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This Game por sugarlimbo

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Notas del capitulo:

Rapidito el capitulo 2 ;)

Llevaba 15 minutos conversando con la niña, y hacía esfuerzos sobrenaturales para no quedarse dormido. ¿Cómo alguien podía ser tan aburrido? Eso debería estar prohibido. No tener tema de conversación tendría que ser un crimen.
—… Y luego siempre todo me sale mal…

Y aun peor, se quejaba. Siempre era igual. 
Jonghyun ya no lo soportó.

—Esto… disculpa…

La chica lo miró sorprendida.

—Tengo entrenamiento… —se excusó.

Y le regaló una de sus mejores falsas sonrisas. Podría ganar un premio por eso, ya que, se estaba volviendo un profesional de la falsedad.
Se acercó a ella y la besó en la frente.
Ella quedó estática y más roja que un rabanito con insolación.

—Adiós.—le guiñó un ojo.

Alejarse de mujeres que no le terminaban de gustar estaba volviéndose un ejercicio diario. Aunque era él quien las escogía, luego siempre se volvían algo increíblemente molesto. Y en serio no podía evitar que le molestaran. 
Las mujeres, aunque a veces lograran apretarle los pantalones, cada vez que abrían la boca para hablar, realmente lo volvían loco.
Y no en un sentido positivo. Si es que ese sentido existía. 
Y se ponían aun peor cuando pasaba algo con ellas: se volvían insistentes, casi creían que tenían algún poder sobre su persona.

Pobres.
No tenían ni idea.

Suspiró y emprendió la marcha hacia su lugar favorito: El gimnasio.

La cancha de entrenamiento se encontraba en la parte posterior del establecimiento. Era algo lejos, pero ello le encantaba, pues le permitía refrescar sus pensamientos. 
La caminata hacia las canchas se le hacía muy relajante, porque el camino solía estar vacío y limpio de cualquier tipo de molestias humanas. 
Siempre estaba carente de gente.

Siempre, menos hoy.

Y no sólo no estaba vacío, sino que se encontraba, ni más ni menos que: Choi MinHo. 
El personaje que el día anterior había provocado los revoltijos de estómago más grandes en la historia de su vida. Aquel con una cara tan “agradable a la vista”, que quería patearla.
Su compañero de equipo con mirada sensual, experto en defensa bajo el aro.

Choi MinHo.

El cual, por cierto, no estaba solo. 
No.
Esta con una tipa. Muy fea, cabe destacar. 
Horrible.
No podía oír de lo que hablaban, pero ninguno de los dos mostraba estar muy cómodo con su conversación. Parecía que en cualquier momento ella lloraría y él…
…él igual.

Se acercó un poco para escuchar lo que hablaban. La curiosidad siempre le hacía hacer cosas estúpidas. Por eso era una de sus principales enemigas, porque no sabía cuál era el momento adecuado para aparecer, ni mucho menos para retirarse.
Maldita curiosidad.

—Por favor, oppa…—la escuchó decir.

MinHo, que siempre se había destacado por su generosidad, se veía ahora aparentado ser una persona fría. Pero sólo aparentando.

Porque en realidad no podía. 

Lo que sea que le estuviese diciendo la tipa, lo estaba convenciendo.
Jonghyun no entendía palabra de lo que pasaba. Pero estaba seguro de algo en cuanto la vio.
La chica tenía escrito en la frente: “Ex-Novia.”
“Desesperada y estúpida. Gracias”
Lo podía ver con todas sus letras. Y además agregaba un P.S.: “No me rindo fácil”

—No puedo creer que seas tan insistente…—MinHo suspiró.

—Pero oppa…—decía mientras lo abrazaba.

Lo abrazaba.

Abrazaba a MinHo.

Jonghyun bufó despacito. Las mujeres lo desesperaban mucho. Lo exasperaban.
Tenían un poder increíblemente fuerte sobre los hombres idiotas. Cada vez que se hacían pasar como víctimas, ellos caían como moscas matadas por repelente. En picada al suelo.

No sabía de qué hablaban, pero MinHo, estaba cayendo como todos.

Pues ahora ella lo besaba, y él se dejaba. Hasta le correspondía.
A Jonghyun verdaderamente le molestaba que esa mujer lo besara. A él.
Y que él la besara a ella.

Qué asco.
Aunque no podía dejar de mirar. La cara que ponía MinHo en el beso era algo… 

…provocativa.

No.

No quería seguir viendo esto, no era cómodo.

No le gustaba. Y se dijo cinco veces a sí mismo, que sólo le molestaba porque sabía que MinHo estaba cayendo en una trampa.

Muy sigilosamente Jonghyun se alejó de esa desagradable escena. Ese día repudió mucho más a las mujeres que normalmente.
Y se estaba empezando a cuestionar el por qué.
En realidad, no era normal que eso le pasara a su edad. Es decir, a su edad casi cualquier mujer le debería gustar. Pero, en especial este día, las detestaba a todas.

No más mujeres por ese día.

Hoy se dedicaría a otras cosas. Nada de mover sus hormonas. 

Hormonas.



Pensó en MinHo.
Y volteó inconscientemente hacia los tórtolos. Y la expresión del menor le congeló hasta la médula.

Y no pudo más que huir hacia el gimnasio.
Necesitaba con urgencia una distracción. Maldita su cara de orgasmo.
Su mente trabajaba por mil mientras corría. 
¿Qué demonios? Esto debía ser causa de la abstinencia auto-impuesta en la última semana. No le veía otra explicación.

Porque, aunque debía admitir que algunas veces le echaba miraditas a algunos tipos, era por simple curiosidad, por nada más. O sea, siempre le llamaba la atención Jinki. El mayor estaba muy bien equipado. Pero no por mirarlo un poco, él…

Nada.

A Jonghyun, le gustaban las mujeres. Nada más. Y por odiarlas un día, y por estar un poco acumulado, su cuerpo le estaba pasando la cuenta.
Sí, no era nada más que eso.

Aunque la expresión de MinHo…

 



El gimnasio estaba abierto, a pesar que hoy no tenían entrenamiento. En cuanto entró, y se dedicó a lanzar.

Así podía olvidar las estupideces que su mente estaba pensando. 
Muy estúpidas, por cierto. 

Causar que MinHo reprodujera esa cara, debido a que él la provocara, era una de esas estupideces.

Corrió por la toda la duela y lanzó una bandeja.
Entró a la perfección.
Y esto ocasionó que la adrenalina recorriera su cuerpo y que la necesidad de jugar aumentara.

Correr, driblear, lanzar. Era todo lo que quería que su cuerpo le pidiera. 
Y estaba funcionando maravillosamente.

Sudaba a raudales.

Mientras trataba de gastar su energía acumulada, apareció Kibum.

Conocido por toda la escuela como Key, debido a que era un jugador clave por su talento, tanto como por su velocidad, como para su habilidad para lanzar. 
Ambos eran excelentes jugadores.
Lo obvio era que el juego hubiese sido parejo, pero este día Jonghyun era imparable.

Key no fue rival para él. 

Incluso, cuando en técnica Kibum lo superaba por mucho, este día Jonghyun tenía la necesidad de dar todo de sí. Terminar sin energía era su meta.

Sin energía, ni para pensar.
Su encuentro terminó con ambos tirados en la duela respirando agitadamente.

—¿Algo… te molesta hoy?—interrogó jadeando Kibum.

El juego de Jonghyun había sido en extremo agresivo. Casi no había defendido, sólo atacó y encestó como si de eso dependiera si vida.

—¿Qué, buscas una excusa para justificar tu derrota?— lo atacó Jonghyun.
Kibum sólo bufó molesto y se levantó.
No era tonto, mejor era no preguntar. 

—Relájate, Bling Bling—le dio unas palmaditas en el hombro mientras se retiraba hacia las duchas.
Jonghyun suspiró.

A ese no se le podían ocultar las cosas, por eso le agradaba.
Intentó levantarse. 
Las piernas le temblaban de cansancio. Pero quería más. Podía más. 
Y así empezó de nuevo, trotando, luego corriendo.

Entretanto corría, Kibum salió de las duchas y se despidió de él sonriendo, en tanto que una gota de agua caía por su cara.
Una gota, que caía por su hermoso pelo mojado.

—Nos vemos. —dijo Key desde la puerta de salida.

Jonghyun balbuceó algo, que debió haber sido la respuesta de la despedida.
Afortunadamente para él, el menor no fue consciente del balbuceo ni de la cara de idiota con la que Jonghyun lo taladró hasta que su figura de perdió por completo de vista.

Kibum mojado. Jonghyun nunca creyó que así se vería tan bien.

—Mierda…—se lamentaba, mientras apoyaba sus manos en sus piernas, para respirar mejor.

¿Qué le estaba pasando?

Suspiró nuevamente.

Tensión sexual.
¿Tensión sexual con hombres?

Ya no podía negarlo.
Se preparó para lanzar uno de tres puntos…


—Adiós…


MinHo se despedía de la niña esa, en la puerta del gimnasio.
Jonghyun apretó el balón inconscientemente, y nuevamente se quedó mirando como se besaban.

Un ardor subió por su estómago, y disparó el balón hacia el aro.
Este giró sobre el aro, pero no entró.

Jonghyun chasqueó la lengua, y MinHo se percató de su presencia.

—¡Hyung!—dijo sorprendido y alegre.


Jonghyun lo miró displicente.


—Hola—saludó descortés ignorando olímpicamente a la acompañante, y se dirigió a buscar la pelota.
MinHo no supo bien como reaccionar.
Se despidió de la chica nuevamente y se acercó a la duela.

—¿Jugamos un uno a uno?—dijo amigable, aunque no pudo evitar que un brillo de competitividad se asomara en sus ojos oscuros.
Jonghyun sonrío de medio lado con socarronería.

—No podrás conmigo— agregó como respuesta y le lanzó el balón, con la misma sonrisa fija en su cara.
MinHo sonrío con seguridad.
Y comenzó a driblear y esquivó con rapidez al más bajo.

Pero esto sólo logró avivar su sed de ganar, pues esta fue una de las pocas veces que pudo tocar nuevamente el balón.

Transcurridos diez minutos, a Jonghyun sólo le faltaban 3 puntos para ganar el encuentro.

Transcurridos diez minutos, MinHo había tocado el piso con su cuerpo más veces que en un partido normal.
Todo por faltas del mayor. 
Pero por orgullo calló, aun sabiendo que el otro no ganaba en forma justa. Aun sabiendo que le dolía mucho el cuerpo por los golpes “accidentales” que le había propinado Jonghyun.
MinHo no se permitiría ser un llorón.
Aunque tampoco dejaría que le ganen sin dar una buena pelea.

Jonghyun saltó para hacer una clavada. 
MinHo saltó también y puso su mano sobre la pelota. Presionó fuerte en contra de la dirección a que el balón estaba siendo disparado.

Todo pasó en dos segundos.

Ambos suspendidos en el aire por es salto. Jonghyun impulsando el balón hacia adelante. MinHo en frente de Jonghyun ejerciendo fuerza contrariamente sobre el balón, que el otro tenía entre sus manos.

MinHo aplicó más fuerza sobre el balón, pero Jonghyun se rehusaba a soltarlo.

Y ambos cayeron al suelo.

Jonghyun de espalda; MinHo sobre él.

MinHo respiraba agitadamente por el forcejeo; Jonghyun respiraba agitadamente, por todo.
Por el juego.
Por el forcejeo.
Por tener los labios de su dongsaeng casi rozándole los suyos.
Porque eso estaba inquietándolo en exceso. En demasía.

—Hyung…—lo llamó el más alto.
Jonghyun se tensó.

—Hyung, tu juego está siendo muy violento.— reprochó el de voz profunda, con suavidad sobre la cara del otro.

—Cállate—espetó Jonghyun incómodo.

—Pero…—insistía MinHo — qué es lo que te pasa…

—Cállate y bájate de encima—ordenó rudo.

—Ya, pero...

Veía la cara de disgusto del mayor, pero en serio quería saber qué es lo que le pasaba.
Se estaba comportando muy descontroladamente.

—Sólo bájate.

Minho presionó más cuerpo contra el de Jonghyun.
El pulso del mayor se aceleró. Y su cuerpo quedó completamente tenso.

—Dime qué te pasa conmigo y te dejo. No podemos continuar jugando ni ganando si sigues así.

—No me pasa nada.— cortó Jonghyun.
Su cara estaba tensa, se aguataba la respiración y tenía que reprimir todo lo que su cuerpo, extrañamente le exigía.

Que besara a Minho, que lo tocara, y que lo hiciera...rápido
—¡Ya no mientas, demonios!—subió la voz Minho.—¡Dime!

Y Jonghyun ya no pudo más. No era de acero.

Y un abrir y cerrar de ojos, con su cuerpo, dio vuelta el de Minho, que de la sorpresa no alcanzó a reaccionar rápidamente .Luego lo tomó agresivamente de la ropa y los levantó a ambos con tal fuerza, que la espalda del menor quedó pegada una pared cercana.

Aún con la ropa de Minho entre las manos, soltó un poco el agarre para luego hacerlo chocar más fuerte contra la pared. 
El más bajo puso una de sus piernas entre las del menor.

—No te importa lo qué me pasa—declaró Jonghyun con la quijada apretada —No-te-importa.
Y la pierna que estaba entre las de Minho se movió un poco hacia arriba.

Y presionó justo ahí.

Ahí.

Y Minho quedó en blanco. 
Tragó duro. Sus labios se abrieron para permitir la entrada de oxígeno a sus pulmones, lo cual no estaba siendo posible por que su miembro estaba siendo repentinamente provocado.

Jonghyun se relamió los labios.

Acercó sus labios al oído de Minho.

—Ya déjame.

Y Minho pudo respirar mejor.
Porque Jonghyun se dio media vuelta y se fue.


Dejando a su dongsaeng con pantalón apretándole
... Y con la extraña sensación de querer más. 

Notas finales:

De a poco empieza la cosa. ¿Más? hahaha :D


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