-XV-
— ¿Realmente me amas a mi o a quien aún amas es a Ryo? —Cuestiono Zero observando al peli-rojizo.
Al ver la tristeza y el miedo a conocer aquella respuesta que se reflejaba en los orbes purpuras de Zero, Kaname no pudo evitar suspiro con pesar.
—Zero… —el pura sangre no demoro en dar un paso en dirección en la que se encontraba el cazador— ¿Realmente quieres conocer aquella respuesta? —cuestiono Kaname estirando una de sus manos para alcanzar la mejilla del peli-plateado. Quería tocarlo por unos momentos y así armarse de valor para hablar de todo su pasado.
El cazador al ver lo que intentaba el pura-sangre, no dudo en retroceder un paso quedando atrapado entre el fregadero y el cuerpo de Kaname.
—Sí, estoy completamente seguro —respondió Zero escabulléndose para quedar fuera del alcance del peli-rojizo —Yo también quiero que respondas a todas las dudas que tengo sobre ti, porque al parecer el que ha estado jugando, no soy yo… —el peli-plateado que había caminado hacia el otro extremo de la cocina volteo para observar seriamente al contrario —Si no tú.
Kaname volteo a observar los orbes purpuras y suspiro nuevamente. No podía esperar una mejor reacción de parte de Zero, después de todas las veces que había defendido y perdonado la vida de Ryo.
—Entonces te contare la relación que existe entre Ryo y yo —exclamo Kaname y el rostro del peli-plateado demostraba sorpresa y también mucha tristeza.
— ¿Existe? —aquella palabra se escapó de sus labios sin que pudiera evitarlo mientras que en su garganta se formaba un nudo que amenazaba con dejarlo sin habla.
—Si —respondió con pesar —entre él y yo existe un vínculo que no se puede romper, salvo por la muerte de uno de los dos —agrego bajando la vista al suelo de madera.
—E…Entonces… —el peli-plateado no se podía creer lo que había escuchado— ¿l…lo de nosotros, si fue un juego? —Cuestiono mientras que el nudo se hacía cada vez más grande y las lágrimas amenazaban con volver a salir.
—No me malinterpretes —exclamo Kaname levantando la vista y cruzando la habitación para atrapar el rostro de Zero entre sus manos.
El peli-plateado forcejeo para liberarse consiguiéndolo luego de varios intentos.
— ¡Como quieres que no te malinterprete si tú me lo has dejado claro! —exclamo levantando la voz sin que fuera su intención, mientras que se alejaba un paso de Kaname.
—Déjame contarte todo desde un principio, tú me revelaste tu pasado y yo encuentro justo que tu comprendas un poco el mío —sonrió levemente al ver que Zero lo observaba con una mescla de sorpresa, interés y ¿miedo?
El peli-plateado al escuchar aquellas palabras de parte del pura-sangre lo medito por unos momentos, ¿estaba dispuesto a escuchar lo que el Kuran quería decirle?
—*Quizás no resulte tan malo como tú crees* —las palabras dichas por Haruka varias horas antes no demoraron en asaltar su mente, el peli-plateado suspiro —Esta bien —respondió aun un tanto dudoso, realmente no sabía que resultaría de todo aquello.
El peli-rojizo sonrió con sinceridad, Zero le estaba dando la oportunidad para que aclarara todo lo antes dichos. Pero de igual forma el pura-sangre desvaneció su sonrisa y suspiro para comenzar su relato.
—Mi familia ha tenido el poder de gobernar a todos los vampiros ya sean pura-sangre, Nobles o convertidos durante generaciones tras generaciones por lo tanto no es sorpresa que algunos clanes hayan intentado asesinar a mis abuelo o bisabuelos para gobernar —suspiro —por lo tanto también lo intentaron con mis padres y funciono —el peli-rojizo hiso una pausa y sonrió, pues ver a Zero observándolo con los ojos abiertos al igual que aun niño que le cuentas una historia asombrosa, le alegraba, le alegraba saber que a su peli-plateado le interesaba su pasado —Yukki era una niña de tan solo 5 años por lo tanto yo tenía 6, fue alrededor de media noche, terminábamos de cenar y comenzaron a atacarnos, eran muchos vampiros aunque al principio no eran rivales para nuestros padres… uno de aquellos hombres se dio cuenta de que nosotros también nos encontrábamos ahí por lo tanto se dispuso a atacarnos, papá y mamá se interpusieron y nos obligaron a escapar, pues ni Yukki ni yo queríamos alejarnos de ellos —volvió a suspirar —nos gritaron que nos alejáramos, que escapáramos lejos, que no volteáramos y que nos escondiéramos en un lugar donde no pudieran encontrarnos… a mi pesar y viendo por el bienestar de mi hermanita obedecí y gracias a que mis padres nos defendieron logre dirigir a Yukki hacia el sótano de la mansión en la cual vivíamos en ese tiempo, estaba lleno de pasadizos y cosas por el estilo, conocía el lugar como la palma de mi mano pues me servía para escapar de la vivienda cuando estaba aburrido, por lo tanto y gracias a que mis padres distrajeron lo suficiente a los vampiros no lograron atraparnos y llegamos sanos y salvos a la vivienda del tío Rido. Le relatamos todo lo ocurrido a nuestro tío y el opto por enviar ayuda a nuestros padres, teníamos la esperanza de que aun estuviera a salvo pero… los vampiros desertores habían logrado su objetivo, nuestros padres habían muerto distrayéndolos para que nosotros no perdiéramos la vida… —sonrió, aquello era triste pero sabía muy bien que sus padres habían hecho todo aquello por el bien de ellos —Yukki y yo nos sentimos fatal, por nuestra culpa nuestros padres habían muerto, pues nos habían defendido… pero gracias a tío Rido logramos entender que nuestros padres se habían sacrificado para defendernos… aquello nos hiso sentir mejor pero de igual forma nos dolía la perdida de nuestros padres… desde ese día tío Rido nos crio, a mí me enseño todo lo que se hasta ahora, me siguió criando para ser el sucesor de todo el poder para gobernar el mundo de los vampiros… nos enseñó a controlar nuestros poderes y con el tiempo a nuestra pequeña familia comenzaron a unírseles más miembros —sonrió ampliamente para enseguida ver como la habitación se comenzaba a iluminar por los primeros rayos de sol que entraban por la ventana.
Zero que escuchaba atentamente el relato del Kuran al ver que el sol ya comenzaba a salir por el horizonte suspiro, pronto despertaría Cross.
—Creo que me apresurare —decidio decir el pura-sangre observando a Zero —Kento y Taiyo Amori también sufrieron los mismo que nosotros, sus padres fueron asesinado en una rebelión con la excepción de que ellos eran nobles…
—¿Taiyo? —cuestiono el peli-plateado confundido, sabia de Kento pero del nombrado no.
—El hermano gemelo de Kento —respondió el peli-rojizo —aunque falleció…
—A manos de Ishihara —completo la frase Zero frunciendo el ceño, pues había recordado la amenaza del castaño contra Nozomi.
El pura-sangre suspiro.
—Así es —confirmo Kaname —pero aquello aun no puedo contarlo pues desordenaría la historia —agrego sonriendo divertido al ver que Zero fruncía aún más el ceño.
—Bien —bufo.
—Nuestro tío no tuvo problemas en adoptarlos pues siempre había sido cercano a las padres de Kento y Taiyo, aunque ellos ya tenían 14 años de edad, Yukki y yo los aceptamos sin oponernos pues congeniábamos bien con ellos, Taiyo era el divertido y alegre mientras que Kento era más reservado y serio, aunque pese a aquello siempre se llevó bien con nosotros hasta ahora.
Pasó el tiempo y ya éramos adolecentes, Yukki tenía 14 años de edad, yo 15 y los gemelos 22 por lo tanto debíamos interactuar con la sociedad y asistir a los eventos que realizaba la nobleza de los vampiros por lo tanto en una de esas tantas reuniones comenzamos a conocer a todos los demás, Shiki, Rima, Ruka, Seiren, Kain, Aidou y Takuma, aunque a mi mejor amigo ya lo conocía desde hace tiempo. En cada reunión socializábamos más con los demás y como ya te imaginas congeniábamos de maravilla, aunque Takuma tenía otro tipo de interés por Kento y este por él, por lo tanto no demoraron mucho tiempo en formar una relación... —sonrió —resultaba divertido convivir con todos ellos y al parecer tío Rido se dio cuenta de esto y nos propuso algo que al parecer le agrado a todos, hasta a los padres de los demás chicos y chicas.
Nuestro tío nos propuso que nos mudáramos a la vivienda, en la cual vivimos ahora, pues el lugar comenzaba a llenarse de polvo y la construcción con el tiempo se perdería, Yukki y yo estuvimos de acuerdo pues era una de la viviendas de nuestros padres pero hubo otro detalle que nos sorprendió y nos alegró bastante, hablo con los padres de nuestros amigos y ellos aceptaron encantados de que sus hijos crearan una “comunidad” liderada no por un Kuran sino por dos. Todos los que debían mudarse junto a Yukki y junto a mi aceptaron, tío Rido me dijo que aquello me serviría para aprender a ser un líder y así poder tomar las responsabilidades que me serian encomendadas cuando tuviera la edad suficiente para ser el nuevo líder de los vampiros.
Y aquello resulto ser cierto, tuve que encargarme de varios problemas pues convivir con 7 vampiros no resulto tarea fácil en un principio, aunque con el paso de los meses todo comenzó a resultar bien, la convivencia comenzó a ser amena y con el tiempo aprendimos a formar una nueva familia pues para mí eso es, una familia.
Zero observaba al peli-rojizo con verdadero interés, pues comenzaba a conocer todo lo que había pasado Kaname en su niñez, sonrió sin que pudiera evitarlo.
—Poco tiempo después de que las cosas en la mansión marcharan bien, conocimos a cierto vampiro de nombre Nozomi, buscaba protección pues era bastante problemático, los cazadores le habían dado caza y quería refugio pues al parecer desde hace ya un tiempo se encontraba solo pues al parecer su creador había muerto…
— ¿Por qué? —cuestiono Zero al ver la pausa que había realizado Kaname. Le resultaba sumamente interesante todo aquello pues Nozomi se había vuelto un amigo.
—Ni Yukki, ni Kento ni yo los sabemos, nunca nos dijo el motivo y tampoco queríamos hostigarlo para que nos contara por lo tanto hasta ahora hemos dejado ese tema en el pasado… —respondió el peli-rojizo observando al peli-plateado —al igual que con los demás, congeniamos de inmediato o mejor dicho con Yukki, Taiyo y los demás pues conmigo se peleaba todo el tiempo, aunque también comenzaron ciertos problemas, pues Kento no pudo evitar sentirse irremediablemente atraído por Nozomi y dejo a Takuma, pues el hilo rojo del destino, según Yukki se había hecho presente, mi mejor amigo, decidio dejar que Kento fuera feliz con su verdadera alma gemela pero a Nozomi no lo soportaba, lo evitaba y hasta el día de hoy le guarda cierto rencor, pues Arai no pierde la oportunidad de recordarle a Takuma a quien eligió Kento.
Y poco tiempo después de la aparición de Nozomi, conocí a Ryo… —el pura-sangre suspiro y la sonrisa que se había formado mientras relataba la relación que había formado con sus amigos se desvaneció dejando un rostro completamente serio —en ese tiempo yo todavía era un adolecente, solo tenía 16 años de edad, me encantaba escaparme de la mansión y caminar por el pueblo para distraerme un poco… por lo tanto en uno de los tantos paseos que tuve, lo conocí, un humano de cabellos castaño y orbes del mismo color tropezó conmigo mientras corría persiguiendo a sus amigos.
— ¿Humano? —Cuestiono Zero sin creérselo —No me digas que… —suspiro para salir de la sorpresa —el vínculo que tienes con Ishihara es porque… tú fuiste el vampiro que lo convirtió.
Kaname suspiro.
—Así es, con el paso de los días comenzamos a frecuentarnos y establecimos una amistad y luego comencé a sentir algo más que amistad por el… una noche que tenía demasiada sed como para controlarme pues había sido imprudente y no me había alimentado de las pastilla que Kento ya había inventado salí de la mansión sin que nadie se diera cuenta y comenzó a acechar entre la oscuridad, jamás me había gustado hacer aquello pero… no me quedo más remedio, mis instintos vampíricos no me daban tregua y lo único que pasaba por mi mente era que debía alimentarme —suspiro con pesar al comenzar a recordar aquello —llegue a un callejos bastante oscuro pero de todas formas habían dos hombres, quienes tenían acorralado a otra persona.
Flash back;
Kaname comenzó a acercarse lenta y sigilosamente a los hombres que reían y se acercaban cada vez más a la persona que tenían acorralada contra el final del callejón sin salida.
—Eres bastante lindo —exclamo uno de los hombres que se encontraba bastante ebrio por la forma entrecortada de hablar— ¿estás seguro de que no eres una chica? —cuestiono riendo sonoramente.
—Te dije que no lo soy, así que por favor aléjense —exclamo Ryo al estar cada vez más asustado y acorralado.
—Bueno, de todas formas lo que queremos hacer también se puede con un hombre —comento el otro hombre en las mismas condiciones que el otro —veamos si puedes divertirnos —y sin demora tomo del cabello al castaño y los golpeo contra el suelo.
Kaname no podía creer lo que estaba viendo, aquel humano era del mismo que se había enamorado por lo tanto y sin importarle nada se abalanzo contra los hombres que ya habían dejado sin polera y pantalones al castaño.
El peli-rojizo se deshizo de uno de los hombres sin ningún problema, mientras que Ryo se encontraba en el piso completamente asustado mientras la cabeza le sangraba pues el golpe de uno de los alcohólicos se lo había hecho.
— ¡Pero qué demonios! —exclamó el otro hombre levantando para hacerle frente a lo que sea que había acabado con su compañero.
Pero el rostro del hombre se volvió pálido y comenzó a temblar al ver los orbes color sangre que portaba su atacante.
— ¿Quién eres tú? —cuestiono arrastrándose para chocar con la pared del lugar mientras que pasaba junto a Ryo que se encontraba aun en el suelo.
—Créeme que te arrepentirás de intentar abusar de Ryo —exclamo pero antes de que siquiera terminara de acercarse al hombre, este había sacado un cuchillo de quien sabe dónde.
—Con que te interesa este chiquillo —el hombre sonrió malicioso y no dudo en colocar a Ryo entre Kaname y el como escudo —si no me dejas ir, este mocoso se ira directo al otro mundo, así que, o me dejas o tendrás que verlo morir —y el sujeto no demoro en colocar el cuchillo sobre el cuello de Ryo.
—Kaname —susurro el castaño al darse cuenta de que el pelirrojito se encontraba frente a él— ¡Kaname! —exclamo con una mescla de pánico y esperanza en la voz.
—Suéltalo —exclamo el vampiro cabreado.
—Ya conoces mi condición, déjame salir de aquí y lo dejo libre —exclamo el hombre para sonreír y hacer presión sobre aquel cuello logrando que un mínimo corte se dibujara en aquella garganta —no estoy jugando.
—Yo tampoco —no dudo en abalanzarse sobre el cuerpo del hombre pero algo salió mal, Kaname no midió las consecuencias pues el hombre al ver que el vampiro se comenzaba a mover, tan rápido como el otro le permitió, corto aquella garganta logrando que Ryo soltar un grito desgarrador.
— ¿Pero… que? —Kaname no creía lo que veía, ya había acabado con el hombre pero su castaño había terminado de la peor forma, se encontraba desangrándose frente a sus propios ojos —Ryo —lo llamo y sin dudarlo tomo el cuerpo de Ishihara entre sus brazos —Por favor no te vayas —comenzó a decir.
Los orbes del castaño se humedecieron y comenzaron a derramar algunas lágrimas mientras que levantaba una de sus manos para pasarla por la mejilla del vampiro. Quería decirle cientos de cosas pero su garganta cortada no se lo permitía, comenzó a ver todo borroso y luego nada.
Kaname observaba al castaño comenzar a cerrar sus orbes, realmente no quería perderlo, no sin antes decirle todo lo que sentía, así que sin siquiera pensarlo o sin quiera pensar en lo que aquello conllevaría y aun pudiendo escuchar el corazón del castaño acerco sus labios al cuello de Ryo y le proporcionó una mordida.
Fin flash Back.
—Así fue como convertí a Ryo, quería salvarlo, quería que se quedara conmigo para siempre, el en esos momento era la persona más especial para mi… por lo tanto lo convertí, al principio Ryo no entendía que era lo que sucedía pero cuando le explique todo, comprendió y la sonrisa que me dedico fue el mejor regalo… aunque también me lleve el regaño más grande de toda mi vida por parte de mi tío, jamás lo había visto tan molesto, mis amigos se sorprendieron al enterarse pero aceptaron a Ishihara casi de inmediato… todo volvió a la normalidad dentro de unos cuanto días… al principio Ryo comenzó a acostumbrarse a su nueva vida, se alimentaba de las pastillas que Kento le había entregado pero con el paso de los días, comenzó a comportarse de una forma completamente diferente… salía de la vivienda sin que nadie lo supiera, ni siquiera a mí me decía lo que hacía y lo que no hacia al salir de la mansión, ya habíamos establecido las reglas que tu Zero ya conoces —el peli-rojizo observo al peli-plateado —pero a Ryo eso no le importaba las desobedecía sin importarle que los demás y yo lo regañáramos, hasta que cierto día cruzo todas las líneas, se alimentó de una familia compuesta por 3 miembros —Kaname suspiro —jamás pensé que Ryo fuera capaz de hacer algo como eso pero me equivoque y a pesar de que me dolía decidí por el bien de mi familia desterrarlo del clan… al principio no quiso hacerlo y me vi obligado a correrlo por la fuerza, hasta que desistió y se marchó dolido con los demás y en especial conmigo.
Pasaron un par de meses y volvió, pero esta vez quería algo… quería le diéramos una caja de las pastillas que consumíamos, como las reglas lo indicaban no se lo permitimos y volvió a irse completamente molesto —suspiro —un día cuando todos dormíamos en nuestras respectivas habitaciones, Ryo entro a la mansión en busca de las pastillas, no encontró lo que buscaba y decidio comenzar a dirigirse a la habitación de Kento pero con lo que no contaba Ishihara era que en aquella habitación de encontraba Taiyo —suspiro con pesar al recordad aquello —Taiyo tenía el don de saber lo que ocurriría en el futuro, aunque solo podía ver 30 minutos antes de que aquello ocurriera por lo tanto espero a Ryo en la habitación. Comenzaron una pelea y con el bullicio todos despertamos pero era tarde.
Las pastillas tienen un efecto secundario, limitan el poder de nosotros los vampiros por lo tanto cuando nos alimentamos de humanos somos mucho más fuertes y Ryo estaba consiente de aquello por lo tanto no tuvo problemas en asesinar a Taiyo frente a los ojos de todos nosotros, en especial de su hermano Kento —Kaname volvió a suspirar —ya sabrás que no somos tan fáciles de aniquilar, pero Ryo sabía qué hacer para asesinar a otro vampiro, pues atravesó con una de sus manos el pecho de Taiyo para dañarle el corazón logrando que el cuerpo de este no se regenerara.
Kento no demoro en lanzarse contra Ishihara pero dada las nuevas habilidades de este por beber sangre de humanos, lo esquivo y aunque no había logrado encontrar su objetivo se marchó con una sonrisa en los labios al saber que nos había hecho sufrir a todos —y con todo aquello dicho el peli-rojizo termino su relato.
Y Zero no podía creer todo lo que había escuchado, ¿Kaname estaba loco o qué? Después de todo lo que había hecho Ryo, aún seguía defendiéndolo… entristeció, el peli-rojizo aún seguía amando al castaño, no había otra explicación.
— ¡Eres un idiota! —exclamo tan alto como su garganta se lo permitía —después de todo lo que ha hecho Ishihara aun sigues defendiéndolo, devoro a una familia, asesino a uno de tus amigos y aun así siguen amándolo, me dijiste que yo era tu verdadero hilo rojo, que te habías enamorado de mi a primera vista pero todo aquello fue una mentira, ¡Todo este tiempo estuviste jugando!, pues al único que has amado y sigues amando es a Ryo, aunque lo niegues y digas que ya lo has superado, es mentira… —suspiro para tratar de que las lágrimas no salieran de sus orbes —no hay ninguna otra explicación como para que definidas a aquel vampiro después de todo lo que hiso…
Kaname no demoro en acercarse al peli-plateado.
—Zero a la única persona que amo en este momento es… —no pudo terminar la frase pues el peli-plateado con todas sus fuerzas, pues sabía que no sería fácil lastimar seriamente al pura-sangre siendo el humano, golpeo en la mejilla a Kaname logrando que este ladeara el rostro por el impacto, la mejilla enrojeció rápidamente y el de orbes granate observo completamente sorprendido al cazador.
Cross que entraba a la cocina, pues había escuchado los gritos de su hijo, se había quedado de piedra al ver como Zero golpeaba con aquella fuerza el rostro del pura-sangre.
— ¡No vuelvas a decirme algo como eso! —exclamo completamente molesto mientras fulminaba al vampiro con sus orbes —ya no te creo nada de lo que dices, si no fuera por Ayato, créeme que te asesinaría aquí mismo por jugar conmigo, así que Kuran Kaname o desapareces de esta casa ahora o te saco yo mismo a base de balazos y con respecto a Aya-chan… puedes decirle a Takuma que venga por él, pues aún está durmiendo —y sin decir más y dejando a los dos vampiros completamente sorprendido en aquella habitación salió de la cocina echando humo.
Kaname suspiro con pesar, aquello se lo había buscado el mismo.
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Zero llego a la habitación en cuestión de segundos, abrió la puerta de la alcoba para entrar y se encontró con que Ayato lo observaba aun recostado sobre la cama.
Suspiró.
— ¿Escuchaste todo lo que dije? —cuestiono aunque ya sabía la respuesta.
—Así es —respondió el adolecente para enseguida de ver que Zero tomaba asiento sobre el lecho, abrazarlo por la espalda mientras colocaba su mentón en el hombro contrario —desde que le gritaste idiota —agrego.
—Ya veo —Zero suspiro para enseguida sentir como las lágrimas se escapaban de sus orbes purpura sin que pudiera evitarlo, todo aquello había sido un engaño y Kaname tenía el descaro de haberle hachado la culpa a él.
—Mami, por favor no llores… —pidió Ayato bajándose del lecho para abrazar al cazador —todo se solucionara y volverá a ser como antes —sonrió al ver que su abrazo era correspondido.
—Tienes razón —sonrió, se separó del peli-rojizo, seco sus lágrimas y observo los orbes del contrario— ¿Qué te parece si salimos a divertirnos solo nosotros dos? Pues ha pasado bastante desde que nos vimos y… quiero que aprendas algunas cosas de niños —sonrió ampliamente, aunque estaba destrozado, Ayato lo podía hacer sentir mejor.
— ¡Hai! —respondió completamente emocionado.
Zero sonrió ampliamente al escuchar la respuesta del peli-rojizo.
—Bien, duchémonos, arreglemos la habitación y saldremos a divertirnos —agrego el peli-plateado.
—Yo quiero ducharme primero —exclamo el peli-rojizo, tomo la ropa que Zero le había quitado la noche anterior y entro al cuarto de baño.
El cazador sonrió.
—La toallas se encuentran guardadas en el cajón del mueble y lo demás esta sobre la repisa —aviso.
—Ya los encontré —recibió como respuesta y Zero enseguida comenzó a ordenar la habitación que se encontraba aún más desordenada de lo habitual.
Continuara…