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Vacío por RotMond

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaa!!!

Antes de que me maten, me disculpo u_u

Tuve unos pequeños inconvenientes, pero traté de no tardar tanto en actualizar, no volverá a pasar.

*******

(me brinco el resumen del cap anterior para actualizar más rápido, además, sólo me acuerdo del tremendo acoso de Aizen contra Ichigo :3 y de la próxima invasión Vizard!!)

Hueco Mundo

 

Aizen escuchó atentamente el mensaje que su novena Espada se encargaba de transmitir al resto:

 

“Atención: Los intrusos tomaron caminos distintos, encuéntrenlos y captúrenlos con vida, principalmente a los shinigamis y al Vasto Lorde”.

 

—Ahora falta encontrar a los intrusos. —Dio la vuelta para encontrarse con Tsukishima, quien iniciaba una reverencia.

—Aizen-sama, vengo de ver al príncipe. Él estaba hablando con su hollow interno por lo que tuve que implantarle otro recuerdo, pero he de advertirle que no lo deje recuperar su espada o se arriesgará a…

— ¿El hollow que vive en su espada sigue tratando de contactarlo? —Tsukishima permaneció en su pose, sin levantar la cabeza.

—El ataque inicial implantó un recuerdo en donde Ichigo era incapaz de entrar a su mundo interno para contactar al hollow, pero es difícil separarlo del príncipe.

—En todo caso, tendré que recurrir a mi espada nuevamente. Crear ilusiones en donde viva feliz y convencido de mis palabras.

— ¿Eso quiere decir que los shinigamis son innecesarios? —Tsukishima finalmente deshizo la reverencia para observar la sonrisa de Aizen.

—No creo que mi príncipe tenga que saber que sus amigos no están de mi lado, él piensa que fueron a visitarlo, pero era mi espada. Una ilusión.

— ¿Debo buscar a los shinigamis? —Aizen señaló la puerta que estaba detrás de él.

—Sí, ellos se han separado por una de las tantas trampas de la octava Espada, encuéntralos.

 

.

.

.

 

Después de caer, Pesche se sentó y sonrió por su buena fortuna.

—Ufff, qué bueno que caí en algo suavecito. —Dijo mientras palpaba el suelo.

— ¡Quítate de encima! —Rukia se levantó y alejó a Peshe.

—Oh, disculpa, creo que te toqué el…

— ¡Cállate! —Rukia se ruborizó y le dio la espalda, notó que estaban en una habitación inmensa y pobremente iluminada—. Para haber caído estamos lejos del sótano. ¿Dónde están los demás?

 

.

.

.

 

— ¡Ugggghh! ¡Ughhhh! —Renji escuchaba ligeros quejidos, que provenían de algún lugar no muy lejos de ahí; trató de levantarse pero se encontraba en el suelo, boca abajo, completamente atado y sin poder moverse.

— ¿Qué…? —Fue interrumpido por un bozal firmemente sujetado, se giró como pudo y observó a un extraño grupo de hollows que lo miraban con curiosidad. Los fulminó con la mirada, ellos lo sujetaron de los pies y se lo llevaron arrastrando por un amplio corredor, miró a su izquierda y se sobresaltó al ver a Dondochakka, después de todo, la máscara lo seguía asustando de cerca. Al llegar a un amplio salón cerró los ojos para protegerse de la intensa iluminación, pero los abrió al sentir que lo depositaban en una mesa.

—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? —Escuchó y giró a su izquierda para ver a un sujeto de cabello rosa, quien lo inspeccionaba con curiosidad.

— ¡Es un shinigami! ¡Traemos dos de los cinco intrusos, Szayel-Aporro-sama! —Respondió orgulloso uno de los hollows redondos.

— ¡Ya lo sé, idiota! ¡Era una pregunta retórica!

Renji alcanzó a desviar la vista y se quedó pasmado al reconocer los intensos ojos azules de Ishida; le dio un vuelco al corazón verlo en ese estado, pero sintió alivio al saber que estaba con vida.

—Ahora tengo un shinigami y un quincy, me muero por jugar con ustedes. —Se relamía los labios con sólo pensar en ello—. Pondré a prueba su resistencia con un experimento un tanto peculiar. ¿Sabían que el reiatsu disminuye con la actividad sexual? Quiero conocer sus límites.

 

Renji se horrorizó e imaginó lo peor cuando Szayel llamó a dos miembros de su fracción para que sujetaran a Ishida; otros dos lo arrastraron a la misma celda y trataron de encadenarlo, pero Renji reaccionó y logró atravesarlos con su espada; cayendo al suelo poco después, víctima de convulsiones.

— ¿Olvidé mencionar que si alguno de esos inútiles era asesinado, esparciría un gas venenoso al cual soy inmune? —Szayel rió entre dientes y dejó caer una jaula encima de sus prisioneros

—Ri-ridículamente oportuno para ti. —Le espetó Ishida con esfuerzo, para después arrastrarse hacia Renji y ponerlo boca arriba—. Abarai-kun, ¿qué haces aquí?

Renji volteó a verlo con una ligera sonrisa, luego levantó la mano con dificultad y logró tomar el rostro de Ishida, quien no se apartó ante aquel movimiento.

—No sé los demás, pero yo vine por ti. —Ishida no daba crédito a sus palabras, tomó la mano que sujetaba su rostro y cerró los ojos un momento.

—Eres imprudente, idiota, necio, testarudo, pero… noble. —Sintió una luz parpadear a su espalda y notó que Szayel estaba tomando fotos.

— ¿Es en serio? —Le reclamó furioso, Szayel se encogió de hombros antes de responder.

—Demasiada miel para mi gusto, pero un Shinigami con un Quincy es algo demasiado inusual, ¡tengo que registrarlo, tengo que…! Espera, se me acaba de ocurrir una idea.

Con una mueca burlona en su rostro, indicó a sus ayudantes que los rociaran con un líquido aceitoso. Ishida se revolvió del asco pero sus molestias desaparecieron, e incluso le sucedió lo mismo a Renji, pero sintió muchísimo calor, un ardor interno que comenzó a sofocarlo poco a poco, así que reunió fuerza y enfrentó a Szayel.

— ¿Qué es esto? ¡Hollow, responde!

— ¿Qué, no te sientes mejor? Tu amigo parece responder bien al tratamiento, y por lo que veo, tú también. —Ishida notó que Renji se había puesto de pie, sudaba copiosamente y trataba de desprenderse de su ropa, pero cayó de rodillas.

—Abarai-kun, ¿qué pasa? —Tan pronto estuvo cerca de él, Renji levantó la mirada y trató de apartarse.

—No Ishida, aléjate. —Desvió la mirada apenado, Ishida trató de pensar pero de pronto sintió la urgente necesidad de… ¿placer? Miró hacia abajo y descubrió que Renji trataba de ocultarle su erección.

— Ese líquido les quitó el envenenamiento pero tiene unos exquisitos efectos secundarios, además, lo pueden usar como lubricante. Vamos, quiero probar sus límites. —Szayel se sentó cerca de la celda y observó atentamente.

— ¡Cuál es el antídoto! —Le reclamó Ishida, que comenzaba a temblar por la excitación.

—El placer de descargar, por supuesto, pero el cuerpo reacciona a su propio contacto, por lo que necesitas la ayuda de alguien más. —Szayel se relamió de nuevo; Ishida gateó hacia Renji, quien lo miró completamente idiotizado, siguiendo cada movimiento de su delgado cuerpo cubierto de aceite.

—Resiste Abarai-kun, saldremos de aquí. —Ishida se sentó a su lado, tomó su cabeza y la apoyó en sus piernas; Renji hizo lo imposible por controlarse y dijo:

—Aléjate, no sé… cuánto tiempo pueda… resistir… —Renji cerró los ojos y se sujetó las manos con fuerza—. Por favor, no quiero lastimarte, no podría…

—Renji.

Escuchó su nombre y sintió una respiración contra la suya, un par de manos a sus costados y un ligero peso sobre su pecho. Abrió los ojos y ahí estaba él, ojos azules, cálidos, amables y nublados por el deseo. Renji elevó los brazos y lo estrechó con suavidad, disfrutando cada segundo hasta que su erección se volvió dolorosamente insoportable. Y lo aguantó porque deseaba volver a probar los labios de Ishida, e incluso él contribuyó a su deseo acercándose a su rostro con los ojos entrecerrados.

<<Desearía saber lo que piensas, si esto es lástima de tu parte o un sacrificio por aliviar tu propio dolor>>. Pensó Renji por unos momentos, pero decidió dejarlo a un lado y saborear los dulces labios de Ishida, tersos, finos, hermosos, él estaba completamente fascinado. Ishida deslizó una de sus manos por los marcados pectorales de Renji, provocándole un agradable cosquilleo a su paso, hasta descender… de pronto se sobresaltó cuando sintió a Ishida aferrándose a su erección. Echó la cabeza hacia atrás por el placer que un acto tan sencillo como aquél le provocaba, sólo por tratarse de Ishida. Era una sensación extraordinaria. Renji buscó su mirada y encontró un rostro sonrojado con una expresión de lo más adorable.

 

—Lo siento… —dijo Ishida después de besarlo, completamente apenado; Renji lo tomó del rostro y le soltó: —Es mi turno.

 

Logró girarse sobre su espalda y ubicó a Ishida debajo de él, volvió a besarlo con frenesí hasta arrancarle el aliento, después lamió su cuello y lo besó hasta llegar al pecho. Ishida jadeaba y se arqueaba cada vez que Renji lamía una parte de su piel, pero poco después soltó un gemido. Entreabrió los ojos un poco y distinguió la mata roja de Renji justo sobre su entrepierna, escuchó sus jugueteos y sintió la suavidad de su lengua contra su miembro; suspiraba y jadeaba cada vez que Renji aumentaba la velocidad, pero antes de descargar sujetó su cabello para obligarlo a detenerse.

 

Renji lo miró unos instantes y subió a su encuentro, besándolo con ansiedad. Ishida rompió el beso y se deslizó sobre él hasta alcanzar su erección con el rostro, apoderándose de ella con la boca. Renji volvió a jadear y deslizó sus manos por las piernas de Ishida hasta hacerse con su erección, acariciando con cuidado, deleitándose con los espasmos de placer que percibía en la piel de Ishida.

 

—Bien, ya vi suficiente, ustedes se tardan demasiado y eso que la droga es bastante fuerte. —Les dijo Szayel después de levantarse de su lugar y desenvainar su espada—. Por ahora ya tengo muestras de los dos, así que mejor los mataré para otra investigación.

Ambos se detuvieron para ver a Szayel aproximarse a la extraña celda en donde se encontraban atrapados, Renji trató de incorporarse pero la erección lo inhabilitaba por completo, lo que provocó lo mismo en Ishida.

—No se sientan mal, me dieron suficiente información. Por otra parte, Shinigami, esto podría ser “personal”, ya que tú mataste al idiota de mi hermano.

— ¿Hermano? —Renji trató de hacer memoria pero había matado tantos hollows, y ni siquiera sabía que podían tener hermanos.

—Bueno, también me hiciste un favor, porque así recuperé mi poder… ¡cállate, te dije que eso pasaría! —Renji lo miró extrañado, a lo que Szayel contestó:

—No creerás que lo dejaría perderse, ¿o sí? Su cuerpo se desvaneció después de pelear contigo y yo tomé su poder, pero también me llevé su consciencia, la misma que me pide que te mate.

—Yo creo que tus únicos amigos son imaginarios. —Respondió Renji, esforzándose para reír.

—Una alimaña como tú no lo entendería, pero me gustaría mostrártelo. —Chasqueó los dedos y un cable salió de los monitores lejanos y reptó hasta él, Szayel lo tomó y con un rápido movimiento lo insertó en una de sus sienes. Después salió del monitor una voz que les resultó familiar: “Szayel, deja de jugar y mátalos”

— ¿Lo ves? Nunca mataste al idiota de mi hermano. —Szayel se aproximó a Renji—. Pero no me malinterpretes, me hiciste un favor.

“Eres un maldito malnacido, debí detenerte cuando…”. Szayel jaló el cable para desconectarlo de su cabeza.

—Te dije que quería mi poder de vuelta, estúpido, pero te negaste. Yo hubiera preferido conservarte completo, fue un verdadero desperdicio. En fin… —mientras se preparaba para decapitar a Renji, le dijo: — ¿Últimas palabras?

—Sí, métete la espada por el culo. —Respondió Renji, a lo que Ishida complementó:

—Pero primero mira detrás de ti.

De repente hubo un incremento explosivo de un tipo de reiatsu indetectable hasta ese momento:

—Szayel… —Y en segundo le cercenaron el brazo que sujetaba su espada para después ser arrojado al otro extremo del laboratorio, Szayel se levantó alarmado.

— ¡Nelliel!

Un cero voló por la habitación y fue a dar contra el espada, quien apenas pudo esquivarlo pero recibió parte del impacto, por lo que perdió el conocimiento.

—Vámonos, no tenemos tiem… —ella se interrumpió al verlos en esa postura, se sonrojó y dio la vuelta para no mirar. Renji le respondió:

—Lo sentimos, danos unos minutos...

 

.

.

.

 

— ¡¡Ahhhhhhhhhhh, estoy cansado!! ¿Tenemos que seguir caminando? ¿Falta mucho? Ya me duelen los pies, creo que se me reventaron unas ampollas y los juanetes me están matando.

— ¡Yo te voy a matar si sigues quejándote!

— ¡Perdón, perdón! —Pesche iba a hacer una reverencia pero perdió el equilibrio y cayó de frente—. ¿Y qué buscamos?

—A mis amigos.

— ¿También son shinigamis?

—Sí… —Rukia comenzaba a perder la paciencia e intentó resistir el impulso de golpearlo.

— ¿Sabes en dónde están?

— ¡No!

— ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Correeeeeeee!

Pesche se adelantó ante la incrédula mirada de Rukia y se hizo el silencio, ella suspiró aliviada y siguió su camino, aunque se sintió incomoda poco después. Siguió caminando pero un súbito incremento de reiatsu la obligó a voltear.

Desenvainó su espada y se giró para detener el ataque de su agresor, el choque del acero provocó un estruendo que hizo reír al contrincante, quien le dijo con una gigantesca sonrisa:

— ¡No es suficiente!

Enseguida deslizó su espada para sacarle chispas y arrojárselas a Rukia; ella cerró los ojos por inercia y sintió un golpe que la mandó contra la pared. Abrió los ojos cuando sintió el acero contra su cuello, cuyo filo hizo brotar la sangre, así que permaneció inmóvil.

—Pensé que un shinigami me daría más pelea, pero eres igual que Ichigo.

— ¿Dónde lo tienen? —Quiso saber Rukia, y al hablar se desgarró un poco más la garganta con la espada, lo que le provocó una sonrisa al contrario.

—Mejor no te hagas ilusiones con él, Aizen ya lo tiene bien reservado.

 

Disfrutó con la reacción de su contrincante y no se percató de las pisadas que se acercaban a él, hasta que sintió un golpe en la cabeza.

—Grimmjow Jaegerjaquez, es increíblemente estúpido de tu parte revelar información al enemigo. —Grimmjow miró de reojo y sonrió.

—Relájate Ulquiorra, ella no puede decir nada. —Acto seguido, el filo de su espada volvió a posarse con firmeza en el cuello de su presa, haciendo brotar la sangre nuevamente.

—Aizen-sama ordenó la captura de los shinigamis, no su muerte. Hazte a un lado. —Grimmjow retiró su espada y apuntó con ella directamente al rostro de Ulquiorra.

—Consigue tu propia presa. —Rukia se sujetó el cuello y se levantó, Ulquiorra se percató de ello y desenvainó su propia espada.

—No vine a pelear contigo Jaegerjaquez, ahora apártate de mi camino. —Ulquiorra trató de avanzar hacia Rukia pero Grimmjow le cerró el paso.

— ¿Entonces? El ojete de Aizen me mandó por estos tipos, tú no tienes nada que ver. ¿Qué haces aquí, querías ayudarme? —Ulquiorra trató de degollarlo y exclamó:

—Tu estupidez es peligrosa para los intereses de Aizen-sama, por eso vine a vigilarte.

— ¡Repítelo, tal vez termines por creerlo! —Acto seguido se abalanzó sobre Ulquiorra.

De esta forma empuñaron sus espadas y se enlazaron en una danza mortal, en donde cada uno buscaba herir a su oponente. Ulquiorra miró hacia adelante y casi perdía a la shinigami de vista, por lo que trató de sobrepasar a Grimmjow, pero sólo logró trastabillar y caer de espaldas con el Espada encima.

Grimmjow le soltó una carcajada en la cara y lo presionó lo suficiente como para amenazarlo con su propia espada, Ulquiorra tuvo que girar la cabeza para evitar ser degollado y utilizó ambas manos para sujetar el mango de su espada.

—Sexta espada, ¿qué estás haciendo? —Preguntó Ulquiorra, pero Grimmjow no respondió, sólo utilizó sus piernas para entrelazarse con Ulquiorra.

—Es una pelea, ¿no?

—Ni siquiera tú lo crees, si fuera una pelea me estarías golpeando.

— ¿No me puedo divertir? Quería molestarte con el asunto de Starrk, ¿y qué me dices de Aizen? ¡Ja!

—Cierra la boca Jaegerjaquez, tú te arriesgarse demasiado por meterte en mi pelea, ¿por qué lo hiciste? ¿Compartes el mismo tipo de interés que la 1ra espada tiene por mí? —Grimmjow fruncido el ceño, pero sonrió con cierta malicia y logró apartar ambas espadas a un costado para dejar de amenazarlo.

—Enano prepotente. —Sacó la lengua y recorrió el cuello de Ulquiorra, provocándole un escalofrío.

—J-jaegerjaquez, detente.

—Cállate, tu cuerpo pide otra cosa.

Los gruñidos de Grimmjow se tornaron más suaves, se acomodó sobre Ulquiorra hasta que su miembro rozó al contrario, después sumergió el rostro en su cabeza para inhalar el aroma de su cabello. Se detuvo cuando sintió un temblor bajo su cuerpo y bajo la vista para mirar a Ulquiorra: tenía los labios entreabiertos, sus mejillas se habían tornado de un rojo carmesí y sus ojos brillaban con la escasa luz del corredor.

—Te ves… vaya, creo que… el gran Ulquiorra Cifer está excitado, ¿eh?

— Cero.

Ulquiorra se las había ingeniado para apuntarle con el dedo, Grimmjow apenas tuvo tiempo de levantarse y esquivarlo. Ulquiorra tomó su espada y se desplazó con sonido hasta el final de corredor, en donde se encontró con la Shinigami en brazos de un intruso, o más bien, intrusa.

— ¡Ulquiorra, no me dejes a medias bastardo! —Gritó Grimmjow antes de alcanzarlo, pero lo que vio al frente lo dejó paralizado.

— ¿Grimmjow? —Preguntó la arrancar, quien le entregó a Pesche el cuerpo inconsciente de Rukia. Grimmjow no respondió, pero salió a su encuentro con sonido hasta quedar frente a ella.

—Nelliel… ¡Nell! Estás viva, no puedo creerlo, ¡estás viva!

— ¡Grimmy! —Gritó ella, y enseguida recibió un golpe en la cabeza.

— ¡Tarada! ¿Dónde te habías metido? Estaba pendejamente preocupado por ti.

— Auch, eso dolió… —pero aun así la abrazó con fuerza.

— Jaegerjaquez… ¿qué significa esto? —Ulquiorra se acercó a ellos emitiendo un denso reiatsu que oscureció por completo la sala, sus ojos comenzaron a tornarse ligeramente amarillos.

— ¡Ahhh, lo siento! Nelliel Tu Odelschwanck, anterior Espada. —Dijo Nell en un extraño intento por presentarse con Ulquiorra.

—Nell, no fue de ayuda. —Dijo Grimmjow después de ver la expresión de Ulquiorra, aunque nunca cambiaba, en ese momento se veía irritado, de alguna forma lo intuía.

—Vasto Lorde, tu anterior título de Espada ya no es de utilidad, Aizen-sama requiere tu presencia y la de esa Shinigami, así que acompáñame o me veré forzado a obligarte.

— ¿Y tú eres? —Respondió Nell, tratando de conocer a Ulquiorra, quien sólo aumentó su reiatsu.

—Nell, no le interesa dar su nombre, así es Ulqui. —<<Maldita sea con ese apodo>> pensó Ulquiorra y respondió:

—Suelta a la Sexta Espada y ven conmigo. —Ella lo miró confundida y Grimmjow sonrió con burla, abrazándola más—. Jaegerjaquez, suelta a la Vasto Lorde.

— ¿Sientes algo, Ulquiorra? ¿Estás celoso?

—Qué tratas de decir, Sexta.

—Admítelo.

<<No... no es posible>> pensó por un instante.

Ulquiorra lo señaló y volvió a materializar un cero, pero no lo disparó, giró sobre sus talones completamente incapaz de procesar la nueva información... todo lo que había vivido en el palacio con ese altanero Espada, ¿y ahora esto? Sus emociones, no, sus sentimientos, realmente existían y lo estaban golpeando con fuerza; miró sobre su hombro a Grimmjow y preguntó:

—Jaegerjaquez, ¿qué relación tienes con la intrusa? No… ¡maldición! —Se arrepintió enseguida de haber dicho eso y se disponía a salir con Sonido, pero alguien se interpuso entre la salida y él.

—Ulquiorra, tengo que hablar contigo. —Era Starrk, lo levantó del suelo y se lo llevó en brazos con Sonido.

— ¡Qué demonios! ¡Ulquiorra! —Gritó Grimmjow, avanzó un poco y se detuvo para mirar a Nell—. ¿Tú vas a estar bien? El bastardo de Aizen los está buscando.

 

—Claro que sí, ¡ve por él, tigre!

—Es pantera, idiota… —respondió él y salió disparado del salón.

Notas finales:

¿Qué relación tendrá Nell con Grimmjow? (pista, estoy atando un cabo que dejé suelto hace muuuuchos caps, jeje...)

¿Qué le pasará a Ulquiorra?

Quien, por cierto, se asusta de sus propios sentimientos :3

Tenía que poner a Ishida y a Ulquiorra como ukes, no lo pude evitar.

**********

Y... una mala noticia con respecto a "Parejas de terror", perdí parte del fic y no podré actualizarlo hoy, asíq ue saldrá el siguiente domingo (21 de agosto)

perdónnnnn!

**

Vacío saldrá el 4 de septiembre.

Gracias por leer!


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