~Sorpresas~
Caminaba con su maleta por la terminal de autobuses esperando a que alguien viniera por él, jugaba despreocupado con su celular sin ánimos de cumplir lo que había prometido. Estaba solo, y no podía sentirse muy contento por eso, quería estar en otro lugar en ese momento, divirtiéndose con sus amigos y haciendo bromas. Ya era bastante aburrido estar así de solitario… había que admitir que muchas cosas habían cambiado.
El sonido de una bocina le saco de su ensueño, reconocía el lujoso vehículo que estaba frente a él y tomando su pesada maleta se las arregló para subirse en el asiento del copiloto, encontrándose con su amigo de hace bastantes años.
Se sonrieron cómplices de tantas manías y juegos, pero no hablaron sobre nada, lo habían dicho todo por celular y se mantuvieron en silencio hasta que el camino empezó a cambiar dando paso a una zona que se notaba de mayor clase.
-¿Quién es mi cliente?- preguntó iniciando comunicación sin despegar la vista de la ventanilla.
-Un chico rico, joven- le contestó poniendo énfasis en lo de “joven”, pero sin dejar de mirar al frente, esbozando una sonrisilla de medio lado- dijo que te daría todo en efectivo.
-Aah- dijo interesado para mirarle ahora a él- ¿es hombre?
-¿Algún problema?
-No… solo que creí que las chicas le hablaban de forma más desesperada a Mary.
-Para que veas- le dijo deteniendo el vehículo frente un portón del que parecía ser la entrada a una casa de campo enorme y le daba una carpeta con información- aquí te dejo.
Un sonido de exclamación salió de sus labios producto del lujo que desprendía cada zona de aquella finca y que podía ver a través de la ventanilla del auto, solo esperaba que su cliente no fuera un mimado.
-Bien, aquí me bajo- dijo tomando sus cosas despidiéndose de su amigo, completamente indiferente al tema que le incumbía en ese momento.
-Buena suerte y te debo una- le contestó alegre mientras el vehículo comenzaba a alejarse por el asfalto.
Dio una sonrisa divertida mientras avanzaba por el lugar, pidió ayuda al guardia que le miró con buenos modos y le guio hacia el interior, frente a él podía ver a mucha gente desconocida, como era su costumbre junto a grandes campos de golf, piscinas y enormes jardines con fuentes y terrazas seguidos de fieles sirvientes que se aseguraban del completo disfrute de todos ellos, típico sueño de niños ricos.
El guarda le dejó frente a la maciza entrada de roble con manijas de oro que le abrieron dos hombres a cada lado de la enorme puerta y apenas entrar una dama le pedía su abrigo a pesar del agradable clima y se hacía cargo de sus maletas. Todos le miraban con cierta amabilidad, poniéndole incómodo y sintiéndose completamente observado.
Se vio nuevamente perdido en un enorme salón con paredes tapizadas y suelo cerámico exquisitamente decorado. Algo aturdido por el lujo anduvo hasta otra enorme puerta, más simple que la de un principio, pero no menos opulenta.
Escuchó gritos y curioso pegó su oído a la madera queriendo escuchar.
-Pero esto no es justo, me voy a aburrir de sobremanera- decía una voz que pareció reconocer.
-Solo mantente en silencio- decía otro que parecía estar caminando impaciente, el que sería su pareja, supuso.
-Y tú cálmate, no te has quedado quieto en todo el viaje.
-Es normal, va a presentar a su novia a sus padres, debe estar nervioso por cómo se lo tomaran.
-Genial, entonces más me voy a aburrir, JongHyun y Key se van a perder por ahí, tú vas a estar con tu novia y Tae no viene, estoy jodido.
Una sonrisa se escapó de sus labios, parece que todo aquel lio iba a ser mucho más divertido de lo que se había propuesto.
Tocó a la puerta con lentitud, tratando de serenarse para empezar con la farsa, su farsa.
Sintió los pasos apresurados de uno de los que estaban en la otra habitación y le abría la puerta con cierto anhelo ante la mirada atenta de los otros. Vio los ojos nerviosos del que era su pareja y el asombro que recibió de forma general.
Sonrió sin despegar la vista del chico que le había abierto la puerta, sonriéndole con ternura ignorando su estupefacción antes de alargar sus brazos para sostenerlos en su cuello y en cámara lenta, ante la mirada del resto darle un suave beso a modo de saludo.
Vio el impacto de su acción de forma general y de las frases incoherente de Key que quedo blanco ante la acción, mientras él sentía como MinHo intensificaba el beso aferrándose a su cintura dejándose llevar por el que toda la próxima semana seria su novio.
-Sorpresa- susurró ladeando la cabeza en una sonrisa burlesca mientras se deleitaba con las caras de asombro de todos los presentes, incluido MinHo que lo ocultaba perfectamente ante los demás.
-¡TAE!- exclamaron los tres a la vez, mientras enlazaba sus dedos con los de MinHo siguiendo con su juego, y el chico mantenía la misma sonrisa torcida que mostraba hace poco- desde cuando tu… y él…. Ustedes ¿juntos?- continúo un shockeado Onew que trataba de llenar los cabos sueltos.
-No hace mucho…- inventó rápidamente mientras le daba un beso suave en la mejilla, sintiendo la rigidez de su compañero y como aferraba su mano agradeciendo su ayuda- pero lo mantuvimos en secreto para ver si funcionábamos realmente ¿cierto?- dijo dándole una mirada de advertencia al flaming carisma, inadvertida para los otros tres.
-Si…- contestó nervioso el rapero mientras esbozaba una sonrisa torcida- no queríamos hacer problemas.
-Wow- dijo ahora Key saliendo de su parálisis- pero nos dejaron mal…. No lo notamos ¡ni lo imaginamos! Fingieron muy bien… ¡son excelentes!
“Solo Taemin… solo él” pensó para sus adentros MinHo, pensando en una manera de salir de ahí lo más rápido posible para hablar seriamente con su “novio”
-Además, Taemin había dicho que no podía venir- dijo ahora JongHyun que les miraba alternativamente a cada uno.
-De lo contrario no habría podido ver sus caras en este momento- se rio el aludido recibiendo un abrazo de JongHyun que le susurraba al oído un “los felicito”
El resto de los integrantes de Shinee se levantaron repitiendo el gesto de su compañero, abrazándoles a cada uno con una palabra de ánimo. Los tres parecían realmente contentos por ellos. Todo resultaba perfectamente sencillo para el menor.
Taemin hablaba con soltura y con palabras dulces, parecía realmente cómodo con la situación, mientras que para Minho cada movimiento le resultaba una farsa tremenda, le sudaba el cuerpo y creía estar paranoico. Sentía la mirada de todos sobre él, y le hacían sentir que lo sabían, conocían su mentira, que pagó para que su amigo se hiciera pasar por su pareja aunque nadie sospechara aun.
Tomó más fuerte la mano de Taemin en un intento de llenarse de la seguridad que transmitía el chico y sin poder resistirlo mucho más, le llevó hasta la salida de esa habitación ante la mirada de desconcierto de los demás.
-¿A dónde vamos?- preguntó el chico que aún no se soltaba de su mano y le miraba con una expresión que no sabía distinguir si era o no fingida.
-Quiero… necesito que hablemos a solas- dijo cerca de su oído, pero lo suficientemente fuerte como para que los otros tres chicos que habían vuelto a sus lugares les dirigieran una mirada llena de dobles intenciones que le hicieron sentirse avergonzado-Ahora…- agregó para hacerle ver que lo necesitaba rápido.
Taemin simplemente asintió levemente antes de ser arrastrado por su “novio” hasta la salida comenzando a andar cada vez más rápido e ignorando los saludos de los invitados a su alrededor.
-¿A dónde vamos?- preguntó de pronto aun medio confundido siguiendo como podía al otro, que de pronto se detuvo en seco haciéndole chocar contra su ancha espalda- oye, eso me dolió- exclamó sobándose la nariz mientras se movía un poco para encarar al rapero notando que había palidecido casi por completo- ¿Minho?
-¿Quién es tu amigo MinHo?