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Striper a la fuerza por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV


 


¿Por qué Sasuke miraba su móvil como si hubiera visto un fantasma? Pasaba sus ojos de mis manos a su móvil una y otra vez y de repente se tiró sobre mí intentando coger el teléfono de mi bolsillo mientras yo trataba de impedírselo ¿Qué le pasaba a este loco?


- Sasuke déjalo ya.


- Déjame ver tu móvil – me exigió y al final entre el forcejeó acabó quitándomelo.


Se quedó atónito mirando el móvil, lo revisó entero como si dándole la vuelta fuera a contarle todo lo que estaba buscando. ¿Qué le pasaba?


- Este no es el móvil que yo te regalé – me dijo y yo aluciné - ¿Te lo has cambiado?


- Sasuke… lo perdí, te lo dije.


- ¿Qué lo perdiste? – me preguntó enfadado - ¿Cómo me lo dijiste?


- Te mandé un mensaje hace cinco años diciéndote que había perdido el móvil. Me cambié de número.


- Si tú no tenías tú móvil… ¿Quién narices lo tiene? – dijo mostrándome su pantalla donde ponía que yo le había mandado un mensaje y ahora el sorprendido era yo.


- No lo sé – le susurré - ¿Cómo es posible? – le pregunté cogiendo su móvil en mis manos viendo mi nombre en la pantalla – no entiendo nada.


- Está muy claro… le has dejado tú móvil a alguien para que me haga una jugada por la que te hice yo ayer ¿Verdad? – dijo arrebatándome su móvil de mis manos.


- Eres idiota – le grité enfadado – inventas cualquier excusa con tal de no creerme ¿Por qué no puedes creerme? Perdí mi móvil hace cinco años, tengo otro número desde entonces, no sé con que Naruto estarás hablando desde hace cinco años pero no es conmigo – le dije enfadado.


- Vale… te creo que éste no eres tú – me comentó agarrándome del brazo – Ahora explícame lo de ese niño…


- Ya te lo dije, es mío.


- Ya sé que es tuyo idiota – me insultó y luego pareció darse cuenta de lo dicho y bajó un poco su tono - ¿Es de esa chica, verdad?


- Joder Sasuke que eres irremediable – le dije – ya te he dicho que su madre nos abandonó ¿Cómo quieres que te diga las cosas?


- No soy ciego Naruto, te estaba besando.


- ¿Karin? Por favor… me dio un beso en la mejilla, somos muy amigos y me invita a comer a veces, le debía una copa al menos por todo lo que hace por mí.


- Eso es que quiere algo contigo – me dijo con su tono socarrón.


- No quiere nada conmigo.


- ¿Entonces por qué te besa en la comisura del labio?


- Ya te lo he dicho, es una muy buena amiga. ¿Qué quieres que te diga Sasuke?


- La verdad de lo que ha pasado.


Yo le miré, claro que quería decirle que él era el padre, era un momento pero… ¿Y si ese mensaje le llegó a él y no me dijo nada? Vale yo no sabía con quién había estado hablando él, alguien tenía mi número, pero el mensaje que yo le mandé tenía mi auténtico número.


- Te mandé un mensaje Sasuke – le dije para comprobarlo – hace cinco años con mi número actual. Tú no contestaste nunca.


- El único mensaje tuyo que me llegó es en el que me decías de romper.


- Yo no rompí contigo. Te dije algo importante en ese mensaje Sasuke, te dije lo más importante de mi vida pero tú no contestaste, creí que me habías dejado.


- No tengo ese mensaje Naruto, dímelo ahora. Cara a cara no pueden haber malos entendidos.


Quería decírselo… pero tenía miedo de que ahora quisiera quitarme la custodia, su hermano ya me lo había dicho, era vengativo y todos conocíamos a Sasuke Uchiha cuando se enfadaba y ahora lo estaba. No podía estar seguro de que ese chico me amase, yo no podía estar seguro de que algún día volviéramos a estar juntos o a ser una familia… y no iba a permitir que me robasen a mi hijo.


- Era eso Sasuke – le dije – había sido padre.


- ¿Con esa chica? – volvió a preguntarme y no tuve más remedio que mentirle.


- No… ella es la hermana de la chica, ya te dije que nos abandonó.


- ¿Por qué Naruto? – me preguntó – Como pudiste hacer algo así… ¿Te casaste con ella? ¿La amabas? ¿Cómo pudiste acostarte con una chica y dejarla embarazada? ¿Cómo pudiste dejarme a mí? ¿Me dejaste porque dejaste a esa chica embarazada?


- Te fuiste Sasuke, intenté contactar contigo pero tú no respondiste. Al final rehice mi vida – le dije.


- ¿Por qué no contactaste conmigo? Tenías mis itinerarios, podías llamar a mis hoteles.


- ¿Itinerarios? Yo no tenía eso Sasuke – me dijo.


- Pero… Sakura me dijo que te los había dado.


- A mí tú representante no me dio nada excepto un mensaje que me mandó diciéndome que estabas muy ocupado y que querías que dejase de molestarte. Al final dejé de insistir, ni siquiera tengo ya tú teléfono guardado, puedes revisar todo mi móvil si quieres, no estás en la lista, no quise molestarte más.


- Yo no dije eso – me comentó – tengo que hablar con Sakura, esto pienso arreglarlo.


- ¿Sigues sin fiarte de mí, verdad? – le dije con tristeza


- Naruto… - intentó decir algo pero la palabras se le quedaron en la garganta.


Me había dado cuenta de que Sasuke aún era reacio a creerme, su maldito orgullo de Uchiha. No había solución pero supongo que yo tampoco me quedaba atrás, estaba mintiéndole con lo de su hijo a su cara ahora porque tampoco me fiaba de él, no nos fiábamos el uno del otro. Cinco años… cinco años podía destrozar cualquier sentimiento mutuo, podía herirnos mucho y yo ya no sabía si Sasuke seguía siendo aquel chico dulce y protector que conocí, así que decidí irme de allí, no quería arriesgarme a que volviera a hacerme daño, no aguantaría otro desplante de él, no aguantaría que me quitase a mi hijo, tenía que desaparecer de su vida de nuevo.


- Nos vemos Sasuke… - le dije


- Naruto espera


- Aclara lo que tengas que aclarar con tu representante ¿Vale? Pero no vengas a buscarme si no estás dispuesto a creerme. Yo nunca te mentí Sasuke, jamás, así que me estás haciendo daño ahora mismo cuando no puedes confiar en mí. Vuelve cuando tengas las cosas claras y hablaré contigo de lo que quieras.


- Eso haré – me dijo marchándose hacia su coche.


Le vi arrancar y se marchó pero yo me quedé allí llorando. No le había contado que era padre, no tuve el valor, no quería que nadie pudiera quitarme a mi hijo y sé que Sasuke esto no me lo perdonaría cuando se enterase. Le había dicho que yo nunca le mentí… pero le acababa de mentir en la cara, puede que jamás le hubiera mentido… pero lo hacía ahora, me estaba convirtiendo en un maldito mentiroso por proteger a mi hijo… incluso ahora me mentía yo mismo… no era por mi hijo… era por mi egoísmo, para evitar que se lo llevase, era yo quien no podía vivir sin Asahi.


Me fui hacia casa y durante todo el trayecto en metro, pensaba en Sasuke y en mi hijo ¿Qué debía hacer? A mi hijo sólo le había contado de su padre que tenía que trabajar fuera, que era alguien importante y no podía desatender su trabajo. Con eso él solía quedarse conforme. Sonreí al recordarlo… le había dicho que su padre era cantante y me obligaba a veces a ponerle la cinta de su primer cd. Se dormía con la música de su padre. No me atreví jamás a decirle que nos había abandonado pero es que si en algún momento Sasuke se arrepintiese, yo no quería que su hijo le odiase. Asahi debería tener la oportunidad de conocerle y decidir por sí mismo si quererle o no, así que simplemente… mentía sobre su padre.


Cuando bajé del metro fui directamente a la casa de Kakashi y como siempre, recogí a mi hijo que estaba durmiendo. Kakashi me miraba extraño hoy, supongo que no tenía buena cara después de mi encuentro con Sasuke.


- ¿Estás bien? – me preguntó.


- Sí, un poco cansado nada más. ¿Le ha costado mucho dormirse?


- No, con el cd que siempre me das se duerme enseguida.


- Sí, lo sé – le dije sonriendo – supongo que su padre incluso a distancia… sigue calmando a la fierecilla.


- Eso parece.


La verdad es que puede que su padre no le conociera y que no lo supiera… pero él ya tenía mano con su hijo. Era con lo único con lo que conseguía dormirse Asahi, con la música de su padre. Supongo que yo cuando la escuchaba también me traía recuerdos, algunos buenos… algunos malos.


Cogí a mi hijo y agradeciéndole a Kakashi todo lo que hacía me lo llevé a casa. Lo tumbé en el sofá y coloqué el cd de música en un pequeño discman que tenía de hace años. Miré por la ventana como empezaba a llover mientras escuchaba la canción del Teme. Puede que él no cantase, pero yo me lo imaginaba detrás de ese ruido de guitarra, era él al fin y al cabo.


Miré la ventana, las gotas golpeando el cristal mientras la música sonaba y entonces una lágrima resbaló por mi mejilla recordando todo por lo que había pasado, recorriendo con mis dedos esa cicatriz que aún tenía de la cesárea. Recordé lo preocupado que estuve durante meses… pedí préstamos para poder pagar aquella maldita operación de Asahi, pero era necesaria, ahora aún estaba pagando esa deuda. Sino estuviera… seguramente mi sueldo llegaría para más cosas.


- Papá… ¿Por qué lloras? – escuché que me preguntaba mi hijo y enrollé mi brazo en su cintura acercándolo a mí.


Le dejé entre mis piernas y lo senté abrazándole con dulzura, acariciándole la cabeza y la frente mientras le dejaba un auricular y mirábamos por la ventana.


- Sólo pensaba – le dije limpiándome la lágrima que resbalaba.


- ¿En papá? – me preguntó.


- Sí – le dije – en papá.


- ¿Le echas de menos? Él volverá – me dijo – ya lo verás… él volverá cuando acabe de trabajar.


- Sí, lo hará – le dije besándole la cabeza aún llorando.


 


Flashback


Me encontraba en el hospital, aún estaba débil tras aquel horrible parto pero al menos Asahi ya estaba en este mundo. Cuando me lo dieron y pude cogerlo por primera vez en brazos, supe que todo este dolor que había pasado merecía la pena, era mi hijo, el hijo de Sasuke y mío. Esa noche pude dormir con él al lado… aunque eso de dormir era sólo por decir algo, Asahi sí durmió, era un niño muy bueno, pero yo me pasé la noche en la cama del hospital mirando a mi hijo, pasando mi mano a su cuna viendo como dormía plácidamente agarrado a mi dedo. Era lo más hermoso del mundo y me habría gustado que Sasuke hubiera estado aquí.


Karin y Kakashi vinieron a verme al día siguiente con flores. Apenas vieron unos minutos a mi hijo porque tenían que llevárselo las enfermeras pero cuando pocos minutos después apareció el médico por la puerta sin mi hijo, me preocupé.


Naruto… verás esto que tengo que decirte es un tema delicado – empezó el médico.


¿Qué ocurre? ¿Qué le ocurre a Asahi? – pregunté preocupado.


Tiene un problema respiratorio Naruto, hay que operarle de urgencia. El cuerpo de un hombre no es el más idóneo para un niño… esto es algo nuevo para todos y…


Operadle – le dije – por favor… salvadle.


Eso haremos Naruto, sólo venía por le consentimiento.


El médico se marchó y realmente no sabía cómo iba a pagar esa operación. Karin y Kakashi se ofrecieron a darme algo de lo que tenían ahorrado, pero me negué. Acabé pidiendo un préstamo y ahora lo pagaba, sé que podía pagarlo poco a poco todos los meses con el dinero que ganaba en el club, pero eso me dejaba durante casi quince años con un sueldo muy bajo para vivir. Supongo que salvarle la vida a mi hijo era importante en aquel momento, era lo imprescindible en ese momento, lo único que me importaba, ya saldría adelante como pudiese, ya pensaría cuando llegasen más problemas cómo los afrontaría.


 


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