Tenía dos opciones. O entraba a esa horrenda casona del terror y moría del susto o dejaba que Kasamatsu acompañara al rubio... a solas.
- ¿Los dejaras ir solos Aomine-kun? - Dijo Kuroko apareciendo de pronto a su lado.
- ¡¡Tetsu!! - grito el moreno al borde del infarto- ¡¡¡Joder!!! No hagas eso ¡Casi me matas del susto!
- Llevó todo el tiempo a tú lado - respondió con voz monótona - ¿Los vas a dejar entrar a solas? -pregunto de nuevo.
El moreno sólo pudo suspirar abatido. Él quería entrar, tenía la esperanza de que sí Kise se asustaba pudiera abrazarlo y tomarle de la mano como en las películas que veía Momoi. El pequeño gran problema radicaba en una pequeña cosa... le temía a los fantasmas ¡Si hasta se asustaba cuando Kuroko aparecía de la nada! No quería imaginar lo que pasaría en esa Casona LLENA de fantasmas.
- Moo~ Por favor Sempai, No quiero entrar sólo -Se escuchó al fondo.
Y entonces como sí de un perro se tratara la oreja de Daiki comenzó a moverse para escuchar mejor.
- Ya te lo dije -Una vena apareció en la cabeza de Kasamatsu al decirlo- ¡No!
- No quiero entrar sólo - lloriqueo el rubio aferrándose a su camisa.
Una presión se instaló en el pecho del moreno peli-azul ¿Porque no se lo pedía a alguien más? ¡Como a él!
- Porque le tienes miedo a los fantasmas Aomine-kun. - y ahí estaba su bajito amigo de Serin respondiéndole como sí le leyera la mente -Akashi-kun dijo que el iría al carrusel con Futihata-kun. Kagami-kun dijo que ni de chiste entraría ahí y mejor fue a comprar comida, Midorima-kun fue secuestrado por Takao-kun para subir al túnel del amor y yo asuste a los moustros la última vez que entre ahí... y cuando quiso pedírtelo a ti huiste diciendo que irías al baño -Término de decir enumerando a las personas con las que iban, dejando sólo a Kasamatsu y a Kise fuera del conteo.
- Tsk -chasqueo la lengua el más alto- que valla con quién quiera.
Su expresión de enfado sólo le confirmó a Kuroko que por dentro su ex-luz estaba muriendo de celos. Soltó una risita al descubrirlo.
- ¡Está bien! -Término accediendo de mala gana el capitán de Kaijo - ¡Vamos!
Y las esperanzas de ser el quién lo confortara, se esfumaron en ese instante. Kasamatsu le había ganado...
- ¡Sii! - El as de Kaijo se enganchó al brazo de su sempai - Prometo que no le diré nada a Pazhy-chan -Dijo con expresión coqueta, guiñando un ojo y poniendo su incide sobre sus labios. El rostro del pelinegro exploto tornándose de color rojo.
Y entonces la mente de Aomine salió de sus fantasías de asesinato al escuchar la mención de la novia de Yukio ¡Era su oportunidad!
Con grandes zancadas se acercó a ambos y tomo de la mano al rubio.
- Yo te acompañare -Lo jaló hacia su pecho - Deja que tú sempai espere a su novia.
Y como sí la hubiese invocado, la silueta de una chica pelinegra apareció detrás del jugador de Too, saludando a todos.
- Ciento el retraso - Le dijo ella a Kasamatsu - Me perdí de camino hacia acá.
- Debiste llamar para que fuera por ti - Función el ceño el jugador de Kaijo.
- Mi hermano y su novio pasaron por mí -Dijo restándole importancia.
- Bueno, vamos - La chica levanto una ceja en señal de confusión - Dijiste que querías subirte a la montaña rusa ¿No? -Yukio se dio la vuelta esperando que la chica de sus sueños le siguiera.
Al verlos alejarse Kise le soltó un golpe al peli-azul.
- ¡Kise-Teme! ¡¿Porque fue eso?! -dijo sobándose.
- Moo~ Aominecchi es muy malo -tomo su mano para comenzar a arrastrarlo a la fila del juego- Primero no quiere entrar conmigo a la casona y luego le arruina la sorpresa a sempai.
La mente de Aomine quedó en blanco al sentir como entrelazaba sus dedos, logrando con ese pequeño gesto acelerar su corazón al grado de hacerlo creer que se saldría de su pecho.
- ¿Qué sorpresa? -Soltó “aparentando” que estaba bien.
- Sempai va a pedirle hoy a Pazhy-chan que sea su novia -El modelo desvío el rostro en sentido contrario- Yo espero que eso también me pase a mí...
- Eso no es sorpresa. -Dijo el moreno con gracia -Basta con ver la expresión de idiota que pone al verla para saber que se muere por ella. -Dijo antes de por fin entrar
Porque todo hombre tiene sus miedos y los de Aomine quedaron comprobados al no poder ser el quién confortara a Kise... pero también todo hombre tiene sus prioridades, y la de Aomine es pedirle a Kise que sea su novio.... pero primero tiene que despertar de su desmayo.