Se sentía muy incómodo. Esta no era la cita que se había imaginado y tampoco es como si hubiera tenido perspectivas sobre ella, para empezar lo mejor hubiera sido que él escogiera el restaurante y no Akagami ¿Era enserio? ¿Cómo diablos había un restaurante donde todos los días era san Valentín? no, no, corrección ¿A quién se le ocurría llevar a su cita a un lugar como ese? Bueno, al parecer la ciudad estaba llena de gente poco refinada
Primero: la decoración era grotesca, tantos globos rosa y rojos colgando por todas partes, tantas serpentinas y decoraciones en todas las paredes era estresante pero nada, nada se comparaba a esa idea de las mesas compartidas ¿Dónde demonios estaba la privacidad? A su derecha, una mujer que no dejaba de ver su teléfono celular y a su izquierda un tipo que no dejaba de decir estupideces
Pero la gota que derramaba el vaso. Era el tipo que estaba a la izquierda de Shanks, un hombre con una coleta larguísima de un tono celeste y se veía que el pelirrojo se divertía demasiado con lo que ese decía porque no había parado de reír en los últimos 20 minutos o mejor dicho, no había parado de reír desde que lo sentaron junto a él.
Carraspeo un poco llamando la atención de la mesera. Una chica de cabellos rosas y rizados, labios delgados y pintados de un tono rojo, parecía sacada de la decoración del lugar.
-horohorohoro ¿desea algo señor?- esa risa estridente y chillona lo dejó fuera de si por un momento.
-Un café estaría bien-miro con el rabillo de su ojo y Shanks le miraba.
-Lo lamento. Hoy no es noche de café, pero tenemos chocolate con malvaviscos, batidos de fresa con naranja…- y ella siguió dejando ir una retahíla de bebidas dulces que no se le apetecían desde que tenía 8 años.
-Creo que tres cervezas estarían bien- irrumpió Shanks de pronto. Mihawk le miro y la verdad no comprendía que le sucedía, hace un momento se reía a carcajadas y ahora estaba más serio que en un funeral.
-Lo siento horohorohoro no tenemos bebidas alcohólicas, pero hay sidra de manzana si le parece- ¿Qué acaso en ese lugar de mierda no había nada para adultos serios y formales como ellos? Mihawk tenía razón, era un idiota ¿Por qué había escogido un lugar tan absurdo como ese? No debía haberlo intentado de nuevo ¡joder! Talvez debía acabar con esa farsa y aceptar la invitación de Buggy, después de todo, su nuevo amigo era sumamente divertido.
Curiosamente, la noción de diversión de Shanks era tener a alguien intensamente irritable.
-Entonces agua estará bien- respondió secamente el de ojos dorados- Shanks, tengo que hablar contigo- Mihawk se levantó de su asiento y se dirigió a los baños. Si Akagami no le seguía iba a regresar a la mesa, patear al otro sujeto y llevárselo a rastras si era necesario. Para suerte de Shanks, este pidió permiso y lo siguió. Entro a los baños y Mihawk estaba en el centro con los brazos cruzados. Parecía molesto ¿pero cómo diablos descifrarlo si casi siempre tenía el mismo semblante?
-Si vas a decirme que soy un idiota no tienes por qué hacerlo. Sé que soy un gran tonto y sé que estas molesto conmigo por traerte a este lugar. Si quieres irte no te detendré…y tampoco te seguiré molestando- lo último lo pronuncio en un susurro, como si no hubiera querido decirlo porque era la verdad, no quería.
Con la elegancia que caracterizaba al señor Dracule se dirigió a la puerta pasando al lado de Shanks sin decirle nada. Había sido como un golpe ¿otra vez le rompía el corazón? Casi podía sentir las lágrimas escapar de sus ojos cuando escucho el sonido del pestillo de la puerta echándose. Se giró y en un abrir y cerrar de ojos Mihawk lo tenía contra la pared.
-estoy cansado de que siempre hagas conjeturas. Primero me traes a este lugar repugnante y luego me ignoras ¿en qué demonios piensas Akagami?-
-¿Ignorarte?- trataba de procesar la situación sin mucho éxito ¿no se referiría a Buggy? No, no. El gran Dracule Mihawk no podía estar celoso.
-Acepto tu invitación e incluso acepto no escoger donde vamos a cenar a pesar que sé que eres pésimo escogiendo lugares. Luego haces un amiguito y te la pasas riéndote en mi cara ¿crees que estoy pintado? Casi más de 10 años de celibato no elegido y sales con esto- ambas miradas chocaron y sus alientos se mezclaban. Tan cerca de besarse y a la vez tan lejos
-No es mi problema que no hayas buscado con quien satisfacer tus necesidades. Lo único que haces es rechazarme, hacerte el imposible y después quieres reclamarme con tus celos de mierda. Ya estoy cansado de esto- un pequeño tic en el labio superior de Mihwak dejo entrever lo ofendido que se sentía. Shanks también podía ser muy duro cuando se lo proponía y era en esos momentos donde podían entenderse, cuando sus temperamentos se anivelaban y se creaba el equilibrio que faltaba.
-Shanks. Nadie nunca podría ocupar tu lugar- dicho eso, ambos semblantes se suavizaron. Y como una petición muda sus labios se juntaron. El pelirrojo alzo su mano y casi con temor la dirigió al rostro del otro. Mihawk la tomo con la suya y la estrecho
-Con que…estabas celoso de Buggy- le dijo socarronamente contra sus labios.
-Cállate. Cómo iba a estar celoso de alguien como él, cuando sé que aun te mueres por mí- Ojos de halcón se acercó aún más y sus cuerpos se friccionaron. No era mentira que había pasado tanto tiempo conteniéndose. Y ahí Shanks se dio cuenta que ese hombre, el que decía no quererlo ni necesitarlo, había estado aguardando su regreso ¿Por qué mas contenerse entonces? Pudo haber buscado una pareja, pero no, estaba ahí, comiéndoselo a besos y exigiéndole más.
“Me pregunto quién se muere por quien”
En menos de lo que canta un gallo Mihawk ya tenía sus manos dentro de la camisa de Shanks y recorría aquella anatomía con sus manos necesitadas de más, el pelirrojo hizo un sonido que le pareció divertido cuando enredo sus dedos en los bellos de su pecho.
Shanks consiente de lo excitado que estaba el pelinegro. Bajo las manos de su espalda y la llevo hasta sus glúteos acercándolo con brusquedad y logrando que amabas erecciones chocaran. Ya empezaban a desabrochar la cremallera del pantalón del contrario cuando…
Ring-Ring-Ring-ring-Ring-Ring
¿¡A quien mierdas le sonaba el celular en un momento como ese!?
-Mihi…creo que es el tuyo- le afirmo entre jadeos
-Déjalo que suene…- le respondió al tiempo que atacaba aquel moreno cuello con vivacidad. Akagami no podía ser más feliz. ¿Mihawk ignorando una llamada por él? tenía que ser una broma.
El celular dejo de sonar y en cambio respondió la contestadora
“emm Mihwak cuando escuches esto por favor ven a recogerme a mí y a los chicos a la comisaria. Y de paso por favor llama al comandante Garp porque aquí… ¡Hey Luffy! ¿¡Que crees que le estas dando maldito!? Te voy a…” Demasiado bueno para ser cierto pensó Shanks con penumbra. En otras circunstancias se hubiera reído hasta más no poder pero un momento como ese no se iba a repetir.
En cambio a Mihwak toda la excitación había abandonado su cuerpo siendo sustituida por una inmensa furia. Estaba a punto de follar con Shanks, en el baño de un restaurante y era una senda locura. Pero lo que le hacía hervir la sangre era que le hubieran interrumpido ¿Qué gracia tenia arrepentirse por algo que no había hecho? Roronoa iba a estar castigado por mucho tiempo.