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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaa

toy emocionada, ¿por qué? las ideas llegan solas jajajjaa

Sin más los dejo disfrutar de la historia 

 

 

Los rayos de la mañana se presentaron sin cuidado alguno, el cuarto en que el par de novios descansaban se iluminó de forma intensa después de todo las cortinas nunca fueron cerradas, el pelirrojo se molestó por la intensidad de la luz y decidió esconderse en el pecho del más alto que de apoco abría sus orbes mostrando sus iris de ese tono tan extraño, cada vez que Neji dormía con Gaara sentía una tranquilidad muy agradable y disfrutar el rostro tranquilo del más joven lo ponía de buen humor, tardaron un poco en levantarse

 

 

Prepararse para salir y encontrarse con una de las empleadas escuchando en la puerta fue, como decirlo…. Gracioso… e incómodo al mismo tiempo  “no deberías escuchar detrás de la puerta, si tienes algo que quieras saber solo dilo” ese fue el regaño del pelirrojo que la miraba intensamente “solo… yo solo… quería saber si… ese tatuaje era real” fue la excusa que dio la muchacha mientras sonreía nerviosa y se retiraba tras dar una reverencia, la mañana fue tranquila o algo así, después de todo las muchachas que pasaban por ahí se los quedaban viendo con curiosidad, el pelirrojo se estaba cansando de esa situación y Neji decidió sacarlo de ese ambiente, había algo más que debía enseñarle antes de irse  y fuera de la casa se encaminaron en silencio a un lugar bastante alejado

 

 

-¿a dónde vamos?-el pelirrojo estaba agradecido porque lo sacaran de ese ambiente tan  concurrido

-espera… ya mismo llegamos, te gustará-pronto llegaron a una pequeña casa alejada en donde una anciana muy amable los recibió con una sonrisa guiándolos a un  invernadero detrás de su hogar-gracias por dejarnos entrar – sonrió el ojiblanco

-no hay nada que agradecer pequeño, sabes que me gusta que la gente disfrute de su belleza-la anciana les dio paso y se retiró a seguir con sus tareas diarias

-¿qué es esto?

-es una sorpresa, no digas nada y camina lo más lento posible-el pelirrojo solo asintió y siguió al pelilargo adentrándose entre varias secciones de plantas y macetas, cuando Neji paró, se giró hacia él y sonrió, con cuidado y usando sus manos tomó algo de una hoja-mira-cuando abrió sus manos le mostró una mariposa pequeña de color amarillo que salió volando

-es bonita-se sorprendió el pelirrojo, no vio aquella criatura en ningún momento

-eso no es todo-el mayor rozó con sus dedos las hojas de ciertas plantas y de pronto las mariposas empezaron a salir, uno, dos, tres, muchas, tan diferentes entre sí - puedes hacerlo también, solo acaricia las hojas, están escondidas en las plantas

-¿en verdad? - el pelirrojo probó la teoría y en seguida se maravilló ante aquella imagen, las mariposas en verdad salían volando ante sus ojos, una era más bella que la anterior, colores variados, formas diferentes, tamaños, todo era tan bello, grabarlo en su mente fue difícil, mientras rozaba una de las hojas podía ver a una de aquellas especies salir, fascinado sonrió con tranquilidad hasta que escuchó un ligero click, Neji había fotografiado la escena - ¿qué haces?

-no soy el mejor fotógrafo pero… quería mostrarte que puedes sonreír - se acercó al más joven mostrándole la fotografías, era verdad… una ligera curva adornaba su rostro tranquilo

-no sabía que sonreía sin darme cuenta - acarició con la punta de sus dedos el rostro en la fotografía, ¿cuánto había cambiado desde que Neji llegó a su vida? Era le pregunta que rondaba su mente

-es normal, todos lo hacemos

-pero según mi hermana, nunca mostraba alguna expresión

-pues si eso era verdad… has cambiado

-es gracias a ti

-no lo creo, si sonríes es porque estas contento, es cuestión personal - el más alto unió sus frentes sonriendo por el sonrojo del más joven - yo solo soy un complemento

-Neji yo… quiero otra fotografía - pidió con cortesía mientras besaba gentilmente los labios de su novio

 

 

Un par de las mismas fue tomado en aquel lugar rodeado de bellas mariposas de colores y algunas otras en los lugares que visitaron, simples fotografías podían ser la evidencia más grande que pudieran tener, aquellas imágenes podían capturar las emociones del momento, el pelirrojo atesoraría cada una de ellas, solo bastaba con llegar a casa y él mismo las revelaría con cuidado,

 

 

Disfrutaron la mañana y el almuerzo de despedida ofrecido por los empleados de aquella posada, la pequeña Keiko estaba con ellos haciendo varias preguntas acerca de Gaara  y contando detalles de la vida de Neji, pequeñas cosas que el pelirrojo agradeció  saber…  “él era muy serio antes, ahora es más feliz”, “le gustan los girasoles, por eso los plantamos” ,“come de todo  y en grandes cantidades pero no le gustan las cebollas, hace gestos raros cuando se encuentra una en la comida pero siempre termina comiéndosela” los demás sonreían ante el entusiasmo de la pequeña que no paraba de hablar con emoción ante un Gaara que la escuchaba atentamente mientras mostraba una pequeña sonrisa instantánea “las chicas se mueren por él pero Neji nunca se fija en nadie” , “suele entrenar sin camiseta en las mañanas y mi mamá con las otras empleadas lo espían en secreto” con lo último su madre trató de distraerla mientras Gaara las veía con intensidad adornando su rostro con un ligero ceño fruncido “algunas huéspedes también lo hacen y una le tomó un foto la otra vez”, Neji suspiró ante aquellas revelaciones observando a Kurenai que estaba nerviosa “Neji es popular en este lugar” al final su madre se llevó a su hija a la cocina y las empleadas huyeron del lugar avergonzadas

 

 

Había sido un paseo interesante y la despedida muy efusiva, el día estaba terminando y ellos llegaban a sus hogares, Ten-ten se despedía de los pequeños inquilinos en su casa y de paso abrazaba con ternura a Gaara “me gustaría visitar a kichi de vez en cuando” pidió con entusiasmo y su propuesta fue aceptada.

 

 

Sus hogares estaban en silencio, cada uno de ellos volvió a su rutina normal, si así podría decirse, solo les esperaba enfrentar lo que se venía…

 

 

El día del encuentro con Kankuro llegó “te veo a las 3” fue el mensaje que envió Gaara antes de todo, y un ansioso Kankuro de inmediato salió de su oficina evitando cualquier distracción, incluso ignorando la sonrisa pícara de su socio que lo acompañó en el ascensor, sin decir nada salió del edificio rumbo a su casa, no iría con sus mejores galas a un lugar tan normal como ese, la ropa ligera le dio un toque juvenil que hace tanto no tenía, se sentía demasiado extraño usando aquello, se había acostumbrado tanto al traje que ahora se sentía ridículo al usar otra cosa, pero más valía estar presentable y llenarse de paciencia para lo que venía, debía convencer a su joven hermano de terminar con toda esa locura y volver al lugar de donde nunca debió dejarlo salir, de su hogar, “eso es lo mejor”

 

 

5 minutos antes de la hora pactada el pelirrojo  entró al dichoso restaurante familiar buscando a su hermano que tenía la extraña manía de presentarse con 15 o más minutos antes de que llegaran los demás y no se equivocó, en una de las últimas mesas aguardaba su hermano, estaba bebiendo algo y se veía extraño en ropa casual, suspiró antes de acercarse y sin decir nada aún, se sentó en frente de su hermano mayor, permitiendo que el silencio entre ellos se volviera incomodo

 

 

-¿no vas a saludar? - el mayor de ellos observó la expresión serena de siempre con la única diferencia que su hermano lo miraba con algo de rabia

-creo que ese deberías ser tú

-has perdido tus buenos modales

-se dice que el que invita debe ser quien se esfuerce por agradar

-…- el castaño tenía un tic en su ojo izquierdo, desde cuando Gaara era tan… tan infantil y arrogante, pero no debía enojarse y arruinarlo todo - me alegra verte hermanito

-evita usar esa palabra conmigo

-¿en verdad estás tan enojado? - cada palabra cortante del menor causaba un ligero dolor en el pecho de Kankuro

-como no estarlo con la persona que criticó mis preferencias sexuales - soltó sin ninguna vergüenza incluso el camarero que pasaba se sonrojó ante tanta sinceridad

-no digas esas cosas en público Gaara - criticó el mayor al sentirse observado por los demás

-todos aquí saben que soy homosexual, no debes preocuparte por eso

-¿cómo que todos?-se alarmó el castaño

-vengo aquí con Neji,  Ten-ten y Lee seguido, pero no creo que deba darte explicaciones de lo que hago

-Gaara-kun…es un placer tenerlo por aquí, ¿desea el postre de siempre?- en seguida uno de los meseros de aquel restaurante se acercó y con gentileza tomó la orden del más joven

-creo que hoy probaré el de vainilla - fue la simple respuesta del pelirrojo

-¿y usted señor?

-deme lo mismo - fue la respuesta cortante y el pobre joven salió de ahí presuroso, ese hombre castaño se notaba amenazante - así que en verdad vienes seguido, no me gusta que frecuentes estos lugares

-deja tus prejuicios de lado, no soy diferente de los demás

-lo eres, sabes muy bien que perteneces a una familia de clase alta

-el dinero era de nuestros padres y ahora lo es tuyo

-yo solo lo administro, es tu dinero también

-te he dicho que no lo quiero, puedo ganarme la vida yo mismo

-¿con tus pinturas? - el tono irónico del castaño mostraba su inconformidad, a pesar de haber aceptado que su hermano menor hiciera lo que le apasionaba, nunca aceptó que esa forma fuera la mejor para ganarse la vida

-así es – el pelirrojo se había acostumbrado a las ironías de su hermano y sin importarle nada podía seguir con su habitual serenidad, extrañaba su juventud en la cual Kankuro solía ser bastante fácil de tratar aunque jamás dejó esa sobreprotección

-a veces pienso que tienes el mismo carácter de Temari

-ella es feliz con su tienda de ropa o como sea que se llame - el pedido estuvo listo y les fue servido, como era costumbre Kankuro no se sorprendió por el postre que el menor empezaba a degustar, era uno de los pocos aspectos caprichosos que Gaara nunca dejó atrás

-ustedes dos no saben apreciar lo que hago por ustedes - reprochó algo enfadado porque sus esfuerzos no fueran tomados en cuenta

-cada uno elige lo que quiere hacer, debiste seguir con tu sueño de fabricar marionetas como nuestra abuela - Gaara recordaba la ilusión en los ojos de su hermano mayor cuando pasaba tiempo con su abuela en el taller, si mal no recordaba incluso creo un par de pequeños muñecos con sus propias manos, ¿dónde había quedado ese aspecto de Kankuro?

-no puedo hacerlo, necesito seguir con el negocio de la familia, ustedes dos me han dejado ese deber a mí - desde que su padre murió tuvo que hacerse cargo de todo, el sufrimiento pasó a segundo plano y los problemas cayeron todos sobre él, en ese tiempo Temari ni siquiera sabía algo de contabilidad y Gaara era muy joven, siendo el único con las nociones básicas para asumir todo hizo su mayor esfuerzo, odiaba admitir que si no fuera por la ayuda del Akazuna que en ese tiempo aceptó ser su socio no hubiese ese podido sacar todo a flote y administrar sus bienes de la mejor manera, en ese tiempo se vio obligado a aprender todo de golpe dejando atrás sus propios sueños

-nunca te exigimos nada

-bueno eso no es de lo que venía a hablar contigo

-Kankuro no intentes convencerme de que deje a Neji porque no estoy dispuesto a hacerlo - al menos su postre podía compensar el mal sabor de boca que le daba discutir con su hermano

-no me gusta nada ese tipo

-si vas a empezar con eso es mejor que me vaya - el pelirrojo se levantó dispuesto a dejar a su hermano solo con sus prejuicios y problemas de ira

-¡no espera! - el castaño trató de detenerlo inmediatamente - solo estoy analizando todo

-hablas como si yo fuera otro más de tus negocios y eso no me agrada - de nuevo se sentó desconfiando de cómo se estaba trazando la conversación

-solo quiero que sepas por qué no me agrada ese tipo

-si no te agrada es tu problema Kankuro

-yo solo quiero que estés seguro Gaara, no me perdonaría si algo te llegase a pasar

-Neji no me haría daño

-pero hay algo que me dice que no es buena idea que te relaciones con él

-¿si fuera una mujer estarías de acuerdo? - reclamó el menor indignado por tantas cosas sin sentido que mostraba su hermano

-aun si fuera una mujer no me agradaría - ¿cómo podría agradarle alguien que tratara de quitarle a su pequeño hermano?

-no te entiendo Kankuro

-escucha Gaara… tengo que asegurarme que las personas que te rodean sean las adecuadas

-¿cómo cuáles?... que tengan nuestra misma posición social, que sean de la clase alta, que puedan comprar a la gente con el dinero, que sean tan egocéntricos y fastidiosos como tú - regañó el pelirrojo mientras apretaba su cuchara e intentaba calmarse

-no me hables en ese tono Gaara – exigió el castaño suspirando

-déjame decirte Kankuro que esas personas no me agradan para nada, por eso me alejé de todo lo que involucre a nuestra familia, quiero vivir a mi manera

-¿eso es lo que piensas?

-Kankuro, he conocido a personas que me han aceptado tal y cual soy, que son honestas pero… que no tienen riquezas, empresas o yo que se… pero me gusta eso, la sencillez

-sabes Gaara es la primera vez que me expresas cómo te sientes - sonrió el mayor mientras suspiraba - siempre hice lo que pensé que era correcto y aunque muchas veces me discutías terminabas por ceder

-era porque no quería causarte problemas, ni a Temari

-en parte me hace feliz  que me digas estas cosas, pero no me gusta que me contradigan y eso lo sabes

-ya es hora de que alguien te haga frente

-creo que ya encontré a varios últimamente - ¿por qué demonios tenía que recordar la cara del idiota de Sasori en ese momento?

-¿cómo quién? – Gaara sentía que debía darle un premio a aquel que enfrentara a Kankuro, que tuviese la suficiente voluntad para soportar los malos tratos y a su vez lo contradijera y ganara

-Sasori - se atrevió a susurrar para sí, pero cambio de tema casi instantáneamente - tú y uno de mis socios, pero dejando eso de lado…

-¿no podrías aceptarme como soy?

-¿aceptarte?

-Kankuro… ¿te molesta tanto que sea gay o que no sea una persona expresiva? -  el pelirrojo sufría en silencio, lo que más le dolía era pensar que su hermano no lo quería cerca

-Gaara yo…

-desearía que no me rechaces ni tengas ese odio por mi…

-¡Gaara! – Kankuro lo detuvo antes de que siguiera con eso, por Dios  la discriminación hacia su hermano era lo que estaba evitando siempre y ahora era el más joven pensaba que él  lo estaba discriminando, ¡había cometido un error uno demasiado grande!, se levantó de su puesto y se acercó a su hermano menor mirándolo con culpa - yo nunca te odiaría - se sentó al lado de su hermano y lo abrazó con fuerza, acariciando los cabellos rojizos tan característicos del más joven -eres mi hermano Gaara como podría sentir algo así… yo solo… no podría soportar que algo llegara a dañarte

 

-Kankuro ya es hora de que me arriesgue solo - el menor acaricio con lentitud la espalda de su hermano que se relajó un poco, se sorprendió por el gesto del castaño sus ojos estaban llenos de tristeza, ¿dijo algo malo?

-ya lo sé… pero no creo que podre aceptarlo así de fácil

-Temari lo está intentando - se separó del mayor para evitar las miradas que se estaban posando en ellos, aquellas que lo incomodaban un poco

-¿en verdad? - el mayor se dio cuenta de que estaban llamando demasiado la atención y en seguida tomó su anterior puesto para proseguir con la conversación, al menos había aclarado las cosas

-ella tampoco lo tomó bien, pero dijo que trataría de aceptar todo esto

-¿tan fácil?

-amenazó a Neji

-típico de ella - sonrió el castaño al imaginarse todo, aunque no era mala idea, ahora que recordaba le había dado una paliza a Neji hace algún tiempo, eso contaba como amenaza

-se mantiene vigilante y me llama seguido para saber cómo estoy, a veces es demasiado molesto - ¿cómo no hacerlo?, su hermana llamaba a diario si era posible, tenía que tener mucha paciencia, aunque Neji lo abrazaba mientras hablaba por teléfono para calmarlo un poco, y le gustaba eso

-debo hablar con ella también, ha estado evitándome y no debo culparla - suspiró al recordar como lo golpeó la última vez - en verdad me asustaste con lo de tu ataque

-ya pasó eso antes, cuando Temari discutió conmigo al encontrarme encima de Neji - el menor ni siquiera mostraba vergüenza ante “esa” situación

-¿también paso lo mismo? Gaara… ¿qué has estado haciendo últimamente?..-regañó el castaño con un pequeño tic

-solo fue coincidencia

-puedes explicarme que haces con Neji

-la vez que Temari me encontró así fue cuando trataba de pintar el cuerpo de Neji, era un experimento y cuando tú me encontraste bueno… eso si era realidad

-¿qué realidad? - se arrepintió de decir eso, ¡no quería escuchar tanta sinceridad!

-estaba atacando a Neji, ya te lo dije

-no me digas que ustedes…-¡no puede ser!, ¿acaso su hermano había caído tan bajo como él?, NO, NO, ¡¡¡NOOO!!!

-quería que recordara que nadie más puede acercársele - el menor tomó un pedazo del postre en frente de sí y lo miró con interés mientras esperaba la respuesta de su hermano

-no me esperaba eso de ti - nunca, jamás se lo espero ¿Gaara era celoso?

-Neji es mi novio y no me gusta que las chicas se le acerquen demasiado - cada palabra sincera estaba mezclada con ¿enfado?, o por Dios, Kankuro no podía creérselo

-creo que debo hablar con tu… con ese tipo - claro que debía hablar con Neji, necesitaba amenazarlo más y advertirle que jamás hiciera sentir celos a su hermanito, muy pocas veces podía ver enojo en el pelirrojo y esa mirada… daba miedo, si por alguna razón Gaara tenía la misma forma de celar de Temari habría problemas, esa mujer podía ser aterradora

-¿no vas a aceptarlo?

-no lo hare jamás

-¿por qué?

-porque no me ha demostrado que te merece Gaara

-así que hay esperanzas

-no es lo que digo… es solo que no me causa ninguna gracia todo esto

-entonces ¿para qué me citaste?

-para pedirte disculpas por la discusión de la última vez

-está bien, aunque yo no me disculparé por haberte cerrado la puerta - el postre se había terminado y Gaara miró con interés el plato de su compañero

-fuiste muy mal educado Gaara - el castaño sabía que el pelirrojo quería su postre, se lo cedió con una sonrisa, era la única razón por la que pidió lo mismo que su hermano, siempre lo hacía

-estaba enfadado - Gaara tomó el plato con gusto y empezó a comerlo despacio

-lo sé pero no hagas eso de nuevo - regañó el castaño mientras sonreía al ver la pequeña mancha de crema en el labio del más joven, el castaño se señaló el labio dando a entender el lugar de la mancha

-está bien - el pelirrojo se limpió con cuidado observando la leve sonrisa de su hermano, Kankuro solo sonreía así cuando estaba con él o con Temari, tal vez con Matsuri también, eso demostraba que solo se habría con las personas que le interesaban y que amaba o apreciaba con mucha fuerza

-en cuanto a Neji… te parece si hacemos un trato

-dime

-dejaré que sigan en su relación pero… al igual que Temari los vigilaré de cerca

-no me agrada eso

-aun no confío en ese tipo… es decir Neji - se corrigió al ver la mirada de su hermano

-deberías conocerlo mejor

-lo citaré para conversar con él - el más joven lo vio con dudas y decidió aclararse - no te preocupes no aré nada malo… solo lo amenazaré un poco

-no lo hagas

-es broma Gaara, solo quiero intentar conocerlo mejor, aunque seguiré sin aceptar lo de ustedes

-al menos es un progreso

-Gaara yo solo quiero que seas feliz y nadie te haga daño

-Neji me hace feliz

-solo por eso te permitiré seguir con esto

-gracias

 

La ilusión de las cosas mejoraran solo era eso una simple ilusión, Kankuro no permitiría que esos dos siguieran juntos solo estaba esperando la mejor oportunidad, primero lo investigaría bien y después decidiría que hacer

 

 

Un par de días después Kankuro se encontró con Neji para “conversar” en la cual terminaron discutiendo como siempre, cada uno defendiendo su posición y sus razones “yo amo a Gaara tal y como es, nunca le haría daño” declaró el pelilargo ya molesto por las críticas que le daba Kankuro “no me fío de ti, escucha… acepté que Gaara siga con esto pero a la mínima acción negativa soy capaz de… los separaré definitivamente” no faltó la amenaza y después de un par de horas en los cuales chocaban sus personalidades terminaron acordando en tolerarse por el momento, todo lo que fuera con tal de que Gaara estuviese contento

 

 

-eres difícil de persuadir – se quejó Kankuro, había estado discutiendo con sus socios últimamente y hasta eso le resultó más fácil que la plática con Neji, ambos habían terminado en la banqueta de un parque solitario, sentados mirando los pequeños juegos infantiles vacíos

-es la primera vez que discuto tanto con una persona, pero como ya dije no pienso alejarme de Gaara, se lo prometí – el pelilargo suspiraba cansado

-escúchame… hasta… ¿hasta dónde has llegado con Gaara? – se le hizo difícil decir aquella frase pero… necesitaba saberlo

-¿llegar?... no entiendo su pregunta Kankuro-san

-me refiero a… - demonios como iba a soltar esa pregunta así como así, respiró hondo y… - ¿te has acostado con él?

- … - el pelilargo pensó que no escuchó bien la pregunta – disculpe pero creo que no escuché bien -  ¡debía ser una broma!

-dije que si has… - Kankuro tiró de sus hebras castañas con frustración, le había costado mucho decirlo una sola vez y ahora el maldito le decía que no lo había escuchado, quería golpearlo y muy fuerte - ¿has tenido sexo con Gaara? – las palabras sonaron demasiado rudas y Neji se tensó

-¿qué?… claro que… claro que no – negó instantáneamente después de haber reaccionado ante la pregunta, los colores se le subieron al rostro y se quedó mirando al frente para tratar de guardar compostura, después de todo ganas no le faltaban… se golpeó mentalmente por sus pensamientos

- gracias a Dios – Kankuro soltó el aire que había estado aguantando, eso sí que era una buena noticia – más te vale no hacerlo

-creo que esa pregunta fue demasiado privada Kankuro-san… - el pelilargo estaba un poco aturdido, jamás se creyó que algo así le pasara, el hermano de su novio le preguntó eso… era un chiste ¿verdad?

-escúchame no quiero que mi hermano termine enredándose contigo hasta tales extremos – se sinceró el castaño de cabello corto, se relajó un poco al recibir la negativa

-usted no debe involucrarse en las decisiones de Gaara, es un adulto con voluntad propia

-¿acaso te lo ha pedido?  – en seguida Kankuro se tensó de nuevo, viniendo de su hermanito… no sería algo tan raro

-no… no lo ha hecho – Neji mantuvo su calma, aunque esa plática era demasiado incómoda

-no accedas bajo ninguna circunstancia – amenazó Kankuro

-creo que eso no le incumbe – contradijo el pelilargo, tal vez debería enfrentarse al mayor, así sabría que iba en serio – Gaara será el único que deba decidir eso

-acaso tú… escúchame somos hombres y comprendo que tengas necesidades pero…

-usted debe entender mejor que nadie que el tener sexo o no, es una decisión personal – ambos hombres se miraban con rabia, era una plática de adultos pero…

-usa protección…- soltó Kankuro con rudeza, y el otro lo miró confundido – no me mires de esa maldita forma… te lo repetiré idiota… debes usar condón, ¡acaso no entiendes imbécil! – estalló en furia ante la falta de palabras del noviecito de su hermano, él solo quería que Gaara fuera feliz y por nada del mundo dejaría que se embarazara de cualquiera, ¡no señor!

-creo que eso no me lo debe recordar – reaccionó Neji guardándose la vergüenza por tratar ese asunto con su… con Kankuro, su “cuñadito” – tengo suficientes conocimientos acerca de eso

-debes prometer que siempre usarás protección – exigió, había entendido que el tal Neji era un hombre de palabra y cumplía sus promesas, podía sacarle provecho a eso

-¿por qué? – Neji sentía que había algo oculto detrás de esa exigencia

-porque no quiero que… lo marques o algo así – gruñó molesto, faltó muy poco para que le revelara la verdad

-entonces debería prometer eso… - Neji recordó algo, uno de sus alumnos era… doncel – ¿hay alguna razón especial para eso?

-no… solo que, estoy tratando de proteger a Gaara

-lo prometo – accedió Neji, tal vez estaba equivocado pero si lo pensaba un poco Gaara tenía facciones algo delicadas, contextura delgada no era mucho pero… eran claros indicios de un doncel

-no rompas tu palabra Neji – de alguna forma eso calmó a Kankuro, al menos por el momento – bueno eso es todo, me voy ahora, necesito terminar algunas cosas

-Kankuro-san… - ¿debía preguntarle?, desechó la idea, si en realidad Gaara fuera doncel, su hermano lo negaría rotundamente, tal vez para protegerlo o por vergüenza, de cualquier forma Neji lo entendía, ser doncel no era fácil, la sociedad estaba en su contra – no dañaré a Gaara, puede estar seguro de eso

-bien…- se retiró del lugar con prisa, no quería seguir discutiendo ese tema, fue demasiado incómodo aunque al final logró su objetivo

 

 

Neji se quedó en la banqueta pensando un poco, si Gaara era doncel… eso explicaba la contextura un poco delicada del menor, y también la sobreprotección de sus hermanos, era la primera vez que se planteaba esa posibilidad, tal vez debería preguntárselo al propio Gaara, aunque algo le decía que ni siquiera él lo sabía con seguridad, bueno para Neji eso no era ningún problema, por el contrario estaría feliz de formar una familia con el menor pero eso aún era una posibilidad, era demasiado pronto para hacer planes a futuro

 

 

Kankuro llegó a su casa con un aura relajada, hace poco que se había reconciliado con Temari y ahora la mansión estaba más calmada, sin discusiones el ambiente se ponía más tranquilo, pero no se quedó mucho tiempo, solo se cambió para enseguida dirigirse a la oficina, en el camino pensaba en Gaara cuando eran niños, cuando decidió volverse pintor, cuando se presentó en una exposición por primera vez, sonrió con ternura al recordarlo, estando solo en el ascensor se dio el lujo de sonreír abiertamente sin que nadie lo mirara, solo podía relajarse así con sus hermanos, ante los demás jamás mostraría su lado débil, había aprendido que las personas solo te tienen confianza cuando tu personalidad es sólida y no muestras debilidades, era una máscara pero le había funcionado durante años y lo había sacado adelante, aunque el único que había roto sus defensas era Sasori y eso le frustraba

 

 

Al salir de su ascensor fue bien recibido por su secretaria e informado que tenía una visita esperándolo, ingresó con cierta duda y si… el Akazuna estaba observando por su ventana, la misma que daba a la ciudad, tenía algo en sus manos y… se tensó al reconocer sus exámenes, los había olvidado

 

-¿Qué hace aquí Akazuna-san? – se acercó rápidamente para enfrentarlo y de paso arrancharle los papeles – no debería husmear los documentos ajenos

-Kankuro-kun me alegra verte- sonrió seductoramente acercando su rostro pero el otro se giró para alejarse y proceder a cerrar la puerta de su despacho, casi se le olvida y de paso revisar los documentos

-¿los leyó?- los nervios del castaño estaban a flote, sería una desgracia que los hubiese descubierto – eso es una falta de respeto a mi privacidad – se quejó mientras una pequeña sonrisa se mostraba en sus labios ya que el examen en donde indicaba su doncelismo no estaba, tal vez ese si lo guardó bien

- yo también estoy preocupado por tu salud – el pelirrojo tomó un aire serio – no has estado muy bien últimamente y por eso vine a ver que ocurría contigo

- eso no le incumbe – el castaño se sentó frente a su escritorio para proceder a guardar sus exámenes y alegrarse al ver el documento faltante en el fondo del cajón – mi estado de salud es bueno, ahora que ya lo sabe puede retirarse

-no me creo eso Kankuro, acaso crees que no me he fijado en tu estado esta última semana

-¿estado? , no entiendo a qué se refiere

- has estado muy distraído, depresivo podría ser la mejor palabra para describirte

- he tenido algunos inconvenientes familiares, pero ya están resueltos, si ya está contento con la respuesta le exijo que se retire – gruñó Kankuro, quería estar solo en ese momento, quería relajarse un poco antes de empezar con sus labores

-¿ya has comido? – preguntó el pelirrojo con interés, últimamente Kankuro se veía pálido y eso le interesaba

- no tengo… -  trató de negarse pero su estómago no estaba de acuerdo y el ruidito hizo que se sonrojara

- algo me dice que tienes hambre -  se rió bajito al ver la vergüenza del otro – saldremos a comer algo – tomó a Kankuro de la muñeca y literalmente lo arrastró fuera de la oficina

- acaso no le dije que me dejara en paz -  se quejó el castaño en el camino, aunque al sentir el aroma de uno de los restaurantes cercanos dejó de hacerlo y en vez de ser arrastrado, él mismo se encaminó al lugar en donde su olfato le decía que era excelente – quiero entrar aquí -  no esperó que le otro respondiera e ingresó de inmediato, en verdad tenía ganas de comida italiana

- ¿así que te gusta este tipo de comida? – el pelirrojo disfrutó al ver al más joven pedir una mesa para dos y el menú del lugar, al cual le ponía demasiada atención, al estar sentados en la mesa pudieron relajarse u poco

- no me gusta, solo se me… antojó – se quedó helado al escuchar sus propias palabras, era verdad simplemente se le antojó y no pudo evitar entrar al lugar y las palabras de su doctora retumbaron en su cabeza “los donceles que quedan en estado son aún más sensibles a los cambios hormonales, pueden tener estragos incluso una semana después de haber concebido, en verdad es una característica muy interesante”

-así que tú también tienes esa clase de antojos, eso es adorable – sonrió el pelirrojo captando la atención del otro que parecía haberse encerrado en su mundo

- deje de decir esas cosas – Kankuro se tuvo que controlar, no perdería el control en ese momento, no enfrente de… del padre de su hijo, ahora no tenía dudas, era un desastre, ¡estaba empezando a tener antojos! – solo quise probar la comida de este lugar

- me parece bien – el pelirrojo estuvo satisfecho al poder al menos compartir un almuerzo calmado y sin discusiones ya que Kankuro se veía más interesado en degustar el platillo que en ponerle atención - ¿te gustó?

-si… - Kankuro se sonrojó levemente al sentir la mirada intensa de su acompañante. Al terminar tuvieron una pequeña riña por decidir quién pagaría la cuenta, claro que el pelirrojo terminó ganando y el otro solo lo ignoró y salió del sitio maldiciendo entre dientes, al verse tratado como una “señorita”, al demonio con todo, jamás se involucraría con el pelirrojo ¡JAMÁS!

Pero ahora… debía pensar en su estado, aunque era demasiado pronto para asegurar que estaba embarazado del pelirrojo, solo lo confirmaría con un examen y por ahora no podía hacerlo, debía esperar un poco más, así que trató de relajarse y no pensar en eso, estaba tan distraído que no se fijó que había tomado el camino equivocado a la oficina y sin saberlo se dirigió a un parque, solo cuando una hoja se posó en su cabello reaccionó

-¿acaso no te fijaste? – se burló el pelirrojo quitándole la hojita con cuidado

-porque demonios no me dijiste nada – reclamó con disgusto, ya se le hacía raro que el pelirrojo se mantuviese callado por tanto tiempo

-quería ver a donde me llevabas

-llevarte… no me jodas, debemos volver a la oficina – se giró para irse pero el otro lo tomó de la muñeca arrastrándolo de nuevo  -  acaso no sabes que odio que alguien me ordene hacer algo – se zafó del agarre con brusquedad – deberías saberlo ya

-me has estado tuteando desde hace un rato y no pude resistirme – aclaró el pelirrojo – por eso no te advertí que tomabas el camino equivocado, quería ver hasta donde llegabas

- pues fue un error – Kankuro sintió algo, al observar la mirada llena de ternura que le brindaba por segunda vez el pelirrojo quien sonreía de manera sincera – podría dejar de sonreír así, me pone nervioso

-de nuevo me tratas con formalidad -  suspiró el pelirrojo – me gusta más cuando no eres tan formal, mi nombre saliendo de tus labios suena tan…

-¡silencio! – Interrumpió el otro – estamos en medio de un parque y usamos traje, con un demonio, no sabe que todo el mundo nos mira

-entonces cambiemos de lugar, descansaremos un poco – el mayor de nuevo lo jaló hasta llegar a una zona apartada y se adentró entre los árboles del lugar

-espere un momento, no quiero quedarme a solas con usted – se quejó al verse acorralado en un árbol – es demasiado peligroso- susurró

-Kankuro no deberías sentirte en peligro, yo no te haré daño, por el contrario – acercó el rostro hacia el más joven – quiero tu bien – se alejó de inmediato apreciando los ojos cerrados con fuerza de Kankuro – puedes relajarte, no te haré nada

- ¿eh?... – Kankuro abrió sus ojos observando la lejanía, ¿era broma? No lo iba a atacar, ¿en serio?

-a menos que tú quieras – sin importarle su atuendo se sentó en medio del césped – siéntate, relájate un rato, volveremos a la oficina después

- bien – el castaño estaba aturdido por el extraño comportamiento del otro – ¿te encuentras bien? – Preguntó con dudas – generalmente no desaprovecharías ninguna oportunidad para acosarme

- si quieres puedo hacerlo Kankuro

-no gracias, así estoy bien Sasori

-pero deja de tentarme o no resistiré – le sonrió con picardía

-¿tentarlo?

- tu rostro sonrojado me parece adorable – Kankuro ni siquiera se había fijado que estaba avergonzado, entonces solo se sentó sin decir nada y disfrutó de la quietud del lugar, hace mucho que no se sentía tan tranquilo y a su vez era la primera vez que el pelirrojo no intentaba nada raro, se sintió cansado de pronto y sintió sus ojos pesados, se estaba quedando dormido y sin poder evitarlo se apoyó en el hombro ajeno con delicadeza – Kankuro, tú me gustas – las palabras del pelirrojo lo hicieron despertar y alejarse

 

-pero que estás diciendo – Kankuro lo vio a los ojos y no dijo nada más se quedó quieto admirando el pequeño brillo que se mostraba, ni siquiera se apartó cuando el otro se acercaba lentamente, fue besado con calma, de forma dulce, tranquila, no reclamó nada y dejó que el otro siguiera… por alguna razón se sentía bien, se sentía amado… el castaño correspondió algo dudoso imitando los movimientos ajenos e incluso permitiendo que el otro ingresara su lengua y lo invitara a jugar, sintió sus mejillas arder cuando suspiró ante la primera caricia en su espalda, pero no se apartó y dejó que Sasori siguiese, fue algo diferente

 

- ¿no te quejarás? – Preguntó Sasori al separarse y el otro solo negó con la cabeza – entonces me aceptas

-no…

-ya me lo esperaba -  sonrió el pelirrojo

- tómelo como agradecimiento por alejarme de los problemas por un momento – se excusó Kankuro mientras se levantaba – pero ya terminó, así que me voy

 

Sin ver atrás se alejó del lugar, solo escuchó los pasos cercanos del pelirrojo, ¿qué había pasado ahí? ¿Por qué no se alejó? Y por el contrario… lo disfrutó. No hablaron del tema y retomaron su rutina diaria, Sasori sabía bien que no podía apresurarse, al menos estaba feliz por haber progresado un poco

 

 

 

Continuará……

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hice un capítulo centrado en Sasori, creo que se lo merecía ya que muchas cosas pasarán ^_^

 

Tengo una advertencia antes de olvidarme

Soy una escritora malvada >_<  generalmente me encanta hacer sufrir a mis personajes y hacer de su vida un mar de lamentos pero al final me decido por un final feliz, este es el primer fic que escribo con temática romántica y me he estado esforzando mucho..... pero no me pude resistir y le añadiré un poco de drama, alguien me dió la idea, puede que en los siguientes capis me odien pero al final valdrá la pena, no seré tan cruel como suelo serlo pero... tendrán que sollozar un poco, bueno al menos yo lo hice jajajaja

Tengo adelantados unos 4 capitulos creo y me gusta como va la historia, pero creí que mejor se los advertía primero

Si tienen alguna sugerencia o critica, petición o algo que crean que necesito aumentar pueden decirmelo en un review, me harán feliz con sus sugerencias

Sin más que decir me despido y estaremos leyendonos en el siguiente capi

BESOS!!!


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