-XIX-
Habían trascurrido exactamente dos días desde que Zero, Haruka, Shin y Hana habían comenzado aquella nueva misión en el pueblo “Murase” y no habían logrado ningún resultado, no se habían reportados muertes o personas desaparecidas ni mucho menos habían logrado dar con los vampiros culpables de que ellos estuvieran ahí.
Los cuatro cazadores se encontraban revisando nuevamente el bosque en busca de alguna pista que indicara el paradero de los vampiros.
— ¿Lograste encontrar algo? —cuestiono Haruka apareciendo frente a Zero el cual se encontraba de pie en medio de un pequeño claro.
—Nada —respondió el peli-plateado frunciendo el ceño. Su misión no tenía resultados.
—Yo tampoco —el rubio suspiro con frustración y apoyo su espalda contra uno de los tantos troncos que los rodeaban.
— ¿Alguna novedad? —cuestiono esta vez Shin llegando junto a sus amigos.
Ambos aludidos movieron su cabeza negativamente.
—Demonios, ¿Qué es lo que está ocurriendo? —cuestiono frustrado y decidio tomar asiento sobre el césped.
Después de todo aquel claro seria el punto de encuentro de los cuatro una vez terminaran de recorrer el bosque que rodeaba el pueblo.
—Kiriyuu, Dazai, Shin —exclamo la peli-lila mientras corría hacia ellos —prepárense para enfrentarse a los vampiros, al parecer es una emboscada —agrego al llegar junto a Zero y voltear en dirección al bosque.
Los tres chicos al escuchar los dicho por su compañera no demoraron en realizar un circulo en medio del claro mientras observaban el bosque. Shin, Haruka, Hana y Zero no dudaron en sacar sus respectivas armas y prepararse para lo que sea que los atacara.
—Al parecer nuestro pequeño plan no funciono —comento un chico de cabellos negros y orbes color rojo mientras aparecía desde los arboles frente a Zero.
—Te dije que la chica andaba cerca, no debiste ponerla sobre aviso —agrego esta vez una chica de largos cabellos azules y orbes color turquesa mientras se detenía a algunos metros frente a Shin.
—Tarde o temprano lo descubrirían —comento ahora un chico de cabellos rojos y orbes heterocromaticos; el derecho de color rojo escarlata y el izquierdo granate mientras sonreía y se acercaba a Hana.
—Demonios, ¿de verdad tenemos que hacer esto? —Cuestiono esta vez una chica de cabellos cortos de una tonalidad verde esmeralda y orbes verdes mientras se quedaba frente a Haruka —yo prefería atacar Tasogare, no asesinar a unos débiles cazadores —agrego soltando un bostezo que cubrió enseguida con su mano.
Zero y Haruka intercambiaron miradas. ¿Qué era lo que estaba diciendo la chica?
—No te preocupes, seguro cuando terminemos aquí… —el pelinegro observo a los cazadores —que estoy seguro será pronto, volveremos con Ry…
—Kira, estas dando demasiada información, cierra la boca —le reclamo la peli-azul.
—No te preocupes, Mitsuki-san, ellos de aquí no salen con vida —y una sonrisa maliciosa no demoro en surcar los labios del pelinegro que enseño sus blancos colmillos.
—Mucha charla, poca acción —comento Shin cabreado lanzándose a atacar al vampiro de nombre Kira.
—No tan rápido —exclamo la peli-azul lanzándose contra el peli-verde —yo soy tu contrincante —agrego lanzándole otro golpe a Shin. Este no tuvo más remedio que retroceder, sin llegar a ser tocado.
—Vamos rubio, que no tengo todo el día —exclamo ahora la de orbes verde observando a Haruka que observaba a Shin y a la peli-azul.
Dazai chasque su lengua con molestia.
—No me ignores cuando te hablo —exclamo la vampira lanzándose a atacar a Haruka mientras este solo por centímetros esquivaba el golpe.
— ¡Demonios! —se quejó Haruka que había quedado esta vez detrás de la chica, la cual no demoro en voltear para volver a atacarlo.
—Vamos muñequita no te distraigas que tú también estas en problemas —comento ahora el pelirrojo mientras al igual que los otros tres vampiros se disponía atacar a la chica —eres más rápida de lo que creí —el de orbes heterocromaticos sonrió y decidio volver a atacar a la chica de cabellos lilas.
Hana no se quedaba atrás, esquivaba los golpes con agilidad y los devolvía con fuerza.
En cuestión de segundos, los únicos que quedaban en medio del claro eran Zero y el vampiro pelinegro.
—Oye… —Kira no demoro en llamar la atención del peli-plateado que observaba como sus amigos ya habían empezado sus respectivas luchas —no te distraigas mucho, pues yo también soy peligroso —y en cuestión de segundos se encontraba frente a Zero.
El pelinegro levanto su puño e intento golpear la mejilla del cazador, pero este lo esquivo sin problemas.
—Y yo no soy tan lento como te imaginas… pues ya me he enfrentado a uno vampiro como tú —agrego para enseguida acercarse al pelinegro he intentar dispararle al vampiro frente a él.
—Uh —el pelinegro no tuvo problemas para esquivar aquel disparo —cabellos plateado —observo al chico frente a él mientras este volvió acercársele para intentar tener una oportunidad de dispararle —orbes purpura —agrego ahora deteniendo el brazo del peli-plateado mientras lo acercaba a él.
Una sonrisa surco los labios de Kira y de un rápido movimiento volvió a separarse de Zero esquivando así el rodillazo que el cazador le había intentado dar en el estómago.
—Chicos —los tres vampiros detuvieron sus respectivos combates y se reunieron junto al pelinegro dejando a los cuatro cazadores completamente sorprendidos —al parecer nuestra distracción ha sido un completo éxito —la sonrisa de los cuatro vampiros no le hacía pensar nada bueno al peli-plateado —Kiriyuu Zero —el aludido frunció el ceño —fue un gusto conocerte y te deseo de todo corazón… —coloco su mano derecha en el lado izquierdo de su pecho —que llegues al pueblo Tasogare antes de que se ponga el sol —y sin decir ninguna otra palabra los cuatro vampiros desaparecieron sin dejar rastro.
Un pequeño escalofrió surco la columna vertebral del Zero mientras que su corazón se estrujaba dolorosamente. Aquellas palabras maliciosas le dejaban un muy mal presentimiento.
—Zero —gritaron a coro Shin y Haruka al ver como este emprendía carrera en dirección al pueblo.
El peli-plateado no le presto atención a los gritos de sus compañeros. El sol aún se encontraba en el cielo pero no importaba cuanto corriera o lo rápido que Haruka condujera, jamás llegaría donde Kaname y Ayato antes de que el astro rey se ocultara tras el horizonte.
Hana, Shin y Dazai al ver que su compañero no se detenía, por mucho que lo llamaron decidieron emprender rumbo al pueblo, siguiendo al peli-plateado.
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Tanto la mañana como el inicio de la tarde, la organización Cross había estado con poco movimiento. Lo cazadores, Cross e inclusive el consejo tenían un mal presentimiento, jamás en todos los años que la organización se encontraba funcionando habían tenido aquella escasez de misiones.
— ¿Algún llamado o informe? —cuestiono Cross al ver que Toga entraba a su oficina.
—No —respondió el pelinegro dejando frente al vampiro unas cuantas hojas en blanco.
—Ya veo —Kaien suspiro— ¿información de Zero y su grupo? —cuestiono ahora observando la mesa que se encontraba repleta de documento de antiguas misiones.
—La última información que recibimos fue ayer a las 17:00 pm, y no han encontrado nada, ningún vampiro por la zona ni mucho menos algún testigo que confirmara la existencia de uno en el pueblo —respondió. El peli-dorado levanto la vista —ningún habitante del pueblo ha visto muertes extrañas ni mucho menos que alguien haya desaparecido…
—En pocas palabras —Cross frunció el ceño —la información que ha llegado a la organización, es completamente falsa —el mal presentimiento de Cross se hiso un poco más fuerte. ¿Qué era lo que estaba ocurriendo?
—Shin y los demás decidieron quedarse en el pueblo para averiguar de dónde provino la información falsa por lo tanto llegaran mañana por la tarde —agrego observando al peli-dorado. El al igual que Cross no entendía nada.
—Bien —el peli-dorado suspiro, se levantó de su asiento y sin decir nada salió de la habitación rumbo a la oficina donde se encontraba el consejo de ansíanos.
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La tarde comenzaba a hacerse presente en la mansión del pueblo Tasogare. Kaname, Kento y Nozomi se encontraban en el despacho del pura-sangre algo preocupados.
—Kento-san, ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo? —cuestiono el pura-sangre observando al pelinegro que se encontraba frente a su escritorio.
—Muy seguro —respondió el de orbes escarlata observando al peli-rojizo frente a el —pues todos mis informantes concuerdan con lo mismo, desde ya un par de semanas no se ha visto a Ryo rondar el pueblo, la razón, la desconocemos por completo —agrego dejando sobre el escritorio del pura-sangre varios documentos.
—Quizás desistió de sus planes y se marchó del pueblo —comento Nozomi observando a los otros dos vampiros.
—Tu sabes también como nosotros que Ishihara jamás desistiría en algo tan fácilmente, ni mucho menos cuando el asunto está relacionado con Kaname —exclamo Kento observando esta vez a su pareja.
El peli-azul suspiro.
—Bueno… —observo al peli-rojizo y luego a Kento —en eso tienes razón… —agrego frunciendo levemente el ceño —pero entonces, ¿Cuál es el motivo de su repentina desaparición? —cuestiono, el al igual que los otros dos vampiros tenía un mal presentimiento.
Y ahora era el turno de Kaname en suspirar frustrado. Hace tan solo dos días que se había reconciliado con Zero y ahora tenía que lidiar con un mal presentimiento con respecto a Ryo. Frunció el ceño muy notoriamente.
—Sea lo que sea que Ryo tenga planeado, no lo dejare completarlo… —observo a los vampiros frente a él completamente serio —ya suficientes problemas me ha causado y esta vez no lo dejare escapar… si intenta algo contra Zero, Ayato o cualquiera de los vampiros de esta comunidad… no dudare en acabar con él y esta vez será definitiva —agrego completamente seguro de sus palabras.
Kento y Nozomi se observaron de reojo, al parecer Ryo había agotado la paciencia del pura-sangre.
—Espero esta vez sí cumplas tu palabra de acabar con el —comento Nozomi logrando que Kaname frunciera el ceño —pues ha sido tu culpa todo lo que ha ocurrido… pero en fin —el peli-azul suspiro —nada logro con recordarte lo obvio —sonrió de lado al ver que el pura-sangre le refutaría algo.
—Kaname… —intervino rápidamente el pelinegro, pues se encontraba de acuerdo con lo dicho por su peli-azul —Seguiré recolectando información para dar de una vez por todas con el verdadero paradero de Ishihara —aviso observando serio al peli-rojizo.
—Bueno… tarde o temprano el idiota de Ishihara tendrá que mostrar lo que planea —agrego Nozomi observando al de sangre pura.
Kaname por su parte asintió en acuerdo y sus compañeros abandonaron la habitación.
En cuestión de segundos el pura-sangre se encontraba solo en el despacho, se reclino en la silla y observo al techo de la habitación. Por ningún motivo sería tan ingenuo de creer que Ryo había abandonado el pueblo para dejarlo en paz junto a Zero… Ishihara planeaba algo y no sería nada bueno. El Kuran volvió a suspirar esta vez molesto.
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La tarde ya se comenzaba a hacer presente en el pueblo Tasogare y en la habitación de cierto rubio de orbes color verde todo se encontraba tranquilo, o eso era lo que parecía a primera vista pues el dueño de la alcoba se encontraba durmiendo apaciblemente sobre su cama.
Takuma que dormía profundamente boca arriba en la cama intento removerse sobre esta para enseguida sentir un extraño peso sobre su pecho, el cual le impedía realizar cualquier movimiento. Con pereza el rubio comenzó a abrir lentamente sus orbes y al enfocar la vista se dio cuenta de una agradable sorpresa pues sobre su pecho se encontraba el responsable de todas sus sonrisas bobas y también de los latidos alborotados de su corazón. Sonrió ampliamente, Ayato se encontraba observándolo con sus hermosos orbes purpura.
—Buenos días —saludo sonriendo ampliamente el menor mientras no hacia ningún intento de moverse de aquella posición —o mejor dicho, tarde —ensancho su hermosa sonrisa.
—Buenos días —devolvió el saludo Takuma mientras que la sonrisa de sus labios también se ensanchaba —por cierto, ¿a qué se debe esta agradable sorpresa? —cuestiono sonriendo esta vez pícaro.
El rostro de Ayato se tornó levemente rojo.
—A nada en especial —respondió bajando la vista al pecho de Takuma —solo quería… estar contigo —agrego en un susurro que el rubio escucho claramente.
El vampiro mayor sonrió ampliamente.
— ¿Kaname sabe que te encuentras aquí? —cuestiono ahora un tanto preocupado, no quería que su mejor amigo al no ver a Ayato en su respectivo cuarto se preocupara.
—Nop —respondió y ahora era el peli-rojizo el preocupado. Takuma se molestaría.
—Sabes muy bien que Kaname se preocupara si no te ve en tu cuarto… —el menor bajo la vista nuevamente —pero… —Takuma suspiro —por esta vez te dejare pasar aquello… considerando la hermosa forma que tuve de despertar —sonrió ampliamente al ver que su peli-rojizo levantaba la vista y le sonreía ampliamente.
Y sin dejar que ningún otro segundo pasara, Takuma se inclinó un poco y acorto la distancia que existía entre ellos con un beso, suave, tierno, cariñoso y repleto de amor. Ayato enrojeció a más no poder pero correspondió el beso de igual forma, le encantaba que Takuma realizara esos gestos tan sorpresivamente pues su corazón se aceleraba y su estómago se llenaba de cientos de mariposas.
—Taku… —el peli-rojizo llamo la atención del rubio una vez se habían separado del beso. Rojo como un tomate.
— ¿Qué ocurre? —cuestiono observándolo con una sonrisa.
—Quiero decirle a mamá y a papá que nosotros dos estamos de… novios —exclamo mientras que su rostro subía de intensidad.
— ¿Estás seguro? —Volvió a cuestionar el rubio ganándose un asentimiento en acuerdo del de orbes purpura —después de todo fuiste tú el que no quiso que les dijera nada —agrego.
—Sí, ahora estoy muy seguro —agrego completamente convencido de sus palabras.
Takuma sonrió nuevamente.
—Entonces no tengo ningún problema en hablar con Kaname y Zero —respondió el rubio ganándose una enorme sonrisa de parte del peli-rojizo.
—Taku… —Ayato volvió a llamar la atención del rubio que le acariciaba el cabello suavemente —ahora quiero otra cosa… —comento observando los orbes de color verde.
— ¿Y qué seria aquello? —cuestiono el vampiro curioso.
—Besos —respondió completamente rojo —muchos besos… —agrego y una sonrisa no demoro en surcar los labios de Takuma.
Ayato era endemoniadamente tierno cuando se lo proponía.
—Sus deseos son órdenes para mí —y con una sonrisa aun dibujada en los labios, Takuma acorto la distancia entre ellos.
Ambos compartieron besos cargados de todos los sentimientos que habían comenzado a sentir el uno por el otro en el tiempo que llevaban conviviendo en esa vivienda.
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La tarde al fin caí completamente sobre el pueblo Tasogare y el bosque que rodeaba a este, por lo tanto en la mansión de Ryo, el castaño se encontraba en la sala de la vivienda rodeado por todos sus seguidores.
—Espero que todos hayan entendido el plan —sonrió malicioso el castaño.
—Hai —respondieron sin siquiera dudarlos los vampiros convertidos frente a él.
—Entonces, una vez que Ren llegue junto a nosotros… nos dirigiremos al pueblo —volvió a sonreír —recuerden… yo soy el único que se puede enfrentar a Kaname Kuran, no quiero intervenciones y si uno de los vampiros enemigos quiere acercarse a nosotros, son libre de asesinarlo —agrego.
—Como ustedes ordene Ryo-sama —respondieron todo los vampiros a coro.
—Ryo-sama —Ren no demoro en entrar a la vivienda —Kira y los demás me han informado que la distracción ha sido un total éxito, Zero se encuentra en el pueblo Murase —informo observando al castaño.
—Perfecto… —su sonrisa macabra se ensancho —“ahora nada me impedirá tener una reunión con Kaname” —comencemos nuestro ataque al pueblo Tasogare —y dicho aquello, todos los vampiros de la habitación se habían dirigido rumbo al pueblo a cumplir con el plan que Ishihara quería realizar.