Pov. Normal:
Asi pasaron los años, como era de esperarse Alfred creció mucho, quizás un poco acelerado tanto física como en su forma de pensar, después de eso molestaba a Arthur, aunque también lo sorprendía, Alfred era mucho mas alto que Arthur, incluso era mas alto de lo normal(en esos tiempos) ya que la mayoría de los chicos de la edad de Alfred eran un poco mas bajos, con eso Arthur tuvo que comprarle ropa y una cama nueva a Alfred y guardar los juguetes de Alfred, la diversión había terminado, Alfred ya no le decía “hermano” como cuando lo hacia de niño, Arthur ahora se tenia que enfrentar con un adolecente rebelde, lo que antes era diversión para Arthur después se volvió estrés para el, después de un tiempo ambos pudieron notar de que alguien se mudaba al pueblo mas cercano y por lo visto no era de esos lugares.
Cosas de formas extrañas y colores chillones llegaban en camiones, todos cargados del mismo tipo de arte, algunas estatuas eran muy raras y no se veían a menos de que estuvieran en la casa de alguien de clase alta para verlas, esto impresiono a todo el pueblo, por lo visto esta persona no viviría en una cabaña, sino en la mansión vecina, casi a las afueras del pueblo, no muy lejos de la mansión de Arthur y Alfred.
Pov. Alfred (16 años):
Pude notar varias cosas en camiones dirigiéndose al pueblo, se veían raras… quizás si iba con Arthur me explicaría, pero antes investigue, al parecer un tal Bonnefoy se mudaría cerca… reflexione el nombre y solo pude llegar a una conclusión... era un nombre raro y algo gracioso, me asome un poco a la mansión sin que las personas me vieran, había muchos cuadros, estatuas y alfombras finas, algo curioso es que la mansión se encontraba fuera de la aldea, un poco lejos a mi perspectiva, siempre los humanos viven casi uno encima de otros, decidí esperar a que terminaran.
Pero al ver tanta cosa de esa clase tan extraña izo que me diera hambre y era hora de ir a comer, por desgracia es el turno de Arthur para cocinar y la verdad lo que prepara se le quema y le hace falta sabor y lo peor es que es ¡HORRIBLE!!, ESO NISIQUIERA SE PUEDE COMER!, pero bueno mejor no decirle porque si no… un show que me hace y etc. Etc.
Entre a la casa como de costumbre.
Alfred: Arthur~ tengo hambre
Arthur: ya está la comida… ve a lavarte las manos
Después de eso suspiro y yo me fui, tenía que estar preparado para lo peor… la comida de Arthur, solo espero no morir otra vez con esa cosa asquerosa que según Arthur le llama “comida” ¿Por qué no me mordió un vampiro que por lo menos cocinara bien~?
Pov. Arthur:
Suspire una vez que Alfred se fue, la verdad no espere que Alfred creciera tanto pero… su apetito es inmenso!, creo que es porque no come sangre, aun así… no para de tragar, ni parece que coma o por lo menos que mastique un poco la comida, pero aun así es mi hermanito y no lo puedo dejar, a pesar de que parezca un bola de manteca, serví la comida en los platos, puse la mesa y fui a quitarme el mandil, al parecer todo iba a ser tranquilo en la mesa, pues Alfred solo fue a dar una vuelta cerca del pueblo, realmente el pueblo me sigue pareciendo aburrido, no sé qué le ve de interesante allá, aunque pensándolo bien él nunca me pide salir por la noche a menos que sea para acompañarme a cazar la comida…cosa que no es muy seguido, no sé qué are con él, he intentado que comiera algo de sangre, pero todos mis intentos fueron fallidos, hasta trate de darle sangre como si fuera un jugo de betabel!, pero tampoco funciona, tiene muy buen olfato, de echo todos sus sentidos son finos … demasiado como para ser un “impuro”, su visión es buena y ni mencionar su fuerza… creo que hasta supera la mía, la otra vez casi siento que me mata por un “golpecito” en la espalda… sé que no fue su intención pero también tiene que aprender a controlarla, de vez en cuando que no le cumplo sus caprichos me agarra y me carga con facilidad, para ser franco, creo que casi parezco un peluche viviendo con un perro ovejero, esos perros son muy toscos al jugar, y ni hablar cuando un vampiro se acerca al rebaño. Una cosa curiosa, se supone que esos perros atacan a las personas que amenazan el rebaño, peor con migo no… no tengo problema con los animales, ellos… simplemente buscan que yo los acaricia, ¿curioso no?
Alfred: listo quiero comer! – dijo Alfred mientras se sentaba y comenzaba a comer
Arthur: nada mas no te vayas a atragantar! – le dije molesto, siempre me dio pendiente de que se atragantara con lo rápido que come… pero nunca sucede!, pero almenos prefiero que no le pase eso o algo peor
Alfred: tranchebte eshtro begsh
Arthur: no hables con la boca llena!! – eso me molesto mucho, él no era así de niño! Me enoja que hable con la boca llena, aparte de no ser educado es asqueroso!
Alfred: y que si quiero? – me dijo con un puchero, eso también me molesta, desde cuando se volvió tan contestón?, se los juro el no era así!...
Olvídenlo, solo espero que se le pase lo de la pubertad… la verdad extraño al pequeño Alfred, era mas tierno y educado, ahora parece un zopenco que traga sin parar y es un egoísta; total… pensé que esta comida seria normal y tranquila hasta que Alfred a nuestro “vecino”
Alfred: oye Arthur alguien se mudo al pueblo
Arthur: enserio? – le dije como si no pasa nada…’que tenia de interesante eso?
Alfred: si~ tiene estatuas y cuadros bonitos, las alfombras parecen ser importadas y lo que descubrí es que se llama… algo así como…Bonne… bonne que? – dijo confundido, es tan obvio que no presto atención
Arthur: vaya, ni un apellido te prendes
Alfred: es que es extraño. . . ha! Si Bonnefoy!
En ese momento casi me atraganto con el bocado
Arthur: Bonnefoy?!
Alfred: si… que te pasa Arthur? –al ver lo ocurrido Alfred me dio unas palmadas en la espalda
La verdad no esperaba oír ese apellido, hacía mucho que no lo oía, y eso era algo que NO me agradaba, en un pequeño viaje a parís, Francia me había topado con esta familia, pero todo termino en una persecución imparable, si era la persona que conocía tanto Alfred como yo estaríamos en problemas.
Alfred: Arthur! Dime que te ocurre? –mi silencio preocupo notablemente a Alfred, pero como no espantarme cuando se trata de ESE tipo de “Humanos”
Arthur: Alfred empaca tus cosas, nos vamos – dije serio, habría que irnos lo más rápido que se pudiera
Alfred: que?
Arthur: que nos vamos de aquí! –me levante y comencé a empacar lo necesario
Alfred: no te entiendo Arthur, ¿porque nos vamos?
Arthur: solo aslo y ya! No me contradigas – nunca le mencione a Alfred mi viaje a Francia, era algo que me daba escalofríos y un poco de terror (nota: a veces los franceses son muy exhibicionistas xP)
Alfred: mmm~ huele rico… eso es comida? – estaba tan ocupado que no me fije que Alfred había detectado el aroma de comida – oye es en la casa de Bonnefoy!
Arthur: Alfred que ni se te ocurra ir
Alfred: pero tengo hambre~…. Iré a ver – y de un momento a otro se fue
Arthur: Alfred!! Vuelve acá! – le seguí pero cuando este zopenco tiene hambre, su velocidad incrementa más que la mía
Pov. Alfred:
El aroma que me llegaba era muy rico, ya ni la comida de Arthur olía así, además no pasaría nada si solo conozco al “vecino” por curiosidad, además por lo general como mucho y lo que me da Arthur es poco, pero yo me quedo con hambre… pero es mejor así ya que Arthur cocina HORRENDO! , solo como lo que me da para que no se deprima y me empiece a insultar y agolpear.
Toque la puerta como era debido, vi que salió un hombre de estatura alta… o almenos más alta que Arthur, casi me llega a la estatura, tenía el cabello algo largo, amarrado con un listón y usaba ropa… demasiado llamativa, pero elegante
Alfred: hola vecino gusto en conocerlo Bonnefoy: Bonjour Monsieur déjeme presentarme, mi nombre es Françoise Bonnefoy Alfred: usted no es de por aquí verdad? Françoise: we vengo de Francia… a que se debe su visita Monsieur? Alfred: emm… quería darle la bienvenida al pueblo y también a conocerlo Françoise: ya veo… desea pasar a comer algo? Alfred: la verdad no esperaba que me invitara… pero bueno, Asi podre conocerlo mejor Después de lo acordado el señor Françoise se hizo a un lado dejándome pasar, la casa ya había sido terminada, todo lo que estaba ahí era bonito, algo tenía que admitirlo, el tenía un buen gusto por el arte…. También Arthur, pero por lo visto él se niega a conocer al nuevo vecino, supongo que se llevarían bien si Arthur le da la oportunidad. Al llegar a la cocina sirvió un poco de sopa y comimos juntos, platicamos un rato, cocinaba muy bien, tanto que no podía parar de comer… pero por desgracia me obligaron. Arthur: que fue lo que te dije? –me dijo Arthur estando atrás de mi… esperen ¿desde cuándo está ahí? Alfred: … que no viniera? –dije comiendo un poquito mas Françoise: . . .ese estilo… Arthur? En eso Arthur solo me tomo del brazo y me jalo para llevarme de regreso a casa, y por lo visto ni siquiera se dispuso a contestarle a Françoise, algo realmente raro de Arthur, el siempre es educado pero ahora… no lo es. Alfred: hey! Oye déjame terminar por lo menos mi platilloArthur: te di una orden y no la cumpliste!
Françoise: vaya Arthur… sigues siendo el mismo cejudo de siempre –dijo Françoise en un tono de… ¿burla?, ¿acaso el y Arthur ya se conocían?
Arthur: cállate barbón! Que tampoco me alegra verte!
Françoise: de verdad quieres que te mate verdad cejotas?
Arthur: no si lo impido
Por lo visto mi pregunta de si se conocían fue contestada, Arthur y Françoise se empezaron a insulta y casi se mataban con la mirada… peor como se conocieron si Françoise vivía en Francia?, pero primer tenía que detenerlos a los dos.
Alfred: bien, esto no lo entiendo… pero se conocen?
Arthur: ¿cómo no conocer a un caza vampiros?! –dijo Arthur señalando a Françoise
Françoise: ¿cómo no conocer a un vampiro que he perseguido durante años?! –Igual que Françoise señalaba a Arthur
Alfred: entonces los dos se caen mal? –fue lo que dije al oír los comentarios de Arthur y de Françoise
Françoise: obvio!. . . espera… tu vienes con él?
Alfred: es mi hermano mayor
Françoise: ¿qué?!!
Arthur: oye cállate barbón y más te vale no hacerle algo a Alfred si no te mato!!
Françoise: ¿qué?! T-tú también eres vampiro?
Alfred: si… ¿por?
Françoise: …
Después de eso el señor Françoise se quedaron peleando un buen rato… eso fue fastidioso así que me fui y termine mi comida, algo que casi hace que a Arthur le dé un infarto, tenía hambre ¿Qué esperaban?, además la pelea que traían esos dos fue muy larga… y aburrida, se la habían paso peleando durante toda la noche y casi hasta el amanecer, nos despedimos… bueno mas bien yo me despedí de Françoise y nos fuimos adormir… aunque esta vez no pude conciliar tan fácil el sueño.