Hannah estaba mal herida así que no se pudo defender cuando Canterbury la ataco por la espalda sin darle una explicación por su acción lo cual la desconcertó y la enfureció, como se atrevía a traicionarla ahora que más lo necesitaba, ahora que su amo lo necesitaba, se ponía en su contra y la atacaba bruscamente pero no le hacia el suficiente daño como para dejarla inconsciente o incluso matarla, era como si se contuviera o estuviera actuando solo para ayudarla. Si eso debía ser, porque él no podía traicionarla de buenas a primeras después de tantos siglos a su servicio. Solo esperaba que esa deducción fuera cierta por su propio bien y por el de Alois.
−Es cruel ver como uno de tus aliados se pone en tu contra y no dudes que los otros dos harán lo mismo y que me entregaran al conde Trancy y así tu veras como lo tomo a la fuerza, ese será tu castigo por ponerte en mi contra –dijo Claude acercándose peligrosamente.
−Estas mal si piensas que dejare que lo vuelvas a lastimar, si Thompson y Timber me traicionan como lo hizo Canterbury yo sola protegeré a mi amo con mi vida.
Hannah ya había deducido que Canterbury solo estaba fingiendo así que decidió actuar ella también para hacer de aquella mentira algo mas creíble aunque no sería sencillo engañar a un demonio como Claude, aun así se jugarían la vida por ello pero lo que más temía era si ya se había dado cuenta del plan del sirviente de cabellos morados y solo estaba burlándose de los dos, eso no lo sabía pero tenían que dar el todo por el todo si querían obtener más tiempo en lo que Alois llegaba a la mansión Phantomhive a salvo y sin ningún inconveniente aunque ese quizá fuera otro nuevo infierno para su amo, bueno de eso se preocuparía una vez que derrotara a su oponente.
−Eres optimista pero eso no te librara de tu castigo por enfrentarme y mucho menos salvaras a ese chiquillo engreído y fastidioso, de lo que tengo planeado hacerle. –Claude la tomo del cabello y la arrastro por toda la mansión hasta llegar al recibidor donde la aventó al piso y llamo a Canterbury −. Quiero que me traigas al conde Trancy en lo que yo termino con esto y si osas traicionarme te ira muy mal tal como les ira a los otros dos si no quieren cooperar.
Dicho esto Canterbury hizo una inclinación y se marchó algo lejos para que Claude no notara su presencia pero esto era un arma de doble filo ya que el tampoco sabría si el demonio habría matado a Hannah y si eso pasaba, estarían en desventaja considerablemente, aun así espero la oportunidad perfecta para atacar por detrás y así tener ventaja aunque bien sabía que esa noche no sería la noche en la que se deshicieran del mayordomo, eso sería absurdo pero al menos tratarían de dejarlo lo más herido posible para que tomara tiempo su recuperación, al igual que la de ellos, y así tener más tiempo para encontrar la forma de matarlo de una vez por todas pero no tenían mucho tiempo puesto que si se tardaban en sacar a su amo de aquella mansión a donde lo habían llevado quien sabe que cosas perversas le harían el conde Ciel Phantomhive y su mayordomo Sebastián Michaelis.
Hannah seguía en el suelo pensando en que hacer pero Claude al verla tan pensativa dedujo que la sirvienta estaba pensando en su amo y eso le pareció divertido, ver como aun al borde de la muerte ella seguía pensando en ese chiquillo que solo la había tratado mal claro todo por su culpa pero aun así le parecía divertido.
−Eres una tonta pudiste salvar tu insignificante vida con tan solo entregármelo pero ni hablar, tu decidiste esto y ¡Ahora te atienes a las consecuencias! –Lo último lo grito mientras sacaba un pequeño cuchillo dorado y se lo aventaba directo a la cabeza.
Hannah logro esquivarlo muy difícilmente, no pensó que la atacaría a muerte tan rápido ella se imaginaba que primero se divertiría torturándola pero quizá tenía planeado matarla rápido y luego ir por el conde al lado de su supuesto aliado. Claude volvió a atacarla pero esta vez logro darle aunque no a la cabeza como él quería, sino en el hombro derecho del cual comenzó a emanar sangre tiñendo la ropa de Hannah de color carmín y unas cuantas gotas cayeron al suelo manchándolo.
−Veo que tienes buenos reflejos pero ya me estoy hartando así que terminare con esto de una buena vez –dijo lanzando más cuchillos al aire de los cuales cuatro se incrustaron en el cuerpo de la sirvienta.
Uno en cada brazo y pierna impidiéndole moverse por el dolor, pero ella no se quedó atrás ya que cuando Claude lanzo los cuchillos ella saco de sus ropas un arma de fuego y le disparo hiriéndole el brazo izquierdo haciendo que el demonio trastabillara pero en cuestión de segundos se recompuso y arremetió contra está provocando que estuviera a punto de perder la conciencia pero logro reponerse y levantarse aun con los cuchillos clavados, volvió a disparar a diestra y siniestra pero no con el fin de matar a Claude sino de llamar la atención de Canterbury.
−Deja de pelear bien sabes que estas perdida tan solo ríndete. –Claude corrió ágilmente hacia Hannah y la estampo contra la pared dejando caer su peso sobre ella impidiéndole moverse.
−Yo no soy una cobarde que se da por vencida tan fácilmente y si no quieres que te mate aquí mismo desaparece y no vuelvas jamás o de lo contrario no tendré piedad.
−No estás en la mejor posición como para decir algo semejante no vez que ya estas más que muerta que viva. Pero es una lástima eras una gran sirvienta pero con tu debilidad insultas a todos los demonios.
−Tu eres el que no está en la mejor posición como para decirme semejantes cosas porque un mayordomo no traiciona a su amo.
−Es mejor terminar tu sufrimiento ahora mismo –levanto el brazo con el cual sostenía uno de sus cuchillos y cuando se disponía a enterrarlo en el corazón de su oponente, sintió un gran dolor en el abdomen y escupió sangre.
−Te lo dije ¿No? –dijo Hannah sonriendo sínicamente.
−No dejare que lastime a joven amo ni a ninguno de sus sirvientes. −La voz de Canterbury resonó por toda la sala.
−Maldito traidor sabía que no cambiarias de parecer tan fácil pero eso ha sido un gran error.
El sirviente clavo más su brazo y luego lo saco de un tirón sacándole un gemido a Claude el cual se desplomo en el suelo pero cuando Hannah trato de atacarlo este se levantó y esquivo su ataque estampándola contra Canterbury quien del impacto cayó al suelo.
−No crean que esto termina aquí solo dejare que vivan un poco más pero tengan por seguro que obtendré lo que quiero.
Una vez que dijo esto salió lo más rápido que pudo de la mansión Trancy perdiéndose entre la espesa vegetación del bosque dejando atrás a Hannah mal herida y a Canterbury atendiéndola para que parará de sangrar.
Claude no se daría por vencido pero primero tenía que averiguar adonde se habían llevado a su presa y que tan difícil seria recuperarlo ya que no planeaba moverse a siegas y arriesgarse a una derrota.
Prepárate Alois Trancy porque lo que te tengo preparado será peor que lo que te imaginas.
Paso casi tres horas cuando Thompson y Timber regresaron a la mansión Trancy con la noticia de que su amo ya se encontraba a salvo en la mansión Phantomhive aunque también tuvieron que agregar la noticia de que en el camino encontraron a Claude quien los quiso enfrentar pero al verse tan vulnerable opto por ignorarlos y caminar sigilosamente hasta perderse del campo de visión de los dos demonios.
Durante toda la noche estuvieron atendiendo las heridas de Hannah y una vez que se estabilizo la dejaron descansar mientras ellos limpiaban la mansión como de costumbre pero la mansión no era la misma sin su amo al cual empezaron a extrañar.
Una vez que amaneció Hannah se vistió y busco ropa para Alois y la metió en una valija una vez terminada esa tarea busco una hoja y comenzó a garabatear algo después lo metió en un sobre y le puso el sello con el emblema de la familia Trancy para posteriormente dársela a Thompson junto con la maleta para que la llevara a la mansión Phantomhive.
−Una cosa más, vigila a Sebastián no quiero que le ponga un dedo encima al joven amo si intenta algo atácalo y pon a salvo a nuestro amo de lo contrario lo pagaras. –La voz de Hannah era amable pero a la vez amenazante.
Thompson salió de la mansión y se fue lo más rápido que pudo a la mansión del conde Ciel, cuando llego se encontró con Bard el cocinero de la mansión quien al notar la presencia del demonio se le acercó rápidamente y lo comenzó a interrogar pero al ver que este se reusaba a cooperar quiso atacarlo aunque fue detenido por Sebastián.
−No debería estar aquí –dijo el mayordomo haciéndole una seña al cocinero para que se retirara.
−La señorita Hannah me mando para darle la ropa del joven amo y esta carta –le dio las cosas y dio media vuelta en señal de retirada.
−Espera, dile que su amo estará bien siempre y cuando no hayan pasado el tiempo acordado a y otra cosa hay un cambio de planes su amo solo tiene una semana y media en vez de tres porque mi amo no puede exponerse a que Claude trate de atacar la mansión.
Thompson no volteo pero Sebastián noto que se tensaba y eso le reconforto, el saber que en menos de dos semanas tendría a su disposición el delicado y blanco cuerpo del conde Trancy aunque le frustraba saber que Claude lo tomo primero que él y que haya roto su orgullo eso no se lo perdonaría y cuando lo viera lo enfrentaría para dejarle claro que él era el más fuerte de los dos y lo humillaría para hacerlo pagar por adelantársele.
Hare pagar a Claude por tomarlo y dejare mi marca en el conde Trancy eso dará a entender que el me pertenece a mí y a nadie más. Cuídate Claude que te hare pagar con creses.