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My Last Goodbye por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Wow! sigo sin poder creer que llegara hasta aqui!! La gran finale, si señores!! omgshh!! quien lo diria!! creo que llorare... no... tengo que ser fu-fuerte... ¡Buaahh! *sale corriendo a llorar a un rincón*

No los entretengo mas mis queridas estrellitas, espero que sea de su agrado y... A leer se ha dicho~*

“-Nos vamos, y no vamos a volver…-” aquellas palabras repiqueteaban inquietas en su mente. Eran inconcebibles conjugarlas en la misma oración con el nombre de Draco y Peony en ella, pero era más que imposibles comprenderlas y mucho más asimilarlas sin que un trozo de su corazón se quebrara lamentablemente.


-¿Por qué estás diciendo eso Draco?- el semblante siempre angelical de su rubio teñido con tristeza lo miraba, como instándole a interpretarlo por su cuenta, pero era imposible –no tienes que hacerlo… Peony y tú ya no corren peligro alguno… Ginny…- no lo dejó terminar.


-No. Esto no se trata sobre la terrible situación con ella…- hizo una mueca de desdén apretando sus parpados. No quería pensar en esa desquiciada y todo lo que sucedió solo el día anterior; fue demasiado rayando en la improbabilidad. Inhaló profundamente calmando el malestar instalado en su pecho que apenas y le dejaba respirar con normalidad –bueno… en parte…- hizo una pausa.


 Harry con su infinito amor, tomó su delgado cuerpo por sus hombros buscando los ojos grises que siempre le robaban el aliento cada que se posaba en ellos.


No había flaqueza más que determinación en esa plata liquida. Por más que eso le fragmentaba su sentir, no podía permitirlo. Esperaba tener la fortaleza para persuadirlo de esa destructiva decisión que ya estaba formada y madurada en su cabeza.


-Ella ya está en Azkaban, Draco. Ya no podría hacernos daño- acarició su mejilla con el dorso de su yema dactilar. Era tan suave como el durazno, tan fría pero tan cálida a la vez que aceptando la caricia ladeó la cabeza instándole a seguir.


-Los aurores… ellos me vieron en tu casa… no nos dejaran en paz…- habló en trémula voz sin abrir los ojos; quería concentrarse en ese roce al que sabía que más temprano que tarde tendría que renunciar.


-¿De qué estás hablando? ¿Qué tiene de malo que te hayan visto?-


-Tú no lo entiendes Harry… esto esta mas allá de nuestro control- dio un paso hacia atrás lejos de ese cálido refugio que era el cuerpo de su amor; se sentía asustado de volver a perderle, no creía soportar separarse nuevamente, pero era necesario.


 –La manera en la que me libré de un juicio en el Wizengamot fue porque mi madre y los padres de Pansy invirtieron una asquerosa e impensable cantidad de galeones para que no pusiera ni un pie en el Ministerio… ¿sabes lo que hubiera pasado si me hubieran visto gestando de seis meses? ¿Y lo que hubieran pasado cuando se enteraran de que el bebe en mi interior no era de nada más y nada menos que del salvador del mundo mágico?- Puntualizó cada palabra sintiendo aun la amargura de ese tiempo subir su garganta, sabiéndose abandonado y traicionado por aquel que tanto le juró. Harry enmudeció ante aquella expresión de profundo dolor. 


-Y para empeorar las cosas, de un padre más que amnésico que seguro lo único que recordaba era que me odiaba y que por supuesto jamás me hubiera puesto un dedo encima apropósito, al menos de esa manera… ¡me hubieran crucificado, Harry! Y ya ni hablar de mi niña… una hija fuera de matrimonio concebida en dudosas condiciones…-


-¡Eso no es cierto!-


-¡Pero a los ojos del mundo eso fue! No les importará ni un poco que nos amaramos, las promesas que nos hicimos, ni mucho menos… ellos buscaran la forma de dañarnos… no dejaré que Peony sufra por algo de lo que no tiene la culpa…-


Harry gruñó furibundo de solo imaginarse aquella escena; la multitud enfurecida, censurando y hablando pestes sin fin… la gran cantidad de escándalos e injusticia profesada sin piedad por todos los medios hacia su querido Draco y Peony, su dulce e inocente niña…


-Pero podemos con ellos Draco, ellos entenderán…- su voz fue perdiendo brío.


Era tonto engañarse pensando que la gente cambiaría o vería de otro modo las cosas, siendo tan cerrada de mente y fría de corazón, no harían excepción alguna ni siquiera por ser el salvador del mundo mágico, ni mucho menos dudarían dos veces en apedrear a su familia con la más vil saña - nadie les hará daño, yo no lo permitiré…-


-Pero el daño ya está hecho, ¡Tuve que lanzarle un obliviate a mi pequeña!- exclamó sollozando abrazándose a sí mismo. Tuvo que romperse aquella promesa que se hizo, de jamás usar su magia en su pequeña y para eso no tenía perdón. Harry boqueó impactado. –ella despertó en la madruga con su carita bañada en lagrimas diciendo que soñó con una bruja mala ardiendo en fuego… no podía calmarla… fue demasiado para ella… no podía dejarla con tan terribles recuerdos… no podía… - Harry lo atrajo en un apretado abrazo sintiendo el cuerpo de su amado temblar.


-Está bien… hiciste lo mejor…- trató de reconfortarle, pero Draco era oídos sordos y continuó.


-Solo es cuestión de tiempo para que la pequeña calma en la comunidad mágica explote cuando se enteren… seguro y me acusan de darte amortenia y pidan mi linchamiento en la plaza pública por corromper al valioso niño dorado con mi maldad Mortifaga…- sonrió amargamente ante el semblante ensombrecido del moreno –te amo Harry… pero no podemos estar juntos… tú tienes tu vida aquí… cosas por hacer y resolver…- con ternura recargó su frente contra la suya.


-¿Y tú?- preguntó al punto de quebrársele la voz amenazando con que en cualquier momento soltaría a llorar.


-Me ofrecieron un puesto de redactor en jefe en una revista en Estados Unidos ¿puedes creerlo? Yo no… se que un Malfoy es bueno en todo lo que hace y todo eso, pero… no imaginé que me dieran tal reconocimiento…- su voz no estaba mejor que la del moreno; pero no dejaría ver traza alguna de lágrimas, porque estaba seguro que una vez que lo hiciera, ya no podría calmarse hasta que Harry le obligara a quedarse.


-Es porque eres el mejor en lo que sea que haces, cariño…- Draco lo estrujó más hacia sí –no puedo dejarte ir Draco… eres una parte de mi…- apretó los ojos con todo el dolor de su alma y no contestó. No porque no hallara las palabras, si no porque quería engañarse a sí mismo y fingir que realmente podía quedarse al lado de ese hombre que desde aquella primera vez al pie del lago negro, engarzó su vida con la suya.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Peony aun dormía gracias a una pócima relajante que le suministró. Le dolió hacerlo, pero sabía que de estar despierta se resistiría a dejar a Harry y su convicción flaquearía… Con ternura apretó su pequeño cuerpo que cargaba como cuando era más pequeña; acunada contra su corazón.


El aeropuerto está infestado de muggles que iban y venían de todas direcciones a diferentes velocidades. Unos estaba en situaciones similares a la suya, donde no querían abandonar a la persona querida, sin embargo otros varios se dirigían a las puertas eléctricas con la frente en alto como si no le debieran nada a nadie; casi sentía envidia de ellos…


-Te amo, hija mía…- murmuró Harry besando la cabecita azabache que descansaba sobre el hombro de Draco –y a ti te amo muchísimo, mi hermoso ángel engalanado de plata…-tragó saliva con dificultad, todo por culpa del cumulo de sentimientos en su garganta. Estaba seguro que si no estuviera lo suficientemente decaído, se habría reído por la tan usual pero nada mal recibida cursilería de su amado león.


Sin importarle la muchedumbre ni dar show, jaló con fuerza de su abrigo, uniendo sus labios en un profundo beso a la par que su corazón vibraba reconociendo a su otra mitad. Ese beso salado y lleno de agonía dolió, pero más lo hizo el tener que separar los cuerpos fundidos en uno solo y las manos que se negaban a obedecer -Adiós Harry…- 


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Cuando Peony abrió sus ojos no reconoció donde estaba. Las paredes de ese lugar eran mucho más amplias que las de su casita en Cherry Street y el techo tenía vidrio que dejaba ver los primeros rayos del sol “¿o serán de la tarde?” parpadeó absorta buscando algo familiar y seguro, o simplemente esperó poder despertar de ese extraño sueño.


De un momento a otro comenzó a recordar; su papi le mencionó sobre irse a un lugar llamado “Cali…forny” o algo así y que su amiga Maybelle y Chris los acompañarían. Negó con su cabeza y buscando a tientas sus zapatitos, se puso en marcha en ese extraño lugar.


-¡Papi! ¡Señor Harry!- llamó de viva voz esperando encontrarles; pero al único que encontró fue a su querido padre que con su varita estaba acomodando las cosas de las cajas de mudanza. Peony por fin recordó aquello que se negaba a reconocer y sus ojitos verdes se llenaron de lágrimas.


-¿Qué sucede pequeña?- preguntó asustado poniéndose en cuclillas para estar a su altura. La mirada de reproche y su pequeño puchero ocasionó un nuevo tirón en su pecho.


-¿Por qué no me dejaste despedirme de mi papá?- sollozó desconsoladamente dándole tirones a su camisa hasta cansarse y depositó su carita llorosa en su vientre.


-¿Q-Qué?-se quedó helado “¿Qué fue lo que dijo?” se preguntó sin podérsela creer, no era posible que lo supiera o ¿sí?


-Se que él es mi otro papá…-frotó sus ojitos con el dorso de su mano tratando de acallar sus hipidos y Draco mas tembloroso que una hoja en pleno vendaval secó con un pañuelo sus ojitos ahora enrojecidos por la fricción.


-¿C-Cómo…? ¿D-Desde cuándo?-


-Tía Pansy me dijo hace tiempo que mi papá tenía ojos verdes y cabello negro como yo… y… y que también tenía una extraña cicatriz en su frente con forma de rayo…- gimoteó quedito –yo lo vi papi… cuando se quedó a dormir con nosotros, lo revisé esperando que fuera él… quería que fuera el… ¿verdad que él es mi papá?- Draco la abrazó con ternura a la par que asentía y su pequeña intensificaba su llanto.


Tanto que dudó como decirle algo tan crucial y delicado, para que ahora resultara que ella lo supo desde hacía semanas.


-¿Ya no nos quiere? ¿Por eso no vino con nosotros?- jaló aire secando sus lagrimas con el suave pañuelo bordado que su padre le acercó –Peony promete ser buena niña…- Draco se estremeció con esto último y la acunó en sus brazos.


-No, mi amor, no es por ti, tú eres un angelito y nunca dudes que él nos ama con todo su corazón… pero hay cosas malas; cosas que nos podrían hacer daño si no nos cuidamos, princesa… el no vino con nosotros para protegernos-


-¿Es porque es un héroe?- hipó mirándole con ilusión y preguntó con timidez.


Draco sonrió arrullándola en su regazo -Si Peony… es un gran héroe que no fallará a su palabra por nuestro bienestar…-


*~*~*4 meses después*~*~*


“Oh mi hermosa luna de plata… ya no estás mas para iluminarme…” Susurró al viento que se llevó su lamento y con su mirada verde enfocó las lejanas colinas esperando que de alguna u otra forma su voz llegara a su adorado dragón.


Sabía que despedirse de Draco y Peony fue lo más dolor le ocasionó… nada se comparaba a ello, ni las torturas de Voldemort, ni la angustiante travesía que realizó en busca de los horrocruxes… no, esto era cien veces peor. Ahora que conocía la verdadera felicidad, la vida carecía de significado sin ellos. Era como vivir con el alma hecha jirones, dejando su corazón desnudo ante la intemperie, marchitándose con cada día de su ausencia.


Durante esos angustiantes cuatro meses pareció que se convirtió en un autómata, con un solo pensamiento en su mente, cada paso que daba era buscando a su amada familia. Sus manos esperaban sostener a su dragón rubio y sentir su deleitable tibieza junto a la suya; escuchar la melodiosa vocecita de su pequeña y su inconfundible alegría… los extrañaba a morir.


Recargándose en el pasto acarició la lapida de su querida amiga que yacía imperturbable con solamente el epitafio “Hermione Jean Granger, Amada esposa, hija y amiga. Nos dejaste sin tu brillantez e imbatible calidez, dejando un profundo hueco en nuestros corazones. Descansa en paz nuestra querida niña dorada”


-Como nos haces falta Hermione…- murmuró mas para sí mismo que para su ahora amiga incorpórea. Ella seguro y tenía algún consejo útil que darle, pero ahora, ya no estaba para guiarlo.


Con pesar conjuró un arreglo de flores y miró de soslayo a su querido Ron; quien estaba más que delgado y abatido por esa gran pérdida. Sus ojos azules ya no reflejaban la animosidad de antaño pues la sombra del no poder conciliar el sueño y las incontables lagrimas derramadas parecían haber succionado hasta el último rayo de su amigo.


Ninguno de ellos merecía sufrir tanto por un ser tan ruin como Ginebra, quien, pese a haber pagado sus crímenes con la pócima de Pansy y su perpetua residencia en Azkaban, nada les devolvería a Hermione ni los años de sufrimiento de Draco…


-Se que ella estaría orgullosa al ver que no soy tan insensible como una cucharita ¿no crees?- suspiró con pesar, solo pudiendo acariciar su hombro para darle una clase de ánimo que sabía que no llegaría a Ron.


-Solo sé que no le gustaría que te la vivieras al pie de su recinto… seguro y te regañaría diciendo cosas como que te podrías enfermar o cosas así…- Ron sonrió dándole la razón, para después volver a sollozar.


-Eso suena a algo que ella haría… La extraño cumpa…-


-Yo también…- le abrazó dejándole ver que su pesar era compartido –aunque he de decir que me preocupas tu- declaró débilmente pues sabía que su amigo estaba reacio a cualquier comentario de ese tipo.


-Estaré bien Harry, descuida… ella así lo querría, pero no puedo… seguro me diría “ya deja de estar con la cabeza entre las piernas Ronald, que es un bello día y podrías aprovecharlo en algo útil”- dijo esbozando una sonrisa triste imaginando a su castaña dándole un coscorrón con uno de sus tan preciados libros haciendo un mohín tan “Hermione” a la par que se atusaba su esponjoso cabello café.


Suspirando se levantó quitando el exceso de pasto en su pantalón.


-Se que no te pregunté nada sobre tu relación con el hurón antes… digo… Malfoy… pero… ¿Cómo están las cosas? ¿Te has comunicado con él?- Harry negó lánguidamente.


-Despreocúpate de eso Ron…  se que todo se arreglará en su momento- dijo con media sonrisa, un poco más seguro de estas últimas palabras; palabras que siempre le dedicaba Luna para darle ánimos y ayudarle a no querer subirse al primer traslador que viera para ir directamente a Estados Unidos. “todo se arreglará” pensó lo más optimista que pudo.


Ron le dedicó una intensa mirada; no es que comprendiera en su totalidad la historia de Harry con la serpiente albina, pero sabía que su amigo no solo está en aquel estado melancólico por añorar a Hermione, como él.


Suspiró. Tal vez Malfoy no fuera su persona favorita ni mucho menos, pero, si Harry le quería, el lo apoyaría, fuera cual fuera su decisión.


-Entonces compañero ¿y ahora que es lo que vas a hacer?-


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Levantándose de su cómodo sofá por quinta vez en esa hora, le restregó sus papeles pulcramente seleccionados en el rostro de su amigo de cabellos rizados, quien se empeñaba con ahínco en contradecirle. Cansado se frotó el puente de su nariz.


-Pero Draquis, si solo escucharas, creo que si cambiaras el párrafo 3 por el 5 quedaría mucho mejor impacto…-


-Nada de peros, ya dije que se queda así-


-Pero…-


-¡Christian, largo de mi casa! Ya tengo el nuevo formato con su respectivo orden, ya todo está en perfecto estado para ser imprimido-


-¡Dray! Que amargadito estas- dijo haciendo puchero peor que chiquillo de cinco –si fueras chica, diría que estas en tus días- Draco se horrorizó por su comparación.


-¡Haz algo Maybelle!- prorrumpió sobándose la frente. Era más que desgastante lidiar con él cuándo se empecinaba en algo; aunque era bastante competente en su trabajo, no por nada había pedido que le contrataran a él y su eficiente secretaria, pero con las ultimas semanas simplemente no lo soportaba.


-Descuide jefecito, ahorita me lo llevó- dijo la chica de cabello ahora rosa fosforescente remangando su blusa para comenzar a jalar de la oreja a un quejumbroso Christian en dirección de la salida como si fuera una de esa maestras pasadas de moda que amaban torturar a sus alumnos.


-Oye May, ¡duele! Draco ¡dile que no sea cruel!- exclamó gesticulando exageradamente, sacando de sus casillas a la mas que tranquila muchacha.


-Nada de eso, Maybelle, consigue que no se regrese- con un asentimiento se comenzó a alejar con el chico de ojos verdes a rastras.


-Hasta mañana mister Malfoy- Draco dio un asentimiento despidiéndose con la mano y cerró la puerta cuando los perdió de vista del largo pasillo.


Estirándose cual gato trató de relajar todos los músculos de su cuerpo, dio pequeños golpecitos en sus hombros más que agarrotados. A pasos lentos se fue a asomar a la habitación de su pequeña quien estaba practicando uno de sus movimientos de ballet frente a su espejo de cuerpo entero, danzando al compás del lago de los cisnes sumergida en su mundo; Draco no dudó en sonreírle con cariño. Como daba gracias a Merlín y Morgana por ese su pedacito de cielo.


Sin hacer ruido, regresó a la sala.


-Ahh… creo que ya no puedo mantenerme en pie por mucho rato…- exclamó adolorido dejándose caer sobre la silla y observó esas cuatro paredes ahora de un acogedor color verde pálido que eran inundadas de sus tan preciadas fotos de Peony.


En definitiva era mucho mejor ese departamento que el anterior en Cherry Street, mucho más amplio, con gran iluminación y muchísimo más decente que incluso a su madre no le parecería tan mal vivir con ellos.


Volvió a suspirar. No le estaba yendo tan mal, su trabajo era estable y bien pagado, era prácticamente su propio jefe y era libre de hacer su santa voluntad con su sección;  su hija estaba sana y salva, bien adaptada al cálido clima de California y su agradable gente que prácticamente les recibieron con los brazos abiertos y buena disposición, era mucho mejor de lo que esperó para su nuevo comienzo… sin embargo, como siempre en sus momentos a solas, no podía dejar de pensar en él, su gran amor…


“4 meses sin ti es difícil Harry” pensó mirando una foto especial ahora enmarcada sobre su chimenea, aquella de su sexto año cuando eran ingenuos y llenos de sueños que esperaban cumplir… pero sin embargo las circunstancias los empujaron nuevamente por caminos separados.


“Pero tú fuiste quien le alejó” le dijo esa vocecita reprochadora que tan bien conocía y que esos últimos meses insistía con ansias aquello que bien conocía. Rodó los ojos soltando todo el aire que tenía.


Como anhelaba verle y poder escuchar el sonido de su voz, su tan inocente sonrisa y brillantes ojos verdes enmarcados por esos rebeldes cabellos negros en los cuales sus manos anisaban perderse. Pero no podía… no podía ser débil.


Miró en su anular ese precioso anillo de compromiso y con una inconsciente necesidad comenzó a recorrerlo con delicado gusto con su pulgar esperando que de alguna manera la caricia prodigada, le llegara mágicamente a su amado Gryffindor.


Un toque en la puerta lo sacó de sus por demás profundas cavilaciones haciéndole refunfuñar. No quería pararse, pero, tampoco podía dejar a quien quiera que fuera esperando; pues, estaba casi seguro que se trataba de Christian que regresó llorando a pedirle perdón por ser tan cabezota.


“Idiota” pensó sacudiendo su cabeza.


El chasquido de la puerta fue lo último que escuchó antes de quedarse atónito. Su cerebro pareció apagarse por breves instantes, sin embargo, no entendía como aun podía mantenerse en pie. Su respiración se cortó y sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas.


-Tu…- murmuró llevándose las manos a su rostro cubriendo su boca. No podía ser cierto, estaba casi seguro que era uno de esos sueños que siempre tan bellos llegaban a él en el cobijo de la media noche para después irse desesperanzadores por la mañana como burlándose por apartar aquello que tanto amaba.


Con temor alargó tembloroso su mano, esperando que de un momento a otro se desvaneciera entre sus dedos como muchas veces había pasado, sin embargo, aquello no pasó; era solido y tan cálido como siempre. Ahogó un sollozó y un fuerte pecho lo recibió como si no hubiera pasado ni un solo día.


-Ya esto en casa Draco…-


 

Notas finales:

¿que les parecio? espero que bien jiji! sigo sin poder creer que ya sea el ultimo capi!! omgshh!! ya solo nos queda el epilogo~*

realmente espero que les haya gustado este capi porque siento que me salió algo mal, pero despues de varios intentos creo que fue el que mejor quedó y aqui esta jiji~

los adoroo!! muchas gracias por su apoyo! en especial a kaorugloomy, Innaluu, QueenRaven-Stark, LRMV, Aylin, Aby Black, helenhades, Annie, Marshalperroyaoista, Grimmyshiffer, CaocTaisho, Takamina, anonimo y Jokerina~* muchas gracias por sus maravillosos comentarios :D

Nos leemos en el cierre *O*


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