Françoise: ¡Oh mon Dieu! ¿Cómo puedes vivir así?!
Alfred: eh? –dije mientras me iba sentando en la mesa
Françoise: mira a lo que me refiero a “hacerlo” toda la noche me refería a tener. . .
Arthur: ¡hey!! ¡No envenenes la mente de mi hermanito!!
Françoise: ¡¿qué?! ¿Estas bromeando? A esta edad el ya debería de saber…
Arthur: ¡no te lo permitiré!, trata de envenenar la mente de mi hermanito con tus sucias perversidades y te juro que voy a…
Françoise: ¡estas siendo egoísta, nada le pasara si se entera, tarde o temprano lo va a saber!
Arthur: no si yo lo puedo evitar
Françoise: no lo puedes dejar así para la eternidad
Arthur: yo solo quiero tener a MI hermanito así de inocente, si no se volverá como ¡tú!
Françoise: ¡Oh mon Dieu! Piénsalo, Alfred no será así para siempre, ¡él ya está en la edad donde eso es normal!
Otra vez con lo mismo, Arthur y Françoise se pelean por el mismo tema, estoy harto de que siempre hagan lo mismo, ¿a qué le teme Arthur?, no pasara nada si me entero de “eso” según dice Françoise, me enoja que Arthur recuerde más a mi yo de la infancia, ¡ya no soy un niño!, ya soy grande… además Françoise es el único que me podría contestar mis preguntas sobre lo que está relacionado con “eso”. Me levante de mi asiento y por una buena vez detuve la pelea de ambos.
Alfred: ¡escuchen los dos!, ya no soy un niño, además siempre discuten del mismo tema, ¡nunca seré un niño!, Arthur dame una buena razón para que no me entere de lo que pasa con este tema
Arthur: s-simplemente porque el babón de acá te pervertirá
Alfred: ¿y que si yo quiero ser así?, es mi decisión no la tuya Arthur
Arthur: ¡tú eres mi hermanito Alfred!
Alfred: ¡¡ya no soy tu hermano!!, ya crecí y ni siquiera compartimos el mismo lazo de sangre – lo último lo dije con un tono de resentimiento… desde pequeño no sabía porque le decía a Arthur hermano así que cuando fue momento de crecer decidí que ya no seriamos nada más que … ¿amigos? ¿Conocidos?
Françoise: además de que Alfred nunca pidió que lo mordieran –dijo mi amigo francés con un tono más que obvio
Arthur: ¡tenía hambre!
Alfred: ¡y TU me separaste de mi madre! –grite dolido y con rencor, cuando fui convertido en vampiro lo único que quería era ver a mi madre de nuevo… aunque fuera de lejos, Arthur me había separado de ella y yo nunca supe más de ella
Arthur: ….
Arthur no dijo nada, sabía que él era el culpable de que ya nunca volviera a ver a mi madre, aun así nunca intento tomar el roll de ella, eso siempre me alegro, nunca intento ser una madre para mi… ni aunque fuera sustituta, Arthur… simplemente fue el mismo con migo… a veces un poco bipolar.
Suspire pesadamente, en verdad estaba enojado – solo quiero saber Arthur, si yo quiero ser igual que el pervertido de acá o no ser así es mi decisión.
Françoise: Alfred tiene razón… Arthur él puede elegir si será un pervertido o simplemente saber del tema y ya, no pasara nada malo es algo natural, y algún día tendrá que saberlo
Arthur: ¡¡Bien!! Quédate aquí si quieres, eso me gano por preocuparme por ti desde que te separe de tu madre, eras más tierno cuando eras un niño –dijo Arthur gritando a todo lo que daban sus pulmones
Alfred: ya no soy un niño –dije en un tono retador
Arthur: huy~ lo siento “señor”¡ si quiere puede irse y JAMAS VOLVER A MI MANCION, si tanto te crees mayor, entonces no hay necesidad de que te quedes en mi casa!
Después de eso Arthur se fue azotando la puerta, yo de verdad estaba enojado y había decidido quedarme en con Françoise pero no pude, el me pidió que de favor me retirara porque su cita estaba a punto de llegar, no tuve opción alguna, así que regrese con Arthur, pero el cerro las puertas y ventanas con seguro dejando mi cama afuera en la intemperie “quizá si fui un poco duro con el” pensé, ya que si no fuera por Arthur me habrían clavado al estaca en el pecho o terminaría vagando por las calles como un huérfano sin hogar alguno.
Suspire pesadamente, estaba a punto de llover y Arthur ¿me había corrido de la casa?... o almenos eso pensé al ver mi cama afuera, y por la posición pude notar que la había aventado… ante de si no se rompió, así que la cargue y la lleve a un lugar donde no me cubriera de la lluvia, el sótano parecía ser un buen lugar, y allí me quede, Arthur suele ser muy rencoroso y no creo que me deje entrar a la ligera además pronto amanecería. Escuche la lluvia caer, no pude dormir para nada, sentía que si cerraba los ojos se me aparecería un fantasma (aunque no lo crean a lo que más le teme son los fantasmas… jejeje así es el xP) en cualquier momento, el sótano era un lugar viejo y me da miedo, siempre que entraba aquí sentía que algún ser transparente y blanco me trataría de llevarme a algún lado o matarme.
Pov. Arthur:
¡Estoy tan furioso!, cuide de Alfred y me hice cargo de el ¿y esto es lo que me gano?¿que se cree?. . . quizá lo mime demasiado, no es justo que me diga ese tipo de cosas a pesar de que me tome la molestia de darle lo mejor, me enoje lo suficiente como para aventar su estúpida cama afuera de MI mansión, ¡¡no es justo!! , gruñía de enojo, pegue, lance y tire todo lo que se me cruzaba en mi camino.
No pare hasta que se me bajo el enojo, al ver que Alfred no llegaba me empecé a preocupar un poco, no debía dejar que mi preocupación me venciera, pero aun lo veía como a un hermanito y para empeorar la situación estaba por salir el sol, estoy consciente que Alfred se puede cuidar por sí solo, pero aunque tuviera eso en mente no podía evitar preocuparme por él y en estos momentos lo único que podía pensar eran los pros y contras de ser vampiro. Espere todo el día… claro había cerrado las ventanas con las cortinas para que no entrara el sol y espere, pero Alfred nunca llego, y eso asía que pasara a un estado más preocupado, si eso seguía así me alteraría de la desesperación… los nervios me comían entero, varias veces pensé en salir y buscarlo pero… ¿Cómo un vampiro puede salir a la luz del día? Tampoco me podía arriesgar, ¿qué tal si Alfred regresaba en la noche? Y yo ahí… bueno más bien echo cenizas; mientras esperaba el anochecer intentaba distraerme gracias al reguero que ice, funciono muy bien y casi ni sentí llegar el ocaso.
Cuando me di cuenta de la hora tome rápidamente mis cosas y una capa antes de salir y buscar a Alfred, ahora mi preocupación era que no se hubiera metido en una casa del pueblo cercano para ocultarse, si ese fuera el caso… solo espero que no lo hayan encontrado o que le haya pasado algo.
Lo busque por todo el pueblo y por todo el bosque, desde donde a veces se escondía de niño hasta los lugares que frecuenta cuando sale a pasear, pero no daba con su paradero, decidí volver a la mansión algo deprimido, aunque ambos peleáramos por culpa de la “adolescencia” y la rebeldía de Alfred, el seguía siendo… especial desde que lo conocí, me sentía muy mal y cansado puesto que no dormí nada en el día por la preocupación y ahora surgía otro problema… el hambre, durante dos semanas estuve comiendo comida humana pero no he comido sangre desde entonces y yo ya me acostumbre a la sangre de Alfred… aun que por lo visto me veré forzado a ir al pueblo por comida o a cazar algún animal.
Al llegar a la mansión solo me fui a sentar, estaba demasiado exhausto hasta que detecte el aroma a comida, me levante y fui a la cocina y ahí estaba Alfred… cocinando, me la pase esperándolo y buscándolo hace un par de horas ¿y había vuelto por su cuenta?
Alfred: lo siento… tenía hambre – me dijo y me miro muy leve y después me pregunto - ¿quieres de esto?… es pescado
Arthur: … -no pude decir nada, estaba feliz y a la vez enojado
Alfred: ¿?... ¿Arthur?
No le conteste… camine hacia él y cuando estuve lo suficiente mente cerca le di un buen coscorrón
Alfred: ¡auch! ¿Porque fue eso?
Arthur: ¡IDIOTA! –le dije y después lo abrace, estuve muy preocupado por él y verlo ahora sano y salvo… me alegraba más que nada y hacia que mi enojo fuera desapareciendo lentamente
Alfred: ¿te sientes bien Arthur?
Arthur: ¡¡n-no vuelvas a preocuparme de esa manera!!
Alfred: pero… estaba en el sótano
Arthur: ¿Qué?
Alfred: como no me dejaste entrar me fui al sótano ya que estaba a punto de amanecer, así que me quede allá abajo
Arthur: si estabas ahí… ¡¿Por qué no subiste?!
Alfred: ¡me echaste! Además estabas muy enojado así que mejor te deje por un rato
Arthur: ¡¡idiota!! –le di otro coscorrón, pero no lo culpo… ambos estábamos enojados así que el estar a solas nos ayudó a calmarnos y pensar mejor, pero aun así no deje que se saliera con la suya por haberme espantado y dejarme con el endiente.
Comimos un poco, pero aun así a mí me faltaban fuerzas así que mejor comía despacio y con calma para na gastar lo que me quedaba de ella, no supe si fui muy obvio o algo así, solo vi que Alfred paraba de comer y se me acercaba mientras se quitaba el saco y la camisa de manta que llevaba dejando a la vista su cuello.
Arthur: ¿Q-Que haces?
Alfred: te conozco bien Arthur… lo suficiente como para saber cuándo necesitas mi sangre
Arthur: ¿eh? –vi como Alfred se inclinaba hacia mi dejándome ver su cuello… ¿de verdad pudo notar lo que estaba ocultando?
Alfred: vamos come… si no te debilitaras mas Arthur
Arthur: p-pero… -suspire y lo mordí, para mí era como comer algo muy fresco, en verdad me encantaba la sangre de Alfred, sentía como me llenaba; pero por alguna extraña razón Alfred estaba más lleno de sangre y me llene más rápido, lo deje de morder, me limpie lo que quedo en mi boca mientras la marca de la mordida desaparecía del cuello de Alfred, de ahí en lo demás todo continuo tranquilo. Estaba leyendo un libro y de ahí no supe que más paso.
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