Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Striper a la fuerza por Fullbuster

[Reviews - 907]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Naruto Namikaze POV


 


Me desperté cuando los rayos del sol atravesaron los cristales de mi habitación dándome de lleno en la cara y coloqué mi mano encima de mis ojos tratando de bloquearlos un poco. Creo que estaba un poco angustiado y es que Sasuke no había venido ayer a explicarme nada. Sé que Itachi había venido con su gran labia a tratar de aclararme todo y sabía lo que había pasado, pero no sabía ni me imaginaba el motivo por el que Sasuke aún no estaba por aquí tratando de darme su explicación de los hechos.


Di la vuelta en la cama y me choqué contra alguien, mi brazo se había puesto encima de un pequeño cuerpo y cuando abrí los ojos… me encontré con Asahi plácidamente dormido a mi lado. Sonreí acariciándole el cabello antes de darle un beso en la frente. Por fin tenía a mi hijo de vuelta, ningún juez se atrevería ahora a negarle algo a Minato Namikaze con la metedura de pata que habían tenido en su caso. En cuanto reclamamos la custodia de Asahi nos la habían devuelto y a mí me había librado de cometer la locura más grande de mi vida… tener que aceptar el matrimonio de Kabuto para poder recuperar a mi hijo.


Asahi abrió los ojos con lentitud restregándose sus puños por los ojos intentando desperezarse y sonrió al verme. Yo también sonreí, él era todo para mí, la luz de mis ojos, lo más importante en mi vida, no sé que haría sin él y cada vez que le veía… sabía que había tomado la decisión correcta, porque nuestra vida nunca había sido fácil, me quitaron a mi padre, había trabajado desnudándome ante gente que no conocía, había pasado apuros financieros, me había quedado embarazado… pero aquí estábamos, en una imponente casa, viviendo con mi padre ahora millonario, había conseguido ayudar a mis amigos, tenía a mi hijo y sólo me faltaba una cosa por hacer… recuperar a su padre, porque iba a luchar por él hasta el final.


- ¿Bajamos a desayunar? – le pregunté a Asahi y él sonrió moviendo la cabeza afirmativamente, así que nos levantamos y bajamos en pijama – espero que tu abuelo no haya quemado la cocina entera – le comenté pero para mi sorpresa… mi padre no estaba por aquí.


Sé que se había ido a buscar a Deidara al aeropuerto el día de antes, quizá le había dicho que se marchaba y por eso no había vuelto, estaría ahogando sus penas o qué se yo. Resoplé y preparé unas tortitas, a mí no me salían tan buenas como las de Mikoto, pero creo que por lo menos… eran comestibles. Asahi se las comió enseguida, le encantaban las tortitas y ya sé a quién había salido en eso… a Sasuke, porque él también las adoraba, era su desayuno favorito.


Llamé a Itachi nada más terminar de desayunar y es que con alguien tenía que dejar a Asahi porque iba a tener unas palabritas con su padre ya que no había venido aún. No tardó mucho tiempo en venir y se quedó en casa jugando con él mientras yo le comentaba que iba a salir. Me dijo que su hermano no estaba por la casa y tuve una ligera idea de dónde podía estar, así que cogí el metro hasta mi antiguo barrio y entré por el parque buscando nuestro viejo y destrozado escenario.


Miré por uno de los laterales intentado afirmar que mi intuición era correcta y que estaría allí Sasuke, no me equivoqué, se encontraba sentado en las gradas mirando algo, creo que alguna foto donde estuviéramos nosotros, seguramente… la que se sacó con Asahi y conmigo en aquel fotomatón del parque donde me robó el beso.


Me subí al escenario, él ni se había dado cuenta de que yo estaba allí y eso me hizo sonreír, seguía ensimismado mirando la fotografía y entonces empecé a cantar. Era malísimo, mi voz era horrible, casi tanto como la de Sasuke. Él se giró a mirarme en cuanto reconoció mi voz y empezó a reírse prácticamente lo mismo… que yo me reí cuando él me cantó en nuestra primera cita.


- Deja de cantar Dobe, se te da fatal – me dijo riéndose – va a llover si sigues cantando así.


- Y yo que creía que te gustaba escuchar mi angelical voz.


- Tú voz es de todo menos angelical – me dijo mientras yo bajaba del escenario y subía hacia las gradas con él.


- ¿Y cómo es mi voz entonces? – le pregunté sentándome frente a él encima de sus piernas.


- Sensual y muy sugerente – me dijo susurrando.


- ¿Por qué no has venido a verme? Te he estado esperando.


- No sabía si querrías verme después de todo este lío.


- ¿Cómo no iba a querer verte Teme? Tú eres lo más importante en mi vida… después de Asahi… y si tenemos un perro de mascota detrás de él también – le bromeé y el empezó a reírse.


- Oh, me has dejado relegado al último lugar – dijo bromeando – entonces te enseñaré algún truco para que me vuelvas a poner de los primeros.


Su mano derecha cogió mi nuca acercando mi rostro hasta él hasta que sus labios se unieron con los míos. Ni siquiera me dio tiempo a reaccionar cuando su posesiva lengua ya estaba adueñándose de mi boca, se notaba las ganas y la impaciencia que tenía por besarme, podía sentir cuánto me había echado en falta, lo mismo que yo a él o incluso más. Sasuke para mí era importante, demasiado cómo para dejarlo escapar sin luchar por él, ni Sakura, ni su familia, ni fuera lo que fuera a lo que tuviéramos que enfrentarnos nos separaría, confiaba en él y él confiaba en mí, eso era lo más importante.


Sentí su mano izquierda enrollándose en mi cintura atrayéndome más hacia él. Por un momento pensé en la ventaja que era que nadie viniera por este viejo escenario del parque, era nuestro lugar secreto, nuestra primera cita fue aquí y era importante para ambos, para mí… volvía a ser importante porque era testigo de nuestra reconciliación.


- Vuelve a casa conmigo – le dije a Sasuke sonriendo sin dejar de besarle.


- No – me dijo muy serio.


- ¿Por qué no? ¿No quieres vivir con nosotros?


- Claro que quiero, pero no en casa de tu padre, he encontrado un apartamento así que… Vente a vivir conmigo, veniros los dos, empezaremos de cero.


Sonreí con sus palabras y le besé aún con más pasión colando mis manos bajo su camiseta tocando su fuerte pecho.


- Acepto – le dije.


No aguanté más y mientras le besaba de nuevo, mis manos se desviaron hacia su miembro. Sasuke se extrañó un poco, aún estaba tocándole por encima del pantalón pero intuyó lo que quería y eso le puso en alerta.


- ¿Aquí Naruto? – me preguntó – es un lugar público.


- Nadie viene nunca, además… ¿No te da morbo hacerlo en un escenario? O en este caso… en sus gradas – le dije con una sonrisa juguetona.


- La verdad es que nunca lo he hecho en un lugar así – me dijo sonriendo – ya tenemos otra historia que contarles a nuestro hijo.


- Sí… una historia muy educativa para niños – le dije irónico.


- ¿Verdad que sí? – sonrió – ven aquí que tú y yo vamos a darle un hermanito a Asahi.


Aquello me hizo reír aunque la verdad… estaba un poco asustado aún por todo el tema de que yo era diferente al resto. Podía tener hijos y quería quitarme este útero con el que nací, pero supongo que ahora era cosa de dos, quería hablarlo con Sasuke y lo hablaríamos. Por una parte no quería volver a pasar por un embarazo, pero por otra… era otro hijo con Sasuke, teniéndole las veinticuatro horas conmigo porque ya no volvería a marcharse de gira, estaría aquí con nosotros y él se merecía tener la oportunidad de criar a su hijo, no cómo nos había ocurrido con Asahi en estos cinco años. Ahora tenía dudas de qué hacer con éste útero.


Decidí no pensarlo mucho ahora mismo, lo único que quería hacer era disfrutar de mi chico y moví mis manos hasta su bragueta abriéndola para sacar su pene por la ranura. Me levanté de sus piernas arrodillándome en el suelo escondiéndome entre los asientos dejando su miembro a la altura de mi boca comenzando a lamerlo con suavidad. Me deleité en la punta, le gustaba mucho a Sasuke y se le notó cuando empezó a gemir agarrándose con una mano al asiento mientras con la otra se agarraba a mi cabello.


- No sabes cuánto he deseado esto Naruto – me dijo y observé como abría los ojos mirándome cuando metí su miembro completo en mi boca empezando a subir y bajar dándole placer.


Sasuke se dejaba hacer, creo que aún le daba un poco de reparo ser él mismo conmigo y eso tenía que arreglarlo.


- Sasuke… pareces un gatito asustadizo – le dije sonriendo – si tanto te morías por follarte mi boca ¿Por qué no lo estás haciendo? – le insistí y él sonrió.


- Como quieras Dobe – me dijo y en cuanto metí su miembro de nuevo en mi boca, empezó a mover sus caderas profundizando más en mi boca, cogiendo su propio ritmo mientras gemía y jadeaba sin control alguno.


Se detuvo en cuanto pensó que podía correrse y me hizo levantar bajando mis pantalones y sentándome encima. Me besó con pasión insistiéndome en que me pusiera de rodillas sobre él. Su espalda aún estaba apoyada en el asiento así que al hacerlo, su boca quedó a la altura de mis pezones dándole la oportunidad de succionarlos y lamerlos tanto como quiso mientras yo jadeaba y él preparaba con sus largos dedos mi entrada. Me agarré a su cabello presionándole más el rostro contra mis pezones, mi cuerpo temblaba de la excitación y cuando estuve listo, me senté con suavidad sobre su miembro hundiéndome en él.


- ¿Qué se siente al metérmela en un escenario, Sasuke? – le pregunté y él sonrió.


- Es perfecto ¿Qué sientes tú cuando un rockero famoso te folla en un escenario?


- Que quiero que me hagas un hijo – le dije imitándole y él sonrió.


Me moví encima de él. Sasuke me ayudó moviendo sus caderas hacia arriba cada vez que yo bajaba buscando más penetración, buscando el fondo y a mí eso me encantaba. Por fin Sasuke y yo volveríamos a estar juntos, después de todo lo que habíamos pasado, él y yo estábamos destinados a estar juntos y lo sabía, quería irme a vivir con él y darle un padre maravilloso a Asahi.


Sasuke jadeaba y yo hacía rato que estaba gritando de placer, cuánto más gritaba yo, más grueso sentía su miembro en mi interior, se excitaba más y más con mis gemidos hasta que se corrió dentro de mí. Yo no conseguí acabar, pero Sasuke levantándose, me sentó en la silla y adoptando la misma posición que yo tenía antes, se arrodilló frente a mí metiendo mi miembro en su boca hasta que me corrí, el cabrón era un experto, ni siquiera podía aguantar en su boca cinco minutos y él sonreía triunfante cada vez que me hacía correrme con tanta rapidez.


Nos vestimos antes de que alguien pudiera aparecer por allí, aunque como dije… no era algo habitual, este sitio estaba prácticamente abandonado. Sólo algunos niños jugaban a veces por aquí y no era lo más normal, los padres no les dejaban entrar por miedo a que pudieran hacerse daño.


- Lo siento Naruto, por todo lo que has tenido que pasar, incluido lo de Sakura.


- No pasa nada Sasuke, sé que lo hiciste por todos. Salvaste a tu padre y nos has quitado a esa víbora de encima, así que lo entiendo. Ahora sólo puedo pensar en lo felices que seremos los tres viviendo juntos – le dije sonriendo.


- Te amo Naruto, siempre lo he hecho y siempre lo haré. Me encanta tu forma de ser y tus sonrisas, tus ojos… tu carácter – me dijo y yo sonreí.


- A mí sólo me gusta los hijos que salen de un rockero famoso – le dije bromeando y él empezó a reírse conmigo.


- Entonces te daré como treinta.


- Eres un bruto – le dije besándole con dulzura.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).