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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Vengo con un cap relajado (?

 

¡A Leer!

Capítulo 12 —La mansión Kim.

 

 

Yoongi se quedó en silencio mientras dirigía a Jungkook a su nueva habitación. Minutos antes le había preguntado cómo se encontraba, pero no había recibido respuesta alguna a eso. Cuando llegó a la habitación indicada abrió la puerta y le dio un leve empujoncito a Jungkook para que entrara.

 

El menor entró con las rodillas temblorosas y fuertes ganas de salir de ahí, quería ver cómo estaban sus amigos, más que todo quería saber si Hoseok se encontraba en perfecto estado y protegerlos de cualquier cosa que se les avecinara. Reparó con su mirada la habitación, la cual era mucho más grande que la que tenía y sus paredes eran tan blancas que lo enfermaban.

 

—¿Podrías quitarte la ropa? —Inquirió Yoongi sin creer que aquello tendría un gran impacto en Jungkook, el cual retrocedió asustando y cayó de nalgas con sus mejillas volviéndose a llenar de lágrimas—. Oh, no, no, creo que entendiste mal, no voy a hacerte nada, sólo quiero ayudarte —explicó—, puedes confiar en mí. Sólo quiero que te quites la ropa para que te des una ducha —señaló la puerta del baño esperando ser entendido.

 

Jungkook se quedó mirándolo sin confiar en aquellas palabras. Yoongi suspiró y se le acercó para ayudarlo a levantarse.

 

—Está bien, sólo entra al baño, cierras la puerta con seguro, te duchas y vuelves a salir, ¿te parece? —Jungkook no respondió nada—. Mira la ropa, vete, dúchate —le entregó la ropa y lo empujó hasta el baño para cerrar luego la puerta él mismo—. No tardes mucho, llamaré a Namjoon mientras te duchas.

 

Jungkook aseguró la puerta lleno de desconfianza, no creía que ese chico pudiese ayudarle, se veía tan confiable que no debía serlo. Se deshizo de sus ropas sin observar el estado de sus heridas y dejó que el agua caliente bajara con lentitud por su cuerpo. Las heridas ardían con cada gota de agua, pero eso era bueno porque a la vez opacaban el dolor en su pecho. Se preguntó si realmente aquello estaba sucediendo o si podría ser un sueño bastante largo que no tenía planeado terminar, al fin de cuentas se la pasaba teniendo ese tipo de sueños, no sería extraño que fuera una de esas pesadillas que lo despertaban en plena madrugada.

 

Al poner un pie fuera de la ducha, el pánico volvió a apoderarse de él, no existía forma de evitar que todo volviese a suceder, no tenía cómo escapar o cómo salvarse junto a sus amigos. A su mente vino una palabra que podría ser su salida, una palabra muy conocida, “suicidio”.

 

Pasó su mirada por cada rincón del baño y luego suspiró sintiéndose ridículo, él no tenía el coraje ni las ganas de hacerlo. Se vistió y sonrió con ironía al haberlo pensado, ni en el peor momento podría suicidarse, eso iba en contra de sus principios y los que su madre tanto le había enseñado. Abrió la puerta encontrándose con Yoongi sonriendo y chateando en su teléfono móvil, una idea loca llegó a su cabeza y se acercó muy lentamente, ya que sus heridas parecían estirarse con cada movimiento.

 

—Confiaré en ti sólo si me haces un favor —soltó sin dejar de mirarlo a los ojos. Yoongi torció su boca y entrecerró sus pequeños ojos.

 

—Esto no me gusta, escúpelo.

 

—Déjame hablar con mis amigos —imploró con un hilo de voz.

 

—Me meteré en problemas si Seokjin se entera —jadeó Yoongi.

 

—Dame tan sólo una llamada, prometo no tardar más de un minuto —Jungkook tomó su mano y no dejó de mirarlo de manera suplicante.

 

—Dios, no… —gimió—. Toma, si van a asesinarme evita que me torturen, por favor —le extendió su teléfono con algo de arrepentimiento.

 

Jungkook lo tomó y marcó el número de Junhong teniendo éxito en la segunda llamada.

 

¿Sí? —murmuró Junhong entre sollozos.

 

—Junhong, dime que Hoseok está bien —habló lo más rápido que pudo.

 

¿Jungkook? Oh… ¡Taehyung! ¡Taehyung! —comenzó a gritar.

 

—Por favor, Junhonnie, no puedo tardar, respóndeme —rogó.

 

Lo está, lo está, ¿en dónde te encuentras? ¿Estás bien? —preguntó Zelo mientras jadeaba, al parecer estaba corriendo.

 

 —E-estoy bien —hipó—, no vayan a hacer nada y no devuelvan la llamada, yo procuraré estar en contacto, los quiero —dijo para luego colgar y devolverle el teléfono a Yoongi.

 

El mayor le miró con pesar mientras él limpiaba sus lágrimas e hipeaba, se sentía bien porque sus amigos lo estaban. Él vería cómo arreglaría las cosas, porque al final de todo, ese era su destino.

 

—Recuéstate mientras llega Namjoon —le propuso el pelirrojo.

 

—Gracias —susurró Jungkook recostándose con lidia sobre la cama.

 

—No hay de qué, estoy para ayudarte así no lo creas —sonrió.

 

—¿Por qué lo haces? —preguntó cerrando los ojos.

 

—Porque así lo deseo —respondió mirando al techo.

 

—Tal vez sólo intentas ganarte mi confianza, para eso te pagan.

 

—Yo no trabajo para ellos —dijo. En ese momento la puerta se abrió y entró Namjoon con el ceño fruncido.

 

—Contaba con que podrías esconderte por un buen tiempo —refunfuñó un tanto decepcionado. Jungkook abrió los ojos de inmediato y se sentó en la cama al escucharlo.

 

—Y-yo… Namjoon —fue interrumpido.

 

—No importa, trataré de hablar con ellos, no estoy de acuerdo en que te retengan aquí —aquello hizo que las esperanzas de Jungkook florecieran.

 

—Es una buena idea, por ahora sólo cura sus heridas, la cena comenzará en cinco minutos y si no bajo con ustedes mi madre me jalará las orejas —apuntó Yoongi negando con la cabeza.

 

—Manos a la obra —Namjoon sacó su maletín, limpió cada uno de los raspones fingiendo no escuchar los quejidos y reclamos de Jungkook, usó algo de crema en ellos y luego los tapó.

 

—Gracias —respiró por fin Jungkook reparando cada uno de los lugares en los que tenía una herida.

 

—Debiste buscarme, podría haberte ayudado —Jungkook nunca había visto a Namjoon tan serio.

 

—¿Por qué lo harías? Son tus hermanos —obvió.

 

—Siento que contigo son más egoístas, se comportan de una forma nunca antes vista, no eres alguien bueno para ellos y no lo digo de mala forma, te aprecio y tampoco me agrada que te… usen.

 

—Ya no hay nada que pueda hacerse —las pocas esperanzas de Jungkook desaparecieron de nuevo.

 

—Los persuadiré —se propuso Namjoon.

 

—No lo harás, evítate algún tipo de problema con tus hermanos —finalizó Jungkook.

 

—Bien, vamos al comedor —mandó Yoongi abriendo la puerta de la habitación y sacándolos de esa espesa atmósfera que se estaba formando.

 

Jungkook se quedó pasmado, no quería salir de ese lugar, se sentía protegido y bastante alejado de Jimin y Jin. Observó al par de chicos presentes, con sus miradas llenas de preocupación y estrés. Sabía que si se resistía de todas formas lo obligarían a bajar, además de que posiblemente le causaría un problema a Yoongi. Apretó con fuerza los puños a ambos lados del cuerpo y dio sus primeros pasos, aunque quisiera estar protegido debía acostumbrarse al dolor ya que esa sería su vida por quién sabe cuánto tiempo.

 

Al salir de la habitación observó el montón de cuadros que adornaban el pasillo, todos eran de fotografías familiares, en las que los Kim se veían muy felices y sonreían de verdad. Sintió un dolor en el pecho al ver la sonrisa verdadera de Jin, quiso tenerlo en frente y verlo sonreír de esa forma. Luego, cuando reaccionó, su lado malo pensó que todo lo que le sucedió a Seokjin lo merecía, y que esperaba que nunca sonriera ni se sintiera feliz.

 

Llegó a la entrada del comedor sumidoen sus pensamientos y luego se asustó al ver a Yoongi marchándose hacia otro lado. Miró a Namjoon inquisitivo pero éste no respondió a su pregunta no formulada y lo llevó dentro. Sus músculos se contrajeron al verlos de nuevo. Pegó más su cuerpo al rubio al ver las miradas furiosas de los otros Kim sobre él y comenzó a sudar con exageración en bien le asignaron un asiento al lado de Jimin.

 

—Creí que Yoongi cenaría con nosotros —comentó Jin tomando sus cubiertos y por fin ignorando a Jungkook.

 

—Yo le invité y no aceptó —Namjoon se encogió de hombros y alentó a Jungkook para que comenzara a cenar.

 

La cena fue más lenta de lo que Jungkook esperó. Se forzó a comer cada uno de los platos y no alzó su mirada en ningún momento. Todo estaba tan tranquilo que lo hacía temer mucho más, estaba esperando un ataque en cualquier momento pero nada surgió. Cuando por fin pudo levantarse de la mesa, Yoongi se le acercó y se hizo tras él para guiarlo de nuevo hacia la habitación.

 

Jin lo miró de reojo mientras se alejaba, la última vez había permitido que escapara pero esa vez no lo haría. Lo mantendría a su lado y bien vigilado. Por otro lado, Jimin no dejaba de mirar a Yoongi con intriga, ¿por qué nunca lo había visto? Se veía como un blanco fácil, algo que no le daría muchos problemas y no escaparía en bien tuviese la oportunidad. Se giró para decirle algo a Jin y se encontró sólo con su hermano mayor charlando animadamente con una de las empleadas, bufó y salió corriendo hacia el estudio de su otro hermano, necesitaba saber más sobre Yoongi para luego atacar con bastante ventaja. Logró llegar justo en el momento en el que Jin cerraba la puerta, apoyó ambas manos sobre ésta y le sonrió como tonto para que lo dejara pasar, el otro exhaló con fastidio permitiéndole ingresar y cerrando la puerta después.

 

—Es raro verte aquí —dijo Jin despreocupado y tomando asiento para revisar unos papeles.

 

—No te robaré mucho tiempo —esclareció—. ¿Por qué nunca he visto a Yoongi? ¿Cómo es posible que él trabaje para nosotros y yo no lo sepa?

 

—Él siempre ha vivido aquí, sólo que sus padres son los únicos que trabajan para nosotros —Jin no dejaba de examinar cada hoja con cuidado.

 

—¡¿Estás diciendo que él vive aquí gratis?! —exclamó indignado.

 

—Lo hace —Jin dirigió una leve mirada a su hermano—. Mi padre siempre estuvo agradecido con los Min. Él pagó los estudios básicos de Yoongi, además de que yo aún me encargo de pagar su universidad.

 

—¿Se gana todo sin un solo esfuerzo?

 

—Algunas veces le ayuda a su madre en la cocina, otras veces le ayuda a su padre en el jardín. Él será el encargado de Jungkook porque así me lo pidió, pero no está obligado a hacerlo. Aunque yo conozco a alguien que sí se gana todo sin esfuerzo —ironizó.

 

—Oh, vaya, debes odiar mucho a esa persona —Jimin sonrió sabiendo muy bien que se trataba de él.

 

—Debería odiarlo, ¿no crees?

 

—¿Cuántos años tiene? —fingió no escucharlo.

 

—Es menor que tú —Jin dirigió una leve miradita hacia Jimin y sonrió al ver cómo sus ojos se iluminaban.

 

—¿Hablas en serio?

 

—Bromeaba, hace poco cumplió los 24 —rió en silencio.

 

—La diferencia es mínima, no falta mucho para que yo cumpla también los 24 —murmuró.

 

—¿De verdad? Creí que apenas cumplirías 15 —Jimin lo miró mal.

 

—A veces pienso que no me quieres —se hizo la victima mientras miraba sin importancia el conjunto de lapiceros de su hermano.

 

—Claro que sí. Si no lo hiciera no compartiría tanto contigo —sonrió de lado y Jimin soltó una carcajada.

 

—Ahora recuérdame el plan —dijo con malicia.

 

—Oh —recordó el castaño—. Mejor sígueme, lo escucharás de nuevo mientras se lo digo a Jungkook —Jin se levantó y pasó su brazo por el hombro de su hermano, ambos caminaron juntos y en silencio hasta que se separaron en la entrada de la habitación.

 

Jimin empujó la puerta sin cuidado y sonrió socarronamente al ver a Yoongi acobijar a Jungkook.

 

—El desconocido —susurró Jimin. Yoongi alcanzó a escucharlo y exhaló cansado.

 

Jungkook, el cual se encontraba recostado de lado y dándoles la espalda, mantuvo su posición y cerró los ojos con fuerza. Si Yoongi no decía nada podría fingir dormir.

 

—Ya puedes irte a descansar —Jin se dirigió al pelirrojo, que miró a Jungkook y mordió su labio inferior.

 

—Creo que todos deberíamos hacerlo —Yoongi intentó que dejaran en paz a Jungkook sólo por esa noche.

 

—Y lo haremos —aclaró Jin—. No tardaremos mucho, duerme bien —se hizo de lado para que el chico saliera de la habitación.

 

Jimin se burló del otro al verlo salir con un semblante preocupado. La puerta fue cerrada con un sonido sordo y la habitación quedó en un silencio sepulcral, los huesos de Jungkook temblaron y juró que los hermanos notaron aquello.

 

—Sé que no estás dormido —Jin se sentó en la cama dándole la espalda. Por el contrario a él, Jimin se mantuvo de pie y Jungkook dejó de mantener su supuesto sueño para abrir los ojos.

 

—Tienes razón, no lo estoy —dijo con voz temblorosa.

 

—Vamos a dejarte continuar estudiando —comenzó Jin—, nosotros también lo haremos, ya arreglamos todo para una Maestría, así te mantendremos vigilado y controlado —dijo todo sin pudor.

 

Los labios de Jungkook temblaron y sintió la necesidad de maldecir hasta el cansancio.

 

—Tienes dos días para pensar en cómo le dirás a tu adorado novio que ya no puedes seguir con él —recalcó el castaño con celos.

 

—Dile que Jin es tu novio, no me metas en ello o sino no podré divertirme con nadie allí —argumentó Jimin y salió de la habitación cansado de aquella situación tan aburrida, intentaría seguir a Yoongi, aunque creía que ya debía ir muy lejos.

 

—No sé de qué estás hablando —Jungkook se sintió incómodo al estar solo con Jin. La manta le estorbó y su hombro izquierdo se acalambró por seguir recostado de lado.

 

—No me creas idiota —protestó—. No es necesario que sigas mintiendo, me provoca nauseas saber que estuviste revolcándote con Iron todo este tiempo —Jungkook no sabía quién era Iron, por lo que se sentó en la cama y lo miró con confusión—. En algún momento sentí pena por ti, creí que le había destruido la vida a alguien bueno, pero en bien te vi con él supe que no era así. A Iron sólo le gustan las personas fáciles, a las cuales puede conquistar con su dinero, has sabid…

 

—¿De quién demonios estás hablando? —casi gritó Jungkook colérico, el miedo se había esfumado por un momento.

 

—Me gusta tu falsa ingenuidad. Jung Hun Chul, ¿te suena ese nombre? —ironizó.

 

—No sabes lo que estás diciendo —el pecho de Jungkook se comprimió, ¿por qué le daba excusas? No debía importarle lo que él pensara.

 

—Claro que lo sé, Jungkook, no sé cuánto investigaste pero no debiste meterte con mi peor enemigo. ¿Creíste que él podría ayudarte? ¡Ya sé! ¿Estás esperando a que él llegue a salvarte? No, no lo hará porque tú fuiste uno más en su lista —Jungkook quería golpearlo, pero no tenía la osadía suficiente para hacerlo.

 

—Vete —sollozó sin querer defenderse o escucharlo más. Volvió a recostarse y se tapó con la manta.

 

Jin apretó sus puños y pateó la cama al confirmarlo todo, ¿por qué no podía negarlo? ¿Por qué era tan difícil aceptar que todo lo que le había dicho Iron era  verdad? Salió de la habitación tan rápido como pudo y se introdujo de nuevo en su oficina a destruir todo lo que ese día en la mañana había arreglado.

 

Recordó el día que había visto a Jungkook en el centro comercial, su corazón se había acelerado, quiso hablar con él de buena forma pero acabó con todo en bien lo tuvo entre su cuerpo. Su mala actitud salió a flote sólo por no verse débil ante él, se dejó llevar por su belleza y perdió al dejarlo escapar. Tenía planeado buscarlo y no decirle nada a Jimin, pero todo se esfumó en bien lo vio subirse al auto de la persona que tanto odiaba.

 

Aquello no había parecido una coincidencia, por lo que esa misma tarde había ido hasta la mansión Jung a hablar con Iron. Él sabía bien que el padre de Hunchul  había ayudado a Park Hee Young a escapar luego de haber asesinado a su padre, en algunos momentos dudó en que tal vez él había sido el que la había enviado a asesinarlo, conocía lo mucho que ese hombre quería hundir a su padre, pero nunca lo había logrado, hasta ese día que él murió.

 

A pesar de que Jin conocía los problemas entre ambas familias nunca había interferido en ello, desde pequeño siempre había evitado a Hunchul a pesar de que aquel no lo hacía y siempre lo molestaba. Cuando estuvo en el instituto tuvo su primera pelea a mano limpia con Iron, todo fue por culpa de él, ya que se la mantenía recordándole a Jimin que era el fruto de un error de su padre y se limitaba a destruirles la vida cada que podía.

 

Jin dejó de ser un chico tranquilo y comenzó a enfrentarse a ese joven cada que él lo provocaba, hasta que su padre murió y el odio pasó de ser un odio de chiquillos a un odio real.

 

Cuando vio bajar a Iron de su auto con una sonrisa de satisfacción lo encaró. Fue directo y le preguntó la razón por la cual salía con Jungkook, por supuesto, Hunchul no fue tonto y soltó todo a su conveniencia, sabiendo a la perfección que ese extrañamente preocupado Kim Seokjin le creería todo.

 

Jin se detuvo y observó el estado de su estudio, nunca había esperado tener ese tipo de reacción. A su mente llegaron de nuevo las palabras de Hunchul: “¿lo conoces?”, “es ardiente, ¿no es así?”, “Sé que vino a mí por el dinero”, “no lo hace nada mal en la cama”.

 

Se sintió tan herido y engañado que todo lo bueno que tenía planeado para Jungkook se esfumó y con razones mayores comenzó a buscarlo hasta debajo de las piedras sin tardar mucho en dar con su dirección.

Notas finales:

Ese Iron por deossss. Al parecer Jin vino recargado y más malvado que nunca mientras Jimin está comenzando a entretenerse por otros lados LOL. Espero que no se hayan dormido con este capi pero era bien importante para que supieran la misteriosa relación Jin-Iron.

Como dije en mi pag, a partir de hoy comenzaré a actualizar los sábados porque la semana no está rindiéndome T_T Les mando mucha energía buena para la siguiente semana y descansen mucho <3 

Los reviews que no he respondido... lo haré más tarde T_T GRACIASSS, GRACIASSSSS, GRACIASSS A TODOS POR SEGUIR THREESOME <3 

 

¡LOS ADORO

PD: Lord, soy una exagerada, pero god te adoro T___T -se pone ultraghei- deja de asustarme.

PD2: Lord, recuerda que te golpearé D:

PD3: Los aprecio mucho lectores.


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