Alejandro: eso lo veremos… el vampiro se sigue ocultando pero cuando llegue al poblado la primera muerte será la alarma, si es que el tal Arthur no llega primero a la matanza
Françoise solo miro al cazador antes de suspirar y caminar a su hogar -no tienes que quedarte en alguna posada, puedes venir a mi casa, no te cobrare nada - y con eso se dispuso a seguir su camino
Alejandro miro hacia el cielo notando ya como los rayos del sol empezaban a aclarar el mar azulado sobre todo el pueblo, sin más decidió aceptar la petición de Françoise, por esa vez el pueblo estaría aun a salvo, aunque mantenía en mente cumplir el favor del vampiro menor, no podía dejarlos vivir mucho pues el pueblo estará mucho más a salvo sin aquella pareja tan extraña
El día había estado llenos de incertidumbre pues se había corrido la noticia de que en el pueblo cercano un vampiro había atacado y asesinado a tres familias enteras, muchos estaban preocupados por lo que en cuando se enteraron de que Françoise había regresado una enorme multitud había ido con el preguntando que debían hacer para mantener a su familias a salvo, el sin dudarlo les indico las mejores protecciones que eran de lo más típico (ya saben las coronas de ajo, plata en forma de cruz en las ventanas y agua vendita en las puertas… bueno algo así )
Para el anochecer todo el mundo se había resguardado en sus casas, después de todo, nadie quería morir de una forma que la iglesia consideraba indigna (ya saben lo típico de que los vampiros los consideraban demonios o la creación de pactos creados con uno). Para cuando Arthur despertó noto que Alfred estaba algo inquieto… más de lo habitual
Arthur: Alfred sé que me estoces algo ¿Qué es? –dijo mirándole serio mientras se cruzaba de brazos
Alfred solo pudo mirarlo unos cuantos minutos por lo que solo suspiro, no le gustaba mentirle y tampoco deseaba que los mataran a traición de aquel cazador por lo que se levantó y le miro de forma seria – ¿quieres saber lo que te escondo?... bien te lo diré todo pero… no te enojes ¿sí?
Arthur solo asintió y escucho atentamente el plan de Alfred, pero entre más se enteraba más se asustaba, pues era un plan muy arriesgado e irresponsable por parte del menor, nada les aseguraba que viviesen – ¡¡¿ estás loco?!! ¿Cómo se te ocurre hacer una estupidez como esa? – la preocupación, desesperación y el miedo habían invadido por completo el cuerpo de Arthur cosa que lo obligo a levantarse y alejarse de Alfred
Cuando Alfred noto que Arthur estaba entrando en pánico se levantó y se acercó –Arthur tienes que calmarte todo está arreglado nada nos pasara lo prometo- le aseguro solo para terminar recibiendo una cachetada por parte de Arthur que logro alejarlo lo suficiente
Arthur: ¡NO ME TOQUES!... somos familia Alfred… somos pareja y a ti se te ocurre llamar al mejor cazador y tratar de aliarte con el… ¿es que no te das cuenta? Al final nos mataran y…. – sus ojos pronto empezaron a adquirir un brillo que hacía mucho no dejaba ver, lagrimas empezaron a inundar sus ojos y lentamente recorrían su bien detallado rostro – ¡CONFIE EN TI ALFRED! Y tu… tu…
Alfred no pudo más y en un solo impulso abrazo con fuerza a Arthur, este solo batallaba en alejarlo pero Alfred en ningún momento cedió - tranquilo Arthur cálmate, tienes que calmarte
Arthur: NO ME PIDAS QUE ME CALME! –el dolor era intenso, desgraciadamente su fuerza poco a poco fue cediendo
Alfred solo pudo besar al frente de Arthur –tienes que entender que no había otra alternativa… solo… tiene que conocernos bien para no hacerlo y ya verás… de cualquier forma no dejare que algo malo te ocurra Arthur lo prometo – con cuidado tomo del mentón a Arthur y le hizo alzar la mirad apara limpiar aquellas lagrimas que nunca pensó que sería lo que más le doliese, dolía más que cuando tocaba el agua bendita o la plata
Arthur solo se dejó hacer aferrándose a la ropa de Alfred –tengo miedo Alfred… no quiero morir… quiero seguir viéndote – menciono por lo bajo, aunque para Alfred fue un comentario de lo más abierto que pudo haber dicho Arthur
Alfred: tranquilo, estaremos bien ya lo veras – con una sonrisa abrazo de la forma más protectora que podía, pues nada ni nadie le separaría de su amado Arthur
Ambos disfrutaban del momento hasta que el sonido de golpes en la puerta les hizo separarse, Alfred se dirigió hacia la puerta de entrada a pesar de que Arthur no quería que abriera, ahí fue cuando Alfred recordó algo que no le había dicho aun a Arthur por lo que de forma rápida y apenada le menciono que por esa noche conocería al cazador pues había sido invitado junto con Françoise, obviamente Arthur no lo tomo muy bien, para cuando Alfred abrió la puerta ya tenía varios chichones en la cabeza y la marca de una muy fuerte cachetada en la mejilla que por lo visto había dejado una muy buena marca rojiza.
Alfred: perdonen la tardanza… Arthur… no está en el mejor estado de ánimo
Françoise: emm… si… que no se supone que es menos fuerte que tú?
Alfred: cuando no se enoja
Alejandro: bueno hay que seguir planeado ya se llegó el rumor de que el vampiro está muy cerca de aquí – con calma entro al lugar no muy convencido y llevando sus armas a la mano pues si el vampiro menor había logrado muy poco el verdadero dueño de aquella vieja mansión estaría bastante furioso
una vez adentro Alfred les ofreció unos cuantos bocadillos, cosa que sorprendió al cazador pues nunca había visto que un vampiro cocinara, sin duda esa pareja de vampiros desencajaba más y más contra todo lo que adquirió de experiencia junto a sus antecesores
Alfred: bueno iré por Arthur… siéntanse cómodos pero por favor no toquen nada… Arthur es un poco… receloso –con eso mencionado se retiró dejando a ambos caballeros en el comedor
Alejandro: entonces… como sabes que no intentaran matarnos estando aquí – cuestiono el cazador hacia Françoise
Françoise: porque los conozco… aunque Arthur puede llegar a ser un poco hostil no te atacar lo puedo asegurar… claro que no estará nada convencido si nota todas las collas que llevas escondidas para ir en su contra
Alejandro: hmp… pues se nota que en verdad fuiste cazador
-------------- mientras en la habitación de Arthur -----------------
Alfred: vamos Arthur tienes que bajar, si no sospecharan más – tratar de convencer al oji verde una alianza con un cazador no era tarea sencilla para el menor
Arthur: no, no voy a bajar… que no entiendes lo que planea es matarnos y tú le diste la bienvenida a un enemigo, siempre te dije que tuvieras cuidado con los cazadores y me sales con esto? –decía fúrico el mayor
Alfred: lo se Arthur pero no tenemos de otra… ese vampiro nos puede poner en riesgo a os dos y lo sabes…no podríamos enfrentarlo de día pero el sí puede
Arthur: entiende Alfred! Aunque nos ayude a derrotarlo en cuanto vayamos a dormir el entrara y nos matara a ambos… –replicaba el mayor
Alfred solo se acercó a Arthur y nuevamente le abrazo acariciando su mejilla –estaremos bien y el cumplirá su palabra - entendía el miedo de su pareja, pero estaba seguro que les dejaría vivir aunque eso significara irse a otro lugar
Arthur: confió en ti Alfred, pero no en el Alfred –sentir a su pareja así de apegada le agradaba, pero le inquietaba que pudiese der la última vez que le viese
Alfred: vamos Arthur, Françoise no le permitirá, tu hiciste un contrato Arthur y gracia a eso no se permitirá que nos hagan daño –en un último intento trata de convencer al vampiro mayor
Arthur: no dejaras de insistir verdad –conocía muy bien a Alfred y sabia lo terco que podía llegar a ser con tal de que cumpliera lo que dice – está bien bajare… pero no lo hago por ti, lo hago porque es descortés no recibir a los invitados - menciono ligeramente serio
Alfred no podía estar más feliz, conocía bien a Arthur por lo que como todo caballero guio a Arthur hasta estar en aquella sala donde se encontraban ambos cazadores por lo que solo aclaro levemente la garganta –disculpen la tardanza, hubo unos cuantos problemas
Françoise sabía muy bien a qué tipo de problemas se refería Alfred lo que le había llamado la atención era que Arthur estaba un poco más atrás de Alfred, casi escondiéndose, eso no era nada normal en Arthur pero sin duda le hacía ver muy inofensivo –no se preocupen, Alejandro él es Arthur kirkland
La sorpresa no falto en la cara de Alejandro pues hacia mucho que no escuchaba de ese apellido, reconocía a la perfección a la familia más cercana del que alguna vez fue el rey de los vampiros y el mayor contrincante de su tátara abuelo, miro de forma fija a Arthur, según lo que le había contado su padre, aquella familia había sido eliminada ya que contaba con los dos vampiros mayores y sus tres hijos aunque por más que le viera el parecido a sus progenitores era bastante notorio pero con una aura muy distinta, sus facciones eran muy similares a las de su madre aunque el gesto y los ojos a los de su padre, no había duda por lo visto había un cuarto hijo.
Arthur al sentirse analizado por aquel cazador solo frunció el ceño, estaba a punto de aventársele pues el olor de Alejandro no era muy diferente al del asesino de sus padres y hermanos mayores.
Alfred al notar aquella rivalidad solo abrazo a Arthur con fuerza, Arthur solo se dejó hacer ya que Alfred era su pareja y al ser el seme en su relación tenía más control sobre él, aun siendo capaz de desobedecer solo se limitó por apegarse más al oji azul.
Françoise solo se aclaró la garganta – veo que se reconocen muy bien, Alejandro, Arthur… solo por esta vez tendrán que trabajar juntos- llamo la atención el francés en un intento de ir al punto y también para relajar a Arthur, todos los cazadores sabían muy bien quien había sido capaz de matar a aquella familia de vampiros pero por el bien de Alfred y también para evitar una confrontación innecesaria con Arthur
Alejandro: un gusto conocerle sr. Kirkland –sabía de ante mano que aquel vampiro era bastante ágil y mayor, lo único que desencajaba era que su cuerpo no era grande, más bien su figura era bastante fina y delicada como si fuese uno de los famosos donceles, aquello sería imposible pues no existían los donceles en seres como ellos, aunque últimamente estaban saliendo donceles humanos y algunos licántropos, si aquella relación era bastante notoria quizás ese imposible se estaba volviendo realidad.
Arthur solo le miro un tanto desconfiado –el gusto no es mutuo… así que vamos al grano , no quiero que toquen nada y yo me mantendré lejos de ustedes dos, ni loco me acercare a alguien que viene armado a MI casa- menciono como único acuerdo Alfred y Françoise podían sentir la tensión en el ambiente, aceptaron aquellos termino que propicio el oji verde, por lo que solo Alfred fue capaz de sentarse frente a ambos caballeros
Alfred: si te da hambre solo dime, sabes bien como te pones cuando no comes Arthur – le menciono el menor
Arthur solo tomo asiento en uno de los sillones más lejanos a pesar de quería estar alado de Alfred como pareja –estaré bien, gracias por preocuparte- Alfred era su pareja y Françoise a pesar de que alguna vez fue su enemigo, ahora solo lo veía como un muy buen conocido
Alejandro solo le miro un rato antes de concentrarse en la pequeña reunión –bueno es probable que el vampiro llegue mañana a esta aldea si llega a ver sus marcas se podría decir que es muy obvio que vendrá directo aquí a buscarlos para tomar refugio-
Françoise: el pueblo ya está protegido, incluso la familia de Emilio, mañana daremos la alerta a todo el pueblo para que no haya nadie afuera en cuanto el sol se oculte, así no le dejaremos otra opción más que venir aquí
Alfred: el pueblo creo bastante pero si tomamos en cuenta que este vampiro tiene una sed insaciable defenderemos nuestro territorio, o alumnos en la negociación de su hospedaje debe de salir mal
Alejandro: no suena mal pero aún hay cabos sueltos, si el vampiro llegase y no viene de forma directa aquí no tendremos de otra más que cazarlo
Arthur: o simplemente pueden crear un grupo de cuadrillas y cazarlo con mayor facilidad
Alejandro: el tiempo nos impide entrenarlos, para cuando estén listos el pueblo habrá desaparecido
Françoise: pero podemos impedir que el pueblo se exterminado… aun así la iglesia recogerá a todas la personas que no alcancen llegar a sus hogares, son apenas los mejores capacitados para ayudar
Arthur: ellos no se arriesgaran más que hacer sus oraciones y proteger a los pobladores, no se puede asegurar que salgan ilesos
Alejandro: ese es un muy buen punto… no podemos solo depender de ellos, pero tampoco podemos arriesgar muchas vidas
Alfred apenas podía prestar atención, entendía que todo era muy complicado y peligros pero eso no impedía que dejara de comer como de costumbre
Arthur: Alfred pon atención y deja esa comida –ordeno el vampiro mayor
Alfred: ¿Qué? Sabe que debo come pala pobre aliméntale –menciono mientras masticaba su comida
Arthur: ¡que no hables con la boca llena! –aun con su idea de no acercarse al cazador solo logro aventarle un cojín del sillón a la cabeza de Alfred
Presenciar aquello solo había provocado que una gotita cayera por la cabeza de Alejandro, sin duda ese par de vampiros estaban tan mal de la cabeza, hasta actuaban muy fuera de lugar a pesar de estar en una reunión con el que era su enemigo por naturaleza