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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Odio la vida cuando me toca hacer todo rápido. No sé cómo he podido escribir con todo lo que tengo encima, ¡pero ya la otra semana saldré a vacaciones! POR FINNNNNNNNN.

 

¡A LEER!

Capítulo 19 —Sin terminar llorando

 

 

Seúl. Mayo 16 de 2014, viernes.

 

Había tenido una semana pesada, llena de trabajos y exámenes por presentar, escondiéndose de Hunchul cada vez que lo veía cerca de él en la universidad e intentando no pelear con Jin las pocas veces que lo había visto en la semana. Estaba cansado de no saber nada de él a pesar de vivir en la misma casa, comparó el montón de veces que se encontró con Jin en Jeju con las pocas veces que lo había visto en la mansión, no entendía a qué se debía su ausencia y ya no estaba preocupado sino enojado.

 

Empacó un par de shorts en su maleta, unas camisas y la pijama. Durante toda la semana le había asegurado a Taehyung que sí iría a su casa, a pesar de que no había tenido tiempo de avisarle a Jin. Estaba decidido a no decirle nada, ya que el mayor no se había enterado de que Jungkook había asistido toda la semana a la universidad, nadie en la mansión se lo había dicho y el menor debía admitir que agradecía el silencio de todos allí.

 

—¿No vas a llamarle? —inquirió Yoongi ayudándole a guardar sus implementos de aseo.

 

—No notará que me fui —musitó concentrándose en lo que podría faltarle.

 

—Lo hará cuando llegue a dormir y no te encuentre en la cama. ¿Sabes qué hará? Va a formar un caos y no quiero despertarme a las tres de la mañana a explicarle que tú estás en la casa de tus amigos —gruñó apretujando algunas cosas en la maleta.

 

—¿Te encuentras bien? —preguntó Jungkook con el ceño fruncido.

 

—¿Q-qué? ¿P-por qué no voy a estarlo?

 

—¿Estás enojado? ¿Estoy haciendo algo malo? —Jungkook se sostuvo de sus muletas y se le acercó—. ¿Es por Jimin? —Jungkook recordó el día en el que vio a Jimin y a Yoongi juntos y se estremeció.

 

—¿Por qué estás haciendo tantas preguntas, Jungkook? Me agobias —Yoongi desordenó su cabello y se lanzó sobre la cama boca abajo.

 

—Así que es por él —susurró Jungkook no muy feliz porque su amigo estuviese volviéndose cercano al Kim menor.

 

—Sé que no te agrada Jimin, créeme, él tampoco me agrada —gimió levantándose de la cama—. Es sólo que no ha regresado a casa desde el domingo, sabemos que está bien porque llama a mamá para que le avise a Jin que aún vive, sin embargo no me gusta que se vaya sin avisarles a sus hermanos dónde está y cuándo regresará —agregó y luego se preguntó si realmente eso era lo que le preocupaba.

 

—Me preocupa más que esté por ahí suelto —susurró Jungkook creyendo que Yoongi no lo había escuchado.

 

—Hablas de él como si fuese un psicópata —sonrió pensando en lo extrañamente malo y raro que podía ser Jimin—. Ese chico sólo necesita algo de ayuda.

 

—Ayuda que tú no puedes darle, así que deja de preocuparte por él —soltó con recelo cerrando su maleta sin mirar el rostro descompuesto de Yoongi.

 

—Voy… voy a llevar tu maleta primero —dijo tomándola con su cabeza volviéndose un completo lío, su parte buena decía que sí podía ayudarlo, que Jimin no era tan malo como se veía, sin embargo, su parte mala decía que Jungkook tenía razón y que debía por cualquier medio dejar de pensar y preocuparse por ese mocoso malcriado.

 

Jungkook fue tras él a un paso mucho más lento, sus hombros y brazos dolían por todo el esfuerzo que hacía a diario para no tener que apoyar mucho su pie, nunca se acostumbraría a ese par de muletas, además del dolor que iba y venía sin descanso. Detuvo su paso al ver a Seokjin pasando por el lado de Yoongi sin notarlo y detenerse justo en frente suyo con el ceño fruncido, como si estuviese irritado y quisiera gritarle en ese momento.

 

—¿Por qué estás fuera de la cama? Ven, debes reposar un poco —dijo con una voz cansada la cual Jungkook no notó.

 

—Iré a casa de Tae y regresaré el domingo —afirmó evitando que Jin lo tomara del brazo.

 

—Podrás ver a tus amigos la otra semana, cuando regreses a la universidad, por ahora debes descansar —jadeó recostándose sobre la pared del corredor.

 

—Regresé a la universidad este lunes —dijo dándole la espalda y siguiendo su camino hasta que el sonido del cuerpo de Jin golpeándose contra el suelo lo hizo detenerse y girar.  

 

Seokjin no se movía, sólo se encontraba extendido sobre el suelo haciendo que el corazón de Jungkook se acelerara. Soltó las muletas y, sin saber cómo, llegó hasta donde estaba el mayor y empezó a moverlo sin ser capaz de modular una sola palabra hasta que pudo reaccionar y comenzó a gritar pidiendo ayuda. Yongguk fue el primero en llegar y cargar a Jin sobre sus hombros, luego llegó Yoongi, que ayudó a Jungkook a llegar hasta el cuarto.

 

—Namjoon viene en camino —dijo Yongguk luego de haber salido y entrado en la habitación un par de veces.

 

—¿Y si empeora mientras llega? Debemos llevarlo a un hospital —balbuceó Jungkook entre sollozos.

 

—No es la primera vez que sucede —explicó Yoongi—. Él sabe que no puede cargar con tanto trabajo, pero no nos escucha y termina en este estado —soltó con enojo.

 

El menor se quedó mirándolo, se la había pasado toda la semana quejándose de lo solo que estaba, sin preocuparse una sola vez por Jin. Se sintió como una basura, ¿por qué no se le había pasado por la cabeza que Seokjin podría estar cansado? Hubiese podido ayudarle, tal como lo hacía en Jeju.

 

Namjoon no tardó mucho en llegar, se veía enojado y desesperado. Revisó a su hermano negando con la cabeza cada cierto tiempo y modulando ciertas palabras que Jungkook no pudo entender debido a lo alejado que estaba para no interferir en el trabajo del hermano mayor.

 

—Idiota —dijo mientras le ponía la intravenosa y acomodaba el suero al lado de la cama—, le dije que buscara a alguien para que hiciera mi trabajo y no lo hizo. Va a terminar matándose a este paso —gruñó y vio la hora en su reloj—. No creo que despierte hoy —miró por primera vez a Jungkook—. Cuando lo haga dile a la señora Min que lo alimente con algo liviano y dile a él que voy a darle una golpiza si no busca un reemplazo —Namjoon guardó sus cosas y medio le sonrió al menor—. Debo ir a descansar si no quiero terminar como este idiota, nos vemos, Jungkookie —se despidió con la mano y salió de la habitación con Yongguk tras él.

 

—¿Quieres que le diga a Himchan que te lleve a casa de tus amigos? —preguntó Yoongi.

 

—¿Crees que voy a irme luego de eso? —preguntó asombrado.

 

—Sólo quería ver la cara que ponías al escucharme decirlo —se burló sin compasión del menor.

 

—Ayúdame a cambiarle la ropa por la pijama —pidió Jungkook pesaroso e ignorando las carcajadas del pelirrojo.

 

—Primero iré por tu maleta al living, ve quitándole la camisa, puedes dejarlo con la que tenga debajo puesta —Yoongi salió disparado de la habitación mientras Jungkook comenzaba a desabotonar la camisa de Jin con lentitud, afortunadamente el mayor contaba con una camisilla blanca bajo aquella camisa. Pasó a organizar los cabellos de Jin, que estaban un poco largos y que de cierto modo tapaban sus ojos.

 

—Estuviste a punto de matarme del susto —le dijo a pesar de que el otro no le escuchaba—. Es injusto, me pides que descanse cuando tú no te preocupas en hacerlo —le acarició los cabellos hasta que Yoongi volvió a entrar a la habitación.

 

—¿Puedes cambiarte tú solo mientras le pongo la pijama a ese idiota? —inquirió sacando la pijama de la maleta y extendiéndosela a Jungkook, que asintió sin energías y recibió aquella ropa para dormir.

 

 

 

Seúl. Mayo 17 de 2014, sábado.

 

Secó su cabello sin quitar la mirada de encima de Jin. Eran más de las once de la mañana y aquel chico aun no despertaba, logrando que Jungkook se inquietara un poco.

 

—¿Realmente estás bien? —preguntó sentándose en el borde de la cama, mirando la nueva bolsa llena de suero que Namjoon le había puesto una hora antes.

 

—Lo estoy —susurró Seokjin sin abrir los ojos—. Sólo… estoy un poco cansado —por fin abrió los ojos y miró a Jungkook, el cual sonrió y posó su mano en la mejilla del mayor.

 

—Iré a avisarle a la señora Min que ya has despertado —anunció y se levantó de la cama—, no tardo.

 

Seokjin no tuvo tiempo de pedirle que se quedara, sólo se quedó mirando hacia la puerta con un dolor de cabeza que le impedía abrir los ojos completamente. Debía estar trabajando en ese momento, pero su cuerpo no tenía las fuerzas necesarias para levantarse de aquella cama.

 

Recordó el día anterior, el rostro decepcionado de Jungkook en bien lo vio. Sabía que el menor estaba enojado, además admitía que tenía razones para hacerlo(,) y él… él no podía hacer nada por aquello. Moría de ganas por estar sólo con Jungkook, por no tener que marcharse cada mañana sin poder despedirse de él, había planeado tantas cosas, tantas salidas, tantos momentos que fueron congelados en bien sus hermanos dejaron de ayudarlo. Namjoon ya sólo se dedicaba cien por ciento al hospital, Jimin había dejado de cumplir con las pocas tareas que le correspondían y no era capaz confiar en alguien más como para dejarle a cargo la empresa constructora por la que tanto había luchado su padre antes de morir.

 

Jungkook volvió a entrar con la señora Min tras él, la habitación se llenó de un suave aroma que le recordó a Jin lo hambriento que estaba. Fue ayudado a sentarse en la cama debido a las pocas fuerzas con las que contaba y luego, sin quejarse, se dejó alimentar por Jungkook en bien la señora Min abandonó la habitación.

 

—Estaba enojado contigo —confesó Jungkook con franqueza—, pero ya no puedo estarlo, no si continúas en esas condiciones —Jin sonrió limpiándose un poco la boca con una servilleta de color azul pálido.

 

—Soy un idiota, ¿no lo crees? Cuando por fin te tengo, te abandono —afirmó sin dejar de mirar a Jungkook a los ojos.

 

—No puedes dejar de lado tu trabajo, has luchado mucho por el negocio de tu padre, pero sí tienes razón, eres un idiota, podrías haber pedido una mano —bufó soplando la sopa.

 

—Jimin y Namjoon n… —fue interrumpido.

 

—No hablo de ellos, yo puedo ayudarte, sé qué es lo que le corresponde a Jimin, puedo hacer su trabajo en las tardes, cuando termine las clases. En Jeju tuve que hacer casi todo su trabajo —expuso. Jin negó con la cabeza.

 

—Eso no volverá a suceder, prefiero buscar a alguien más, tú sólo debes preocuparte por tus estudios y descansar —abrió la boca para recibir más sopa y sonreír por la furiosa mirada que le dirigía Jungkook.

 

—Ya he descansado lo suficiente, además esta fisura no me impide hacer nada, sólo caminar, el dolor llega cuando hace frío, pero si me cubro bien el pie no pasará nada.

 

—Olvídalo, Jungkook —finalizó.

 

—Entonces te ayudaré a buscar a alguien más —propuso haciendo que Jin se quedara pensativo.

 

—¿Y si no hace bien su trabajo?

 

—Hallarás a alguien bueno, te lo aseguro —dijo animado, repasando las enormes ojeras de Jin.

 

—Está bien —afirmó recibiendo la última cucharada de sopa.

 

—¿Quieres que llame a una de tus secretarias para que abra una nueva vacante? —inquirió entrecerrando los ojos al ver a Jin arrugar la nariz.

 

—¿Podrías… decirle primero a Yoongi que necesito hablar con él? —pidió Seokjin, Jungkook lo miró extrañado.

 

—Iré a buscarlo —tomó sus muletas para ir en busca del pelirrojo que de casualidad entró en la habitación antes de que él pudiera dar un paso más.

 

—Oh, te necesitaba —dijo Jin con una voz tranquila.

 

—Los dejaré un momento —avisó Jungkook.

 

—Quédate aquí —casi gritó Jin poniendo un pie fuera de la cama —. No voy a tardar mucho con Yoongi, ven, recuéstate a mi lado —Yoongi sonrió ante el comportamiento del mayor y ayudó a que el moreno se acomodara, en bien Jungkook se recostó sobre el hombro de Seokjin, Yoongi tomó asiento para escuchar lo que el joven Kim tenía por decirle.

 

—Tu mirada me confirma que no dirás nada bueno —resopló Yoongi rascando su nariz.

 

—Primero escúchame, luego… luego puedes reaccionar —Jin mordió su labio inferior y luego miró a Jungkook—. Ayúdame para que Jimin regrese a la constructora, no quiero a nadie más que mi hermano —la boca de Yoongi se abrió más de lo que podía hacerlo—. Eres posiblemente el único que puede convencerlo.

 

—Claro que no, tu hermano no va a escucharme, además si regresa será sólo una carga para ti. Debes buscar a alguien más —soltó Yoongi con desagrado.

 

—Yoongi, por favor —suplicó Seokjin.

 

—Si me acerco más a tu hermano voy a terminar tan loco como él —murmuró—. Discúlpame Jin, pero tu hermano no trae cosas buenas —Jungkook asintió sin que el otro lo viera.

 

—Sólo dale una oportunidad, él dejó que lo trajeras a casa el sábado —expuso,  logrando que el rostro de Yoongi palideciera—. Lo dejaste dormir en tu habitación y no dejaste que escapara en la madrugada, ¿por qué lo ayudaste entonces ese día? ¿qué te impide acercarte ahora?

 

—¿C-cómo lo sabes? —preguntó el pelirrojo sintiendo su cuerpo enfriarse.

 

—Eso no importa, sólo ayúdame —mandó Jin. Yoongi miró a Jungkook y luego a Jin.

 

—No entiendo qué hice para merecer algo así, ¿me estás castigando por algo?

 

—No lo hago, ahora sólo vete, tienes que buscarlo —Jin señaló la puerta con su dedo.

 

—¿Cómo demonios voy a encontrarlo? —se quejó, despeinando sus cabellos.

 

—Yo tampoco lo sé, vete, estás perdiendo tiempo —el pelirrojo abrió la boca para decir algo más y luego la cerró, sabía que sería estúpido seguir negándose, Jin no lo dejaría en paz. Salió la de la habitación dando un par de zancadas y luego cerró la puerta tan fuerte que logró que Jungkook pegara un saltito en la cama.

 

—No debes obligarlo a hacer algo que no quiere —soltó Jungkook con desaprobación.

 

—Creo que por ahora sólo debemos hablar sobre nosotros, olvídate de los demás —propuso Jin mirando a Jungkook con una agradable sonrisa.

 

—Aún no te he perdonado del todo —dijo mirándolo por el rabillo del ojo—. ¿Debería quitarte la intravenosa para que puedas ducharte y luego almorzar?

 

—Alto ahí, acabo de comer, además tú no sabes quitar una intravenosa —habló algo escéptico. 

 

—Tú tampoco sabías hacerlo cuando enfermé en Jeju y no tuviste piedad —hizo un puchero y luego se cruzó de brazos.

 

—No sé de qué hablas —mintió Jin, sonriendo con algo de malicia.

 

 

Seúl. Mayo 18 de 2014, domingo.

 

—No te enfades, Tae, prometo visitarte el fin de semana siguiente —propuso Jungkook con un rostro lleno de preocupación.

 

Ya no creo en tus promesas —bufó Taehyung al otro lado de la línea.

 

—Te dije que Jin enfermó y he estado cuidando de él —Seokjin, que estaba leyendo un libro dejó de hacerlo y fijó su mirada en Jungkook.

 

Dime la verdad, mocoso, ¿te prohibió venir y te encerró en su mansión? —preguntó. Una carcajada de Hoseok se escuchó al fondo.

 

—No te estoy mintiendo, si él lo hubiese hecho, ¿crees que habría dejado que usara su teléfono para llamarte? Sabes que no tiene piedad —Jin lo miró ofendido y cerró su libro de forma brusca.

 

Apuesto a que Jin lo hizo a propósito, fingió enfermarse para que no vinieras —gruñó.

 

—¡Claro que no! Él no lo hizo a propósito, te estás comportando como un niño malcriado —gimió, estremeciéndose al encontrarse con la furiosa mirada de Seokjin.

 

Ese tipo va a escuch… —la voz de Taehyung pasó a ser la voz de Junhong—. Hoseok se llevó a Tae, te veo mañana.

 

—Está bien, dile a Tae que lo siento —dijo y colgó.

 

Jungkook tragó fuerte antes de volver a mirar a Seokjin. Formó una sonrisa en sus labios que luego borró al ver cómo Jin entrecerraba sus ojos y lo llamaba con la cabeza.

 

—Ven aquí, es hora de dormir —Jungkook notó algo de maldad en aquella frase y negó con la cabeza.

 

—Aún es temprano —su voz se quebró un poco haciendo que se sintiera  apenado.

 

—Si no vienes no tendré piedad, tú dijiste que carecía de ella —el mayor dejó su libro de lado y se levantó de la cama haciendo que Jungkook se viera algo indefenso.

 

—Vamos, sabes que no lo hice a propósito —sonrió y Jin lo imitó para luego cargarlo en sus brazos y depositarlo sobre la cama—. ¡Recuerda mi pie! No puedes hacer nada porque mi pie está malito.

 

—Me has herido, ¿cómo vas a enmendarlo? —inquirió posicionándose peligrosamente sobre el cuerpo de Jungkook.

 

—Yo…

 

—¿Tú? —susurró en el oído del moreno.

 

—No sé qué podría hacer, estás desconcentrándome y no puedo pensar cómo enmendarlo —soltó todo de seguido sin detenerse a respirar ni un solo segundo.

 

—Yo sé cómo puedes hacerlo —Seokjin mordió el cuello de Jungkook, haciéndolo gemir y retorcerse bajo él.

 

—¿C-cómo? —se sintió como un tonto al hacer esa pregunta.

 

—Así —el castaño besó los labios de Jungkook con delicadeza y amor, era como si tuviese todo el tiempo del mundo para hacerlo y como si planeara no detenerse nunca.

 

El menor se dejó llevar por aquellos suaves labios, mientras colaba sus manos por debajo de la camisa de Jin, sintiendo su calidez, deseando abarcar más piel de esa persona que le pertenecía, cerciorándose de que era real, sin ganas de arrepentirse por lo que haría, con ganas de dejarse amar sin terminar llorando.

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo, he estado respondiendo los reviews en los pocos espacios que he tenido, no crean que no voy a responderlos ya que siempre lo hago, no saben lo feliz que estoy por estar a solo una semana de terminar TODAS las materias de mi carrera :') la vida es bella. 

Estaré encantada de leer los comentarios de este capi que me ha gustado tanto <3

 

¡Cuídense mucho!

 

PD: los adoro

PD2: prometo que para el próximo sábado van a estar TODOS los reviews listos. 

PD3: Lord, ai loviuuuuuuuuuuuuu <3


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