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RUKI, KAI Y LAS PRECIOSAS por ChizuruTakachan

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Notas del capitulo:

 

 

Lo bueno es que ya saben que yo nunca termino a tiempo!!!! Pero aquí esta a conti. Ya sólo un pequeño epilogito por parte de Ruki, y terminamos. 

 

AHORA LEAN!!!!!! :) 

 

 

2ª PARTE

 

 

~*~RUKI 2006~*~

 

 

 

—Estírate un poco más… ¡Estoy seguro que con Kai te abres más de piernas!

—Claro que si imbécil… ¡Pero eso era antes de tener a su bebé dentro!

 

No sé cómo se me ocurrió escuchar a Uruha y su grandiosa idea del Yoga prenatal. Pero ahí estaba yo, tirado en el piso de nuestra sala, con un vientre a mi parecer gigante. Una elasticidad nula, y un estúpido amigo cara de pato queriendo estirar mis extremidades como su fuera bailarín del Volshoy.

 

—Enano, ¿estás seguro de tener casi cuatro meses? A mí se me hace que perdieron las cuentas y ya estás por parir.

—¿En serio crees que estoy tan gordo? —Me asuste tanto al escucharle hablar de mi apariencia. —¡¿Cómo voy a terminar la gira si no entro en el vestuario?! Uruha… ¡¿Por qué nadie me dijo que me veía tan mal en el pv de Filth in the beauty?!

 

Corrí a encerrarme en mi guardarropa y mirarme frente al espejo, según Kai, me veía perfecto y el tiempo era el propicio para terminar el pequeño tour de promoción, sin que se notara mi estado. ¡Pero ahora todo mundo se enteraría y nos acosarían con morbo de saber quién me la metió! Tan preocupado estaba por todo lo malo que se nos avecinaba, que no oía los gritos de Uruha aporreando la pequeña puerta. 

 

—Enano, sal de ese maldito lugar antes de que Kai llegue y me degollé vivo. ¡Sal ahora antes de que se entere!

—¿Qué me entere de que? ¿Dónde está Taka?

—¡De nada! No pasa nada… y Ruki… ahorita sale, no paso nada.

 

Uruha se oía tan nervioso, que podría jurar que estaba bailando de un lado a otro. Así que salí. Necesitaba un abrazo de Kai y que planeáramos como evitar todo lo malo a la banda.

 

—¿Qué sucede cariño? ¿Te sientes mal? —Sentí las manos de Kai tocar ansioso mi rostro y su voz preocupada. Yo sólo negué con la cabeza y él me abrazo. —¿Te molestan las hormonitas? ¿Quieres que te mime?

—Estoy muy preocupado… Uruha dijo que me vea tan gordo como si fuera a parir… ¿Qué va a pasar con la agenda si yo me veo tan mal? ¿Tendré que dar conferencia para informar que estoy embarazado? ¡¿Y si las fans ya no quieren oír nuestra música porque estoy gordo y feo?! —Le mire con los ojitos llorosos.

—¡¡¡TE VOY A CASTRAR URUHA!!!

—¡¡¡YA NO ESTOY AQUÍ!!!

 

Oímos cómo la puerta de la casa era cerrada de un golpe y Kai me abrazaba amorosamente. Nos acostamos juntos y entre mimos me quede dormido. Para cuando desperté ya era hora de la cena y salimos a hacerlo a un pequeño local.

 

Grave error.

 

—¡Miren una piña!

 

Kai y yo charlábamos tranquilamente, cuando un chico raro, se acercó a nosotros y con euforia señalo mi cabeza, sin quitar su sonrisa de idiota y ojos de psicópata.

 

—Disculpa… ¿Te conocemos? —Kai aparentaba socializar tranquilamente, pero yo sabía que estaba a una palabra tonta de saltarle encima al mocoso raro. —Porque si no es así, te agradeceré que nos permitas cenar tranquilos.

—Soy Satoshi, vocalista de Girugamesh y admiro a Ruki-san. Fui a verlos al Budokkan y… ¡Por favor Ruki-senpai, dígame algún consejo para ser tan bueno como usted! ¡Seamos amigos!

 

¡Lo que me faltaba! Un tipo disque músico que cree, que porque yo soy un poco famoso, tengo la obligación de guiarlo por el camino del éxito. ¡Mi contrato no decía nada de eso!

 

—Ten un estilo propio y cuando lo encuentres, platicamos. Ahora déjame cenar tranquilo.

 

Terminé de comer lo más rápido que pude. Sabía que el chico raro seguía en el local, así que dejé que Kai se encargara de la cuenta mientras yo le esperaba en el auto. Acariciando tranquilamente mi pequeño bebé.

 

 

 

 

~*~KAI 2006~*~

 

 

 

 

Nuestro bebé, en realidad eran dos. ¡Nuestra vida era perfecta!

 

Bueno, casi…

 

—¡KAAAIIIII…! ¡¿Trajiste mi helado de chocolate con menta?!

—Si cariño, un litro por si tenías mucho antojo…

—Pero quiero con galletas de chispas…

—Ya no hay. Sólo quedan de chocolate sencillo. ¡Igual sirven!

—¡Pero los bebés quieren de chispas! Sé un buen padre y tráeles sus galletitas a tus bebés.

—Taka… ¡Está lloviendo! ¡Te dije que me pidieras todo lo que necesitabas para traerlo de una vez!

 

Sólo había una cosa a la que le tenía miedo, y eso era el silencio. Cada vez que Takanori hacía un berrinche, se deprimía, o se ponía furioso, guardaba silencio.

 

Y al entrar a la habitación, lo encontré mirándose al espejo, acariciando su vientre ya muy visible, con las mejillas húmedas y en silencio.

 

—Sé que soy una molestia… Estoy seguro que una mujer no da tanta lata como yo lo hago, pero en verdad me siento inútil. Aunque muchas veces me he aguantado los antojos para no molestarte, e incluso los demás han tenido que complacerme a escondidas, los bebés no dejan de pedir más y más.

—No eres una molestia mi amor, sólo fue un día difícil y fui un insensible al no comprenderte… ¡Tú llevas a nuestros bebés en tu vientre, y mereces que cumpla todos y cada uno de tus antojos! Perdona que sea un tonto la mayoría de las veces.

 

 

 

En cuanto supimos que tendríamos dos bebés, iniciamos la remodelación de su habitación. Ruki diseño los detalles de esta, supervisando que se llevaran a cabo al pie de la letra. Gracias al staff que nos ayudaba con el montaje de los escenarios, no tuvimos que contratar a gente extraña y que pudieran hacer pública nuestra situación. Poco a poco fuimos eligiendo los artículos para nuestros bebés, ahora que ya había finalizado el tour y Ruki, se deshizo del peinado de rastas que tanta atención llamaba, podíamos ir a cuanta tienda fuera necesario.

 

Todo era tan perfecto…

 

La banda seguía en proceso de grabar el nuevo álbum, Taka trabajaba la mayor parte del tiempo desde casa, así que era como un paraíso llegar a nuestro hogar justo a tiempo de que Taka, se preparara para tomar un baño. Le ayudaba a lavarse a espalda y solía hacerle cosquillas en los pies con la esponja.

 

¡Era precioso ver como acariciaba su enorme vientre con el agua espumosa! Su expresión se suavizaba apenas sus dedos rozaban su piel, sus ojitos brillaban cuando notaba como seguía cada línea que sus dedos dibujaban, su sonrisa mostraba una paz tangible. ¡Takanori se había vuelto la persona más bella del mundo!

 

Pero esa belleza solo fue opacada la noche en que nuestros bebés nacieron… O mejor dicho, cuando las reinas de la casa vieron la luz.

 

 

—¡Muchas felicidades Takanori! En verdad son unas niñas preciosas… Ahora me retiro, debes estar tan cansado, como feliz. Yuta, hijo… ¿me acompañarías al auto un momento? —Note la mirada incomoda de mi madre, así que aprovechado que la enfermera se había retirado con nuestras hijas, hice lo que mi madre solicito.

—¿Necesitas algo amor? —besé su frente y di un ligero apretón a su mano, para mostrarle afecto sin incomodarle.

—Un baño. Pero dudo mucho que sea propicio en estos momentos… Ve tranquilo. Dormiré un poco mientras regresas.

—No me tardo. Te amo.

—Yo también…

 

Apenas fue un susurro su contestación, Taka, estaba realmente agotado. Una vez las puertas del ascensor se cerraron, madre hablo:

 

—Te veo muy feliz hijo, y me preocupa realmente.

—No entiendo…

—Las niñas son muy parecidas a Takanori, podría asegurar, pero el color de ojos que tienen es muy peculiar.

—Son preciosos… ¿no lo crees?

—Sí, cuando uno o ambos padres cuentan con ese mismo color…

—¿Insinúas que…?

 

Madre, se notaba seria, incluso un poco molesta. Pero yo de inmediato me indigne ante su ligera suposición. Salí detrás de ella y le seguí hasta el estacionamiento, una vez que encontramos su auto decidió continuar con sus palabras.

 

—Sé que estás profundamente enamorado de Takanori, pero debiste avisarme que el hijo… Mejor dicho, las hijas que esperaba eran de alguien más, y que tú sólo estabas queriendo apoyarle en su mal paso.

—Estas equivocada mamá, esas niñas son mías. Takanori y yo, cuando iniciamos su control, decidimos someterlo a tratamiento, para que nuestro bebé tuviera un color diferente de ojos. Fue algo costoso. Taka, pensó que como él es muy blanco y yo no, las niñas tendrían un color más apiñonado de piel y no sufrirían lo que él con su alergia al sol. Pero ya ves que están como papel bond. —Me rasque la nuca con nerviosismo. —Pensamos en aprovechar y que pudieran nacer con su sistema inmunológico más resistente, ya que las tendremos que llevar a todas partes con la banda, pero al ser dos, el costo era bastante elevado y no estaba dentro de nuestras posibilidades. Nos arrepentimos un poco de haber hecho el cambio de color, pero por el tiempo de gestación, debía hacerse casi de inmediato.

—Eso es una tontería… ¡¿Y si las niñas sufren alguna secuela?!

—Pues por el momento, tenemos garantizado que las niñas no tendrán problemas visuales como Taka y yo… ¡Eso ya es bastante!

—¡Ay hijo! Ustedes de verdad que están locos… ¡Y yo creyendo que Takanori te había sido infiel o algo por el estilo! Menos mal que podré seguir viéndolo a la cara. Si mi sospecha hubiese sido cierta, habría sido muy incomodo convivir con él.

—No tienes nada de qué preocuparte mamá. Taka, me ama como yo a él.

 

 

 

 

 

~*~KAI 2013~*~

 

 

 

—Oka-san, ¿sigue despierta? —Taka, se acercó apenado hacia mi madre, que leía un libro en la sala de nuestra casa.

—Sí. Las niñas cayeron rendidas y me quede entretenida con este libro, ahora que están en casa me voy a la mía entonces.

—¿No prefiere quedarse? Ya es tarde y está haciendo frío…

—Son solo unos pasos los que separan nuestras casas… Estaré bien.

—Si así lo quieres, te acompaño entonces mamá.

 

Efectivamente solo unos cuantos metros separaban nuestras casas. Luego de nuestro concierto en el Tokyo Dome, y lo seriamente enfermo que estuvo Takanori durante esa gira, decidimos comprar la casa cerca de la casa de mi madre, así ella podría ayudarnos con las niñas cuando Taka estuviera enfermo. ¡Se adoraban mutuamente! Madre siempre fue muy prudente al aconsejarnos sobre el cuidado de las bebés, y nosotros siempre pusimos atención a sus sabios consejos. Obviamente era mi madre quien más las consentía y solapaba en sus travesuras.

 

No había día en que pasara a casa y dijera: ¿Dónde están mis ojitos preciosos?

 

Antes de ir hacia nuestra habitación, me detuve en la de las niñas para darles un beso de las buenas noches. ¡Era como adentrarse a un mundo mágico! Una lamparita morada, conectada en la pared, iluminaba tenuemente el lugar, sus camas gemelas con edredones fucsias y un montón de almohadas de figuritas, se encontraban en los extremos de la habitación, a modo de dejar espacio en el centro para que puedan jugar. Yume, dormía a pierna suelta, mal enrollada entre las mantas. Mientras que Nori, dormía sobre su costado derecho, de espaldas a su pared y sin una sola arruga en su cama. ¡De tales palos, tales astillas!

 

Justo antes de salir y apagar la diminuta lucecita, no pude evitar sonreír al ver el mural junto a la puerta, lleno de fotografías de nuestros viajes con the GazettE, y ellas, en distintas edades siempre sonriendo y haciendo alguna cosa que merecía ser no olvidada. Pero en el centro del mural, una fotografía era más grande que todas las demás… La foto que nos tomamos Taka y yo, minutos antes de salir rumbo a la clínica, para que se llevara a cabo la cesárea programada.

 

El día en que realmente nuestras vidas cambiaron y nuestra familia se vio realizada.

 

 

 

Notas finales:

 

 

Juro que no me tardo!!!!!!!!!! Sólo lo que mi compu me troleé... XDDDDDD


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