Cuando por fin estuvieron seguros de que Takahiro se había marchado Akihiko se acerco a Misaki lentamente para no asustarlo y lo abrazo de manera tierna mientras que el menor se aferraba a el de manera desesperada por otro lado Hiroki quería consolar a su pequeño hermano pero al mismo tiempo comprendía que en esos momentos lo que más necesitaba el menor era el confort que solo su pareja le podría ofrecer.
Resignado el castaño mayor se dispuso a esperar que el menor se tranquilizara y como si hubiera descubierto algo brillante se le ocurrió la maravillosa idea de su hermano necesitaba estar custodiado la mayor parte de tiempo posible y que su inútil novio, a su parecer, no podía estar a todas horas con el así que lo mejor para Misaki era que él se mudara al apartamento de la pareja romántica. Se lo plantearía después a Akihiko ya que en ese momento lo que quería saber es si habían podido atrapar a Takahiro.
-Bakahiko- llamo la atención del peli-plata- deberíamos de ir a ver esa casa de la que estaban hablando cuando llegue al departamento
-pero….- Misaki iba a comentar que lo único que quería era regresar a casa y no salir de allí en un largo tiempo
-nada de peros Misaki, lo que necesitas es distraerte y divertirte para bajar el nivel de estrés que tienes por esta situación, piensa en tus bebés
-Hiroki tiene razón amor aparte no me gusta que tengamos que seguir viviendo en el apartamento hasta que nazcan los bebés, necesitamos decorar su habitación y en el departamento no hay espacio suficiente
Al terminar de hablar esperaron pacientemente a que el más pequeño decidiera, el irises esmeraldas se encontraba pensativo ya que pensándolo desde el punto de vista de los otros dos era muy razonable que fueran lo antes posible a ver la casa pero él se encontraba temeroso de que Takahiro volviera a aparecer, sin embargo, no podía vivir estresado antela idea ya que, como dijo su hermano, la afectaría a sus bebés y él no quería eso así que al final acepto ir a la casa.
Los tres se encontraban ante la casa que habían escogido los de la pareja romántica la cual desde el primer momento le fascino a Misaki ya que tenía un jardín muy extenso en el cual, los futuros miembros de la familia, en cuanto entraron, Misaki, quedo totalmente complacido ya que la casa contaba con dos pisos con 8 habitaciones con baños propios cada una aparte del dormitorio principal, una sala de estar, un despacho, y una gran cocina; esa casa era muy hermosa y la cocina le encanto y aunque se le hacía excesivo que tuviera tantos dormitorios Akihiko le dijo que no se preocupara por pequeños detalles como esos así que, decidieron que querían esa casa y firmaron los papeles. Al terminar con el papeleo Hiroki no pudo evitar preguntarle al ex dueño de la casa, si no sabía de alguna otra casa en venta que se encontrara por la zona, para su suerte le comento que la casa de enfrente también estaba a la venta y que conocía al dueño, así que, le dio la tarjeta con el numero de su amigo y se retiro, no sin antes, despedirse de los compradores de la casa.
-que felicidad, podre tener mi casa enfrente de la tuya- comento Hiroki mientras abrasaba a su pequeño hermano.
- seria genial que fuera así Hiroki- nichan-dijo contento
-si si genial- murmuro irónico el peli-plateado- lo mejor sería que empezáramos a empacar, vamos a casa
-si no hay problema ¿me pasarían a dejar a el hospital en donde trabaja Nowaki?
-claro que si- contesto Misaki antes de que si pareja pudiera objetar algo por lo tanto se dirigieron al hospital a dejar al Kamijou mayor y de ahí partieron al departamento en donde comenzaron a guardar poco a poco las cosas vitales como su ropa y según Akihiko, su colección de peluches.
Cuando Misaki termino con la ropa enseguida se fue a guardar todos los utensilios de la cocina, cuando trato de levantar unos platos, para comenzar a envolverlos con periódico, lo dio un mareo muy intenso por lo que soltó la vajilla y se sujeto de un mueble hasta que se le paso el mareo, sin embargo, el sonido que emitió la vajilla al chocar contra el suelo y romperse alerto a el escritor quien alarmado bajo corriendo a ver qué sucedía en la planta baja, en cuanto vio los pedazos de vajilla regados alrededor de su amor se dirigió a él, lo cargo estilo princesa, lo dejo en el sillón y tomo una escoba para comenzar a juntarlos y después recoger, en cuanto termino se dirigió a la sala desde donde Misaki contemplo la escena en silencio.
-en lo que termino de guardar las cosas, tú te quedaras aquí tranquilo ¿entendido?- le dijo mientras lo tomaba delicadamente de las manos
-pero usagi-san yo...-
-nada Misaki, ¿Qué pasaría si te lastimas a causa de un mareo? Recuerda que ya no solo debes de pensar de ti- le comento mientras le tocaba delicadamente su poco abultado vientre
- esta bien usagi-san - dijo resignado ya que, hasta cierto punto, su novio tenía razón.
Por otro lado Hiroki había preguntado en recepción por Nowaki y le dijeron que se encontraba en su despacho por lo cual se dirigió al despacho tranquilamente y entro sin tocar la puerta ya que a su parecer no había pacientes esperando, así que entro y vio una escena muy desagradable para su vista vio al sempai de su esposo, sentado sobre las pernas de el peli-azul tratando de besarlo mientras el otro lo sujetaba para que no lo hiciera.
Con las hormonas alteradas vio que había un vaso de café en el escritorio y sin delicadeza alguna lo derramo sobre la cabeza de Tsumori, en cuanto este lo vio a punto de gritarle por la intromisión vio de quien se trataba, Hiroki le fulmino con la mirada y volteo a ver a su pareja quien estaba más que pálido.
-Hiro-san yo…
-tu cállate- le dijo con voz neutra mientras volteaba a ver a Tsumori de una manera tan fría que asustaría a cualquiera-vuelve a intentar hacer algo como esto a mi esposo y te sacare los ojos, ¿entendiste?
- si- dijo para salir de ahí lo antes posible
-Hiro-san- trato de explicarse pero el otro le puso un dedo sobre sus labios par que guardara silencio
- se que tu no fuiste quien comenzó esto y que trataste de resistirte- le dio un beso- pero eso sí, te vuelvo a ver en una situación como esta y este bebé será el único que tendremos ¿queda claro?-dijo con voz dulce
- si amor- dijo quedito ya que no quería poner en riesgo su vida
-por cierto este disgusto te va a salir caro- le dijo tranquilamente ya que pensó que era su oportunidad perfecta para conseguir lo que quería- quiero una casa que está enfrente de la que acaba de comprar Bakahiko para mi pequeño Misaki
-entendido Hiro-san- le contesto resignado ya que sabía que no podía negarle nada para su amado
- que bien-le dio un pequeño beso- ahora me voy, ¡ah! Se me olvido decirte que me mudare a casa de Misaki por una temporada
-no puedes hacer eso Hiro-san-tratando de ser un poco autoritario le prohibió tajantemente hasta que vio que el otro derramo unas lagrimas, lo cual le partió el alma- olvida lo que dije, claro que puedes, pero por favor, ya no llores
- bueno entonces le avisare- dijo tranquilo haciéndole ver que solo fue un engaño- a Bakahiko le va a dar un infarto cuando se entere
-entonces ¿aun no les has dicho?- pregunto
-no- le contesto tajante
-dije que nos mudaremos con ellos, no que solo te mudaras tu- le dijo firme dando a entender que en esta ocasión no cambiaria de pareces
-lo hare- le contesto tranquilo ya que entendió que su esposo había cedido a sus peticiones y que por lo menos le daría esa tranquilidad, porque bien sabia que solo se preocupaba por el.