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PARADISE por MallowSJ

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Notas del capitulo:

Me da pena este fragmento...

***

 

Heechul siempre había pensado que las palabras no hacían falta y que después de ser dichas solo eran arrastradas despiadadamente por el viento sin pensar en las intenciones de éstas. Una lástima, las buenas intenciones puede ser que existan.

Pero tenía tan arraigado dentro de sí  que  las personas solían ser mentirosas y falsas que la mayoría de las palabras que salían de sus bocas no tenían ni una pizca de valor. No se paró a pensar hasta ese momento que el valor de las palabras del otro es puesto por quien las dice, pero también por quien las escucha. De hecho, quien escucha las palabras es quien es capaz de sentirse afectado de alguna forma o hacer que resbalen y no lleguen a causarles nada.  Es esa persona, la receptora, la que a fin de cuentas decide si lo expresado llega a ser algo importante para su existencia o no.  

Heechul sabía, siempre supo que Hangeng era importante para su existencia, pero no tomó en cuenta sus propias palabras,  se dio cuenta que le faltaban tantas cosas por decir, tantas cosas por responder. Él descubrió extremadamente tarde que hubieron demasiado silencios entre ellos que pudieron ser llenados con ‘te quieros’ seguidos de tiernos abrazos.

Heechul deseó retroceder el tiempo y haber dicho lo mismo que Hangeng aquella vez en la oscuridad de su apartamento.

‘Yo también haría lo que fuera por ti, lo que fuera e incluso más de lo que soy capaz de hacer’. Pero no lo hizo, simplemente no le respondió nada y se dedicó a besarlo por toda la cara afectuosamente.

Las palabras si son importantes y en ocasiones hasta imprescindibles.  Podría haber sido… podría haber sido  que un poco más de diálogo hubiera impedido, de cierta forma, que Hangeng tomara el avión que estaba a punto de abordar.

De: Kim JongWoon

Imbécil, bastardo. Si no vuelves inmediatamente le diré al manager que te vas a acostar con un maldito vago cada vez que no llegas a las grabaciones. Te odio mucho. El Sr. Soo Man me está preguntando por qué putas no estás ¿Sabes que le he dicho? ¡Por quinta vez que tenías una gripe! ¡Ya no me cree!

8:06 a.m

 

Por primera vez no se enojó y arrojo su celular al suelo como cada vez que JongWoon le mandaba esos mensajes desesperados.  El aeropuerto internacional de Incheon era ajetreado a esa hora de la mañana y no quería llamar la atención de las personas porque lo único que lograría era atraer cámaras y videograbadoras. 

Su mente se encontraba únicamente divagando en pensamientos en torno a la única persona que le importaba en ese instante. Hangeng. Hangeng se iría de todos modos ¿Por qué le esperaba en el aeropuerto? ¿Por qué se hacía ese daño? Era masoquismo puro, porque lo más sensato era despedirse desde lejos, el parque hubiera estado bien, hasta el apartamento de Hangeng estaba bien. Pero Heechul se había negado a verlo después de enterarse que no había pasado la audición solo por ser de nacionalidad China, solo por eso… ‘no soy lo que buscan, quieren un ídolo para la nación’ Le había dicho Hangeng destrozado vía llamada telefónica, el mismo día de su fracaso.

 Ese día Heechul lo estuvo  esperando en uno de los camarines desocupados por reparación del segundo piso del edificio de SM. Pero Hangeng no llegó y Heechul con un nudo enorme en la garganta supo, después de esperarlo por tres horas, que Hangeng no quería verlo.

 

El más joven estaba tan triste que no pudo  verle la cara a Heechul ese día, no estaba preparado. Así que después de colgar la llamada corrió hacia su  piso, sin darse cuenta cómo, ni cuando, él se encontraba de pronto llorando, sentado apoyado contra la pared con las piernas dobladas y la cabeza entre sus rodillas.  Su apartamento parecía más horrible de lo normal y el sollozaba fuertemente para acallar el silencio sepulcral que lo invadía si no estaba Heechul a su lado.

Todo estaba perdido, el sueño por el que luchó tanto, por el que pasó tantas penas en Beijing, por el que trabajó mientras estudiaba arduamente en su país para poder ahorrar y así poder comprarse el pasaje para Corea del Sur. La promesa que les hizo a sus padres de volver como un hombre que ha realizado sus sueños y no como un fracasado de mierda que regresa para seguir siendo una carga a pesar de su pobreza. Todo estaba arruinado, todo, incluso Heechul.

Porque él tenía que volver a como dé lugar y a pesar de la humillación, lo había prometido, era lo correcto.

A pesar de todo lo que sentía en aquel momento, en lo más profundo de su interior rezaba para que Heechul fuera a verle, para que le dijera algunas palabras de aliento, que todo estaría bien, que no importaba si tenía que volver porque  él lo apoyaría.  

Pasaron tres, cuatro, cinco, diez horas. La noche llegó pero no había rastro de Heechul.

A él no le importaba como se sentía, esa era la realidad.

Notas finales:

^^


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