Voices inside me
Haeven Knows
Capítulo 12: Voices inside me
Jajajajaja, dejadme en paz, yo no eh hecho nada, vamos, entonces porque se metéis conmigo, hazlo, hazlo, Jajajajaja.
Caminaba con la cabeza baja sus castaños cabellos le cubrían el rostro, sus azules ojos mostraban tristeza, sintió de repente como le daban un golpe en la cabeza seguido de unas risas, apretó los puños, él tenía la capacidad de defenderse pero no, si los golpeaba el sacrificio de su hermano habría sido en vano lo mejor era soportar sin dejar de avanzar, camino hacia el aula de clase y se sentó como siempre en la última fila, en la última banca. Escuchó sin atención las palabras de la profesora cuando de repente abrió los ojos al sentir un fuerte pellizco en el costado de su brazo izquierdo, tanto de la sorpresa como del dolor dio un saltito y cayó al suelo causando las risas de sus compañeros. Apretó los puños tratando de tener paciencia y poder soportar la terrible humillación de la cual era preso. Se puso de pie se volvió a sentar paso el rato entre burlas y groseros comentarios hacia su persona eso duró hasta que la campana del receso sonó, todos los aluminio salieron en estampida presurosos por salir a jugar y comer, Jeff fue el último en salir, con la cabeza baja avanzó hacia los pasillos donde recibió miradas burlonas de todo el alumnado. Jeff nunca entendió porque le fastidiaban, porque le odiaban, a si él no le había hecho nada a nadie, pero ya se había acostumbrado, él y su hermano siempre se apoyaban mutuamente para aguantar el dolor físico y emocional, pero ahora el ya no estaba. Cuando salió al patio camino por el césped y se sentó bajo la sombra de un árbol, cerró los ojos y trato de relajarse pero de pronto sintió como le agarraban de una pierna y lo arrastraban, se quejó del dolor cuando varias ramas y piedras le golpeaban y arañaban la espalda, de pronto sintió como lo golpeaban y le pateaban e incluso sintió como le escupían en el rostro, la tortura paso de física a psicológica cuando empezaron a gritarle y a insultarte con sorna, su tormento duro una media hora pero para Jeff fue una eternidad, cuando todos se alejaron pudo ponerse al fin de pie, tenía varias magulladuras en el rostro y brazos sus costillas le dolían, tenía un ojo morado e hinchado como pelota de tenis su labio estaba partido y su nariz sangraba. Camino como pudo al salón mientras se arreglaba la ropa y se limpiaba la sangre y tierra, con su cabello se tapó la mitad del rostro para ocultar el moretón y el labio partido camino hacia el aula con pasos tambaleantes y se sentó en su lugar, la maestra miro de reojo a Lionel pero no pregunto nada. Las horas pasaron y la salida llegó cuando caminaba por el pasillo, miraba hacia el suelo cuando de repente callo de boca cuando Keith le puso el pie, callo de boca y su herida del labio se abrió de nuevo, oyó las carcajadas detrás de él, se sintió herido y humillado, el dolor tanto físico como mental era demasiado. Se levantó con dificultad y callo un par de veces intensificando la risa de los demás alumnos, después de varios intentos se puso de pie y trato de ignorar ese extraño cosquilleo que apareció en él, el mismo que provocó que su hermano haiga ido a la correccional, ese cosquilleo que más tarde lo convirtiera en asesino.
Querido amigo imaginario hoy lo han vuelto a hacer los compañeros de la clase me han pegado y no lo entiendo no les hago nada joder tan solo dicen que soy un blando y un raro.
Caminaba mirando entretenido una revista que mencionaba un nuevo juego de Leyend Of Zelda, cuando sintió como alguien le quitaba el gorro que traía puesto para ocultar sus rubios cabellos, trato de quitárselo pero su estatura era baja y ni saltando con toda la fuerza de sus piernas podía alcanzarla. El chico que lo molestaba sonrío, lo tomo de sus dorados cabellos y lo arrojó contra los casilleros para arrojarle la gorra a un lado. Con dificultad el rubio se puso de pie se colocó la gorra y entró al salón de clases, su mirada se llenó de odio y deseo de que ellos recibieran su merecido. La clase continúo. El rubio amante de Zelda se puso de pie para tirar una basura en su lugar pero al momento de pararse varios de sus compañeros empezaron a reírse, Confundido se dio la vuelta para mirar a los presentes y se llevó una mano a la espalda, ahí tenía pegado varias papeles, logró arrancarse uno el cual tenía escrito " Friki" tomó otro "Niño rata" "Nerd" cosas parecidas estaban escritas en su espalda, apretó los puños sintiendo ira y coraje, el receso llego y todos salieron con prisa, son una excepción el rubio de ojos azules espero a que todo el mundo saliera para poder irse, camino hacia el patio pero fue tomado del cuello dela blusa por otro alumno, este lo arrojo contra el suelo y todos comenzaron a golpearlo y a insultarle destruyendo poco a poco su autoestima, los golpes estaban dirigidos a lugares específicos de su cuerpo le pateaban en el estómago, piernas, espalda, rostro, dejándole numerosos golpes y hematomas, su nariz sangraba y su ojo estaba morado, el dolor era imposible de describir los insultos taladraban su piel y eran como miles de pequeños cuchillos desgarrando su alma en tiras, su esperanza de ser algún día feliz se desvanecía con cada golpe, con cada insulto, la idea del suicidio paso por su cabeza, verse tirado en el suelo sobre un charco de sangre y nadie lloraba o lamentaba su perdida, por instantes vio su nombre en una lápida pero no se extrañó, levaba demasiadas cargas para su escasa edad de cinco lustros, sentía que todo ese tiempo estaba muerto en vida, lo único que quería, lo único que anhelaba era ser feliz, ¿Qué acaso era mucho pedir? La tortura ceso y los alumnos dejaron de golpearle para volverá sus respectivas aulas, unos lo miraban con burla y otros con lastima, se puso de pie y camino al salón, cada paso, cada respiración, cada momento de su miserable vida era una agonía, el las clases comenzaron a arrojarle papelas, si los abría veía numeroso insultos que le hicieron apretar los puños en un intento de reprimir ese impulso de venganza el cual sería el que le devolvería la vida en forma de espectro informático después de morir ahogado.
Yo amo la música, el manga, el ordenador y no me gusta demasiado jugar al balón, y que, alguna vez lo intente por no estar solo en el recreo y me obligaban todo el tiempo a ser portero y no sé qué siente si metes un gol. ¿Eh? Y que te abracen tus amigos como a un ganador
El largo camino a casa parecía seguir y seguir. El camino continuó delante del vehículo sin fin. La luz que brillaba a través de las ramas de los árboles tocaba a través de la ventana, de vez en cuando, odiosamente brillando en sus ojos. El entorno estaba lleno de profundos árboles verdes que formaban un bosque alrededor de la carretera. El único sonido era el sonido del motor de los coches. Era tranquilo. Aunque el viaje parecía muy agradable, carecía de toda forma de "agradable" para los pasajeros. No había mucha importancia en su apariencia. Ella se veía como cualquier madre de mediana edad, de las que se ven en cualquier programa de televisión, y tal; pero una cosa es segura, hacía diferencia de las madres promedio por sus marcadas ojeras. Su expresión facial era sombría y triste, a pesar de que realmente parecía que sonreía mucho. De vez en cuando miraba hacia atrás en el espejo retrovisor para poder ver a su hijo en el asiento trasero, que estaba encorvado parcialmente, tenía sus brazos apretados alrededor de su pecho y su cabeza presionada contra la ventana. El muchacho carecía de apariencia normal, cualquiera podría ver que algo andaba mal con él. Su cabello castaño oscuro estaba en todas las direcciones, y su piel pálida, resaltaba por la iluminación. Tenía ojos verdes oscuros, el llevaba una camiseta y pantalones blancos que habían sido puestos en el hospital. La ropa que había usado antes, destrozada y manchada por la sangre, no se podía usar más. El lado derecho de su cara dejaba al descubierto unos cortes a lo largo de la ceja. Su brazo derecho estaba vendado desde la muñeca hasta el hombro, que había sido destrozado cuando había golpeado el cristal roto. Sus heridas parecían ser dolorosas, cuando en realidad él no podía sentir nada en absoluto. Eso fue sólo uno de los muchos desafíos que tuvo que enfrentar; crecía con una rara enfermedad que le llevó a ser completamente insensible hacia el dolor. Nunca antes en su vida llego a sentirse herido. Podría haber perdido el brazo y aun así, no sentía nada. Este y otro trastorno del que se había enfrentado, fue al que gracias a él, le pusieron muchos apodos insultantes en el poco tiempo que asistió a la escuela primaria, antes de ser trasladado a la educación en el hogar, era el Síndrome de Tourette, lo que le causaba tics de una manera que no podía controlar. Él movía su cuello y temblaba incontrolablemente Los niños se burlaban de él y le llamaban Ticcy Toby, riendo a carcajadas. Él se puso tan mal que decidieron educarlo en su hogar, ya que era muy difícil para él estar en un ambiente de aprendizaje común con niños normales. Toby se quedó mirando por la ventana, su rostro estaba vacío de toda emoción, y cada pocos minutos sus hombros, el brazo o el pie le temblaban. Cada golpe que el coche daba, le revolvía el estómago. El nombre de este muchacho era Toby Rogers. Y la última vez que Toby recordó que montaba un coche, fue cuando se estrelló. Eso es todo lo en lo que él pensaba; Su mente inconsciente reproducía todo Toby había sido el afortunado, mientras su hermana no había tenido tanta suerte. Oh, cuando llegó el pensamiento de su hermana mayor, no pudo evitar que unas lágrimas salieran de sus ojos, los horribles recuerdos se reproducían en su mente. Su hermana gritando, cuando se hizo una cortada, la parte delantera del coche rompiéndose. Todo se quedó en blanco por un momento. Después Toby abrió los ojos para ver el cuerpo de su hermana, con la frente perforada con fragmentos de vidrio, las caderas y las piernas rotas, las cuales estaban aplastadas bajo el volante, su torso empujado por la bolsa de aire inflada tarde. Esto era lo último que había visto de su querida hermana mayor.
Y no querer jugar más es otro motivo ¡Paliza! Por dejar a medias un partido, perdí las ganas de integrarme ahora solo quiero verlos lo menos posible llego tarde a clase, mis profes están hartos, dicen que eh cambiado. ¿Que sabrán? A mis padres han llamado
Una niña sentada en su habitación, de cabello castaño y desordenado se recogía en unas coletas mientras sus ojos color avellana miraban a la puerta. Ella abrazaba a su jirafa de peluche acercándola hacia su pequeño cuerpo, y escuchaba con atención los fuertes gritos de sus padres. La niña oyó fuertes pasos viniendo hacia su cuarto, y abrazó fuertemente a su jirafa. La puerta se abrió violentamente, y tras ella estaba su enojado y obeso padre, que en una de sus carnosas manos, llevaba un gran libro de texto Pero el padre ignoró los gritos y suplicas de su esposa, cogió a la niña por el cuello, y ella gritó y pateó, temblando y temblando de miedo. El padre de la niña con dureza levantó el libro de texto para golpearla fuertemente con este, le golpeo la cabeza numerosas veces, en el torso, las piernas, los brazos, en donde alcanzara dejando a la niña muy herida. Años más tarde, la niña conocida como Natalie tenía ahora unos 9 años, en su paso por la pubertad ella era un poco gordita y sumamente antisocial pues no tenía ni un solo amigo. Como de costumbre ella se sentó en su habitación a ver la televisión, su padre estaba criticando sobre algunas estupideces de la economía, que a ella le importaban realmente una mierda, mientras comía palomitas. Ella estaba dibujando, había un poco de gore en él, ya que extrañamente le gustaba dibujar sangre, le daba una rara satisfacción. Aparte de eso, hacer varias cosas a la vez no era problema para ella. Eso se hizo evidente en ella, después de tener que hacer muchos trabajos y labores, por lo que fue capaz de hacer muchas cosas a la vez. Su hermano Lucas, quien era tres años mayor que ella se acercó… Y sucedió, pero nadie tenía porque saberlo. Natalie sentía mucho miedo y dolor debido a lo que paso por con su hermano, llego a su casa y su hermano la ‘recibió’ de nuevo. Paso el tiempo, y Natalie no soportaba el peso de cargar el dolor que le producía el que su hermano abusara de ella cada noche, así que decidió sacárselo del pecho, se acercó a un grupo de chicas a las cuales, sin saber que eran arpías, les confeso que su hermano la buscaba todas las noches para satisfacer sus deseos carnales. Al día siguiente recibió mensajes y comentarios crueles de todo el alumnado, incluso una llamada de broma, sin mencionar que su almuerzo termino en su cabello por culpa que unos alumnos y esos fueron los menores de sus problemas, sin embargo ella nunca se quejó, se guardó todo el dolor dentro de sí misma.
Siempre participaba cuando maestros preguntaban y es que puedo aprobar sin estudiar nada, pero ya no alzó la mano estoy asustado, le temo a la colleja del de atrás y del de al lado. Y hace tiempo que no acudo a nadie ¡No soy un suicida, la última vez me esperaron diez a la salida! Bien. Papá me llama un problemático, ¡La impotencia y el dolor me anularan o harán un cóctel trágico!
El hijo menor de la familia Woods llegó a casa arrojando su mochila. Su madre, quien estaba muy consciente de la tristeza de Jeff debido a que su hermano estaba en prisión trato de animarle diciendo que cocino su platillo favorito pero el castaño respondió con un simple "No tengo apetito" el ojiazul subió a su habitación y dejo salir su dolor en forma de llanto el cual era silenciado por su almohada, Liu siempre fue más que su hermano, fue su consejero, su cómplice y su único y más grande amigo. Desde siempre solo fueron él y Liu, jugaban juntos, dormían juntos, comían juntos, estudiaban juntos ambos hermanos verdaderamente muy unidos. Pero ahora por culpa de un maldito mocoso con aires de matón a sueldo provoco que su hermano y único amigo quedara en una correccional. Se odio y odio a Samuel por permitir que se lo llevaran y evitar que el pudiera hacerse responsable de sus actos. Sentía un dolor y tristezas inimaginables que eran surgían de su pecho. Los problemas en la escuela eran severos, su autoestima rozaba el suelo, su poca cordura pendía de un hilo, el estrés le mataba y la presión era demasiada. El dolor físico no era nada comparado al psicológico, quería morir y entregarse al vacío, se cortaba los brazos, cuyas cicatrices eran imposibles de ver debido a la sudaderas que usaba, para calmar ese horrible dolor, para sentir como la tristeza corría junto con la sangre. Deseaba llorar, quería dormir hasta sentirse mejor. Anhelaba la felicidad pero para él era prácticamente un sueño inalcanzable. Quería liberarse de todo, levanto el rostro de la almohada y miro hacia la ventana, la Luna Creciente se mostraba inmaculadamente blanca como una larga y fina sonrisa con dientes espeluznantemente blancos, sin saber el verdadero significado de esa Luna la miro por largo rato. Algo en su mente empezaba a surgir, algo siniestro y escalofriante, inconscientemente esbozo una sonrisa siniestra, que junto con su rostro herido por moratones y raspones, le daban el aspecto de un total demente. De manera inexplicable la Luna brillo más intensamente pero con un toque escarlata. La entidad maligna representada con el odio, el caos, la locura y la destrucción del mundo sonreía satisfecho pues nuevas mentes perturbadas pasarían al lado de la sombras.
Ben entro a su casa, subió las escaleras y tomó el mando de la consola. Jugo por 30 minutos cuando escucho que el cartero llegó, entusiasmado recordó que mando a pedir el juego ‘‘Leyend Of Zelda: Majora’s Mask’’ corrió y encontró el paquete que tanto esperaba y vio el beta del nuevo juego que pidió y su madre le compro como premio de sus excelentes calificaciones, corrió a su habitación y lo jugo por horas perdiéndose en el maravilloso mundo de la fantasía su obsesión era tanta que casi termina el juego por completo, al llegar su madre fue reprendido y castigado debido a que la casa estaba hecha un desastre y sus hermanitos menores corriendo por toda la casa. Ben muy molesto subió a su habitación para leer un comic que tenía por ahí. El gran y verdadero motivo por el cual jugaba videojuegos no era solo porque le parecieran geniales y divertidos, no; Ese era su método para evadir la realidad porque frente a una computadora o una consola nadie te hiera, nadie te lastima, nadie te juzga, nadie te asesina. Lo único que hacia feliz a Ben eran sus juegos de video, la sola idea de escapar de la realidad era algo fascinante para él, el ser un héroe o ser admirado temido por otro aunque sea en un videojuego le ponía feliz, le hacía sentirse alguien, en los juegos se sentía más vivo, su mente divaga en la trama del juego aislándolo del dolor del mundo real, de los dolorosos recuerdos de los maltratos en su escuela, los maltratos de aquel quien antes fue su mejor y único amigo. Así entendió que no debía confiar en nadie que su único amigo será Link y los demás personajes de Leyend Of Zelda que en la única realidad en la que podía contar era en la de los videojuegos. Ben Drowned, marginado por la sociedad debido a su baja estatura y su sobresaliente inteligencia, las personas envidiando su gran capacidad mental, destruían su cerebro con insultos y apodos hirientes que poco a poco destruían su ya maltrecha cordura. La señora Drowned cocinaba preocupada por el comportamiento de su hijo, sentía que algo le pasaba pero no lograba descifrar que, quizá solo era la pubertad, per la pobre madre ni se imaginaba el cruel destino que deparaba a su hijo de tan solo 15 años.
El camino a casa continuó durante lo que pareció una eternidad. Después de pocas horas, al fin habían llegado a casa. Era un barrio antiguo, con casitas pintorescas cada una junto a la otra. El coche pasó por delante de una pequeña casa azul, con cristales blancos. Ambos se dieron cuenta rápidamente del viejo vehículo que estaba estacionado frente a la casa, y la figura familiar que se destacó en el camino de entrada. Toby sintió que su cuerpo era consumido por la rabia y la frustración al ver... A su padre. ¿Padre? él nunca fue su padre, él solo fue su progenitor, y si alguna vez fue su padre, al menos lo fue antes de que se convirtiera en un alcohólico, y actuara con violencia hacia el resto de su familia. Toby recordó cuando su padre estaba discutiendo con su madre, la agarró por el pelo y la tiró al suelo, y cuando Lyra trató de levantar a su madre, el borracho la empujó y ella se golpeó la espalda en la esquina de la cocina. Toby no podía perdonarlo por lo que le hizo a su madre y hermana, a Toby nunca le importó lo mucho que su padre lo golpeara, después de todo él no podía sentir, lo que le molestó y lastimó, fue como él intencionalmente daño a las únicas dos personas que le importaban, además cuando estaba en el hospital, donde su hermana respiró por última vez, la única persona que no tenía prisa ni dolor, era su padre. Toby estaba junto a la ventana y miró hacia la calle. Podría haber jurado que vio algo en el rabillo del ojo, pero rápidamente se echó la culpa a la medicación que le habían puesto. Cada minuto era una agonía pues cada vez que él dejaba que su imaginación asumiera el control, podía oír el chirrido de los neumáticos y los gritos de su hermana. Al recordarlo apartó unas mantas, sacó una almohada, se la puso sobre la cara y lloró en ella. Podía sentir como su pecho subía y bajaba mientras dejaba escapar cada temblorosa respiración mientras lloraba. Podía oír su llanto lastimero. Él habría estado gritando y llorando si no hubiera presionado a su almohada sobre su cara. Después de unos segundos se sacó la almohada de la cara y se sentó encorvado, respiraba dificultosamente, con lágrimas en sus ojos, no podía dejar de llorar. Aunque trató de evitarlo, pero aun así no podía dejar de quejarse y gemir mientras estaba allí sentado temblando.
Natalie con ahora 13 años era muy productiva en la escuela, estaba en los primeros lugares del cuadro de honor, pero su soledad persistía al saber que no debía confiar en nadie pues tarde o temprano le traicionaban, en sus clases lo único que hacía era dibujar su sangrientas imágenes, siendo reprendida por los profesores los cuales le decían que su tiempo se agotaba, sintió que su mundo se desmoronaba cuando su novio le ‘pidió un tiempo’ así que Natalie enloquecida del dolor y con la cordura nublada, se coció una sonrisa de oreja a oreja para ocultar su dolor al mundo sonriendo. Su madre al verla se aterro y decidió mandarla a un psicólogo, donde alego que su único problema era el Tiempo; el tiempo el poderoso elemento que arrasa con todo, que tiñe los cabellos de blanco, que borra las memorias, que muerde el acero y roe el hierro, que limita nuestra vida, que nos lleva presuroso, que nos atormenta, que nos acosa que nos controla y manipula atreves de una sociedad que exige la puntualidad, el tiempo capaz de cerrar viejas heridas. Cruel pero amable. Justo pero a la vez no. Comprensivo pero exigente. Ah el tiempo un enemigo y un aliado del ser humano. La última de las preguntas de la doctora fue la que condeno a la castaña la cual alego, que Natalie ya no estaba aquí.
Algo las mentes de Jeff, Ben, Toby y Natalie comenzó a hablar, sus demonios internos comenzaban a despertar.
No puedo aguantar esta presión ¡No hace falta que la aguantes! Tengo ganas de acabar con todo ¡Pues acaba cuanto antes! Oigo voces que hay en mi interior y gritan; ¡Hazlo! Hazlo, hazlo ¡Vamos! Vamos, vamos