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La luz en mi oscuridad. {Wigetta} por PinketDiana

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Notas del capitulo:

Este capítulo es mas tenso que mi vida ;-; 

Vivo o muerto.

 

Guillermo

 

Estaba sentado en un incómodo banquillo color marrón, viendo como Samuel preparaba un no.sé.qué francés -o algo parecido había dicho-, dándome la espalda. Fijé mi vista en Mara, la pequeña y blanca gatita de Samuel, quien jugaba con la pierna del mayor, en un intento desesperado de llamar su atención.

 

-Guille, ¿puedes coger a Mara?.- Asentí y seguidamente me sent'un idiota ya que él no podía verme. 

 

-Si..- Contesté en un susurro. 

 

Me agaché para así agarrar a aquella diminuta bola de pelos, intentando reprimir un gemido doloroso, preguntándome porque esta situación se me hacía tan calmada y... familiar. Era cálida. El ver a Samuel cocinando, mientras como si de una tercera persona, me observaba a mi mismo jugando con el pequeño minino... parecíamos una familia. 

 

"Deja de pensar en esas cosas, Guillermo". 

 

-Ya falta poco- Canturreó Samuel, sacándome de mis pensamientos. 

 

Quise decir algo, lo que fuese, mayormente agradecerle por todo lo que estaba haciendo, porque yo era una molestía andante y a pesar de eso, él seguía aquí, sin juzgarme, sin reprocharme... solo estando para mi, apoyándome. 

 

-Gracias...- Desee que no se escuchase, y creo que lo conseguí porque no respondió nada. 

 

-¡Taratachán!- Abrí mis ojos cuando vi el plato. Consistía en un pollo con una salsa extraña arriba y patatas... ¿asadas?. 

 

"No puedo comer todo eso, engordaré demasiado". 

 

¿Cómo le decía a Samuel que no podía comer cuando se había puesto a preparar este plato por mi culpa?. Si quizá yo no hubiese dicho que jamás probé nada al estilo francés... si me hubiese callado. 

 

"Tengo dos opciones. Comer y culparme o dañar a Samuel". 

 

La desición estaba tomada. Yo podría dañarme tanto como fuese posible, perojamás me permitiría herir, siendo consciente de ello, a Samuel. No cuando estaba dándolo todo por mi, aunque fuese por curiosidad sobre mi persona. 

 

-¿No te gusta?- En su cara se formó un puchero que pude definir como... ¿adorable?. Él no podía parecerme adorable, o estaría sumamente perdido. 

 

-Si, tranquilo...- Intenté sonreír, como casi siempre de manera falsa, y cogí yo el plato para que él pudiera alcanzar las demás cosas y poner la mesa. 

 

"Gordo. Gordo. Gordo. ¿Cómo puedes si tan siquiera pensar en comer?. ¿No te sobra ya suficiente grasa?"- Sacudí mi cabeza, intentando que mis ojos no se cristalizaran a causa de las lágrimas, en un intento desesperado de que mis pensamientos se alejaen. Los necesitaba lejos, fuera de mi, por un rato... o Samuel... 

 

-¿Vienes?- Frente a mi estaba el mayor, mirándome tiernamente, con una mano extendida para coger el plato y la otra cerca de la mía, dudando si podía tomarla o no. Dudé unos segundos y cogí su mano. La seguridad y el alivio corrió a través de mi. 

 

"Estoy bien... estoy con Samuel"- Quise decirme a mi mismo que él no me juzgaría a pesar de que la grasa sobresaliese de mi ropa, que él no me llamaría nenaza si me viese llorando, que él no me diría marica si le confieso que una vez besé a un chico. Quería hacerlo, mas no. No seguí mis impulsos, porque perdería a Samuel, y últimamente era mi único soporte. 

 

-¿Cómo está?- Me preguntó tras haber observado como lo probaba cuidadosamente. 

 

-Muy rico, la verdad.- Intenté sonar lo más simpático posible, y lo conseguí. Pero mis pensamientos, la culpa por estar comiendo... no desaparecían. 

 

Toqué mi barriga y un escalofrío recorrió mi cuerpo. 

 

"Todo está bien"- Me volví a repetir. 

 

-¿No quieres más?- Me perdí en mis pensamientos, esos que estaban repletos de cosas horribles, y cuando me di cuenta, Samuel estaba frente a mi, sin abandonar esa hermosa sonrisa, mirándome atentamente. ¿Debía decirle que no?. ¿Y si se ofendía?. ¿Y si...?. Negué con la cabeza, y cerré los ojos con miedo, pero no pasó nada. Los abrí lentamente, como si el hacerlo doliese, y lo vi allí, aún con su hermosa y resplandeciente sonrisa, recogiendo la mesa.

 

Me levanté sin mediar palabra y lo ayudé a llevar las cosas a la cocina.

 

-¿Estás bien?- Volvió a preguntar, y estoy completamente seguro de que a Samuel le pagan cada vez que me lo pregunta. 

 

-Sip...- Mentí de nuevo. 

 

"¿Qué pasaría si él se entera de todo?. ¿Qué pasa si algún día me ve el cuerpo lleno de moretones, marcas, cicatrices, cortes y golpes?. ¿Qué pasa si sabe que muchas veces vomito lo que como, o que puedo pasar perfectamente días sin comer?. ¿Qué pasa si se entera de lo que vivo en mi casa?. ¿Qué pensaría si supiese mis pensamientos suicidas?. ¿Qué... me diría si le confesase que mi único sueño es morir?"

 

-¡Gané!- Salté del sillón, prácticamente cayendo... cayendo sobre Samuel. 

 

-Ostras, Guille, si que te sienta mal perder eh....- Bromeó y yo reí nerviosamente.- Hombre... un besito como premio estaría muy bien.- Mis ojos se abrieron de par en par y un escalofrío me recorrió de arriba a abajo. 

 

"¿Se está riendo de mi?"- Una punzada en el pecho me pegó profundamente.- "Claro que lo hace. ¿Cómo alguien como él querría besarme?. Nadie quiere besarme nunca, nadie lo querrá."

 

-L-Lo siento, no quise decir eso... es solo que.- Lo corté. No quería que se justificase ni nada, ya estaba acostumbrado a que la gente se riese de mi, pero sinceramente, no me lo esperaba de él. 

 

-Tranquilo, no pasa nada.- Y volví a mostrar aquella falsa mueca, esperanzado de que mis ojos no se cristalizaran, no de nuevo. 

 

Él me miró atentamente, totalmente pálido, con una expreción que yo había visto millones de veces en el espejo: Miedo. 

 

-De verdad que no quise decir eso...- Y seguía, pero yo no quería escuchar nada de eso. 

 

-Que no pasa nada, Samu. Todo está bien.- Lo golpeé en el brazo juguetonamente, y fue justo en ese momento cuando me percaté de algo.

 

-¿Cómo me has llamado?.- Lo miré directo a los ojos, siendo yo el que estaba amedrentado esta vez. 

 

-¿S-Samu?- Susurré totalmente cohibido. 

 

Bien. Yo no solía llamar al mayor por su nombre, así que cuando lo hacía veía como a veces su cara se iluminaba, seguramente a causa de que el niño raro supiese su nombre, entonces, no me extrañaba que le sorprendiese el hecho de llamarlo por un diminutivo cariñoso... ¿cariñoso?. 

 

-Me gusta.- Me sonrojé y giré mi cabeza. 

 

¡A él no le podía gustar!. Él no podía sentirse bien conmigo. No. No. No, porque yo lo dañaría y... ¡¡Samuel no puede mirarme de la forma en la que lo está haciendo ahora, mierda!!. 

 

Aunque todo esto, pasó a segundo lugar cuando sentí como mi móvil vibraba. 

 

"No puede ser..."

 

"Te quiero en casa ahora gran bola de mierda grasosa. elijes:

Vivo o muerto. "

 

-Me tengo que ir.- Prácticamente salí huyendo hacía la puerta.- Muchas gracias por todo, Samuel...- Cerré la puerta tras de mi, escuchando como este corría hacia la entrada. 

 

-¿Qué pasa?. ¿Todo está bien?- Preguntó totalmente alterado. 

 

-Si, una emergencia, nada más-. Le grité en respuesta mientras seguía corriendo. 

 

"Y puede que hoy se acabe todo por la forma en la que escribió el mensaje. Y puede que mañana no vuelva a volver a ver la luz del día, y realmente no me importa. Estaría bien morir. Sinceramente, no entiendo porque la gente tiene tanto miedo a dormir para siempre, el descanso eterno es lo más anhelado por mi... pero aún así te echaré de menos, Samuel, si no puedo aguantar lo que me depara hoy. Mas... me alegra que tu seas la última persona que vea, aparte del mostruo que me espera ahora en casa". 

 

Y si, sé que podría irme y no volver a aquel terrible lugar. Podría esconderme e ignorar todo tipo de amenazas. Sé que podría escapar de él, posiblemente. Pero... ¿De qué serviría vivir así?. Este es mi castigo por ser quién soy, y me lo merezco. 

 

"Al menos, por unos días, he sentido como Samuel me sacaba hacía la luz durante unos minutos, y eso es mucho más de lo que alguna vez he deseado..."

 

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Notas finales:

Pobre Guille ;_;, y Samu es demasiado aslkjañsfkajsfasdf. 

 

Cada vez que escribo un capítulo de este Fanfic, deseo con más intensidad que el papá de Guille desaparezca (o explote cual palomita, eso tambiçen me vale e.e), y que Guille sea feliz z4. 

 

P.D: ¿Alguien más se imagina que la gatita es la cosa más adorable, apachuchable (?), linda y adorable del mundo?. ¿No?. ¿Solo yo?. T_T

 

#PutavidaTT


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