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A él no le disgusta por Nevermore96Novak

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Notas del capitulo:

Los personajes de esta historia pertenecen a Eric Kripke, la CW, los directores, productores, escritores, etc.

Los actores pertenecen a sus respectivas madres/esposas, etc, yo solo fantaseo con su físico y los papeles que interpretan en la serie.

V

Dean no supo ni cuando se quedó dormido, se frotó los ojos con el dorso de sus manos y parpadeó un par de veces antes de poder abrirlos totalmente sin que la luz de la habitación le molestara, la música aún seguía andando, y ahora mismo sonaba heat of the moment de Asia. Fijó su vista en el techo y empezó a tararear la canción, pero fue interrumpido cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe.

Jimmy entró precipitadamente a la habitación con una enorme sonrisa en el rostro, saltó a la cama y se acomodó sobre el Winchester mayor, rápidamente le quitó los audífonos mientras el ojiverde lo veía con desconcierto.

—Dean, Dean, dijo que sí —Se apresuró a decir el ojiazul.

— ¿Dijo que si?, ¿Quién?, ¿De qué hablas? —Preguntó ahora más confundido el de ojos verdes.

—Castiel, dijo que sí, ¿A qué hora será nuestra cita?, ¡O mejor!, será mañana porque hoy ya pasa de medio día, y como ya se nos fue toda la mañana, pienso que no sería muy justo.

—Espera —El Winchester mayor se sentó sobre la cama— ¿Estás diciendo que Castiel me dio permiso de follar contigo? —Las palabras salieron de su boca con un poco de dificultad.

— ¡Sí!, Castiel accedió a todo, ¿Cuándo será? Ya tengo ganas de que… —El ojiazul dejó de hablar de golpe al notar que el ojiverde no se sentía nada entusiasmado con la idea de salir con él —Oh… tú esperabas que él dijera que no…

— ¡No! —Casi gritó Dean —Yo solo… olvídalo, no es nada —Dean le dedicó una pequeña sonrisa — Entonces, ¿Mañana? —Su sonrisa se hizo más grande, no le mostraría a Jimmy su pequeña decepción por Castiel, Jimmy Novak tenía ahora su último día en la tierra y quería aprovecharlo.

El de ojos azules sonrió radiantemente antes de asentir con la cabeza, levantarse y salir de la habitación canturreando que tenía hambre y se comería veinte hamburguesas.

El cazador se levantó y caminó hacia el baño, se enjuagó la cara y susurró el nombre de Castiel.

— ¿Qué ocurre?, Dean —Preguntó una voz a sus espaldas apenas segundos después de haber sido llamado.

— ¿Por qué? —El ángel no hizo más que ladear la cabeza y entrecerrar los ojos a manera de respuesta, pero entonces comprendió.

— Dean —Castiel suspiró y guardó silencio unos segundos —Desde donde yo lo veo, ese hombre fue despojado de su cuerpo por mí, cuerpo el cual indebidamente yo he usado, me enamoré de ti sabiendo que él tenía una vida aparte, una esposa, una hija, y lo ignoré, tú y yo comenzamos a salir, dejé que me hicieras el amor, pero este cuerpo no me pertenece, es prestado y… llegado un momento, él se enamoró de ti… y no lo culpo, cualquiera que pase más de un día contigo se enamoraría de ti… lo siento —Castiel no había despegado sus ojos de los del Winchester mayor ni un instante— Traté de ponerme es su lugar y la verdad es que yo estaría totalmente enfadado pero… a él eso no le disgusta… porque también te quiere…

Dean escuchó detenidamente todo lo que Castiel había dicho, tenía razón, o eso suponía, no era algo muy justo para Jimmy si lo pensaba, además, una promesa era una promesa. Asintió con la cabeza y le dio un largo beso a Castiel antes de despedirse y salir del baño. Caminó hacia la cocina y se sorprendió un poco al ver a Jimmy en la mesa rodeado de varias hamburguesas.

—Te dije que podría comerme veinte —Habló con la boca medio llena antes de sonreír. Sus mejillas se encontraban infladas por la comida y Dean pensó que parecía una especie de ardilla. Una adorable ardilla. Le devolvió la sonrisa y se sentó a su lado arrebatándole una de las hamburguesas que tenía frente a él. Comieron mientras hablaban de cosas sin importancia, para finalmente ver películas y después ir a dormir.

De nuevo la cama se había sentido muy pequeña con tres personas sobre ella.

VI

  El día parecía no querer cooperar con los planes que había hecho Dean —Con ayuda de Sam, puesto que Dean no solía tener citas y no sabía qué hacer en una— Llovía a cantaros y parecía que eso no fuera a parar, o al menos, disminuir en el transcurso del día. Decidieron esperar un poco más a que el clima se calmara. Y así dio medio día y el clima seguía igual. Las tres de la tarde y nada. Las ocho de la noche, y fue entonces que decidieron posponer los planes para el día siguiente; sin embargo, en la mañana al despertar y ver por la ventana se dieron cuenta de que el clima estaba exactamente igual al día anterior, y de nuevo parecía que no dejaría de llover.

Dean encendió el televisor para ver el pronóstico del tiempo y, efectivamente, no pararía de llover en los próximos tres días. Jimmy se sentía frustrado porque sabía que en tres días, era más que probable que la situación cambiara y fuera uno de nuevo con Castiel.

Sam había estado frustrado por no encontrar nada en los libros, pero cerca de las nueve de la noche del día anterior, Gabriel había llegado con un libro raro y viejo, se había quedado junto a Sam traduciendo algunas palabras que eran desconocidas para el menor «porque aparentemente estaban en Enoquiano» y ahora Sam parecía estar concentrado, e incluso un poco feliz. Jimmy sabía que era porque estaba tras una pista sobre como revertir el hechizo.

Jimmy se dio por vencido luego de ver por la ventana por… ¿sexta?, ¿Séptima? bien podía ser la octava vez, ya no recordaba cuantas veces habían sido, pero aún tenía la leve esperanza de que el clima cambiara para así poder salir con el Winchester.

••••••••

Ya casi eran las nueve de la mañana y nada, el clima no cedía. Pensaba en como el destino no quería que él saliera con el rubio, y el universo conspiraba en su contra cuando sintió que alguien le tocaba ligeramente el hombro, era Dean, quien lo veía con una sonrisa. Jimmy pensaba ahora en cómo se sentiría besar esa boca por él mismo, vio que sus labios se movieron y como el rubio le lanzaba una mirada interrogativa mientras levantaba una ceja, pero Jimmy no había escuchado nada.

—Perdón, ¿qué dijiste? —preguntó el de ojos azules saliendo de su pequeño trance.

—Dije, ¿Vienes o prefieres quedarte todo el día ahí? —Rio levemente el de pecas.

— ¿Ir?, ¿A dónde? —Cuestionó Jimmy.

— ¿Vienes o no? —Fue lo único que obtuvo a modo de respuesta. El ojiazul lo vio detenidamente un par de segundos y se levantó dando un pequeño salto.

— Iré —Dijo antes de dirigirle una enorme sonrisa.

••••••••

A Jimmy no le sorprendió mucho que Dean subiera al impala, para después indicarle que subiera también, bueno, su idea de tener una cita no era precisamente pasear en auto en un día lluvioso, pero estaba bien con ello, un pequeño paseo en auto no sonaba del todo mal.

Después de que Dean condujera por más de dos horas sin decir apenas palabra, Jimmy supo que algo estaba mal, ¿Cuál era la idea de salir con él si todo lo que habría sería un silencio sepulcral?

—Se lo que piensas, “¿Qué clase de cita es esta?, no hemos hablado prácticamente nada en dos horas” —Dijo Dean mientras reía —Tienes razón, pero se pondrá mejor, espera, ya estamos por llegar.

— ¿Estamos por llegar a dónde? —Preguntó Jimmy, un poco sorprendido porque Dean había, casi literalmente, leído sus pensamientos.

—Ya lo verás —fue lo último que comentó Dean antes de guardar silencio de nuevo.

Jimmy se estaba asustando un poco, Dean estaba conduciendo hacia algún lugar desconocido y lo último que había dicho había sido “ya lo verás” ¿No sonaba eso como la línea de alguna película de terror?, ¿Cómo la chica que va junto al asesino en el auto y se dirigen a algún lugar desconocido?, Oh demonios, ¡eso era exactamente lo que hacía Dean!

Tan ensimismado estaba con la idea, que no notó cuando la lluvia se detuvo, o cuando Dean entraba a otro pueblo cercano, o cuando Dean aparcaba el auto enfrente de un motel.

— ¿Estás bien?, luces un poco pálido —Preguntó el Winchester mientras quitaba las llaves del impala.

— ¿Qué? —Jimmy parpadeó repetidas veces — ¿Dónde estamos? —Se sentía como si recién saliera de un trance, o como si saliera de la tierra de los sueños y cayera directo en la realidad. Dean lo veía fijamente y el sol brillaba fuertemente fuera del impala.

—En el pueblo vecino, revisé el clima en lugares cercanos y decía que hoy estaría soleado aquí, pensé que, ya que el clima no quería cooperar, debíamos buscar otro lugar en el que si cooperara —El de ojos verdes se encogió de hombros —Tú sabes, si el monstruo no viene a ti, ve tú por el hijo de perra.

— Si el… —Jimmy rio un poco fuerte— Toda mi vida pensé que el dicho era “si la montaña no viene a ti, ve tú a la montaña”.

—Bueno, pues ahora lo sabes, cariño —Dean sonrió, tomó una mochila del asiento trasero y salió del auto.

 

VI

El motel no era muy grande, aun así, a Jimmy le pareció bastante agradable, y tal vez romántico. El piso era de madera, la luz era tenue y había pequeñas velas distribuidas por la habitación para iluminarla un poco más, la cama era tan grande que abarcaba casi media habitación y se encontraba cubierta con sábanas rojas aterciopeladas, también tenía un enorme dosel que caía hasta el piso arrastrándose ligeramente.

—Parece agradable, es casi como un palacio—Dijo Jimmy volteando hacia todas direcciones — ¿Ya habías venido a este lugar? Ya sabes… con tus habituales chicas… —Preguntó un poco avergonzado mirando a Dean de reojo.

—Oh, no, no, Sammy investigó un poco –Dean no pudo evitar sonreír un poco, Jimmy estaba celoso y era demasiado obvio con ello.

—Entiendo, disculpa por preguntar, solo quería, conversar un poco —El de ojos azules no pudo evitar sentirse tonto por estar celoso de las otras chicas de Dean.

—Hey, deja de estar pensando en cosas deprimentes —Comentó Dean al ver la ligera expresión de tristeza en el rostro del humano —si estás listo para partir, es mejor empezar mientras aún es temprano.

— ¿Empezar? —Jimmy entrecerró los ojos y ladeó la cabeza inconscientemente.

—Nuestra cita, pero joder, que si me pones esa cara te voy a arrojar ahora mismo contra la cama y a…—Dean se relamió los labios mientras veía fijamente el rostro de Jimmy.

—Oh, oh, lo siento, no me di cuenta que yo… supongo que será una costumbre un tanto difícil de quitarme de encima —Apresuró a decir negando con la cabeza.

—Bueno, quita esa cara triste hombrecito, el día es corto y tenemos muchas cosas por hacer, primero vamos a…—Dean palpó sus bolcillos y luego extrajo un papel de uno de ellos, lo desdobló antes de carraspear y empezar a leer en voz alta— Tenemos que ir al… ¿al museo? Y luego… ¿A un acuario? Para después ir al parque de atracciones y subirnos a… ¿La rueda de la fortuna? ¿Qué clase de cita es esta Sammy? —Jimmy no podía dejar de reír cada vez que veía la cara de horror de Dean— Esto no es lo normal en una cita, esto es… tonto—Dijo finalmente Dean después de leer la lista entera.

—Y según tú, ¿qué es una cita?—Preguntó Jimmy limpiándose con la manga de la gabardina las lágrimas ocasionadas por tanto reír.

—Tomar unos tragos e ir a un motel… ¿No? —Respondió Dean dudoso.

—No, las personas normales van al cine, se suben a la rueda de la fortuna, van al parque a caminar incluso, hacen un picnic, o algo por el estilo—Comentó Jimmy aun entre risas.

—Oh, bueno, entonces… —El cazador revisó rápidamente la lista por segunda vez— Creo que podríamos ir a ver unos peces… no tengo muy buenos recuerdos de los museos, creo que la última vez que fui, Gandhi le pateó el trasero a Sam.

—Entiendo, peces buenos, museos malos, todo lo que tenga a Gandhi, malo —Puntualizó Jimmy.

—Hasta que un hombre pez nos ataque, ¿sabes?, tiendo a ser un imán de mala suerte —Confesó el de ojos verdes.

—Créeme, lo he notado —Jimmy asintió con la cabeza mientras fruncía ligeramente el ceño y le dedicaba una sonrisa al más alto — ¿Haz roto algunos espejos recientemente?, ¿Pasado bajo una escalera o algo similar?

—No creerás enserio en esa clase de mier… —Dean pareció pensarlo unos segundos antes de abrir los ojos con sorpresa —Mierda, Sammy y yo rompimos una tienda llena de espejos hace un par de años, era una jodida Bloody Mary* que... —El cazador negó con la cabeza —No importa.

—Ahí lo tienes, misterio resuelto mi querido Watson —Alcanzó a decir antes de estallar en risas, no era muy supersticioso, pero en ese mundo ya no se sabía.

—Oh, cierra la puta boca Novak, ponte lo que hay en esa maleta y salgamos de aquí —Señaló hacia la bolsa que había sacado del auto hacía un rato.

— ¿Qué me ponga lo que hay en esa maleta? —Cuestionó extrañado el de ojos azules.

—Sí, no creerás que me voy a ir paseando por ahí con un tipo con traje mientras yo parezco leñador ¿no?, cámbiate.

 

 

VII

  Dean esperaba pacientemente fuera del motel mientras Jimmy se duchaba y cambiaba «a petición de Jimmy, cosa que Dean no acababa de entender puesto que ambos eran chicos», “No eres una chica para que me hagas esperar afuera mientras te cambias…” Pesaba Dean un poco molesto y un poco excitado por ver a Jimmy usar su ropa.

—Creo que hubiera sido un poco más fácil que tú usaras un traje —Dijo Jimmy del otro lado de la puerta dudando en si salir así o volver a colocarse su traje— tú tienes trajes, te he visto usarlos cuando finges el rollo del agente del FBI.

—Cállate Novak y sal de una vez, se nos va la luz del día—Refunfuñó Dean a espaldas a la puerta mientras se decidía en si abrir o no abrir por la fuerza la puerta.

—Pero, luzco como… un vago, sin ofenderte a ti y a tu ropa de leñador, pero me siento raro, será mejor que me vuelva a colocar el traje —Jimmy dio un paso atrás mientras se convencía de que lo correcto era cambiarse de nuevo.

— ¡NO TE ATREVAS! —Gritó el de ojos verdes antes de abrir la puerta de golpe y ver a Jimmy parado delante de él con una playera de AC/DC, bajo una camisa a cuadros, unos Jeans azules y botas militares, las prendas le quedaban grandes, justo como Dean había supuesto— Tú, tú… —Balbuceó el rubio.

— ¿Qué?, ¿No te basta con que me hagas ponerme tu ropa, ahora también harás que me ponga un tutú? —Bromeó Jimmy entre divertido y avergonzado

— ¿Qué?, No, yo—Dean aclaró su garganta— Quiero decir… WOW, te vez… solo… WOW

— ¿Cómo debo tomarme ese “WOW”? ¿Es bueno o malo?

— ¿Qué clase de WOW es malo? —Jimmy se encogió de hombros— Solo digamos que, siento la necesidad de meter todos los dólares que tengo en mi billetera, dentro de tu bóxer.

Jimmy no pudo evitar sonrojarse y agachar la cabeza, oh, esa mancha en el piso lucía muy interesante, seguro que requería su atención por un buen tiempo, sí, se quedaría viéndola detenidamente un rato.

O lo hubiera hecho si Dean no lo hubiera tomado de la mano y sonreído de esa manera tan coqueta antes de decir “¿Nos vamos ya?”.

Jimmy tomó la gabardina negándose a salir sin ella y partieron del motel.

••••••••

—Dean, te estoy diciendo que no es necesario que pagues todo, tengo dinero ¿lo sabes?—Jimmy se encontraba con los brazos cruzados y hacía un leve puchero hacia Dean.

—Tranquilízate ¿Quieres?, es tu día, disfrútalo y déjame pagar a mí—Dean acarició el cabello de Jimmy y le sonrió —Dos conos de vainilla por favor—le indicó al vendedor de helados.

—Pero… es que… estás usando efectivo, no me siento bien haciéndote gastar por cualquier ínfimo detalle —Susurró Jimmy viendo fijamente el helado que le acababan de entregar.

— ¿Por cualquier qué?, ¿Ínfimo?, ¿no habrás querido decir intimo? —Preguntó Dean bastante confundido mientras tomaba el helado entre sus manos y pagaba, para después empezar a caminar en dirección al acuario.

—No —Jimmy negó con la cabeza mientras sonreía y caminaba al paso de Dean— ínfimo, es decir, cada pequeño detalle.

—Oh, los pequeños detalles son los que enamoran—Respondió el de ojos verdes con duda.

Ya habían ido a desayunar y habían decidido saltarse el museo, así que fueron directo al punto número dos de la “Guía de apareamiento para el alce americano”, o “Sammy lista”, para más comodidad, como la había nombrado Dean durante el desayuno.

—Vaya Dean, eso suena muy romántico—señaló el de ojos azules dirigiéndole una sonrisa al Winchester.

— ¿Sí? Pues está en ese cartel —Dean soltó una carcajada al ver el ceño fruncido del más bajo.

Caminaron un en silencio mientras comían sus helados hasta que estuvieron frente al acuario, Dean se adelantó a comprar las entradas.

—Dicen que no se puede pasar con comida bebé, tomemos un tiempo para que te termines tu helado.

Recorrieron los pasillos del acuario lentamente mientras hacían bromas ocasionales, “¿Sabías que las tortugas viven más de cien años?”, había comentado Dean, “¿Enserio?”, preguntó Jimmy quien se mostraba un poco escéptico, “Sí, lo vi en buscando a Nemo”, había dicho finalmente Dean haciendo que Jimmy empezar a reír descontroladamente y contagiándole su ataque de risa a Dean.

Acuario.

Parque de diversiones, donde a Dean la idea de subir a la rueda de la fortuna le sonaba tonta, pero un par de besos apasionados en las alturas con el ojiazul lo habían hecho cambiar rápidamente de opinión.

Cine, donde básicamente había ocurrido lo mismo y no habían visto la mitad de la película, de todas formas, era estúpido ir a ver una película de un caza vampiros que no se podían cargar a un vampiro enclenque, aun cuando ellos entraban a los nidos y se deshacían de varios de ellos a la vez.

Dean no paraba de quejarse de la película al salir del cine, de lo tonto que era que el caza vampiros llevara una estaca y un crucifijo, pensaba que sería mejor si lo hicieran un poco más realista, con un par de jeringas llenas con sangre de muerto y el arma más afilada que pudieran encontrar para cortarles la cabeza, informar al público de lo que servía, porque “¿Sabes?, Si alguien apuñalara a un vampiro con una estaca, lo único que lograría es cabrearlo, mucho.” había dicho el de ojos verdes entre una de sus tantas quejas.

Cerca de las dos de la tarde, a Dean se le había antojado hacer el dichoso picnic que había mencionado Jimmy en la mañana. Compraron una manta, un par de cosas para preparar perros calientes o emparedados, lo que más se les antojara en el momento, unas revistas y un par de gaseosas «no iban a embriagarse en un lugar público».

Buscaron un parque cercano, tendieron la manta a la sombra de un árbol y se recostaron, a Dean le pareció buena idea dejar que Jimmy reposara su cabeza sobre su brazo, ¿Qué más daba? Ya había dormido así un par de noches.

El Winchester se relajó viendo el viento mover las hojas de los arboles mientras Jimmy leía una revista a su lado, se preguntó hacía cuanto tiempo que no tenía tanta tranquilidad, pero prefirió no pensar mucho en ello, no fuera que el universo se diera cuenta de que estaba relajándose y decidiera mandarle una horda de croatoanes o algo por el estilo.

Se les antojaron los emparedados, ya cenarían perros calientes, posiblemente. Se dieron pequeños besos castos mientras se sonreían el uno al otro, mientras comentaban tontos artículos de la revista, mientras Dean hablaba sin parar de los actores que ahí salían, mientras eran felices y estaban en calma, en su pequeño día, donde no existía nada más que ellos dos, donde Dean no tenía que regresar para coger su arma y matar seres sobrenaturales.

••••••••

Ya casi eran las seis de la tarde, la luz del día aún era fuerte, pero dentro de poco se empezaría a pintar de bellos tonos naranjas, decidieron seguir con la Sammy lista, el zoológico, ¿Qué acaso Sam quería que vieran todos los animales del mundo?

Museo con animales antiguos y extintos «Que sí, que se lo habían salteado, pero estaba en la lista». Acuario, con animales marinos. Y ahora un zoológico.

Jimmy quería ir porque sabía que tal vez le dejaran acariciar a una pequeña oveja o algo por el estilo, así que caminaron juntos mientras preguntaban a las personas donde quedaba el dichoso zoológico, estaba cerca, o por lo menos eso habían dicho. Tras caminar una hora, el de ojos azules ya empezaba a sentir como todo ese tiempo siendo movido por Castiel y no por él mismo le empezaba a pesar.

Finalmente, al llegar a zoológico, Jimmy fue a sentarse en la primera banca que encontró, pero una vez vio el corral de los animales que se podían acariciar, recobró casi al instante las energías, ¡ni uno de esos animales se salvaría de sus manos!, No señor.

Dean sonreía divertido mientras veía a Jimmy acariciar uno tras otro, se dijo mentalmente que llevaría a Castiel la próxima vez, seguro que lo amaría, esperaba que si alguna vez se le ocurría regresar desnudo al impala, la próxima vez estuviera cubierto de conejos y no con abejas.

VIII

  El cielo ya se encontraba teñido de azul oscuro, y las estrellas, junto con la prístina luna, casi llena, lo iluminaban, alzándose sobre sus cabezas mientras caminaban hacia el bar que se encontraba cerca del motel, o ese pensamiento fue lo que atravesaba la cabeza de Jimmy en esos momentos. Sentía que era la noche perfecta y decenas de poemas y canciones le venían a la mente.

La calle estaba casi desierta y escuchaba el sonido de las botas de ambos repiquetear en el asfalto. Una pequeña ventisca ondulaba su gabardina, el pensamiento de abrir los brazos y dar vueltas lo tentaba, pero no quería parecer tonto, entonces recordó que probablemente no tendría otra oportunidad para hacer aquello nunca más.

Levantó los brazos hacia la luna y sonrió. Cerró los ojos y extendió sus brazos hacia los lados. Dio un par de vueltas sintiendo el aire cálido en el rostro, abrió los ojos y se detuvo. Dean le sonreía y soltaba pequeñas risas, probablemente ocasionadas por la actitud infantil de Jimmy.

Siguió andando en dirección al bar junto a Dean, pero esta vez lo observó todo y ocasionalmente paseaba las puntas de sus dedos por las hojas de los árboles.

••••••••

  No estaba seguro de cuantas cervezas habían sido, perdió la cuenta después de la quinta y una copa de tequila. No acostumbraba beber y le había costado trabajo caminar de regreso al motel, aun cuando lo había hecho apoyándose en el hombro de Dean.

—Vamos amigo, creo que fue suficiente alcohol para ti por esta vida —Dijo Dean mientras ayudaba a Jimmy a recostarse en la amplia cama.

El de ojos verdes retiró los zapatos de Jimmy y subió para desabotonar el primer botón de la camisa. El día no había salido como lo había planeado pero, Castiel soportaba muy bien los tragos, ¿Cómo saber que Jimmy no lo toleraba en absoluto?

Desabrochó el primer botón de la camisa exhalando fuertemente. “Supongo que hasta aquí llegó nuestra cita” Pensó retirando la vista del botón y dirigiéndola hacia el rostro de Jimmy. La habitación se encontraba en total silencio, podía escuchar el sonido de la respiración de ese señor comatoso bajo él. Paseó su vista por su rostro, sus labios de un ligero tono rosa, el leve rastro de barba que siempre le quedaba tras afeitarse y… esos ojos azules del color del universo que ahora lo veían fijamente.

— ¿Esta es la parte en la que me besas? —Rio con vergüenza el de cabello oscuro mientras sentía como el alcohol en su organismo desaparecía y cómo el calor en su rostro aumentaba.

Dean sonrió un par de segundos, cerró los ojos y lentamente se acercó al rostro de Jimmy. El corazón del de ojos azules golpeteaba en su pecho descontroladamente. Imitó el acto de Dean y cerró sus ojos.

Sintió el cálido tacto de los labios del rubio sobre los suyos. Seguido de los dedos del cazador entrelazándose con su cabello. Definitivamente era diferente, no se sentía como un espectador, ahora estaba participando en ello. Eran sus labios los que presionaban los de Dean, era la lengua de Dean la que lamía y mordía tímidamente la boca de Jimmy. Eran sus lenguas danzando, eran los besos expertos de Jimmy los que recibía el cazador, el cual se sorprendió un poco por ello, porque lo sabía, ese no era Castiel, era Jimmy.

Un nudo se formó en el estómago de Dean. Deseaba ese cuerpo que ya había tenido cientos de veces, pero que a la vez nunca había tocado.

Jimmy rodeó el cuello de Dean con sus brazos y acarició el cabello de su nuca con las puntas de sus dedos.

Las manos del cazador trazaron un camino por todo el torso de Jimmy, deteniéndose sobre los botones de su camisa y con movimientos expertos, la desabotonó totalmente. Deslizó la gabardina por sus brazos. Le siguió la camisa y se separaron un poco para que le pudiera quitar la playera. Ahora el torso del castaño oscuro se encontraba descubierto. Solo al notar el tacto de las cálidas manos de Jimmy sobre sus abdominales, es que notó que el de ojos azules también le había retirado la chaqueta y la camisa.

Se colocó entre las piernas de Jimmy y se irguió un momento para retirarse la playera de tirantes para deslizarse de nuevo sobre el cuerpo del castaño. Lentamente comenzó a repartir besos por todo su cuello.

Los labios de Dean hacían cosquillas contra su piel, y el rastro de su barba raspaba ligeramente. Jimmy soltó una pequeña risa y sintió como los labios del Winchester se curvaban en una sonrisa. El cazador bajó y comenzó a depositar pesos por el pecho del más bajo. Subió de nuevo a sus labios sintiendo una vez más como los besos de Jimmy eran muy diferentes a los de Castiel. Eran más expertos, más seguros. Seguramente él había estado con varias mujeres antes, para Castiel todo era aún nuevo.

Sus manos recorrieron de arriba hacia abajo una y otra vez, la piel desnuda del torso de Jimmy Novak. Las afirmó en sus costados e hizo pequeños círculos con sus pulgares.

Deslizó su cadera haciendo fricción contra la del de ojos azules. El movimiento fue haciéndose más y más rápido. La respiración de ambos empezó a hacerse más rápida, el pecho de Jimmy subía y bajaba rápidamente. Sus miembros ahora se rosaban sobre la tela con movimientos erráticos.

El Winchester desabrochó el botón del pantalón del castaño para después bajar el cierre. Tiró del pantalón hacia abajo y lo deslizó por sus muslos hasta las rodillas. Tomó sus piernas, las levantó y dio un par de tirones más. Ahora se encontraba solo en ropa interior.

— ¿Pretendes que mantenga los calcetines puestos?, eso no es nada sexy —Trató de bromear el castaño mientras deslizaba sus pies fuera de los calcetines.

Dean sonrió burlonamente mientras colaba sus dedos en el resorte del bóxer del de ojos azules.

—Cierra la boca Novak —Se inclinó y comenzó a besarlo antes de que el castaño tuviera tiempo siquiera de pensar en una respuesta.

Tiró de su bóxer e imitando los movimientos que había realizado con los vaqueros, lo despojó de él. Acarició con la palma de sus manos los muslos de Jimmy y lentamente fue subiendo hasta acariciar su miembro.

Jimmy soltó un respingo y encorvó levemente la espalda al sentir la mano de Dean. El rubio rio ligeramente de nuevo y llevó la otra a la entrada de Jimmy.

— ¿Qué ocurre?, estabas tan hablador hace poco —Dijo antes de introducir uno de sus dedos en Jimmy, el cual jadeó fuertemente y aferró sus manos a las sábanas.

Sentía como si fuera la primera vez que hacía eso, y bueno, prácticamente lo era, puesto que las otras había sido Castiel y no él. Sin embargo, notaba como su cuerpo estaba acostumbrado a hacer aquello. O más que acostumbrado, puesto que ahora mismo sentía que podía correrse con solo sentir los dedos de Dean tocando ese punto dentro de él que le hacía sentir oleadas de placer y corrientes eléctricas recorrer cada milímetro de su cuerpo. Le avergonzaba ver como su cuerpo estaba tan dispuesto, pero a la vez agradecía que, debido a ello, todo fuera placer y nada dolor.

Dean desabrochó sus Pantalones y retiró su bóxer lo suficiente para poder liberar su erección.

— ¿Listo para lo que sigue, bebé? —Preguntó retirando sus dedos de la entrada de Jimmy y acariciando su propio miembro con la otra mano que minutos antes había estado jugando con la del castaño.

Jimmy asintió con la cabeza, sentía sus mejillas arder y su cuerpo temblaba de anticipación. El cazador levantó una vez más las piernas del de ojos azules y las afirmó en sus caderas. Jimmy entrecruzó sus piernas como tantas veces había visto hacer a Castiel. Sintió la presión del miembro de Dean contra su entrada y como empezaba a entrar lenta y delicadamente.

El cazador permaneció inmóvil un par de segundos, pero al escuchar el jadeo de Jimmy y sentir el movimiento involuntario de las caderas de este empujándose hacia su miembro, no pudo esperar más y empezó el movimiento del vaivén, al principio lento, pero rápidamente la velocidad aumentó considerablemente. Las manos de Jimmy se aferraban a los hombros de Dean mientras que de su garganta salía un gemido tras otro.

Las embestidas se volvieron erráticas y casi salvajes. El clímax no tardó mucho en llegar, Dean dio un par de embestidas más antes de correrse dentro de Jimmy, el cual al sentir la calidez dentro de su cuerpo, se corrió entre sus vientres.

Jimmy se preguntaba si sería muy atrevido de su parte pedir una segunda ronda.

—Supongo que tú ya lo sabes, pero, mi amiguito no se conforma con tan poco —Dijo Dean interrumpiendo los pensamientos de Jimmy.

—Entonces supongo que no queda de otra más que complacerlo —Jimmy sonrió y movió sus caderas una vez más sintiendo como el miembro de Dean se ponía duro de nuevo dentro de él.

IX

  Dean parpadeó repetidas veces y lo primero que vio fue el dosel de la cama. Se estiró y extendió los brazos pero algo no estaba bien. Volteó hacia ambos lados de la cama. Jimmy no estaba. Vio una nota sobre la pequeña mesa de noche y se levantó de un salto.

—Mierda, lo que me faltaba, que Jimmy se haya escapado de nuevo —Susurró. Ahora tendría que buscarlo porque tenían que romper el hechizo. Desdobló la hoja mientras trataba de no reírse por la situación, ¿Cuántas veces había él hecho eso?, ¿A cuántas chicas había dejado con tan solo una nota de despedida?, a algunas no les había dejado ni eso. Pensó que, tal vez, esa nota diría exactamente lo que él escribía. Un simple “Gracias, me la pasé bien anoche” y ya estaba, hasta nunca.

Decidió dejar de pensar en cosas innecesarias y la leyó. Rio a carcajadas y dio media vuelta al escuchar la puerta abrirse detrás de él. Jimmy entraba con un par de bolsas plásticas en ambas manos, las cuales dejó sobre la mesa. Este ya se encontraba duchado y se había colocado su traje negro, y gabardina de nuevo.

— ¿Qué es tan divertido? —Preguntó el más bajo.

—Tú —Respondió Dean enseñándole la nota —“Necesito hamburguesas, café e ibuprofeno*, vuelvo pronto” —El Winchester levantó las cejas interrogativamente — ¿Ibuprofeno? —Jimmy se encogió de hombros y le dio una mordida a una de las hamburguesas que acababa de extraer de una de las bolsas.

Desayunaron tranquilamente y en silencio, Dean se fue a dar una rápida ducha luego de que Jimmy le dijera que “Date una ducha por favor, o por lo menos abróchate los pantalones” y Dean le respondiera “Anoche no te estabas quejando, de hecho querías que me los desabrochara” antes de entrar al baño. Quince minutos después, el de ojos verdes ya se encontraba pagando la habitación.

Condujo a una velocidad moderada mientras cantaban a todo pulmón las canciones de Dean, porque el conductor escoge la música. Y así, un poco después, llegó al bunker, en donde Sam los esperaba ansioso.

—Dean, lo tengo, el hechizo para revertirlo está casi listo —Se apresuró a decir el menor de los Winchester.

—Vaya, Sammy, hiciste tu tarea mientras no estaba —Bromeó Dean sintiéndose un poco triste por Jimmy.

—Sí, bueno, debes dar más bien las gracias a Gabriel —El más alto se encogió de hombros —Él fue tras la bruja y su marido y les pidió amablemente que le dieran el hechizo, sabes, debimos de haber hecho eso desde un principio, me hubiera ahorrado bastante tiempo.

— ¿Y si podía hacer eso por qué no lo hizo desde el principio?, digo, es su hermano —Dean levantó las manos un poco exasperado.

—Bueno, ya está, solo necesito que Jimmy y Castiel estén cerca para llevar a cabo el hechizo —Sam intentó cambiar de tema, porque por nada del mundo le diría que Gabriel quería pasar tiempo con él y por eso no había ido primero por la bruja.

Jimmy caminó hacia un círculo que había dibujado Sam en el piso antes de su llegada, Castiel se colocó dentro de este de igual forma. El Winchester menor leyó un par de palabras que entremezclaban el latín con varios idiomas más «de los cuales habían un par de lenguas muertas» y después arrojó un puño de un polvo que era resultado de varias cosas que Dean no quiso terminar de escuchar, porque, las brujas, eran tan asquerosas.

Jimmy sonrió y se despidió agitando su mano hacia Dean.

—Adiós, Dean, Sam, Gabriel, Castiel, y… Gracias por todo —Amplió un poco más su sonrisa antes de que una cegadora luz azul apareciera y el piso del bunker empezara a temblar fuertemente.

La luz fue disminuyendo hasta que por fin ya no estuvo.

—El hechizo dio resultado —Anunció Castiel caminando fuera del círculo —Gracias Sam, comenzaba a sentirme drásticamente debilitado, pero ahora siento como mi fuerza regresa.

—No es nada Cas —Respondió el menor antes de irse de la habitación.

Ahora Dean y Castiel se encontraban solos, Jimmy, de nuevo, había pasado a ser solo un recipiente. Dean no pudo evitar sentirse un poco mal por lo ocurrido, suspiró fuertemente y abrazó a Castiel.

—Él está bien, de hecho, está feliz y agradecido —Trató de consolarlo Castiel. Dean asintió con la cabeza y se separó del ángel. Dio media vuelta, pero antes de empezar a andar sintió una palmada en el trasero. Volteó velozmente y le dedicó a Castiel una mirada de sorpresa.

—Jimmy me dijo que palmeara tu perfecto trasero —Rio ligeramente el ángel antes de empezar a andar hacia la habitación que compartía con Dean.

—Claro que lo hizo —Dijo Dean siguiendo al ángel hacia su habitación.

—Se me ocurre que tú y yo podemos divertirnos un rato con alguna actividad que no implique ropa —Propuso Castiel.

—Cas, no te voy a decir que no —Dean sonrió cerrando la puerta de su habitación tras ellos.

 

—Oh, cielos, no, debo irme de aquí ahora mismo —Dijo Sam tomando su chaqueta y saliendo rápidamente del bunker tras escuchar los planes que tenía su hermano con sus novios.

 

Fin.

Notas finales:

*Bloody Mary es el capítulo 5 de la temporada 1.

*El ibuprofeno es medicina para el dolor, es como, el primo del paracetamol.

¡Lo siento para los que me pidieron que lo siguiera! Sé que dije que lo subiría rápido, pero, trabajo, clases, cosas que se deben de hacer en la vida, me faltaba muy poco para terminar este fic cuando subí la primera parte, pero cuando me daba tiempo para terminarlo, leía lo que llevaba y cada vez que lo leía le cambiaba cosas y, bueno, rehíce esto como 3 veces, pero estoy conforme con esto «Por ahora» Aparte que me metí más en el fandom Sterek y me mudé a Ao3… peeero eso ya es punto y aparte.

Cualquier error, lo siento, lo leí varias veces y según yo corregí bien, pero a veces se me pasa una que otra. Si escribí Castiel en algún lugar donde iba Jimmy, lo siento también, costumbre.

Y, eso, ¡Muchas gracias por leer! Pasen muy bonito día/tarde/noche y ¡FELICES FIESTAS!

 


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