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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

No los entretengo. 

 

¡A Leer!

Capítulo 10 — Operación: escape II

 

 

Isla Jeju. Enero 20 de 2014, lunes.

 

Jimin se había quedado dormido mientras Jin daba vueltas por toda la habitación. Estaba desesperado y no tenía idea de dónde podría estar Jungkook. Sabía que el pequeño no era tan estúpido como para ir con sus amigos, sólo estaba escondiéndose, las noches eran bastante frías y él sabía que no duraría mucho tiempo en cualquier lugar, tal vez lo que le preocupaba más era que el menor enfermara o también podría ser que tuviese miedo de no volver a verlo nunca más.

 

Le dio una patada al sofá sin lograr que su hermano se despertara y luego fue hasta su cuarto para desparramarse sobre la cama.

 

—Prometo no ser tan bueno cuando regreses —amenazó sabiendo que nadie lo escucharía.

 

Su teléfono móvil sonó y lo contestó sin ganas.

 

—¿Qué quieres? —gruñó.

 

—Hay un chico dentro del apartamento, señor —Jin se irguió por completo al oír esto.

 

—¿Quién es? —preguntó esperanzado.

 

—No lo sabemos, señor. En bien llegó se encerró en el baño —explicó.

 

—¡¿Por qué mierdas me han llamado a mí?! ¡Debieron avisarle a Yongguk primero! —vociferó bastante enojado.

 

—Eso hicimos, señor.

 

—Está bien, voy en camino —dijo para luego colgar.

 

Tomó su chaqueta y movió a Jimin para que despertara. Su hermano menor se quejó y se levantó del sofá con los ojos cerrados.

 

—¿Ya apreció? —Jin negó—. ¿Entonces por qué me despiertas?

 

—Hay alguien que puede ayudarnos.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Lo pensó dos veces antes de girarse. No quería ver al verdadero Bang Yong Guk, le lastimaba reconocer a este malvado joven que antes lo había hecho tan feliz. Por fin lo miró, podía jurar que a Yongguk le dolía lo que al parecer haría, pero no se dejó llevar por aquellas alucinaciones.

 

—Suéltame, me estropearás la chaqueta —se quejó Junhong hablando lo más fuerte que pudo esperando que alguien pudiera ayudarlo.

 

—¿Dónde está?

 

—No sé de qué estás hablando —forcejeó para soltarse hasta que lo logró.

 

—No te hagas el tonto, sabes a la perfección de quién te hablo —Yongguk lo tomó del brazo apretándolo con fuerza.

 

—¿Cómo conociste a Jungkook? —al parecer nadie le ayudaría. Trató de pensar en algo más mientras le respondía cualquier estupidez al que fue su novio.

 

—¡Para ya, Junhong! —Yongguk lo sacudió y el menor trató de contener su llanto—. Vas a decirme ahora mismo dónde está o no sabr… —Junhong lo empujó y lo miró con odio.

 

—¿O qué? ¿Me vas a golpear? —El otro lo miró con desespero—. Vamos, Yongguk, es lo que haces a la perfección así que no pierdas más tu tiempo. No voy a decirte dónde está él así que puedes golpearme hasta que te canses.

 

El mayor se acercó y yo lo tomó del cuello de la chaqueta para estrellarlo contra la pared.

 

—No me gusta mezclar el trabajo con mi vida personal, no me hagas las cosas más difíciles, ¿crees que no me duele que te hayas enterado de esto? No quiero pelear contigo y no quiero hacerte daño, pero mi trabajo y todo por lo que he luchado depende de esto —Junhong lo miró mientras sollozaba.

 

—Suéltame —lloriqueó.

 

—Junhong, por favor —susurró Yongguk.

 

—Yo… siento que te amo —murmuró Junhong—. Sé que existe una razón para todo esto, quiero ayudarte, pero por favor suéltame.

 

Yongguk hizo caso a lo que Junhong había dicho. Lo soltó con lentitud y luego lo besó con tanto cariño que Junhong estuvo a punto de arrepentirse por lo que iba a hacer. Aprovechó el beso hasta el último momento y luego dirigió una patada a la entrepierna del mayor el cual cayó casi sin aire al suelo.

 

Junhong salió corriendo intentando controlar su llanto ya que no podía ver bien por el montón de lágrimas que se agrupaban en sus ojos. Cuando salió del edificio un par de chicos comenzaron a seguirlo, sus pies se resbalaban por la nieve y su llanto no paraba en ningún momento.

 

Corrió tanto como pudo y terminó escondido en el antejardín de una casa cerca a la calle principal. Estuvo allí más de quince minutos y luego de percatarse de que no había nadie volvió a correr mientras sentía cómo sus músculos se tensaban e intentaban hacerlo caer en cualquier momento.

 

Tomó el primer taxi que pasó por allí y le pidió que lo llevara hasta el aeropuerto. Cuando estuvo allí se percató que no había llevado su teléfono móvil y se escondió tras un enorme matero que le permitía ver los autos que se detenían allí.

 

—Junhong —alguien llegó de repente a su lado, sus piernas no pudieron más y cayó al suelo—. Oh por Dios, ¿estás bien? —el menor reconoció esa voz, era la de Taehyung y sonrió aliviado.

 

Su amigo le ayudó a levantarse y casi lo arrastró por todo el aeropuerto mientras se cercioraba de que nadie los estuviera siguiendo.

 

—Me encontré con Yongguk —musitó Junhong mientras daba lo mejor de sí. Taehyung hizo el amago de detenerse pero Zelo continuó caminando como pudo.

 

—¿Por eso estás así?

 

—No, creo que fue un desgarre por huir. Jungkook tenía razón —expresó con una voz apagada.

 

—Piensa en que tendremos un nuevo comienzo. Encontrarás a alguien mejor que él, estoy seguro de eso —lo animó.

 

—Eso espero —dijo sorbiendo su nariz sin mucho éxito.

 

—Iremos en el jet privado de un amigo de mi padre, le debe algunos favores así que no dirá nada —expuso cuando por fin llegaron donde se encontraba.

 

Junhong no estaba de ánimos para admirar aquel avión en el cual viajarían. Se subió siendo ayudado por Hoseok y luego se sentó al lado de Jungkook, que lo miró algo calmado.

 

—Tuvimos que salir del auto porque no regresabas, creí que había sucedido algo que… —Junhong le tapó la boca.

 

—Estoy muy cansado, Kookie —jadeó—. Vamos a dormir un momento.

 

El avión despegó a los pocos minutos. Jungkook sintió que tenía la oportunidad de tener una vida nueva, ya no vería a aquellos jóvenes, ya no se vería obligado a tener sexo sin consentimiento. Ese podría ser el día más feliz de su vida, sin embargo, un vacío se instaló en su pecho a partir del momento en el que miró por la ventana y vio de lejos la Isla Jeju.

 

 

 

Seúl. Marzo 02 de 2014, domingo.

 

«Cuarenta y un días», pensó mirando la majestuosidad de los árboles pertenecientes a un bosque cercano a su nueva casa. Pronto comenzaría la primavera y desaparecería aquel frío invierno que le había causado tanto dolor.

 

Desde que había llegado a Seúl había permanecido dentro de aquella casa día y noche. Hoseok y Taehyung siempre le invitaban a participar de sus caminatas a pesar del frío y Junhong cada día llegaba a su cuarto a hacerle compañía mientras leía un libro o se quedaba en silencio y mirando por la ventana como él lo hacía.

 

—Hey, Kook. Saldré a tomar aire un momento, ¿quieres acompañarme? —invitó Zelo desde la puerta.

 

—Ve tú sólo, mañana te acompañaré —dijo con pereza.

 

—Ayer dijiste que hoy me acompañarías —hizo un puchero que estuvo a punto de convencerlo—. Además, mañana estaremos todo el día en la universidad —recordó y Jungkook sintió miedo por su primer día de clases.

 

—Mañana iremos a ver los deportistas, así podrás enamorarte de uno y tener a un chico fuerte que te proteja —argumentó con lentitud sin dejar de pensar en cómo sería todo.

 

—Puedo protegerme solo —refunfuñó Junhong—. Le pondré llave a la puerta, no le abras a nadie.

 

—Créeme que no lo haré.

 

Jungkook escuchó los pasos de su amigo por el corredor del segundo piso hasta que éste bajó las escaleras. Deseó haber acompañado a Taehyung y Hoseok de compras, no quería salir de repente al día siguiente y más a un lugar lleno de jóvenes de los cuales no conocía sus intenciones. Se burló de sí mismo al analizar lo que había pensado, no todos eran como los Kim malvados, podía encontrar Kim parecidos a Namjoon, aunque al final de cuentas, prefería no tratar con nadie.

 

Salió de la habitación en busca de algo para entretenerse, fue hasta la cocina esperando encontrarse con una pila de platos por lavar pero no halló nada. Tomó una manzana y terminó sentado en el sofá de la sala viendo un programa de televisión del cual no entendía nada de lo que sucedía. Su mente se desvió y comenzó a pensar en otras cosas.

 

Sintió de nuevo el vacío en el pecho, ese que no se había ido desde aquel 20 de enero. Ese que le atormentaba y no le dejaba sonreír. De repente pensó en Jin, pensó en el primer y único beso que se habían dado, se imaginó cómo hubiese podido ser su vida si Seokjin no se hubiera cruzado de tan mal manera en su vida. Imaginó los bonitos momentos que podrían haber compartido, las sonrisas llenas de amor y los besos fugaces cada que se encontraran. Cayó de nuevo en la realidad y temió por todo lo que había pensado, se sintió sucio y se odió a sí mismo.

 

Comenzó a llorar con fuerza y se abrazó a un cojín que descansaba al lado suyo. No podía sentir aquello, era enfermo y anormal. La puerta de la sala se abrió sin que él lo supiera. Hoseok y Taehyung entraron sonriendo hasta que escucharon el llanto de Jungkook. Se miraron con temor y se acercaron a pesar de que él continuaba sin saber que ellos lo sacudían preguntándole qué le sucedía.

 

—Jungkook, por favor cálmate, ¡Jungkook! —suplicaba Taehyung.

 

Hoseok se acercó y lo abrazó, ahí fue cuando el menor se enteró de que sus amigos lloraban junto con él. Los miró intentando controlar sus lágrimas sin tener éxito alguno.

 

—¿Qué sucedió? —inquirió Hoseok.

 

—Lo extraño —confesó Jungkook hipeando—. No debería hacerlo pero lo extraño.

 

La pareja se miró entre sí sin saber qué hacer o decir.

 

—Les doy asco, ¿cierto? No debo extrañarlo pero me acostumbré a él, lo odio mucho, odio a Jin pero no puedo… —continuó llorando recibiendo también un abrazo por parte de Taehyung.

 

—Todo va a estar bien, verás que con el tiempo lo vas a olvidar —dijo Taehyung calmado.

 

—Por ahora debes concentrarte en tus estudios, mañana iniciaremos nuestro siguiente año universitario así que debes esforzarte y tener buenas notas como en Jeju —propuso Hoseok.

 

Jungkook asintió sin dejar de llorar, sus amigos lo consolaron hasta que éste pudo detenerse por sí mismo. Se propuso luchar y retomar todo aquel optimismo que había adquirido de su madre. Sería difícil pero lo lograría lo más rápido posible.

 

 

 

Seúl. Abril 18 de 2014, viernes.

 

Abrió su casillero y entrecerró sus ojos al encontrar un papel doblado dentro. Miró hacia los lados creyendo que podría encontrar al dueño de éste y se rindió para abrir el papel y leerlo.

 

No reconoció la caligrafía por lo que se inmutó a leer letra por letra sin parar:

 

 

He intentado por todos los medios que me prestes algo de atención. ¿Sabes cuántas veces he hablado con Hoseok para que me ayude contigo? El tonto siempre se niega y dice que no estás para nadie y que debo dejarte en paz, pero me cuesta hacerlo con sólo ver tu rostro cada que pasas por mi lado. Vale, sé que no soy un buen estudiante y que me la paso de vago en la universidad, realmente estudio porque mi padre no me quiere en casa. (Eso era una broma, espero que te hayas reído). Aun así creo que merezco una oportunidad, Jungkook. ¿Podrías recibir alguno de los obsequios que te envío? ¿No aceptarías una cita? Me conformo con un café, está bien, me conformo con que tan sólo me mires. ¿Es tan difícil?

 

Estaré esperando una respuesta, si deseas volveré a presentarme, soy un buen joven según Taehyung (aunque su novio diga todo lo contrario). Si aceptas salir conmigo díselo a Tae, él estará encantado de darme la noticia.

 

Sólo dame una oportunidad. UNA. No te defraudaré. (Ten en cuenta que te escribí una carta, esto es del siglo pasado y si mis amigos se enteran se burlarán de mí).

 

Jung Hun Chul.

 

 

Jungkook arrugó la nota sin expresión alguna en su rostro, había conocido aquel chico al inicio de su semestre, podría decir que era guapo, con bastante carisma y una linda sonrisa, pero era un riquillo que le recordaba a Jimin en cierto sentido. No quería recordarlo a él, bastante tenía con luchar a diario por no pensar en Jin.

 

Su vida había cambiado, por no decir que había mejorado. Era como si le faltara poco para retomar su antigua vida llena de felicidad y sonrisas. Lo iba a lograr y Hunchul no estaba dentro de sus planes para ser feliz.

 

Su teléfono móvil sonó y con pereza lo contestó mientras organizaba su maleta y cerraba el casillero cerciorándose de que no quedase abierto.

 

—Sí, Taehyung, sí recibí la carta —fue lo primero que dijo.

 

¿Cómo sabías que te llamaba para eso, mocoso arrogante? —protestó Taehyung.

 

—Llevas aproximadamente un mes pidiéndome que salga con él —se quejó bajando las escaleras de su facultad.

 

¡No le digas nada a Hoseok, se va a enojar! —suplicó.

 

—Si continúas le diré, no quiero a nadie en mi vida por el momento —amenazó llegando casi a la salida.

 

Ya, no diré nada más, por ahora —lo último lo dijo en voz baja.

 

—Te escuché, hyung.

 

Ya, ¿sí irás por lo que te pedí? —la voz de Taehyung pasó a ser una melosa.

 

—¿Te refieres al regalo de Hoseok? Sí, hice mi examen lo más rápido que pude para escapar de él y Junhong.

 

Que sea azul, como la mía —canturreó el mayor.

 

—Lo sé, lo sé. Voy a colgar —dijo sin escuchar qué más tenía por decir su amigo y se detuvo en la parada con una sonrisa de oreja a oreja.

 

No había pasado mucho tiempo desde que había abandonado sus días de ermitaño. Había valorado todo lo que la vida podía darle y descartado la presencia de los hermanos Kim dentro de ésta. Pensó que ellos podrían ser fruto de su imaginación o tal vez una fea pesadilla y así logró sobrevivir esos pocos meses que llevaba en Seúl.

 

Gruñó en bien vino a su cabeza la imagen de Jin, estaba cansado de contradecirse, de pensar en lo mucho que lo odiaba y estar casi seguro de que lo amaba. Necesitaba un psicólogo o tal vez un psiquiatra ya que su actitud no era normal, se sentía muy bien en poco tiempo y estaba atraído de la persona que más le había infringido dolor.

 

Intentó darse más tiempo para manejar la situación, se dijo que todos esos contradictorios pensamientos podían ser normales debido a todo lo que había pasado y tomó el bus con un leve dolor martillando su cabeza.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

En bien llegó al centro comercial fue en busca de algo para tomar y se detuvo a ver un grupo de rookies que recién debutaba y hacía su presentación en medio del lugar. En bien terminó, continuó su camino y se deshizo de la basura para buscar el local favorito de Taehyung, lo había acompañado un par de veces a ese lugar, pero no recordaba dónde se ubicaba. Le preguntó a un par de personas y luego lo halló por su propia cuenta.

 

No tardó mucho comprando la camisa que le regalaría Taehyung a su novio sin tener una fecha especial de por medio. Sonrió al recordar lo lindos que se veían juntos y lo empalagosos que podían ser, aunque también sintió algo de envidia.

 

Hizo una reverencia antes de abandonar el local y sonrió con pena al escuchar los susurros de las empleadas.

 

—Es demasiado tierno —dijo una.

 

—Debí empacarle la camisa equivocada para que regresara de nuevo —dijo la otra.

 

La sonrisa del menor no desapareció, dio un par de pasos para llegar a la escalera eléctrica y su vista se quedó fija en un joven que subía las escaleras. Su corazón se estremeció y la sonrisa continuó sin desaparecer.

 

«Te había extrañado», pensó sin dejar de mirarlo. «Estaba a punto de olvidar tu rostro», agregó para luego despertar de sus ensoñaciones. Todo su cuerpo se tensó y sus piernas no lograron moverse. El joven aprovechó esto para subir las escaleras eléctricas de dos en dos con una sonrisa ladina y provocativa.

 

Jungkook por fin pudo reaccionar y salió corriendo deshaciendo sus pasos y volviendo a pasar por el lado del local en donde había estado antes. Todas las personas lo miraban extrañadas mientras él corría como si su vida dependiese de eso. Sin saberlo, llegó al estacionamiento, no miró atrás y se escondió tras una enorme camioneta.

 

Su perseguidor llegó al mismo tiempo que él, lo agarró de la camiseta y lo apresó entre una columna contigua y su cuerpo. Jungkook cerró los ojos rogando porque fuera una pesadilla ya que no era la primera por la que pasaba.

 

—¿No te alegras de verme? —jadeó Jin en su oído algo agitado por haber corrido tanto. La piel de Jungkook se erizó y éste apretó sus ojos con más fuerza.

 

Quería llorar pero ni una sola lágrima salía de sus ojos, intentó moverse pero el otro se lo impidió. Una parte de él se sentía bien allí, quería besarlo de nuevo y abrazarlo, mientras que la otra sólo quería escapar o tal vez golpear a Jin hasta el cansancio.

 

—Yo estoy feliz de hacerlo, te ves mucho mejor que antes —le dijo con una voz ronca.

 

Jungkook inhaló y luego exhaló mientras comenzó a forcejear con Jin y logró escapar de su cuerpo. No dudó en salir corriendo de nuevo, se sintió vacío en el acto, deseó detenerse y dejar de escapar, pero luego recordó que debía luchar contra aquel amor raro.

 

Sabía que todo dependía de él y de lo mucho que corriera. Vio un carro saliendo de estacionamiento y sin pensarlo abrió la puerta del copiloto y se introdujo dentro del carro. El dueño lo miró extrañado y luego sus ojos se iluminaron.

 

—Jungkook —dijo con una sonrisa en su rostro.

 

—¡Arranca Hunchul! —gritó mirando por el retrovisor. No sabía si ese chico era su ángel guardián o una coincidencia, pero por primera vez le agradeció a Dios por haberlo puesto en su camino.

 

El chico no preguntó más y aceleró saliendo del estacionamiento lo más rápido que pudo. Tal vez le pondrían una multa, pero se alegraba de tener al moreno dentro de su auto.

 

—Puedes dejarme aquí —dijo Jungkook veinte minutos más tarde y con los nervios de punta.

 

—No tengo problema en llevarte hasta tu casa —lo miró con sus ojos perfectamente rasgados para luego volver su vista al camino.

 

—Si permito eso terminarás malinterpretando todo —manifestó quitándose su cinturón. Le era imposible dejar de temblar y no quería explicar por qué huía.

 

—No lo haré, es más, prometo no preguntar por qué estabas huyendo.

 

—Eso es casi como una pregunta —Jungkook entrecerró sus ojos agobiado, no quería hablar con nadie, quería gritar y esconderse debajo de una piedra.

 

—No lo es —Hunchul despeinó sus cabellos negros con desespero—. Sólo quiero llevarte hasta tu casa, no debes hablar si no lo deseas, pero no voy a dejarte aquí. Estás pálido y no dejas de temblar.

 

Jungkook frunció sus labios y se puso el cinturón de nuevo. Ignoró al joven que lo había salvado y se concentró en calmarse consiguiendo lo contrario. Comenzó a  sudar como si estuviera en pleno verano con ropa de invierno y deseó lanzarse fuera del auto para que aquel chico no lo viera así.

 

—¿Quieres que te acompañe hasta la puerta? —inquirió el chico con preocupación.

 

—No, así está bien —se quitó el cinturón y abrió la puerta—. Oye… ¿puedo pedirte algo? —Hunchul asintió—. No le digas nada de esto a Taehyung(,) por favor.

 

—Lo prometo —dijo animado para luego mover su mano y acelerar.

 

Jungkook subió corriendo las escaleras y se encerró en el baño. No dejaba de sudar, su camisa estaba completamente empapada y sus manos aún temblaban de manera notoria. Taehyung tocó la puerta preocupado y temió por lo que podría decirle.

 

—Kookie, ¿estás bien? ¿Por qué llegas tan tarde? —Preguntó y no recibió respuesta—. Jungkook…

 

—Estoy bien —trató de tranquilizarse—. Creí que estaban siguiéndome, pero fueron sólo alucinaciones mías —mintió.

 

—¿De verdad? ¿No me estás ocultando nada?

 

—Sí, no te preocupes —exhaló—. Termino aquí y salgo.

 

—Te espero abajo, voy a servirte la cena —dijo para abandonar la habitación.

 

Jungkook se deshizo de toda su ropa y se introdujo dentro de la bañera, trató de convencerse de que había imaginado todo y que Jin no había aparecido de nuevo. Logró auto persuadirse y sonrió para salir del baño en busca de su comida como si nada hubiese sucedido, aunque algo dentro de él aún se mantenía alerta.

Notas finales:

Muchos se preguntarán quién es Hun Chul o tal vez muchos ya lo conozcan. Para los que no, él es Jun Hun Chul o muy conocido como Iron. Es un rapero a mi parecer muy talentoso y que antes iba a debutar con nuestros chicos de BTS.  Aquí les dejo un video porque si quieren verlo en "acción" ---> https://www.youtube.com/watch?v=ctYkpf1Kntw 

Bueno... aquí está ese raro capítulo. Para mi realmente fue un cap muy importante porque desde aquí es donde se desarrolla bien la historia. Muchas gracias a todos los que me han leído T_T espero que lo sigan haciendo y me den mucho amor. <3 <3 

¡GRACIAS POR LEER

 

PD: Lord, en serio te voy a pegar.

PD2: Los peces son babos. 

PD: ¿Por qué Kim Seok Jin es tan lindo? <|3 


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