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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

¡A Leer!

Capítulo 11 —Con esperanza/sin esperanza.

 

 

Seúl. Abril 23 de 2014, miércoles.

 

Hoseok conducía el auto mientras que Taehyung cantaba una canción que Jungkook no reconocía y se movía de forma graciosa en el asiento del copiloto. Junhong se mantenía mirándolo con una mueca burlona y en ciertos momentos imitaba los movimientos de su amigo para que todos rieran.

 

Se detuvieron en frente de la universidad y Jungkook bajó con rapidez ya que sabía que iba tarde, al igual que sus amigos. Esperó a que todos bajaran pero ninguno lo hizo, el pelinegro se desesperó y asomó su cabeza dentro del auto para reprenderlos, sin embargo, ninguno de ellos se encontraba dentro.

 

El joven se separó del auto y miró hacia donde suponía que se encontraba el conjunto de bloques de su universidad. Sintió un frío apoderarse de su cuerpo al ver en frente suyo, el centro comercial en el cual se había encontrado a Jin. Cerró los ojos con fuerza al enterarse de que estaba soñando, que nada era real y que debía despertar rápido antes de que todo se tornara peor. Se mantuvo quieto, deseando despertar, pero al abrir los ojos se encontró con Jimin mirándolo con un rostro serio y bastante amenazador, quiso girarse para salir corriendo pero sus piernas estaban adheridas al suelo, no había nada que podía hacer.

 

Observó con horror cómo Jimin se acercaba, con la mano empuñada lista para asestarle un golpe que sabría le dolería, cubrió su rostro con ambos brazos y cerró los ojos esperando a que el golpe lo despertara, pues a pesar de ser un sueño no quería permanecer allí.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Taehyung estaba acostado boca arriba mirando hacia el techo, sabía que eran pasadas las doce de la media noche, pero no lograba conciliar el sueño. Hoseok se sentó en la cama con un rostro lleno de preocupación y lo miró de manera inquisitiva, le costaba dormir porque su novio tampoco lo hacía. Taehyung le miró con culpa y se sentó igual que él. 

 

—Lo siento —murmuró suspirando por enésima vez en la misma noche.

 

—¿Qué sucede? —Hoseok se acercó, lo apresó entre sus brazos y se acomodó contra el espaldar de la cama. Taehyung cerró los ojos para concentrarse en los latidos del corazón de su novio, eran tan tranquilos que le permitían tomar algo de esa tranquilidad para él.

 

—Pídele a Jungkook que salga con Hunchul —suplicó sin abrir los ojos.

 

—Él no es el adecuado para él —gruñó Hoseok cansado de lo mismo. No le gustaba aquel joven para Jungkook, el cual ya había pasado por bastantes situaciones difíciles como para que terminara con alguien que se la pasaba de cama en cama y abusaba del poder de su padre.

 

—El lunes pasado lo vi —sollozó Taehyung y la piel de Hoseok se erizó—. Me detuve en un restaurante japonés para comprar algo para la cena, estaba con unos hombres, al parecer haciendo negocios, pero estaba tan cerca que temí por Jungkook.

 

—Él… ¿te vio?

 

—No lo hizo —sorbió su nariz—. Alcancé a salir de allí.

 

—Por eso, ¿a pesar de no tener más clases regresaste? —Taehyung asintió y Hoseok presionó el puente de tu nariz mientras soltaba un suspiro.

 

—Habla con Jungkook, por favor, él debe salir con Hunchul —insistió y Hoseok lo miró sin entender.

 

—¿A qué viene eso al tema? Necesitamos hacer algo, ¿y si hubiese sido Jungkook el que se hubiese topado con él? —Hoseok no se veía enojado pero Taehyung sabía que lo estaba.

 

—Él puede protegerlo —Taehyung se separó de su novio y lo miró a los ojos—. Su padre tiene el poder suficiente como para hacer lo que a él le venga en gana, si ellos aparecen podríamos dejarlos de lado con facilidad si Hunchul nos ayuda.

 

Hoseok se le quedó mirando por un momento sin saber qué responder. Tragó con fuerza y se volvió a acomodar en su sitio.

 

—Siento que estamos tapando un hoyo y formando otro más grande. Ese tipo no es de fiar, hay algo en él que no está bien.

 

—Realmente no sé qué hacer —Taehyung comenzó a llorar de nuevo tapando su rostro con la almohada—. No quiero que vuelvan a tocar a Jungkook, no me lo perdonaría, pero estoy desesperado, siento que él es nuestra única opción —Hoseok retiró la almohada del rostro de su novio y secó sus lágrimas.

 

Se sintió tan mal como él por no ser lo suficientemente bueno para proteger a sus amigos. No quería verlo llorar, pero tampoco quería verlo lamentándose cuando Hunchul mostrara lo que realmente era, porque él sabía que no era un chico bueno, algo muy adentro se lo decía. Gruñó por lo bajo lamentándose por lo que haría, no obstante, se prometió estar alerta y esperar el golpe que le demostraría que el verdadero Hunchul había despertado. 

 

—Está bien, le pediré a Jungkook que salga con él —dijo tan bajo como pudo.

 

—¿Lo harás? —Taehyung lo miró con un brillo lleno de esperanza en sus ojos.

 

—Sí —Hoseok sonrió no muy convencido y besó a Taehyung con lentitud y cariño. El otro respondió a aquella muestra de afecto y posó sus manos en el cuello de su novio para luego terminar besándolo con más necesidad y desesperación.

 

Hoseok no supo cómo terminó encima de Taehyung, mordiendo su cuello mientras él jadeaba con excitación. Sus cuerpos estaban tan pegados que era difícil diferenciar el uno del otro, Hoseok decidió deshacerse de la camisa de su amado cuando dos golpecitos en la puerta de la habitación hicieron que se detuviesen. Ambos miraron hacia la puerta con el ceño fruncido y sus respiraciones agitadas, los dos golpecitos volvieron a oírse haciendo que se separaran y que Hoseok fuera a abrir la puerta.

 

Cuando el pelinegro la abrió, sintió su corazón contraerse al ver a Jungkook con su cabello desordenado y sus ojos llenos de lágrimas. Taehyung saltó fuera de la cama y posó sus manos en las mejillas del menor que sólo inhalaba y exhalaba tratando de controlar su llanto.

 

—¿Sucedió algo? —preguntó Hoseok mirando hacia la habitación de Jungkook y luego mirándolo a él.

 

—¿Puedo dormir con ustedes? —aquel gesto hizo que la pareja se mirara con ojos inquisitivos, asintiera a la vez e hicieran un espacio para que él entrara en el cuarto.

 

Jungkook se recostó en el medio, limpió sus ojos para luego observar a sus amigos recostándose a cada lado suyo. Taehyung, a pesar de saber muy bien que Jungkook contaba con 21 años lo imaginó como un niño de 6 que temía por algún monstruo bajo su cama o que se despertaba mal por una pesadilla. Pasó su mano por el cabello ya desordenado del otro y sonrió con melancolía, deseaba con el alma que Jungkook estuviese bien y que olvidara su pasado, aunque sabía que era algo que no podía suceder.

 

—¿Tuviste alguna pesadilla? —inquirió Hoseok tapándolo con una sábana y haciendo su propio lugar en la cama.

 

—No he dejado de soñar con ellos —reveló sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo.

 

—¿Deberíamos decirle a Junhong que comience a dormir contigo? —preguntó Taehyung sin dejar de tocar sus cabellos.

 

—A Junhong le gusta dormir temprano y extinguir cualquier tipo de luz que entre a su cuarto. Yo debo dormir con la luz encendida, no será nada bueno para él —explicó—. Todo está bien así, sólo necesitaba de ustedes por esta noche —Jungkook les sonrió y trató de cerrar los ojos para continuar durmiendo a pesar de sentirse mal por incomodarlos.

 

Todos se quedaron en silencio hasta que Hoseok habló:

 

—Jungkook —dijo no muy convencido.

 

—¿Sí? —murmuró.

 

—Creo que sería bueno que salieses con Hunchul —Taehyung miró a su novio y luego a Jungkook esperando una respuesta positiva.

 

—A ti no te gusta Hunchul —respondió Jungkook casi quedándose dormido.

 

—Él es alguien muy insistente, creo que merece una oportunidad —quiso morder su lengua al decir esas palabras.

 

—¿Estás seguro? —Jungkook estaba a punto de quedarse fundido.

 

—Lo estoy —afirmó Hoseok y Taehyung cerró sus ojos tratando dejarse llevar por Morfeo.

 

—Entonces lo haré, pero dile que no espere nada de mí. No estoy para… —Jungkook se quedó dormido.

 

Hoseok observó al par de jóvenes que descansaban bastante tranquilos y jadeó. Al contrario de ellos él no dormiría, su cabeza se había llenado de preocupaciones y la cama que antes había sido tan cómoda había comenzado a ponerse dura y áspera.

 

 

 

Seúl. Abril 26 de 2014, sábado.

 

Jungkook se sentó en una mesa al azar y miró la hora en su teléfono móvil. Se estaba arrepintiendo por haber accedido a tener una cita con Hunchul, él no deseaba estar con nadie.

 

El otro joven no tardó mucho en llegar, en su rostro se formaba una sonrisa que podía dolerle, se sentó con algo de torpeza y le entregó a Jungkook un batido de frutos rojos y sorbió un poco de su té helado.

 

—Me siento realmente torpe a tu lado —dijo con una mirada coqueta que contradecía lo que había dicho.

 

—No par… —Jungkook se detuvo pensando en que debía ser algo cortés—. No tienes por qué sentirte así.

 

—Con eso estaré más tranquilo —Hunchul sonrió y bebió de su té—. ¿Debería presentarme? Nunca hemos establecido una buena conversación como para conocernos.

 

Jungkook lo miró fingiendo estar interesado y asintió por lo que el chico continuó.

 

—Ya sabes que me llamo Hunchul, tengo 23 años y estudio economía —Jungkook pensó en cuánto tiempo debería estar en aquel lugar y qué excusa podría sacar para marcharse a su casa—. Realmente estudio porque mi padre no le gusta que esté de fiesta en fiesta o pasándola bien, no estoy interesado en algo en concreto, sólo quiero disfrutar de lo que tengo y esperar a que algún día deba ser el CEO de la aburrida compañía de mi padre.

 

Jungkook frunció el ceño al escuchar aquellas palabras y resopló.

 

—¿Si no te interesa la economía por qué…? —Hunchul habló antes de que él continuase.

 

—Ya te dije, mi padre.

 

—¿No existe algo más, algo que te llame la atención?

 

—Cuando tienes dinero no necesitas partirte el lomo estudiando, trabajando o haciendo cosas aburridas —aclaró.

 

—¿Oh, de verdad? —Jungkook fingió reírse y sintió arcadas por lo recién escuchado. Por un momento pensó en Jin, en lo mucho que se esforzaba por mantener la compañía de su fallecido padre en flote, luego en Jimin, se parecía tanto a Hunchul que sintió la necesidad de salir corriendo de allí.

 

—Así lo es —el otro joven terminó con su té y trató de acercarse mucho más a Jungkook.

 

—O sea que sólo dedicas tu vida a pasarla bien, ¿qué hay de tus notas? ¿Tu padre no se enfada contigo?

 

—¿Quieres ver una película? —cambió de tema de repente y sonrió con coquetería.

 

«Inventa una excusa», pensó.

 

—Hoseok dijo que podía llevarte tarde a casa —Jungkook quiso gritar y arrojarle lo poco que quedaba de su batido en sus finas ropas para luego irse a casa a ver una película con Junhong o a cocinar algo delicioso para sus amigos, pero sabía que no podía hacerlo, por lo que terminó asintiendo y salió del lugar tras aquel joven que no le agradaba en lo más mínimo.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Jungkook no podía negar que se había divertido viendo la película, todo había estado tan bien que casi no había prestado atención a la mano de aquel joven que apretaba la suya con cuidado y gentileza.

 

Miró de soslayo a Hunchul, su sonrisa y lo feliz que estaba aquel joven por la cita. No podía entender cómo podía verse tan cansino y presumido en un momento y luego parecer un chico perfecto y lleno de esa gracia que tanto le gustaba a las personas.

 

Caminó junto a él en silencio y se detuvieron antes de salir completamente del centro comercial en el que se encontraba el cinema. Hunchul se paró frente a él, tan cerca que sus piernas temblaron.

 

—¿Puedo besarte? —preguntó de forma directa y clavando su fuerte mirada en él.

 

—¿Ah? —el menor dio un paso atrás y el otro le imitó.

 

—No vas a arrepentirte —susurró Hunchul para luego atrapar sus labios de una manera tranquila y poco común para Jungkook.

 

El menor se dejó llevar por el beso a pesar de no sentir ninguna sensación al hacerlo. Recordó a Sungjae y el cómo había sido golpeado por besarlo, algo dentro de él sintió miedo por Hunchul y se retiró de forma brusca para mirar a los lados cayendo en cuenta de que ya no estaba en Jeju y que Jin no lo encontraría allí.

 

—Lo siento —Hunchul mordió su labio inferior con pena. Jungkook se sintió mal por lo que había hecho y como recompensa le devolvió el beso, algo que para el mayor podría ser significativo, pero que para él no valía nada.

 

 

 

Seúl. Mayo 02 de 2014, viernes.

 

Jungkook se sentó en el sofá listo para ver el inicio de temporada de una serie de la cual no tenía conocimiento, sin embargo, le gustaba a Junhong y éste les había rogado a todos durante una semana entera para que la viesen junto a él.

 

Recibió el bol lleno de palomitas de maíz preparadas por Taehyung y se movió hacia la izquierda para que Junhong se sentara a su lado. La pareja de la casa llegó y se acomodó minutos antes del inicio de la serie. Todos estaban confundidos, a excepción de Junhong que miraba la pantalla emocionado y llenaba su boca de palomitas sin pensar en que podría ahogarse.

 

Jungkook escuchó el sonido de la lluvia fuera de casa, la cual caía sin compasión acompañada de luminosos rayos y fuertes truenos que harían que cualquier niño terminara llorando bajo sus sábanas.

 

—Al parecer todo va bien con Hunchul —dijo de repente Taehyung recibiendo una mirada de desaprobación de Junhong, el cual no le gustaba ver a su amigo con ese chico en la universidad.

 

Jungkook permaneció en silencio. Toda la semana había intentado evitar a Hunchul pero le había sido imposible, siempre se lo encontraba donde menos esperaba y dejaba que le robara besos, aquellos besos que no tenían sabor y ninguna sensación.

 

—No sé cómo decirle que… —Junhong pegó un salto en el sofá.

 

—Hagan silencio, ha comenzado —demandó para subirle el volumen a la televisión y concentrarse en lo sucedido.

 

Jungkook vio cada escena sin entender qué sucedía y no se preocupó en preguntar el porqué de cada situación. El primer capítulo de la serie terminó dejando a Junhong enojado mientras los otros sonreían y se levantaban por más comida para ver una película que de casualidad seguía luego de la serie.

 

Junhong se fue al baño. Jungkook acompañó a sus otros dos amigos a la cocina mientras éstos hacían más palomitas y bromeaban acerca de la rara serie que tanto le gustaba a Zelo. Taehyung llenó un bol de palomitas y se lo entregó al pelinegro para que lo llevara a la sala.

 

Cuando salió de la cocina, se quedó totalmente perplejo, sus piernas perdieron toda la fuerza y estuvo a punto de caer de bruces al suelo. Comenzó a ver borroso debido a las lágrimas acumuladas en sus ojos. Olvidó cómo respirar y lo único que pudo hacer fue retroceder un paso y luego volvió a quedarse completamente congelado, dejando caer el bol lleno de palomitas que golpeó el suelo con un estruendoso ruido.

 

Jimin lo miraba con un rostro serio, nunca antes visto y Jin continuaba con ese rostro impasible con el que lo había conocido. De repente, Taehyung y Hoseok salieron de la cocina corriendo debido al estruendo. No se detuvieron a analizar la situación. A pesar de los nervios y de tener aquellos hombres frente a ellos, se posicionaron delante de Jungkook y lo hicieron retroceder unos cuantos pasos más.

 

Jin sonrió de forma burlona al ver la acción de la pareja y luego negó con la cabeza para fijar su vista en Junhong, que observaba todo desde las escaleras sin saber qué hacer con exactitud.

 

No pasó mucho más de dos segundos para que Junhong bajara las escaleras con rapidez, tomara a Jungkook de la mano y lo empujara fuera mientras Taehyung y Hoseok retenían a los hermanos Kim.

 

Junhong sintió la lluvia mojar sus ropas, e hizo lo posible por correr y arrastrar a su mejor amigo sin detenerse. Todo pasó a ser inútil cuando alguien que reconoció a la perfección lo separó de Jungkook.

 

Por otro lado, el pelinegro sintió un fuerte dolor al ser separado de Zelo, perder el equilibrio y caer al suelo raspando sus codos y rodillas.

 

—¡Suéltame! —Escuchó a Junhong gritar mientras que Yongguk lo sostenía con  fuerza—. ¡Oye, no lo toques, aléjate de él!

 

Jungkook no quería moverse, sentía cómo sus extremidades se entumecían debido al dolor. Uno de los chicos que había golpeado a Sungjae intentó levantarlo del suelo para entrarlo a la casa de nuevo, por lo que tuvo que aferrarse al suelo terminando más lastimado en el intento.

 

A rastras, fue introducido de nuevo a la casa manchando de sangre y barro la alfombra.

 

—¡Estás lastimándolo! —oyó a Taehyung gritar, su nariz sangraba y su pómulo estaba hinchado. Un hombre bastante grande lo sostenía impidiendo que se moviese un solo centímetro.

 

—Himchan, suéltalo —dijo Jimin y el mencionado soltó a Jungkook, que cayó al suelo como peso muerto. Tenía pánico de lo que podría suceder, tanto que prefería morir allí a seguir con lo mismo de antes.

 

Junhong sintió ganas de llorar, no era justo para él tal situación, además de estar tan cerca de la persona que amaba sin que ésta le ayudara en lo más mínimo. Había sido difícil intentar olvidar a Yongguk y le era mucho más doloroso saber que no lo había logrado. Quería gritarle que lo odiaba por amarlo tanto, lo odiaba por ser parte del grupo de aquellos destructores de vida, pero no era capaz de hacerlo.

 

Jungkook se sentó en el suelo sin mirar a los hermanos, su cabello goteaba y el agua se mezclaba con sus lágrimas. Vio a Taehyung y luego se sorprendió al ver a Hoseok tirado en el suelo completamente desmayado. Intentó moverse para acercarse pero se detuvo al escuchar la voz de Jimin.

 

—¿Se divirtieron todo este tiempo? —el pelinegro se acercó a Jungkook y flexionó sus rodillas para quedar a su altura—. ¿Creíste que podrías librarte de nosotros y tener una vida tranquila?

 

—Él nunca fue de ustedes —gruñó Taehyung con un rostro cansado y un rastro de desesperación oculta.

 

—No estoy hablando contigo, así que cállate —escupió para luego volver a mirar a Jungkook—. Esta vez no hay tratos ni compasión, si queremos destruiremos la vida de tus amigos en un par de minutos y no tendrás la opción de salvarlos, ¿no te parece genial?

 

Jungkook tembló, apretó los puños con impotencia y habló por primera vez:

 

—Déjalos en paz, por favor —lo dijo rápido para no llorar mientras lo hacía.

 

—¿Perdón? ¿Has dicho algo?

 

—No les hagan daño.

 

—¿Y el “por favor”? —Taehyung gruñó e hizo el intento de soltarse para ir directo a Jimin y golpearlo pero sus intentos continuaron siendo inútiles.

 

—Por favor, Jimin —aquellas palabras fueron amargas.

 

—Ya no hay nada que puedas hacer, lo haz arruinado todo, ahora debes atenerte a las consecuencias —lo miró como si fuese basura—.  Himchan —llamó.

 

—Sí… —respondió el pelinegro con algo de irritación.

 

—Encárgate de él —dijo, señalando a Junhong que había dejado de pelear contra el agarre de Yongguk y mantenía su vista en el suelo. Yongguk apretó con fuerza a Junhong y miró con desconcierto a Jimin.

 

—¡Espera! —Jungkook se levantó del suelo y se aferró a Himchan.

 

—¡¿Qué estás esperando?! —gritó Jimin exasperado. Himchan con un sutil movimiento empujó a Jungkook de su lado y tomó a Junhong del cabello mientras éste se tragaba sus quejas y lamentos.

 

Jungkook se acercó corriendo donde estaba Jin y lo tomó de la camisa con desespero.

 

—¡Dile que lo suelte! Haré lo que me pidan pero suéltenlo, no volveré a escapar, lo prometo.

 

Jin mantuvo la vista fija en él y alejó ignorándolo. Jungkook lo miró derrotado mientras Himchan estaba a punto de atravesar la puerta llevándose a Junhong con él.

 

—Himchan —dijo con serenidad—. Espera un momento —el joven se detuvo y Junhong aprovechó para soltarse de su agarre con una mirada desafiante.

 

—Jungkook —soltó Taehyung con un tono suplicante.

 

—Te vas con nosotros, si sucede algo tus amigos serán responsables de todo. Por cierto, Jongup, sube por sus documentos y lo que veas importante—advirtió para salir por la puerta principal con su hermano tras él.

 

Yongguk no perdió tiempo en tomar a Jungkook del brazo y arrastrarlo fuera de la casa sin tener que luchar contra él. El pelinegro se dejó arrastrar sintiéndose como un animal que iba al matadero, no quiso mirar atrás para evitar el dolor, sólo miró hacia adelante y entró dentro de una camioneta que parecía querer tragárselo.

 

Taehyung comenzó a gritar y removerse al igual que Junhong, que era nuevamente retenido. El par de jóvenes miraron por última vez a su amigo siendo ingresado a una camioneta negra, cuando esto sucedió, fueron soltados por fin y de su casa salieron los tres últimos intrusos que quedaban.

 

—Manténganse en silencio y no intenten advertir a las autoridades, perderán su tiempo —explicó Himchan para cerrar la puerta y dejarlos a todos sin fuerzas ni esperanzas.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Cerró sus ojos mientras que la camioneta avanzaba por la autopista llena de autos que regresaban a casa. Un buen conjunto de sentimientos se enfrentaban dentro de él, quería llorar, gritar, suplicar, hasta golpear, su cuerpo no dejaba de temblar y las heridas ardían sin compasión.

 

El auto se detuvo y por poco, su corazón también. Escuchó las puertas siendo abiertas y a alguien acercándose a él.

 

—Bájate —reconoció la voz de Jin a la perfección pero le ignoró. Mantuvo sus ojos cerrados, reteniendo las lágrimas y el dolor.

 

—Te dije que ya no habrá compasión —escuchó a Jimin y luego sintió que era tomado del brazo y sacado del auto sin el más mínimo cuidado, abrió los ojos en bien sintió la gravilla clavarse en sus heridas y cuerpo.

 

Contempló la enorme mansión que se alzaba frente a él, a pesar de que las gotas de lluvia cayeran en sus ojos, no dejó de mirarla.

 

Jimin lo levantó del suelto y lo jaló hasta la casona con Jin delante de ellos. Cuando entraron, una corte de empleados se encontraba en fila mirando a Jungkook con lástima.

 

Jin siguió su camino por la sala de estar, pero se detuvo recordando algo y se devolvió.

 

—Señora Min —la mencionada salió de la fila y se acercó a él.

 

—¿Yoongi se encuentra en casa?

 

—Aquí estoy —un chico de cabellos rojos y piel demasiado blanca salió de la nada de un corredor y posó su mirada sobre Jungkook.

 

—Encárgate de él —Jin apuntó al menor— y llama a Namjoon para que cure sus heridas.

 

—Está bien —dijo para acercarse el chico que no paraba de temblar y llorar.

 

—¡Espera ahí! —Exclamó Jimin—. ¿Vas a encargárselo a un desconocido? —Yoongi al escuchar tales palabras sonrió con burla.

 

—Yoongi no es un desconocido —Jin viró los ojos crispado—. Es el hijo del señor y la señora Min, lleva tanto tiempo aquí como tú —gruñó para luego seguir su camino.

 

Jimin se quedó aturdido y luego miró de arriba a abajo al joven intruso —según él—. Se preguntó por qué nunca lo había visto y sintió la necesidad de molestarlo tanto o más de lo que podía hacerlo.

 

—Suéltalo, tu sola presencia hace que el chico desee morir —Yoongi arrancó a Jungkook de la fuerte mano de Jimin y lo ayudó a subir las escaleras mientras le preguntaba cómo se sentía.

 

Jimin sonrió ladinamente y crujió su cuello. Todo volvía a ser divertido para él.

Notas finales:

Tuve una semana muy pesada. Por un momento creí que no podría actualizar T___T ¡pero lo logré! y Lord pudo editarlo hoy mismo *w* 

Ya habíamos descansado mucho de nuestros hermosos hermanos Kim, ¿no? jjajajajaa me hacía falta buen drama, de eso me alimento. (ojalá XD). ¿Les ha gustado el cap? Espero que sí.

Quiero agradecerle a todas las personas que me han dejado sus reviews y pedirles disculpas por no haberlos respondido aún, intentaré hacerlo esta noche -ya que aún debo terminar el capi de The Jackpot-. A las personas que no lo han leído aún, espero que le den una oportunidad, es un fic que Lord y yo amamos mucho <3 ojalá lo lean.

También quiero agradecerles como siempre a las personas que leen y se ven reflejadas en los "leídos", es bueno que  saquen su tiempo para leer mi malvada historia <3 

Por último quiero dejarles el look de Yoongi y creo que nunca les dejé el de Namjoon ._.  si es así ignorenlo (mi memoria e smuy mala). Nos leemos la próxima semana. 

¡Los adoro!

PD: Lord, gracias por esa edición tan genial. No voy a superarla T_T <3 

PD2: En serio, la editada... Lordd T_T

PD: La... ya, dejo de joder. <3 <3 <3 


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