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Threesome por Dara17

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Notas del capitulo:

Como dije en mi pag, actualizo domingo y pues, ¡aquí estoy! Es la 1:18 am X_X debería estar durmiendo pero mejor actualicé. 

¡A Leer!

Capítulo 8 — Cansado.

 

Seúl era más frío que Jeju y él no contaba con una chaqueta que lo protegiese. Miró por la ventana del auto que manejaba Jimin. No supo de dónde lo había sacado o quién lo había llevado hasta el aeropuerto, pues no se molestó en preguntarle.

 

Nunca había visitado Seúl, desde que había llegado de Japón se la había pasado en la Isla Jeju. De repente recordó a Taehyung sonriendo y prometiéndole llevarlo a Seúl cuando terminaran su segundo año universitario, el cual ya había terminado y por culpa de los hermanos Kim aquella promesa se había desvanecido.

 

Pasó su mirada al concentrado Jimin que conducía como debía hacerlo mientras se movía de vez en cuando al ritmo de la música de su iPod. Jungkook pudo reconocer algunas canciones de Lil Wayne y Jay Z y no pudo negar que dentro de su cabeza las cantaba mucho más fuerte de lo que podía hacerlo el otro.

 

Jimin se veía bastante emocionado, Jungkook sentía envidia de él. Tenía todo lo que quería sin mucho esfuerzo y se beneficiaba de los demás sin que ellos lo quisieran. Mientras Jimin sonreía, Jungkook no dejaba de pensar hacia dónde iba y cuándo estaría de vuelta en casa.

 

La sonrisa del mayor se vio interrumpida con una llamada telefónica. No supo quién era o que quería ya que la mirada de Jimin se oscureció y cambió de rumbo de forma repentina mientras aceleraba lo máximo que podía. Viajaron mucho más de lo que el menor esperaba, estaba casi seguro de que ya no estaban dentro de la zona urbana de Seúl y sintió cierto pánico invadir su cuerpo.

 

Park Jimin se detuvo en frente de una enorme mansión o eso fue lo que Jungkook creyó que era. Su mirada fue rápida y el pelinegro entendió lo que el otro quería decirle sin necesidad de que hablara. Se bajó del auto mientras la enorme reja de la mansión se abría con lentitud.

 

—Ni se te ocurra marcharte, espera aquí el tiempo que sea necesario —la felicidad y calma de Jimin había desaparecido por completo.

 

—¿Tardar…? —el joven arrancó sin dejar que Jungkook completara su pregunta.

 

Exhaló y trató de abrigarse con sus manos, el frío era impresionante y su ropa muy delgada. Observó bien el lugar y frunció el entrecejo al ver el enorme letrero que reposaba a mano izquierda de la entrada:

 

—Centro de Recuperación Mental —lo dijo como si fuese un niño que apenas aprendía a leer—. ¿Centro de Recuperación Mental? —repitió y entrecerró sus ojos buscando una posible causa para que Jimin estuviese allí y luego los abrió impactado.

 

«Tal vez aquí se encuentre su verdadera madre», pensó. «Pero Jin dijo que no sabían nada de ella». Su corazón se estremeció al recordar a Seokjin.

 

Una ráfaga de viento chocó contra él haciéndolo estremecerse, si seguía allí terminaría enfermándose, pero no tenía a dónde ir y si lo hacía no sabía qué podría sucederle, pero quería evitarlo. Miró hacia la caseta donde sospechó estaba el guarda de seguridad pero lo vidrios tintados le impedían verlo. Pensó en lo que podría decirle para que tan si quiera lo dejara entrar a su caseta, nada llegó a su cabeza.

 

Un auto se detuvo en frente del lugar y Jungkook se hizo a un lado para no intervenir en su camino pero éste no continuó. El menor dejó de prestarle atención y volvió a ver cómo la reja se abría. Quiso probar entrando sin autorización pero se ruborizó al pensar en que podrían detenerlo y sacarlo a patadas. El frío le impedía idear más planes y el desespero por no enfermar se unía a esto. Miró hacia el auto que no ingresaba y sintió que algo dentro de él sonreía al ver a su dueño recostado en la puerta y mirándolo con aquella calidez que tanto se destacaba en él.

 

—N-namjoon hyung —hizo una reverencia y se acercó tratando de disimular lo feliz que estaba por verlo.

 

—Creí que no me reconocerías —Namjoon lo abrazó sin importarle si estaba bien o mal hacerlo.

 

—Lo siento, no lo había notado.

 

—No importa, ¿qué haces ahí parado y desprotegido? —inquirió con preocupación.

 

—Tu hermano me dijo que lo esperara aquí —explicó mientras sus dientes castañeaban.

 

—Apuesto a que fue Jimin —sonrió con disimulo—. Jin no te dejaría aquí, él no permitiría que enfermaras de nuevo —aquella confesión dejó a Jungkook sin aire.

 

—Eh… —su cabeza estaba en blanco, ¿qué iba a decir? No lo recordaba.

 

—Sube, te presentaré a alguien —Jungkook negó con la cabeza.

 

—No quiero problemas con Jimin —expresó.

 

—No los tendrás, te lo prometo —Namjoon abrió la puerta del copiloto y el menor entró sintiendo que se arrepentiría por hacerlo.

 

 

─●──●──●──●──●─

 

 

El lugar era más lindo y tranquilo de lo que podía verse por fuera. Las personas se veían felices y relajadas, creía que aquellos lugares podrían ser más caóticos, que habrían muchas personas gritando y señoras locas carcajeándose sin fin, pero era todo lo contrario. Todos le sonreían de manera amable, se sentía bien estar allí, además ya no tenía frío.

 

Namjoon lo condujo por un corredor que contaba con habitaciones a su derecha y ventanales que permitían ver el exterior y dejaban que entrase toda la luz necesaria. El rubio se detuvo en la habitación 17, una puerta de color azul claro resaltaba entre tanto blanco. Abrió la puerta y con la mirada le pidió a Jungkook que pasara primero. Él se negó, no sabía a quién estaban visitando e insistía en que no debía estar allí.

 

Namjoon sonrió y lo empujó dentro, Jungkook por poco cae de rodillas en la enorme habitación que era tan blanca como el resto del lugar. Contaba con una cama que a simple vista era muy cómoda, una silla mecedora y un mini balcón lleno de plantas que dormían debido al frío invierno.

 

De repente, de una puerta que no había notado, salió una mujer de cabellera castaña, sus ojos carecían de brillo y algunas arrugas se iban notando sin arrebatarle su notable belleza. La mujer posó su mirada en Jungkook, su rostro era serio, lo que hizo que las piernas del menor temblaran. Su semblante cambió y dejó entrever una sonrisa cansada pero sincera.

 

La mujer abrazó a Namjoon y posó sus manos en las mejillas del rubio. Reparó cada lugar en el rostro del mayor y luego, al percatarse que estaba bien se alejó para volver a mirar a Jungkook.

 

—¿Podrías presentarme a este adorable chico? —habló la mujer de forma tranquila. Jungkook se preguntó por qué estaba allí, se veía tan… normal a comparación de muchas personas, como por ejemplo Jimin.

 

—Se llama Jungkook, mamá —el mencionado miró con rapidez a Namjoon y luego la miró a ella.

 

«¿Mamá?», se preguntó confundido. Según Jin ella también había muerto. No. Había enloquecido pero según su reacción ella también… Jungkook se vio interrumpido por aquella mujer.

 

—Así que tú eres el Jungkook que tiene loco a mi Jin —afirmó la mujer—. Mucho gusto, Han Hye Ri.

 

—Y-yo… —Jungkook sintió que no diría nada cuerdo. Además, el que estaba volviéndose loco era él.

 

—Debo ir a hablar con el doctor —manifestó Namjoon—. ¿Jimin ya está con él? —inquirió mientras se acercaba a la puerta y Jungkook lo miraba sin saber si debía seguirlo o no.

 

—Sí, pero creo que Jin no ha llegado aún —dijo ella sin dejar de mirar a Jungkook—. Aunque no creo que sea necesario que hablen con él, no me iré con ustedes.

 

Jungkook se alarmó, Jin también llegaría, ¿qué debía hacer? Además Jimin también se enojaría al verlo allí.

 

—Creo que yo debo esperar afuera —el menor tomó a Namjoon de la manga de su camisa.

 

—Por supuesto que no —Hye Ri lo tomó de la mano—. Tú te quedas conmigo.

 

Namjoon aceptó sin problema la orden de su madre y salió dejando a Jungkook mirándolo como cordero degollado.

 

—Ven, Jungkook —la bella mujer lo invitó a sentarse sobre su cama—. Sé un poco de ti por Namjoon —Jungkook abrió la boca para decir algo pero la mujer continuó—. No preguntaré nada, aún espero que Jin me hable de ti. Sólo sé que te ha ayudado, él no es de las personas que extiende su mano a alguien más, siempre espera algo a cambio. O bueno, desde que su padre murió eso hace. Yo tengo la culpa de todo, no pude cuidar bien de mis niños —su voz se entristeció—. Jimin es algo parecido a Jin pero puede ser mucho más cariñoso y mimado. Ellos necesitaron mucho de mí, pero yo no pude hacer nada. No sé cómo Namjoon ha podido con todo.

 

Jungkook apretó sin fuerza la mano de Hye Ri. Quería que ella se sintiera mejor y no tan culpable, antes hubiese querido decirle que su hijo no lo ayudaba, que al contrario estaba acabando con él y lo estaba haciendo caer a un oscuro pozo lleno de dolor y tristeza, pero ahora al verla así supo que no sería bueno hacerlo.

 

—Cuando comenzaron mis crisis dejé a mis niños de lado, no podía controlarme y aún continúo sin hacerlo, es como si no fuera yo y luego no recuerdo lo que hago. A pesar de llevar tanto tiempo es imposible controlar mis crisis nerviosas, ellas llegan de repente y duran mucho tiempo —explicó—. Namjoon y Jin habían quedado en llevarme a casa hoy, ellos decidieron que me cuidarían en casa pero yo no lo deseo.

 

Jungkook sintió una punzada en su corazón, Jin se quedaría en Seúl cuidando de su madre, por eso no había regresado a Jeju. Se reprendió porque debía sentirse feliz, además de estar aliviado porque aquella mujer no estaría sola a pesar de que aquel lugar no se veía nada mal.

 

—Tal vez… sería mejor si ustedes están juntos —balbuceó y luego apretó sus labios.

 

—Si regreso, ellos no tendrán una vida normal, siempre estarán preocupados por mí, no saldrán de casa por estar a mi lado. Además… —sus ojos se llenaron de lágrimas— aquella casa está llena de recuerdos de mi esposo —sollozó—. No me siento bien al estar allí, me duele saber que él no regresará, no será justo para mí ni para ellos.

 

Jungkook sintió la necesidad de abrazarla, de rogarle porque no llorara ya que sus lágrimas eran contagiosas. Aunque no fue él quien la abrazó sino ella. El menor no se separó, sólo se quedó quieto disfrutando de un abrazo maternal que se asemejaba al de su madre, deseó estar así por siempre porque luego de tantos días se sentía seguro. Podía asegurar que si en ese momento llegaba Jin o Jimin no se asustaría porque sentía que nada podría sucederle. Cuando la mujer lo soltó se sintió vacío y no supo que estaba llorando hasta que ella comenzó a limpiar sus lágrimas sin notar las propias.

 

—Namjoon dijo que habías estado enfermo —la mujer intentó controlarse para que el menor dejara de llorar—. ¿No te has podido mejorar? Tu rostro se ve cansado y estás pálido.

 

Jungkook negó con la cabeza y sorbió su nariz.

 

—Estoy bien, no se preocupe —Jungkook limpió sus lágrimas con pena.

 

—Ya ha pasado la hora del almuerzo, ¿ya comiste? ¿Namjoon te invitó a comer algo antes de venir?

 

—Yo… me encontré con Namjoon de casualidad.

 

—¿No ve…? —Jungkook la interrumpió.

 

—Estaba esperando a Jimin —explicó.

 

—¿Estabas con él? ¿No fue grosero contigo? Él llegó bastante enojado porque no quiero regresar —expresó.

 

—Él sólo… —la puerta se abrió con rapidez y entró Jimin con su ceño fruncido. Al ver a Jungkook su expresión se profundizó mucho más y una mirada inquisitiva fue dirigida al menor.

 

—¿Qué haces aquí? —Jimin se acercó dando enormes zancadas y lo jaló para que se pusiera de pie.

 

—Suéltalo ahora, Jimin —Hye Ri se levantó de la cama y lo miró enojada—. ¿A caso te he enseñado a comportarte de esa manera?

 

Jimin la miró haciendo casi un puchero y soltó a Jungkook con lentitud.

 

—¿Qué te crees para tratarlo como si fuera de tu propiedad? ¿Ah? —la mujer jaló al menor con suavidad para que se pusiera a su lado.

 

—Lo siento, mamá —dijo Jimin para luego mirar a Jungkook de forma amenazante.

 

—¿Dónde están tus hermanos?

 

—Jin se quedó hablando con el doctor y Namjoon estaba ayudando a un par de enfermeras que no lograban controlar a un anciano gritón —respondió con fastidio y volvió a posar su mirada sobre el pelinegro.

 

Hye Ri entrecerró los ojos por lo último y negó con la cabeza.

 

—¿Ya te has calmado un poco? —la mujer se le acercó y lo abrazó dándole la espalda a Jungkook. La mirada de los dos jóvenes se cruzó y el menor deseó salir corriendo de allí.

 

—Claro que sí, mamá, aunque creo que necesitaré relajarme un poco más tarde y ya sé quién me ayudará —Jungkook retrocedió un paso y se chocó contra la pared sintiéndose ahogado. Jimin sonrió de la manera que él tanto odiaba.

 

Namjoon llegó como caído del cielo, Jungkook no supo por qué pero corrió a su lado con intenciones de pedirle que lo llevara de regreso a casa, pero su garganta se cerró y no fue capaz de modular nada.

 

—Ya debemos irnos, ha terminado el horario de visita —dijo con tristeza—. No dejaron que Jin llegara por lo que está esperando afuera, dice que lo disculpes y que la siguiente semana te visitará —Jimin volvió a abrazar a su madre y le dio un beso en la mejilla para que Namjoon pudiese despedirse también de ella.

 

Hye Ri se acercó a Jungkook y lo abrazó de nuevo, el menor no sabía cómo podía aquella mujer lograr que se sintiera tan seguro, no quería que lo soltara porque Jimin estaba esperándolo con sus garras afiladas y listas para atacarlo.

 

—Espero verte de nuevo y que cuando vengas yo esté bien, como hoy —aquello sonó más a una petición.

 

—Yo también espero verla de nuevo —dijo con sinceridad.

 

Los tres chicos salieron de la habitación siendo escoltados por un par de enfermeras que a simple vista se notaba que se habían jubilado varios años atrás pero no querían dejar su puesto.

 

En la salida, Jungkook volvió a temblar de frío y Namjoon le pasó su chaqueta sin preguntarle si la necesitaba. Jimin tomó la mano de Jungkook y la apretó con fuerza para que éste no se soltara o saliera tras su hermano.

 

El menor buscó al rubio con su mirada, lo vio lejos hablando con una persona que se encontraba dentro de un auto. Cuando se acercaron o más bien cuando Jimin se acercó porque el otro fue arrastrado sin compasión, sintió un calor repentino en su cuerpo, la persona del auto era Jin y su mirada cambió por completo al verlo tomado de la mano de su hermano.

 

Sin disimulo, Seokjin se bajó del auto y miró a Jimin demandando por una explicación. Namjoon se percató de esto y explicó la situación:

 

—Fui yo el que lo dejó entrar —Jin no miró a su hermano mayor, por el contrario continuó teniendo una guerra de miradas con su otro hermano.

 

—Él tiene razón, yo lo dejé esperando afuera ya que nuestra cita se vio interrumpida por la falta de convencimiento que tienen ustedes —Jungkook sintió que sobraba allí, además, no soportaba que Jin no le dirigiera ni una sola mirada.

 

—No esperaba que mamá continuara negándose —Namjoon se paró en medio de ellos e hizo un puchero exagerado para que se bajara la tensión.

 

—Él se va conmigo —de repente el tema de la conversación cambió y la mano que apretaba a Jungkook desapareció y pasó a ser la de Jin.

 

El menor no alcanzó a escuchar lo que decía Jimin y sólo se percató en que Jin lo metía a su auto y salía del lugar dejando a sus hermanos atrás. El corazón del pelinegro se puso a mil, creía que Jin podría escuchar sus palpitaciones y trató de controlarlas. Lo miró esperando captar alguna reacción en su rostro, nada sucedió durante el camino. Jungkook se encogió en el asiento y sintió cómo la ira iba apoderándose de él con cada kilómetro que avanzaban. No supo cuánto tiempo tardaron, sintió el viaje mucho más largo y su estómago rugió en bien miró la hora.

 

¿Había desayunado? No recordaba haberlo hecho, tampoco había comido nada en el día, ya no tenía fuerzas debido al hambre y estaba casi seguro de que su cuerpo se estaba autoconsumiendo provocándole un fuerte dolor en la boca del estómago.

 

Jin detuvo el auto en un restaurante ubicado en plena carretera. Ambos bajaron y Jungkook descansó al tomar su primer bocado del día a pesar de que ya fueran las siete de la noche. Comió todo despacio con miedo de que su estómago terminara rechazándolo. Cuando terminó posó su mirada en Jin, que comía mucho más despacio que él y ni si quiera le miraba.

 

Tuvo una pelea interna consigo mismo, no debía sentirse mal, tal vez Jin ya se había cansado de él y esa era su forma de demostrarle que ya lo dejaría en paz. Aquella idea hizo que se sintiera aliviado pero algo muy dentro de él comenzó a destrozarse.

 

Fundidos en el mismo silencio e indiferencia terminaron tomando un avión de regreso a la Isla Jeju y fueron recogidos por Minwoo en el aeropuerto. Jungkook se la pasó pensando en lo que diría al bajarse del auto, su respiración se cortó cuando se detuvieron en frente de aquel hotel ya tan conocido para él.

 

Todo empeoró cuando Jimin fue el que abrió la puerta y lo jaló dentro de la habitación mientras Jin entraba con parsimonia y se deshacía de su corbata. Como siempre, el hermano menor lo guió hasta la habitación y comenzó a desvestirlo sin preocuparse por haber arrancado un par de botones de la camisa de Jungkook y por haberlo rasguñado.

 

—Por favor Jimin, hoy no… —dijo para luego cerrar su boca e impedir que un gemido saliera de sus labios por tenerlo restregándose sobre él.

 

—En ningún momento te pregunté si querías. No me importa lo que pienses o desees. Sólo espero que te quede claro que siempre debes hacer lo que te pido —Jimin besó a Jungkook con aquella fiereza por la cual se destacaba tanto, no buscaba satisfacerse, sólo quería hacerle daño y demostrarle lo superior que era.

 

Jungkook se removió en la cama y luchó por soltarse del pelinegro. Justo en ese instante llegó Jin completamente desnudo. A pesar de que Jungkook no pudo notarlo, el mayor intentó controlarse lo máximo que pudo, no sabía por qué pero le molestaba ver a su hermano sobre Jungkook, aunque él tenía la culpa y había accedido a llevar al menor al hotel en bien su hermano le envió un mensaje de texto expresándole lo enojado que estaba y recalcando la única forma con la que dejaría de estarlo.

 

Suspiró sin que lo notaran e intervino para que Jungkook dejara de resistirse. El menor ya había sido desprendido de su ropa, su cuerpo de estremeció cuando sintió a Jin impidiendo que se moviera, dejó de hacer fuerza y permitió que todo continuara como siempre. No disfrutó de la situación y se sintió como la primera vez que lo había hecho, estaba derrotado y no había escuchado una palabra o gemido por parte de Seokjin. Su cuerpo dolía, la poca energía que había adquirido al comer había desaparecido por completo y a pesar de que Jin había estado presente no lo había tocado en lo mínimo.

 

Antes de desvanecerse tomó su ropa y optó por no ponerse la camisa ya que había terminado peor que él. Se protegió con la chaqueta de Namjoon y salió al living esperando encontrarse a los hermanos compartiendo alguna conversación, pero ninguno estaba allí.

 

Fuera del hotel vio a Minwoo esperando. Jungkook le miró con fastidio y detuvo un taxi haciendo que el conductor abriera sus ojos con exageración y gritara que se detuviera, el menor lo miró y le enseñó el dedo del medio para luego meterse al auto y pedirle al señor que lo llevara a casa. Cuando el taxista se detuvo en frente de su edificio no tuvo problema en esperarlo ya que no contaba con un solo centavo en su bolsillo. Subió por el dinero y lo entregó para luego agradecer y usar sus últimas energías para volver al apartamento. Se detuvo a pensar un poco y decidió que todo debía terminar, supo que se estaba fijando mucho en Jin y que estaba muy cansado de Jimin.

 

Luego de tanto tiempo consideró hablar con Taehyung, lo buscaría, le explicaría todo y le suplicaría que lo ayudara. Él sería la única persona que podría sacarlo de aquella situación.

 

 

 

Isla Jeju. Enero 19 de 2014, domingo.

 

Aprovechó el fin de semana para dormir y comer. Se sentía cien por ciento reparado y estaba dispuesto a hablar con Taehyung. Salió de su apartamento y se asustó al encontrar a Sungjae sentado al lado de la puerta y con su cabeza apoyada sobre la pared. No lo veía desde que había sido despedido, recordó que había prometido visitarlos pero nunca lo había hecho. Se inclinó y lo tocó algo preocupado, en ningún momento había escuchado que habían llamado a su puerta.

 

Sungjae lo miró y se paró para abrazarlo, sus ojos demostraban lo alegre que estaba por verlo, pero estaban rojos y ojerosos como posiblemente estaban los de Jungkook días antes.

 

—¿Estás bien? —inquirió sin dejar de mirarlo.

 

—En verdad no lo estoy —se sinceró Sungjae—. Necesito tu ayuda en algo —Jungkook mordió su labio inferior y descartó el ir a buscar a Taehyung ese día.

 

—Vamos al café y me lo cuentas todo —Sungjae negó.

 

—No, allá no podría contarte absolutamente nada. ¿Podemos ir al parque? —Jungkook no tuvo problema en seguir a su ex compañero hasta el parque. Ambos compraron un poco de café y se sentaron en una cabañita que permitía que se sentaran sin mojar su trasero por la nieve.

 

Cuando ya no quedaba nada de café en su vaso, Sungjae comenzó a hablar:

 

—Estoy un poco confundido —dijo abrazándose a sí mismo.

 

Jungkook lo miró esperando a que continuara.

 

—Sabes que tengo novia, realmente llevo un buen tiempo con Chorong y sé que la amo, sin embargo… —suspiró—. Conocí a un chico, él fue quién te reemplazó en el café, se llama Minhyuk. Ahh, se siente extraño decirlo —Jungkook notó cómo la cara de Sungjae se tornaba roja—. Hace poco salimos y terminamos… ya sabes —Sungjae frunció sus labios y dejó de hablar negando con su cabeza.

 

—¿Te gustó? —inquirió Jungkook creyendo saber cuál era el problema del joven.

 

—Yo no soy gay —se defendió—. Es sólo que Minhyuk, él, no sé. No quiero terminar con Chorong, la amo demasiado, pero estoy confundido. Es sólo que ella está lejos, de intercambio en China y Minhyuk se la pasó tras de mí todo este tiempo, ¿crees que estoy reemplazándola temporalmente?

 

Jungkook lo miró y pensó en Jin. No existía la mínima razón para comenzar a sentirse atraído por él, tal vez estaba confundido como Sungjae. Jin había sido prácticamente la única persona con la que había tratado todo ese tiempo, aunque también estaba Jimin. ¿Cómo podía explicar que sentía algo raro por Jin y no por su hermano? Miró hacia el suelo y luego volvió su mirada a Sungjae.

 

—Tal vez sea así —dijo con lentitud—. También puede que realmente te guste Minhyuk y estés asustado porque te gusta un hombre.

 

Sungjae se quedó meditando aquellas palabras y luego lo miró de manera extraña. Jungkook frunció el ceño y una alarma dentro de él se encendió.

 

—Jungkook —dijo—. ¿Puedo pedirte un favor?

 

El mencionado deseó negarse.

 

—Ee-h… creo que sí.

 

—Sólo déjame comprobar algo —sin más, Sungjae lo besó. El pelinegro entró en shock y no acató en separarse o reaccionar y seguir el beso.

 

Sungjae se separó y exhaló con cansancio.

 

—No se siente igual —Jungkook pensó lo mismo.

 

—Debe ser porque no te gusto, tú tampoco me gustas, por eso no sentí nada. Creo que terminaste más confundido de lo que ya podías haber estado.

 

—Me voy a volver loco —soltó Sungjae para cubrir su rostro con ambas manos.

 

—Sólo piensa bien las cosas. Tú dices amar a Chorong, entonces no te dejes llevar por una atracción momentánea.

 

—¿Lo crees? —Jungkook asintió y abrazó al chico para que sintiera un poco mejor.

 

Lo que vino después fue algo que realmente Jungkook nunca esperó. Sungjae fue arrebatado de sus brazos por un trío de chicos que no hacían parte de sus recuerdos, nunca los había visto y no sabía por qué uno de ellos había empujado a su amigo y había logrado que se golpeara contra el suelo.

 

Jungkook sin sentir una pizca de miedo se lanzó a ayudar a Sungjae pero fue detenido por un chico de piel blanquecina mientras un chico moreno aprovechaba para golpear al otro joven que por un momento intentó defenderse, pero fue sujetado por el más bajo de todos.

 

—¡Deténganse, lo van a matar! —Jungkook trató de zafarse. Las lágrimas nublaron su vista, se sintió impotente y débil.

 

Los hombres se detuvieron y se quedaron mirando a alguien que se acercó, Jungkook los imitó esperanzado de que fuera algún policía pero no era así. Jin y Jimin miraban a Sungjae con desprecio y gustosos por la paliza que el joven estaba recibiendo. El pelinegro no supo cómo lo hizo pero empujó al chico que lo sujetaba lejos de él y se acercó a ellos mientras apretaba sus puños.

 

—¡¿Están locos?! —gritó tanto que sintió su garganta desgarrarse.

 

—Buen trabajo chicos —habló Jimin ignorándolo.

 

—Pueden continuar —mandó Jin, clavando su mirada en Jungkook.

 

—¡No! —Jungkook corrió hasta donde se encontraba Sungjae y trató de protegerlo con su cuerpo.

 

—¿Qué estás esperando, Yongguk? ¡Sepáralos! —el mencionado no tuvo que hacer mucho esfuerzo para arrastrar al menor y dejarle el campo libre a los otros dos jóvenes para que continuaran golpeando a Sungjae.

 

—Todo es tu culpa —señaló Jin—. ¿Crees que permitiremos que estés con cualquiera? Debes entender que nos perteneces, así que aprende a no comportarte como un cualquiera.

 

Jungkook luchaba contra Yongguk. Sungjae ya no se movía ni se quejaba.

 

—Los odio —susurró Jungkook—. Su madre debe estar avergonzada de tenerlos como hijos —su voz fue aumentando—. ¡Están locos! —gritó.

 

Jimin le dio un puñetazo, un golpe certero que le reventó el labio. La sangre no dudó en brotar y llenar la boca del menor de aquel sabor metálico. Jin tomó a su hermano y lo mantuvo a su lado.

 

—Controla lo que dices —el pecho de Jimin subía y bajaba como si hubiese corrido una maratón.

 

Jungkook bajó su cabeza intentando controlar el dolor. Sentía como si todos sus dientes estuviesen rotos, además de creer que su mandíbula estaba desencajada.

 

—Himchan, Jongup —dijo Jin con voz autoritaria—. Súbanlo al auto, lo dejaremos en algún hospital —los mencionados hicieron caso y arrastraron a un inconsciente Sungjae por un pequeño tramo del solitario parque, al igual que Yongguk jalaba a Jungkook que hipeaba y trataba de limpiarse con una manga de su chaqueta.

 

Odiaba el invierno porque las personas preferían mantener en casa. Deseaba gritar por Taehyung, Hoseok y Junhong, decirles lo mucho que los necesitaba y lo arrepentido que estaba por haberles mentido.

 

Jungkook fue subido a un auto y Sungjae a otro. Jimin iba sentado en el asiento del copiloto mientras Jin iba al otro extremo y Minwoo sonreía sin dejar de conducir. Ambos autos se detuvieron en frente del Hospital General Cheju Halla. Un grupo de enfermeras recibieron al joven sin preguntar nada y lo ingresaron sin solicitar la compañía de alguno. Jungkook observó los seguros del auto y sopesó la posibilidad de salir corriendo de éste.

 

Cuando creyó que era seguro hacerlo, se dio cuenta que ya había atravesado la recepción y corría tras las enfermeras que cruzaron la puerta de urgencias impidiéndolo seguir en cierto punto y asegurándole que su amigo estaría bien.

 

Jungkook recordó a los hermanos Kim y se giró para percatarse de que ninguno estuviera tras él. Respiró cuando no vio a ninguno y decidió esconderse en el baño por un buen momento. Se la pasó así por un buen rato hasta que decidió salir del lugar, y para su suerte se cruzó con una enfermera la cual le aseguró que Sungjae estaba mejor y que ya se habían comunicado con su familia. El menor se sintió tranquilo, en algún momento se disculparía con Sungjae, pero por el momento sólo quería escapar.

 

En el pasillo se encontraba Changsub, que hablaba sin parar con un pelirrojo. Jungkook se acercó percatándose de que ningún indeseable estuviera allí. No supo cómo logró persuadir a Changsub y terminar cambiando su chaqueta con la de él.

 

Salió del hospital mientras sus piernas temblaban, tenía miedo de regresar a casa, no quería ver a Jin y a Jimin. En ese momento más que nunca necesitaba hablar con Taehyung. Tomó un taxi cuando estuvo dos manzanas más lejos y corrió otras tres luego de bajarse. Se detuvo algo ansioso en frente de la asombrosa unidad residencial en la que vivía Taehyung.

 

¿Cómo podría comenzar? ¿Lo recibiría bien? Jungkook se apresuró a acercarse a la entrada principal y no tuvo dificultad en ingresar debido a que el tipo de seguridad lo conocía.

 

Subió las escaleras de dos en dos debido a que los ascensores no bajaban y no dudó en tocar la puerta de Taehyung en bien se plantó en frente de ésta. El joven que más necesitaba fue el que abrió la puerta y lo miró con asombro.

 

—¿Jungkook? —dijo Taehyung tan fuerte que tras él aparecieron Hoseok y Junhong. 

Notas finales:

Es el cap más largo que escribo para este fic :o 

Esta semana le hice una pregunta a una de mis lectoras y al igual que ella quisiera saber ustedes también qué piensan y mi duda es esta: En caso de que pasaran por una situación similar a la de Jungkook, ¿qué harían?

¿Alguien sabe qué puedo hacer para acabar con la tos y una gripa con la que llevo un mes? LOOOOOL moriré, el viernes antepasado me inyectaron y aún me duele mi cola, no quiero más inyecciones así que recomienden algo chévere XD

¿Les ha gustado el cap? ¿Cómo han estado? Muchas gracias a todos los que leen T_____T

PD: Lord siento acosarte tanto para que editaras.

PD2: Lord, necesito tu fic negro, es casi una orden y que sea bien hard.

PD3: #TeamInSesto -huye antes de que Lord la golpee-

 

¡Los Adoro demasiado!


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