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¿Cuántas veces…? 6927 two-shot por Tokyo Fujioka

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Notas del capitulo:

no me he muerto, entre a la universidad que es peor :'v

un milagro ha ocurrido y he vuelto para actualizar esta cosa XD en realidad la continucacion la subi a wattpad y ya no tuve oportunidad de hacerlo aqui y pues la verdad que verguenza :'v

como sea ya mucha palabreria mejor disfruten la continuacion

Habían pasado un par de meses desde que Sawada Tsunayoshi había suspirado, no es que su mano derecha se la pasara viendo todo lo que hacía… bueno si, asi que inmediatamente demostró su preocupación por su jefe y amigo.


-decimo ¿se encuentra bien? – interrogo con preocupación la tormenta mientras miraba al mencionado


-estoy bien Gokudera-kun- respondió tranquilo el castaño mostrando una pequeña sonrisa que no convenció en absoluto a la dramática tormenta quien no dudo en detener su caminata, siendo imitado en seguida por su jefe


-decimo, mas que su mano derecha soy su amigo y me gustaría que me tuviera la confianza suficiente para compartir sus problemas- expreso con seriedad el chico


-lo siento Gokudera-kun- se disculpó, dándole a entender al peli plateado que no diría mas -la verdad no sabría explicarlo, me siento un tanto intranquilo y no es mi super intuición, es algo mas personal- la tormenta estaba por pedirle al chico que se detuviera sino quería hablar de eso, sentía que lo había forzado, sin embargo el castaño respondió más rápido -solo necesito decírselo a alguien- esas palabras bastaron para que el chico experto en dinamita se llevara al mas bajo por el camino contrario a la escuela, cabe decir que no se negó y se dejo llevar por su mejor amigo


Pasados unos cuantos minutos llegaron a un parque que a esas horas del día estaba perfectamente solo para poder hablar sin problemas, la tormenta sentía que posiblemente seria para largo, había notado como el decimo en pequeños lapsos de tiempo parecía perdido, pensativo, algo lo afligía eso era seguro y el como mano derecha y mejor amigo del castaño lo escucharía, sin embargo como el paranoico que era su mente ya había imaginado muchas horribles situaciones en las que el chico a su lado peligraba de muchas formas.


-no se como comenzar- fue el irónico comienzo del castaño  


-tome su tiempo decimo- despreocupo el más alto dándole una pequeña sonrisa


-he suspirado tantas veces, muchas de esas sino es que todas, siento que se me sale una parte del alma- continuo en un susurro, preocupando mas al chico frente a el


-decimo…- el mencionado negó para no ser interrumpido


-al principio para mí era difícil aceptar algo como esto- suspiro pesadamente- yo siempre creí que mi amor por Kyoko-chan seria hasta siempre- sonrió -me equivoque, empiezo a creer o mas bien a notar que eso nunca fue amor, sino admiración, era prácticamente la única persona que no me trataba como un perdedor ni con lastima, me trataba como a cualquier persona- soltó una pequeña risa -le aprecio mucho, pero nunca de ese modo- callo unos segundos


- ¿usted esta enamorado? -interrogo su mejor amigo, sorprendiendo de algún modo al castaño pues no pregunto mas


-si…- fue la única respuesta del chico menor, no había mucho que responder -es ahí donde viene el problema- paso saliva


-el estar enamorado puede ser muchas cosas- sonrió mirando a su amigo -pero no lo puedes volver un problema-


-Gokudera-kun- susurro para sonreír -supongo que tienes razón, yo lo considere un problema porque…- dudo -me enamore de un chico- finalizo con un tenue rubor esperando el rechazo de su amigo que nunca llego


- ¿y que con eso? -indago el de cabellos claros -a usted le gusta y usted tendrá la relación, al final al único que afecta es a si mismo- dio su punto de vista


-incluso asi, no podría pasar- soltó una risa amarga -el no me aprecia de esa forma, o al menos eso me da a entender-


- sino es mucho indagar decimo ¿de quien se trata? – miro al mencionado expectante


-Rokudo Mukuro- dijo en apenas un susurro, pero lo suficiente para ser escuchado, por el contrario


-asi que eso era- sonrió el alto -creo que no esta totalmente perdido- hablo de forma bastante tranquila para pensar que realmente era la tormenta


- ¿Qué quieres decir? – interrogo el líder mirando con confusión a la tormenta


-con todo respeto decimo, no puedo decir más, hay cosas que se tienen que descubrir por cuenta propia- respondió apenado mientras arrancaba unas cuantas hojas del pasto -ya que estamos con esto, debo confesarle que- al parecer el también dudo y jalo con mas fuerza las pequeñas hojas -estoy saliendo con Belphegor de Varia- soltó de forma rápido mirando el piso, fue algo bastante tierno a los ojos del decimo


-me alegra saber eso- expreso con genuina felicidad colocando su diestra en el hombro del contrario -espero sea muy feliz con el- deseo con dulzura mientras el otro chico dejaba de torturar el pasto y miraba a líder con los ojos vidriosos


-gracias decimo- y sin decir mas se abalanzo sobre el dándole un abrazo tanto de felicidad como consuelo


-lo mismo digo Gokudera-kun-  contesto para corresponder el abrazo mientras sentía una ligera ráfaga de viento la cual elevo las semillas de un diente de león que se encontraba cerca, el de ojos miel solo pudo pedir a la flor “que por favor corresponda mis suspiros en su nombre” y volvió a suspirar


-creo que va siendo hora de irnos- sugirió el albino apartándose un poco del capo, mirando que este se veía mas relajado 


-estoy de acuerdo- acepto con una sonrisa al tiempo que se ponía de pie al igual que su acompañante y caminaban tranquilamente de regreso por donde habían llegado


~~~~~~~~~~~~~~~~


 


-quisiera verte- susurraba entre las cuatro paredes de su habitación un chico de cabellos castaños, quien miraba el blanco techo como si este tuviera las respuestas del universo, pero solo crecían mas interrogantes dentro de él, aun recordaba esa ultima vez que vio a Mukuro, cuando Lambo del futuro había cambiado a la niebla por el del futuro y descubrió su trágico final, esa vez se sintió tan cercano a la niebla como nunca antes y creyó que desde ese día se volverían mas cercanos, pero al contrario de lo esperado ya no lo volvió a ver y se sentía preocupado, no había vuelto a pasar nada extraño desde esa vez, no sabia si sentirse tranquilo o lo contrario por eso, pero definitivamente tumbado en su cama leyendo mangas y mirando el techo no cambiaría la situación, además seguramente Reborn aparecería en cualquier momento a tirarlo de la cama a patadas o en el peor de los casos a explosiones, asi que sin mas demora se levanto y cambio su típico uniforme por una camisa naranja a manga corta y cuello en V con el numero 27 estampado tanto al frente como en la espalda combinándolo con un pantalón azul y una zapatillas deportivas color blanco ¿A dónde iba? Quién sabe, pero cualquier lugar era mejor que seguir sofocándose con preguntas que no respondería dentro de el desorden al que llamaba habitación.


 


Habían pasado alrededor de 30 minutos y de forma inconsciente el castaño quien creía erróneamente caminaba sin rumbo se dirigía a la tan conocida kokuyo School, debió haberlo intuido después de todo, aunque muchas veces lo neguemos el inconsciente sabe lo que quiere y en este caso él quería ver al chico de ojos monocromáticos. Volvió a suspirar. Comenzaba a volverse un habito. Se adentro a la escuela de forma tan tranquila sorprendiéndolo un poco, siempre fue un miedoso y la escuela aparte de abandonada era el refugio de los ¿amigos? De la niebla con quienes no había interactuado mucho, sentía algo de presión, pero no miedo, cosa que lo motivo a seguir adelante.


Alrededor de 10 minutos de seguir con su recorrido paro en seco al ver a alguien acostado en un sillón algo viejo dentro de lo que sería la dirección, su intuición lo decía, pese a que no era necesario, ahí estaba, Rokudo Mukuro durmiendo, impasible, con su semblante despreocupado y tranquilo, volvió a suspirar, aunque esta vez de alegría ¿ahora qué? El solo quería verlo y lo hizo, entonces ¿debía irse? Quería dar la vuelta y marchar, sin embargo, sintió un golpe en su interior donde debía estar su corazón. No. El no re iría tenia que hablar con la niebla, sino lo hacía ahora nunca lo haría, incluso si terminaba destrozado, cualquier cosa era mejor que seguir suspirando pensando en alguien que simplemente desapareció. Volvió a suspirar. Era hora de ser claros, fuera cual fuera el resultado ¿Qué mas daba? No existía una relación tan profunda que perder a diferencia de los profundos sentimientos que desarrollo, si lo lastimaba al menos estaría en paz independientemente del dolor de ser rechazado al menos habría dicho lo que tenía, se giró encarando a su guardián que se encontraba cómodamente acostado, dio un respiro y un suspiro mas caminando a su dirección sintiendo las manos tanto hormiguear como sudar a escasos centímetros del mueble abrió la boca para hablar.


-si abriste la boca para volver a suspirar es mejor que la vuelvas a cerrar- escucho la voz del chico frente a el aun adormilada y seguía con los ojos cerrados


- Mukuro- lo llamo el cielo con cierta sorpresa


-ese soy yo Vongola- respondió abriendo su ojo cian y mirando al castaño para seguidamente sonreír con burla - ¿Qué se le ofrece? – interrogo sin rodeos mirando al chico tensarse


- ¿Dónde habías estado? – cuestiono tratando de mantenerse serio, jugando con uno de sus dedos


-hasta donde yo se no tengo porque darte explicaciones ni ubicaciones, no eres nadie para pedirme ni preguntarme nada- respondió seriamente abriendo ambos ojos y mirando al chico frente a él, Tsunayoshi se sintió terrible con esas palabras, era cierto, pero el chico frente a él nunca había sido osco para decir las cosas, aun asi no se rendiría. Suspiro. -creí haberte dicho que--- pero fue interrumpido


-me iré de aquí una vez haya dicho lo que tengo que decir, asi que no me interrumpas si tanto deseas que me vaya-  claro y conciso el decimo hablo con autoridad su contrario solo pudo asentir algo sorprendido por ese repentino cambio de actitud -bien, tienes razón ni yo soy nadie para ti y mucho menos significo nada, yo fui un tonto al creerme todo lo que me dijiste antes, tu ¿apreciarme? Por favor, solo alguien tan ingenuo como yo pudo creerlo, aunque existía algo mas por lo que yo lo creí… no, por lo que quise creerlo- respiro profundamente en ningún momento había apartado la mirada de la de su contrario, se dio cuenta de las lagrimas que caían de sus ojos, pero no hizo nada por detenerlas o limpiarlas ¿para qué? En ese momento su apariencia importaba tanto como la hora -creí saber lo que me dirías, me equivoque probablemente, eres cruel, sarcástico, esquivo, te gusta jugar y burlarte de las personas, no te tomas la mayoría de las cosas en serio, juzgas a los demás desde el principio y sueles buscar peleas en todos lados- no se dio cuenta cuando había empezado a levantar la voz, vio a su guardián fruncir el ceño y levantarse al parecer listo para refutar todo lo que dijo- ¡no te atrevas a hablar! -grito dejando en claro que no aceptaría su intervención esta vez, el chico con expresión frustrada accedió volviéndose a sentar -y aun sabiendo todo eso vi cosas buenas en ti ¡y no! No fue porque sea tonto o ingenuo- suspiro – existen cosas buenas en ti, incluso si lo dudas o lo quieres ocultar, sonara ridículo para ti y quizás te rías, después del incidente con Lambo creí que al menos me apreciabas y las cosas cambiarían entre nosotros- sonrió con cierta amargura -pero me canse de esperar, estoy dispuesto a todo y he apostado todo ahora… yo… te amo- susurro lo suficientemente fuerte, sintiéndose algo cansado por todas las emociones, había dicho lo que tenia que decir, el contrario no dijo nada aunque el contacto visual no se rompía a diferencia del corazón del menor, le dio una sonrisa entre lagrimas y se dio la vuelta dispuesto a irse, se sentía tranquilo, hizo lo que tenia que hacer


 - ¿Cómo se supone...? -escucho detrás de el pero no quiso seguir prestando atención, sintió un agarre en su mano y giro rápidamente encontrándose al guardián de la niebla con una pequeña sonrisa y los ojos algo nublados - ¿Cómo se supone que me aleje de ti para protegerte si me dices todo esto? -termino la pregunta tomando al castaño en un inesperado abrazo, como si fuera el ultimo Tsunayoshi también se aferro a su espalda escondiendo su rostro en el pecho del mas alto -no veo el futuro, pero podía asegurar que tu muerte la pude evitar o incluso causar, no quería perderte, diez años parecen mucho pero no lo son, me desespere, me doy cuenta que soy un estúpido, tu eres fuerte y mas valiente que yo me lo has demostrado siempre y hoy lo hiciste de nuevo- el décimo sintió unas suaves caricias en su cabello – soy muy bueno para huir y lo intente, pero de ti no pude huir, te escuche suspirar una tras otra vez susurrando, diciendo mi nombre, llamándome en cada uno de tus suspiros, no podía escucharte una vez más sin sentirme culpable- separo un poco al chico volviendo a tener contacto visual- te prometí protegerte, esta vez te juro que lo hare y no solo como guardián- se inclino acercando su rostro al del contrario mirando como sus acaramelados ojos se cerraban con lentitud y sus respiraciones se volvían una sola, probo aquellos labios que tanto había anhelado y no solo una sino varias veces se besaron, de forma lenta y dulce conociendo los labios del contrario, cambiando la posición del abrazo las manos de Rokudo pasando a la cintura del chico menor y las de este a la nuca del peli morado,  ¿Cuántas veces lo había llamado? Mas de las que podía recordar y ¿Cuántos suspiros dio Tsunayoshi en su nombre? Mas de los que pudieran contar, eso ya no importaba ahora estaban juntos y asi seguiría, la niebla reparo el error que cometió antes y el que los llevaría a ese terrible desenlace, esta vez nadie los frenaría, se amarían plenamente, como no pudieron hacerlo


-achu- estornudo el más bajito haciendo reír a Mukuro


-oya que forma de cortar el beso y el momento Tsunayoshi- sonrió con burla dándole un beso en la frente y pasando su nariz por la fina del de ojos caramelo imitando un beso esquimal -estas frio- rio quitándose su chaqueta y entregándosela al bajito -por hoy fue suficiente- tomo la mano del jefe -te acompañare a tu casa- y sin esperar respuesta camino con el chico a su lado, pasando a un lado de Chrome quien solo hizo una reverencia a ambos y dándose cuentas de la situación sonrió enternecida


-al fin el llamado que se daban entre ellos había sido respondido- susurro la del parche a la pared


-los mocosos si que se complican- respondió Reborn saliendo de entre las sombras de la pared -es momento de que me vaya, iré a burlarme de mi dame-alumno- sonrió con burla y alivio saliendo del lugar


 


-ah- se escuchó un suspiro tranquilo de parte del decimo


-oya, creí que pararíamos con eso Tsunayoshi- se burlo la niebla, pero prefiero que suspires asi si piensas hacerlo seguido- apretó el agarre en la mano del chico con una sonrisa, nadie se lo arrebataría esta vez ni siquiera sus inseguridades que ahora estaban desechas, ahora ya no contarían llamados, solo vivirían amándose mutuamente -te amo- hablo sin pensar


-yo también te amo- respondió con una sonrisa feliz el mas pequeño

Notas finales:

y con esto definitiva cerramos este ahora two-shot <tres espero les haya gustado y como ya saben, sus comentarios, sugerencias, dudas, mentadas de madre, amor, odio, pepinos, tomates, declaraciones de amor, muerte, guerra, etc, etc, seran bien recibidas

espero nos veamos pronto :'v

nos leemos

bye-bee~~~


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