Todo hombre tiene sus debilidades, no importa que tan alto, fuerte o poderoso sea, siempre habrá algo que se pueda considerar como una.
Un claro ejemplo de todo esto es Midorima Shitarou, un chico que con su más de 1.90 mts de altura, sumado a su inteligencia, logra intimidar a cualquiera en la cancha; Pero si Oha-Asa pronostica un mal día para los Cáncer, es capaz de quedarse en cama todo el día.
Otra muestra de que todos poseemos debilidades Es Murasakibara Atsushi. Un chico despreocupado que mide más de 2 mts de altura. La debilidad de Murasakibara es tan sencilla que muchos no la lograrían ver, y si lo hacen lo catalogarían de absurdo. Pues es tan obvia que pocos la tomarían como tal… Los dulces. Así es, la debilidad de Murasakibara no radica en grandes cosas, mientras él pueda seguir comiendo dulces, es feliz.
Aomine, de la Kiseki no Sedai es otro claro ejemplo de ello. Pues muchos pensarían ¿Qué debilidades puede poseer ese hombre?. Es bueno en el baloncesto, es alto, es intimidante, es fuerte, es egoísta y también despreocupado, ¿Quién podría decir que un tipo así le teme a los fantasmas? Y aunque Momoi ha tratado por todos los miedos de que entienda que los fantasmas no existen, el miedo de Daiki continúa ahí.
Podríamos mostrar otros ejemplos, como lo son Teppei y su rodilla, o Hyuga y el respeto que siente por su entrenadora, o incluso Furihata y Akashi, pero solo haríamos más largas las explicaciones.
Así, que analizando todo esto, podemos llegar a la conclusión de que la estrella y ala pivot de Serin tampoco se salva de dichas debilidades, que como ser humano, también posee.
¿A que es lo que viene todo esto?, bueno, pues hace más de una hora que Kuroko trata de sacar a Kagami del baño de su apartamento. ¿La razón? A la sombra se le ocurrió llevar consigo a No.2
- No puedes estar encerrado ahí todo el día, Kagami-kun – insistió de nuevo el 6º jugador fantasma, parado frente a la puerta
- Si puedo, y lo hare – Grito el pelirrojo en el baño
- En ese caso me voy – dijo la sombra dando media vuelta, como si el pelirrojo pudiese verlo
- ¡¡¡NO!!! – y tal como lo espero la puerta se abrió
Un pequeño ladrido se escuchó provenir de los pies de Kuroko, provocando que el As de Serin volviese a su fortaleza.
- ¿Por qué tenías que traerlo? – reclamo con frustración el más alto
Comenzaba a desesperarle aquella situación. El solo quería pasar una agradable tarde viendo películas en compañía de su sombra (y su novio), en el sofá de su casa. ¿Por qué tenía que incluir al perro también?
- Te lo dije Kagami-kun – suspiro el más bajo- No hay nadie en mi casa, no podía dejarle solo.
- Pero sabes que le temo a los perros – recrimino nuevamente
Tetsuya frunció el ceño. Era un pequeño perro de no más de 30 cm de alto ¿Cuánto daño puede hacer? Después le dirigió una mirada furiosa a No. 2, pues parecía que el perro disfrutaba haciendo gritar a su luz, el can respondió agachando la mirada
- Si no sales de ahí en este instante, me voy a casa Kagami-kun – amenazo
- No quiero que te vayas – escucho decir desde el baño – pero esa bestia aun continua afuera
- Tu decide, mantienes cerca ah Nigou, o no me vuelves a tocar en lo que resta del ciclo escolar – sentencio la sombra. No era su estilo hablar demasiado, pero aquella situación lo desesperaba, no podía partirse en dos.
El sonido del seguro se escuchó nuevamente acompañado de una ráfaga de viento, cuando Tetsuya pudo visualizar a su luz nuevamente, lo encontró sentado en el sofá con el can entre sus brazos para acomodarlo en su regazo.
Bueno, así como todo hombre tiene sus debilidades, también tiene sus prioridades ¿No? Y estaban claro cuáles eran las de Kagami Taiga.