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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Los extrañé demasiado T_____________T la última vez no pude actualizar yo y Lord me hizo bullying :c no molesto más.

 

¡A Leer!

Capítulo 17 —Lo bueno y lo malo. 

 

 

Cabeceó por enésima vez sin dejar de vigilar los movimientos de Jimin. Tenía mucho sueño, y ni los sustos que le hacía pegar el otro impedían que éste desapareciera. Habían pasado cuatro horas desde que habían regresado del club. Jimin por fin estaba quieto, pero eso no le aseguraba nada a Yoongi, que sólo quería recostarse en su cama y fundirse en un acogedor sueño hasta entrado el mediodía.

 

—¿No quieres dormir? —inquirió Yoongi y Jimin negó con la cabeza. El menor se encontraba sentado en el suelo tapando la salida de la habitación como si estuviese cuidando de que el pelirrojo no saliera de ella.

 

—No encuentro mis pastillas —susurró—. Necesito una más —su voz era baja y llena de tristeza.

 

—Tal vez las dejaste en el club —mintió, aprovechándose de lo que horas antes  había leído.

 

Jimin ya había pasado por los efectos de la excitación o exceso de felicidad, luego había atravesado por la hiperactividad, la cual le había costado caro a Yoongi, que había terminado empapado también al haber intentado darle un baño a Jimin. Sabía que el cuerpo del otro experimentaría los últimos efectos, los cuales desaparecerían en lo máximo de dos horas y aquellos eran peores, la necesidad por más droga, la falta de memoria y la depresión atacarían a Jimin o más bien ya lo estaban haciendo.

 

—Debes llevarme de nuevo al club —rogó y Yoongi rezó porque no se pusiese violento.

 

—Ya lo han cerrado, en la noche te llevaré —se le acercó un poco preparándose para salir tras de él en caso de que huyera.

 

—¿Te sientes feliz? —Jimin de repente lo miró a los ojos desconcertándolo un poco. ¿A qué se refería?

 

—¿Por qué lo preguntas? —evadió al moreno fijándose en lo bien que se veía con su pijama.

 

—Me duele el pecho —Yoongi se puso alerta ante eso.

 

—¿Te due…? —Jimin continuó.

 

—Está tan vacío que duele —el pelirrojo por fin entendió el tema de la conversación y se sentó en frente del otro.

 

—Si te recuestas un poco y duermes el dolor va a desaparecer —propuso.

 

—Claro que no, apuesto a que nunca te has sentido mal, tus malos consejos lo demuestran —bufó y dejó de mirarlo.

 

Yoongi se quedó en silencio meditando. No conocía a alguien que asegurara que siempre había sido feliz. Él no siempre se la pasaba con una enorme sonrisa en los labios, sin embargo, sus tristezas y malos momentos nunca habían valido la pena. Fueron situaciones cortas, estupideces carentes de sentido, por lo que sus penas y tristezas se esfumaban en pocas horas. Su vida siempre había sido tranquila y llena de posibilidades y metas por cumplir cada día. Pensaba en lo mucho que podía hacer, en los lugares y personas que podía conocer además de las sonrisas que podía causar, ¿por qué debía estar triste si existía todo aquello?

 

—Deberías intentarlo —insistió, impidiendo que Jimin lo jalara al lado oscuro.

 

—¿Nunca has querido deshacerte de tu memoria? —hizo una pregunta nueva. Yoongi lo miró agobiado.

 

—No tengo razones para hacerlo —fue sincero.

 

—Las pastillas son buenas para eso —explicó jugando con sus manos—, no existe nada más que me haga olvidarlo todo. Si duermo soñaré con ella matando a papá, también sueño que regresa y acaba con todos, dejándome solo y a merced de aquellos dedos que siempre me han señalado.

 

Yoongi no dijo nada, él era bueno dando consejos pero en ese momento nada llegaba a su cabeza, tal vez eran las ganas de dormir, tal vez se sentía mal por él, no lo sabía, sólo suplicaba porque Jimin no continuara.

 

—Tienes mucha creatividad y se nota que te gusta lo que haces —murmuró levantándose del suelo, Yoongi lo imitó—. ¿Siempre fue así? ¿Siempre supiste que el Arte era lo que querías para tu vida?

 

—Así es —el pelirrojo no se detuvo a pensar ni un segundo. Jimin pasó su mano por una de las paredes del cuarto.

 

—¿Qué sentiste? —el otro joven deseó desaparecer.

 

—No sé cómo describirlo, me siento lleno cada que dibujo y a pesar de lo cansado que esté nunca querré quejarme si estoy pintando o haciendo una escultura —tragó con fuerza—. Es como cuando estás enamorado y eres correspondido.

 

Yoongi recibió una mirada vacía de Jimin.

 

—¿Y cómo es eso? En algún momento ese amor va a desaparecer, ¿significa eso que tu amor por el Arte se esfumará en un tiempo?

 

El pelirrojo se quedó en silencio observando al moreno, se veía muy bien para estar drogado, ¿sería uno de los efectos del Éxtasis? Tal vez ya había terminado, no sabía qué ocurría, aun así prefería al Jimin hiperactivo.

 

—No creo que desaparezca, no siento la necesidad de dejarlo.

 

—Dijiste que era como estar enamorado, el amor siempre va a desaparecer.

 

—Esto no lo hará —Yoongi subió un poco el tono de su voz—. Cuando realmente te gusta algo no vas a abandonarlo fácilmente, es posible que debas dejarlo por un tiempo y aun así luego regresará, pero nunca, nunca desaparecerá por completo.

 

—Tienes suerte, yo no siento ese tipo de gusto —resaltó la última palabra—. Todo es pasajero y nunca termino siendo bueno en algo o amando tanto algo.

 

—Es cuestión de conocerse a sí mismo. Todos nacimos para algo en concreto.

 

—No —se sentó en la cama—. Algunos nacimos para estorbarle a personas como tú. No tenemos sueños y nos volvemos unos grandes obstáculos que ustedes terminarán odiando y maldiciendo, luego nos superarán y nos quedaremos en mitad del camino, vacíos y esperando ese algo que nunca llegará.

 

Jimin miró por última vez a Yoongi y se recostó en la cama dándole la espalda. El sueño del pelirrojo había desaparecido, sólo le quedaba un disgusto e incomodidad ante todo lo escuchado. Se sentó en el suelo y apoyó su cabeza en la cama esperando que aquellas cansinas ganas de dormir regresaran.

 

 

 

Seúl. Mayo 11 de 2014, domingo.

 

Se quejó al sentir su cuerpo entumecido, se había quedado dormido en una muy mala posición, le dolía la espalda, el cuello, y su trasero junto a sus piernas estaban entumecidos. Estiró lo más que pudo su cuerpo hasta que la mayoría de sus huesos crujieron y se giró a comprobar si Jimin aún dormía. Esperaba y anhelaba que el menor ya se hubiese marchado, no necesitaba que le agradeciera por la ayuda, sólo quería evitar el montón de preguntas que podría hacerle de nuevo, el problema fue que ahí lo halló, estaba durmiendo tan tranquilamente y sin ganas de despertar. Yoongi miró al techo y suspiró para volver a mirar al chico, el cual tenía un rostro neutro y una posición fetal al parecer muy cómoda para él.

 

Decidió que la mejor opción era ducharse, ir por algo de comer y llevarle algo al otro para que pudiese llenar su estómago. No tardó mucho en el baño ya que éste estaba vuelto un caos, haciéndole perder las ganas de darse su largo baño dominical. Su madre no se encontraba cuando invadió la cocina, por lo que picó algunas cosas con lentitud y luego con una mayor parsimonia volvió a su habitación.

 

Jimin ya había despertado y miraba cada rincón de la habitación sin entender dónde se encontraba hasta que vio al pelirrojo en el umbral de la puerta. Sus ojos se volvieron más pequeños por la sonrisa que le dirigió y el cuerpo de Yoongi se tensó. ¿Existía alguna razón para que le sonriera? «Tal vez es por el desayuno», se dijo y le acercó la bandeja con la comida para luego sentarse en la cama frente a él.

 

—No sé qué hago aquí, pero esto me gusta —respondió Jimin con simpleza haciendo que la boca de Yoongi se abriera formando una “o”.

 

Antes de la fiesta Jimin estaba enojado con él por lo que le había dicho en la universidad y lo había golpeado, cuando se drogó estaba feliz, cuando los efectos de la droga pasaron comenzó a hacerle preguntas raras y en ese preciso momento le hablaba como si nunca nada hubiese sucedido. Todo aquello hacía marear a Yoongi, ¿cómo podía interpretar esa situación? Ordenó los pocos recuerdos que tenía de Jimin y los analizó uno por uno mientras el otro comía bastante animado. Necesitaba saber más.

 

—Escuché a Jin decirle a Namjoon que habías prometido no volver a drogarte —soltó—. Pero te encontré ayer en el club…

 

—Finge que no lo hiciste —se encogió de hombros.

 

—Jimin.

 

—Te estoy perdonando —explicó—, así que no le digas nada a ellos —Yoongi cerró los ojos y exhaló.

 

—Sé que no debí decirte eso y tú no debiste comportarte de esa forma, tampoco debiste mentirle a tu hermano.

 

—Me agradas, Yoongi, y quiero follarte, pero eso no significa que puedas inmiscuirte en mi vida —respondió con una penetrante mirada que dejó pasmado al mayor.

 

—Es ridículo lo que dices, tus hermanos quieren ayudarte, debes dejar que lo hagan —respondió clavando su mirada en Jimin, no podía dejarse intimidar.

 

—Ya me dejé ayudar de ellos, han perdido su oportunidad —dejó de lado el plato y bebió por completo su jugo de naranja.

 

—Entonces hazlo tú mismo.

 

—No tengo la voluntad necesaria para hacerlo, ya estoy cansado de todo —fijó su vista en la pintura en proceso de Yoongi y se levantó de la cama para apreciarla de cerca.

 

—Entonces busca ayuda —Yoongi se giró para vigilar que no intentara estropear su pintura de nuevo.

 

—¿Tienes a alguien en la mente? —respondió sin dejar de reparar en cada color presente en la pintura.

 

—¿Un psicólogo? Tal vez un psiquiatra —susurró lo último con una mirada llena de rencor.

 

—No me convence —volvió a posar su vista en el pelirrojo.

 

—Eres demasiado difícil —resopló.

 

—¿Qué piensas de hacerlo tú? —inquirió Jimin con una sonrisa ladina.

 

—Dame una razón —se burló Yoongi.

 

—Tú eras el interesado en que buscara una ayuda —obvió.

 

—Lo hago por tus hermanos, no por ti.

 

—Eso no importa, sólo responde.

 

—Si… —Jimin no lo dejó terminar.

 

—Trato hecho —el moreno se lanzó sobre Yoongi y lo besó para luego salir de la habitación sin dejar al otro decir una sola palabra.

 

—¡Espera, Jimin! Yo no iba a decir eso —gruñó sintiendo su rostro enrojecer de la ira y salió corriendo tras él.

 

Los pasos de Jimin eran rápidos, por lo que ambos terminaron en el living encontrándose allí con Jin y Jungkook listos para marcharse. Yoongi retrocedió un paso sin saber qué decir mientras miraba con preocupación a Jungkook, que se tensó en bien Jimin puso la mirada sobre él.

 

—Estaba buscándote —habló Jin con un rostro severo—. ¿Dónde estabas?

 

—Amanecí en el cuarto de Yoongi —el rostro del mencionado se tornó más rojo de lo que ya estaba.

 

—Yo… —balbuceó deseando que la tierra se lo tragara, no fue capaz de mirar a Jungkook, sabía que el menor estaba pensando lo peor de él en ese momento.

 

—¿Y tu teléfono? —preguntó el mayor de todos.

 

—Lo perdí el lunes —mintió, realmente no recordaba si lo había perdido.

 

—Compra otro entonces —dijo invitando a Jungkook a seguir con la mano. El pequeño dudó en moverse pero luego comenzó a caminar ayudado de sus muletas. Quiso dirigirle una mirada inquisidora a Yoongi, llevaba días sin hablar con él y en ese momento le esquivaba la mirada, no quería que el mayor estuviese enojado con él, no concebía que lo hiciera y más cuando no estaba enterado del por qué.

 

Yoongi al sentir el sonido de la puerta principal cerrándose frunció el entrecejo y tomó el puente de su nariz prometiéndose buscar a Jungkook luego. Recordó a Jimin y se giró para encararlo encontrándose con la habitación vacía. Corrió esperando encontrarlo subiendo las escaleras y así fue.

 

—En ningún momento te dije que aceptaba —le gritó, Jimin no detuvo sus zancadas.

 

—Escuché un sí y ya cerramos el trato —dijo llegando a la última escala y mirándolo de lado—. No te esfuerces más, no aceptaré un no cuando ya escuché un sí —le dio la espalda y con rapidez siguió su camino dejando a Yoongi echando fuego.

 

«Ni si quiera sé cómo podría ayudarlo», pensó para luego regresar a su cuarto con un enorme malgenio.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Jungkook a Jin mientras era ayudado a bajar del auto por Jongup.

 

—Sé que no cumplió su promesa, su rostro lo delataba —musitó tomando a Jungkook de la cintura y ayudándolo a ingresar al Centro de Recuperación Mental.

 

Jungkook pasó su mirada por el lugar recordando la vez que lo había visitado, se veía mucho mejor en primavera, además de que las personas se veían más alegres debido al montón de visitantes que había ese día.

 

—Él dijo que había estado con Yoongi —Jungkook se sintió estúpido al defenderlo—. Y Yoongi no negó nada, creo que deberías confiar en él.

 

—Mi madre estará feliz de verte —cambió de tema sabiendo que Jungkook no se sentiría muy a gusto al hablar de su hermano—. El tiempo que te perdí estuvo preguntando por ti.

 

Jungkook sonrió al escuchar aquellas palabras, él también quería ver a la señora Kim.

 

—Espero que así sea —dijo sin dejar de sonreír logrando que un intento de sonrisa se plantara en el rostro de Seokjin.

 

Sin pensarlo se encontraron en frente de la habitación de la madre de Jin e ingresaron sin tocar la puerta encontrándose con la bella mujer haciendo crochet con un rostro confundido y estresado.

 

—Eso no se ve divertido —bromeó Jin haciendo que la mujer fijara su vista en él y luego en Jungkook para correr a abrazar al último con bastante emoción.

 

—¿Qué te ha sucedido? —inquirió preocupada y luego dirigió una mirada acusatoria a su hijo.

 

—Me lastimé… en la universidad, no es nada grave —mintió y sintió sus orejas enrojecerse al hacerlo.

 

—Oh, entiendo… ¿Dónde habías estado? Jin siempre se ponía de mal humor cuando preguntaba por ti.

 

—Tuvimos un tiempo difícil, mamá, pero ya todo está arreglado —dijo con su rostro serio haciendo que su madre sonriera y lo abrazara sin dejar de darle un beso en la frente.

 

—Te extrañé mucho la semana pasada. Pero te ves radiante.

 

—No volveré a tardar tanto —prometió Jin—. ¿Y Namjoon? Creí que ya estaba aquí —Jungkook se ilusionó un poco al creer que vería al rubio.

 

—Se marchó hace una hora —la mujer suspiró—. Tenía trabajo en el hospital.

 

—Nunca está en casa —bufó y Jungkook le dirigió una mirada acusadora.

 

«Tú tampoco mantienes en casa», pensó.

 

Durante toda la semana se la había pasado encerrado en la habitación. Logró  hablar con Junhong y explicarle que se había tropezado saliendo de la universidad lastimándose el tobillo, su amigo no pidió muchas excusas y prometió ponerlo al día durante esa semana y eso hizo, pero por teléfono, ya que Seokjin se resistió a permitir que el chico pusiese un pie en su mansión.

 

La semana había sido lenta y el domingo fue el único día que había podido ver a Seokjin despertar a su lado. Namjoon había llamado la noche anterior para avisarle que ya podía dejar el reposo, sin embargo, no podía excederse en el apoyo de su pie, aquella noticia hizo que Jin por fin le dedicara un día a Jungkook y aprovechara esto para visitar a su madre.

 

—¿Qué tal si vamos al jardín? Jungkook debe estar cansado —propuso la señora Kim y todos caminaron a la velocidad que el menor pudo ir.

 

Cuando hallaron una larga banca libre los tres se sentaron y Jungkook exhaló con cansancio, no creyó que ir en muletas sería tan difícil. La tarde pasó con rapidez y el horario de visitas terminó haciendo que todos se despidieran con tristeza. Al salir del Centro de Recuperación Mental, Jungkook fue ayudado a subir al auto y luego la puerta fue cerrada dejando a Jin fuera y al menor algo confundido. El vidrio de la ventana fue bajado y el castaño se acercó para darle un rápido beso en los labios.

 

—Llegaré más tarde a casa, Namjoon dijo que cenaría contigo —explicó acomodando unos cuantos cabellos de Jungkook, el cual se sintió un poco desilusionado y sólo se dedicó a asentir escondiendo su enojo. El vidrio fue subido de nuevo y el auto aceleró dejando a Seokjin atrás mientras el moreno dirigía una odiosa mirada a Minwoo.

 

—¿Desilusionado? —averiguó el conductor sin esconder su sonrisa burlona.

 

—Eso no te concierne —gruñó sin dejar de mirar los árboles que el auto dejaba atrás, tal y como lo había hecho con Jin.

 

—Deberías acostumbrarte a eso, su trabajo es mucho más importante —Minwoo atravesó un poco más la herida y Jungkook deseó tener unos audífonos y un poco de música para dejar de escuchar a ese chico que lo odiaba sin justa razón.

 

 

 

  ─●──●──●──●──●─

 

 

Su malhumor aumentó. Namjoon no lo acompañó a cenar ya que le habían extendido el turno en el hospital y Yoongi no aparecía para ayudarlo. Deseó llorar al levantarse de la mesa y preguntarse cómo haría para subir las escaleras hasta la habitación, podría quedarse en el living recostado en un sofá o mirando a la nada, pero temía porque Jimin apareciera en algún momento y lo lastimara. Se detuvo en frente del primer escalón y exhaló dispuesto a darlo todo, apoyó su pie izquierdo para dar el primer paso siendo reprendido en el intento.

 

—¿A dónde crees que vas? ¿No podías esperarme un poco? —se giró y sonrió al ver a Yoongi cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

 

—No sabía que vendrías —manifestó.

 

—Aquí estoy, vamos.

 

Yoongi le ayudó haciendo mucho más esfuerzo que el menor y tardando mucho menos de lo que podría haberlo hecho. Fueron hasta la habitación y Jungkook se sentó sobre la cama sintiéndose un poco mejor.

 

—Creí que estabas enfadado —dijo Jungkook.

 

—¿Yo? —Yoongi arrugó la nariz—. No lo estoy, no hay razones para estarlo, el que debe estar enfadado eres tú.

 

—Tampoco lo estoy, no hay razone… —el pelirrojo lo interrumpió.

 

—Sí las hay, cuando te duches te las daré —propuso y Jungkook asintió dejándose ayudar de nuevo, pero esta vez para subir las escaleras de la habitación.

 

No tardó mucho en ducharse y cambiarse por una pijama cómoda, cuando bajó, la cama ya estaba preparada para que durmiera. Se sintió un poco desilusionado al saber que no se daría cuenta de la hora en la que Jin regresaría a casa.

 

—Ahora sí —indicó el moreno al dejar que Yoongi pusiera la sábana sobre sus piernas mientras él acomodaba una almohada tras su espalda.

 

—El lunes le dije algo feo a Jimin que lo hizo enojar, por eso perdió el control, todo fue mi culpa —soltó todo rápidamente haciendo que un denso silencio se apoderara de la habitación.

 

—No… no creo que lo hayas hecho a propósito, no te culpes por ello —expuso luego de pensarlo bien.

 

—¿Qué? Me la pasé toda la semana buscando la mejor forma para explicarlo y…

 

—Eres un tonto —bromeó Jungkook—. ¿Por eso me abandonaste?

 

—Me sentía culpable.

 

—Entiendo, ya puedes tranquilizarte —le sonrió y Yoongi suspiró.

 

—Dormiré en paz —dijo mirando la hora—. Pero hoy no, me queda mucho por hacer —se quejó al pensar en todo lo que no hizo por pasarse la tarde pensando en lo que había sucedido.

 

Jungkook asintió con la cabeza y sintió la necesidad de decirle que se quedara, sin embargo se quedó callado, dejándose abrazar por Yoongi y observándolo cuando abandonó la habitación. Miró hacia todos los lugares como si estuviese conociendo de nuevo aquel lugar y jadeó. De nuevo estaba solo.  

Notas finales:

El tiempo no quiere correr es como si se detuviese pero no rindiera nada, ¿no han tenido esa sensación? Por Dios, es horrible, en fin, espero que a todos les esté yendo MUY BIEN, que la vida les sonría y uds le sonría a las personas que lo necesitan. También quiero agradecerle a TODAS las personas que leen y a las que leen y dejan sus hermosos reviews que son los que me llenan de energía en estos últimos días tan malditos.

Quiero... hacer una propuesta. Según lo que veo cada capi de mi fic es abierto o como dice ahí "Leido" más de 500 veces, podrían SÓLO por esta vez los lectores fantasma que no se reportan dejar una sola palabra, algo como un "Hola" no sé, pero que yo sepa que realmente este fic no lo leen sólo esas 9 a 15 personas que dejan su amor, no me importa lo largo, sólo quiero saber si realmente todos esos sí me leen. Gracias <3 

Quiero que sepan que:

 

¡LOS AMO INFINITAMENTE!

 

PD: Lord, voy a golpearte por lo que pusiste en el cap anterior.

PD2: Recuerden leer el ultra one shot de Lord <3

PD3: Exíjanle a Lord que escriba un fic, FIC, ella a mi no me hace caso :c

PD4: <3 

 


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