Todo parecía estar muy tranquilo; pero poco a poco se empezó a ver una pequeña luz, cosa que llamo la atención de Emilio, era una mansión abandonada, Emilio observo el pequeño y casi tenue resplandor que venía de un sótano, hasta que se pudo divisar la sombra de algo junto a la pequeña luz, eso bastó para que el corazón de Emilio latiera a mil, ¿y a quien no?
Si te dicen que en esa mansión hay fantasmas ¿Qué arias? Emilio cerró los ojos fuerte mente sin darse cuenta de que la sombra pertenecía a Alfred, quien se encontraba encendiendo algunas linternas de velas para de una vez despertar a su querido Arthur.
Pov. Emilio:
Hay dios, no quiero ver un fantasma, no, no y ¡no!, ¿Por qué tenía que aceptar el reto?- me decía en mi mente, esto se salió de control, quizás este es mi fin, no quiero morir… o peor aún… ser maldecido por el fantasma, pero, pero… ¿Qué are?, esto me preocupa, y estoy completamente seguro que mis padres se preocuparan al no verme en la cama. No sé qué hacer… lo único que puedo hacer por ahora, es rezar para que no me encuentre el fantasma
Todo se mantiene en silencio, hasta que empiezo a oír unas voces, pero… ¿Cómo? Se supone que aquí no hay nadie…. Amenos que sean los fantasmas, me mantengo en silencio para oír mejor de lo que hablan, puesto que por lo visto aún se percatan de mí presencia.
Alfred: hoy me toca cocinar…. ¿te parece algo de pescado?
Arthur: si… pero con papas por favor
Alfred: por cierto ¿hace cuánto comiste?
Arthur: emm…. –hace unas pequeñas cuentas- creo que hace dos semanas… creo
Alfred: que raro a ti nunca te fallan las cuentas… o los días
Arthur: ¡y que esperabas si a cada rato me andas hostigando incluso cuando como!
Alfred: oh~ bueno la próxima que andes comiendo adiós besitos
Arthur: por favor…. Gracias
Ok, todo esto me confundía, ¿desde cuándo un fantasma come pescado con papas?, y… tampoco deberían de oírse pasos… y también, estos supuestos “fantasmas” se oían como pareja… así como mis padres, quizás… si habitaban esta mansión… unas personas muy antisociales. Por un momento creí que estaba a salvo de lo que fuera que habitara esa mansión, hasta que.
Arthur: Alfred, ¿no te llega un olor extraño?
Alfred: ¿eh? –Inhala leve- ahora que lo mencionas si…
Escuche los pasos acercare, y eso hizo que mi corazón latiera a mil, de pronto sentí algo alumbrar mi cara y de ahí pude sentir como me jalaban, así que por el sus grite todo lo que pude, pensando que eran los fantasmas o algo por el estilo hasta que me sentaron en una silla con brusquedad, lo que me obligo a abrir los ojos y ver a dos personas, uno alto de ojos azules y… ¿un mechón en la cabeza? Y otro más bajo, de ojos verdes y unas cejas que cubrían casi la mitad de su frente… ambos con piel muy blanca.
Pov. Normal:
Arthur estaba total mente encolerizado, y como obvia respuesta a que un joven humano estuviera ahí, solo había un culpable – ¡Alfred! – grito enojado
Alfred: ¡yo no hice nada lo juro! –dijo el más joven alzando levemente las manos en señal de rendición
Arthur: Alfred NO mientas, cuando te digo que no agás algo es que NO lo debes de hacer, pero nunca piensas en tu seguridad ni en la mía y haces lo que se te venga en gana
Alfred: Arthur te juro que yo no me acerque
Arthur: como si no te conociera – dijo molesto por la actitud del vampiro más joven
Alfred: enserio… soy inocente
Emilio: emm… d-disculpen… pero no entiendo de que hablan –menciono completamente confundido, ¿Quiénes eran ellos? Se preguntaba, además por lo que veía ellos no tenían aspecto de fantasma o algún espectro.
Arthur: bueno, creo que lo único que nos queda es matarlo –usando una voz tenebrosa y un aura asesina, Arthur término espantando tanto a Emilio como a Alfred.
Pero Alfred tenía un pequeño as bajo la manga, o bueno promesa bajo la manga, así que termino por hacer desistir a Arthur con matar al niño, y así saber cómo es que Emilio termino adentro de la mansión, dejando en claro que Alfred no mentía y que era el más inocente en este caso. Pero eso no quitaba una duda de la cabeza de Emilio.
Emilio: disculpen pero… ¿Quiénes son ustedes?, se supone que nadie vive aquí –dijo curioso y a la ves un poco sereno, puesto que sabía que estaba tratando con unos adultos.
Arthur: eso es algo que no…
Alfred: yo soy Alfred y el cejudito acá es Arthur –se señaló así mismo y después a Arthur, ignorando por completo el haber interrumpido al mayor de todos
Arthur enojado por lo mal educado que fue Alfred termino dándole un zape y una llamada de atención por la falta de respeto.
Emilio: mucho gusto, yo soy Emilio… no es por molestar pero, en verdad quiero volver a casa –dijo lo más respetuoso y gentil que pudo ser ante un par de extraños… o bueno casi extraños.
Arthur: … ok pero te vas con cuidado –dijo serio y sin importancia
Claramente Alfred noto que Arthur ni se percató de la tormenta que estaba haciendo afuera, así que le menciono a Emilio que podría irse en cuanto la tormenta se calmara, mientras el estaría con ellos. Cosa que no le agrado a Arthur, pero por caballerosidad termino por aceptar.
Pov. Alfred:
Que bien, por cosa del destino Emilio el hijo de la familia que me interesa está aquí… que emoción, en cuanto pueda le preguntare como lo hacen…. No esperen, sería más fácil preguntarle a sus padres…tengo que ser muy cuidadoso porque ni no Arthur me mata. Con cuidado ago la comida mientras Arthur prende más velas para que Emilio pueda ver, por suerte a nosotros no nos lastima, o almenos no tanto.
Alfred: ¿ahora puedes ver mejor Emilio? –dije al llegar al comedor, ya que Emilio se había sentado para no andar caminando casi a ciegas.
Emilio: si, muchas gracias a los dos… pero si ustedes no son fantasmas entonces ¿qué son? –pregunto con curiosidad a lo cual mira a Arthur antes de decir cualquier otra cosa, antes de recibir otro castigo. Al no recibir respuesta me decidí a decirle, claro con un poco de chantaje por seguridad…. Creo.
Alfred: ¿prometes no decirle a nadie? –dije confiado, después de todo me cae bien Emilio
Emilio: si lo prometo – dijo seguro y con intenciones de no dejarnos en paz
Alfred: Arthur y yo somos vampiros así que ni se te ocurra decirle a alguien de nuestra existencia en este pueblo –dije en un tono normal, total lo único que podía pasar es que gritara o…
Arthur: oh si no te chuparemos toda la sangre de tu cuerpo, así que boquita cerrada es mejor -dijo Arthur serio y amenazador
Emilio: no… de hecho me llego la idea, pero no quise hablar antes de saber –dijo de lo más tranquilo, cosa que me sorprendió.
Alfred: ¿no nos tienes miedo? –dije dudoso, puesto que es muy raro encontrar a gente así
Emilio: bueno un poco… pero ya que no me hicieron daño desde un principio pues… no –dijo muy calmado…. ¡¿CALMADO?! ¡¿Quién puede estar calmado cuando se topa con vampiros?! ¡Somos unos muertos vivientes!
Arthur: ¿entonces no le dirás a nadie de nosotros verdad? –dijo sacado de onda Arthur… algo muy creíble ante esta situación
Emilio: bueno pues no además nadie me creerá si les digo eso… me tomaran de a loco y empeoraría mi situación de peor a extra peor –dijo desanimada mente
Recordar lo que nos había dicho Françoise de Emilio me había hecho sentir mal… así que sin dudarlo le dije – si ese es el caso seamos amigos –
Emilio: ¿enserio, serian mis amigos? –dijo emocionado
Arthur: ¡Alfred! ¿Pero qué disparates dices? –dijo Arthur completamente asustado y exaltado por lo mencionado
Alfred: solo así lo podremos vigilar Arthur no te enojes – dije de lo más tranquilo
Arthur: ¡¿pero cómo se te ocurre hacer eso?! – Arthur se me fue acercando… más que nada para hablarme bajo, eso sí me sorprendió de Arthur ya que según él es descortés –olvídate de la vigilancia ya te he dicho que no ay que confiar en NINGUNO –dijo completamente asustado
Mire de reojo a Emilio pero él estaba entretenido en su comida así que acerque a Arthur y le deposite un beso en sus labios, fue rápido ya que Emilio estaba presente, aunque eso fue más para calmar a Arthur que por lo general, funciona muy bien
Alfred: cálmate Arthur, podemos confiar un poco si vemos que ocurre algo que nos ponga en peligro huiremos antes de lo que se imaginan… ya lo hicimos una vez recuerdas? –dije calmado y con voz baja para lograr calmar a Arthur, sencillo pero efectivo
Arthur: bien… pero tendremos que estar muy alerta –dijo al fin convencido y sonrojado
Alfred: no te preocupes… si algo sale mal puedes culparme todo lo que quieras –dije sonriendo leve pero con cariño hacia Arthur
Emilio: emm… disculpen –dijo interrumpiéndonos, cosa que provoco que tanto Arthur como yo volteáramos para poder mirarlo -¿ustedes son pareja verdad?
Eso nos dejó completamente helados a Arthur y a mí, aunque dado a la evidencia y el hecho de que Emilio está mucho más acostumbrado a ver este tipo de cosas por sus padres, eso creo yo.
Alfred: ¿eh?... la verdad si, ¿te molesta? –dije completamente normal pero por reflejo pude ver la cara roja de Arthur… enserio me encanta que mi lindo Arthur sea tan tsundere, lo malo es que al ser de ese tipo de carácter Arthur.
Arthur: ¡n-no te creas cosas erróneas! -dijo apuntando con el dedo índice a Emilio, no muy “educado” según Arthur.
Pero cada vez que alguien nos descubre, termina diciendo eso… cosa que causo una ligera discusión entre Emilio y Arthur, mientras yo solo intentaba imaginarme si sería más fácil de que Arthur exprese mejor sus sentimientos mientras esta debajo de mí mientras yo lo estoy…
Arthur: ¡Alfred, tu quisiste que el niño se quedara ahora es TU responsabilidad! –dijo Arthur sacándome de mis pensamientos, sin más asentí.
Emilio: tu novio es muy bipolar –dijo algo molesto pero comprensivo hasta cierto punto
Alfred: si algo… pero en realidad le caíste bien, es costumbre suya que diga lo contrario a lo que siente – dije calmado, dándole una de mis mejores sonrisas
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