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Striper a la fuerza por Fullbuster

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Itachi Uchiha POV


 


Por fin podía dormir de un tirón, me sentía tranquilo y feliz, volvía a estar la empresa a mi mando porque mi padre con su trabajo no tenía tiempo de encargarse de la empresa, por lo que ahora el nuevo presidente en funciones… era yo. No quería tocar la política de mi padre, todo seguiría como hasta ahora aunque la llevase yo la empresa.


Había pasado más de tres meses desde que Danzo y Sakura fueron encerrados y todo parecía haber vuelto a su buen cauce una vez desapareció esa familia. Sasuke había decidido mudarse de casa para irse a vivir con Naruto y con su hijo, así que mis padres habían convertido su cuarto en un despacho dedicado al arte, es decir… mi madre lo había llenado de pinceles, pinturas y lienzos, le había dado ahora por la pintura y yo sonreía siempre que la veía tan feliz después de todo por lo que había pasado.


Sasuke hizo un poco de berrinche cuando vio el camión de mudanza sacando sus cosas para llevárselas a su casa. Él pensaba que si alguna vez discutía con Naruto o algo, podría venirse a casa a refugiarse un tiempo pero mi madre con su suavidad de voz y su dulce sonrisa le dijo que se arreglase, ahora ya era independiente y como tal debía de comportarse, así que su habitación había pasado a ser el cuarto de pintura de mi madre. Creo que me daba un poco de miedo irme a mí también, no fuera a ser que convirtiera el mío en una sala de relajación oriental para hacer yoga.


Yo… supongo que estaba empezando a despreocuparme de la familia, empezaba a hacer mi vida y no a tratar de arreglar la de los demás, por fin era libre para hacer lo que quisiera. Aún así, muchas veces quedaba con Naruto y con mi sobrino, me encantaba jugar con él y esperaba en un futuro tener yo también un hijo que jugase con ese encanto de niño que tenía mi hermano. Supongo que no había encontrado a la pareja ideal, no como Deidara… que creo que ahora vivía en su luna de miel particular.


La gran pregunta es ¿Se marchó? ¿Cogió aquel avión? Pues sí, lo cogió, pero no solo, Minato Namikaze hizo la locura de su vida comprando un billete y subiéndose con él para Illinois, creo que ese rubio cabezón no se daba por vencido, empezaba a entender a quién había sacado el carácter Naruto. Ahora ya habían vuelto, supongo que Minato no permitió que Deidara malgastase su talento en ese trabajo de pueblo donde le pagarían lo justo para vivir y se olvidarían de él, así que había movido contactos por aquí y había comprado el periódico del que fue despedido Deidara, era irónico que ahora Deidara trabajase de nuevo allí y mantuviera una relación con su jefe, aunque les había costado lo suyo darse la oportunidad. ¡Qué cabezón era Deidara!


En la empresa todo marchaba bien, estuve la mañana por allí y a la hora del almuerzo me fui con Naruto, habíamos quedado en una cafetería cercana a tomar algo y en cuanto Asahi me vio venir por la calle, se soltó de la mano de su padre para venir corriendo a abrazarme. Lo cogí en brazos con una gran sonrisa y le di un enorme beso en la mejilla mientras el sonreía y me cogía de la coleta. ¡Qué manía tenía con tirarme del pelo!


Nos sentamos a tomar algo. Naruto pidió un zumo para su hijo y se tomó una cerveza sin alcohol conmigo. A mi hermano hacía por lo menos una semana que no sabía nada de él, así que me decidí por preguntar.


- ¿Qué tal la convivencia? – le pregunté a Naruto con una sonrisa mientras veía como Asahi se iba al recinto de niños a jugar con otros chicos de su edad.


- Bien – me dijo sonriendo – al principio discutíamos un poco, ya sabes, el tiene unas costumbres y yo otras, pero ya nos vamos acomplando.


- ¿Cómo le ha ido en el trabajo? Después de lo de la discográfica no sé nada más.


- Bueno el contrato con los Haruno está completamente roto, ahora han encontrado otra discográfica y van a irse de gira, otra vez – dijo malhumorado y yo sonreí – al menos me han dicho que sólo lo retendrán fines de semana, así que entre semana estará por casa.


- Eso es una buena noticia, no estará un año por ahí.


- Gracias a Dios – me dijo Naruto sonriendo – porque si llega a dejarme otra vez, lo mató.


- ¿Y con tu padre? ¿Va todo bien?


- Perfecto. Quedamos a comer juntos muchas veces, le encanta jugar con Asahi y se lleva bien con Sasuke. Sigue siendo un desastre para temas electrónicos pero ahora parece que quiere pedirle a Deidara que se vaya a vivir con él. Pero yo no te he dicho nada – me dijo susurrando – creo que no se lo ha pedido aún, así que Dei no lo sabe todavía.


- Parece que les marcha bien a esos dos.


- Más que bien, mi padre ahora está haciendo todo lo que no pudo hacer en esos veintidós años de prisión. Se va con Deidara de viaje, se van a hacer excursiones, a ver cosas, a hacer deportes extremos… están desatados, son como dos colegiales en su primer amor. A veces me toca ir con cuidado cuando entro a verle porque más de una vez les he pillado ya sabes…


- No puedo creérmelo – le dije riéndome – si que les va bien entonces.


- ¿Y tú qué? ¿Trabajando y ya está?


- Algo así – le sonreí – sacando a la empresa adelante como siempre. He vuelto a la rutina.


- Pero es una rutina agradable, ya no eres un trabajador, eres el presidente de la empresa.


- Gracias a Dios, porque si me hacen publicar más basura como la que me obligaban con Danzo… esta empresa no saldría jamás adelante.


Tomé un sorbo de mi cerveza, estaba fresquita y me sentaba genial. Nos sirvieron algo también para picar y no pude evitar pensar al ver la sonrisa de Naruto… que todo se estaba arreglando para bien. Sasuke volvía a estar con su familia, Asahi podía disfrutar de ambos, vivían juntos. Naruto había encontrado a su padre que ahora buscaba la felicidad y no perder más tiempo para disfrutar de la vida tras todo lo que había perdido en el pasado. Mi mejor amigo… ese que jamás daba oportunidades al amor por fin abría las puertas y dejaba entrar a una persona increíble, los amigos de Naruto todos felices con la ayuda financiera y mi padre había vuelto a trabajar. El ambiente por fin volvía a la felicidad tras habernos descontaminado de esa maldita familia Haruno.


- ¿Cómo está Asahi? – le pregunté


- Mejor, mi padre ha decidido pagar a los mejores especialistas para que revisen su caso respiratorio. Creo que está en buenas manos ahora.


- ¿Y tú deuda?


- Saldada, mi padre lo terminó de pagar y ahora me ha ofrecido trabajo en su empresa, estoy aprendiendo aún cómo llevarla pero estoy seguro de que pronto aprenderé. Además… creo que están haciendo un trato con la tuya para financiarse mutuamente.


- Tú padre es el inversor de mi empresa – le dije – él puso el capital para levantarla, así que en principio, trabajamos para él. Aunque en la práctica tú padre se pasa poco por mi empresa, no entiende mucho de el negocio de editar libros y me deja funcionar a mi manera, se fía bastante de que la sacaré a flote.


Decidimos levantarnos cuando terminamos y dar una vuelta por el parque con Asahi corriendo tras todos los pájaros que veía, le gustaba hacerlos volar cuando se acercaba a ellos corriendo. Aprovechamos Naruto y yo para hablar de cosas y al final… acabamos en una misma conclusión, en que acabaríamos trabajando juntos, ambas empresas teníamos mucho que ofrecer y total… siendo del mismo dueño las dos, podíamos tener negocios en común.


Tras ese día con mi cuñado, decidí ir a la empresa principal para hablar con Minato sobre la idea de trabajar Naruto y yo juntos en algunos proyectos comunes pero para cuando llegué a su oficina y tenía la mano en el pomo, me sorprendí al escuchar jadeos de allí dentro.


Un sudor frío me vino de golpe imaginándome que Minato estaba un poco ocupado y ya me imaginaba con quién. Tal y como dijo Naruto, estos dos estaban como dos adolescentes en sus primeros días de noviazgo, aunque ya llevaban unos meses juntos.


Decidí esperarme y me senté en una de las sillas a leer el periódico. Sé que ahora Deidara trabajaba por aquí llevando el marketing y la publicidad, era bueno en su trabajo y sabía moverse bien con la información que le proporcionaban. Cuando la puerta se abrió vi salir a Deidara con el cabello revuelto y tratando de hacerse la coleta de nuevo.


-  Bonito peinado ¿Es nuevo? ¿Look informal? – le pregunté riéndome.


- Joder Itachi, que susto me has dado.


- ¿Cómo le has llamado a ese nuevo look? ¿Revolcón con el jefe en su oficina? – le pregunté sonriendo y él sonrió también.


- Favores al jefe en su oficina – me dijo bromeando - ¿Qué haces aquí?


- He venido a hablar de unos asuntos con Minato. No he querido interrumpiros pero… debo agradecerte que estuvieras ahí dentro, seguro que ahora estará de mejor humor para escuchar mi propuesta.


- Por favor Itachi – dijo sonriendo – Minato siempre está de buen humor. Vuelvo al trabajo.


- Está bien. Haber si un día sueltas un rato a tu novio y te vienes a tomar una cerveza conmigo.


- Hecho – me dijo sonriendo marchándose hacia su despacho.


Tras aquel momento, me decidí a entrar a hablar con Minato sobre el asunto de la fusión de ambas empresas. Tras nuestra reunión, Minato aceptó y me permitió trabajar con Naruto. Supongo que mi primera impresión de él era la acertada, creo que era un buen hombre y que Deidara y él serían muy felices, aunque también eran un poco alocados, esos dos estaban hechos el uno para el otro.


 


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