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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Holaaaaa T_T no he respondido reviews, el tiempo no me está rindiendo nada y si tengo errores disculpenme, Lord no pudo editar T_T

A Leer T_T

Capítulo 15 — Sólo intentémoslo.

 

 

Cuando Seokjin pasó la puerta de la sala de emergencias suspiró un poco aliviado al ver a Jungkook recostado en la camilla observando cómo eran atendidos las otras personas que por algún motivo se encontraban ahí también.

 

—Jungkook —fue lo único que acató en decir el castaño cuando estuvo a su lado. El menor se giró y lo miró con los ojos desorbitados, mientras sus labios temblaban demostrando lo asustado que estaba al verlo.

 

—Yo… debes escucharme —imploró con desespero.

 

—Tranquilo —Jin puso su mano en la mejilla del otro—. Hablaremos en casa, ¿te sientes bien? —Jungkook le miró con algo de desconfianza y tragó con fuerza.

 

—L-lo estoy —dirigió su mirada al pie implicado—. Me duele, pero la férula ayuda un poco.

 

Jin asintió y siguió la mirada del otro. El pie estaba bastante hinchado, además  había sido inmovilizado con una férula de color negro que lucía muy apretada.

 

—¿Namjoon te dijo algo?

 

—Eh… —se rascó la cabeza sin saber si decirle o no lo que el rubio le había confiado.

 

—Le dije que le daría las indicaciones a Yoongi porque tú no sabes poner ni una curita —apareció de la nada con un café humeante en la mano—. Debes irte, Jungkook necesita comer y reposar.

 

El hermano mayor se hizo a un lado para que un par de enfermeros ayudaran a Jungkook a sentarse en una silla de ruedas.

 

—Si necesitas algo puedes decirle a Yoongi, él me llamará —Namjoon le revolvió los cabellos al menor y éste sonrió—. Nos vemos… nos vemos cuando logre salir de aquí —hizo una mueca.

 

—Gracias —expresó Jungkook siendo llevado por uno de los chicos.

 

—Es mi trabajo, aunque esto no debió suceder —dijo lo último entre dientes para que su hermano fuese el único que lo escuchara.

 

—Díselo a Jimin —Jin lo empujó con el cuerpo para seguir tras los enfermeros.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

Yoongi recogía los platos en silencio, se sentía tan culpable que le era difícil mirar a Jungkook, quería disculparse por no haber calculado lo que sus palabras podrían ocasionar.

 

—¿E-estás… quieres algo más para comer? —preguntó a Jungkook que negó con la cabeza mientras bostezaba—. ¿Te traigo otra almohada para que puedas…? —Jin llegó, interrumpiéndolo, su cabello estaba húmedo y usaba un pijama que constaba de un pantalón gris y una camisilla blanca.

 

—Yoongi, ven un momento, por favor —el mencionado miró a Jungkook y luego salió de la habitación con el ceño fruncido.

 

—¿Qué sucede?

 

—Te dije que quería a Jungkook en mi cuarto —el pelirrojo se mordió el labio inferior al recordar la orden dada por el castaño.

 

—Lo olvidé —admitió—, baja a comer, mientras lo haces reacomodaré a Jungkook en tu habitación.

 

—Está bien —miró la hora en su teléfono móvil—. Sé que es tarde pero dile que no se duerma aún, necesito hablar con él —siguió su camino masajeándose las sienes, su cabeza quería explotar.

 

—Odio todo —jadeó Yoongi antes de entrar de nuevo a la habitación, quería estar en su cama, pero no sería capaz de hacerlo hasta que viese a Jungkook completamente dormido.

 

—¿Está todo bien? —preguntó el moreno en bien lo vio entrar.

 

—Lo está, olvidé que este ya no sería tu cuarto, no sé dónde demonios tengo la cabeza.

 

—¿Entonces…?

 

—Irás al cuarto de Jin, mañana le diré a las empleadas que muevan tus cosas —indicó para quitarle la sábana.

 

El menor se quedó en silencio, fijó su mirada en un punto no específico y se dejó ayudar por Yoongi, ¿para qué lo quería en su cuarto? No se sentía muy bien al haber recibido semejante noticia. Debía admitir que estaba confundido, Seokjin actuaba de una forma extraña haciéndolo temer mucho más por lo que podría esperarle.

 

Cuando reaccionó un poco se encontró en frente de una puerta doble y absolutamente blanca. Tragó con fuerza al creer que se encontraría al mayor dentro de aquella habitación esperándolo, debía comenzar a organizar su mente que por una extraña razón mantenía los recuerdos algo borrosos, además de que en el momento en el que Jimin pisó su pie todo se volvió oscuro. Recordaba el haber despertado en la camilla del hospital con la sonrisa perezosa de Namjoon, había sentido pánico al no recodar qué más había sucedido pero se había hecho el fuerte para evitar llorar como siempre lo hacía, su cuerpo dolía bastante pero le afirmaba en un cincuenta por ciento que Jimin no había logrado nada, aun así no estaba tan seguro porque su mente lo confundía y se sentía sucio, más sucio de lo que realmente ya estaba. Se decidió por explicarle a Jin sólo lo sucedido con Hunchul ya que debía defenderse y explicarle que nada de lo que él hubiese podido decirle era verdad. Suspiró y posó su vista en el lugar cuando Yoongi abrió la puerta.

 

La habitación era un poco más pequeña que la anterior, sus paredes eran igual de blancas pero tomaban un poco de gris debido a la alfombra que se expandía por todo el suelo. Una escalera blanca, recta  y sin pasamanos hacía su camino al lado izquierdo de la habitación, sintió curiosidad por saber qué había en el segundo piso, pero desde ahí sólo alcanzaba a ver un cuadro de una galaxia en espiral y un jarrón negro justo donde terminaba la escalera. Intentó reparar un poco más el lugar fingiendo que no podía caminar más rápido debido a su pie. En el fondo de la habitación y justo bajo el segundo piso, se encontraba una cama doble negra con toques blancos, en la cual fue recostado y bien acomodado.

 

—Jin dijo que debías esperarlo un poco —comentó Yoongi con una voz ronca y cansada.

 

—Está bien.

 

—Oye… Jungkook yo… —se despeinó un poco los cabellos.

 

—Te ves cansado, mañana hablaremos —sugirió.

 

—Agh —gruñó—. ¿Quieres que les diga algo a tus amigos mañana?

 

—¿Crees que no podré ir así? —inquirió  preocupado.

 

—Namjoon mandó reposo por una semana —bostezó.

 

—Diles que tengo gripe.

 

—Pero…

 

—No les comentes nada de lo que sucedió —pidió—. Luego veré qué invento para la próxima semana que los vea.

 

—Como diga usted, señor Jeon —bromeó y le acomodó las almohadas.

 

—Ya, vete que te me quedarás dormido encima —el mayor viró los ojos y salió de la habitación con un movimiento lento de manos que indicaba que se estaba despidiendo.

 

Jungkook continuó observando la habitación, a su derecha, justo debajo de las escaleras se encontraba una puerta negra que resaltaba en lo blanco de la pared, supuso que era el baño y no le prestó importancia alguna, en frente de la misma puerta, en el lado izquierdo de la habitación había otra puerta que él asimiló que era el closet, así como el que había en la otra habitación. Fijó su vista sobre un enorme cuadro de una nebulosa que estaba al lado de la puerta por la que había entrado, se dejó llevar por sus colores y pensó en lo difícil que habría sido pintarla, deseó levantarse y pasar sus dedos por el cuadro, además de verlo más cerca. La puerta principal fue abierta de repente, Jungkook se sintió apenado por no poder ver el cuadro completo hasta que esta fue cerrada de nuevo.

 

—Lo hizo Yoongi el año pasado —explicó Jin al ver lo ensimismado que estaba el moreno con el cuadro—. Arriba tengo otro, ya luego lo verás.

 

Jungkook asintió con lentitud y luego lo miró asustado al darse cuenta que estaba allí.

 

—¿Quieres ir al baño antes de dormir? —preguntó Jin con torpeza.

 

—S-sí, necesito cepillarme los dientes —aclaró.

 

—Vamos… al baño del corredor, no creo que puedas subir las escalas, el baño de la habitación está arriba —maldijo al no haber tenido en cuenta eso.

 

—Si me ayudas creo que podría hacerlo —murmuró lo suficientemente alto para que Jin lo escuchara.

 

—¿Y si te lastimas más? —Jin lo miró con una preocupación escondida.

 

—Sólo intentémoslo —aquellas palabras hicieron que el corazón de Jin se acelerara.

 

—Vale, te ayudo —fingió compostura y puso ambas manos en los hombros del menor. Sintió una energía que atravesaba su cuerpo y lo hacía estremecerse. Jungkook se dejó guiar y con esfuerzo subió cada uno de los escalones.

 

El segundo piso era menos largo y contaba con un conjunto de máquinas para hacer ejercicio, una puerta corrediza que al parecer daba con otro lugar y otra puerta que parecía invisible al contrastarse con lo demás. Jin acercó a Jungkook a la “puerta invisible” y la abrió para que éste entrase, el baño era sencillo, sus paredes eran verdes y combinaban con las blancas baldosas que decoraban el suelo. Contaba con una ducha, la bañera y el servicio en un espacio moderado, más no exagerado.

 

Jungkook cerró la puerta tras él y se recostó sobre ella. Su corazón se había acelerado tanto que estaba seguro de que Jin lo había notado. También estaba asustado, el castaño estaba actuando de una manera muy inusual, temía porque aquella tranquilidad fuera falsa y estuviese conteniendo su ira sólo por un momento para explotar después, ¿cómo podía gustarle alguien así? Su corazón dolió y se estremeció. Tomó el cepillo de dientes, se lavó bien los dientes para luego hacer uso del servicio y salir de nuevo.

 

Sus ojos se encontraron en bien abrió la puerta. Jungkook no pudo dejar de mirarlo y reparar en las enormes bolsas que se formaban bajo sus ojos, además de lo rojos que estaban por el cansancio. Se preguntó si había tenido mucho trabajo en Jeju y si tal vez lo habría pensado un poco estando allí.

 

Seokjin se sintió mal al ver el cardenal en la mejilla del menor, a parte de sus labios resecos y mejillas un poco hundidas. Maldijo al tener la culpa encima de nuevo y al recordar lo insensible que se había vuelto en los últimos años.

 

—Vamos, debes descansar —musitó Jin sin dejar de mirarlo para volver a posar sus manos en los hombros del menor y hacer el intento de bajar las escaleras, pero fue una mala idea.

 

—No puedo hacerlo —se quejó Jungkook en bien intentó bajar la primera escala.

 

—Oh —el castaño se quedó mirando las escaleras—. Así bajaremos más rápido —dijo y Jungkook lo miró sin entender hasta que sintió que sus pies abandonaban el suelo y era sostenido por los fuertes brazos de Seokjin.

 

Se aferró como pudo al cuello del mayor, lo hizo porque así lo deseaba, no porque tenía miedo. El otro bajó las escaleras sin esfuerzo y lo depositó en la cama para después acomodarle bien el pie sobre un par de almohadas y arroparlo con la sábana reparando que no quedara un espacio por donde entrara el aire.

 

Jungkook lo miró esperando poder hablar con él de una vez. Seokjin trató de ocultar su sonrisa al verlo ahí recostado en su cama y dio la vuelta a ésta para recostarse al lado de él. «¿Vamos a dormir juntos?», se preguntó Jungkook al verlo acomodándose a su lado y cobijándose igual que él.

 

—No sé por dónde comenzar —habló Jin mirando hacia la puerta principal de la habitación.

 

—Hunchul… —era hora de defenderse—. No todo lo que él te dijo sobre nosotros es verdad.

 

—Entonces dime lo que es verdad —pidió.

 

—Salimos y… nos besamos —admitió sin dejar de mirarlo y notar el dolor en sus facciones.

 

—¿Por qué lo hiciste?

 

—Sólo lo hice —resopló Jungkook, el otro no tenía razones para reclamarle.

 

—Supongo que debo creerte.

 

—Lo hice por todos menos por mí. Nunca estuve interesado en él y él lo sabía. Hoy, cuando le dije que las cosas no podían suceder porque… porque tú habías vuelto y yo quería regresar contigo todo se salió de control —Seokjin fijó su mirada en él, interesado, sólo sabía que Himchan había afirmado que Hunchul había forzado a Jungkook a besarlo, sin embargo, no sabía qué había detrás de aquello—. Admitió haberte llenado la cabeza de…

 

—Mentiras —dijo. «Y yo me dejé cegar por la ira», pensó.

 

—Y dijo que debía esforzarse más para destruirte —hipó—, yo… yo no quería besarlo y lo hizo, luego llegó Jimin y todo empeoró, le dijo que yo quería escapar junto a él, pero eso no es cierto —comenzó a sollozar rompiendo la regla de que no volvería a llorar.

 

—Ya deja de excusarte —Jin limpió sus lágrimas sintiéndose raro al hacerlo—. Te creo, así que no llores.

 

Jungkook dejó de llorar y se quedó mirándolo fijamente, ¿qué estaba pasando con él? ¿Por qué actuaba así? Cada vez le estaba dando más miedo.

 

—¿Qué sucede contigo? —Soltó Jungkook de repente y Seokjin se quedó en silencio—. Jin…

 

Sólo intentémoslo. Eso dijiste antes de subir las escaleras —expuso en voz baja y sintiéndose débil ante sus propias palabras—. Yo quiero que lo intentemos, que me des tan solo una oportunidad —decirlo había sido mucho más fácil de lo que pensaba.

 

Jungkook cerró los ojos y suspiró. Seokjin no merecía una oportunidad, él le había arruinado la vida junto a su hermano y lo había sometido a tanto dolor, el cual nunca superaría. Aunque había algo que debía admitir, lo amaba porque era masoquista, quería tenerlo a su lado así él sufriese y su subconsciente luchara contra él por lo estúpido y anormal que era.

 

—No te estoy pidiendo que olvides todo —susurró Jin al no escuchar una sola palabra del menor—. Sólo voy a intentar repararlo todo para que confíes en mí —un vacío en su pecho se formó con rapidez.

 

—Si lo hacemos… ¿Podré volver a casa? —inquirió sin saber qué respuesta deseaba escuchar.

 

—Esta es tu casa.

 

—No quiero estar cerca de Jimin —mencionó aquel nombre con temor.

 

—Si te dejo ir escaparás de nuevo.

 

—¡No lo haré! —casi gritó indignado.

 

—No voy a permitir que te marches, Jimin no volverá a tocarte, te lo prometo —algo dentro de Jungkook se removió, tal vez esa era la respuesta que esperaba.

 

—¿Cómo puedo confiar en ti? —pensó en voz alta.

 

—Hazlo sólo una vez —Jin sintió que sus mejillas ardían de la vergüenza, nunca había rogado tanto a alguien.

 

Jungkook volvió a quedarse en silencio, hasta que luego de unos largos minutos habló:

 

—Voy a hacerlo, sólo no… no me exijas mucho —pidió y se acomodó mejor en la cama para dormir y evitar tratar con el cargo de conciencia por lo que había dicho.

 

Seokjin exhaló y sonrió, se sentía estúpido por mostrarse tan débil ante Jungkook, sin embargo estaba feliz. Miró al menor por última vez y se acercó para darle un beso en la frente.

 

 

Seúl. Mayo 06 de 2014, martes.

 

—¿Debo estar aquí todo el día? —inquirió Jungkook cansado de estar recostado en la cama.

 

—Te mandaron reposo, no hay nada que podamos hacer —explicó Yoongi.

 

—Puedes ir a ver películas a la sala de televisión, así el día irá más rápido —propuso Jin mirando la hora en su reloj, tenía que hablar con Jimin, no podía posponerlo.

 

—Sería una muy buena idea —dijo Yoongi animado ayudando a Jungkook a levantarse de la cama.

 

—¿Te… vas? —preguntó el menor al verlo tan apurado.

 

—Voy a hablar con Jimin, necesito aclarar unas cosas —respondió con torpeza, el menor asintió y salió de la habitación dejándose guiar por Yoongi.

 

Seokjin se sentó en el borde de la cama mientras organizaba sus pensamientos, no debía pelear con su hermano, sin embargo, aún estaba muy enojado con él. Estiró su cuerpo y se levantó de nuevo para dirigirse a la habitación del otro joven. No tuvo la decencia de tocar e intentó abrir la puerta como si se tratase de su cuarto, pero esta no cedió ya que estaba con llave, luego bufó y tocó con desespero y no recibió respuesta ante ello.

 

A su mente llegaron malos recuerdos, cuando Jimin se comportaba mucho peor y su cuerpo tembló. Tocó la puerta más fuerte y la pateó inconscientemente, la respuesta fue la misma. Tomó un poco de impulso y le dirigió una patada más fuerte que posiblemente le dejaría secuelas con el tiempo, no se percató del dolor y entró encontrándose con el cuarto hecho un caos. Corrió hacia el baño y  encontró a su hermano en el suelo completamente drogado.

 

Sus ojos se llenaron de lágrimas, no quería que Jimin volviese al estado de antes, ese estado que había tomado luego de que su padre fuera asesinado. Le había costado mucho sacarlo de ahí y reformarlo, el Jimin nuevo era mucho mejor que el anterior y a pesar de todo, estaba retrocediendo de nuevo.

 

—Jimin —susurró ahogándose en sus lágrimas—. Me prometiste que no recurrirías de nuevo a las Metanfetaminas —lo movió mientras Jimin lo ignoraba— ¡Jimin!

 

—No quiero verte —habló con una voz ronca—. Déjame solo.

 

—Levántate, ¿dónde las conseguiste? —lo obligó a pararse, sin dejar de llorar.

 

—¡Vete! —Jimin lo empujó logrando soltarse—. No volveré a lo mismo, sólo fue por esta vez, lo necesitaba, ahora largo —lo empujó fuera de la habitación a pesar de lo mareado que estaba.

 

—Jimin, debemos hablar, por favor —suplicó el castaño.

 

—No y espero que mi puerta esté bien para la noche —gritó mientras su pecho subía y bajaba con exagerada velocidad. Los efectos estaban a punto de desaparecer, por lo que se sentía mucho más desesperado al no sentirse tan aliviado y feliz como antes.

 

—No me iré hasta que hablemos.

 

—Si no te largas ahora mismo, me voy yo —amenazó sintiendo una gota de sudor bajar por su cuello.

 

—Te juro que no pasarás de la puerta —Seokjin comenzó a enojarse, sintiendo un poco de alivio al ver a algunos empleados acercándose debido al ruido, entre ellos se encontraban Yongguk y Jongup.

 

—Intenta detenerme, idiota —Jimin salió como alma que lleva el diablo mientras empujaba sin pudor a todo el que se le atravesara. De repente, Yoongi apareció por el pasillo con cara de preocupación, vio a Jimin bajar las escaleras y lo siguió suponiendo que él era el problema.

 

—Jimin —lo detuvo sintiéndose mal al verle en un estado tan deplorable. A pesar de que siempre escuchaba lo problemático que era Jimin, nunca había presenciado algo así, pues antes no solía visitar la mansión principal.

 

—¡¿Qué?! ¿Quieres avergonzarme en frente de mis empleados también? —gritó mientras su cuerpo temblaba por lo drogado que se encontraba.

 

—No sé qué sucede pero debes detenerte —le sugirió sin soltarlo.

 

—Si no sabes qué sucede evita entrometerte —Jimin dirigió una patada en todo su estómago dejándolo desinflado en el suelo.

 

—¡Jimin! ¡Jimin! —Seokjin salió corriendo tras su hermano—. ¿Qué demonios están haciendo ustedes ahí parados? ¡Deténgalo!  —mandó para luego correr a ayudar a Yoongi.

 

Yongguk y Jongup corrieron tras el joven impidiéndole escapar y regresándolo a la mansión con un sobreesfuerzo.

 

—Enciérralo en cualquier lugar y manda arreglar su puerta —dispuso acercándose a su hermano—. Cuando no estés drogado hablaremos —soltó furioso, sintiéndose un poco decepcionado por la odiosa mirada que le dirigió su hermano. 

Notas finales:

Estoy a un mes de terminar mi semestre y son las últimas materias de mi pregrado, ¡las últimas! por eso estoy tan mal de tiempo, así que vengo a decirles que comenzaré a actualizar cada 15 días, pero esto será sólo mientras termino con mi semestre, luego continuaré normal. Estuve pensando en detener el fic hasta que terminara pero de solo pensarlo me dolió demasiado, así que esa fue la mejor opción que pude tener. Espero que comprendan y continúen leyendo mi historia y si no lo hacen pues lloraré y ya :c 

Y los que leen The Jackpot, mañana no habrá actu T_T. Los fines de semana deberían ser más largos. En fin, quiero agradecerles mucho que lean y dejen sus reviews, ¡prometo irlos respondiendo esta semana! odio sentirme tan apretada y cohibida. 

No podía dejar de decirles lo feliz que estoy porque los chicos regresan, no es bueno que vuelvan otra vez con la maldita TS, sin embargo yo opino que Yongguk no es tan estúpido como para llevarlos al mismo matadero. Hay que confiar en nuestro hermoso y sexy líder. 

Les agradezco como siempre por leer, saben que tardo en responder los reviews porque me gusta tomarme un buen tiempo leyendolos y análizandolos (además de sonreir como estúpida).

¡Los adoro!

 

PD: disculpen los errores

PD2: Jimin necesita amor

PD3: Ese Jinkook apenas está comenzando

PD4: Lord T_T 

PD5: En serio los adoro mucho


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