Hueco Mundo
—Parece que llegaron a tiempo para la ceremonia. —Dijo Aizen, tomando a Ichigo del brazo.
— ¡Cállate! —Kenpachi apareció en la entrada del salón con la espada en mano; al verlo, los Espadas se desplazaron al lado contrario del salón con Sonido y se ubicaron a cada lado del trono para apoyar a su líder.
—Tenemos el palacio rodeado. —Mayuri apareció detrás de Kenpachi y comenzó a inspeccionar a los Espadas con cierta curiosidad reflejada en sus ojos—. Sería un desperdicio para mis experimentos si alguno de ustedes terminara muerto.
—Entreguen al shinigami sustituto. —Sentenció Byakuya. Se podía percibir la tensión en el aire; todos se miraban a los ojos, inquietos, esperando algún movimiento en falso para lanzarse al ataque.
—Aizen-sama, ¿qué debemos hacer? —Murmuró Tousen detrás de la pareja real.
—Taicho, apuesto que esto no estaba entre tus planes. —Dijo Gin después de acercarse a ellos en lo alto del trono.
—No hay problema. —Aizen se acercó a Ichigo—. Mi príncipe, ¿recuerdas el juramento que hiciste?
—Estoy a sus órdenes. —Respondió Ichigo, haciendo una marcada reverencia.
— ¡Ichigo, deja de perder el tiempo! —Le gritó Kenpachi, a lo que Ichigo respondió:
—He jurado proteger el reinado de Su Majestad, Aizen-sama, y es lo que haré. —Mayuri soltó una carcajada y salió del salón del trono; Szayel también comenzó a reír.
—Kurosaki, ¿de qué estás hablando? —Preguntó Byakuya, cuyo serio semblante alcanzaba a mostrar un dejo de confusión.
Los Vizard comenzaron a gritar:
— ¡Ichigo, maldita sea!
— ¡Idiota, qué estás haciendo!
— ¿De repente estás a sus órdenes? ¿Qué te hicieron?
— ¡Despierta ya, te lavaron el cerebro!
— ¡Usa la cabeza, Aizen nos traicionó!
— ¡Silencio! —Ichigo levantó ambas manos y los Espadas desenvainaron al unísono; Kenpachi sonrió mientras los señalaba con su espada y dijo entre dientes:
—Kuchiki, tendrás que patearle el culo en lugar de rompérselo. —Byakuya lo miró de reojo sin decir nada, giró su espada y la dejó caer mientras decía lo siguiente:
—Ban-kai, Senbonzakura kageyoshi… —Su espada se partió en millones de cuchillas, cuyo resplandeciente filo les otorgaba cierto parecido con pétalos de cerezo. La mayoría de los Espadas se lanzaron al ataque pero fueron detenidos por Tousen.
—No sean imprudentes y observen.
Las cuchillas volaron en dirección a Aizen, quien se limitó a levantar una mano para crear una barrera utilizando su reiatsu, esto provocó que Byakuya desviara su ataque rápidamente hacia las jaulas de los Vizard para liberarlos del encierro. Los Espadas se prepararon para disparar un cero, sin embargo, Byakuya utilizó su Bankai para levantar un muro entre ellos.
—Mis Espadas —exclamó Aizen con gran intensidad en su voz—, es hora de que tome mi lugar en los cielos. Ustedes me acompañarán una vez terminada su labor en este sitio, es necesario que eliminen a los shinigamis que rodean el palacio, siete capitanes y sus tenientes, un trabajo para mis tres primeras Espadas y sus fracciones.
—A la orden. —Respondió Harribel y desapareció junto a su fracción; fue seguida de mala gana por Starrk y Baraggan.
— ¿No cree que están en desventaja? Afuera se encuentra el capitán comandante. —Preguntó Tousen en voz baja, Aizen asintió con la cabeza y respondió:
—No estarán solos.
Dieron la vuelta para dirigirse a la salida, sin embargo, no transcurrió ni un segundo cuando escucharon una explosión proveniente del ala este del palacio, la cual hizo temblar el suelo y quebró el cristal de las ventanas de manera instantánea; todos los Espadas sintieron, poco a poco, la pérdida del reiatsu que los mantenía comunicados a todos, y era la novena Espada, Aaroniero.
Ulquiorra giró frente al resto de los presentes y, antes de hablar, percibió un reiatsu abrumador al otro lado del salón, el resto dio la vuelta para observar a Kenpachi atravesando la barrera de cuchillas, gritando:
— ¡A dónde creen que van!
Zommari le cortó el paso y levantó su espada, pero ante la sorpresa de todos, no resistió el golpe y se hizo añicos contra la espada de Kenpachi, cuyo furioso acero avanzaba contra él hasta atravesarlo y generarle una herida en lo más profundo del corazón. Kenpachi no se conformó con esto, sacó su espada para meter la mano en la herida y arrancarle el corazón, Zommari alcanzó a permanecer de pie el tiempo suficiente para observar su cuerpo siendo rebanado en pedazos, lo que impidió una regeneración instantánea.
— ¿Qué pasó? —Se preguntó Gin, Tousen desenvainó y lo amenazó con su espada.
— ¡Qué fue lo que hiciste!
— ¡Yo no hice nada! ¿Qué hubiera ganado? —Aizen se colocó entre ambos y ordenó:
—Es suficiente, salgamos del palacio.
Aizen, Tousen y Gin salieron por un lado y dejaron a los Espadas en el salón para distraer a los shinigamis, de tal forma que la batalla se libró entre Ulquiorra, Grimmjow, Nnoitra y Szayel contra los Vizard: Kensei, Rose, Shinji, Hachi, Hiyori, Risa; no obstante, Byakuya y Kenpachi los ignoraron y decidieron perseguir a Aizen.
La sangre fluía mientras las peleas se desenvolvían, los enemigos caían y los Vizard combatían utilizando todo su poder, esta vez sin emboscadas en el desierto o siendo víctimas de poderes extraños.
O eso creían, la espada de Aizen era en extremo poderosa… poco después despertaron en un laboratorio, en donde fueron recibidos con una sonrisa por Szayel.
— ¡Muchas gracias por traer a ese Shinigami! Yo no lo hubiera podido hacer mejor, ¡fue tan brutal! —Poco después dejó caer en ellos una sustancia que paralizó sus extremidades y los obligó a permanecer en el suelo.
—Era uno de los tuyos, ¿cómo te puedes sentir feliz por su muerte? —Exclamó Rose, más como una pregunta hacia sí mismo que dirigida a Szayel.
—Tenía un asunto pendiente con él, simple venganza. —Accionó un par de controles y los Vizard fueron rocieados con otra sustancia que los dejó inconscientes—. Lo único que lamento fue que haya sido tan rápido, ¿pero a quién le importa?
—A nadie le importa. —Respondieron a lo lejos—. Yo habría guardado sus restos si el bruto aquel no los hubiera hecho pedazos.
— ¡Capitán Kurotsuchi! —Gritaron dos Shinigamis que recién habían entrado al salón subterráneo, eran Renji y Rukia
—Ustedes vayan adelante, denle un golpe en la cabeza al Shinigami sustituto en la cabeza para que recapacite.
— ¿Con eso recuperará la memoria? —Preguntaron ambos; Szayel comenzó a reír y Mayuri sonrió.
—Incluso este Espada entendió la broma… ¡no idiotas, busquen su espada! —Szayel los siguió con la mirada hasta que se desvanecieron.
— ¿No vas a intentar seguirlos? —Quiso saber Mayuri mientras inspeccionaba el sitio.
—No me interesa lo que hagan —respondió Szayel.
— ¿Entonces qué te interesa? —Mayuri extendió los brazos a los lados—. Con este laboratorio no puedes ser tan ambicioso y buscar información a la que no puedes acceder.
—No seas tan pretencioso, como el único científico que tiene el palacio simplemente quiero saber lo que le hizo Aizen a estos Shinigamis. —Szayel accionó una palanca y una descarga eléctrica se hizo presente en los Vizard, Mayuri los miró retorcerse en el suelo sin interés alguno.
—Estás perdiendo el tiempo, es evidente que son una fase preliminar para fusionar los poderes Hollow y Shinigami, ya debería de saberlo. Si tanto te interesa, podrías preguntárselo a Aizen directamente.
—Déjame adivinar, tu nombre es Kurotsuchi Mayuri, ¿cierto? Sabes que eso le quitaría toda la diversión. Además, tus avances tecnológicos no son lo suficientemente avanzados como para opinar de mi trabajo. —Respondió Szayel al mismo tiempo que su espada se deslizaba entre sus manos.
— ¿Conoces mi nombre?, ¡qué honor! ¿Y qué sabes de mis investigaciones, por cierto?
—Experimentos con Quincys, humanos e incluso con tu propio cuerpo, y ninguno se acerca a lo que soy yo, Szayelaporro Granz; y ahora, si no te molesta, tengo que liberar mi poder. —Pronunció Szayel mientras colocaba la espada en su boca.
—Me da igual, si no eres capaz de dialogar y aceptar los errores en tu investigación no eres digno de llamarte científico. —Mayuri rebuscó entre su ropa y sacó un par de esferas transparentes—. Alégrate, tu cuerpo pasará a mi colección privada y tendrá un mejor uso.
—Gracias, pero no estoy interesado. —Szayel se introdujo la espada en la garganta al mismo tiempo que Mayuri le arrojó una de las esferas; Szayel logró esquivarla, lo cual impulsó la espada más profundamente en su garganta, lesionando el esófago y alcanzando las cuerdas vocales. Mientras tanto, Mayuri se colocó detrás de él y lo tomó de la garganta, provocándole más heridas.
— ¡Nemu, ve por esos dos y saquen a los Vizard de aquí!
Ordenó Mayuri, su teniente dio la señal y un par de shinigamis, Kira y Hisagi, aparecieron por los pasillos para ayudarla. Los Vizard Shinji y Kensei despertaron a tiempo para ayudarles a cargar a Hachi; Nemu se llevó a Hiyori, Hisagi a Risa y Kira a Rose, quien despertó para verlo unos instantes antes de desmayarse.
— ¿No es irónico? Tú capturaste a los Vizard y no pudiste disfrutarlo. Ahora no te muevas… —sujetó la empuñadura y sacó la espada de Szayel de un tirón, después lo arrojó al suelo y comenzó a despojarlo de sus ropas.
— ¿Qu-e hhgces? —Balbuceaba Szayel débilmente, ahogándose con su propia sangre a causa de las heridas en su garganta.
—Buscando tu hollow, ¿qué esperabas? —Respondió Mayuri arqueando una ceja; Szayel alcanzó a sonreír con los labios cubiertos de sangre, sus mejillas se tornaron de un suave color carmesí en cuanto la prenda se deslizó por sus pezones, dejándole el pecho desnudo.
—Ab-baj. —Szayel permaneció quieto para regenerar sus heridas más rápidamente, Mayuri terminó de desvestirlo removiendo su hakama y exclamó:
— ¿Cómo es posible? No sabía que los hollows de tu tipo tuvieran órganos reproductivos, ¡y el hollow está en el glande! ¿Eso no le impide desarrollar actividades básicas?
—C-comprbal-lo. —Espetó Szayel con fiereza, mordiéndose los labios. Mayuri removió las placas doradas que rodeaban su rostro para quitarse el tocado, dejando al descubierto su cabello azul.
— ¿No responderás una simple pregunta? —Mayuri jugueteó con el glande, deslizando sus dedos en el hollow—. ¿Necesito investigarlo?
—C-como si te atrevr… —Pronunció Szayel con dificultad antes de cerrar los ojos entre suspiros.
Mayuri se colocó entre sus piernas y sujetó su miembro con una mano mientras la otra masajeaba sus testículos; Szayel se ruborizó un poco y sujetó las ropas de Mayuri, éste sonrió y observó con cuidado la reacción de Szayel cuando comenzó a mover la mano a lo largo del miembro.
—De repente dejaste de pelear, ¿significa que percibes excitación sexual con este tipo de estímulo? —Szayel terminó de regenerar sus cuerdas vocales, entreabrió los labios y respondió:
—No lo sé, ¿usarías la boca para averiguarlo?
—No es necesario, me parece que los receptores sensoriales de tu piel son lo suficientemente sensibles, ¿quieres verlo tú mismo? —Szayel terminó de regenerar sus heridas y consideró por un momento atacar a Mayuri, sin embargo, decidió ver hasta dónde sería capaz de llegar… tanto él como el shinigami.
Mayuri soltó sus testículos para deslizar las yemas de los dedos sobre la tersa piel de Szayel hasta pellizcarle uno de los pezones; las gotas de sudor comenzaron a brotar de su cuerpo y su miembro comenzó a empalmarse.
—Es exactamente la misma reacción que ocurre en humanos y shinigamis. —Advirtió Mayuri y acarició frenéticamente el miembro de Szayel hasta que observó una erección.
— S-significa que… ah… ¿decidiste desnudarme para comprobar tu hipótesis? —Mayuri sonrió ante el reclamo y se despojó de sus prendas para arrojarlas junto a Szayel, conservando únicamente su capa.
—Estas son simples observaciones para dar sustento a la pregunta que no respondiste, aún no compruebo mi hipótesis.
Mayuri atendió la erección de Szayel mientras resbalaba las yemas de los dedos en su entrada. <<Suficiente>> pensó Szayel y encogió las piernas para levantarse y buscar su espada, sin embargo, no dio ni un paso cuando sintió el filo de una espada sobre sus piernas y cayó al suelo, justo encima de las ropas de Mayuri. Szayel intentó levantarse y notó que no podía mover las piernas.
—Este es un efecto de mi Zanpaku-tō, Ashisogi Jizō. —Explicó Mayuri mientras levantaba las caderas de Szayel, éste busco apoyo en los antebrazos para arrastrarse por el suelo cuando sintió que le introducían un líquido pegajoso en la entrada, giró la cabeza y se encontró con la sarcástica mirada de Mayuri—. Por cierto, ¿podrías decirme si la droga ya hizo efecto?
— ¿Qué me diste? —Preguntó Szayel con cierta ansiedad en su voz, Mayuri se arrodilló y comenzó a penetrarlo, a lo que Szayel respondió con un suave e inaudible jadeo.
—Esa droga me permitirá estimar cambios en tu temperatura corporal, frecuencia cardiaca y respiratoria, pero su función más importante… la conocerás al final.
Szayel se apoyó en los antebrazos y trató de mover las piernas inútilmente; a pesar de esto, su entrada se acostumbró rápido a la presencia del Shinigami y comenzó a enviarle señales placenteras que se concentraban en su vientre bajo; cada movimiento en su interior le enviaba una oleada de sensaciones que incrementaban su placer, aunque su pene ya no estaba siendo estimulado.
Mayuri salió del interior de Szayel y lo tomó de la cintura para darle la vuelta y colocarlo en el suelo, Szayel notó que la piel de Mayuri perdía su color blanco a causa del sudor, advirtiendo una tonalidad ligeramente apiñonada, aunque su rostro aún tenía la pintura intacta.
—Con esto compruebo que compartimos órganos y sus respectivas funciones, es básicamente lo mismo. —Mayuri sujetó el miembro de Szayel, enviándole una sensación placentera, introdujo los dedos en el hollow y sacó algunas gotas de líquido transparente, los cuales conservó en un vial.
—Cállate… —suspiró Szayel y lo tomó de la mano para guiar sus movimientos sobre su miembro.
Mayuri levantó una de sus piernas y la recargó en su cuerpo para volver a penetrarlo, Szayel reaccionó levantando sus manos para deslizarlas por su pecho, observando la atenta mirada de Mayuri sobre él. Sabía que también estaba excitado porque incluso aumentó la velocidad de las embestidas para el deleite de ambos.
Fue entonces cuando Szayel sintió las contracciones internas que indicaban su futura eyaculación, cerró los ojos y soltó un largo jadeo seguido de su descarga, Mayuri observó fluir el semen a través del hollow de Szayel, por un lado colectó una muestra y dejó que el resto se resbalara en su mano para degustarlo.
El periodo de relajación fue demasiado breve y su erección no cedía, había algo diferente. Poco a poco, Szayel se vio envuelto en las mismas sensaciones del principio y su visión se tornó borrosa; Mayuri se sentó en el suelo, luego lo tomó de un brazo y la cintura para levantarlo y, para sorpresa de Szayel, volver a penetrarlo.
—La droga también influye en la respuesta sexual del individuo, algo agradable para ti, ya que son periodos con orgasmos múltiples. Sin embargo, lo que podría no agradarte son los efectos morfológicos.
Szayel comenzó a sentirse extraño y fuera de sí, era presa de su propio placer y únicamente se dejó perder en una inmensidad de sensaciones mientras gritaba y gemía sin control. Perdió la cuenta de la cantidad de orgasmos que había disfrutado pero cada uno era más potente y efímero que el anterior; y de esta forma, fue incapaz de advertir cuando su cuerpo comenzaba a desvanecerse, ya que se encontraba sumergido en un estado de consciencia sin igual. Sus piernas dejaron de colgar inertes mientras sus brazos se rendían ante el Shinigami que logró derrotarlo, por lo que en su último orgasmo se aferró a su espalda y sumergió el rostro en su pecho.
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<<Rukia, apresúrate con esa maldita espada o a este paso nos van a matar a todos>> pensó Renji mientras esquivaba los ataques de Ichigo, así notó que no estaba utilizando a Zangetsu, su Zanpaku-tō << ¿No se da cuenta de nada? >> pensó, molesto. Esa extraña espada que usaba Ichigo no le permitía utilizar todo su poder o habilidades como Shinigami, lo cual no lo hacía menos peligroso.
El capitán Kenpachi había salido disparado de la habitación persiguiendo a uno de los Arrancar para pelear en un lugar más espacioso. Después los siguió Byakuya, quien peleaba contra el hollow de cabello azul que le había pateado el trasero a Ichigo en el mundo humano. Renji trataba de contener a Ichigo, y aunque únicamente se encontraba peleando con él, no podía evitar ponerse nervioso por el hollow de cabello negro que los estaba vigilando; sin embargo, después de un rato notó que el hollow permanecía inmóvil. <<No piensa atacarme para ayudar a Ichigo, parece que está evaluando su rendimiento>> pensó Renji, y después exclamó:
—Ichigo, ¿en serio eres tan idiota?
— ¡No pienso responderte, Renji!
—Olvídalo. —Lo sujetó de la ropa y le soltó un puñetazo, Ichigo perdió el equilibrio antes de levantar su espada para ponerse a la defensiva— No sé si tenga sentido preguntar eso, ¡pero ya deja de pelear contra nosotros!
—No los entiendo, ¿primero me piden que pelee por Aizen y ahora se ponen en mi contra? ¡Decidan de una vez! —Renji lo miraba atónito pero se repuso rápidamente para abalanzarse contra él, Ichigo levantó su espada para detenerlo y quedaron a escasos centímetros, lo cual aprovechó Renji para decir en voz baja:
—Nosotros nunca hemos hablado contigo, acabamos de llegar a Hueco mundo.
—Pero Ishida e Inoue los acompañaron, estaban contigo y con Rukia… todo lo que dijeron, incluso me reverenciaron —Decía Ichigo en voz baja, Renji soltó otro par de golpes para fingir que seguían peleando.
—Usa la cabeza, ¿cuándo en mi miserable vida sería capaz de reverenciarte maldito imbécil? —Dijo Renji mientras sonreía abiertamente.
—Mentira, ¡mientes! Los shinigamis siempre mienten. —Dijo Ichigo, recordando un confuso y borroso pasado que veían en sueños; Renji apenas pudo contenerse para no golpearlo.
—La espada de Aizen tiene el poder de crear ilusiones…
Renji no tuvo tiempo de terminar la frase ya que Ichigo lo empujó para evitar que fuera pulverizado por un cero, ambos cayeron y miraron hacia atrás, en donde Ulquiorra les devolvió la mirada mientras colocaba una mano en el mango de la espada para desenvainar.
—Su Alteza, es preciso recordarle sus obligaciones: como príncipe de Hueco Mundo debe hacer lo que esté en sus manos para defender el futuro reino de Aizen-sama, lo cual incluye eliminar a quienes se opongan a su mandato. —Dijo esto último señalando a Renji, Ichigo se levantó para encarar a Ulquiorra.
—Él no es mi enemigo, y me niego a matarlo, ya que no es necesario. —Declaró Ichigo.
— ¿Se opone entonces a las órdenes de Aizen-sama? Le recuerdo que acaba de desposarlo.
—Ichigo, ¿te casaste con Aizen?, ¿es en serio? —Preguntó Renji con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa; Ichigo se ruborizó un poco e ignoró la pregunta.
—Me niego a matar. —Insistió Ichigo, a lo que Ulquiorra respondió:
—Entonces no me queda más remedio que confinarlo en su habitación hasta que Aizen-sama regrese.
Ulquiorra se desplazó con Sonido para sujetar a Ichigo, quien alzó la espada contra él, Ulquiorra esquivó el ataque y sostuvo el filo de la espada para hacerla pedazos. Renji se incorporó para ayudar a Ichigo pero fue detenido de inmediato con un golpe de Ulquiorra, lo cual le provocó heridas internas; justo cuando Ulquiorra sostuvo las manos de Ichigo para jalarlo a la salida escucharon una voz familiar:
— ¡Su Alteza! He detenido al hombre que le hizo daño, y lo haré pagar justo frente a usted.
Ulquiorra se paralizó cuando dio la vuelta para encontrarse con Ashido al otro lado del salón, junto al cuerpo malherido de Tsukishima. Ashido izó la espada y Ulquiorra se movió con Sonido para detenerlo, pero fue muy tarde, por lo que al llegar junto a él sus pies se mancharon con sangre y la cabeza de Tsukishima se encontraba rodando en el suelo.
—Shinigami, ¿qué acabas de hacer? —Exigió Ulquiorra, Ashido se encontraba agitando su espada para remover la sangre y respondió con cautela.
—Aizen-sama me encomendó proteger al príncipe, pero no entiendo por qué dejó que este humano lo lastimara. —Enseguida se puso en guardia—. Y no pretendo que lo entiendas, hollow.
—No tengo tiempo que perder contigo. —Miró atrás y advirtió que Ichigo estaba arrodillado en el suelo, sujetándose la cabeza con desesperación—. Debo llevarme al príncipe a su habitación.
— ¡No! El príncipe corre peligro con individuos como tú. —Ashido lo atacó de frente y Ulquiorra lo recibió con su espada.
Mientras tanto, Rukia llegó junto a Ichigo y le devolvió su espada, quien cayó inerte en el suelo apenas la tuvo en sus manos.
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Mundo interno de Ichigo
Ichigo abrió los ojos, se levantó y miró a su alrededor, encontrándose con que su mundo interno era su ciudad natal, pero ahora se encontraba completamente bajo el agua.
—Bastardo malagradecido, ¿arriesgo el culo por ti y así me respondes? —Dio la vuelta y se encontró con Shiro, quien lo miraba con incalculable ira en sus ojos.
—Dejé de escuchar tu voz, ¿qué demonios te pasó?
—No, no, ¡no! La pregunta correcta es: ¿qué demonios te pasó a ti, y por qué putas no me hiciste caso? Te dije que habías tenido un ataque de reiatsu y poco después dejaste de escucharme. Ahora observa bien a tu alrededor, demasiada duda en tu corazón provocaron que la lluvia dejara inundado este lugar.
—No seas tan duro con Ichigo, fue culpa del humano, el ataque dejó recuerdos implantados en él. —Una mano se posó en el hombro de Ichigo, quien dio la vuelta para observar a un joven de hermosos ojos azules y cabello castaño que le llegaba a los hombros.
— ¿Zan…getsu? —Preguntó Ichigo, asombrado, el chico respondió:
—Ichigo, soy Tensa Zangetsu, tu Bankai. —Shiro se rió y fue a su encuentro, diciendo:
— ¿Te gustan más maduros? —Después tomó a Tensa de la cintura—. Ahora puedes suponer por qué te digo socio, ¿no?
—Rompieron los lazos que nos unían, ahora debemos reponerlos. —Explicó Tensa en los brazos de Shiro, luego se desprendió de su agarre para avanzar lentamente hacia Ichigo.
Tensa levantó sus brazos y sus manos se dirigieron al rostro de Ichigo, acariciando con suavidad su cabello; Ichigo se mantuvo en su lugar con la vista fija en los ojos de Tensa, hasta que sintió que sus labios se rozaron para dar inicio a un beso. Poco a poco se fue entregando a Tensa mientras sentía que su ropa se iba resbalando por su piel; Tensa pasó las manos por su pecho hasta deslizarlas hacia su entrepierna, agachándose para empezar a acariciar su miembro.
Ichigo entrecerró los ojos, su corazón latía intensamente y su respiración comenzaba a entrecortarse conforme se sumergía en aquellas sensaciones; poco después notó que sus pezones estaban siendo rozados con urgencia y sintió una respiración en el cuello, giró hacia la izquierda y se topó con la penetrante mirada de Shiro.
—No pensabas que me iba a quedar atrás, ¿o sí? —Le preguntó mientras lo mordía en el cuello.
Ichigo trató de apartarse pero Tensa se introdujo todo el miembro en la boca, así que se mordió los labios para no jadear, pero no pudo contenerse mucho tiempo con Shiro acariciándolo todo el tiempo. Tensa terminó de desnudarlo y Shiro aprovechó para empezar a prepararlo: llevó tres dedos a la boca de Ichigo y prácticamente lo obligó a lamerlos, después los llevó a su entrada y, uno a uno, comenzó a introducirlos. Ichigo iba a protestar pero Shiro lo tomó de la cabeza para deslizar su lengua contra sus labios, besándolo con rudeza, mordisqueó su labio inferior y después selló sus labios, Ichigo tan sólo se dejó llevar, completamente absorto por el placer.
Shiro y Tensa se separaron de él, Shiro lo hizo ponerse en cuatro y antes de escucharlo quejarse comenzó a frotar su prominente erección contra su entrada ya dilatada; Tensa se colocó debajo de él y atrajo su atención lanzándose a su boca, Ichigo saboreó los tersos labios de Tensa mientras Shiro se encargaba de introducirse en él, acariciando sus caderas en el proceso.
—Prepárame. —Dijo Tensa, llevando un par de dedos a la boca de Ichigo, éste los lamió con gula y deleite sin entender muy bien a qué se refería. Tensa tomó su mano y la guió contra su propia entrada, haciendo que le introdujera dos dedos de una sola vez; Tensa gimió un poco de dolor y luego tomó la otra mano de Ichigo para que estimulara su miembro, de tal forma que ambos pudieran masturbarse mutuamente.
—T-tensa, ¿no te duele?
—No, vamos Ichigo, date prisa. —Apremió Tensa mientras dejaba de masturbarlo para colocar el miembro en su entrada, Ichigo lo miró indeciso hasta que un fuerte empujón de Shiro lo hizo penetrar a Tensa de golpe, sacándole un grito de dolor.
—Ah… ¡Shiro! —Reclamó Ichigo, girándose para mirarlo; Shiro aceleró las embestidas, haciéndolo gemir.
—Te hice un favor dulzura, te estabas tardando mucho, ahora muévete. —Shiro dejó de penetrarlo, Ichigo se ruborizó por completo y no supo qué hacer, Tensa movió sus caderas y lo miró a los ojos, así que Ichigo, movido por el puro placer, comenzó un vaivén contra Tensa, estimulándose a su vez con Shiro, quien lo sujetaba de las caderas para seguirle el ritmo.
Como se encontraban flotando en el mundo interno de Ichigo, no había necesidad de sujetarse de algo, por lo que podían moverse con total libertad y sin necesidad de usar lubricante. Ichigo se aferró al miembro de Tensa y comenzó a masturbarlo con más fuerza para que olvidara el dolor, Tensa se acercó a él para entrelazar sus dedos y besarlo, lo que despertó los celos en Shiro, quien reaccionó recargándose en Ichigo para besarle el cuello y susurrarle al oído:
—Tengo una idea para tenerlos a ambos.
Después de eso salió del interior de Ichigo y lo tomó de la espalda para que también levantara un poco a Tensa, se ubicó detrás de él y le introdujo un dedo para dilatarlo aún más.
—Sh-Shiro, dije que sería solamente con Ichigo. —Reclamó tensa y buscó quitarse de ahí, pero Ichigo lo calló con un beso y volvió a masturbarlo, acariciando toda su palpitante longitud, deslizando sus dedos por el glande, arrancándole varios suspiros.
Shiro colocó sus piernas sobre las de Ichigo y comenzó a penetrar a Tensa, quien reaccionó aferrándose a la espalda de Ichigo, así que se encontró siendo penetrado por ambos al mismo tiempo, con los ojos entrecerrados y la boca abierta, dejando escapar una amplia gama de sonidos eróticos que calentaban aún más a los otros dos, quienes lo ayudaban a subir y bajar dentro de ambos miembros. El orgasmo no tardó en alcanzarlos:
Primero se corrió Shiro, quien le sirvió de lubricante a Ichigo para acelerar las embestidas y hacer que Tensa se corriera contra la piel de Shiro, éste recogió la esencia recién derramada y la llevó a los labios de Ichigo, quien lamió con avidez mientras llegaba a su propio clímax…
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— ¿Y a éste qué le pasa? —Preguntó Renji una vez que alcanzó a Rukia, ambos miraban a Ichigo retorcerse en el piso, gimiendo alternadamente “Tensa” y “Shiro”.
— No lo sé, de repente se puso así. —Respondió Rukia.
Ambos observaron a Ichigo relajándose, jadeando profusamente mientras entreabría los ojos y sonreía con inmenso placer.