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Striper a la fuerza por Fullbuster

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Sakura Haruno POV


 


Salí de aquella entrevista muy cabreada ¿Cómo se atrevía ese maldito arrogante Uchiha a hacerme esto? ¿Con quién creía que tenía sus negocios? Con mi compañía firmó el primer contrato, yo les había lanzado a la fama y ahora quería dejarme en la estacada para irse con otra empresa, eso no lo permitiría jamás, Sasuke iba a ser mío costase lo que costase.


Para colmo… cuando creía que me había librado de la moscarda de Naruto va y aparecía. Había tratado de retener lo más que pude a Sasuke en aquella inmensa gira de cinco años para evitar que viniera corriendo a encontrarse con Naruto pero todo me salía mal y tenía que ir metiéndome cada vez más en líos sólo para retenerlo a mi lado.


El primer día que Sasuke se despidió de Naruto, yo había aprovechado haciéndome pasar por una buena manager y me despedí de Naruto con un abrazo. La verdad es que  no habría querido tocar a ese chico pobretón ni con un palo de varios metros, pero tenía que hacerlo porque el idota de Sasuke le había regalado un móvil para… “esta en contacto” ¡Vaya estupidez! Yo quería verlos separados y enfadados así que le robé el móvil que acababa de meterse en el bolsillo con cuidado de que no me descubriera. No me bastaba con separarlos, tenía que hacer algo para que un futuro, no volvieran esos dos a dirigirse la palabra.


No fue muy complicado al principio, robar el móvil a Naruto era como quitarle un caramelo a un niño, él no estaba acostumbrado a llevar estas cosas y ni siquiera estaba pendiente de lo que yo hacía, se dejó abrazar y me llevé el teléfono mientras él sólo tenía cabeza para pensar en que Sasuke se marchaba. Sasuke había ido a enamorarse de ese mocoso ingenuo, le quedaba mucho por aprender a Naruto pero él siempre era tan confiado con la gente, pensaba que todos debían ser igual de buenos que él y eso me ponía enferma, la gente teníamos nuestra propia codicia y mi gran obsesión era Sasuke para su desgracia, ese chico no volvería a verle porque me lo llevaba de allí y para cuando volviera, no se hablarían, me encargaría de eso, de que se odiasen mutuamente.


En el coche Sasuke no dejó de mirar hacia atrás convenciéndose de que volvería de esa gira y estaría con su novio y yo me hice la gran amiga fingiendo que le apoyaba mientras en el asiento delantero miraba el móvil que había robado entre mis piernas, aquí acababa la comunicación que esos dos tendrían, no dejaría que volvieran a hablar. Tenía un año para enamorar al orgulloso Sasuke Uchiha.


Durante la gira Sasuke no dejó de preguntarme por su novio y yo mentí, le mentí sobre que le había dado los itinerarios porque no lo hice, no quería que ese maldito rubio pudiera encontrarle, que pudiera llamarle y sin teléfono Naruto no podría contactar con él. Por las noches cuando acababan las actuaciones miraba el móvil que había robado vibrar en la mesilla, Sasuke no se cansaba de llamar todos los días ¡Pobre idiota que no se daba cuenta de nada! Pero cuánto más tiempo pasase sin que supiera nada de Naruto más fácil conseguiría que odiara a ese rubio y siendo sincera… Sasuke tenía un fuerte carácter que era complicado de suavizar cuando se enfadaba, me convenía que lo pagase con él, me convenía que su ira se dirigiera a Naruto y no a mí.


Lo que jamás me esperé es que durante un concierto dónde todos los integrantes dejaban sus teléfonos para que no le molestasen cuando trabajaban, llegase un mensaje de un número que no conocía al móvil de Sasuke. No pude evitar mirar el mensaje y cuando lo hice, descubrí que era Naruto que se había cambiado de número, le explicaba que había perdido el teléfono que él le regaló, que este era su nuevo número y encima… que estaba embarazado ¡Embarazado de Sasuke! Eso no podía creérmelo y cuando escuché pasos supe que había terminado el concierto, así que con rapidez borré el mensaje, en lo que a mí constaba… ese mensaje jamás llegaría a Sasuke.


Sasuke me pilló con su móvil y sé que sospechó de mí, sabía que revisaría su teléfono pero ya no podría encontrar el mensaje borrado y Naruto no sería tan imbécil como para volver a mandarlo ¿No? Creo que pillaría la indirecta si Sasuke no le contestaba ¿Pero cómo iba a contestarle si yo borré la única prueba que podía involucrar a Sasuke con ese embarazo? Mi futuro pretendiente no se enteraría jamás de esto.


Me largué de allí sonriendo y a los dos días más o menos se me ocurrió como terminar definitivamente con la relación de esos dos. Mandé un mensaje al teléfono de Sasuke utilizando el móvil robado de Naruto. Sasuke no sabía que se lo habían robado así que intuiría que es Naruto, no había leído el mensaje de que se había cambiado el número gracias a que yo lo borré. Le escribí que quería romper con él, que no aguantaba la distancia y que había encontrado a otra persona, me vendría genial por si algún año Sasuke se enterase de que estaba embarazado Naruto, intenté que no sospechase que era de él.


Aquello funcionó perfecto, Sasuke bajó aquella mañana muy enfadado y sin soltar ni un segundo su teléfono llamando a “Naruto”. Supongo que estaría el móvil vibrando en mi habitación sin parar, pero no pensaba cogérselo y sonreí viendo como su relación se hacía añicos. Lo único malo para mí, es que Sasuke empezó a tener relaciones con todos los rubios fanáticos que seguían a su banda en vez de pedírmelo a mí. Él decía que se olvidaría de Naruto como fuera y cada día prácticamente veía un rubio nuevo saliendo de su habitación ¿Cómo no podía regalarme a mí sus noches? Pero si al menos conseguía de esa forma que se olvidase del amor de su vida estaría genial.


A mí lo único que me preocupaba era que Naruto mandase otro mensaje así que le mandé yo misma un mensaje diciéndole que dejase en paz a Sasuke, que no quería responsabilizarse de ese niño, que no era suyo y que era una zorra que seguro se había acostado con cualquiera con tal de enganchar a Sasuke, pero él no renunciaría a su gira por él. Con aquello toda relación entre ambos se detuvo durante los siguientes cuatro años… fueron en total cinco largos años donde creo que estarían tratando de olvidarse el uno al otro sin saber realmente lo que había ocurrido, ninguno sabría jamás la verdad.


Llegué a casa y revisé en el cajón de mi mesilla que allí seguía el móvil de Naruto y es que ayer me había llegado una llamada de Sasuke que no cogí. ¿Cómo era posible que nada más volver después de cinco años sin pensar en ese rubio ahora le llamase? No entendía nada pero tenía que romper esto de raíz, por eso aunque me costó, al final por la noche le contesté. Claro que lo peor había sido la confesión de Sasuke de que había hablado con Naruto ¿Qué habían hablado? ¿Cuánto de mi trampa habían destapado? Quizá lo del móvil… que Naruto no tenía ya ese número, pero no les costaría unir cabos hasta mí, tenía que separarlos. Ahora que lo pensaba… ¿Ese mocoso habría abortado o habría tenido al niño? Ni siquiera sabía eso.


Tenía que encontrar a ese crío, iba a encontrarle y terminaría de destrozar la relación que esos dos intentarían retomar seguro si se enteraban de esto, porque sé que no se habían dejado de querer, al menos Sasuke no había dejado de amar a Naruto, estaba enfadado con él gracias a mí, pero seguía pensando en él, no quería tener relaciones serias y era como si esperase el milagro de arreglarlo con aquel chico, como si su corazón estuviera tan herido que no pudiera seguir con su vida, sólo tenía sentimientos por Naruto y en cuanto se enterase de que él no le abandonó, intentaría recuperarle, eso tenía que frenarlo.


Busqué a Naruto pero no había forma de encontrarlo ni siquiera tirando de mis contactos, ese chico había desaparecido por completo ¿Dónde se había metido? ¿Cómo había dado Sasuke con él? Entonces caí en aquel bar de strip-tease al que yo no entré, fue el único sitio al que yo no había entrado con ellos, tenía que haberlo visto allí. Fui de cabeza esa misma tarde y el dueño que estaba preparando el bar para abrir por la noche me dijo dónde encontrar a Naruto al decirle que era una antigua amiga que lo estaba buscando.


Fui directamente a su casa y menudo barrio… ¿Cómo podía siquiera existir un barrio así? lleno de pobretones. Bajé con mis tacones caros y mi minifalda subiendo aquellos mugrientos peldaños y apartándome de la gente que bajaba, no quería ensuciarme con ellos. Llegué al piso que me dijeron y me coloqué un pañuelo en la mano para golpearla y llamar ¡Que asco me daba este lugar! Me abrió precisamente ese chico rubio y había cambiado, estaba muy guapo, con un físico trabajo, si no supiera que era Naruto quizá ni lo hubiera conocido.


- ¿Naruto? – le pregunté.


- Oh por favor – me dijo sin creérselo – primero Sasuke y sus venganzas y ahora tú ¿Qué queréis? ¿Por qué no me dejáis en paz de una maldita vez?


- ¿Has hablado con Sasuke? – le pregunté con curiosidad.


- Bueno… si quieres llamar a eso hablar… Sasuke no habla, se enfada y se venga, pero hablar lo que es hablar… es más bien reservado – me dijo cabreado – es imbécil – le insultó y vi que al menos mi plan aún funcionaba - ¿A qué has venido Sakura? Porque puedes decirlo y largarte, no quiero tener nada que ver contigo, ni con la banda del imbécil de Sasuke ni con vosotros.


- Había venido a avisarte de que Sasuke no volverá contigo Naruto.


- ¿No me digas? No me había dado cuenta – me dijo tratando de cerrar la puerta pero yo se lo impedí y luego cuando volvió a abrirla, me limpié la mano con el pañuelo.


- Venía sólo a avisarte, Sasuke sigue pensando en vengarse de ti Naruto, te odia, hará lo que sea para hacerte daño – le mentí – yo de ti intentaría alejarme lo más rápido posible de ese chico.


- Gracias por tu consejo Sakura pero soy mayorcito para saber qué hacer y qué no hacer, ahora si me disculpas tengo muchas cosas que hacer.


- ¿Cómo para prepararte a ir a desnudarte a ese club?


- Pues mira sí – me dijo enfadado – ahora lárgate de mi casa, no quiero tener nada que ver con ninguno de vosotros.


- Por favor Naruto, todos sabíamos que acabarías en un antro así, siempre fuiste una buena zorra.


- Es posible, pero yo al menos conseguí tener la polla de Sasuke dentro de mí – me dijo de forma vulgar – tú puedes seguir tratando de conseguirla, prefiero ser una zorra como tú dices a una víbora asquerosa como tú.


- Papá – escuché a la espalda del chico y vi un niño moreno con rasgos muy parecidos a Sasuke pero con unos ojos intensamente azules - ¿Qué es una zorra? – le preguntó.


- Un animal precioso y muy inteligente que sabe qué acercarse a las víboras es muy peligroso – dijo más hacía mí que hacia su hijo.


Con aquello me cerró la puerta en las narices pero yo no podía apartar ahora de mis pensamientos a ese niño ¡Lo había tenido! Era el vivo retrato de ellos dos, esos ojos azules y ese carácter ingenuo del rubio pero ese físico y el cabello de Sasuke, no había duda que era de ellos, los genes Uchiha estaban ahí y si Sasuke había visto a ese chico… no tardaría en unir los cabos sueltos. Ahora mismo no creo que Sasuke estuviera pensando en que tenía un hijo y menos con el enfado que llevaba encima, culparía a Naruto de haberse tirado a alguna chica o a otro chico, pero cuando empezase a hablar con Naruto de ese niño y se calmase, vería el parecido con él… ¡No iba a tener dudas! No podría evitar que viera la similitud con el crío.


Cuando llegué a casa mi padre estaba muy nervioso y fue entonces cuando me enteré de lo peor… el hombre al que hacía veintidós años había mandado a la cárcel, había salido por fin y con una indemnización impresionante al descubrirse ahora que había sido inocente todos esos años. Mi padre estaba atemorizado tanto de que descubrieran su estafa como de que ese hombre quisiera vengarse de nuestra familia por aquellos veintidós años que pasó en la cárcel.


 


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