Alejandro: ¡SILENCIO!, mientras esos dos redimían eternamente su pecado, independiente mente si fueron convertidos o no, gracias a ellos y su compromiso has sido salvados de una amenaza más peligrosa, ese vampiro que atacaron, no era cualquier vampiro, era uno de clase insaciable, comen y comen mucha sangre incluso más de la que deberían, ¡ese vampiro iba a exterminar a la villa entera!
Sacerdote: Y ahora tenemos a dos monstruos succionadores de sangre con nosotros, amados ¡¿hijos míos, permitirán que ese par se lleven vuestras vidas y las de sus hijos?!, solo por que ayudaron a salvar su futura carnicería? ¡No lo permitan y acabemos con esta plaga de demonios de una vez por todas, el amanecer está cerca!
Alejandro: cállese, ¡usted solo es un sacerdote!, ¡si fuese un padre o alguien con autoridad mayor habría formas de arreglar esto!
Sacerdote: no os permitan que los engañe, esas criaturas entre menos sean mejor, ¡son hijos del demonio y por ello pagan por su vida eterna a base de beber la sangre de los vivos!
Alexander: discúlpeme señor, pero hasta mi punto de vista muchos de aquí hemos convivido con uno de ese par de vampiros y usted nunca dio aviso ni nada por el estilo, haga caso a lo que el señor Alejandro dice y no cometa ninguna injusticia
Sacerdote: ¡¿y me habréis creído?!, sin pruebas solo que ese repugnante ser solo se dejaba ver raras ocasiones y muy cerca del ocaso, pero ahora tengo pruebas y nadie lo podrá negar, no permitamos que esas criaturas arrebatéis nuestras vidas cuando menos lo esperemos!
Escuche como la multitud estaba dejando a un lado lo mencionado por Alejandro y al padre de Emilio, todos fueron por sus ajos, a llenar de agua bendita cubetas y llevar todo lo que pudiesen de plata, encendieron las antorchas y llevaron consigo sus pinchos y estacas, si tan solo supieran que tanto Alfred como Arthur hicieron un contrato con lo poco de sangre que llevaban, en especial Alfred que aunque se haya enlazado a Arthur, el que aún no probaba ningún tipo de sangre ya fuese animal o humana, aún tenía una segunda oportunidad, y junto a él Arthur gracias a su lazo, con eso era más que suficiente que ante un contrato y compromiso con la iglesia a su manera, fuesen capaces de estar en un puesto salvador y quizás favorable en un futuro
Me acerque a Alejandro que no hacía mucho por detener a la multitud, y al padre de Emilio solo podía recamarle por no evitar que hiciesen una barbarie a los únicos…o quizás más que únicos amigos que tenían, es fácil adoptar a esos dos como familiares de uno pro sus actitudes, aunque Arthur fuese cerrado si no fuese por Alfred no sería casi nada.
Alexander: ¡pero tiene que detenerlos! -hablo exasperado el padre del niño, ¿cómo le diría al pequeño que esa noche que sus amigos salvaron a la villa también murieron a manos de aquellos a quienes salvaron?
Alejandro: están cegados por el miedo, y cuando eso sucede, todo humano deja a un lado su parte racional y es ahí cuando comenten los actos más atroces -explico mientras desataba su caballo y lo montaba el cazador
Françoise: no te preocupes aun guardo un par de cosas que podrían ayudar a ese par -dije mientras yo me subía a otro caballo, no dejaría que lastimasen a mis amigos – tu ve con tu esposo y con tu hijo, yo me encargo
Alejandro: esos dos firmaron un acuerdo de ser pacíficos y conociendo al chiquillo lo querrá mantener, pero prefiero evitar que arrebate vidas mortales por proteger a su pareja
Françoise: ¿así que también me ayudaras?
Alejandro: no lo tomes a mal, pero si no lo hago, después los supremos me regañaran y sacaran un montón de reclamos y todo eso
Françoise: bien traje lo necesario, por si no podíamos contener al vampiro, pero viendo la situación será mejor usarlo en ellos
Alejandro: ¿qué propones?
Françoise: darles su sueño eterno sin que se vuelvan cenizas, algo que aprendí en un viaje a las tierras del sur de Egipto
Alejandro: es complejo
Sonreí divertido, eran las ventajas de ser…algo así como un veterano -tu familia tiene costumbres muy estrictas, pero para quienes se interesan por más conocimientos aprendes más trucos – dije antes de hacer que el caballo emprendiese una carrera, conocía la villa y estando la mansión de los vampiros en el centro era mejor ir por un camino más recto y salvarles antes de que la multitud llegase a ellos, además de que iban a pie y en un paso lento a comparación de un veloz caballo, y por supuesto Alejandro siguiéndome de cerca en su corcel azabache.
Una vez que llegamos rodeamos el lugar y entramos por el sótano, sabía que ese lugar lo dejaban abierto por lo que una vez adentro pude ver a Alfred vestido con un traje de gala antiguo con capa con colores azules metálicos, seguramente regalo de Arthur, mientras el cejudo portaba algo similar solo que los tonos eran verdes haciendo juego con sus ojos, no era el mejor para diseñar moda o cosas así, pero tenía buen gusto el cejudo.
Françoise: no tardaran en llegar tiene que evacuar
Arthur: no nos iremos a ninguna parte, este es nuestro hogar, si no están felices con nuestra ayuda entonces que se jod.. -fue interrumpido
Alejandro: no es necesario que se vayan, y tu Françoise deja de dramatizar la multitud no esta muy lejos y eso que mencionaste solo lo podemos hacer una sola vez…no podemos fallar
Ok, bien el chiquillo arruino mi drama -bueno los pondremos a dormir, si tienen un lugar seguro bajes sus ataúdes o lo que quieran y empezaremos
Alfred: ¿qué es lo que aran? -duda y curiosidad se notaba en su rostro aun medio aniñado, la batalla le había sentado bien
Françoise: ¿es algo así como un hechizo, conocen el cuento de la bella durmiente o Blancanieves? -pregunte a o que ambos vampiros asintieron -pues es algo similar, así que vamos
Fuimos guiados por Alfred hasta un pasadizo oculto no muy lejos del sótano, pero se veía resistente, además de que todo era de piedra que separaba las tablillas de madera
Arthur: Alfred ve por lo que necesitaremos y tu barbudo, será mejor que solo sea temporal y tu deteriorada mente no olvide que debes despertarnos
Alejandro: con unos 10 o 15 años bastara para que puedan despertar, ¿tienes todo? -pregunto mirándome serio
Françoise: por su puesto dije sacando dos frascos con un líquido carmesí transparente, más semejante a un vino de rojo vivo, una bolsa con azufre en polvo y como ultimo unos sellos con emblemas raros, uno traído desde Egipto, y otro desde las tierras orientales -con esto tendrán algo así como una especie de invernación…espero que te hayas saciado lo suficiente Arthur
Arthur: si va a ser así y no gastare fuerzas me durara para unas cuantas décadas -menciono…bueno en realidad presumió…como siempre
Alfred termino de colocar sus ataúdes especiales antes de vernos a mí y a Alejandro y abrazarnos, hasta él lo veía, sería una despedida que no sabría cuando nos volveríamos a ver y realmente si extrañaría a este par, en especial molestar a Arthur y ver como el pequeño Alfred disfruta de la comida que hago.
Alejandro con trabajo respondió, Alfred era una combinación de madurez y niñez, pero ni como culparlo.
Alfred: los extrañare…. A ambos -dijo aun con su sonrisa, se veía más relajado
Alejandro: emm… si …yo bueno… no pase tanto tiempo con ustedes, pero…fue un gusto conocerlos, no sé cómo le hicieron para que cambiase la forma en ver a criaturas como ustedes, en especial por lo que son ustedes
Arthur: no te acostumbres -me sorprendía que el sin despedida alguna ya se estaba acomodando en su ataúd -como sea yo solo quiero descansar un poco
Alfred: si yo también – dijo alejándose y yendo con el más bajo… solo se dieron un beso…bueno Alfred beso la frente de Arthur y me pareció que hablaron en voz muy baja, pero creo que fue de algo que necesitaban saber después de lo acontecido.
Pase el azufre a Alejandro y le di indicaciones de crear un círculo con el polvo, con eso bastaría por el momento, me asegure que los ataúdes estuviesen en lados contrarios pero que permanecieran dentro de la figura geométrica.
Me acerqué a Alfred ya que lo veía inquieto -tranquilo será algo así como dormir y aquí abajo no les pegará nada de luz solar ni las llamas, cuando despiertes asegúrate de comer primero antes de despertar a Arthur -dije riendo sintiendo la mirada fulminante del chaparro semi anticuado
Alfred: ¿lo se… solo… extrañare nuestro hogar…posiblemente cambie verdad?
Alejandro: solo un poco -le pase el líquido rojizo y lo vertió en forma de cruz quedando los ataúdes a cada lado de la línea horizontal marcada.
Arthur: solo asegúrense de recordar despertarnos para de viejos
Françoise: si quieres te entrego y solo salvo a Alfred, dije molestándolo aún más y ganado me un ligero golpe el a costilla por Alfred
Arthur: ¡hmp! Al menos yo soy eterno -ok, eso me dolió y mucho
Alfred: ya los dos, no es el momento para sus discusiones por favor… ¿Qué aremos?
Arthur: Si vamos a otro lugar de igual forma nos cazaran o bien estaremos en el territorio de alguien más…o algo
Explicaron, Alejandro y yo nos vimos antes de asentir, si no había otra solución entonces debíamos improvisar y usar viejos trucos que funcionarían -tengo una idea, hay un conjuro que algunos cazadores usábamos para hacer que seres como ustedes que eran invencibles, este conjuro sirve para dormirlos
Alejandro: va muy en contra de lo que inculco mi familia… pero considero que ustedes merecen vivir… solo si no beben tanta sangre como tu hermano Arthur
Arthur: ósea que…
Françoise: ósea que entraran en un estado muy similar a una invernación, pero será decisión de ustedes dos
Alfred: ¿podremos volver a despertar?
Alejandro: solo cuando sea retirado el conjuro podrán despertar
Alfred miro a Arthur un poco dudoso, no lo culpaba, será a tener un sueño muy largo y quizás lo más cercano a que Alfred experimente la muerte de nuevo, ya lo había sufrido una vez y esta sería algo cercano a una segunda. Esta era la decisión más difícil para los dos vampiros…mis dos amigos
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Tanto Alfred como Arthur no paraban de mirarse uno con el otro como si hablasen con solo mirarse a los ojos, Alfred estaba consciente de lo que estaban por hacer, pero sería algo pasajero, además estaría con su Arthur asique no estaría del todo solo. Afirmo con la cabeza, dando una respuesta silenciosa a su pareja oji jade
Arthur suspiro, quería oponerse, pero el tema era delicado y solo en una de ellas prácticamente seguirían con vida- bien entonces preparen lo que sea necesario, Alfred y yo iremos por unas cosas que …quizás necesitemos a futuro
Françoise: ¿estás seguro Alfred? Ya pasaste por algo similar y… -no pudo terminar pues fue silenciado por la voz del más joven
Alfred: y agradezco que lo haya hecho Arthur, porque si no hubiese acontecido... Arthur y yo jamás nos habríamos conocido, además tampoco es algo que no se pueda remediar con los años -dijo sonriendo antes de retirarse junto al vampiro mayor por lo que necesitarían
Ambos cazadores prepararon ambos ataúdes más un par de cadenas de plata, así como una bebida especial que ayudaría a ambos vampiros a entrar una especie de sueño duradero, solo que sin que estos perdiesen lo que les quedaba de vida. Mezclaron hierbas y algunos líquidos hasta obtener la cantidad necesaria para ambos vampiros.
Mientras ellos realizaban el brebaje, los vampiros buscaban sus posesiones más preciadas, además de juntar algo de su riqueza que podría ayudarles en un futuro, Arthur guardaba algo de dinero, oro y unas cuantas joyas en una caja que estaba seguro podría aguantar el paso del tiempo en caso de que estuviesen encerrados de forma alargada.
Mientras Alfred recogía algunos objetos que fuesen un lindo recuerdo de su época, ya vería en un “futuro” si este cambiaba mucho, pero lo más preciado que termino por guardar fueron dos seguros casi bastante llamativos, uno perteneciente a Arthur, que solamente usaba en días de gala, además de ser un símbolo de su familia al ser de oro con una piedra de jade en el centro perfectamente incrustado, arriba tenía un diamante rosado que curiosamente este, según le había contado el cejudo, había sido dado por su madre, no entendía por qué pero era muy valioso no por la perfección del objeto pero si sentimental para su amado.
Después sostuvo un collar que a él le gustaba ya que tenía un adornado llamativo, pero al mismo tiempo elegante con una piedra azurina que contenía un ligero degradado en cuanto se acercaba al centro de esta, en los bordes tenía un decorado hecho a mano de forma única pues pareciese que se tratasen de ondas imitando un poco la forma de moverse del agua, mientras en sus costados se desplegaban unas alas de color dorado
Arthur: he terminado -menciono guardando sus pertenencias en un pequeño cofre y colgaba la llave de este en su cuello
Alfred: yo también casi estoy -menciono guardando el objeto en su bolsillo y cargaba un cofre un poco más grande
Arthur: no creo que eso entre en tu ataúd -expreso dudoso, pues solo llevaba lo necesario
Alfred: no sabeos hasta cuando nos despertaran, pero lo mejor será tener algo guardado con que mantenernos por un tiempo -con facilidad cargo el cofre lleno de algo de oro y diamantes con algunas cosas extra que pudieran servirles
Arthur: bueno será de ayuda si tardan demasiado -concordó con el ojiazul puesto que estarían dormidos de forma indeterminada
Alfred: bueno… mi hermoso vampirito primero -dijo sonriente cediendo el paso al más bajo de estatura
Arthur: te recuerdo que el menor de edad aquí eres tú – había hecho un ligero puchero mostrando un poco de su enojo
Alfred: lo se…. Y aun así te eh superado en estatura- se defendió ante un ligero golpe del menor hacia su persona, cosa que le hizo reír divertido, con cuidado tomo de la cintura a su amado Arthur robándole un beso
Artur correspondió a la acción del más alto, sintiendo como sus colmillos rozaban en aquel acto, disfrutando aquella sensación pues no sabía si llegarían a volverse a ver o siquiera seguirían vivos, confiaba en Françoise, pero no en el otro cazador, de ser su última vez juntos solo con el recuerdo de ese beso podría partir tranquilo de este mundo, hubiese preferido ver más cosas y cambios alado de su amado, pero el destino parecía decidir lo contrario
Alfred se separó más por obligación que por gusto pues escucho unos pasos muy cercanos, por lo que solo sonrió leve al ver que se trataba de su amigo
Françoise: es hora -decir que estaba tranquilo seria mentira, guio a ambos vampiros a lo que sería su lugar de reposo temporal o quizás… eterno
Nuestros queridos vampiros caminaron con tranquilidad hasta el lugar, notando por una de las ventanas un destello aproximarse, eran las antorchar del pueblo que se acercaba cada vez más, ya podían empezar a escuchar su griterío por lo que apresuraron el paso hasta llegar a donde deberían dormir, no sin antes cerrar el pasadizo, el lugar gracias a que estaba bajo la tierra les protegería, pero no se sabía hasta cuanto
Alfred se acercó a una sección donde una pequeña caverna de buen tamaño para su tesoro de supervivencia, dejo el baúl en aquel lugar y cubrió con una manta antes de colocar unas piedras
Alejandro servía el brebaje en dos vasos antes de ver a Françoise y asentir leve, pues no podían tardar más de lo que ya estaban
Françoise entendiendo lo que significaba aquella señal no dudo en mirar a sus amigos notando que el menor ya había terminado de ocultar bien el cofre -bueno…pues esto será un adiós… quizás…
Alfred asintió junto a su pareja antes de abrazar al francés -por si no nos vemos, te deseo mucha suerte y que encuentres a alguien que soporte tu actitud
Françoise correspondiendo el abrazo – jajaja calla mocoso que sigo siendo mayor a ti -su entusiasmo volvía gracia al menor, ara cuando se separaron miro al oji jade por lo que solo suspiro -pues. ahora si Arthur…por favor no termines como tu comida
Arthur: ¡¡¿QUE TIENE DE MALO MI COMIDA?!! -reclamo, por primera vez iba a ser caballeroso y el maldito se atrevía a criticar de nuevo su comida
Françoise solo rio y lo abrazo, fue un contacto leve, pero al fin de cuestas habían entablado una amistad algo…. rara – cuando despierten no quiero quejas le Pettitte
Arthur: ¡Pettitte tu maldito cerebro! -se defendió, era el colmo que se metieran con su estatura
Alfred solo reía bajo antes de acercarse al cazador Helsim -también te deseo lo mejor Alejandro y te pido por favor que no juzgues a todos los seres nocturnos, porque también hay muchos seres de luz escondidos desde tiempos inmemorables y también agradezco tu ayuda
Alejandro: . . . gracias por el cumplido -le era raro recibir una despedida de esa forma por un ser como el joven vampiro… quizás había algunas excepciones -… bueno están listos? -pregunto a los no muertos
Alfred y Arthur se acercaron dándose un último abrazo… a quien engañaban un último beso no atrasaría tanto, al separarse chocaron sus frentes mirando al contrario memorizando por si acaso cada una de las facciones de su pareja y un silencioso “te extrañare”, al separarse más a fuerza que dé a gana ambos se colocaron en sus respectivos ataúdes quedando sentados, los cazadores procedieron a avanzar a cada vampiro y entregarles los vasos con el brebaje y cerciorándose que se terminaran hasta la última gota.
Una vez hecho esto los vampiros procedieron a recostarse como era debido mientras los cazadores cerraban sus ataúdes, una vez cerrados colocaron una cadena de plata para mantener firme la tapa de cada ataúd.
Alejandro tomo un gran rosario especial que estaba consagrado y empezó a recitar las palabras correspondientes mientras Françoise esparcía un poco de agua bendita sobre la madera de los ataúdes para después colocar un crucifijo de madera en estos siendo sostenido por la cadena.
Mientras tanto dentro de aquellos ahora contenedores los vampiros era poco a poco vencidos por el sueño, recordando todos los momentos vividos con su pareja, sus amigos y demás experiencias mientras cerraban sus ojos cayendo en un profundo sueño y debilitados por el blindaje externo que recibían, sin embargo se sentían tranquilos como si solo esperasen dormir para despertar en la siguiente noche, sin embargo Arthur pensaba que quizás se verían en otro tiempo, por lo que antes de caer en el sueño total pidió como único deseo el poder volver a ver a su querido Alfred y así dejarse vencer por Morfeo durante un laaaargo tiempo.
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