Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Striper a la fuerza por Fullbuster

[Reviews - 907]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha POV


 


¡Un hijo! Tenía un hijo y lo tenía con Naruto, con el chico al que siempre había amado. Sé que recuperarle iba a ser muy difícil pero sentía que yo tampoco tenía culpa en esto, no sabía que había tenido un hijo y me había perdido cinco años de su vida, cinco años que me habría encantado estar aquí con él, que me habría gustado ejercer de padre. Naruto me daba la posibilidad de conocerle, no me la negaba, pero aún así sentía que me había perdido demasiado tiempo.


No quería culpar a Naruto de eso, intentaba creer que él me había avisado de su nacimiento y trataba de entender por qué no me había enterado de que había sido padre, habían sido cinco años… Aún así agradecía a Naruto que lo hubiera cuidado, que hubiera decidido tenerlo cuando creía que le había abandonado. Lo más fácil habría sido abortar o darlo a otra familia, pero él me había dado la posibilidad de ser padre, había decidido afrontar el problema y tenerlo, adoraba esa fortaleza suya, adoraba su ética y adoraba las mentiras que le había soltado a ese pequeño con tal de que  no me odiase, porque seguía sintiendo que no tenía la culpa de esto que había pasado, yo habría venido en cuanto me hubiera dicho que teníamos un hijo, habría querido estar con él.


Esperaba que no fuera Sakura la causante de todo esto porque me las pagaría todas, no era recomendable meterse con un Uchiha cabreado y yo lo estaba mucho. Me había perdido cinco años en los que podía haber sido muy feliz con Naruto y con mi hijo y ahora recuperar a Naruto lo veía demasiado lejano, no sabía cómo ganarme su confianza, cómo demostrarle que yo no le había abandonado, yo jamás le habría abandonado, él lo era todo para mí.


Volví a casa aquella noche con una gran sonrisa y es que no podía dejar de sonreír como un idiota ¡Un hijo con Naruto! Al entrar por casa mis padres que estaban viendo la televisión abrazados me miraron atónitos preocupados de que me ocurriera algo pero no me ocurría nada a excepción de que estaba feliz, tenía un niño precioso.


- ¿Qué te ocurre cielo? ¿Te has vuelto a pelear con Naruto? – me preguntó mi madre.


- No – le dije – soy… soy padre.


Aquello fue lo único que pude decir y todos se quedaron paralizados. Escuché el ruido de un vaso romperse al caer al suelo y al girarme hacia la cocina me encontré con Itachi al que se le había caído el vaso de agua de las manos por la noticia.


- ¿Padre? – me preguntó sorprendido - ¿Naruto y tú…? ¿Cómo? – me preguntó.


- No lo sé, no le he preguntado nada a Naruto, no sé cómo narices lo ha podido tener pero es de él, estoy convencido, tenía la cicatriz de la cesárea.


- Madre mía – dijo mi madre casi llorando y me acerqué a ella abrazándola.


- No llores mamá, es una buena noticia ¿No? – le pregunté.


- No lloro por eso – me dijo – lloro porque… no nos pidió ayuda, lo ha pasado solo y… quizá si lo hubieramos sabido, si hubiera venido le habríamos ayudado como hubiéramos podido.


- Ya sabes como es Naruto, no quería molestar y más después de este malentendido conmigo. Quizá pensó que no querríais saber nada de él, no lo sé.


- ¿Cómo no íbamos a querer? Es nuestro nieto – dijo mi madre llorando – quiero verlo.


- He quedado mañana con él en el parque. Te prometo que en cuanto pueda lo traeré para que lo veáis.


- Vale – dijo mi madre – cena algo cielo antes de irte a dormir.


Ayudé a mi hermano a recoger los cristales rotos del vaso que se le había caído y cené solo en la cocina pensando en mi hijo. Asahi, creo que me gustaba el nombre, pero ahora mismo… todo me daba igual excepto conocerlo, quería tenerlo entre mis brazos, quería abrazarlo y no soltarlo nunca, era mío aún así… tenía que pensar cómo recuperar a Naruto y es que no iba a ser fácil. Por lo menos no me había olvidado ni salía con nadie, que yo supiera…


Esa noche apenas pude dormir, di vueltas y vueltas en mi cama pensando en todo lo que habíamos vivido Naruto y yo en el pasado, pensando en sus sonrisas, en la forma educada en la que siempre hablaba, en esos ojos azules tan inocentes que tenía, en cómo lloró cuando me marché a esa gira… en cómo le canté en aquel escenario cuando intentaba seducirle. Cuántas locuras hacíamos de jóvenes y ahora… tenía un hijo y no había estado a su lado, eso me perseguiría el resto de la vida.


Me desperté tarde, no haberme podido dormir hasta bien entrada la madrugada hizo que por la mañana me costase el doble levantarme, pero lo hice y además… lo hice con entusiasmo porque iba a conocer a mi hijo, tenía demasiadas ganas de verle y me vestí con rapidez con un vaquero y la primera camiseta oscura que vi. Desayuné cuatro tonterías y me marché a ese parque, justo al auditorio, al escenario abandonado que siempre fue nuestro lugar secreto, nuestro sitio, de Naruto y mío, de nadie más.


Tuve que esperar casi una hora y es que había llegado demasiado pronto, pero me relajé en las gradas tomándome un café bien cargado y mirando los pájaros volar en ese inmenso cielo. Ese azul me recordaba tanto a los ojos de Naruto.


- ¿Papá? – escuché que preguntaba una vocecita de golpe desde el escenario, creo que Naruto había estado hablando con él en el camino.


Ese chico era clavado a mí, ahora podía ver su parecido y no podía creerme lo ciego que me había tenido mi venganza personal contra alguien que realmente no me había hecho nada, siempre creyendo que había sido él quien me había ocultado todo, quién me había dejado y todo era mentira ¿Cuántas mentiras le habrían dicho de mí a Naruto? No sabía como desmentir lo que le habrían contado de mí, porque yo jamás dejé de amarle.


Miré a Asahi sonreír con esa inocencia que tanto me recordaba a Naruto y como se soltaba de la mano de un tenso Naruto que le gritaba que tuviera cuidado para no caerse, pero mi hijo no le hacía ni caso, salió corriendo y casi tuvo que escalar los enormes escalones que subían a la grada para intentar llegar hasta mí. Al final con una gran sonrisa al ver lo emocionado que estaba mi hijo, me levanté y me bajé los escalones llegando hasta él para cogerlo en brazos.


Se agarró con fuerza a mi cuello sin querer soltarme y no pude evitar que se me cayera alguna lágrima mientras lo abrazaba contra mi pecho y acariciaba su cabello. No quise soltarle durante un buen rato, quería permanecer con mi hijo todo el tiempo que pudiera hasta que me fijé en Naruto aún en aquel escenario mirándonos con cara de melancolía.


- Ey Asahi – le dije - ¿Te apetece un helado?


- Sí – me dijo sonriendo aunque también tenía lágrimas en los ojos y ambos nos las limpiamos.


- Vamos con Naruto.


Me acerqué a Naruto y los tres juntos nos fuimos a dar un paseo por el parque. Asahi no soltó mi mano ni un segundo y a parte de mirarle a él, miraba de vez en cuando a un silencioso Naruto que caminaba a nuestro lado sin coger de la mano a Asahi, sin acercarse mucho a mí. Creo que iba a ser más difícil de lo que pensaba volver a estar con él, pero tenía que intentarlo, no podía rendirme tan fácil, yo era un Uchiha, abandonar no era lo mío.


- Iré a compraros un helado – le comenté – podéis sentaros un rato.


- No… ya iré yo – dijo Naruto aún serio – quédate un rato más con Asahi, aprovecha tú tiempo. Yo los compraré.


- Vale.


- Yo lo quiero de chocolate – dijo Asahi sonriendo hacia Naruto y yo sonreí al ver como Naruto finalmente sonreía y le revolvía el cabello a nuestro hijo.


- Claro, ya sé cual es tu favorito.


- Yo quiero…


- De chocolate, sí… lo sé, aún recuerdo tus gustos – me dijo Naruto marchándose a comprar.


Naruto se marchó a comprar los helados y me quedé allí sentado en el borde de una gran fuente mirando a mi hijo. Él no paraba de mirarme y sonreía como si fuera el niño más feliz del mundo.


- ¿Por qué me miras tanto? – le pregunté con una sonrisa.


- Es que… no tengo ninguna foto tuya, quiero poder recordarte bien – me dijo


Ahora que lo pensaba era cierto que Naruto y yo jamás nos habíamos sacado una foto juntos.


- Bueno… eso tiene solución, antes de que te marches, te prometo que tendrás una foto nuestra ¿Vale?


- Vale.


- Oye Asahi… ¿Cómo está tu padre? – le pregunté y él se entristeció un poco.


- Anoche estuvo llorando – me dijo – siempre que escucha tu cd se pone a llorar. Me dijo que te echaba de menos, pero yo sabía que volverías – me sonrió - ¿Vas a venir a vivir con nosotros?


De aquello no sabía por donde salir, Naruto no estaría dispuesto a nada así. Ya me había dejado muy claro que una cosa es que pudiera ver a mi hijo y otra muy distinta que él volviera conmigo.


- No puedo volver a vivir con vosotros – le dije a Asahi – aún tengo cosas que hacer del trabajo – le mentí – pero intentaré tardar lo menos posible para poder vivir con vosotros ¿Vale?


- Vale – me dijo entendiéndolo y aquello me sorprendió, era un chico muy maduro para su edad.


- Tomad, vuestros helados – nos dijo Naruto dándonos los helados.


- Ey Naruto – le llamé cuando Asahi se marchó hacia el parque a jugar con el resto de niños – Voy a darte la manutención que no te he pasado estos años.


- No hace falta, estamos bien.


- No lo estáis – le dije – puedo darme cuenta.


- Cobro hoy, podemos pasar este mes como hemos estado pasando los últimos cinco años, estamos bien Sasuke, no necesitamos tú dinero y mucho menos el de tu representante, sé que el dinero viene de ella.


- He roto el contrato con ella – le dije muy serio – no quiero tener nada que ver con esa chica. Naruto… no sabía nada de lo de Asahi ¿Enserio crees que yo te habría podido abandonar? Te amaba Naruto, te sigo amando.


- Eso no arregla estos últimos cinco años Sasuke – me dijo Naruto.


- Naruto por favor… créeme. Te amo – le dije mirándole fijamente – yo no te habría abandonado en la vida, tienes que creerme.


- Te creo Sasuke, pero han sido cinco años que has estado lejos de nosotros, necesito que me demuestres que me amas, lo necesito Sasuke, no es tan fácil como llegar ahora y ver que tienes un hijo para querer formar la familia que nunca tuvimos, yo no…Sasuke… necesito que me demuestres que quieres estar a nuestro lado.


- Lo haré Naruto, quiero estar a tu lado, siempre he querido estar a tu lado.


Cogí a Naruto de la muñeca y lo empujé tras de mí levantándolo de dónde estábamos y aunque se quedó un poco sorprendido, no opuso resistencia y me siguió. Llamé a Asahi y cuando tenía a los dos busqué por el parque el fotomatón que había hace años en una de las esquinas.


- Vamos… le he prometido a mi hijo esa fotografía – le dije.


- Venga ya Sasuke… - me dijo Naruto – no necesitas hacerte la fotografía conmigo, hazla con tu hijo.


- La quiero también contigo Naruto, así que entra ahí.


Entramos los tres y sé que había cuatro fotografías, la primera la hice cogiendo a mi hijo por la cintura con un Naruto muy serio, la segunda hice tonterías con mi hijo poniendo caras raras y por fin conseguí que Naruto sonriera un poco aunque intentase camuflarlo, la tercera Naruto se unió a las caras raras con nosotros y en la cuarta, sin que Naruto se lo esperase para nada, acerqué mis labios a los suyos besándole.


Naruto no habló cuando salimos de allí pero estaba muy rojo. Cuando las fotografías salieron, fui el primero en cogerlas y rompí la última para que Asahi no la viera, aún era pequeño para estas cosas.


- Esta me la quedo yo – le dije a Naruto y él afirmó con tal de que Asahi no la viera.


Aquel día lo pasé genial con mi familia y Asahi se despidió de mí con una gran sonrisa, pero yo miraba a Naruto totalmente sonrojado por lo de aquel beso.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).