en la silla. Mientras el mayor servía el café en una taza, Jongin lo miraba detenidamente, tratando de comprender qué estaba pasando ¿acaso estaba dormido todavía? ¿Desde cuándo Kyungsoo era tan atento con él?
-¿Qué...hora es? -preguntó el menor con cautela.
-Las diez de la mañana. Dormiste bastante, pero dadas las circunstancias de lo que pasó supongo que está bien -respondió el mayor -Los demás ya se fueron, somos los únicos en la casa. Me sorprende que no te despertaras con el escándalo que hicieron al desayunar antes de irse. Tienes el sueño bastante profundo.
El muchacho sólo se limitó a asentir con la cabeza en silencio. Continuó observando al más bajo con detenimiento cuando notó su mano, la que se había lastimado: la blanca tela que la cubría estaba bastante sucia y estaba mal envuelta, ya que no llegaba a cubrir unos grandes moretones y rasguños que tenía en los nudillos y en el costado de la mano, sin mencionar que toda la piel estaba enrojecida y algo hinchada. <<Seguramente debe dolerle mucho>> pensó Jongin.
Por otra parte, totalmente ajeno a los pensamientos y a la mirada del menor, el mayor intentaba untar un poco de mermelada en el pan pero obviamente se le estaba haciendo bastante difícil, le costaba mover la mano y aquello aumentaba su frustración hasta que la tostada resbaló de sus dedos cayendo en el mantel manchándolo. El chico suspiró sonoramente pero no dijo nada, solo buscó un trapo para limpiar el desastre que había hecho, tarea que realizó bastante molesto.
Jongin sólo lo observó en silencio mientras lanzaba varias miradas más hacia la mano del otro. <<Es cierto...recuerdo cuando golpeó la pared...>> dijo para sí...Recordaba esos ojos vidriosos, esa mirada llena de tristeza y culpa, aquella que había puesto el más bajo antes de desviarla hacia la ventana de nuevo.
-Hyung...lo lamento...-dijo Jongin en un susurro después de varios minutos en silencio. Kyungsoo se giró y lo miró desconcertado.
-¿Por qué lo dices?
-Tu mano, de verdad lo siento. Sólo intentaba ayudar pero terminé empeorando más las cosas y te lastimaste más.
Kyungsoo lo miró desconcertado por unos segundos, pero luego sonrió levemente.
-Eso no importa...
-¡Claro que sí! -replicó Jongin -También lamento el haberme ido preocupando a todos. De verdad no lo pensé, sé que fue un error y no volveré a...
-Lo que pasó no fue tu culpa -lo interrumpió Kyungsoo.
-Pero...si yo no me hubiera ido...
-¡Jongin! ¡Está bien! En serio, no es culpa tuya. Lo de mi mano sólo fue un accidente. No te preocupes y come que tenemos que irnos.
-¿Irnos? ¿A dónde?
-A la compañía, por supuesto -respondió Kyungsoo sentándose al lado para desayunar también -Cuando todos se levantaron pensaron en despertarte así íbamos todos juntos, pero les dije que se fueran y no se preocuparan, que yo me encargaría de ti -explicó el mayor hundiendo su nariz en la taza de café mientras bebía.
Sin darse cuenta, Jongin casi se ahogó con su tostada cuando escuchó aquello<< ¿Qué? ¿Encargarse de mí?>> ¿Qué significaba esto? ¿Qué había pasado para que Kyungsoo cambiara de repente su comportamiento con él? ¡No entendía nada! Comenzó a plantearse seriamente o que aún estaba dormido y todo esto era un sueño, o que estaba en un universo paralelo. Era demasiado extraño, sin mencionar repentino el cambio de actitud del otro.
-Cuando termines de desayunar cámbiate, no puedes salir con esas ropas tan sucias -le advirtió Kyungsoo tras mirarlo rápidamente de reojo. Sorprendido, Jongin bajó la vista para mirar a qué se refería el mayor. Es cierto, no se había cambiado la ropa desde ayer y como había estado bajo la lluvia estaba toda manchada y sucia, sin mencionar que el pantalón estaba descocido en la parte del tobillo de cuando se cayó. Avergonzado agachó la cabeza para intentar ocultar el color rojo de sus mejillas pero obviamente no funcionó puesto que escuchó una leve risita por parte del mayor.
Después de esa breve charla ninguno volvió a decir más nada y sólo se dedicaron a desayunar, aunque por momentos ninguno de los dos pudo evitar lanzar alguna mirada fugaz al otro, sin darse cuenta claro. Jongin no quitaba los ojos de encima de la mano de Kyungsoo, y éste no hacía más que mirar aquellos ojos azabaches que se movían de un lado a otro evitando los suyos. Aquella era una situación de lo más incómoda, así que cuando logró terminar su café, Kyungsoo se levantó como un rayo de la mesa y fue a lavar su taza.
De repente, de la nada sintió un fuerte mareo y todo su cuerpo cayó hacia adelante, desorientado intentó estabilizarse apoyándose en la mesada. Unas imágenes borrosas e inconclusas comenzaron a pasar por su mente a gran velocidad << ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?>> la taza se le resbaló y cayó en la pileta partiéndose en varios fragmentos, llamando la atención de Jongin.
-¡Hyung! ¡¿Qué ocurre?! ¿Estás bien? -preguntó asustado corriendo a su lado. Aquellas imágenes extrañas se esfumaron tan pronto como aparecieron en cuanto el moreno tocó a Kyungsoo. Sin embargo, la sensación del mareo y el susto no desaparecieron.
-Sí, estoy bien...sólo tengo que cambiar las vendas de mi mano -mintió sin mirarlo.
-¿Quieres que te ayude?
-No...está bien, termina de desayunar -contestó, giró sobre sus talones y salió a toda prisa de la cocina dejando a Jongin estupefacto. Aún así se había dado cuenta de que la cara de Kyungsoo no era de dolor por la herida de la mano ni mucho menos, había una mirada de pánico en sus ojos, como si hubiera visto o recordado algo, pero pensó que lo mejor era ignorarlo y hacerle caso, no era necesario hacerlo enfadar tan temprano así que se volvió a sentar en la mesa a terminar su desayuno.
...
Kyungsoo entró en la habitación como un rayo y cerró la puerta tras él poniéndole traba. Respiraba agitadamente y cuando se vio en el espejo que había al lado de la puerta dio un salto hacia atrás al ver su reflejo. Estaba sudando y sus ojos estaban desorbitados: se notaba el pánico que sentía.
-¿Qué demonios fue eso? -se preguntó -¿Por qué vi esas cosas? ¿Qué significa? Esa sensación de terror que sentí...fue tan real...
De improviso, sintió una puntada en la cabeza y de nuevo las imágenes comenzaron a pasar por su mente rápidamente, no lograba distinguirlas, ¡pasaban demasiado rápido! Se mareó otra vez y se tambaleó hacia atrás yéndose de espaldas contra la puerta dándose un fuerte golpe, se llevó ambas manos a la cabeza presionando fuerte en las sienes << ¡Por favor que se detenga!>> pensó desesperado. Como haciendo caso a su orden todo se frenó de repente, las imágenes se detuvieron y le enseñaron una escena desconocida. Partes de ella se veían con total claridad pero otras estaban borrosas o demasiado brillantes para distinguir qué eran, sin embargo logró distinguir perfectamente una cosa: <<se veía a sí mismo parado sobre el asfalto, una carretera, él estaba a un lado de la calle y del otro había una persona mirándolo -esto era extraño... ¡conocía ese lugar! -Esa persona que lo miraba se empezó a acercar corriendo hacia él, pero Kyungsoo no quería que se le acercara, quería proteger a esa persona, así que levantó ambas manos en señal de advertirle al extraño que no se acercara>> Entonces de la nada la imagen se desvaneció devolviéndolo bruscamente a la realidad. Fue tan repentino que sus piernas cedieron y cayó al suelo. Llevó una mano a su pecho e intentó controlar su respiración, al tocarse la camiseta notó que la tenía empapada de sudor; su corazón latía desbocadamente en su pecho y todo su cuerpo temblaba ligeramente.
-¿Qué fue eso? -volvió a preguntarse -Es como si fuera un sueño...al menos lucía como tal.
Pero si era un sueño, ¿por qué le daba tanto miedo? Era sólo eso, ¿no? Sólo un sueño.
-Sí, eso debe ser...-murmuró por lo bajo intentando convencerse de ello, pero entonces un fuerte golpe tras él hizo que se asustara y dio un salto hacia adelante.
-¿Hyung? ¡Hyung! ¿Qué haces? ¡Abre la puerta! ¿Estás bien? -gritaba Jongin del otro lado mientras golpeaba frenéticamente la puerta.
Kyungsoo soltó un respingo de disgusto ¡temblaba de pies a cabeza cada vez más! Aunque no estaba seguro si era por el susto que acababa de darse o por lo otro.
-¡Aish! Sí, estoy bien -contestó, tratando de sonar tranquilo.
-Entonces ¡Abre la puerta! -ordenó el moreno del otro lado subiendo y bajando varias veces el picaporte al tiempo que seguía golpeando la puerta. Kyungsoo bufó molesto; si el chico seguía forzando la cerradura de esa manera ¡terminaría por romperla!
-Es que yo...Espera -dijo mientras intentaba levantarse. Como si hubiera puesto su cuerpo en piloto automático -porque no tenía idea de lo que hacía...su mente vagaba en otra cosa -fue hacia el armario y sacó el botiquín del primer estante; por suerte Chen lo había dejado más abajo luego del incidente de la noche anterior; y se quitó rápidamente la manchada venda de la mano, se dio cuenta que la herida ya no estaba tan mal, sólo tenía un moretón bastante grande de cuando había golpeado la pared en la compañía la noche anterior. El corte, aunque era profundo, por suerte estaba sanando bien y no era necesario cubrir la zona lastimada de nuevo; pero había que buscar una excusa por su abrupta salida de la cocina unos momentos atrás así que volvió a vendarse la mano. Acto seguido buscó ropa para cambiarse: unos jeans azules y un buzo blanco que combinó con unas zapatillas blancas. Antes de abrir la puerta se miró al espejo y trató de arreglar su alborotado cabello y secarse el sudor de la frente. Cuando todo estuvo en orden destrabó la puerta y la abrió. No terminó de hacerlo que Jongin se abalanzó sobre él empujándolo adentro de la habitación y lo tomó de los hombros mirándolo con cara de preocupación. Escrutándolo seriamente, acercó su cara a la de Kyungsoo, tal vez demasiado cerca...
-¡¿Se puede saber qué hacías?! ¿Por qué trabaste la puerta?
-Es que...estaba vistiéndome -dijo Kyungsoo sorprendido de la reacción de Jongin, dando un paso hacia atrás y soltándose de su agarre. Desvió la mirada avergonzado hacia el suelo sintiendo como sus mejillas comenzaban a arder frente a la atenta mirada del otro ¿Es que acaso este chico no conocía lo que era el espacio personal?
-¿Y eso es excusa para que trabes la puerta? -preguntó el moreno alzando una ceja, haciendo que Kyungsoo se sonrojara aún más.
-Pues... ¡claro que sí! ¡¿Qué creías?! ¡¿Que iba a desnudarme delante de ti?! Por algo todos tenemos habitación, ¡por algo existen las puertas! -gritó exasperado <<Espera ¿Por qué de repente estaba gritando? ¿Por qué sentía los nervios a flor de piel?>>
-Bueno, está bien ¡ya cálmate! -exclamó Jongin alejándose un poco -Es sólo que me preocupaste, escuché un ruido y vine a ver qué había pasado, pero cuando quise abrir la puerta estaba cerrada. Golpeé varias veces pero no contestaste.
-¿De verdad? -se extrañó Kyungsoo -Ah, discúlpame...-añadió fijando la vista en el piso otra vez mientras sus pensamientos comenzaban a vagar de nuevo: ¿Jongin había golpeado tantas veces la puerta llamándolo y no había logrado escucharlo? ¿Se había desmayado entonces? No recordaba haber escuchado nada. <<Acaso...se preocupó... ¿por mi?>> Su conciencia volvió a la realidad cuando sintió unas manos zarandeándolo levemente de un lado a otro.
-¿Kyungsoo? ¡Kyungsoo!
-¿Eh? ¿Qué?
-¿Qué tienes? Algo te pasa desde esta mañana ¿verdad?
-No, no es nada...Olvídalo, no te preocupes...Ya vámonos, los demás seguro se estarán preguntando por qué aún no... ¡¿Todavía no te has cambiado?! -exclamó el más bajo al darse cuenta de que Jongin seguía con las mismas ropas.
-¿Qué? ¡Ah! Si, perdón. Ya en seguida -sonrió el más alto aparentemente avergonzado mientras se daba vuelta y se quitaba la camiseta delante de Kyungsoo, quien sin poder evitarlo clavó la vista en la espalda del moreno y se quedó boquiabierto.
-¡KIM JONGIN! ¡En la habitación por favor! -exclamó cerrando los ojos de inmediato. Frente a semejante grito, el menor había pegado un salto del susto.
-¡Hyung! ¡Ya para de asustarme! -exclamó con enojo pero se quedó completamente confundido al ver la reacción de Kyungsoo. Divertido, volvió acercarse a él y lo examinó de arriba a abajo con detenimiento. Tal vez no debió hacerlo...Cuando Kyungsoo abrió los ojos y se encontró con la cara de Jongin tan cerca de la suya, instantáneamente lo empujó hacia atrás haciendo que cayera de espaldas contra la pared y se golpeara levemente la cabeza.
-¡Ah! ¡Kyungsoo! -bramó Jongin -¡¿Qué te pasa?!
-¡Perdón! ¡Lo lamento! No fue mi intención es que...yo...sólo cámbiate y vámonos, se hace tarde -dijo sin mirarlo, y pasando por su lado, se fue a toda prisa frente a la sorpresiva mirada de Jongin, quien no entendía nada.
-¿Qué le pasa? ¿Por qué esta tan nervioso? ¡Me dolió! -se quejó haciendo un mohín.
Aún frotándose la parte de atrás de la cabeza, se levantó y entró a la habitación contigua de la que había salido Kyungsoo. Supuestamente debía compartir habitación con él y Suho pero como todavía no habían terminado de ordenar para hacerle espacio a él, por el momento se quedaría con Luhan y Tao. Aquello estaba bien para Jongin; Luhan y Tao eran muy amigables y divertidos, pero el problema era que no tenía donde poner toda su ropa ya que el armario estaba casi lleno sólo con las cosas de Tao -es que el chico era demasiado consentido por Kris -sólo dos puertas de las seis que había pertenecían a Luhan, dejando a Jongin con una pequeña puerta donde no alcanzó a guardar mucho, por lo que el resto de sus cosas seguían en el bolso en el suelo.
Se quitó la ropa húmeda y buscó unos jeans oscuros, una camiseta de manga larga blanca y una camisa a cuadros verde musgo. Buscó unas zapatillas negras y su gorra negra favorita. Cuando quiso ponerse las zapatillas le costó un poco, se miró el tobillo y vio que lo tenía un poco hinchado y una mancha azulada comenzaba a aparecer en la piel. Suspirando con frustración, buscó un par de medias; por lo general no era su costumbre usarlas pero no quería que los demás se enteraran que tenía lastimado el pie, no podía arriesgarse a que lo supieran. Cuando acabó, se paró y movió el tobillo durante unos segundos en círculos, le dolía un poco pero el dolor era soportable, seguramente en unos días ya se habría curado y no habría de qué preocuparse. Habiendo terminado, salió de la habitación en busca del mayor para irse.
...
Kyungsoo se había alejado de Jongin lo más rápido que había podido, corriendo a sentarse en el sofá a esperar a que el menor terminara de cambiarse para ir hacia la compañía. Tomó su teléfono que estaba arriba de la mesa del living y se puso a juguetear con él tratando de ignorar su acelerada respiración -al igual que el rápido latido de su corazón -pero fue inútil, no lograba concentrarse en otra cosa que no fuera en Jongin. ¿Por qué aquella simple acción del menor de sacarse la ropa lo había puesto tan nervioso? Sólo se había quitado la camiseta, no era como si lo hubiera visto desnudo. Además vivían once personas desde hace tiempo en el departamento y no era raro que alguno se paseara en ropa interior por delante de los demás luego de bañarse o cuando se vestían en los dormitorios antes de salir. Es decir Kyungsoo ya había visto a los demás en 'paños menores' y les había prestado la misma atención que ellos a él, es decir como quien mira el cielo afuera o un auto andar por la calle. ¡Era algo normal y de todos los días!
Entonces ¿Por qué se había puesto nervioso con Jongin? Era algo que no se explicaba y aquello lo estaba sacando de quicio. Se sentía avergonzado, ya era lo suficiente adulto como para preocuparse por esas cosas y además ambos eran hombres; no tendría por qué haberle incomodado que el chico hiciera aquello. Enojado y confundido, se llevó ambas manos a la cabeza. ¿Qué habría pensado Jongin de su reacción? Seguramente estaría burlándose de él en sus pensamientos creyéndolo inocente e inmaduro. Maldición. Aquello lo frustró aún más y se revolvió los cabellos desesperado. << ¡Soy una vergüenza! ¿Por qué tuve que reaccionar así?>>
-¿Kyungsoo? -llamó una voz desde el umbral de la puerta. El hico levantó la cabeza de inmediato y vio a Jongin mirándolo expectante. Se aclaró la garganta y se levantó tratando de bloquear cualquier pensamiento, haciendo halago de una expresión completamente vacía. Oh, era tan bueno en ello...
-Oye, ¿estás bien? -vaciló el moreno.
-Claro que si ¿Ya estás listo? -preguntó, el más alto asintió en silencio -Bueno, vamos entonces.
-De acuerdo.
Salieron del apartamento cerrando la puerta tras ellos y bajaron por el ascensor. En el trayecto hacia abajo, Kyungsoo evitó mirar al moreno clavando la vista en el control de botones del ascensor, aunque sabía que el otro lo miraba fijamente. Cuando llegaron a la planta baja, cruzaron el vestíbulo y salieron al gélido clima de afuera. Doblaron hacia la derecha y tomaron el mismo camino por el que habían vuelto la noche anterior.
El día estaba bastante lindo a excepción del frío que hacía. Estaba despejado y el sol brillaba en el cielo, sólo una pocas nubes merodeaban por el firmamento como algodones blancos. Las calles y las veredas estaban aún mojadas debido a la fuerte lluvia del día de ayer, las plantas de los canteros y las hojas perennes de algunos árboles estaban bañadas con gotitas de agua en toda su superficie, provocando que estas brillaran a la luz del día como pequeños diamantes. Como ya era bien entrada la hora de la mañana había mucho tránsito, la gente caminaba de un lado a otro y todos parecían muy apresurados y preocupados de llegar lo más pronto posible a sus destinos, todos a excepción de los dos chicos que caminaban a paso bien lento uno al lado del otro, sin dirigirse la palabra: Kyungsoo no había abierto la boca en todo el tiempo que habían caminado desde que salieron del edificio y el silencio se estaba haciendo cada vez más incómodo. Jongin había estado mirando al mayor todo el tiempo y no había querido romper el silencio por miedo a molestarlo, el chico parecía inmerso en sus pensamientos y no le prestaba atención, pero después de tanto tiempo no aguantó más.
-¿Hyung? ¿En qué piensas? -le preguntó, pero el más bajo no pareció percatarse de que le hubieran hablado -Kyungsoo...-volvió a llamar esta vez tocándole el hombro.
-¿Qué? Ah, no es nada. Sólo...-pero se calló clavando la vista en el suelo.
-¿Sólo? -lo apremió Jongin.
-Yo...sólo...quería disculparme...-confesó. Aquello tomó al moreno con tanta sorpresa que casi se choca un poste de luz que había en la vereda, pero por suerte logró esquivarlo. ¿Había escuchado bien? ¿Kyungsoo le estaba ofreciendo una disculpa?
-¡¿Qué?! -exclamó sin dar crédito a sus oídos.
-Por lo de ayer...-continuó el mayor -Lamento haberme enojado contigo. Fue un error y lo siento...
-¿Te refieres a cuando estábamos en la práctica o el accidente de anoche con el botiquín?
-Ambas -admitió el más bajo agachando la cabeza y fijando su vista en el piso.
-Ah...está bien, no te preocupes -dijo el menor un tanto confundido, aunque sonriéndole. Pero Kyungsoo era quien estaba más confundido ya que levantó la vista y miró a Jongin sorprendido. ¿Lo estaba perdonando así de fácil? ¿Después de todo lo que había pasado? ¿Después de todo lo que le había causado?
-¿Lo dices en serio? -inquirió en un susurro.
-Bueno...si. Acepto tus disculpas, pero...puedo preguntar... ¿por qué me evitabas tanto? -preguntó Jongin algo tímido.
Kyungsoo se quedo totalmente mudo, no se esperaba esa pregunta y la verdad es que no sabía qué responder. Su serio semblante alertó al moreno y por un momento creyó que otra vez había metido la pata y había hecho enfurecer al mayor, pero éste esbozó una tímida sonrisa de rendición y Jongin se relajó.
-Está bien...supongo que te debo una explicación -comenzó Kyungsoo bajando la vista hacia el piso de nuevo -Hace unos años, cuando aún estaba en la escuela decidí que quería ser cantante; por supuesto pensé que tal vez no tuviera éxito y fuera un fracaso pero me gustaba mucho la música así que comencé a cantar en el coro de la escuela. Cuando les conté a mis padres de mi decisión, a ellos no les agradó mucho la idea y se opusieron; por un momento pensé en abandonar mis sueños...pero por suerte tenía amigos en la escuela que me apoyaron, eran pocos pero eran buenos amigos. Yo estaba para ellos siempre que me necesitaran, no importaba donde estuviera o que estaba haciendo, si me necesitaban no dudaba en brindarles mi apoyo así como ellos me apoyaban a mí. Así que en contra de la voluntad de mis padres decidí audicionar en una compañía y me aceptaron. Por un tiempo todo pareció marchar sobre ruedas, aunque llegaba a la escuela y a casa cansado de tanto entrenar y practicar, era lo que yo quería así que no lo iba a abandonar, pero luego de un tiempo las cosas empeoraron: mis padres se divorciaron y como a mi madre se le hacía difícil mantener la casa tuvimos que mudarnos, no volví a ver a mi padre después de eso. Fue difícil, nuevo hogar, nueva escuela, nuevos compañeros...tuve que abandonar mis sueños de ser cantante...fue decepcionante y triste pero logré adaptarme.
Jongin escuchaba con atención al mayor. Aunque él lo miraba fijo, Kyungsoo no parecía darse cuenta y sólo seguía mirando el piso mientras relataba su historia.
-En mi nueva escuela traté de entablar amistad con mis nuevos compañeros, pero no me fue muy bien que digamos. En la escuela era muy tranquilo y callado y eso parecía molestarle a mis compañeros, me veían como una mala persona, alguien raro. No les agradaba mi actitud, intenté cambiar pero me fue imposible, no era como si pudiera cambiar mi actitud y mi comportamiento de la noche a la mañana...Era alguien que no pertenecía al grupo, un extraño; y a los extraños se les daba un 'trato especial' en la escuela. Durante mucho tiempo, no hubo un día en que no llegara a casa con golpes, moretones o la ropa manchada de sangre o rota. Recuerdo que mi madre siempre me preguntaba qué me había pasado pero nunca le decía, aunque ella lo sospechaba por lo que iba a la escuela y hablaba con el director porque sabía que mis compañeros tenían algo que ver. Pero eso sólo empeoró las cosas...Lo sobrellevé bien por bastante tiempo tratando de ignorarlos pero a veces sentía que ya no podía más, es decir jamás podía defenderme: no es fácil cuando se es uno contra cinco.
'Las cosas no mejoraron hasta que un día, cuando me interceptaron en un callejón de nuevo a la salida de la escuela y comenzaron a golpearme, alguien me defendió. Ni siquiera conocía a esa persona pero tenía el mismo uniforme que yo así que era de mi clase. Logró ahuyentar a los demás y me ayudó. Desde ese día nos hicimos amigos, era una persona bastante tímida pero agradable, le gustaba mucho bailar como a ti, gracias a él dejaron de molestarme en la escuela; él me convenció de que volviera a cantar y por supuesto lo hice. Me uní al club de canto de la escuela y él al de baile, juntos hicimos la promesa de que seríamos famosos algún día. Ambos decidimos audicionar para la misma compañía ya que éramos un equipo, pero lamentablemente me aceptaron sólo a mí. Supongo que aquello lo desilusionó, y a mí también. Le dije que si él no entraba conmigo entonces renunciaría, para mí su amistad era más importante que mi sueño de ser cantante, pero él dijo que estaba bien, que no importaba. Recuerdo que luego de eso se fue, no logré contactarme con él por varios días, ni siquiera iba a la escuela, pero pensé en dejar que las cosas de enfriaran, después de todo era mi amigo, no podría estar tan enojado conmigo, o al menos eso creí'
'En la compañía, al primero que conocí fue a Baekhyun, él también cantaba así que estábamos siempre juntos. Un tiempo después me presentó al resto del grupo y nos hicimos buenos amigos. Aquello no pareció agradarle a mi antiguo amigo, ya que creyó que lo había abandonado porque pasaba más tiempo con los chicos que con él, pero la realidad era otra. Lamentablemente no pude convencerlo de lo contrario e hizo lo que menos me esperaba...'
En ese momento Jongin notó que las manos del mayor se cerraron en un puño y sus nudillos se tornaron blancos por la fuerza con la que los apretaba. Sin embargo, decidió no decir nada y seguir escuchando.
-Un día, cuando volvía de la compañía a mi casa me encontré con él, iba acompañado de los mismos matones que me habían hecho la vida imposible durante tanto tiempo. Lo que me sorprendió fue que los llamó sus 'amigos'. La realidad era que él siempre había formado parte de esa pandilla y había fingido ser mi amigo todo este tiempo, como una broma; de verdad no podía creerlo, todo había sido un engaño, una mentira; dijo que se había hecho pasar por mi amigo para poder entrar a la compañía, como yo era bueno cantando y él bailando seguro nos aceptarían, pero que no tenía intenciones de que nuestra 'amistad' durara después de eso. Sin embargo, como sólo yo fui quien logró entrar eso desbarató sus planes por lo que entonces se vengaría.
'No recuerdo luego cómo fue que terminé en el piso cubriéndome de los golpes, pero estaba tan decepcionado y enojado que terminé por levantarme y logré golpearlo tan duro como pude, claro él no se esperaba que lo hiciera. Pero mi suerte no duró mucho ya que de nuevo estaba en desventaja de uno contra cinco, así que no pasó mucho para que me redujeran de nuevo. En ese momento recuerdo que aparecieron Tao, Chanyeol y Baekhyun y me ayudaron. Terminé en el hospital por unos días después de aquello y fue entonces que me prometí a mi mismo no volver a confiar tan fácilmente en los demás...Desde ese entonces solo confié en mis compañeros de la compañía; después de todo ellos sí eran mis amigos puesto que siempre estaban conmigo para lo que necesitara y me habían ayudado y apoyado, no como otros que sólo se habían aprovechado de mí...'
'Por unos años sólo fuimos nosotros once y terminamos por mudarnos todos juntos. Luego nos informaron que tendríamos un nuevo integrante y me preocupé. La verdad no sé por qué, es sólo que como te dije me cuesta confiar en los extraños. Y llegaste tú...'
El moreno observó como Kyungsoo levantaba la cabeza y lo miraba fijamente, sus ojos estaban vidriosos y enrojecidos, su labio inferior temblaba ligeramente y todo su cuerpo comenzó a estremecerse sin control.
-No creas que me disgustaste desde un principio Jongin, es sólo que...bueno...es que todos se hicieron tan cercanos a ti que pensé que me habían dejado de lado, que de nuevo estaba solo. Fue estúpido lo sé, y por eso me disculpo -de la nada su voz se quebró y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas -Cuando te vi bailar recordé todo lo que había pasado y no supe cómo manejarlo, supongo que por eso reaccioné así. De verdad...lo siento...perdóname...
Kyungsoo bajó la cabeza y comenzó a llorar incontrolablemente. Jongin estaba estupefacto, jamás lo había visto así. Sin duda el mayor había sufrido bastante...
-Lo siento...no era mi intención ser así, no quise...-musitó el más bajo mientras seguía llorando. Llevó ambas manos a su rostro cubriéndoselo -l-lo lamento... En serio ¡lo siento tanto!
Jongin no sabía cómo reaccionar ante esta situación pero sin siquiera pensarlo extendió sus brazos hacia adelante y lo abrazó estrechándolo con fuerza, haciendo que el muchacho interrumpiera de repente el llanto. Kyungsoo abrió los ojos lo más grande que pudo de la sorpresa, la reacción del moreno lo había dejado helado.
-Kyungsoo...no tienes que disculparte -dijo Jongin -No te preocupes, nosotros jamás te decepcionaremos. Somos tus amigos y puedes confiar en nosotros, puedes confiar en mí. Yo siempre estaré a tu lado, te lo prometo.
Al escuchar aquello, Kyungsoo hundió la cabeza en el pecho del más alto y comenzó a llorar de nuevo, pero en silencio. << ¿De verdad? ¿De verdad puedo confiar en ti?>> Bueno tendría que intentarlo.
-Gracias...Jongin -fue todo lo que pudo decir. El moreno sonrió al escuchar eso.
-De nada, pero...si quieres que te perdone, solo será con una condición -dijo separándose un poco del más bajo para mirarlo a los ojos. Kyungsoo lo miró extrañado.
-¿Y cuál es? -preguntó.
-¡Que me digas Kai, hyung!
Al mayor le tomó unos segundos digerir aquel pedido, ¿esa era la condición? ¿Sólo eso? Luego de unos segundos de incómodo silencio, de la nada comenzó a reír a carcajadas.
-Está bien, Kai -repitió con una sonrisa. El moreno no pudo evitar sonreír también.
-Entonces...¿amigos? -dijo, tendiéndole la mano.
-Si...amigos -confirmó Kyungsoo estrechándola.
Ya por fin le habían puesto punto final al asunto, aclarando todo. Al ver la sonrisa del menor, Kyungsoo supo que Kai no lo abandonaría...que podía confiar en él.
Sólo había una cosa que quería Kai y era que Kyungsoo fuera feliz.
Sólo había una cosa que Kyungsoo sabía y era que podía confiar en alguien...nuevamente...