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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Por estar pensando en algunas cosas terminé con mi otro pie lastimado. (En febrero me lastimé el tobillo derecho y antier me lastimé el izquierdo). Creo que luego todos dirán que lo merezco, pero esta vez no, se asustarán por leer un cap tan tranquilo (y aburrido).

 

¡A leer!

Capítulo 13 —Extrañamente tranquilo.

 

 

Seúl. Mayo 03 de 2014, sábado.

 

 

Tenía la sábana enredada entre sus piernas. Su cabeza palpitaba como si en cualquier momento pudiera explotar. Jungkook gimió y a la misma vez estiró su cuerpo.

 

—No es normal despertar con dolor de cabeza —murmuró moviendo las piernas de forma descontrolada para hacer la sábana a un lado.

 

Se sentó en la cama con los ojos medio abiertos y luego se levantó a mirar por una ventana que apenas notaba. El sol brillaba sobre el bello jardín lleno de flores que él no alcanzaba a reconocer desde donde estaba, además de eso, también resplandecía sobre una parte de la piscina que a su impresión era más grande de lo que debería ser.

 

Escuchó dos golpecitos en la puerta, luego ésta se abrió dejando ver a Yoongi con una sudadera gris y una camiseta blanca holgada que por poco se camuflaba con su piel. Intentó sonreírle pero terminó haciendo una rara mueca con su boca debido al dolor de cabeza.

 

—Estaba decidido a despertarte, pasé unas tres veces y continuabas durmiendo —Yoongi estaba impresionado.

 

—¿Qué hora es? —preguntó extrañado—. No acostumbro a dormir mucho.

 

—Son las once, chico —el pelirrojo rió.

 

—Ugh —gimoteó y se tocó la cabeza.

 

—¿Te sientes bien?

 

—Para nada, necesito algo para este dolor de cabeza —se sentó en el borde de la cama masajeando su sien.

 

—Te traeré algo, pero primero debo hablar contigo —Yoongi se sentó a su lado—. Seokjin se ha ido a Jeju y me ha dejado un montón de ordenes tontas que ya estoy olvidando —hizo una mueca—. Primero, ¿qué era lo primero? Eh… La señora Song, que por cierto es la encargada del aseo, vendrá a limpiar tu cuarto, luego te traerán el desayuno y… ¡tu computador y las notas! Para que puedas hacer tus trabajos y estudiar —Jungkook asintió—. No tengo autorizado dejarte salir de la habitación hasta el lunes y en bien salga de este cuarto no puedo volver —se rascó la cabeza y Jungkook frunció el entrecejo por lo escuchado y la fuerte palpitación en su cabeza.

 

—¿Me estás diciendo que estaré encerrado aquí por dos días? —jadeó.

 

—Ajá. Hoy quería llevarte a una habitación en la cual guardaron tus pertenencias de Jeju y mostrarte la mansión, es entretenida y jodidamente grande, pero mis planes se fueron al caño —pucheó Yoongi.

 

—Espera, ¿todo lo tenía en Jeju está aquí?

 

—Oh sí, yo vi cuando trajeron todo —Yoongi ladeo la cabeza tratando de recordar bien—. Namjoon acababa de llamarme bastante alegre porque habías escapado, él me tenía al tanto de todo, siempre hemos sido muy buenos amigos —sonrió—. Me contó lo que sucedía contigo, lo desesperado que se encontraba al ver el comportamiento de sus hermanos y pues… yo también me vi interesado en ayudarte, por eso le dije a Jin que me encargaría de ti, necesitas un amigo aquí ya que Namjoon se la pasa ocupado en el hospital.

 

—Aún no me convences del todo —bromeó Jungkook y ambos rieron— ¿Puedes llevarme a esa habitación luego, cuando puedas? —había dejado tantas cosas importantes que estaba feliz por tener la oportunidad de recuperarlas.

 

—Claro —la puerta fue golpeada con delicadeza—. Pasa —mandó Yoongi y una señora con una sonrisa envidiable entró a la habitación.

 

—No tardaré demasiado, el pequeño debe tener hambre, tu madre subirá la comida en bien  termine —aclaró y los hizo levantar de la cama para acomodar las almohadas y la sábana.

 

—Ve y dúchate, iré por algunas píldoras para el dolor —le dijo Yoongi.

 

—Pero… no tengo ropa para cambiarme —balbuceó.

 

—Sabía que faltaba algo —se burló el pelirrojo y señaló una puerta—. Allí está tu armario, no sé cuándo te pondrás toda la ropa que trajo Jin, desde hace una semana la tiene allí —Jungkook mordió su labio inferior.

 

—¿No puedo usar la ropa que tenía en Je…?

 

—No hay ni un par de calcetines allí, ayer fui a buscar algo en el armario que había pero estaba vacío, apúrate, no tardaré.

 

Jungkook hizo caso y se duchó lo más rápido que pudo, cuando él salió, la señora del aseo ya se había marchado, su habitación se encontraba de nuevo desierta. Atravesó el lugar y se introdujo en el armario jadeando por su tamaño y montón de ropa, ni Taehyung tenía tanto, el dolor de cabeza que se había mantenido quieto aumentó, tomó lo primero que vio y se vistió evitando reparar qué más podía encontrar allí. Cuando salió, Yoongi sostenía una bandeja con la comida y el chico que conocía como Himchan lanzaba sus cosas sobre la cama y salía sin decir una sola palabra.

 

Sonrió al ver la mueca de fastidio que había puesto Yoongi y se sentó en el suelo para recibir la comida, su estómago ya estaba comenzando a rugir y el dolor de cabeza se hacía inaguantable.

 

—¿Vas a comer ahí tirado?

 

—¿Piensas que voy a comer en la cama?

 

—Es lo más normal —obvió Yoongi.

 

—No, entrégamelo que terminaré muriendo —extendió sus brazos y Yoongi le entregó la comida no muy convencido.

 

—Tengo que irme —suspiró Yoongi y Jungkook mordió el interior de sus mejillas un poco decepcionado. A pesar de la situación, le gustaba tener a Yoongi acompañándolo, su presencia le recordaba a Junhong y le hacía olvidar un poco dónde estaba.

 

—Entiendo, te veo… ¿el lunes? —entrecerró los ojos.

 

—Haré lo posible por traerte unos bocadillos en la tarde —susurró Yoongi—. Mi madre sólo está autorizada para darte las tres comidas del día, pero yo robaré algo delicioso en la tarde y te lo traeré.

 

Jungkook lo miró sin dejar de comer y se despidió con la mano, en bien terminó tomó su pastilla y se cepilló los dientes con el cepillo que la noche anterior le había entregado Yoongi. Tomó sus apuntes y encendió el computador para comenzar a hacer todo lo que tenía pendiente, ingresó a internet y gruñó al tener diferentes páginas bloqueadas, sabía que todo lo que hiciera allí lo sabría Jin al instante por lo que se limitó a hacer lo necesario para la universidad y a estudiar.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Ya eran las cinco de la tarde, Jungkook se encontraba tirado en el suelo de la habitación sin ganas de hacer algo más. No tenía ánimos para continuar estudiando, sin embargo, no tenía algo más que hacer. Sentía que la blanca habitación se encogía con el paso de las horas y que si continuaba allí acabaría con la poca cordura que aún mantenía.

 

—Jungkook —susurró de repente Yoongi a su lado.

 

—Demonios —el menor se sentó debido al susto y sintió un dolor en su cuello por el movimiento brusco.

 

—Lo siento —rió Yoongi en silencio—. Si se enteran que estoy aquí…

 

—No tienes necesidad de recordarlo —lloriqueó frotándose el cuello.

 

—Aquí tienes —el pelirrojo le extendió un plato de fresas recubiertas con chocolate—. Y me marcho, olvida que estuve aquí, le entregas el plato a mi madre, ella es la única que sabe lo que estoy haciendo.

 

Jungkook asintió animado. Yoongi abrió la puerta y la cerró de una forma lenta para que ésta no hiciera ningún ruido. Caminó en puntitas sin dejar de mirar al frente, ya que alguien podría subir y verlo. A pesar de todo el cuidado, no se dio cuenta cuando una puerta fue abierta y de allí salió una mano que lo jaló con fuerza dentro haciendo que cayera de rodillas sobre la afelpada alfombra. Frunció el ceño y se levantó del suelo encarando al responsable de aquello, su rostro no cambió en ningún momento al ver a Jimin burlándose de él.

 

—¿Estás demente? —gruñó con su rostro tornándose totalmente rojo de la ira.

 

—Wow, no sabía que te veías tan sexy enojado —Jimin se acercó peligrosamente. Yoongi tuvo el impulso de retroceder pero no lo hizo.

 

—No te acerques más —le advirtió el pelirrojo.

 

—¿Por qué? ¿Te pongo nervioso? —Jimin estaba a menos de cincuenta centímetros—. Yo sólo quiero divertirme, ¿tú no quieres hacerlo?

 

—¿Divertirme? —la comisura de su labio se subió un poco pero no sonrió—. ¿Qué quieres hacer?

 

—Es una pregunta estúpida —el moreno dio un paso más metiendo una pierna entre las de Yoongi y posando su mano en la cintura del mayor. Yoongi se estremeció ante el roce de la pierna de Jimin contra su miembro y evitó suspirar.

 

—Está bien, diviértete —Yoongi se acercó ferozmente a los labios de Jimin, los rozó de manera provocativa y luego lo empujó lejos de él—, pero sin mí.  

 

—Das un paso más y le diré a Jin que estabas en la habitación de Jungkook —amenazó de forma infantil. Si él no tenía oportunidad de entrar allí, Yoongi menos.

 

El mayor se giró con una sonrisa fingida.

 

—Hazlo —Yoongi salió de la habitación dejando a Jimin petrificado y bastante enojado. Jadeó para luego tomar las llaves de su auto. No iba a rendirse, esa palabra no se encontraba en su diccionario. Mientras se ingeniaba algo más se divertiría en otro lugar.

 

 

Seúl. Mayo 05 de 2014, lunes.

 

—Estaba a gusto porque no te vería más —escupió Minwoo a la espera de que el semáforo cambiara.

 

—Qué mala suerte tenemos —contraatacó Jungkook sin quitar su mirada del cuaderno de apuntes. Yongguk, que iba en el asiento del copiloto, se burló de Minwoo, éste lo asesinó con la mirada e hizo lo mismo con Jongup, que tapaba su boca para no ser visto.

 

Jungkook miró de reojo a los tres jóvenes presentes en el auto. ¿Qué dirían los universitarios al verlo bajar custodiado por aquellos tipos? Sintió sus mejillas tornarse rojas y posó sus manos frías sobre ellas para que volvieran a la normalidad.

 

Cuando se detuvieron en el estacionamiento de la universidad se detuvo a pensar, tal vez no debía bajarse del auto, quedarse ahí sería mucho mejor, pero Yongguk se le adelantó y le abrió la puerta indicándole con la cabeza que abandonara el auto.

 

Jungkook cerró su cuaderno y tomó el camino de siempre. Caminó sin dejar de mirar hacia el suelo, no quería toparse con la mirada curiosa de los miles de estudiantes universitarios y de los profesores. Sintió un enorme alivio al cruzar la puerta de su salón de clase, en el que estaba Junhong recostado sobre la mesa, con los audífonos medio puestos y sus ojos cerrados. Jungkook tuvo el enorme impulso de girarse y mirar de forma amenazante a Yongguk, que permanecía recostado en los casilleros que estaban frente al salón con la mirada puesta en Junhong.

 

El moreno se devolvió y con disimulo lo amenazó:

 

—No voy a escapar, no tienes por qué estar tan cerca.

 

—Ya lo hiciste una vez, ¿piensas que te permitiré hacerlo de nuevo? —Yongguk habló tan bajo como para que sólo Jungkook lo escuchara, su mirada no se movió ni un solo centímetro del otro menor.

 

—Entonces quítate del frente de la puerta, no permitiré que indispongas a Jun…

 

—Sólo entra, voy a moverme —cedió Yongguk con una mirada llena de fastidio.

 

El moreno entró y volvió a mirar atrás confirmando que Yongguk no estaba más frente a la puerta, dio unos pasos más y se sentó al lado de Junhong para luego abrazarlo como si esa fuera la última vez que se verían.

 

El castaño se separó extrañado al sentir el abrazo y su rostro serio cambió a una enorme sonrisa al ver a su mejor amigo sentado junto a él.

 

—Es estúpido lo que voy a decir, pero dime que no estoy soñando —Junhong no podía creer lo que veía.

 

—Estás soñando —bromeó Jungkook recibiendo un golpe del castaño.

 

—Idiota —balbuceó intentando comportarse—. ¿Cómo es posible?

 

—No sé qué hizo que tomaran la decisión de dejarme continuar aquí, aunque eso ya no importa, ¿dónde está Hoseok? —preguntó al no verlo en el aula.

 

—No quiso venir, se la pasó todo el fin de semana en la cama.

 

—Me dijiste que estaba bien —Jungkook lo miró preocupado.

 

—Físicamente lo está aunque miente diciendo que le duele la cabeza, le llevamos las medicinas y las tira al retrete. Él se siente culpable por no haber podido hacer nada por ti, lo hemos visto llorando en las madrugadas —Zelo mordió su labio inferior con un deje de culpa.

 

—Hey… —Jungkook tragó con fuerza—. Yo he estado bien, no ha pasado nada, tal vez si intento llevarme bien con ellos puede resultar algo bueno de todo esto —fingió verse fuerte. Junhong bajó la cabeza para que su amigo no lo viera llorando—. Jun, mírame, las cosas no han ido tan mal después de todo, hay un chico dentro de la mansión que está cuidando de mí, además Namjoon está dispuesto a ayudarme —Jungkook no sabía de dónde estaba sacando tanto coraje.

 

—¿Eso significa que vas a cambiarme por ese chico? —intentó bromear para calmarse un poco.

 

—Aún lo estoy meditando —se rió el moreno limpiando una que otra lágrima de su amigo y saludando al profesor que recién entraba al aula—. Apuesto a que Tae se quedó cuidando de Hoseok —susurró.

 

—Oh sí, debo llamarlo y avisarle que estás aquí —se cercioró de que el maestro no le viera hablando.

 

—Hazlo luego —Jungkook le quitó el teléfono—. Debemos concentrarnos —sonrió de una manera pegajosa, Junhong asintió y suspiró con cierto alivio. 

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Habían pasado cuatro largas horas llenas de lecciones nuevas y preguntas asesinas por parte del maestro. Jungkook y Junhong se miraron cansados y desearon que el señor Seo se marchara de una vez por todas, para suerte de ellos y de todos en la clase, el maestro guardó sus pertenencias y se despidió hasta el lunes siguiente, no sin antes dejar un montón de largas políticas ambientales por leer.

 

—Es todo —jadeó Jungkook y se recostó sobre la mesa—, recuérdame nunca tomar la misma materia un solo día.

 

Junhong palmeó su espalda y negó con la cabeza.

 

—No lo haremos —se escuchó decidido—. ¿Debes marcharte ahora?

 

—Debo hablar con Hunchul —recordó Jungkook mareado, no quería encontrarse con él, pero debía hacerlo para aclarar las cosas.

 

—Cierto… —Zelo frunció los labios—. Te acompañaré hasta la salida de la facultad, iré corriendo a contarle todo a Taehyung —expuso animado.

 

Cuando ambos salieron del aula de clase, Jungkook frenó en seco al encontrarse a Jimin fuera, con los brazos cruzados y una mirada seria. Junhong tuvo el amague de ponerse delante de su amigo pero supo que era una tontería hacerlo.

 

—¿Sabes cuál es la facultad a la que Yoongi pertenece? —preguntó secamente y con un notable malgenio.

 

—No lo sé —respondió preguntándose mentalmente si Yoongi estudiaba allí. Debía preguntarle en bien pudiese verlo.

 

Jimin exhaló y lo miró recalcándole que no le había servido de nada y se marchó sin decir algo más. Jungkook buscó con la mirada a Yongguk y Jongup, esperando que estuviesen lo suficientemente alejados como para que Junhong no los viese, sin embargo ninguno estaba dentro de su perímetro.

 

—¿Debes seguirlo? —inquirió Junhong viendo a Jimin caminar mucho más rápido de lo que él podría hacerlo.

 

—¿A Jimin? No lo sé, no dijo nada —Jungkook se mantuvo alerta.

 

Ambos caminaron despacio hasta la entrada de la facultad y se despidieron con un abrazo, después de todo las cosas no estaban tan mal, hasta el momento.

 

Junhong siguió su camino, abandonó la universidad y trotó un poco hasta la parada de buses, vio el bus que lo dejaba cerca de casa arrancar y corrió tras él siendo casi atropellado por un auto que se interpuso en su camino. El castaño se acercó a punto de insultar al conductor pero palideció cuando del auto se bajó Yongguk, se le olvidó que podía correr y se quedó estático, sin poder hacer nada mientras el mayor lo metía dentro del negro BMW y aceleraba sin decir una sola palabra.

 

Cuando por fin reaccionó, se dio cuenta que iban lo suficientemente rápido como para no poder bajarse del auto y que Yongguk no se detendría así se lo suplicara. Junhong se preguntó qué quería de él, su cuerpo se estremeció al pensar que podría asesinarlo, tal vez golpearlo hasta dejarlo inconsciente y abandonarlo en medio de la carretera. La última idea se intensificó cuando Yongguk se detuvo fuera de la enorme ciudad y en una vía que él no conocía y que aseguraba, nadie la transitaba.

 

El pelirrojo se bajó del auto y le abrió la puerta esperando que se bajara. Junhong se quedó quieto en el asiento ignorándole lo máximo que pudo. El otro suspiró y se recostó junto a la puerta, mirando hacia un bosque de enormes pinos que transmitían su frescura hacia él.

 

—No debiste golpearme esa vez —comenzó Yongguk.

 

—Tú no debiste engañarme.

 

—Es mi trabajo, Junhong, además nunca me preguntaste en qué consistía —culpó al otro.

 

—¿Y tú me lo hubieses dicho? —Junhong salió del auto cabreado y lo encaró—. ¿Qué dirías? Sí, Junhong, trabajo para un par de hombres que abusan de tu amigo, ¿eso?

 

Yongguk recostó su cabeza sobre el techo del auto y suspiró cansado.

 

—Dime qué demonios podía hacer, te amo Junhong, pero también amo mi trabajo —confesó haciendo que el castaño se enojara más.

 

—¿Te hace feliz hacerle daño a los demás? —inquirió asombrado. Yongguk guardó silencio—. ¡Respóndeme, maldita sea! —Junhong jaló con fuerza la camiseta del otro haciendo que se rasgara.

 

—¿Y si lo soy qué?¿No te conformas con saber que te amo? Que todo este tiempo estuve extrañándote, queriendo estar a tu lado —Yongguk lo tomó de ambos brazos y lo estrujó.

 

—Estás loco —se quejó el menor.

 

—Llevo mucho tiempo trabajando para los Kim, no siempre estoy golpeando personas o forzándolos a ir donde no desean. A ellos les debo mucho, está bien, no he estado haciendo buenas acciones los últimos meses, pero no significa que viva de hacerle daño a los demás, no trabajo para unos mafiosos, trabajo para un par de chicos que están aplicando su ira en una persona que desgraciadamente tú conoces.

 

—No quiero escuchar más.

 

—Por favor, Junhong —jadeó Yongguk con desespero.

 

—Suéltame, debo ir a casa —Junhong suprimió a su ex novio con la mirada.

 

Yongguk lo soltó y Junhong comenzó alejarse sin saber por dónde seguir o cómo podría llegar a la ciudad. El pelirrojo terminó yendo tras él, para luego atacarlo con un beso salvaje y necesitado.

 

Junhong sintió que todos sus planes se habían ido al drenaje, ¿cómo podría resistirse a eso? Quería tener a Yongguk así para siempre, olvidar todo y comenzar de nuevo, ¿sería eso malo? Se preguntó sin dejar de besarlo. 

Notas finales:

¿Qué pasó? ¡este capítulo fue un error! jajajaja lo que realmente sucede es que esa sería sólo la primera parte del capítulo real, pero se me extendió más de lo que creía y quedó del tamaño de un cap completo así que la otra parte me tocó dejarla para el siguiente. Aprovechen que las cosas están bien y relajense lol creo que hoy nadie va a odiarme *-* 

Mandenme algo de sus energías para no morir enojada con mis pies, en serio, no sé qué les sucede y eso me tiene algo triste. En fin, también les aviso (a los que leen The Jackpot) que mañana no habrá actualización, así que nos leemos el domingo siguiente. 

Bueno... como siempre debo agradecerles por leer y dejar todos esos reviews que no he podido responder pero que lo haré. Me faltan dos meses para salir a vacaciones, ¿no es genial? Tengo tantas cosas por hacer que a veces no quiero ni despertarme.

¡Los Adoro muchito!

 

PD: el gif de "muchito" me encanta porque así son los Jimin y Yoongi de 3some T___T <3 

PD2: Lord, hoy no te dejaré nada (esto cuenta como algo)

PD3: Vean esooo :Q___ -> Aquí.


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