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My Last Goodbye por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Bueno mis amores ya estoy nuevamente aqui con un nuevo capi!! espero que sea de su agrado! quiero agradecer a mis bellas estrellitas por comentarme alegrando mi nublado dia... muchas gracias kaorugloomy, QueenRaven-Stark, Innaluu, LORDMOON y Daniel! los adoro!~

Sin mas ni mas: A leer se ha dicho!

Tras derrotar al mayor enemigo de la seguridad y la paz, Harry estaba exhausto y molido hasta los huesos; presenciar todas esas muertes, destrucción y dolor en el ambiente no le hacía ningún bien, más que supurar su alma y cortarla en mil trocitos que sabía que ni el tiempo podría sanar en su totalidad.


Pero antes de recurrir a sus amigos, a su familia no sanguínea, solo una cosa le importaba en esos momentos “Draco” era lo único que pudo pensar y a paso veloz se dirigió hacia él. El lugar en el que habían prometido reencontrarse si todo salía bien, el sitio de sus últimas reuniones secretas y testigo privilegiado de sus palabras y muestras de afecto; el cuarto del rubio en las mazmorras.


Cuando los platinados ojos se encontraron finalmente con los verdes, como las hojas amarillas en pleno otoño, sus preocupaciones cayeron al suelo y con una sonrisa de satisfacción entretejida con todo su amor, ternura y devoción se abrazaron como nunca, disfrutando sin prisa su contacto, hallarse íntegros y a salvo, con la esperanza de hacer realidad todos sus sueños.


-Te amo, mi dragón- le dijo con un ligero temblor en su voz sin querer soltarlo como si temiera que se desvanecería entre sus dedos si se alejaba aunque sea un par de centímetros; era increíble que ahí estuvieran sanos y salvos; por Merlín agradecía volver al refugio de esos cálidos brazos que le acobijaban como ninguno.


-Y yo a ti, mi amor…- contestó besándolo con ansias -aunque apestas- el azabache le dedicó una sonrisa traviesa mirándolo de arriba abajo.


Aunque, que se le va a hacer; peleó, murió un rato y después resurgiendo de entre los muerto acabó con el señor tenebroso… era imposible que estuviera como recién salido de la ducha” pensaba con divertimiento sin soltarle “Ohh Salazar…” le estrechó fuertemente poniendo su frente en el hueco de su cuello; por unos segundos creyó que no la contaba  y que gran parte de su corazón moriría con él.


-Tú no hueles precisamente a rosas, mi vida- contestó el moreno volviendo a unir sus labios- ¿te apetece un baño?- el rubio sin dudarlo asintió y con coqueta galantería lo guió hasta su ducha personal.


-Ustedes sí que viven como reyes…- dijo en voz baja el azabache anonadado de todo el exceso de lujo en las molduras plateadas con motivos de serpiente en cada chapa, en cada perilla y las tonalidades verde oscuro que invadía el ostentoso lugar, casi tan amplio como el baño de los prefectos, o al menos así le pareció.


-¿Qué te puedo decir? Tener menos alumnos en Slytherin tiene sus ventajas…- susurró en su oído desprendiéndole pieza a pieza la ropa impregnada con sudor, tierra y sangre, recorriendo con ternura sus largos dedos pálidos las incontables cicatrices, moretones y cortes en su bronceada piel, menguando un poco su dolor con su frío toque.


Harry sentía deliciosos estremecimientos con su tacto lleno de amor, sus atenciones prodigiosas velando por su salud, esperando sanar sus heridas con cada roce y con sus más dulces besos que no tardó en repartir por todo su cuerpo.


-Draco… mi dragón…- suspiró atrayendo su rostro para tenerlo cerca y poder besarlo como se debe, agradeciéndole siempre estar ahí para él, inamovible con su amor inalterable que hacía que todas esas sensaciones y sentimientos se acrecentaran tanto que lo guardaba en su interior celosamente, orgulloso de poseer, pues indudablemente le ofrecía su corazón con cada respirar y el estaba seguro que su amado príncipe de las serpientes en retribución también le ofrecía su fragante y puro corazón; mas dichoso no podía ser.


-Shh…- lo acalló con besos candorosos, delirantes, impresos de todo lo que con palabras no bastaban para expresar –déjame consentirte, mi héroe…- con un rápido beso se alejó solo un poco para preparar un tan necesitado baño que los relajara.


El moreno miraba expectante los resueltos movimientos de su amor, depositando esencias de diferentes colores al agua que adquiría fragancias diferentes, mas burbujas y vapor que a Harry se le antoja echarse un chapuzón de inmediato; sus heridas aun supurantes clamaban por un poco mas de atención que con un movimiento de manos se sujetó por los delgados hombros de Draco y metiendo mano bajo su túnica sintió su enervante tersidad, con sumo cuidado la deslizó por sus brazos hasta sacarla por la cabeza; besó ansioso su hombro siendo recompensado por los agradables jadeos de su dragón.


-Hazme tuyo, mi amor…- se volteó para encararlo.


-Pero… creí que…- su garganta se secó súbitamente, aunque su cuerpo ardía por él, su pequeño raciocino le recordó que le había prometido esperar -¿Cariño, no querías que llegáramos puros y castos al altar?- mordió su labio, sus barreras temblaban al igual de su expectante cuerpo; era imposible resistirse a esa mirada de plata que le regresaba la mirada cargada de desbordante pasión y anhelo de consumar por fin sus ilusiones.


-Hoy, en una semana, dentro de cinco años, no importa Harry… quiero sentirte… no quiero que nada nos separe…- pasó delicadamente sus brazos por el cuello del Gryffindor sintiendo como se erizaba con ese simple pero tan tentador gesto.


-Y nada nos separará dragón… no lo permitiré…-


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Pasaron tres días entre esas cuatro paredes; tres gloriosos días amándose sin recato, sin preocuparse el qué dirán ni lo que pensaran los demás, solo preocupándose por llenar su corazón una y otra vez demostrando con sus besos, caricias y unión de sus cuerpos todos sus sentimientos más profundos.


Se ahogaban en su pasión desenfrenada, sus suspiros y jadeos, sus primeros inexpertos y tímidos encuentros, preocupados por no dañar al otro, intentando con todas sus fuerzas brindarse todo su amor que albergaban sus lozanos corazones palpitantes solamente por el otro; sus siguientes uniones desbocadas en éxtasis ya agarrando confianza y plenitud se embriagaban en su calor, en su ímpetu y necesidad de reafirmarse a ellos mismos y al mundo que se pertenecían y nadie podría impedirlo.


Aunque la vida en su pequeño paraíso terrenal tuvo que terminar abruptamente pues, ser el héroe y salvador del mundo mágico requería su presencia ante la comunidad; Draco lo comprendía.


-Descuida, tienes que ir… aparte seguro y los Wealsey’ s te necesitan…- dijo el rubio acariciando su mejilla con devoción, por fin podrían estar juntos y nadie se interpondría; aunque claro, para hacer público lo suyo tenían que atenerse a la espera y aguardar que los ánimos menguaran “ya esperé bastante tiempo… creo que puedo esperar un par de meses más” pensó ilusionado.


-Pero ¿y tú?- Harry realmente estaba angustiado, no quería apartarse de su lado, simplemente no lo concebía, pero ahí estaba su amor, pidiéndole que fuera con sus amigos dejándole a su suerte por angustiosos días, semanas, tal vez incluso más.


-Cuando las cosas se calmen mis padres y yo volveremos, no antes… pues ya sabes con la muerte del viejito y de mi padrino nadie más que tú puede avalar nuestra participación en el bando de la luz… el estúpido acuerdo quedó destruido con el fuego maldito… por tanto nada podrá librarnos de mínimo ir a juicio…-


Harry apretó los puños, eso en verdad no era lo que planeaban, se supondría que los Malfoy no tendrían que enfrentarse a amenaza por parte del Ministerio pues ellos también eran héroes de guerra “no mortifagos como los harán ver si no se esclarecen las cosas”


Y ahora por culpa del plan no tan bien planeado de Dumbledore la familia de Draco tendría que esconderse en su refugio en Francia.


-Vuelve pronto a mi Dragón, que me encargaré que todo se solucione…-


-Hey, solo serán 5 meses en lo que arreglan la escuela, se calme todo y los alumnos recuperen las “maravillosas” ganas de estudiar- la ironía en su voz era buena señal que no pudo más que confiar en sus palabras como si fuera la única verdad en el oscuro mundo; mirándolo una última vez a sus preciosos ojos de mercurio lo besó como si un hubiera un mañana.


-Es una promesa…-


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Un mes había pasado después del reinicio de clases y Draco apenas había podido regresar, aunque añoraba a morir estar con Harry, la forma para regresar a su lado no había sido la optima pues todo había sido un desastre.


Los aurores los encontraron en su refugio y leyéndoles la “cartilla” se comenzaron a llevar a sus padres, sin embargo, semanas antes su madre como medida adicional le había dado un traslador para reunirse con Harry en Hogwarts pues necesitaba su ayuda para salvarles.


“No les fallare” pensó soltando todo el aire que tenía contenido en sus pulmones lo vio caminar a paso rápido hacia la torre de Astronomía y ahí estaba, Harry, su Harry.


-Harry…- dijo en una angustiada voz como si se tratara de un cruel juego de su mente atormentada. Tomó con sus manos su vientre al sentir una punzada; sus manos temblaban y apenas podía ponerse en pie.


Tenía que estar entre sus brazos para sentirse mejor, que con su dulce voz le dijera que todo estaría bien y que él se encargaría de solucionar aquel embrollo, pero con lo que no contó fue con la mirada fría que le dedicó el moreno cuando le vio que le hizo pararse en seco.


-¿Harry?- volvió a llamarle acercándose por instinto de manera cautelosa. Había visto miles de veces aquellos ojos y ellos siempre le dedicaban una devoción y afecto sin par, que en ese momento estaba ausente en esas aguas verdes teñidas de molestia y odio.


-¿Qué quieres?- su voz jamás sonó así de punzante, como si juntando todo su desprecio pronuncio aquellas dos palabras que detuvieron su corazón.


-¿Por qué me hablas de ese modo?- el moreno en un rápido movimiento tomó su mano tan fuerte que le dolió – ¡AUCH! ¡Óyeme! ¿Qué te crees?- se soltó del agarre –necesito tu ayuda, deja de comportarte como un perfecto imbécil- la risa sínica le golpeó con fuerza la cara.


-¿Un perfecto imbécil? Jajaja, aquí el único perfecto imbécil eres tu Malfoy… O prefieres que te diga “¿mi amor?” o “¿dragoncito?”- rió mas fuerte -¿Qué necesitas mi ayuda dices? ¿Crees que por ser la puta del salvador del mundo mágico te da derecho de mangonearme con tu vocecita mandona? Sigue soñando Malfoy…-


Draco negó con la cabeza era imposible lo que oía, sentía que sus piernas fallarían y caería; le faltaba el aire, su labio comenzó a temblar.


-No… deja de… jugar… tu… dijiste que… me amabas…- quería creer que era una broma de muy, muy mal gusto, pero cada vez creía menos en su intento de tapar el sol con un dedo y mucho menos cuando comenzó a reír de esa forma tan hiriente que jamás había escuchado.


-¿Realmente creíste todo lo que te dije? Pobre iluso idiota sangre pura, cualquiera pensaría que por ser una serpiente sabrías diferenciar una actuación de la realidad, pero me equivoqué, no sabes cuan divertido fue jugar contigo, Malfoy, tenerte en mis manos, para después aplastar tu patético corazón... -


-¡CALLATE!- demandó cubriéndose los oídos, no podía seguir ahí escuchando todo eso peor que caminar sobre vidrios rotos, que desgajaba su corazón en mil trozos y explotaba sus sueños con el mayor descaro y de la manera más ruin.


-¿No te gusto? Pues es la verdad DRAAACO, simplemente fuiste un experimento… a ver qué tan bajo caías y he de decir que te llevas las palmas cariñito… ¿Qué se sintió gemir bajo de mi y gritar mi nombre…?- no pudo terminar por el tremendo golpe que le propinó en su nariz con las fuerzas últimas fuerzas que tenía.


-¡VETE A LA MIERDA POTTER!- sentía un grueso nudo en la garganta impidiéndole tragar saliva, todo en su interior derrumbado, el torrente de lagrimas aglomerándose en sus ojos que con todo el dolor de su corazón se prohibiera derramar una en su presencia.


Arrastrándose trató de alejarse pero se sentía tan débil, con su magia inestable y con un creciente pavor vio al azabache limpiarse la sangre de su nariz con un gesto burlón.


-¿A dónde crees que vas? Si no he terminado contigo Malfoy… ¡CRUCIO!- como un latigazo recorriendo su cuerpo se retorció de dolor por breves instantes que lo único que intentó proteger con todas sus fuerzas restantes fue su vientre esperando con ello proteger aquello que guardaba.


Lo último que escuchó cuando se detuvo fue un Expulso y un golpe sordo algo alejado de su posición. Todo daba vueltas y comenzaba a desdibujarse.


-Draco…- quiso articular palabras a la rubia que lo sostenía con cariño observándole con congoja, pero la oscuridad era más fuerte y le tragaba que lo único que podía hacer era dejarse llevar por ella.


 

Notas finales:

Sip, lo se... fue bastante bastante... omgshh no me odien!! recuerden que si me mantan se quedan sin final! (pero de todos modos me escondere hasta que pase el peligro bajo mi capa de invisibilidad por si acaso eje)

los adoro y espero sus rr, claro... si quieren y piensan que los meresco...

nos vemos el lunes! :D


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