Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El "nya" que nos unió por 1827kratSN

[Reviews - 129]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holiiiiiiii

 

Toy emocionada porque ya terminé de escribir el borrador del día negro jajaja, saldrá pronto 

 

No digo nada más y espero que disfruten del capítulo 

 

 

 

Día 22, Neji se mantuvo en su habitación, participar en la liberación de Orochimaru había sido su perdición, fue un caos total del cual él fue el principal causante, fue obligado a esconderse como conductor del camión, sabía que había cámaras de seguridad, el plan estaba bien trazado y fue informado de cada punto de vigilancia, pero él tenía otra idea, quería que todo fallara, que se fueran al demonio, pero fue forzado a colaborar no tenía opción pero al menos no haría todo a la perfección, se le ordenó acabar con la vida de los guardias que se interponían pero Neji solo los dejaba inconscientes y escondidos para que nadie lo notara, había sido un trabajo en conjunto con Yuu el mismo que últimamente había sido uno de sus mejores aliados y ante la mirada de los demás su amante, todo lo que hicieron por evitar un desastre fue muy agotador pero tuvieron su recompensa, nadie murió, solo heridos, cuando todo acabó al ver la cara de Orochimaru se estremeció, ese tipo lo miraba con malicia seguramente le iba a hacer la vida imposible debido al rencor que sentiría al recordar que lo rechazó en su época juvenil y no estaba equivocado

 

 

-¿sabes para que has sido llamado? – apenas  amaneció y enseguida fue citado para charlar y rendir cuentas de su comportamiento, Orochimaru estaba en frente de él y parecía divertirse con la situación

-tengo una idea Orochimaru-sama – se mantuvo calmado a pesar de que tenía un mal presentimiento

-¿me explicas porque te negaste a usar las armas que se te proporcionaron?

-yo no uso armas, mi forma de afrontar las cosas es esa, yo solo uso mis puños y usted debería saberlo – un escalofrió surco su cuerpo al escuchar la risa burlona de la serpiente

-aun sigues con aquel trauma – se carcajeó – pues desde hoy deberás usarlas

-me niego

-eres uno de los míos y obedecerás

-no puede obligarme a usar esas porquerías, no pienso dispararle a nadie – se enfrentó y enseguida sintió el agarre del peliplanco que lo abofeteaba exigiéndole respeto ante sus superiores

-parece que necesitas un escarmiento mi querido Neji – sonrió aquella serpiente y sabía que nada bueno le harían – Kimimaru ya sabes que hacer

 

 

Se lo llevaron a un auto, viajaron durante mucho tiempo y si mal no recordaba al lugar a donde se estaban trasladando era… su ciudad, maldita sea, tenía un mal presentimiento

 

 

-tal vez así te comportes mejor – Kimimaru lo arrastró a un callejón arrojándolo con fuerza para hacerlo caer en medio de ese mugroso sitio

-que te… - se quedó callado de inmediato al reconocer a la persona tirada en medio de aquel lugar – Lee… ¡Lee! ¿Qué te hicieron? – corrió al lado de su amigo, su ceja estaba partida, su labio hinchado sangraba en abundancia, estaba lleno de moretones y apenas parecía estar consiente, Dark se reía bajito mientras balanceaba el pedazo de metal que seguramente había usado para el trabajito – malditos hijos de puta, la pagarán caro – estuvo a punto de atacarles pero

-creo que deberías preocuparte más por tu amiguito – sonrió Dark mientras salía del callejón – suerte con eso

-maldito – quería matarlos pero tenía razón, ahora lo importante era Lee – Lee dime algo… vamos Lee responde – intentó hacerlo reaccionar y levemente lo vio abrir los ojos

-¿Neji?... ¿estás bien?... ¿dónde estabas? – hablaba con dificultad y Neji sonrió ante tanta palabrería

-deberías preocuparte por ti, mírate… tranquilo te llevaré a un hospital – levantó a su amigo con cuidado, lo agarró de la cintura para ponerlo en pie

-no irás… este es tu maldito castigo, ahora sabes que no nos puedes desobedecer – amenazó el peliplata que se les interponía – déjalo ahí, solo queríamos que lo vieras, ahora nos vamos

-vete a la mierda, no lo dejaré aquí

-¿acaso quieres que lo mate?… hazme caso y déjalo, solo era un pequeño escarmiento para que aprendas a comportarte

-puedes golpearme después pero ahora llevaré a Lee a una clínica – cargó en su espalada al herido y se dirigió hacia afuera – después me apuñalas o lo que se te dé la gana pero voy a ayudarlo

-tienes 10 minutos, así que… corre – sonrió el peliplata – no hagas nada raro que te vigilaré… déjalo aquí cerca en donde alguien lo ayude

-gracias – ironizó con mala gana mientras empezaba a correr entre las calles, ni bien avistó un aviso de clínica se apresuró a entrar pidiendo ayuda, Lee apenas y le susurraba cosas “como estas… te estaba buscando, regresa”

Vio a los encargados traer una camilla y lo único que le susurró fue “dile a Hana que este pendiente en 10 días, y por Dios cuídate más” no dijo nada más y se marchó sin dejar huellas, no podía dejar evidencias estaba siendo vigilado por un peliplata y con él no se podía jugar, pero estaba harto y decidió entonces empezar a actuar, no podía correr el riesgo de que lastimaran a alguien más

 

 

Kimimaru lo recibió con un par de golpes como compensación por desobedecerlo, y después se enfrentó a la furia de la serpiente que solo acabó cuando accedió a usar armas corto punzantes y ser más dócil, claro que la golpiza que se le dio no la pudo evitar  “Yuu dile a Akasuna-san que ya se salga porque empezaré a destruir esta porquería” al menos tener un aliado dentro de ellos lo ponía más tranquilo, solo esperaba que ese pelirrojo en verdad mantuviera a salvo a los Sabaku porque no soportaría que les pasara algo

 

 

 

 

Día 30, Apenas y el día anterior accedió de cierta forma a dejar entrar a Sasori en su vida y ya se estaba preguntando si había hecho lo correcto, besarlo de esa forma había liberado tanto estrés acumulado debido a su hijo, ahora estaba de nuevo en la puerta de Gaara, cansado de rogar, de llamar y decepcionarse cuando le cortaban o no respondían, Temari le avisaba el estado de Gaara pero al parecer no estaba mejor que él y al pasar la hora de espera se dio por vencido resignándose a volver al día siguiente y al siguiente y a los que fuera necesario para que lo perdonara pero parecía inútil

 

 

Su forma de escapar de todo era irse con él, en la tarde era su único alivio, Sasori había llegado en el peor momento pero se convirtió en su refugio de paz y ahora que comenzaba a verlo de forma diferente… no era nada malo, si podía recomponer su relación o mejor dicho empezar una relación, su hijo tendría un hogar en el cual poder crecer sin problemas, de cierta forma estaba un poco feliz por la idea pero no solo era eso, Sasori lograba alejarlo de los problemas, lograba que su mente olvidara, que se quedara en blanco, y el día anterior al disfrutar el beso… sintió como aquello que había reprimido por tantos años lo dejaba en paz, en el fondo sabía perfectamente que la antipatía hacia el Akasuna era una forma de no enfrentar que le gustaba ese maldito pelirrojo, admitirlo fue muy duro pero al pensar que tendrían un hijo juntos… todo perdía sentido, ahora solo le daría un periodo de prueba y después decidiría que hacer

 

 

 

Como siempre el  pelirrojo lo recogió en su casa y ya sin protestar subió al auto, estaba demasiado pensativo, analizando las posibilidades, los pros y contras, tanto que no se dio cuenta que habían llegado a su destino

-¿en qué piensas?

-en nada

-¿estas enfadado por lo de ayer? – el pelirrojo se rio bajito

-¡debería estarlo! – Kankuro frunció el ceño recordando el hecho – después de todo terminar la visita con un “estás más… rellenito” no fue una de tus mejores frases

-no te enfades Kankuro – sonrió ante el leve rubor ocasionado y es que le parecía adorable molestarlo solo para observar esa expresión – lo dije sin pensar

-sabes… creo que ya me arrepentí… quiero volver

-no te dejaré – sin previo aviso tomó posesión de los labios del castaño que enfadado lo alejó de inmediato, empezando así una nueva pelea que terminó solo cuando el pelirrojo prometió enseñarle sus preciadas creaciones originales, podía decirse que se llevaban bien

 

 

 

Sasori estaba encantado por el progreso en esos días, se sentía de mil maravillas al entender que pasó la barrera de protección y podía frecuentar al castaño con cierto cuidado pero que importaba si al final podía tener esperanzas de una vida junto a ese hombre, incluso teniéndolo con una pequeña barriguita le parecía perfecto, que importaba si estaba fuera de forma, para él se veía maravilloso, aunque si lo pensaba bien… si Kankuro engordaba un poco podría dejar de interesarles a las muchachas de la oficina, se estaba planteando la posibilidad de engordarlo un poco más, seguramente el castaño adivinó sus pensamientos porque el pelirrojo fue golpeado muy fuerte para sacarlo de esos pensamientos indebidos

 

 

 

El tiempo parecía correr más rápido mientras compartían tiempo juntos, al menos para el pelirrojo era así, solo el mirarlo saborear el pie de manzana mientras analizaba cual era la falla de una de sus marionetas para proceder a repararlas era fascinante, se lo veía tan concentrado y a la ves bastante calmado, sin ninguna mala intensión se lamía la punta de los dedos con los cuales había saboreado un poco de aquel postre, pero se veían tan apetitoso y Sasori solo podía observar… aquella lengua deslizarse por sus dedos, cuando se relamía los labios para recoger las pequeñas migas que sobraban, era tentador… pero no podía ir tan rápido ¿o sí?, lo vio pintar las pequeñas facciones en el rostro de madera, verlo trabajar con cuidado mientras sonreía al hablarle al pequeño muñeco le parecía adorable, todo el proceso le permitía ver las diferentes expresiones faciales, era un niño pequeño encerrado en un cuerpo adulto.

 

 

-terminé – Kankuro se mostraba satisfecho de su trabajo mientras depositaba la marioneta en el lugar perfecto para que reposara hasta secarse completamente

-te lo agradezco, no sabía cómo pintar su rostro – admitió mientras observaba al otro limpiarse con cuidado para no olvidar ningún espacio entre sus dedos

- me gusta hacerlo – enfrentó aquellos ojos marrones perdiéndose en la profundidad de esos iris

- tú me gustas también – el pelirrojo se acercó a su acompañante para besarlo y el otro no se apartó, era increíble lo sumiso que podía estar pero quería un poco más, introdujo su lengua para explorar descaradamente la cavidad de su acompañante, sintió el agarre en sus hombros y la respiración agitarse y sin darse cuenta ya se estaba imaginando algo más que un simple beso, acarició la espalda contraria que se arqueó ligeramente seguida por un pequeño suspiro profundo

-¿Qué… que haces? – apenas susurró, su cuerpo estaba sensible a causa del embarazo y tener al pelirrojo de galante besándolo con pasión lo estaba haciendo reaccionar

-lo siento pero… me estabas tentando – reanudó el beso con más ímpetu mientras se apegaba el cuerpo contrario que empezaba a retroceder

-yo no… estaba haciendo nada – intentaba separarse pero… lo estaba disfrutando

-sabes una cosa… no he estado con nadie desde que me abandonaste – susurró en el oído de Kankuro que se tensó aferrándose a su pecho desesperado logrando que sus cuerpos se rozaran

-mentiroso… tú eres

-es verdad… eres él único al que necesito tener – abrazó al cuerpo del castaño hundiendo su nariz en el cuello y memorizando el aroma de aquel perfume que le gustaba

-espera yo… - intentó resistirse pero la respiración en su cuello lo estaba volviendo loco

-lo siento – se separó de Kankuro… no quería forzarlo, no ahora, intentó irse pero

-espera… - el castaño lo agarró de la muñeca antes de que lo abandonara – si no lo haces ahora… tal vez no tengas otra… oportunidad – su mente le decía que resistiera pero su cuerpo le pedía a gritos que dejara de dudar y se entregara a las emociones que nacían dentro de él

-creo que me estoy imaginando cosas – ¿había escuchado bien?, ¿que lo hiciera?, ¿le estaba dando permiso?

-si no quieres… ¡olvídalo! – era un total idiota al dejarse llevar por el momento y el pelirrojo era un imbécil al no entender lo que dijo

-sabes que no me detendré ¿verdad? – antes de arruinar el momento volvió a atacar al castaño, ¿cómo podía desperdiciar esa maravillosa oportunidad? Lo besó con pasión a pesar de que Kankuro quería apartarlo, y no lo culpaba por estar enfadado, a veces en verdad era idiota – serás mío Kankuro –

-eres un idiota – murmuró mientras sentía como era abrazado con cariño

-quédate esta noche

-yo… yo… está bien

 

 

Sasori no esperó nada más, estaba ansioso de tenerlo entre sus brazos y sobre todo en su cama, la abstinencia no le sentaba nada bien pero al recordar el rostro dolido de Kankuro cuando discutieron aquella vez entendió que solo deseaba tener sexo con una persona y los demás no importaban, el castaño se veía totalmente avergonzado mientras lo seguía de cerca pero nunca dejó de sostener su mano, de cierto modo sería como su noche de bodas, ese pensamiento se lo guardaría para él, no quería arruinar el momento

 

 

Ingresaron en silencio y al ver la duda en aquellos ojos oscuros se adelantó al deseo de huir de Kankuro, lo acorraló en la puerta que recién había cerrado, no fue brusco y por el contrario lo tomó con calma, primero un beso simple para transmitirle confianza y cariño, seguido por movimientos suaves mientras acariciaba la espalda tensa, no quería asustarlo así que fue lo más calmado posible ocultando el desespero que lo invadía, mescló sus respiraciones al momento de darle la oportunidad de retomar el aliento perdido, besó las mejillas de aquel castaño encantador, mientras sentía que poco a poco se iba relajando, con delicadeza lo guió a su cama, aquella que sería el único testigo del amor que le profesaría a la única persona que le importaba

 

-te haré el amor varias veces esta noche – susurró en el oído de Kankuro que se tensó de inmediato tratando de retarlo pero él fue más rápido al impedir cualquier reclamo mientras mordía esos labios rosados y con descaro introducía su lengua explorando cada milímetro de la húmeda cavidad, con cuidado lo recostó en su cama apretándolo con su propio cuerpo, los dedos de Kankuro jugaban con los cabellos rojizos cuidadosamente, aun dudaba, Sasori estaba seguro que por la mente del castaño solo se daban enredos y posibilidades, pero se encargaría de dejarle en claro que sus sentimientos eran sinceros – te prometo que no olvidarás… ésta noche – estaba seguro de que lo disfrutarían al máximo al igual que él

-no seas salvaje – susurró entre el beso, estaba dejándose llevar por el momento, deseaba sentir el contacto placentero que solo una vez había probado, pero que recordaba claramente, cada sensación de esa noche, cada caricia, cada roce, pero en esta ocasión debía pensar en la pequeña presencia dentro de su vientre, no quería dañar a su precioso secreto

-no te preocupes… no será como la primera vez – en aquella ocasión se dejó llevar por la lujuria lo recordaba perfectamente, había sido demasiado rudo, terminó prometiéndose que ahora no debía repetir la situación después de todo Kankuro estaba con él por voluntad propia, no desaprovecharía la ocasión – te demostraré cuanto te quiero Kankuro – volvió a devorar aquellos labios que le parecían un manjar, deslizó su mano por debajo de las prendas acariciando la tibia piel de su acompañante, deslizándola por el pecho y atacando los botoncitos escondidos, escuchó un suspiro ahogado por el beso deseoso que compartían.

 

Con su otra mano hizo que el castaño debajo suyo abriera las piernas y con delicadeza se posicionó entre éstas, así tenía vía libre para explorar a su antojo, rozó sus intimidades levemente escuchando el pequeño gemido emitido en un tono grave, bajó por el cuello del castaño dando pequeñas mordidas, marcando lo que ahora sería suyo, debía dejar constancia de lo que iba a ocurrir, despojó de las prendas superiores de Kankuro para admirar la belleza del cuerpo ajeno, sonrió al sentir como tiraban de él para besarlo con pasión, le encantaba que su amante fuera honesto, “maravilloso” el miembro del castaño estaba erecto podía sentirlo con claridad al momento de frotarse, él estaba en las mismas condiciones, y no era para menos, esa personita que ahora gemía bajito era capaz de excitarlo con simples acciones, y ahora lo tenía para él, solo para él

 

-quítatelo – Kankuro quería apreciar el cuerpo del otro, memorizar cada fina línea entre la musculatura, no cabía duda que ese pelirrojo lo estaba volviendo loco, sus manos trataban de quitar las prendas que impedían esa visión, vio la mirada llena de deseo mezclada con cariño que le dirigía, su calor iba en aumento y seguramente su rostro estaba encendido porque el calor se intensificaba en sus mejillas, vio al otro quitarse su ropa con lentitud y con algo de vergüenza paseó sus dedos por el abdomen marcado, ese hombre era atractivo estaba consciente de ello, varias veces escuchó comentarios entre las empleadas que halagaban sin descaro, le molestaba mucho escucharlas porque de cierta forma estaba celoso pero eso jamás lo admitiría.

Sasori tomó su mano besándola y mordiendo la punta de sus dedos de forma seductora impidiéndole que siguiera acariciando el pecho contrario, sintió ciertas corrientes eléctricas recorrer su cuerpo cuando el pelirrojo besó su pecho, lo mordió levemente antes de jugar con sus pezones, sentía la lengua recorrer su piel y luego concentrarse en su pecho, movimientos circulares y luego una leve succión, se aferró con fuerza a las sábanas tratando de acallar su voz pero le era casi imposible, su respiración se iba irregularizando con rapidez y ya podía sentir el calor elevarse drásticamente, se sentía demasiado bien ya que nunca dejó de ser atendido por las dedos habilidosos del pelirrojo, cuando aquellos labios cambiaban de objetivo los dígitos gentilmente tomaban su lugar, lo pellizcó con delicadeza y Kankuro no pudo evitar gemir sonoramente y aferrarse a los hombros desnudos del  pelirrojo rasguñándolo con desesperación, las sensaciones en su cuerpo lo llevaban al paraíso, su mente se despejaba y solo podía disfrutar de cada caricia, cada beso, cada mordida, estaba extremadamente sensible, y eso lo hacía disfrutar el doble, no había tenido intimidad con nadie desde que su actual amante le robó la virginidad tiempo atrás, esa ocasión la disfrutó pero ahora simplemente era indescriptible, sin ninguna gota de alcohol en sus cuerpo podía fácilmente reconocer la habilidad de Sasori al momento de tocarlo

 

 

Sasori dirigió una de sus manos al pantalón del castaño descendiendo con lentitud logró retirar aquella estorbosa prenda, permaneció unos segundos deleitándose con la figura, el pecho se movía de forma constante debido a la irregularidad de la respiración, el miembro despierto destacaba de manera morbosa entre a ropa interior, sentía un extremo calor invadirlo y en un intento de aminorar la presión se quitó su propia ropa de forma presurosa para que el castaño disfrutara de la visión de su cuerpo totalmente desnudo, jamás olvidaría la forma en que Kankuro se mordía el labio inferior cuando apreció su desnudes, podía ver como sus dedos estrujaban las sábanas con desespero, el sonrojo que mantenía, el castaño intentaba no hacer contacto visual debido a la vergüenza y le pareció un gesto adorable, lo besó con ternura de forma suave apreciando como Kankuro cerraba sus ojos con fuerza mientras evitaba gemir demasiado alto cuando el pelirrojo comenzó a frotar su erecto miembro con la intimidad contraria, Sasori descendió besando cada porción de piel que le fue permitida, mientras el castaño aruñaba su espalda con una de sus manos y con la otra apretaba ligeramente los cabellos rojizos, el pelirrojo siguió mordiendo en ciertas ocasiones solo para sentir como la espalda de su amante se arqueaba ligeramente, al llegar a la pequeña barriguita sonrió mientras la acariciaba

 

-¿Qué… ha-haces? – se sorprendió al sentir los dedos del pelirrojo acariciando su vientre, por un momento pensó que lo habían descubierto

-me gusta tal… y cómo estás – sonrió ante la sorpresa del otro, besó la zona y se atrevió a morder aquella piel sintiendo como el castaño intentaba alejarlo

-no hagas… eso – se incorporó levemente al mismo tiempo que levantaba el rostro del pelirrojo para apreciar esos ojos marrones – no… - sintió un beso deseoso y se aferró a la espalda contraria para profundizar el ósculo, gimió entre sus labios al sentir los dedos traviesos acariciar su intimidad, introduciéndose entre la última prenda que le quedaba, masajeándolo con descaro, en un movimiento lento y tortuoso que hacía que miles de corrientes circularan por su cuerpo

-entonces… me concentraré en otra…cosa – recostó a su pareja en las blancas sábanas y retiró la última prenda, quería hacerlo suyo de inmediato, no aguantaría mucho, recordó entonces que poseía cierto objeto que facilitaría su trabajo y evitaría un dolor innecesario, sacó un tubito de su cajón ante la atenta mirada del castaño, derramó la sustancia en sus dedos con cuidado acercándolos a la entrada de su amante, masajeó aquella delicada zona con cuidado y admiró cada reacción, un leve temblor en el cuerpo debajo de él, lo observaba apretar las sábanas entre sus dedos y arquear su espalda con disimulo – tranquilo

-está… frio – sintió el primer dedo ingresar con cierta facilidad mientras el pelirrojo lo besaba para distraerlo de la tarea en su parte baja, al ingresar el segundo dígito no pudo evitar soltar un suspiro agitado, incrustó sus uñas en la amplia espalda que ahora estaba húmeda debido al sudor que los invadía, el calor sofocante era la evidencia de su excitación; los dedos en su interior se movían con maestría, círculos y tijeras podía sentirlos con claridad mientras entraban y salían en ciertas ocasiones, le dolía un poco pero estaba satisfecho, no se quejó ya que pronto las sensaciones se volvían más placenteras, sintió besos en su vientre bajo y el aliento caliente en su miembro, la lengua del pelirrojo se deslizó por toda su extensión y Kankuro solo pudo arquearse debido al placer que eso le provocaba mientras inconscientemente abría más sus piernas, sintió aquellas lamidas descaradas una y otra vez, aferrándose a las mantas desordenadas elevó un poco su cabeza para observar la atención que le daban, solo admiró como su pene desaparecía en la boca contraria, gimió fuerte al sentirse aprisionado, pronto el placer lo invadió hasta dejarlo casi sin aliento, el vaivén en su miembro aumentaba al igual que los dedos en su entrada, ni siquiera se fijó en que momento otro dígito ingresó a sus entrañas – Sasori ahh… ahh

-…- escuchar su nombre de los labios de Kankuro solo lo excitó más, apresurando el movimiento de su boca y sus dedos, ya no podía esperar, detuvo sus tareas ante la sorpresa del otro que le recriminaba con la mirada – lo haré ahora – advirtió mientras se posicionaba, levantando una de las piernas de su castaño y frotando su erecto miembro con la entrada dilatada – ¿puedo?

-haz… lo – quería sentirlo dentro, lo deseaba y poco a poco se cumplió su deseo, podía sentir el dolor levemente, la presión, sus entrañas se expandían para acoplarse al otro, simplemente se dejó hacer, lo necesitaba, al sentirlo completamente se llenó de satisfacción, su respiración estaba agitada y un par de lagrimillas se le escapaban, los pulgares del pelirrojo las retiraron con delicadeza – Saso… ri – al pronunciar dicho nombre sentía como aquel palpitante miembro dentro de sí se endurecía un poco más y soltó un suspiro largo

-te quiero Kankuro – lo besó una última vez antes de empezar a moverse lentamente, sin apuro perdurando el momento especial, escuchando los pequeños gemidos tímidos, observando los cabellos castaños menearse poco a poco, el sonido de sus pieles al chocar era lascivo, morboso, el chapotear ocasionado por el lubricante era extraño, sintió las manos de Kankuro aferrase a su espalda rasgándolo, apreciaría las marcas como un regalo, aumentó sus movimientos sintiendo como era rasguñado sin piedad, los gemidos aumentaban y su satisfacción también al momento de escuchar su nombre salir levemente de los labios de su gran amor, besó y lamió el cuello expuesto, disfrutaba sentir como era aceptado en el cuerpo contrario y solo pensaba en llegar más profundo para hacer que Kankuro gritara de placer y lo apretara de forma deliciosa, escuchaba los gemidos ahogados en el hueco de su cuello, su nombre pronunciado con tanta lujuria, aumentó su ritmo sosteniendo las caderas para darse mayor impulso, las piernas del castaño lo rodearon buscando un mayor contacto, le susurró cuanto lo quería, cuanto lo deseaba mientras aumentaba su ritmo con cada segundo, soltó gruñidos de satisfacción al encontrar aquel punto que volvía loco a su castaño, empujó una y otra vez en el mismo lugar sintiendo el apretado interior envolverlo con desesperación, mordió el cuello contrario con un poco de fuerza para marcarlo, le gustaba la idea de que todos observaran que Kankuro tenía dueño, besó esos labios con desespero mientras sentía su orgasmo llegar, masturbó con desenfreno el miembro de Kankuro al mismo ritmo que sus embestidas, gemidos, gruñidos, el rechinar de su cama, el sonido de sus testículos chocar con la piel del castaño todo era una evidencia clara de la pasión que se tenían, del deseo que los invadía, de sus sentimientos expresados físicamente, el orgasmo llegó pleno y maravilloso, ambos gritando el nombre del contrario

 

Sasori sintió la entrada contraria contraerse, apretándolo dolorosa y placenteramente, soltó su semilla con la mayor satisfacción, extrema satisfacción que solo lograría tener con su castaño y con nadie más, se aferró al cuerpo debajo de él hasta que su mente se relajó de nuevo, besó con delicadeza a su amante que trataba de regular su respiración con desespero, se abrazó a él un momento antes de salir del interior, observó maravillado el semen esparcido en el vientre de Kankuro y también el que se derramaba de la entrada al momento en que salió de él, se abrazó al cuerpo aun temblando de su amante y se recostó para también recuperar las fuerzas después de todo no quería solo una vez, quería repetirlo tantas veces como para que su mente memorizara cada parte del cuerpo contrario y a su vez que el castaño se grabara el suyo

-¿estás bien? –

-si… deja de tratarme como… a una chica – habló enfadado, odiaba cuando lo trataban de esa forma, no se iba a romper o algo así

-lo se… pero – se giró hasta quedar encima del castaño – solo verificaba si puedo continuar – susurró en el oído contrario mientras dejaba caer su peso hasta pegar sus cuerpos completamente

-oye no… apártate – sintió la presión en su vientre, tenía que evitarlo y solo podía intentar empujar a su compañero

-pero me diste permiso – quiso besar al otro pero este no lo dejó

-no… - empujó a su acompañante hasta dejarlo bajo de él – sabes algo… no me gusta sentirme dominado – aunque esa posición no le parecía muy… cómoda y por el contrario era vergonzosa, era lo único que se le ocurría para evitar cualquier daño

-entonces… ¿quieres estar arriba de mí? – sonrió juguetón mientas acariciaba las piernas del castaño – sería excelente – movió levemente sus caderas para seducir al que se encontraba sentado sobre él

-yo no… ah – soltó un leve gemido al sentir el roce en sus nalgas, estaba sensible aún y el descarado se iba a aprovechar, aunque no sería mala idea seguirle el juego –

-¿listo para continuar? – susurró antes de tomar posesión de esos labios tentadores, esa noche no dormirían como es debido, era una promesa

 

 

 

 

Día 31, a Neji un nuevo castigo le cayó como balde de agua fría, ver un video de Naruto siendo atacado fue horrible, más cuando le aventaron al rostro la evidencia del acto, la chaqueta ensangrentada era de su cuñado la podía identificar bien, fue el regalo que ayudó a elegir a Hinata para el cumpleaños del rubio, ese día no soportó el maltrato y se aventó en contra de Dark, golpeándolo una y otra vez ante la atenta mirada de sus superiores que sonreían algo divertidos “ya ves lo que te pasa cuando no me obedeces” Orochimaru le había pedido un sujeto de experimento, solo un vagabundo pero se negó rotundamente, era demasiado para su salud mental y ahora estaba siendo sujetado por Zabusa mientras Haku lo golpeaba en el rostro  una y otra vez para calmarlo “solo cálmate, él está bien” le había susurrado y aunque no quiso se calmó y dejó que lo arrastraran a su habitación mientras seguía insultando al muy maldito “espero que te mueras Dark”

 

 

Haku se quedó con él curando las heridas ocasionadas, en verdad ese chico tenía un corazón de oro, debía pagarle las atenciones y solo había una forma de hacerlo

-¿por qué me ayudas? – le preguntó cuándo estaba a punto de terminar las curaciones

-porque creo que lo que te hacen es cruel – fue la simple respuesta melancólica de aquel chico de cabellos largos

-no deberías estar aquí

-lo se… pero no dejaré a Zabusa-san aquí solo

-¿y cuando piensas decirle? – susurró Neji cerciorándose que el amenazador compañero del chico no estuviera viéndolos o escuchando

-¿de qué habla? – trató de evitar el tema aunque no pudo disimular muy bien

-de esto – con disimulo acarició el vientre del chico – no es bueno que te sobre exijas

-¿cómo lo sabe? – estaba conmocionado creyó ocultarlo demasiado bien además aún era apenas un mes, no podía ser apreciado ni siquiera por él mismo

-tengo buen ojo, además… ustedes han estado constantemente en sus encuentros amorosos, es lo normal ¿no? – sonrió levemente ante la sorpresa del más joven

-no puedo decirlo ahora… no sé cómo reaccionará – había estado meditándolo por muchos días pero no encontraba la mejor forma para tratar ese tema

-te sacará de aquí de inmediato – estaba completamente seguro de eso, ese hombre profesaba un amor incondicional por aquel chico

-pero no podemos… tenemos a la policía detrás de nosotros

-oye necesito agradecerte por la ayuda… así que te diré algo

-no me debe nada

-solo escúchame – se acercó al oído del más joven para susurrarle – dentro de poco acabaré con ellos, márchate antes de que suceda – sentía que podía confiar en el joven, era muy amable y había estado ayudándolo mucho últimamente sin querer nada a cambio

-¿que?

-los meteré a la cárcel a todos, así que debes irte, has lo que sea para alejarte de aquí si es posible mañana mismo y llévate a Zabusa

-pero eso es suicida

-por eso te lo advierto… no quiero que salgas lastimado

-yo…

-solo has lo que te digo

-gracias… le devolveré el favor

-no me tienes que devolver nada, solo cuida bien de ellos – con la punta de sus dedos tocó el vientre del chico deseándole buena suerte al pequeño en desarrollo

-lo haré – sonrió, no podía estar más agradecido

-y no le digas a nadie, ni siquiera al propio Zabusa o se pondrá como loco – recibió una disimulada sonrisa por parte de Haku antes de salir de la habitación, era una buena recompensa saber que el jovencito estaría fuera de peligro

 

 

 

 

¿Un nuevo amor?  O  ¿la aceptación de un amor secreto?

 

 

 

 

Se levantó muy temprano, a pesar de lo poco que había dormido, apenas los rayos del sol cruzaban por sus cortinas, aun no era hora de empezar su día pero tenía una recompensa agradable a su lado, la cabellera castaña se veía desordenada, la respiración acompasada muy tranquila, las facciones completamente relajadas, un rostro lleno de paz, se recostó de lado para admirar la adorable apariencia de aquel hombre a su lado, apenas y creía que la noche anterior compartió su lecho con Kankuro, jugó con su cuerpo marcándolo hasta el cansancio y ahora lo tenía en frente de él, derrumbó cada barrera impuesta y el tesoro pudo ser reclamado, estaba feliz no podía negarlo.

 

 

Luchó mucho para salirse de esa organización, dejando todo en manos de su subordinado más leal, el “gato” era el mejor para tomar posesión de sus redes, aunque se lo dio voluntariamente antes de que lo apuñalara por la espalda, no podía culpar a aquel hombre después de todo la ambición siempre nublaba la mente del que se consumiera por ese pecado, pero eso ya formaba parte del pasado y ahora estaba libre, debía agradecerle a Neji por facilitarle gran parte del trabajo, deseaba que ese tipo saliese vivo de aquel embrollo pero él ya no podía hacer nada más ahí, eso ya no estaba en sus manos, ahora solo se concentraría en cuidar de los Sabaku, era su promesa, confiaba plenamente en que los guardaespaldas que seguían a cada uno, para que estuvieran pendientes de cada cosa, siempre actuando desde las sombras, cautelosos y discretos

 

 

 

Decidió olvidarse de todo y concentrarse en memorizar cada rasgo en el rostro apacible que tenía en frente de él, con cuidado acarició las hebras que caían en la frente de SU amante, tratando de no despertarlo por ahora, sonrió al ver la notoria marca en el cuello ahora todos sabrían que el castaño tenía alguien que lo acompañaría, Kankuro verdaderamente expresivo cuando se lo proponía y ver todas esas reacciones mientras lo tocaba la noche anterior lo hacía sentirse emocionado, ahora le pertenecía completamente, después de todo se había entregado por voluntad propia, no se cansaría de pensarlo “voluntad propia”

 

 

-… -  Kankuro sentía cierta caricia en su rostro, cierta calidez deslizarse por su mejilla, cuello y hombros, una fina estela de algo conocido – ya basta – susurró mientras apartaba lo que fuera que estuviese interrumpiendo su descanso, estaba agotado y no respondería a los intentos de sus empleadas o empleados por levantarlo

-… - se rio bajito al ver el ceño fruncido de su acompañante, no había nada malo en molestarlo un poco, después de todo parecía que no recordaba en donde se encontraba en ese momento – señor, debe despertar tiene trabajo por hacer

-cancela las reuniones – susurró mientras se cubría de nuevo, odiaba ser molestado de esa forma

-pero su primera reunión es… - quería ver la reacción de su querido socio – con Akazuna Sasori

-… - ese hombre lograba enfurecerlo, ¿acaso no entendían que quería dormir un poco más? – dije que las cancela… ras – se incorporó lentamente sintiendo la pesadez en su cuerpo, pero al sentir la brisa en su cuerpo se dio cuenta de que… no estaba en su casa, no trabajaba en la oficina, no tenía un mayordomo y lo más importante no tenía puesta ni una sola prenda

-buenos días Kan~ku~ro – al escuchar esa voz todos los recuerdos de la noche anterior lo golpearon sin consideración, se giró levemente para verificar que… en realidad estaba en la cama del pelirrojo, quien le sonreía de forma burlona mientras se sentaba – ¿cómo amaneciste? – el desconcierto en el rostro del castaño era evidente, solo se mantuvo viéndolo directamente

-yo… - verlo tan de cerca, sentir su aroma lo hizo reaccionar, giró su rostro mientras un fuerte sonrojo lo invadía de inmediato – yo… – se recostó de nuevo cubriendo su rostro con una de sus manos, aun no podía asimilar lo sucedido – bien… supongo – trató de no admirar el cuerpo desnudo del pelirrojo, cerrando sus ojos con fuerza, solo quería que fuera un sueño… un sexy sueño

-reaccionaste mejor de lo que esperaba – podía notar claramente el rubor intenso a pesar de que el otro trataba de disimular – ¿te arrepientes? – el silencio que adornó la habitación lo hizo suspirar, debió imaginárselo, nada pudo ser tan fácil

-no – apenas fue un susurro pero ya era demasiado tarde como para negar cualquier cosa, de pronto sintió como apartaban la mano de su rostro encontrándose con aquellos ojos marrones intensos

-te quiero – le dio un beso corto que el otro no negó, ¡había triunfado! – pero si sigues así te tomaré una vez más – susurró en el oído del castaño mientras se posicionaba encima brindándole pequeñas muestras de cariño – verte desnudo es una tentación

-¡a-aléjate! – ordenó mientras lo empujaba con fuerza hasta quitárselo de encima – ¿no te bastó con lo de ayer? – habló con tono enfadado pero al tener esas imágenes sucesivas en su cabeza, toda la sangre de su sistema se posó en sus mejillas

-tus hermanos tenían razón, te ves adorable cuando expresas tus emociones con libertad –

-silencio… solo quiero un baño – cambio el tema de inmediato, y al sentir cierta viscosidad en algunas partes de su cuerpo era una necesidad importante dejar que el agua borrara parte de las evidencias

-te lo prepararé – se levantó sin vergüenza alguna mostrando su desnudes completamente – es lo menos que puedo hacer ya que… abusé de tu cuerpo

-no digas esas cosas – gruñó mientras desviaba la mirada de aquel cuerpo en frente de él – y ponte algo de ropa… idiota

-llenaré la bañera, vendré por ti de inmediato – se colocó la primera cosa que vio para cubrir al menos lo básico y es que ver a cierto castaño avergonzado se le hacía divertido pero no quería incomodarlo por ahora

-… - apenas y lo perdió de vista buscó alguna cosa con la que cubrirse, tal vez el pelirrojo no tuviera vergüenza pero para él… mantenerse al menos parcialmente cubierto era necesario – demonios – murmuró al conseguir solo una playera que desgraciadamente no era suya ¿Dónde demonios había tirado su ropa?

-así que te gusta usar mi ropa – se burló al encontrar a Kankuro un poco distraído buscando algo con la mirada – no es necesario que te cubras, ven te cargaré

-no es necesario – intentó levantarse pero sus piernas le fallaron, el pelirrojo lo sostuvo  antes de que cayera sonriéndole de forma burlona – solo ayúdame a llegar –

-está bien – le sirvió de soporte mientras se trasladaban y pudo notar el rubor, el cuerpo tenso y el silencio que los invadía – ¿quieres que me bañe contigo?

-¡no! – se alarmó, eso  era demasiado para su primera noche o día, lo que fuese – tengo suficiente con tener tu semen resbalando por mis piernas – sus palabras salieron sin pensarlas y en seguida se arrepintió, era demasiada información – lo haré solo – cerró la puerta impidiendo que su acompañante osara entrar, eso debía hacerlo solo

 

 

Sasori se rio  bajito, no podía evitar sorprenderse con cada cosa que su amante hacía o decía, era como un pequeño niño que no conoce las mentiras, se decidió entonces a invadir aquel baño y acosarlo un poco pero primero debía avisarles a los empleados que prepararan el desayuno

 

 

El agua caliente relajó todos sus sentidos, el rubor todavía persistía en su rostro al recordar algunas cosas, se mojó la cara para despejar su mente aunque de nada sirvió, al menos en la tina con el agua caliente invadiendo cada parte de su piel todo parecía ser más simple, le dolía un poco el cuerpo, pero no tanto como la primera vez que estuvo… ahora había sido más amable y en verdad se lo agradecía, en el fondo tenía miedo de que algo le pasara al pequeño gestante

 

 

-hoy estuve con tu padre – susurró bajito mientras se frotaba el pequeño vientre que se había formado últimamente – tal vez… podamos darle una oportunidad – de alguna forma hablar con su hijo lo liberaba de estrés, de dudas, aunque dudaba que su hijo lo escuchara era bastante agradable sentir que no estaba solo – ¿qué opinas?

 

 

Sasori ingresó con cuidado sin hacer ningún ruido apreciando el cuerpo en la tina, se había apoyado en una de las esquinas y los dedos jugaban con el jabón en el suelo, al parecer estaba perdido en sus pensamientos y ya podía adivinar cuales eran

-¿quieres compañía?

-¡no me asustes! – se alarmó al ver al pelirrojo arrodillado en frente de él – acaso eres un ladrón o que… no haces ni un solo ruido

-es mi habilidad especial – sonrió acariciando la cabellera húmeda – ¿por qué pareces tan triste?

-iré a ver a Gaara de nuevo… eso es todo

-¿tan grave es? – no había podido tener información sobre el motivo de la pelea y eso de cierto modo le preocupaba

-no quiere ni hablarme… fue mi culpa después de todo

-no te preocupes, todo pasará… solo dale tiempo

-eso espero… además todavía me falta el interrogatorio  de Temari – suspiró resignado, seguramente su hermanita no lo dejaría en paz hasta que no le contara la razón por la cual no estuvo en casa esa noche, pero claro que le iba a mentir

-solo dile que pasaste la noche con tu amante y dejará de preguntarte cosas – para el pelirrojo era bastante sencillo

-jamás le diría algo así… aun no – suspiró sintiéndose culpable, a nadie le gustaría que negaran la relación pero ellos ni siquiera tenían una – me matará o armará un escándalo… por ahora está bien si ella no sabe nada

-así que me mantendrás en secreto

-estas en periodo de prueba – sonrió al ver aquella mueca de insatisfacción en su acompañante

-tal vez pueda convencerte… que tal si empezamos por… sexo en la ducha

-no estoy loco… aléjate – exigió enfadado – aún estoy cansado

-te prometo que terminarás perdidamente enamorado de mi… pero por ahora está bien así, seré tu sexy secreto – nadie le quitaría esa sonrisa idiota que debía tener, esa fue su mejor noche

-tienes el ego demasiado alto… vete quiero asearme solo – fue la única exigencia por el momento y agradeció que el pelirrojo lo obedeciera

 

 

 

 

Día 33, Neji había soportado lo suficiente hasta ese momento, cada amenaza, humillaciones, golpes, cada trabajo horrendo bajo la extrema vigilancia del propio Orochimaru que disfrutaba verlo destrozarse poco a poco, pero el castaño jamás dejó de aferrarse a los principios que había formado, no quería dañar a nadie, quería por lo menos quedarse con lo poco que tenía… con aquellos principios que sus padres les había costado enseñarle, pero eso tenía consecuencias… los castigos se incrementaban continuamente

 

 

 

Al menos había hecho todo lo posible para contactarse con Hana, cierta vez pudo realizar una llamada furtiva, apenas le dijo “Orochimaru planea crear una nueva sustancia, pronto me contactaré” era un alivio que hasta ese día no lo descubrieran, ayudó a Akasuna-san a tener la vía libre para zafarse de sus lazos con esa banda dejándole todo a su segundo al mando, ayudó a Yuu a salirse de ahí, eso había sido sencillo ya que no tenía una influencia importante en el equipo, avisó a Haku acerca de la situación que se avecinaba y aunque ahora estaba solo era mejor de cierta forma ya que no debía preocuparse por la seguridad de nadie más, faltaba poco, solo un poco más

 

 

 

Como siempre estaba esperando que su líder lo regañara por haberse negado a participar en la última operación y es que un secuestro no estaba en sus planes, no si el objetivo era un niño pequeño, arruinó el plan del equipo, esperaba que lo llamaran para excusarse, pronto sus pensamientos se hicieron realidad y ahora mismo estaba en frente de Kabuto, Orochimaru, Dark y Kimimaru

 

-de nuevo me desobedeces… sabes que recibirás un castigo ¿verdad? – la serpiente hablaba en tono serio, demasiado serio… eso era malo

-aceptaré cualquier cosa, pero jamás haré todo lo que me exigen – gruñó molesto ocultando el miedo que de repente lo invadió

-bueno creo que ya no te negarás más

-¿cómo piensa hacerlo Orochimaru-sama?… no me obligará a nada – trataba de esconder su inseguridad tras sus palabras burlonas pero casi podía sentir como aquel sujeto lo leía a la perfección

-Haku… - ordenó y el jovencito se pareció ofreciéndole al líder un pequeño paquetito – sabes que tenemos toda la información acerca de ti ¿no?

- no se atrevan a meter a mi familia en esto – ya se lo imaginaba eran unos bastardos

-lástima… porque has estado comportándote como una verdadera molestia

-¿qué hicieron?

-tu familia está a salvo… pero creo que otra personita interesante no lo está – Orochimaru le dio el paquetito a Kimimaru que con una gran sonrisa se le acercó

-si miras adentro averiguaras qué fue lo que hicimos – sonrió aquel peliplata mientras le lanzaba ese objeto

-… - Neji dudó mucho en abrirlo pero poco a poco descubrió el contenido – que… - su expresión de horror al tener entre sus dedos cierto mechoncito de cabello bastó como para satisfacer a la serpiente y a todos los presentes – esto… no puede ser

-tu noviecito pagó tus errores… ya no lo verás jamás – se carcajeó el pelilargo de mirada desafiante – ¿acaso creías que nos ibas a ocultar esa información?

-Gaara… - susurró mientras notaba un poco de sangre en el mechón que reposaba en su mano derecha – que demonios… ¡¡que le hicieron!!

-lo mandamos al otro mundo – la voz de Kimimaru retumbo en el lugar y Neji no podía reaccionar, solo sostenía la evidencia de una cruel realidad entre sus manos “no puede ser verdad”

-… -permaneció en silencio observando lo que en sus manos reposaba, no podía ser cierto… no… había luchado tanto por dejarlo fuera de todo este enredo y ahora… ahora – tú… tú

- aprende a obedecer  o perderás a alguien más – Kimimaru lo miraba con una leve sonrisa

 

 

Las risas retumbaban en el lugar mientras el castaño se mantenía en silencio, con la mirada gacha debido al shock que le produjo tan dura noticia, pero además de dolor nació la desesperación, ya no tenía que perder ¿verdad?, guardó la evidencia del crimen en sus bolsillos admirando despacio su alrededor, todos estaban demasiado ocupados riéndose de su desgracia como notar que él tenía otras intenciones, ahí estaba… a su lado, el arma que le habían dado, una navaja de filo sin probar… aún estaba nueva, la tomó con cuidado y cuando menos se lo esperaron…

-voy a matarte… MUERE – el más cercano era Kimimaru y ni siquiera lo dudó, la ira lo segó, la oscuridad dentro de él se esparció por su cuerpo, sabía cómo usar ese maldito objeto, una simple clavada en el lugar correcto y moriría debido a la hemorragia, se lanzó al ataque e intentó apuñalar a su objetivo

-no será fácil – le dijo mientras sostenía la mano atacante y entonces la lucha empezó

 

 

Neji sabía perfectamente que no podía ganar en ese momento, pero estaba dolido… lo suficiente como para perder la cordura, ¿qué le importaba ya… si le habían quitado lo que más amaba? “nada importa” el dolor de su pecho no se quitaría con nada, y ahora solo lo segaba la sed de venganza, quería terminar con la maldita sonrisa del peliplata porque seguramente él fue quien dio la orden para hacer algo tan horrible, solo él podía ser tan bastardo como para averiguar sobre su relación y decidir matar a alguien que no tenía ni la menor relación con toda esa mierda, el odio que sentía lo hacía ignorar el peligro, se mantuvo atacando a aquel sádico por mucho tiempo incluso cuando le había arrebatado el arma de sus manos, nada lo detendría y uso lo que tenía a su alcance para tratar de alcanzar su objetivo, sintió varios golpes certeros y el dolor inundarle hasta faltar el aire que tenían sus pulmones pero siguió de pie intentando noquear a su adversario, muchos intentaron detenerlo pero no había forma, nadie lograría calmarlo… no hasta que se hubiese vengado

 

 

-PAGARÁS – Neji amenazó en cuanto pudo derribar al peliblanco, quitándose a todos los estorbos que trataban de sostenerlo vió la oportunidad y actuó, se colocó encima de Kimimaru y apretó la garganta del caído para asfixiarlo, sus ojos mostraban solo ira y sus manos cada vez lograban un agarre más fuerte, el rostro del peliplata tomaba una mueca de dolor “maldito, maldito, maldito”

-deja… me – el peliblanco trataba de alejarlo de su cuello pero sus  fuerzas se desvanecían, por primera vez en muchos años sentía terror y es que ver el odio en aquellos blanquecinos iris lo hacía temblar, tal vez fue demasiado para un solo castigo pero… se lo merecía, Neji debía obedecerlo

-suéltalo de una vez – el castaño escuchó una voz conocida pero no estaba dispuesto a parar solo faltaba un poco y todo terminaría… solo debía apretar un poco más, pero alguien le propinó un fuerte golpe en la cara y lo apartó de inmediato

-ACABARÉ CONTIGO TAMBIÉN – se levantó de inmediato para enfrentar al infame que lo alejaba de su venganza

-no podrás – con mirada fría Haku peleó con Neji hasta empotrarlo contra una pared – respeta a tus superiores

-déjame Haku – se había quedado quieto al ver al chico, no podía hacerle daño pero tampoco quería que lo detuviese – NO TE ENTROMETAS

-deja de ser idiota – le gruñó mientras lo abofeteaba y apretaba su cuello

-apár…tate – trató de quitárselo de encima pero alguien mas no estaba de acuerdo Zabusa apareció en frente de él y con un solo golpe en su estómago casi perdía la conciencia, ese hombre era un salvaje

-ni se te ocurra tocar a Haku o te trataré como un muñequito de entrenamiento – le gruñó golpeándolo con fuerza

-lléveselo… parece que ya aprendió su lección – aquella serpiente estaba riéndose mientras observaba la escena, Neji juraba que lo metería en una celda por el resto de su vida, gritos descontrolados, amenazas… todo… pero nada serviría, nada le quitaría aquel dolor de su alma

 

 

Lo forzaron a regresar a su habitación, pataleaba y gritaba que lo dejaran matar al peliplata pero estaba apresado por aquel sujeto de mirada afilada, estaba tan descontrolado que Zabusa tuvo aplicarle una llave asfixiante hasta que sus fuerzas se agotaron, sintió como fue arrojado a una de las paredes y soltó un quejido de dolor. Estaba destrozado… ¿cómo había pasado aquello?, parecía que lo había ocultado demasiado bien pero al final… “el murió” dejó que sus lágrimas se escaparan, ¿cómo podía pasarle algo tan cruel?  Estaba dejándose llevar por el tormento, por el dolor… por el arrepentimiento, gritando mientras dejaba fluir aquel líquido salado, golpeó la pared varias veces, sollozó con fuerza, quería sacarse todo ese dolor,  sintió que alguien se acercaba a él y detuvo un poco su llanto lastimero

-niño deberías reaccionar – Zabusa tiró de su cabello ahora bastante más corto de lo que solía tener, gracias al anterior castigo que recibió – tienes más personas a las que proteger, no te rindas como un maldito gallina

-Neji… aun tienes a tu familia, debes luchar por ellos – le susurró Haku mientras se le acercaba apartando a Zabusa de él

-maldición – tiró de sus propios cabellos con fuerza mientras sollozaba bajito debido al nudo que mantenía en su garganta

-te diré algo – Haku se le acercó hasta que pudo susurrar en su oído – está vivo… es mi agradecimiento – Neji se quedó quieto observando la sonrisa del menor que le hacia una seña para que se mantuviera callado – está bien

 

 

Los vio irse cerrando las puertas y él solo pudo… llorar… llorar más fuerte, gritando de vez en cuando pero esta vez no era de dolor… sino de felicidad, daba gracias al cielo que le mando un ángel protector “está vivo… vivo” las lágrimas se deslizaban por sus mejillas formando un ligero camino salado que le quemaba, pero sonreía forzosamente entre sus sollozos “Gaara… gracias al cielo”

 

 

 

Continuará….

 

 

Notas finales:

que tal?, me gustó este capi jejeje bueno creo que las cosas se pondrán muy tensas desde aquí jejeje

 

Me tendrán que soportar un tiempo más ya que apenas estoy comenzando a arreglar las cosas, además que todavia me falta plasmar más situaciones y agregar a los acosadores para darles un buen final 

 

Gracias por leer

Me despido

Besos!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).