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KALEIDO STAGE por Karenlauren

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EN LOS DORMITORIOS….

 

- NO, ni hablar! – dijo furiosa una plasta ros…esto una chica de pelo rosa. - ¡Hazlo ahora!

- Aunque digas eso… - dijo otra voz adormilada.

- ¡No puedo esperar a otro momento! – insistió llevando sus manos a las caderas en una postura de descontento.

- ¡No seas tan egoísta! – dijo Temari con una sonrisa desenfadada, se la traía floja lo que le decía Sakura mientras hacía movimientos parecidos a los de un gato con los brazos - ¿Por qué no haces esto tú también? Sakura, tú eres de China, así que conoces el estilo del gato, ¿verdad? – se giró hacia la enfadada chica sonriendo y siguió hablando des de su mundo - ¡Calmará tu corazón!

- No conozco una arte marcial tan falsa. – afirmó la peli rosa.

- ¿Has dicho falsa?- la rubia la miró enfadada - ¡Te has pasado!

- Lo más importante es…

- ¡Lo más importante puede esperar! – la cortó Temari. – Si es falsa, ¿por qué me he tirado una semana aprendiéndola?

- ¿Y yo que sé? – gritó Sakura de los nervios.

- ¡No seas tan irresponsable!

- ¡No tiene nada que ver conmigo!

- ¡No digas eso, qué palo!

- ¡De todas formas, haz algo ahora mismo!

- Esperad, esperad, esperas…Calma…. – dijo una voz suave y dulce des del fondo.

- ¡No voy a tolerar vivir en la habitación que hay debajo de la de Naruto! – Dijo Sakura señalando al recién llegado que se quedó helado al oír esas palabras - ¡Yo, que pronto seré la mejor estrella, no puedo estar en la habitación de debajo! ¡Por eso, encuentra una forma de arreglar esto rápido! ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ahora!

- Vaya carácter… - dijo Kiba a Gaara poniéndose al lado de Naruto.

- Después de todo, es cosa mía mantener el orden en el Kaleido Stage en lugar de Deidara-sama… - Les decía Naruto a Kiba y Gaara por las escaleras camino a sus habitaciones.

- Pero Deidara-sama es Deidara-sama – empezó Gaara.

- Es verdad, no importa cuánto lo intentes, no lo vas a hacer bien – terminó de rematar Kiba sin mala intención.

- ¡Ah, sí! – dijo de repente Naruto más animado.  - ¡Tenemos que hacer una fiesta de bienvenida!

- ¿Fiesta de bienvenida? – dijeron los donceles repitiendo atónitos las palabras de Naru.

- Si, una fiesta de bienvenida para los nuevos. – Naruto levantó el dedo índice, ilusionado y les empezó a contar des de su mundo de luz y color - ¡Llamaremos a Sasuke-sama y Sakura-chan, y seguro qué se divertirán!

- Me pregunto si de verdad pasará….  – dijo Kiba mientras ambos se preguntaban si le había sentado bien la cena a Naru, quién reaccionó.

- N-no pasa nada. – le detuvo antes de que pudieran calificar el plan de pésimo. - ¡Vale, lo único que tengo que hacer es hablarlo con Temari-sama! – dijo Naruto mientras se iba a su habitación.

- A pesar que le han tratado de forma fría, es lo bastante amable cómo para querer hacerles una fiesta… - dijo Gaara con admiración en su voz.

- ¿Puede que los personajes graciosos sean un elemento crucial de una fiesta de bienvenida? – “Otro en su mundo”, pensó Gaara con cara cansada.

- Quieres ser un personaje gracioso, ¿verdad?

 - ¡Exacto! – respondió Kiba como si estuviera hablando del asunto más serio del mundo. 

 

EN LA HABITACIÓN DE NARUTO….

 

- ¡Vale, tenemos que hacer una tarta! – gritó abriendo la puerta, se sobresaltó al ver pisadas mojadas por el suelo de madera de la pequeña sala.  - ¿Q-qué? ¿Un ladrón?

Entró y cerró la puerta andando sigilosamente.

- Creo que puedo oír la ducha… - susurró para sí mismo, mientras andaba iba pensando en voz alta - ¿Un ladrón se tomaría una ducha?

Se paró indeciso ante la puerta de la ducha.

- No sé lo que está pasando, pero… - alargó la mano para abrir la puerta y saltó cayéndose al suelo de espaldas cuando esta se abrió sola y una figura muy conocida apareció de entre el vapor.

- ¿¡Sasori?! – dijo incrédulo.

- ¡Ah, Naru-chan! ¡Bienvenido! – le recibió con una sonrisa y un ligero sonrojo en las mejillas.

Este des del suelo dijo:

- Y-ya he vuelto…

- He cogido prestada una de tus camisas – le informó secándose el pelo con una toalla. – Oye, ¿Qué haces?

- ¿Eh? Oh… nada – dijo Naruto mientras se levantaba. – De todas formas, Sasori, ¿qué haces aquí?

El doncel le miró con ojos de cachorrito y dijo:

- ¡Ayúdame, Naru-chan! – Este puso cara de preocupación enseguida y preparó chocolate con leche para ambos. Se sentaron y hablaron sobre los problemas de Sasori:

- ¿Tú agente te está persiguiendo?

- Le dije que quería unirme al Kaleido Stage pero es muy cabezota y no me escucha.

- Sasori, ¿quieres unirte al Kaleido Stage?

- Sí, la Actuación mística que hiciste con Deidara-sama me conmovió mucho – añadió el pelirrojo de ojos grises bajando la cabeza ligeramente sonrojado. – Me dije a mí mismo que ¡algún día quería estar en el escenario con Naru-chan! Así que…

Naruto sonrió aliviado que no fuera una pelea o mala experiencia que hubiera tenido y le dejó continuar mientras se terminaba su bebida.

- ¡No quiero volver con mi agente! ¡Por favor, ayúdame! – le volvió a suplicar con ojitos de cachorrito.

- Sasori, tú me has ayudado muchas veces antes así que creo que ya es hora que te devuelva un par de favores.  Haré lo que pueda, pero…

- ¡Seguro que me castiga si me encuentra!

- ¿A qué te refieres con castigo?

- Bueno… - la imaginación de Naruto corría salvajemente cómo un caballo desbocado. - ¡De todas formas, la única persona en quién puedo confiar eres tú, Naru-chan! – dijo desviándose del tema.

- V-vale. – ya había caído.

- ¡Menos mal! – dijo con evidente alivio relajándose Sasori. Se levantó y sacó el osito de peluche de su maleta mientras decía – Yo haré la limpieza y la colada, cualquier cosa que me pidas.

- ¡Vale! – dijo Naruto contento y satisfecho, se notaba por el tono de voz que su amigo estaba más feliz.

Salió de la habitación para ir a buscarle comida a Sasori cuando se topó de cara con Sakura quién, al verle, enseguida puso una cara que asustaría al mismísimo diablo y empezó a ladrarle cómo si fuera un pitbul de pelo rosa y plano.

Naruto se refugió en su habitación y esperó a que Sakura entrara a la suya para salir a buscar la cena de Sasori.

Al volver el pequeño se había dormido así que se recostó a su lado y durmieron profundamente.

 

 

A LA MAÑANA SIGUIENTE….

 

Naruto se despertó en el suelo, Sasori le había echado de la cama. Suspiró y se vistió para ir a desayunar. En el pasillo se encontró con Sakura que también salía a desayunar. Se acercó a ella en el ascensor y saludó:

- Buenos días, Sakura.

- ¡Voy a llegar tarde! ¡Ascensor! ¡Cierra! – ella entró en el ascensor y le dio al botón frenéticamente dejando a Naruto con una sonrisa nerviosa.

- Esta Sakura está más rara a cada día que pasa… - susurró con una risita mientras le caían gotitas.

Bajó por las escaleras y fue al comedor dónde, mientras cogía su desayuno y el de Sasori, se encontró con su par de amigos.

- Buenos días Naru! – le saludaron.

- Buenas!

- Vaya, hoy coges el doble de comida, ¿uh?

- Si, es que tengo mucha hambre…. – se disculpó nervioso, antes que sus amigos pudieran descubrir que estaba escondiendo a Sasori en su habitación Sakura que les había oído hablar empujó a Naruto y cogió un plato sirviéndose la mitad de la comida.

- Yo también comeré el doble!!! NO! El triple!!!  - y se fue sacando pecho inexistente.

- Hoy voy a desayunar en mi habitación…. - Dijo Naru divertido por la actitud de la peli rosa.

- Si, va a ser mejor…. – dijeron sus amigos preocupados por la reacción de Sakura.

Naruto iba a salir pero antes gritó para que todos le oyeran:

- ¡Chicos! ¡Esta noche vamos a tener una fiesta de bienvenida! – Miró a la peli rosa - ¡Sakura, no te la pierdas! ¿Vale? – antes que pudiera responder se fue dejando a todos muy emocionados.

Se fugó a su habitación y almorzó con Sasori entre risas y viejas historias. El pequeño le confesó que quería empezar a usar el trampolín y Naruto se ofreció a enseñarle muy ilusionado.  

Al terminar Sasori trató de fregar los platos pero lo hizo con tanta fuerza que terminó rompiéndolos.

- No pasa n-nada, al menos no estás herido… - dijo Naruto mientras recogía los trozos rotos.

 

EN EL ESCENARIO….

- ¡Espera! ¡No puedes cambiar el guión ahora! – se quejó Shikamaru.

- Lo mejor será aumentar mi tiempo en escena. – afirmó un chico de pelo azabache. – la calidad de la producción también se verá incrementada.

- Naru-chan es tu compañero pero a pesar de eso… - empezó Shikamaru siendo interrumpido por Sasuke.

- No he dicho que él no vaya a aparecer.

- Pero menos de cinco minutos es…. – se quejó Gaara.

- Estoy diciendo que tal y cómo está ahora, no se merece mucho más que eso.  – volvió a cortar Sasuke con arrogancia. – O eso o que no aparezca.

- La propuesta de Sasuke es la mejor. – Tsunade-sama puso punto final a la discusión con su opinión que nadie se atrevió a argumentar, después de todo, ella la que mandaba allí. – Procederemos como dice.

- Sí. – dijo Gaara apretando los puños, claramente enfadado.

- Por favor, la próxima actuación no en medio de el número. – exigió Shikamaru.

- Yo no hago promesas – dijo Sasuke con ojos fríos mientras se retiraba de la sala.

 

 

 

EN LA HABITACIÓN DE NARU….

 

- Me voy ya Sasori!

- Sí, ánimo! – dijo mientras veía a Naru irse, se acercó a la ventana que tenía vistas al Kaleido Stage.

Oyó sonar su teléfono y enseguida supo que era su representante y novio, Menma.

Se llevó una mano al pecho claramente angustiado e ignoró la llamada.

 En el vestuario del Kaleido Stage, Naruto recibía la noticia que no iba a parecer más de cinco minutos en el escenario.

- Lo siento, Naru… No tuve elección… -se disculpó Gaara.

- Las demás partes también han sido recortadas…. – dijo Kiba.

- Es como si fuera una actuación personal de Sasuke-sama. – se quejó otro.

- Estas órdenes son de Sasuke-sama, ¿verdad? – preguntó Naru viendo fijamente el nuevo guión y apretando fuertemente para no mostrar su decepción.

- Sí.- asintió Gaara.

- ¡Vamos chicos! ¡Cambiemos de humor y vayamos al escenario! – dijo Naruto un poco animado pero a la vez fingiendo una sonrisa despreocupada. En el fondo sabía que estaba mal pero tenía que mantener la calma tal y como hubiera hecho Deidara-sama… aunque eso le estuviera rompiendo por dentro.

- ¡Sí! – dijeron todos más animados.

- ¡Es verdad! – dijo Kiba devolviéndole una sonrisa.

En ese momento Sasuke entró en el vestidor y Naruto le miró fijamente a los ojos:

- Hoy lo haremos lo mejor que podamos.

- Solo os pido una cosa – empezó el pelo azabache – no os metáis en mi camino. Eso es todo.

El hombre salió y Naruto les sonrió falsa y despreocupadamente a los demás, enseguida volvió el aura de tranquilidad anterior disipando la tensión que creaba Sasuke allí dónde iba.

 

EN EL DESPACHO DE TSUNADE-SAMA….

 

- No habréis visto a Sasori-sama por aquí, ¿verdad? – dijo el sr. Policía a Tsunade- sama quién enseguida negó con la cabeza.

- Muchas gracias. – el hombre estuvo a punto de irse pero antes de salir se giró y le dijo a la directora:

- Naruto no lo está haciendo muy bien en sus últimas actuaciones…

- ¿Lo has notado? – preguntó sorprendida la mujer.

- Por supuesto, soy su fan n°1! – se giró y antes de cerrar la puerta dijo – sería bueno que ese nuevo chico se convirtiera en su compañero, no parece estar pasándolo muy bien…

Con esas palabras se fue dejando a la mujer pensativa.

 

 

EN LA HABITACIÓN DE NARU….

 

Sasori practicaba con los diábolos vestido con un top rojo, unos shorts negros y unas tenis rojas con calentadores blancos.

Practicaba su rutina diaria para no perder facilidad, con ejercicios básicos. Pero enseguida se dejó llevar por lo que pasaba por su corazón.

- Me gustaría subir pronto a un trapecio! – pensó en voz alta mientras daba vueltas con el diábolo.

Naru por la mañana le había dicho que tenían una actuación y no pudo resistirse a escapar de la habitación para ir a verle pero al salir se topó con el edificio de entrenamientos.

- ¿Qué estarán haciendo ahí?

Su curiosidad pudo más que el deseo de ir a ver a Naru que enseguida pasó a un segundo plano, quedando olvidado. Se coló y oyó a una voz chillona e irritante decir al otro lado de una puerta:

- Alguien como él pronto estará fuera. ¡Tiene que reemplazarme por él! – entre abrió la puerta con curiosidad para espiar que decía aquella voz encontrándose con una chica muy fea de pelo rosa que decía con mucha arrogancia – Si todo el mundo expresara su aprobación, ya estaría hecho. Al tener un novato como compañero… Sasuke-sama me da muchísima pena. El Kaleido Stage no necesita a Naruto Uzumaki. ¿No lo cree?

Sasori enseguida sintió su sangre hervir al oír aquellas palabras y no pudo evitar intervenir.

- ¿Por qué? – el maestro y Sakura se giraron hacia él mientras abría completamente la puerta dejándose ver - ¿¡Por qué hablas de Naru-chan de esa manera!?

- ¿Quién es? – dijo Sakura pasmada.

- ¡NO SABES NADA SOBRE EL TALENTO DE NARU!

- Si hablas de talento, entonces sí que lo sé. El talento que tiene no es más alto que el suelo que pisamos.  – dijo con altanería la peli rosa.

- ¡Naru es INCREÍBLE! - dijo el chico mientras se ponía rojo de rabio y la capucha de la sudadera que llevaba se deslizaba hacia abajo por los bruscos movimientos que daba al gritarle a aquella estúpida chica - ¿Qué sabes tú sobre él?

- Vaya… Tú eres Sasori, ¿verdad? – interrumpió el maestro al ver su cara.

- ¡Oh, maldición! – dijo el mencionado volviéndose a colocar la capucha hasta cubrirse el rostro.

- ¿Ha dicho Sasori? – dijo un alumno entre curioso e impactado.

- ¿La de los diábolos? – dijo otro.

- Ya veo. – dijo Sakura con una sonrisa que daban ganas de golpearla. – no sabía que eras un genio con el diábolo, pero… - Su sonrisa cambió completamente por una cara de demonio - ¡Este problema es del Kaleido Stage! ¡No te metas dónde no te llaman!

- ¿Has dicho Sasori? – dijo una voz des del pasillo.  - ¡Oh, ahí está!

Sasori vio con espanto a un  policía.

- ¡Oye, tú agente te está buscando! – dijo el hombre mientras corría hacia él. - ¡Deberías hablar con él!

Sasori enseguida que vio cómo el hombre se acercaba echó a correr, su libertad y futuro pendían de un hilo.

 

 

EN EL ESCENARIO….

 

La representación ya había terminado y Sasuke y Naruto andaban hacia los camerinos hasta que el pelo azabache rompió el silencio:

- Tú nivel de actuación actual es insuficiente para que seas mi compañero.  Voy a volver a recortarte el tiempo en escena.

- ¡Vale! – dijo Naruto con voz de hielo, no había sentimiento en ella, no expresaba el caos que había en su mente.

¿Era ese el Kaleido Stage? No, ese lugar no era el mismo…

¿Seremos capaces de crear una actuación buena con Sasuke-sama? No, ese hombre era un déspota que solo pensaba en sí mismo.

Ese no era el escenario en el que quería estar, sentía cómo sufría por la desarmonía entre actores y eso le consumía por dentro de una forma constante pero sutil…. Naruto no se daba cuenta que se estaba destrozando el corazón por el bien de los demás actores, por tal que ellos disfrutaran el escenario. Y tan sólo había de añadirle la hostilidad de Sakura y Sasuke… poco a poco se iba rompiendo tanto su corazón, como los sentimientos del escenario y aquél lugar.

Los pensamientos de Naruto se vieron interrumpidos por los gritos de Shikamaru. Asomó la cabeza por el vestidor, ya cambiado con  una camiseta naranja y unos shorts azules.

- ¿Sasori? – Shikamaru se giró al oír su voz.

- ¡Ah, Naru! Ahora mismo, Sasori…

- ¡Por ahí! – oyó la voz del sr. Policía que corría tras Sasori y le seguían Tsunade-sama y el agente de Sasori.

- ¿Por dónde ha ido? – preguntó a Shikamaru con urgencia, si algo le ocurría…

- ¡Por ahí! – siguió a Shikamaru hasta el escenario dónde encontraron a Sasori subiendo al trapecio.

- ¡Sasori! – le llamó alarmado.

- Sasori, baja de ahí. – le ordenó Menma al chico que ya había llegado a la plataforma y estaba agarrado a la valla para no caerse.

- ¡No quiero!

- ¡Deja ya las tonterías!

- ¡Un momento! Por favor, escuche lo que Sasori tiene que decir. – interrumpió Naruto.  – Él quiere unirse al Kaleido Stage.

- ¿Qué? – dijo Tsunade-sama con los ojos desorbitados por la sorpresa.

- ¡Voy a cancelar tu contrato! – le dijo a su novio, se dirigió a Tsunade-sama – ¡Me conformaré con un sueldo de novato! ¿Qué opinas, Tsunade?

- Te aceptamos.

- No voy a aceptar esa decisión.

- Pero lo que Sasori siente…. – Menma le detuvo con un gesto.

- ¡No podrás sobrevivir por tu cuenta!

- ¡Ya no soy una niña, Menma!

- ¿No vas a escuchar lo que dice tu novio? – dijo haciéndole chantaje emocional  mientras Sasori se encogía de tristeza, no quería que le volvieran a encerrar en una jaula de sobreprotección.

- ¿¡Novio!? – dijeron todos a coro, sorprendidos.

- Entiéndelo, Menma… ¡Para mí este sitio es muy especial! – empezó su relato de cuando conoció a Naruto y su vida cambió por completo gracias a él.  - ¡No puedo seguir así! ¡Quiero cambiar!

- Sasori…. – dijo Menma emocionado.

- Para mí, ¡fue la primera vez que sentí admiración por alguien! ¡Yo quiero estar en el escenario con Naruto! -  el mencionado abrió los ojos con sorpresa y orgullo pero enseguida cambió la expresión de todos cuando vieron al pequeño acercarse al borde de la plataforma. - ¡Y por esa razón tengo que usar el trapecio!

- ¡SASORI! – todos le llamamos tratando de detenerle pero fue demasiado tarde, él cogió impulso y  saltó al vacío. Todos contuvimos el aire y lo soltamos aliviados al ver que consiguió llegar hasta la barra y agarrarse. El primero en reaccionar fue Naruto que fue corriendo hasta el trampolín de debajo el trapecio donde estaba Sasori, se subió y empezó a saltar hasta que se colgó detrás del doncel.

Se miraron a los ojos con confianza y Naruto se colgó con una mano y la libré la usó para sujetar a Sasori contra él, para que no cayera.

- No te excedas, Sasori…

- ¡Naru-chan! Lo siento…

Todos respiraron aliviados, la situación ya estaba bajo control.

- Voy a balancearme, ¿listo? – Sasori asintió ilusionado  y se balancearon hasta estar de nuevo en la plataforma. Mientras se balanceaban el agente de Sasori se fijó en que este, por primera vez en años, estaba sonriendo de felicidad y no pudo evitar sentir su corazón comprimido.

- Sasori. – le llamó decidido – Estaba asustado que te olvidaras de mí si te dejaba quedar aquí. Asustado que volvieras a ser una máquina del diábolo. Te has esforzado mucho, Sasori. Pero tras ganar el campeonato del mundo seguías buscando la perfección y te encerraste tanto en ti mismo que no vi rastro de la persona que eras antes.

- Menma…

- Pero no puedo seguir viéndote así, yo fui quién te dijo que buscaras la perfección pero si vuelves a esa rutina tan dura seguro que…

- La verdad es que al principio me dabas miedo pero me alegra que me hayas enseñado a usar el diábolo, pude conocer a Naru-chan. No te preocupes, Menma, no volveré a ser una máquina nunca más.

- Tsunade-sama, ¿Puedo pedirte que te hagas cargo de Sasori?

- Por supuesto – respondió al segundo con satisfacción.

- Sin embargo, cuando haga una actuación con el diábolo espero que le dé el sueldo que acordamos.

- ¡Eh! Sí…. – dijo frustrada ante la astucia del hombre que tenía delante.

- ¿Entonces eso quiere decir que puedo quedarme?

- Si, por supuesto!

- ¡TE QUIERO MENMA! – gritó mientras el mayor se iba.

 

 

MÁS TARDE EN LOS DORMITORIOS DEL KALEIDO STAGE….

 

- ¡Bienvenidos al Kaleido Stage!

- ¿Ni Sakura ni Sasuke han venido? – dijo uno de  los nuevos.

- ¿Eh? ¿Dónde está Naru?

- Estaba aquí hace un momento.

- Ha salido con un poco de tarta… - dijo otra voz.

 

CON NARU…

Me he subido al techo para pasarle un poco de tarta a Sakura… Espero que le guste, la bajé atada a un hilo y esta al verme volvió a ladrarme como un pitbul.

Me asusté dejando caer el pastel que se le estampó en la cara. Huí al momento de ver el estropicio.

- ¡NARUTOOOOOOOOOO! – definitivamente nuestra relación no iba a mejorar pensé desanimado.

 


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