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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaa

Bueno estaba haciendo deberes y más deberes pero.... no pude aguantarme las ganas de subir este capítulo!!!!

 

Estoy emocionada ya que es el primer lemon de la historia ¬///¬

 

Aun no soy experta en hacerlo pero me esforce porque quedara bastante aceptable

 

Espero que lo disfruten

Y gracias por sus revies

Gracias por el apoyo mariy, Ahome-chan y a todos los anónimos ^_^ 

 

 

 

 

Kankuro estaba devastado, no podía creer que él fue la razón del ataque del más joven de sus hermanos, la culpa lo invadió de repente al ver a al pelirrojo  en tal situación, observó el dolor en el rostro de Gaara ¿hace cuanto que no lo veía así?, la respuesta llegó sola… desde que era pequeño, se sintió la basura más grande del planeta, deseaba que alguien lo golpeara en ese mismo momento pero… estaba solo y eso le dolía aún más, salió de ese edificio con paso firme como era típico de él, después de todo era un hombre de negocios acostumbrado a mostrar confianza ante cualquier inconveniente por caótico que fuese, caminó varios minutos sin dirección alguna invadido por los fantasmas de dolor y arrepentimiento, olvidando incluso  su auto ubicado cerca del edificio, en ese momento no pudo importarle menos las cosas materiales solo quería despejarse un poco… lo suficiente para olvidar la culpa y el dolor en el pecho que lo acechaba, ¿Cómo olvidar todo?, fácil… alcohol, una buena dosis de esa droga legal, aunque no fuera la solución a todo por lo menos evitaría que su mente le reprochara algo, sin pensarlo tomó un taxi dirigiéndose a la zona nocturna más concurrida e ingresando al bar más escondido posible, todos sabían que el mejor lugar para esconderse era aquel más evidente y en ese caso el lugar mayormente visitado de la ciudad para diversión nocturna, no quería que nadie lo encontrara y entre tanta gente en la principal  dudaba que alguien lo reconociera, quería estar solo unos momentos en la oscuridad de aquel asqueroso establecimiento que terminó por encontrar, pidió la botella más grande y de esencia fuerte que tuvieran y empezó a beber de a poco, el líquido amargo de aquel vaso se deslizaba por su garganta quemándola y llegando a su estómago que ardió al sentir esa sustancia, el sabor era lo de menos en ese momento después de un rato se relajó un poco, la bebida  hizo su efecto con velocidad debió ser por la falta de comida en su estómago, mejor así… disfrutaría de una noche amarga y larga…

 

 

Pasaron algunos minutos y ya se encontraba más calmado sintiendo el rubor en sus mejillas y el calor extenderse por su cuerpo, debería pedir el nombre de esa bebida, era demasiado efectiva, estaba tan centrado en ingerir el alcohol que apenas y sintió que alguien se ubicaba a su lado, estaba dispuesto a mandar al demonio a quien quiera que fuese el hijo de…

-¿Despechado?-esa vocecita la reconocería en cualquier lado, ni siquiera se molestó en verlo directamente y contestó de manera cortante

-y a ti que te importa-gruñó mientras bebía de golpe el contenido de su vaso que aún estaba lleno y bailando entre sus manos

-¿Es por… un mal de amores?-su voz estaba cargada de molestia aunque Kankuro en su estado no lo notó

-Akasuna déjame en paz, solo quiero beber un poco-se sirvió un nuevo vaso ante la molestia del otro que lo miraba con reprobación

-así que es eso ¿eh?-a la vista del pelirrojo Kankuro se veía muy mal, demasiado decaído para su gusto, ¿Dónde había quedado el orgulloso Sabaku que lo rechazaba en cada oportunidad?

 

 

Apenas y regresaron de su viaje de negocios, Kankuro había salido de ahí con algo de prisa, el Akazuna con curiosidad lo siguió, logrando escuchar la razón… iría a ver a su hermano, no le tomó mucha importancia al asunto ya que en varias ocasiones se repetía ese acontecimiento, esa noche tenía pensando perderse en una cantina con sus amigos pero se encontró con que Deidara estaba de viaje e Itachi estaba en una reunión o algo así, bueno los demás tenías sus propias vidas y él se resignó a pasar la noche en una cantina bulliciosa y quizás hallar alguna compañía para desahogar su corta abstinencia, se estaba decidiendo por algún bar cuando vio a Kankuro caminar por ahí sin rumbo fijo, lo admiró con curiosidad para al fin verlo entrar a un bar escondido y que no estaba al nivel de aquel castaño, no quiso molestarlo ni discutir así que visitó algunos sitios mientras caminaba,  pero apenas y entraba le desagradaba el ambiente y salía de inmediato, eran solo escusas claro está… él solo quería ver qué hacía el castaño por esos lugares ¿Acaso no estaba emocionado por visitar a su dichoso hermano?, la realidad lo golpeó de repente recordándole algo importante, él estaba interesado en el rudo castaño desde que lo conoció hace años, le había llamado la atención la imponente presencia que transmitía y la seguridad que les brindaba a sus compañeros de trabajo, quería tenerlo para él y cambiarle ese ceño fruncido por otra expresión tal vez una de placer, empezó a insinuarle su interés pero pronto descubrió que Kankuro no estaba interesado y por el contrario hasta parecía que lo odiaba, pero él era un hombre orgulloso, amante de los retos y situaciones difíciles, cada rechazo lo incentivaba más a querer poseerlo, motivado por su deseo se atrevió a ingresar en el bar en el cual anteriormente vio ingresar a SU gruñón castaño, se sorprendió verlo sentado en la barra sin ninguna compañía e ingiriendo el alcohol como si de agua se tratara

 

 

-me gustaría que fuese así-las palabras llenas de odio del castaño lo sacaron de sus pensamientos

-no son mujeres entonces-el pelirrojo de ojos marrones se alivió por un momento, aunque si lo pensaba bien una mujer no arruinaría sus planes, ni le quitaría las ganas de tener a Kankuro para él-… interesante

-lárgate de una buena vez Akasuna-su lengua empezaba a aflojarse debido al efecto del alcohol y en esos momentos poco le importaba ser descortés

-déjame hacerte compañía, además… yo también quiero beber-el pelirrojo ordenó al cantinero traerle un vaso pequeño, cuando lo tuvo en frente alargó su brazo para quitarle la botella al otro y servirse un poco, acto que aprovechó para acercar su rostro al más bajo y susurrarle con tono seductor-tomaré un poco… si no te importa

-por lo menos bebe algo que tú mismo compres-le reprochó mientras bebía sin importarle nada, en esos momentos ya sentía su mente un poco despejada y no procesaba la situación con claridad

-quiero ver que gustos tienes…-añadió molesto al verse ignorado, bebió un poco asqueado por el sabor amargo y un poco picante de la bebida- esto es lo peor que he bebido

-me interesa muy poco lo que pienses-gruñó Kankuro quitándole la botella

-deberías beber algo mejor que eso-mencionó divertido al ver el ceño fruncido del otro-disculpe deme una botella de coñac-el cantinero  lo vio extraño, casi nadie le pedía esa clase de tragos-no se preocupe tengo para pagar ese trago-agregó con una sonrisa recibiendo un asentimiento y al poco tiempo tenía el pedido enfrente suyo

-maldito idiota-susurró para sí Kankuro mientras se recargaba en el asiento-oye… ¿de verdad quieres quedarte aquí?

-claro, no siempre se puede beber contigo tan tranquilamente, hasta me estas tuteando, solo te falta llamarme por mi nombre

-¿hasta cuándo molestarás con eso?-le reprochó mientras sentía como su lengua estaba empezando a arrastrar sus palabras

-hasta que me llames por mi nombre-el pelirrojo bebió el delicioso trago y se limitó a enviarle una sonrisa sugerente-vamos Kankuro, di mi nombre

-Sasori…-el castaño se sintió extraño al pronunciar ese nombre mientras que Sasori estaba complacido al haber triunfado-¿contento ya?

-No del todo

-qué más quieres idiota, ahora ¡solo déjame en paz!

-me quedaré un rato más, me gusta disfrutar de tu compañía mientras bebo

Kankuro solo gruñó bajo ante tal insistencia, al final ambos conversaron “amenamente”  por un rato hasta que terminaran sus bebidas, bueno si una plática llena de frases en doble sentido por parte de Sasori que disfrutaba de la momentánea inocencia del otro que nublado por el alcohol no entendía ni una de ellas y los insultos leves de Kankuro que entre bufidos le contaba la razón de su enojo y despecho, el mismo que ya sentía que su cuerpo tuvo suficiente, su cabeza estaba liviana y sus reflejos estaban comenzando a decaer

 

 

Kankuro decidió entonces retirarse, su mente se estaba nublando y lo mejor sería regresar a su casa, pero el pelirrojo no lo dejó solo, por el contrario lo acompañó, antes de salir el castaño se dirigió al baño sorprendiéndose por su estado hasta un poco lamentable, estaba rojo por el calor que tenía, sus ojos estaban decaídos y empezaba a sentir que el mundo le daba vueltas, lavó su rostro para despejar su mente y al reaccionar tenía al pelirrojo a un lado suyo

 

 

-no puedes dejarme solo un momento-¿acaso Sasori no comprendía que le molestaba su presencia?, quería desahogarse en paz y quien sabe… hasta llorar un poco, pero mientras estuviese acompañado no lo haría, tenía orgullo

-yo también tengo necesidades básicas-bromeó el pelirrojo de ojos marrones, en realidad solo quería ver el trasero del otro mientras se concentraba en refrescarse, ya listos salieron juntos-¿Tan deprimido estás?-comentó el más alto mientras observaba de reojo al otro que no quitaba esa pena del rostro

-me siento culpable… eso es todo-se sinceró así quizás se quitaría un par de remordimientos

-no deberías sentirte así,  simplemente hiciste lo que creías correcto, aunque por lo que me contaste te pasaste un poco

-no quiero regaños de alguien como tú

-¿cómo yo?, y ¿cómo sería alguien como yo?

-un maldito orgulloso, fastidioso, idiota que puede ganarse a la gente con buenos argumentos, acosador sin remedio, y sobretodo el típico guapo empresario que conquista a todas las mujeres en la oficina-todas sus palabras salieron sin titubear de forma rápida, demonios el alcohol lo había vuelto muy honesto y se molestó al escuchar la carcajada del pelirrojo

-así que crees… que soy guapo-se burló el pelirrojo mientras el otro lo golpeaba en el brazo con rudeza y lo fulminaba con la mirada-y que soy bueno en las negociaciones- sonrió mientras seguía con la caminata

-¡cállate idiota!, no es como si estuviera alagándote- siguió su camino por el área concurrida hasta ver a lo lejos la zona de la avenida para tomar su taxi

-sabes… pensé que no te habías dado cuenta de mis insinuaciones-admitió con una ligera sonrisa coqueta, Sasori estaba más que satisfecho por las palabras ajenas mientras pensaba “si tan solo fueras más honesto”

-¿cómo no notarlo?, además esas miraditas me dan asco-de nuevo fruncía el ceño levemente, debería callarse ¡ya!

-no sabía que eras homofóbico-aprovecharía el momento de sinceridad por parte del castaño y sacaría provecho

-y yo no sabía que eras gay-se burló

-bueno… me atraen hombres y mujeres por igual, pero ahora  solo me interesas tú-declaró mientras admiraba el pequeño rubor que se mantenía en el rostro del otro, era en cierto modo adorable

-ni… yo tampoco soy homofóbico, solo no permitiré que Gaara este con ese tipo

-no estas razonando bien

-me importa una mierda

-tal vez deberías conocer el placer de una relación con un hombre-dijo mientras agarraba el hombro de Kankuro y susurraba en su oído-me ofrezco como voluntario

-Deja de burlarte de mí-habló Kankuro apartándose al sentir el calor emitido por el aliento del otro

-no me estoy burlando, estoy hablando enserio-el pelirrojo lo miró directamente a los ojos logrando que Kankuro se sonrojara un poco más-te quiero para mi

-pero qué diablos dices… -sus palabras se vieron interrumpidas por los labios del mayor que tomaron los suyos con pasión en un beso demandante que por alguna razón él respondió, los roces salvajes invadieron sus labios causándole escalofríos y respondiendo con movimientos torpes, hace mucho que no besaba a alguien y no estaba seguro de cómo hacerlo bien, al tomar conciencia de lo que hacía y pensaba  se separó bruscamente- demonios debo estar demasiado ebrio para permitirte hacer eso-se limpió la zona afectada con rudeza intentando que el rubor que ahora sentía en sus mejillas no se notara, sus sentidos estaban bastante alertas o… acallados, no sabía qué demonios le pasaba, solo sabía que debía irse o algo pasaría

 

-Qué te parece si culpamos al alcohol… solo por esta noche- el pelirrojo habló con lujuria mientras se acercaba de nueva cuenta, acariciando con sutileza el brazo del otro que brincó un poco ante el contacto inesperado

-Ni lo pienses-el castaño se alejó dos pasos, sentía que estaba en peligro, intentaba sonar furioso y amenazante como siempre pero…

-¿acaso no se sintió bien el que yo te besara?-habló Sasori mientras se relamía los labios, deseaba morderlos y disfrutar de ese sabor, que en ese instante estaba mezclado con la bebida

-no quise decir eso-de verdad el alcohol lo estaba poniendo sincero, en realidad sintió una pequeña descarga al corresponder ese beso, su cuerpo vibró al sentirse deseado, había tenido novias con anterioridad y no recordaba haber experimentado tal sensación con alguna de ellas

-¿así que… te agradó?-sonrió satisfecho, ahora sí que no estaba dispuesto a parar

-no pongas palabras en mi boca-gruñó intentando sonar molesto y ocultar la confusión que tenía

-lo que quiero poner en tu boca es otra cosa-habló  Sasori mientras de nueva cuenta lo jalaba del brazo hasta tenerlo lo suficiente cerca y rodearlo con su otro bazo evitando que escapara, no iba a desaprovechar la mente nublada del más bajo incluso si después Kankuro lo odiaba aunque si fuese el caso el mismo Sasori se encargaría de hacerlo cambiar de opinión

-déjame-el castaño trató de zafarse pero no lo consiguió, de pronto sintió los labios del otro presionar los suyos seguido de una leve mordida que lo hizo separar los labios por la impresión permitiendo el ingreso de la lengua de Sasori que exploró su cavidad con descaro, roces y caricias, un beso francés intenso, cálido, lleno de pasión… y aunque odiara admitirlo… ese hombre besaba demasiado bien, la respiración le faltaba pero no quería terminar el contacto, pronto sintió que su voluntad flaqueaba al igual que sus fuerzas-aquí pueden vernos… imbécil-susurró mientras recuperaba el aliento robado tras el pequeño descanso que el más alto le daba, jadeó con desesperación al sentir el sabor del coñac en los labios contrarios, una combinación alucinante, su mente le estaba jugando una broma o en verdad estaba respondiendo

 

-así que… ese es el problema-sonrió al escuchar las palabras del otro-entonces te llevaré a otro lugar Kan~ku~ro- sin esperar reclamo alguno tiró del brazo del castaño, arrastrándolo al hotel más cercano, de vez en cuando miraba la expresión confusa de su acompañante, el rubor se mostraba con intensidad y esta vez no era el alcohol, el pelirrojo estaba consciente de que el beso que le dio a Kankuro fue correspondido con placer, y más rápido de lo que imaginó Kankuro se encontraba en una habitación con cama matrimonial, solo allí reaccionó procesando lo sucedido y recobrando su sentido común ¿Qué diablos estaba pasando con él?

-¿Qué demonios estoy haciendo?-se dijo para sí mientras era abrazado por la espalda-espera ¡déjame!-trató de liberarse pero sintió un agarre más fuerte

-ya es tarde para arrepentirte pequeño-susurró Sasori en el oído del más bajo sintiendo como el cuerpo entre sus brazos temblaba ligeramente-me diste permiso para seguir y ya no hay vuelta atrás-lamió el lóbulo en la oreja del joven que reprimió un pequeño jadeo de impresión

-¿cuándo accedí a… esto?-trató de zafarse moviendo sus brazos pero solo logró pegarse más al cuerpo de su atacante que transmitía un calor intenso, sofocante, que se estaba transmitiendo a su propio cuerpo, ¡eso era realmente peligroso!

-cuando no protestaste al verme pedir una habitación-declaró mientras una de las manos del pelirrojo viajaba entre la ropa del castaño hasta tocar la piel escondida, Sasori podía sentir aquella piel, deseo muchas veces estar en esa situación, estaba en verdad loco por el castaño

-no estaba lúcido debido al alcohol, ahora estoy consciente de todo, déjame en paz Sasori- Kankuro se dio cuenta que estaba perdido cuando pronunció el nombre del pelirrojo, lo hizo sin pensar pero…

-entonces dejémosle la culpa al alcohol y disfrutemos esta noche-habló con lascivia, la propuesta era muy tentadora-haré que pronuncies mi nombre… entre gemidos-la voz ronca penetraba en lo más profundo de la cabeza del castaño, el pelirrojo paseó su dedo lentamente sobre la ropa que cubría la intimidad de Kankuro, causando que se escuchara un jadeo bajito-mira estás reaccionando ante mis caricias-susurró y mordió el lóbulo sensible

-demonios… déjame en paz, yo no quiero…- estaba mintiendo, esa voz, el aliento cerca de su rostro, las caricias sin vergüenza, su miembro sintió una punzada ante tal toque pero se liberó para enfrentarlo, Sasori lo calló con un beso lleno de necesidad, profundo, intenso, su lengua se paseó sin cuidado por cada rincón incitando a su acompañante a seguirle el juego

-no te dejaré escapar Kankuro, sé que me deseas tanto como yo a ti-habló mientras hacía retroceder al castaño para terminar arrojándolo a la cama

-¿de qué rayos hablas?-trató de refutar mientras observaba al otro posicionarse encima de él y agarrarlos lo de las muñecas- quítate… aah…-se avergonzó por haber soltado ese gemido sonoro, su piel estaba demasiado sensible debido a la libertad que le daba el alcohol en su sangre y el simple roce de la pierna del castaño con su intimidad lo hacía temblar, se mordió el labio cuando sintió humedad en su cuello, cerró sus ojos con fuerza tratando de no quebrar su voluntad

-lo ves…-habló el pelirrojo mientras volvía a lamer el cuello del castaño-tu cuerpo no miente-decía en un susurro mientras mordía levemente la barbilla del más bajo que intentaba reprimir sus jadeos, a veces… sin éxito, el pelirrojo se relamió los labios antes de atacar al más bajo, un beso lleno de lujuria, el sonido de sus labios al separarse, de sus lenguas rozarse, la mezcla de sus salivas, todo eso adornaba la habitación, Kankuro se resistió en un principio pero empezó a colaborar poco a poco disfrutando del calor  en el cuerpo del mayor, su voluntad se quebró, cuando Sasori sintió que el castaño ya no se resistía soltó las muñecas para dejar a sus dedos desabrochar la camisa del otro y acariciar la piel sensible, un jadeo salió de la garganta del castaño que se aferró a los hombros del mayor, esos dedos fríos le causaban un estremecimiento placentero, sus sentidos estaban a mil por hora y sentía el roce delicado de las puntas recorrer su piel, subiendo por un camino delgado, sentía que ese camino fue trazado con fuego, se estaba calentando

 

-Te haré entender que el sexo entre  hombres… puede llegar a ser verdaderamente… placentero-susurró en el oído del más bajo, antes de atacar los labios del castaño que en respuesta enredo sus brazos en el cuello del mayor, Sasori estaba más que complacido con dicha acción y sin dudar empezó a despojarlo de sus prendas admirando el cuerpo esbelto del más bajo, retirar cada prenda era un reto para su autocontrol, su erección estaba presente y quería quitarse todas esas ganas que tenía por adentrarse lo más profundo que pudiese en el castaño- serás mío… te marcaré como es debido- el pelirrojo habló con lujuria mientras acariciaba el miembro del castaño por encima del pantalón, sin descaro… solamente pasión contenida, su propia respiración estaba agitada y gruñía bajito invadido por el deseo

 

-aaah… aah…-Kankuro no pudo evitar gemir ante tal contacto, sabía que no debía acceder pero ahora su cuerpo estaba respondiendo y disfrutaba de las corrientes eléctricas en su piel, cada beso lo mareaba más y entumecía sus sentidos, ¡al demonio su cordura!, el pelirrojo sabía en donde tocarlo y hacerlo delirar, los dedos recorrían su piel rozándola con suavidad y otras arañándolo un poco, sus pezones acariciados con rudeza, estaban erectos y sensibles, sus piernas no le respondían bien y temblaban ante el contacto, no supo cuándo pero la brisa le hizo notar la carencia de prendas, solo estaba usando su bóxer cubriendo la mínima cantidad de piel, su rostro se tornó aún más colorado, ¿tanto podía excitarse con solo los toques del otro hombre?, el bulto entre sus piernas declaraba que sí -no sé qué me hiciste… pero yo… lo estoy disfrutando-admitió, su respiración agitada y su  ahora sensible piel mostraba cuanto le gustaba que su socio lo tocara

 

-Y se pondrá… mejor-habló el pelirrojo con voz ronca mientras jadeaba ligeramente, esto era un sueño, Kankuro estaba debajo suyo gimiendo bajito, sonrojado y admitiendo que le gustaba, su ego subió por los cielos y su erección le dolía, se despojó de toda su ropa, una por una, lentamente mostrando su cuerpo trabajado, se quitó todo  sin excepción alguna ante la mirada del castaño que jadeó al verlo completamente desnudo-¿te gusta… lo que ves?-sonrió de medio lado ante la vergüenza del otro que sin poder evitarlo centró su mirada en el despierto miembro de Sasori-yo creo que sí

-yo… qué estoy… haciendo-Kankuro se sentó mientras su sentido común volvió instantáneamente al momento de ver a Sasori desnudo enfrente suyo, la erección contraria se veía tan grande ante sus ojos, el sentirse deseado por aquel atractivo pelirrojo lo llenó de satisfacción, pero no estaba bien… debía parar… debía… debía…

-estas teniendo sexo conmigo-habló Sasori mientras de nuevo atacaba la boca del castaño y a su vez acariciaba el miembro despierto y goteante, lo recostó con suavidad-y te prometo que… no te arrepentirás- sus planes eran hacerlo gozar hasta que el mismísimo Kankuro le rogara por más

-más te vale-amenazó Kankuro en un susurro, debía rendirse ahora mismo, su cuerpo estaba lleno de deseo y detenerse no era una opción-porque… estoy yendo… en contra de mis principios…mgh…

-culpa al alcohol… de todo esto-dijo Sasori descendiendo por el cuello del castaño, besándolo mordiendo un camino caliente que se intensificó cuando lamió los botones endurecidos, los gemidos de satisfacción de Kankuro le mostraban al pelirrojo que lo estaba haciendo bien, extremadamente bien, pero claro él era un persona experimentada, se levantó un poco solo para quedar prendado con la imagen del castaño con su cabello pegado a la frente debido a la fina capa de sudor que ya empezaba a intensificarse, Kankuro estrujaba las sábanas entre sus dedos y se retorcía de placer, Sasori sonrió de medio lado relamiendo sus labios  antes de empezar a lamer el miembro del otro por encima del bóxer, los gemidos no se hicieron esperar cuando mordió suavemente la punta, satisfecho por la reacción le quitó la última prenda dejándolo en las mismas condiciones que él, lamió tres de sus dedos con sensualidad haciendo que el otro lo mirara atentamente-te dolerá en un principio… pero te gustará después - lo besó para calmarlo un poco y mientras masturbaba al castaño introducía sus dedos uno en uno, con su boca en cambio atendió los botones rosas que clamaban ser tomados en cuenta, todo al mismo tiempo… produjeron los jadeos sonoros de Kankuro, dolor, placer, calor, todos sus problemas y dudas se fueron al caño en ese instante, jamás pensó estar en esa situación con el hombre que había estado rechazando sutilmente por meses o años tal vez, pero tampoco pensó disfrutarlo tanto, incrustó sus uñas en la espalda del más alto que  se mantenía ocupado introduciendo los dedos restantes simulando penetraciones, explorando su interior que hasta hace poco era virginal, lo llevó al delirio cuando tocó algún punto escondido entre sus entrañas y solo atinó a mover sus caderas para aumentar dicho contacto, vio el paraíso en un instante y ya no le importaba gemir, dejó de sentirse bien cuando de repente y sin aviso alguno el mayor lo dejó de acariciar

 

-Sasori… -el castaño abrió sus ojos para encontrarse con el pelirrojo mirándolo intensamente

-en verdad… me encantas Kankuro-dijo mientras le abría las piernas al castaño y se colocaba en medio-gime mi nombre… hazlo-su voz ronca retumbó en la habitación, era una orden y le gustaba que sus amantes obedecieran

-Sa…Sasori- no se negó a cumplir con la orden, estaba excitado al máximo por las atenciones de aquel idiota y… quería más

-Te penetraré con rudeza, grita… mi nombre-le dijo para de un solo empujón entrar completamente callando el grito de dolor del castaño con un beso donde su lengua acarició los lugares más sensibles de la cavidad contraria, el ruido murió entre sus bocas, el dolor era indescriptible, un rudo inicio pero…

-i-idiota… eso do-dolió…mucho-protestó al acabar el contacto, sintiéndose lleno, caliente… sentía el caliente miembro del otro palpitar en su interior, sin moverse, derramó lágrimas de dolor que el otro lamió de sus mejillas con suavidad, ¿acaso quería reconfortarlo de cierta forma?

-pronto olvidarás el dolor-su voz estaba cargada de deseo, el interior del castaño le apretaba deliciosamente, húmedo y cálido esas simples palabras describían el contacto, la unión de sus cuerpos, la declaración de posesión

El pelirrojo empezó a moverse lentamente disfrutando de las expresiones del otro que clavaba sus uñas con desconsideración signo de su desesperación y dolor mientras su rostro estaba ruborizado y se mordía el labio pero su respiración agitada no lo dejaba permanecer así -Sasori…. Ahh… Saso… ri- tal y como lo dijo, Kankuro no podía evitar pronunciar ese nombre, ya ahora el dolor era cambiado con placer, las embestidas se fueron intensificando con el paso de los segundos, profundas y fuertes, Kankuro podía sentir su interior expandirse aceptando el miembro del otro-me voy a…-Kankuro estaba a punto y solo un par más de estocadas le bastó para dejar salir aquella esencia, un grito sordo, arqueó su espalda y apretó su entrada vacía ahora…. Espera ¿vacía?

-Aun no- habló el pelirrojo mientras gruñía bajo-quiero más… no estoy conforme…-claro que no estaba conforme, quería más… deseaba escuchar al castaño gritar, quería sentir que su miembro era apretado con desesperación y no dudaría en hacerlo realidad, giró al castaño que aún temblaba por el reciente orgasmo y le levantó las caderas dejando a la vista la entrada recién usurpada y sin aviso volvió a penetrarlo fuerte

-aaaahh…-el grito de placer fue sonoro, su cuerpo se tensó y sus ojos derramaron lágrimas finas-pro…profundo-podía sentir la profundidad a la que había llegado el miembro del otro, Sasori gruñó mientras empezaba a embestirlo sin delicadeza y por el momento Kankuro tampoco quería dulzura, quería sentir de nuevo esa sensación y no tardó en hacerlo-aaahh… ahí… más… fuerte-rogó mientras apretaba las sábanas y jadeaba desesperado, su punto dulce era torturado con crueldad, los gruñidos del pelirrojo que cada vez se movía más rápido lo excitaron logrando que de nueva cuenta su propio miembro fuera despertando, su próstata disfrutaba de aquel ataque, su mente deliraba, su cuerpo temblaba…

-vamos pequeño….mgh… gime más… -los dedos del pelirrojo marcaron la cadera del castaño que agarraba la sábana en busca de soporte- Kankuro… si gimes… mi nombre… lo haré más fuerte… mgh…-Sasori paró en seco forzando a su cuerpo mantenerse quieto,  ante la molestia del otro que lo miraba por arriba del hombro

-no pares… aahh…-quería más… su miembro estaba despierto de nuevo y quería correrse, maldijo entre dientes ante tantas emociones juntas que ahora se veían prohibidas

-Haz lo que te digo-gruñó mientras evitaba moverse-… grita mi nombre…. Solo así te… daré lo que quieres… te penetraré duro

-Sasori… Sasori…-de nuevo las estocadas-aaah… más… Sasori… más- que le importaba humillarse así, estaba delirando de placer- Sa…sori… - estocadas fuertes y certeras, el pelirrojo estaba en su límite y consciente de ello masturbó al castaño que aumentó sus gemidos

-Kankuro… -fue un gruñido mientras derramaba su esencia y el otro arqueaba la espalda liberándose y apretándolo aún más, un orgasmo digno de recordar, el sudor resbalaba por sus cuerpos, Kankuro podía sentirlo en su frente, y cayó en las sábanas  sintiendo como de a poco Sasori salía de su interior

La cordura, el sentido común, el orgullo, los problemas, las frustraciones todo murió en esa habitación, su virginidad estaba incluida, después se arrepentiría o tal vez no, pero esa noche no le importó quedarse dormido mientras era abrazado posesivamente por el pelirrojo el mismo que por esa única vez lo dejaría así, no había que apresurarse y abusar del cuerpo “virginal”

 

Otro caso diferente sería al despertar…

 

 

En la mañana se despertó primero el castaño, girándose para ver el rostro calmado de su socio, un mar de emociones y pensamientos lo invadieron ¿cómo demonios dejó que todo terminara así?, el dolor en sus caderas le demostró que no había sido una pesadilla, su cuerpo desnudo con algunas marcas delataban los acontecimientos, estaba furioso consigo mismo, había caído bajo y lo había disfrutado mucho, al demonio todo… se duchó ignorando el dolor en su parte baja y avergonzado al sentir la esencia del otro resbalar entre sus piernas, fragmentos de la noche pasada lo atormentaban, se vistió con prisa encontrándose con el pelirrojo ya despierto “nunca menciones esto, y no esperes que se vuelva a repetir” fue lo único que dijo con una voz cargada de ira y frustración, su cabeza le dolía y su trasero también, pero aún tenía orgullo y caminó normalmente ignorando la incomodidad “Eso es lo que tú crees castañito” susurró para si Sasori sonriendo, Kankuro tomó un taxi necesitaba desquitarse y sabía muy bien con quien, dio la dirección y espero llegar a su destino con prontitud

 

Por otro lado, la noche de aquella horrible discusión….

 

 

Esa noche Temari se quedó con su hermano, observándolo dormir acariciando los cabellos rojizos que adoraba,  de cierta manera le recordaba a su fallecida madre, fue una fatalidad que muriese al dar a luz a su hermano menor, ella al ser la hermana mayor tuvo que hacerse cargo de sus dos hermanos ya que su padre trabajaba para mantenerlos, recordaba el dolor que les causó perder a la persona más importante aunque el que más sufrió, al parecer fue su padre, apenas y recordaba bien los rasgos de su madre de no ser por las fotografías, ella la hubiese olvidado por completo, recordaba su sonrisa y las palabras dulces que solía decirle cuando se lastimaba, su madre era la persona más cariñosa de todas, recordó que su madre  solía hablar con Gaara mientras aún se encontraba gestando “quisiera conocerte pronto pequeño… serás el más joven de la casa y todos te pondremos atención” recordaba la dulzura de esas palabras mientras se acariciaba el vientre, sin pensarlo sus lágrimas fluyeron, hace tanto tiempo que no lloraba por la frustración que sentía ante los sucesos con su hermano Kankuro, “Serás la hermana mayor, tienes que cuidarlos bien, porque eres mi niña valiente” le había dicho en una ocasión mientras cenaban juntas ya que su padre y hermano habían salido de viaje, esa noche ahogó su llanto mordiéndose el labio para evitar que su hermano despertara y la viera así, le dio al fin un beso en la frente y salió para ocupar la otra habitación

 

Muchos recuerdos le llenaron la cabeza, unos muy bellos, otros tristes, siempre había disfrutado compartir con sus dos hermanos, ahora que lo pensaba Gaara solía sonreír a menudo cuando era muy pequeño, era vivaz y muy amable, Kankuro también lo era aunque siempre se pasaba peleando con ella, sonrió al recordar la vez que ambos se habían caído en un charco de lodo porque estaban demasiado distraídos peleando mientras caminaban, ¿Cuándo cambió todo? Se preguntó a sí misma no lograba recordar bien, cuando fue que Kankuro se volvió un terco hermano sobre protector y ella una persona manipuladora que servía de intermediaria entre las peleas de ese par, ¿Cuándo dejó Gaara de sonreír? ¿Acaso fue mi culpa? ¿Acaso pasó algo malo? Las dudas le llegaron de repente, su memoria le jugaba una mala pasada y por más que deseaba recordar esos detalles no lo lograba, así entre dudas y el cansancio que le produjo ese día se quedó dormida.

 

Esa noche Gaara tuvo pesadillas de tal forma que despertó con el corazón acelerado y su respiración agitada, cuando quiso recordarlas no lo logró, su mente estaba en blanco, admiró el reloj y apenas marcaban las 6 de la mañana, kichi maulló levemente mientras se trepaba a la cama del pelirrojo para hacerle compañía, ese pequeño gato siempre lo comprendía, lo hacía mejor que cualquier persona, era como su pequeño ángel guardián, podía advertirle de las malas intenciones de los demás, era selectivo con las personas y solo un puñado de sus conocidos podían acercársele, si se ponía a pensar un poco las personas que Kichi dejaba que se acercaran al poco tiempo se convertían en amigos de Gaara, eran muy pocas incluso podía enumerarlas con los dedos, pero cada una de ellas le era completamente agradable a su respectiva forma, Sai, Matsuri, Shizune, Shino, Neji, el hombre que le ayudó con las remodelaciones a pesar de que lo trató poco tiempo, Kakashi el hombre que vivía en el piso de arriba y que por alguna razón había salido de viaje, por ahora eran los únicos que lograba recordar, Gaara se preguntó si también kichi se encariñaría con Ten-ten y Lee, alguna vez debía intentarlo

 

Al verse ya despierto no hizo más que comenzar su nuevo día una vez más, tomar una ducha lo ayudó a relajarse y olvidar los problemas, alimentar al pequeño kichi mientras observaba a su hermana preparar al desayuno con una sonrisa, todo era pacífico o al menos eso creía, de repente su teléfono sonó, sin mirar el remitente contestó de manera habitual ante la atenta mirada de Temari “Gaara… ¿cómo amaneciste?” fue lo único que escuchó y de inmediato colgó, en ese momento no le apetecía discutir con su hermano Kankuro, le restó importancia al asunto y siguió con su rutina normal aunque sabía que su acción le traería más problemas

 

-¿quién era?-preguntó la rubia con curiosidad al ver como su hermanito alejaba el aparato de ellos

-Kankuro-respondió con su típico tono monótono

-Se enfadará-añadió la rubia con melancolía

-Por ahora eso no me interesa-la respuesta fue cortante, simple, clara

-¿Qué te parece si salimos a pasear?-la rubia se mostró alegre-pero primero tengo que ir a casa para cambiarme

-Puedes irte tranquila-le respondió sin mirarla a sabiendas que su hermana estaba triste-no quiero encontrarme con Kankuro

-Entiendo, iré sola pero regresaré de inmediato y te llevaré a donde tú quieras

Temari había ido a su casa y le sorprendió no ver a su hermano, mejor por ella así evitaría peleas, se cambió y salió de nueva cuenta para regresar con su hermanito menor, pasearon toda la mañana, fueron a un museo y a una exposición artística, Gaara se mostraba impasible como siempre pero tenía algo diferente en él, sus palabras tenían cierto toque de tristeza, incluso Temari fue capaz de percibir eso,  comieron el postre favorito del pelirrojo, todo para animarlo, al final Gaara solo le pidió que lo acompañara a ver a Neji al trabajo para salir a comer con él o por lo menos verlo un rato, a regañadientes ella aceptó, dejaría su discusión con el pelilargo para otro día, después de todo ya había tenido suficiente de peleas sin sentido, si era la persona elegida por su hermanito ella lo aceptaría y si Neji lo hacía sufrir ella simplemente se vengaría

 

Al llegar al dichoso establecimiento ya había terminado la hora del almuerzo para el personal, pero el jefe les dio permiso a pasar a ver las clases que dictaban sus empleados

-Vaya Gaara, te conocen bien-se sorprendió la rubia al notar que el jefe de aquel lugar lo trataba con amabilidad al igual que otras personas

-lo he frecuentado últimamente-respondió el pelirrojo mientras caminaba

-¿Te gustan estos lugares?-dudó en preguntar, a Gaara nunca le atrajeron los deportes al menos que ella supiera nunca practicó alguno

-Algo así-el pelirrojo no quería entrar en detalles en ese momento

-Mira que practicar deportes, ¿acaso no los odiabas?-mencionó mientras veía a grupos en el gimnasio o practicando danza, se asombró por la variedad y la amplitud del centro, tal vez ella también debería unirse

-no los odio-mencionó el pelirrojo mientras saludaba a algunas personas que también eran parte del personal, y Temari lo imitaba

-¿en dónde está Neji?-preguntó la rubia mientras trataba de buscarlo con la mirada

-es raro que no esté aquí-mencionó el pelirrojo mientras observaba una sección con no más de 10 niños que esperaban ya con su respectiva vestimenta para la clase de artes marciales de Neji

-Tal vez aun no regresa-Temari intentó razonar un poco

-no lo creo, él siempre es puntual-de pronto vio a Lee salir y enfrentarse a la clase

-Niños ¡formarse!, Neji-sensei tiene un pequeño percance así que hasta que él esté dispuesto yo me encargaré de ustedes- decía el pelinegro mientras la rubia observaba en la puerta junto con el pelirrojo

-¡¡¡¡por quee!!!!-decían todos los pequeños haciendo diferentes gestos

-bueno empecemos con  100 sentadillas-decía el pelinegro muy animado recibiendo las quejas de los menores, Temari tenía un tic y miraba aquel sujeto “está loco” pensó

-¡¡¡eso es mucho!!!!, ¿dónde está sensei?-se quejaban los pequeños, Neji siempre era amable y los trataba bien

-VAMOS NIÑOS, TIENEN QUE EXPLOTAR SU LLAMA DE LA JUVENTUD- gritaba Lee mientras levantaba su puño al aire y sonreía-además deben calentar antes de la práctica, así cuando llegue su sensei estarán preparados, ¡VAMOS EMPECEMOS!

-pero 100 es mucho-le criticaban en coro

-entonces 10 y después cambiamos, vamos niños hagan sentir orgulloso a su sensei- eso bastó para convencer a los pequeños que se pusieron a calentar sus cuerpos, Neji le había advertido que debía tratarlos con mayor suavidad y motivarlos

-Lee…-mencionó el pelirrojo logrando que éste se acercara

-Hola Gaara-kun, ¿cómo estás?-el pelinegro hablaba con entusiasmo-Y buenas tardes para la señorita-mencionó con amabilidad

-Soy Temari, la hermana de Gaara-se presentó modestamente

-¿Donde esta Neji?-Gaara tenía un mal presentimiento, el pelinegro se tensó

-está en la terraza con Ten-ten…- no podía decirle todo en ese momento y lo mejor era que el pelirrojo se enterara por sí mismo

-¿por qué no está en su clase?-hasta donde sabía Gaara su novio nunca faltaba a su clase

-tuvo un pequeño problema y lo está arreglando ahora-trató de explicarse Lee

-iré  a verlo-Gaara se dispuso a marcharse y ni el pelinegro logró evitarlo. Temari lo siguió mientras éste subía algunas escaleras, cuando estaban a punto de entrar por la puerta se detuvieron y Gaara le hizo una seña para que la rubia no hablara

-Esto no se ve bien-decía la castaña con tono de preocupación

-auch… me duele Ten-ten-se quejaba Neji, el par de hermanos le pusieron más de interés en escuchar la conversación

-no te muevas, solo te estoy ayudando-hablaba la chica mientras con un pañuelito limpiaba el rostro de Neji

-gracias Ten-ten, pero creo que puedo hacerlo solo, perderás tu clase-habló preocupado por ocasionar tantas molestias

-dejé un reemplazo al igual que Lee se hizo cargo de tu grupo-

-au… eso dolió-se quejó el castaño mientras fruncía el ceño

-creo que necesitare algunas banditas, tienes un corte debajo de tu ojo-eso logró asustar a Gaara y a Temari-espera iré a traer algunas

-hay un botiquín en la oficina del jefe-habló el castaño mientras recordaba su ubicación

-se enojara cuando se entere

-que más, sino eso-se rio ante la obviedad de las palabras, su jefe era un tipo amable pero cuando se enojaba podía parecer un ogro

-ya vuelvo, y quítate esa camiseta que está manchada con sangre, te traeré algo de Lee-se levantó dispuesta a salir

-no quiero causar molestias

-tómalo como un regalo, además no puedes estar así-lo señaló mientras sonreía

-está bien, gracias-se resignó, era verdad no podía estar en una clase de esa forma

-ya vuelvo-decía mientras abría la puerta y se encontraba con ese par de personitas, de inmediato cerró la puerta tras de sí impidiéndoles el paso-Gaara-chan, ¿qué haces aquí?-habló nerviosa

-¿Ten-ten que pasó?-pregunto algo alterado el pelirrojo tras escuchar los detalles de la conversación

-No es nada-trató de no asustar al más joven

-Entonces déjame pasar-ordenó mientras trataba de pasar

-no puedo, es que…-la chica trataba de buscar alguna explicación, escusa o lo que fuera

-Ten-ten lo escuché-dijo Gaara mirándola con el ceño levemente fruncido

-está bien…-suspiró-creo que de todos modos te enterarás-miró a la rubia y sonrió-hola, ¿tú también pasarás?

-Es mi hermana-dijo Gaara para ingresar rápidamente

-Es un placer-mencionó la rubia mientras ingresaba en silencio

-Ya vuelvo-Ten-ten susurró antes de retirarse

El castaño de pelo largo estaba sentado de espaldas a la puerta mientras se retiraba la prenda que claramente estaba manchada con algunas gotas de sangre, algo que asustó al par de hermanos

-Ten-ten ¿te olvidaste algo?-mencionó Neji al sentir que alguien ingresaba, sorprendiéndose con las miradas de los otros-Gaara, Temari-san pero ¿cómo?

-¿Qué te pasó?-dijo el pelirrojo acercándose al mayor mientras observaba la herida debajo del ojo izquierdo y un pequeño rastro de aquella sustancia roja en su labio que anteriormente también fue herido

-¿pero qué hacen aquí?-trató de desviar el tema pero las circunstancias eran demasiado obvias

-Neji eso se ve muy mal-se asuntó la rubia también revisándolo con cautela

-no es nada-trató de mostrarse impasible pero el dolor que le causó el toque se mostró en una mueca

-como que no, ¡¡¡estás sangrando!!!-le reprochó la chica

-fue un incidente menor

-te golpearon-dijo el pelirrojo mientras tocaba la herida logrando que Neji se quejara-lo siento

-pero qué diablos haces, ¿acaso peleaste?-le recrimino la rubia mientras lo miraba con enfado, no quería a un tipo violento frecuentando a su hermanito

-esto solo fue un accidente

-no me vengas con eso-Temari estaba enfadada por la negativa de Neji

-Neji aquí tengo las banditas, agua y alcohol-le gritó la castaña apareciendo con un recipiente en una mano y los objetos mencionados en la otra-toma lávate, luego te desinfectaré

-¿Que pasó?-insistió el menor con preocupación

-bueno, lo que paso es…-la castaña trataba de explicarlo mientras observaba a Neji lavarse el rostro quitando el rastro de sangre que lo cubría

-Intentaron asaltarme-contestó el ojiblanco mientras se secaba con una toalla-me descuide y atacaron por sorpresa

-ya veo-dijo la rubia un poco aliviada-pero creí que eras bueno luchando

-y lo es-dijo la castaña en defensa-es solo que… lo tomaron por sorpresa

-¿hace cuando pasó?-el pelirrojo lo veía con preocupación mientras se sentaba al frente del mayor

-fue cuando regresaba del almuerzo-apresuró a contestar con el tono amable de siempre

-acaso no salías con Ten-ten y Lee-dijo el pelirrojo

-Hoy no fue así-dijo la castaña algo nerviosa-Lee y yo teníamos que hacer un encargo y Neji almorzó solo

-No te preocupes, estoy bien-el castaño acarició la mejilla del menor que lo veía con preocupación

-Sí, solo debo curarlo bien- mencionó Ten-ten mientras procedía a desinfectar el pequeño corte y colocar la bandita, el más alto se limitó a quejarse un poco al sentir el ardor de aquella sustancia le provocaba-bueno creo ya está-mencionó la castaña mientras tomaba las cosas para devolverlas a su lugar

-pero se hinchará un poco-dijo la rubia-sería mejor que te pusieras un poco de hielo

-Es verdad, te traeré un poco-dijo la chica de chonguitos mientras se iba

-seguro que éstas bien-preguntó el menor

-claro, además tengo que estarlo, tengo clases con los niños esta tarde y no puedo dejarlos así

-deja de preocuparte por ellos y mejor piensa en ti-criticó la rubia

 

 

El hielo ayudó a aliviar un poco el dolor, incluso su jefe se preocupó por el estado de Neji haciendo que alguien lo reemplazara para que pudiese ir al hospital a revisar sus heridas, nada le costaba asegurarse que estuviera bien de salud, el pelirrojo lo acompañó en todo el proceso sin dejarlo ni un instante hasta que el médico dijo que solo debía descansar y no sobre esforzarse demasiado debido a que los golpes fueron fuertes en algunas zonas, unos medicamentos para el dolor y de nueva cuenta estaba en su departamento, la rubia en cambio tuvo que retirarse ya que también debía cumplir con ciertas obligaciones no sin antes decirle “no te atrevas a sobrepasarte con Gaara, además recuerda que tenemos una discusión pendiente”

 

Aún era temprano y ya no tenía nada que hacer más que recostarse a descansar  para relajar su cuerpo adolorido, estaba en su departamento y Gaara insistió en quedarse con él esa noche, aceptó de buena manera, así podría disfrutar un poco de la compañía del menor, Neji se recostó en su cama satisfecho porque al fin podía liberarse de las tensiones, el pelirrojo no dudó en recostarse a su lado y abrazarlo con cuidado, permanecieron así en silencio brindándose caricias dulces, sin segundas intenciones, se besaron con suavidad antes de dormirse durante unas horas

 

 

 

El dolor del cuerpo no se compara con el dolor del alma…

 

 

 

 

Continuará….

Notas finales:

No se ustedes pero me emocioné con esto, y parece que mariy piensa lo mismo que yo, ajjajajaja tenía planeado que el primer lemon fuera de Kankuro y lo hice !!!!

 

La verdad tengo un par de capitulos adelantados pero no los publicaré los necesito como soportes de emergencia y aun no estoy satisfecha con la trama, si tienen alguna cosa que quieran que incluya no dejen de decirlo porque me gusta agregar más y más cosas jajajja

 

Espero que lo hayan disfrutado mucho y nos veremos la próxima vez

 

BESOS A TODOS!!!!


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