El palacio de konoha tiene una estructura magnifica con buenas dimensiones, con unos escalones para antes de ingresar al majestuoso palacio. Sus jardines reales eran lo más hermosos y únicos comparados con los otros reinos.
-conde orochimaru, a qué se debe esta visita tan repentina- dijo el rey fugaku, un señor de porte y mirada impotente dentro del despacho del palacio. Frente a él se encontraba un sujeto de larga cabellera negra, piel pálida y ojos como los de un reptil se trataran- acaso no ha quedado claro que mi siguiente sucesor al reino será mi primer hijo. Itachi
-por supuesto, rey fugaku- sus ojos encajaron sobre los príncipes que hacían su aparición dentro del despacho- por eso mismo eh venido, a felicitaros por su decisión
-…- miró desconfiado al conde y fijó su mirada en sus hijos
-padre, kakashi-san, aun me sigue tratando como un niño- se quejó el menor – yo ya eh cumplido mis diez años, soy un adulto
-ototo. Yo tengo catorce y me sigo considerando un niño contigo- le susurro aquellas palabras estando a su lado
-será decisión tuya… en cambio yo, eh madurado- dijo alzando la mirada
-las frutas maduran, las mujeres maduran… hermano, no crees que están yendo algo lejos- se rio divertido- gran hime-sama
- ¿hime-sama? – se sonrojó ante ese comentario recordando la historia que siempre le encantaba- solo se trata de la reencarnación de la princesa, eso… eso no debería…
-vaya, vaya – comenzó a reír el conde haciendo que los menores dejaran de hablar, mirándolo sorprendido- los príncipes aún creen en ese cuento fantasioso
-¿fantasioso?
-sí, ese cuento de niños que aún sigue rondado por nuestras tierras, solo para hacer que la gran pasión vuelva a nuestros corazones- soltó con burla- acaso no se han dado cuenta, que es imposible que un dios pueda fijarse en un simple mortal y que por consiguiente haga muchas cosas por esa persona. Por favor, deberían de buscar otro método para avivar nuestra llama interna… no con cuentos absurdos de romance. Estoy seguro que no existe
-es una falsedad. La historia fue contada cada año, a cada descendiente. Es un hecho que pasó- dijo itachi con mirada fuerte digna de un próximo rey- sasuke, no hagas caso de lo que habla
-hmp, aún siguen pensando como niños- su mirada se colocó sobre el rey quien veía serio todo aquel acto- rey fugaku, así será gobernado el pueblo. Con mentiras
-padre, yo sé que es cierto- soltó esperando la confianza de su progenitor
-itachi, hay cosas que son verdaderas- miró a su sucesor con seriedad- el pueblo sigue esperando por esa princesa, y si fuera el caso con sasuke. Él es un varón. Los dioses no se dispondrían a jugarnos con algo así…
Sasuke bajo su mirada, teniendo un extraño dolor en el pecho.
-sé que no la conozco. Pero la descripción encaja en todo. Tengo la sensación de que es sasuke la reencarnación de la princesa. Él dios kyubi nos está poniendo a prueba. Los dioses saben que konoha es la nación donde hay más pasión y coraje…
-príncipe itachi, usted tiene mucha pasión por esa historia. Si fuera el caso, la reina mikoto encajaría en todos los aspectos, aun no siendo completamente de sangre real
Sasuke se cubrió sus oídos y salió con rapidez de aquel lugar, pasando de un lado de su guardián kakashi.
-¡príncipe sasuke! – Llamó preocupado pero solo lo vio seguir corriendo- príncipe itachi, será mejor seguirlo, pueda que decida abandonar el palacio
-desean pruebas- miró al conde y a su padre- se los traeré- soltó furioso para dar su última mirada en el conde y salir junto al guardián real Hatake, pero fue detenido por las palabras del conde antes de cruzar la puerta
-acaso, príncipe itachi, no estas enterado de la ley de los dioses- se siguió burlando tras aquella espalda del menor- un dios no puede amar a un simple humano
-esa ley fue rota hace años. Y ellos estaban dispuestos a ser felices antes de que intentaran separarlos. Pensará que ha ganado algo, pero le aseguro que no ha ganado nada. Con su permiso, señores
-“tonto, por supuesto que gané algo, y ese algo hará cambiar todo este pueblo”
El príncipe itachi tenía una gran desconfianza en el conde. Estaba enterado que sería el siguiente en la corona, pero que el conde orochimaru ambicionaba serlo, por lo que siempre llegaba al palacio para ganar la confianza de su padre. Se podía notar en esas palabras del conde el querer perjudicarlo para hacerle ver a su padre que no era apto para ser su sucesor y que seguía siendo muy joven para serlo.
-realmente no voy a dejar que se salga con la suya- salió del palacio y buscó con la mirada a su hermano menor- debe haberse ido a un lugar amplio, pacifico, pero donde no haya persona alguna que pudiera interrumpirlo…- un lugar específico se le pasó a la cabeza, sudando frio ante aquella deducción-kakashi-san, los caballos, rápido
-como diga, príncipe itachi
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El pequeño rubio de nombre naruto se encontraba comiendo de aquel platillo del que su tío y abuelo hablaban, terminando por ser también su preferido.
-quiero otro más, viejo- soltó aun llevando la capucha que le cubría sus cabellos y parte de su vista, pero aun así podía darse cuenta de la persona que le atendía.
-discúlpelo, es que acaba de salir de casa y su padre no ha sabido educarlo- dijo apenado ante el comportamiento de su sobrino- naruto, trata de comportarte… debes demostrar tus modales
-ah… lo siento, tío…
-descuida, en parte es cierto- echó un suspiro pesado ya que naruto en si no había tenido relación alguna con otras personas- por cierto. Te dije que te fascinaría
-más que eso… esto es muy bueno- dijo cogiendo el platillo servido y con sus palillos preparaba aquellos fideos para metérselo en la boca- es magnífico-ttebayo
-¿ttebayo?...- lo miró confundido ante aquella palabrita- a qué viene eso
-no lo sé… solo se me vino-ttebayo – siguió comiendo totalmente maravillado
-realmente esto no le gustará a tu padre. Podrá hasta pensar que llegué sacarte del bosque- se levantó dejando lo necesario para pagar todo lo que comieron- será mejor regresar, naruto
-¿eh? ¿Pero por qué?... aun mi estómago tiene espacio para más raciones de ramen
-no eres una vaca, así que ese será tu ultimo plato
-que mal…- soltó con pena, pero aun así volvió con su ramen y lo acabó en poco tiempo- ¡muchas gracias viejo!
-¡narutooo!- lo reprendió
Cuando llegaron a la entrada para el bosque, pein observó a su sobrino con algo de lastima, pero que aun así estaría dispuesto a volver con él y hacerle sentir parte de aquel mundo fuera de los árboles, realmente esperaba hacerle feliz.
-mañana vendré. Tal vez podamos regresar con el señor y pedirle unas raciones de ramen
-¡en serio! – dijo con entusiasmo
-por supuesto…- le sonrió- y no solo eso, iremos a otros sitios más del pueblo
-¡genial! – sonrió muy contento para luego venirle algo en la cabeza y terminar por ver el bosque- es cierto, olvide algo en mi cueva. Hasta mañana, tío pein
-hasta mañana naruto, y evita salir del bosque a menos que este yo, entendido… será mejor que evites hablar con extraños
-claro, claro- se metió con prisa
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El príncipe itachi subió a su caballo al igual que su guardián protector, recibiendo una lámpara por si la búsqueda se tornara larga, además de que la noche estaba haciendo su aparición en el inmenso cielo.
-kakashi
-diga, príncipe itachi- se colocó a su lado con el trote de su caballo marrón mientras le entregaba su espada
-sasuke está dentro- dijo serio
Kakashi comprendió a que se refería.
- eh escuchado leyendas que quien ingresa al bosque divino, termina siendo tentado por criaturas misteriosas- dio trote con el caballo mirando el camino- si su corazón no es limpio terminan por ser llevados por esas criaturas que prontamente se alimentan de su vitalidad…
-eso, es cierto- dijo el guardián- príncipe itachi. Me pregunto qué es lo que pretende el conde orochimaru rompiendo los sueños del príncipe sasuke
-no lo sé… a veces pienso que va hacia mí su insaciable rencor, pero esta vez ha ido contra sasuke
-bueno, será mejor no darle importancia y será mejor apresurarnos
El príncipe dio inicio a la búsqueda seguido por su guardián que lo seguía de cerca. El lugar a donde irían…
Era el bosque.
-espero poder encontrarte, sasuke…
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Los preparativos ya estaban listos y la noche ya había comenzado a cubrirlos, aquel teñido rojo se despedía en el horizonte, y la luna hacia cada vez más su espléndida aparición.
Aquella fiesta no era necesario tener la presencia del rey, porque su tributo estaba más entregado a la simbolización de un amor que fue prohibido por los dioses.
Las danzas en pareja pronto se presentaría, por mientras los bailes solitarios eran bien vistos y aplaudidos entre toda la gente del pueblo como el mejor espectáculo, pero aquello solo estaba iniciando.
Mientras las luces de las lámparas de globo brillaban en la plaza del pueblo, la luz de la luna brillaba dentro del bosque que lo recibía silencioso. Aunque algunos animales no dejaron su habitual trabajo, como los grillos sonando al mismo tiempo, y el búho sin quedarse atrás.
Los pasos con prisa interrumpieron de la monotonía del bosque encantado, sonaron hojas y tallos crujirse, ramas golpearse entre otras y un jadeo que acompaño a los demás animales.
-ahh…- cayó al tropezarse contra algo que no dio importancia
Sus cabellos azabaches fueron también iluminados por la luna y sus oscuros orbes acompañaron la noche.
Era sasuke, el príncipe joven del reino de fuego.
En el momento que sasuke levantó su mirada, se sorprendió en contemplar el mejor paisaje que haya podido sus ojos ver.
Había una laguna con un puente a mitad del camino, a su alrededor hermosas flores que quedaban bien con el contraste de aquella noche con su majestuosa luna, y sobre ella luciérnagas que pintaban el lugar.
Un sonido en aquella laguna le hizo salir de aquel encanto. Levantándose del suelo se dirigió hasta ese pequeño puente para comprobar de que se trataba, terminando por sentarse en la orilla de aquel puente, contemplando el reflejo de la luna que creaba la laguna.
“vaya, vaya… los príncipes aún creen en cuentos fantasiosos” fueron las palabras del conde
“itachi, hay cosas que son verdaderas…” y las palabras de su padre, el rey
-si es solo una mentira… ¡¿por qué me importa mucho?! – soltó para sí mismo con enfado mientras fruncía las cejas, hasta que sintió una indescifrable presencia que hizo que su corazón diera un palpitar fuerte y extraño
Sasuke giró su mirada sin saber lo que podría encontrarse, terminando por distinguir la nueva silueta en aquel lugar que había hallado.
Cabellos rubios, un cuerpo de niño cubierto por un manto, tres extrañas marcas en cada mejilla y unas orbes azules que al encajarse con la suya oscura se tornó rojiza y brillante como si fueran un rubí.
Otro extraño palpitar de nuevo y el escuchar las voces fantasiosas de su hermano pasar en su cabeza redactándole aquel cuento de la princesa y el hijo del dios de fuego, como cada noche lo hacía antes de irse a dormir.
-¿quién eres- ttebayo? – dijo naruto sin despegarse de las oscuras orbes, tan diferentes a las que acostumbraba ver en su familia que llevaban azules como el suyo
-será… será acaso…no, no puede ser- se levantó queriendo decir algo que desgarraba su garganta al querer salir-…pero entonces… porque yo…- su cuerpo se sintió débil como mareo. Un frio que pasó por su piel para posarse como capa. Otro palpitar más y un tropiezo entre sus piernas para ir contra la laguna
-¡oyeee! – gritó naruto cuando lo vio tambalearse, dejando su capa sin importarle donde caería, corriendo hacia él sin poder lograr evitar su caída hacia la laguna. Por lo que se lanzó y se sumergió para dar con aquel azabache que había caído inconsciente.
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Dentro de una vieja cabaña en el interior del bosque, se encontraba una persona mayor de cabellos rubios, ojos azules y piel clara, dando vueltas con total preocupación hasta que un joven con taparrabo blanco apareció, agregando también un arco y flechas que llevaba encima.
-cupido… hijo de venus y de marte, el dios de los enamorados, a qué se digna su presencia… - lo miró sin quitar la preocupación en su rostro- el pueblo pronto requerirá de usted para la danza de parejas… si es por mí, aun guardo el recuerdo de mi difunta esposa…
-es una lástima, Minato. Creí escuchar el latido de dos corazones cerca de acá… fue un llamado demasiado fuerte…
-a qué te refieres… - lo miró confundido hasta que recordó el rostro de su hijo, alarmándose al instante- no puede ser, naruto…
Salió de la cabaña, seguido de aquel dios de delicado aspecto, adentrándose a los árboles que rodeaban la cabaña dispuesto a encontrar a su hijo esperando que sus temores no se hicieran realidad.
-no puedo dejar que esto suceda nuevamente… no con mi hijo…