Mientras su sobrino estaba en la universidad, Mihawk se dedicó a revisar sus finanzas y estados de cuenta. Conforme mas aparecían los números en su monitor menos podía concentrarse, no habia dejado de pensar en Shanks y en su impredecible comportamiento.
Se supone que cuando te dicen “vete para siempre” no vuelves 10 años después; pero Shanks no era la única victima de todo esto; él no habia nacido con toda la fortuna que tenia ahora. Le habia costado una vida de sacrificios, trabajo duro y dedicación.
Su padre habia sido un hombre temible para los negocios. Toda la familia le guardaba un profundo respeto que rozaba el temor, siempre manipulo la vida de sus hijos y esposa. Mihawk nunca tomaba partida en las discusiones familiares, se limitaba a hacer lo suyo y seguir las reglas al pie de la letra todo lo contrario a su hermana mayor, Kirie, ella era un alma libre, estudiaba artes modernas contrario a lo que su padre quería (ciencias jurídicas), participaba en protestas medioambientalistas y nunca asistia esa reuniones de alta sociedad
“Solo tienes una vida Mihi, no la despedicies haciendo todo lo que mi padre dice” Recordarla siempre le causaba pesar, ella era la única persona que lo entendía. El dia de su muerte, Roronoa Zoro era el único recuerdo de su amada hermana. Un pequeño de 8 años, con el cabello como el de la madre y los ojos como los del padre.
“Te permiti quedarte con ese bastardo de tu sobrino por que siempre me has obedecido. Pero por sobre mi cadáver seguirás con ese pelirrojo; tu decides, el mocoso o el marica de tu novio” fue una decisión de lo mas difícil, no quería dejar a Shanks a pesar que le habia costado tanto admitir lo mucho que lo apreciaba ¿Qué mas podía hacer? En aquel momento apenas y tenia 19 y su padre tenia control total sobre todo lo que le pertenecía; lo último que quería era darle una vida de perros a su sobrino.
“Quiero que te vayas, que te vayas y nunca regreses. Agradezco el tiempo que pasamos juntos pero esto no puede continuar” y así se dio la vuelta dejando a sus espaldas a un Shanks con el corazón hecho pedazos. No quizo decirle la razón porque quería que el pelirrojo siguiera su vida y fuese feliz ¿Qué si fue difícil? Fue un dolor similar al que sintió cuando supo que su hermana no iba a regresar.
El sonido de su celular lo trajo de vuelta de vuelta a la realidad. Un mensaje
“¡Mihi! Espero no te arrepientas porque ya hice las reservaciones :D” No necesitaba preguntar, estaba mas que seguro de saber quien era.
“¿Cómo conseguiste mi número personal?” Shanks sonrió al leer el mensaje, por un momento pensó que lo iba a ignorar.
“Es muy fácil cuando estas enamorado de alguien tan popular” Shanks lo releyó un par de veces antes de enviarlo. Unos segundos después un nuevo mensaje adorno la bandeja de entrada de su celular
“Te vere a las 6:00 Akagami” Mihawk envio el mensaje, pero lo sintió un poco cortante, por lo que no lo pensó mucho y envió otro “PD. No te pongas presuntuoso” Shanks soltó una carcajada y sin demora escribió
“No dudes que estare ahí :) y no soy pretensioso -3-” y con este último mensaje la conversación se dio por finalizada pues Mihawk prefirió ya no responder. No le gustaba utilizar ese aparato generador de cáncer cuando no era estrictamente necesario
~No sé si sea lo correcto Kirie…~ se sobo la sien y siguió en el computador. En ese momento deseo volver a ser un adolescente, para tomar decisiones y no pensárselo tanto.
Mientras tanto en un bar al otro lado de la ciudad
-Aun no entiendo tu lógica Akagami- un hombre de cabello rizado y labios gruesos hablo mientras se llevaba a la boca una botella de sake.
-Ni trates de entenderla, Shanks puede ser bastante inteligente pero en estas cosas es muy tonto- esta vez hablo un hombre obeso
-Ya, ya no sean tan rudos con él- un hombre alto de cabellos negros servia dos copas de vino
-Benn, dejalos. Ellos tienen toda la razón…- el pelirrojo agarro una de las copas y se tomo su contenido de un solo trago
-Shanks…- el llamado Benn miro con un poco de tristeza a su amigo
-Sabes que somos tus amigos Shanks, pero recuerda ¡Diez años! No son dos meses o un año. Son 3650 dias- Yasopp lo miro muy serio- Pero de igual manera te entiendo, yo esperaría por mi esposa toda la vida si fuera necesario-
-Lo que Yasopp quiere decir es que si vuelve a tratarte como hace 10 años nosotros nos encargaremos de hacerle ver su error- Benn poso su mano en el hombro de su amigo. Diez años habia sido mucho tiempo, Shanks habia guardado recelosamente su dolor aparentando que todo estaba bien. Todos pensaban que habia superado al hombre con Ojos de Halcon, pero repentinamente habia decidido intentarlo de nuevo.
-Tu siempre eres el que nos anima cuando estamos en problemas- Lucky se llevo una pierna de pollo a la boca- No importa las decisiones que tomes. Te apoyaremos siempre- Shanks los miro a todos con mucho cariño. Talvez la decisión no habia sido la mejor, tal ves se hubiera ahorrado mas humillaciones para su orgullo; pero Mihawk lo valia…
-Les agradezco todo chicos…además- guardo silencio unos segundos para darle mas suspenso al momento- …tengo planeada la venganza perfecta- Shanks soltó una carcajada, al tiempo que se llevaba toda la botella de vino a la boca. Sus amigos se alegraron de ver que el pelirrojo seguía siendo el mismo…o algo parecido.
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Se subió al autobús pensando en que lo único bueno de esa mañana era que al menos sus calcetines combinaban con sus bóxers. Zoro apreciaba mucho a su tío y estaba enterado de cosas sobre Mihawk que ni el mismo se imaginaba; incluso con respecto a Shanks lo sabia todo, sus altos y bajos, de ser por él le hubiera dicho a Mihawk que aceptara al pelirrojo, quien como un fiel cachorro habia vuelto a su lado. Un cruel rechazo y una rotunda negativa pero ahí estaba de nuevo, ¿Qué mas prueba quería Mihawk? No es que el fuera un experto en el tema de las relaciones, su primera y última relación lo habia dejado marcado.
Sentia la ausencia, si, pero las noches de insomnio habían terminado hace un tiempo y su corazón estaba casi por completo sanado; habia sido lo bastante fuerte como para no desfallecer. Si su tio quería dejar ir a Akagami, él no era quien para decirle que hacer o que no hacer, solo pensaba que era una reverenda estupidez que se comportara como hace 10 años siendo una persona totalmente independiente.
-¡Oi! ¡Zoro! Su amigo Ace se subió unas paradas mas adelante y se sentó junto a él.
-Hola Ace- el peliverde noto que parecía un poco molesto- ¿te sucede algo?
-Eh no, bueno si. ¿Recuerdas lo que hizo mi abuelo hace unos días?- Zoro asintió- Los Fénix son una familia muy acaudalada e invitaron a mi abuelo y a nuestra familia a cenar, ya sabes como agradecimiento
-No veo cual es el problema…- Zoro sabia de sobra que mientras hubiera comida gratis, los D. no podían faltar
-El problema es que el único que lo va a acompañar voy a ser yo- el pecoso se cruzó de brazos- Y no quiero usar un estúpido traje
-Pues, dile que estas ocupado-
-No, ya sabe que no tengo ningun compromiso y ¿tu? ¿Qué te cuentas? Te noto pensativo- Ace era bastante deductivo cuando prestaba atención a los detalles.
-No es nada, solo que a veces las decisiones de Mihawk me molestan y al mismo tiempo me confunden- Zoro apoyo su codo en la ventana y se dedico a ver el paisaje. Ace no le pregunto mas, sabia que a su amigo no le gustaba hablar de cuestiones familiares, por que aunque Zoro a veces fuera rudo y un poco tonto no era del todo indiferente con los sentimientos de los demás, especialmente los de su tío. De igual manera podía imaginar de donde venia la cosa, pues el Magnate millonario Dracule Mihawk, un ser impenetrable, frio y calculador que raramente se equivocaba en algo; tenia una sola debilidad, una que lo hacia mover sus piezas sin pensar. Casualmente esa “debilidad” era un amigo muy cercano a Luffy.
Una vez en el campus, cada uno tomo su lado prometiendo encontrarse en el almuerzo. Para Ace las clases pasaron con suma lentitud, no era como si quisiera que ya fueran las cinco solo que el dia estaba avanzando mas lento de lo normal y se sentía inusualmente ansioso como un animal salvaje que acaba de ser privado de su libertad. No es que fuera un cobarde, simplemente no quería dar un mala impresión.
En cambio Zoro levantó un libro y escondió su cabeza tras el para poder dormir. Dentro de poco seria 14 de Febrero, dia en el que Zoro siempre estaba mas gruñon que de costumbre y no era exactamente por que fuera un “viejo cascarrabia odia sentimientos” sino, por que ese dia era el aniversario de muerte de su querida Kuina. Y aunque ella siempre solia decir que era estúpido que en un solo dia al año todos se pusieran ridículamente romanticos siempre tenia un regalo para Zoro, detalle que él nunca pasaba desapercibido. Podia ser una mujer independiente y lista, pero no dejaba de ser femenina por ello; para el peliverde ella era un equilibrio perfecto entre dulzura y tenacidad.
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Zoro y Ace se encontraron en la cafetería y comenzaron a buscar donde sentarse, unas mesas mas alla vieron a Law y a Kid comiendo. Se acercaron y el pelirrojo estaba mas molesto de lo usual, mientras que el moreno leía apaciblemente ignorando todo a su alrededor.
-¡Hola chicos!- Ace se sento frente a Kid y Zoro frente a Law- ¿Qué le pasa a Kid?- pregunto Ace mientras se llevaba a la boca la hamburguesa doble que habia comprado
-No lo sé, creo que esta molesto…- le respondió Law restándole importancia
-De eso ya nos dimos cuenta, digo ¿Por qué esta molesto?- insistió Ace
-Seguramente se vio en el espejo antes de salir- Law aparto la vista de su libro, para llevarse un poco de pure de papas a la boca.
-¡Dejen de hablar como si yo no estuviera aquí! Y tu Trafalgar eres un hijo de Puta- Kid tenia unas ganas de golpear a los pelinegros idiotas pero con eso su problema no iba a solucionarse. Zoro casi nunca se metia en las discusiones de esos dos, porque no habia cosa que le alegrara mas a Law que ver a Kid retorciendo de furia y él no era quien para arruinar la diversión del moreno.
-¿Quieres calmarte Kid? Haber, cuéntanos que te paso- teniendo hermanos como Luffy, Ace habia aprendido a ser bastante paciente. Kid abrió un portafolio que descansaba en la mesa y saco unas páginas llenas de letras.
-La rabieta de Eustass-ya es que teme que no le crean que hizo la tarea a tiempo- Zoro solto un risita y Ace tomo las hojas para revisarlas
-Ja-ja-ja muy graciosito Trafalgar ¿Por qué no te metes tus conjeturas por el culo?- En ese momento Kid quería tomar el delgaducho cuello de Law y apretarlo hasta que ya no respirara
-¡Oh! Usaste las palabra “conjeturas” ¿desde cuando te volviste tan sofisticado Eustass-ya?-
-No veo que este mal en tu informe, todo esta bien- le dijo Ace devolviéndole las hojas antes que Kid iniciara una pelea con el estudiante de medicina.
-El problema es que el desgraciado de Mr. Crocodrile no cree que yo haya hecho el informe- Un “ja” sínico por parte de Law hizo que Kid se enfureciera aun mas -Tu te callas Trafalgar, antes que con un aguja te cosa esa bonita boca de puto que tienes-
-Roronoa-ya ¿iras a la inauguración de Pirate Ship?- dijo el moreno ignorando magistralmente al encarnado.
-Si, tengo llevar a los chicos en el auto- Zoro recordó como su adorable amiga le habia pedido amablemente un aventón para ella y el resto de sus amigos. Se levantó y con un ademan se despidió, porque sino no iba a llegar a tiempo al parcial; ahora ¿Dónde quedaba el salón 3-A?
-¿ Y tu Portgas-ya?-
-No, no ire. Tengo que acompañar a mi abuelo a una cena en la casa de los Fénix-
-Jajajajaja te vas a ver tan campesino en la casa de esos millonarios- a Ace no le hizo nada de gracia ver a su amigo pelirrojo reírse como si no hubiera mañana.
-Eustass-ya…-
-Enano, si me estas invitando a la inauguración claro que voy. Es mas, yo te llevo en mi motocicleta- Kid se levantó y tomo el panesillo que Law estaba por llevarse a la boca. El moreno se sonrojo y prefirió no decir nada, el bermejo podía ser todo un misterio. Ace arqueo una ceja al ver esa escena y vio como Kid a unos pocos metros escupía el panesillo e iba diciendo algo inentendible. La respuesta era simple: pan integral.