Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Slice of Life por Radhe

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cinco

Estuvo nadando toda la tarde, hasta que el agua se puso helada, al punto de cortarle la piel. Salió del lago y miró la cascada, le gustaba el lugar, había vivido allí sus primeros años, antes de que le llevaran al santuario, había sido su hogar. Pero ¿le seguiría agradando en cincuenta años?, ¿en doscientos?

Dohko suspiró, secándose los hombros; podía sentir su propio cuerpo fibroso, duro, en la flor de la vida, el cuerpo que Shion había amado muchas noches, con el que había yacido. Gruñó, no tenía tiempo para arrepentimientos. 

Se colocó una túnica holgada y se sentó al pie de la cascada, encendió su cosmos y obligó a su corazón a enlentecer, casi hasta pararse. Pudo sentir el cambio gradual en su cuerpo, sin la sangre para nutrirlo, se fue haciendo blando, pequeño, débil.  

Cuando llegó la mañana ya no era él mismo, sus piernas se habían  acortado, y sus pasos debían disminuir también, y además ir lentos o se agitaba. Su rostro estaba ajado, había perdido mucho cabello y lo que quedaba estaba opaco. 

Suspiró. No importaba, Shion lo recordaría tal como había sido. 

Se sentó nuevamente, al borde de la cascada, armándose de paciencia, iba a ser una larga estancia en los Cinco Picos; pensarlo le causó gracia, sobre todo el nombre, porque en realidad las montañas sólo eran cuatro. 

 

Reconciliación


Tenía ganas de tirar el maldito casco al suelo, era sofocante y eso que rara vez utilizaba la máscara. Se dejó caer sobre el trono patriarcal maldiciendo. ¡Esto no era lo que quería!

No había sobrevivido a la guerra para encontrarse lejos de Dohko, y aun más, para siempre, porque Dohko le había prohibido terminantemente ir a Rozan y perturbar su misión. 

Shion se deshizo del casco con lentitud, e igual lo hizo con la túnica. Estaba acalorado y cansado, entrenaba todo el día con los nuevos aprendices y no le parecía suficiente. Todos los caballeros habían muerto y aunque los aprendices seguían con vida él no se sentía apto para enseñarles, como –por ejemplo– podría mostrarle al aprendiz de acuario la técnica de la Ejecución de Aurora si él mismo no comprendía su funcionamiento. 

Se pasaba las noches en la biblioteca, investigando sobre todo eso, pero la teoría nunca igualaba la realidad, si al menos Dohko no se hubiera ido… y ese era el motivo real de su desaliento, hacía dos meses que no tenía ningún contacto con él. Se sentía solo y desesperado. Finalmente, decidió escribirle, fue una carta corta pero efusiva. Y la envió con el emisario antes de que callera la noche. 

Tres semanas después Shion estaba mucho más satisfecho, el aprendiz de Acuario había podido realizar la técnica por sí mismo y estaba cerca de ganar su armadura, como algunos otros y aún más, en el Templo Mayor le esperaba la respuesta de Dohko, una de reconciliación y afecto. A partir de entonces comenzaron a escribirse, a veces unas pocas veces al año, otras tanto como permitían los emisarios, dependiendo de las circunstancias. 

Así, ninguno de los dos volvió a sentirse solo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).