Capítulo 9 — Operación: escape.
Jungkook no preguntó si podía pasar, sólo miró hacia ambos lados del corredor y se introdujo dentro del apartamento cerrando la puerta tras él y luego recostándose en ella. Taehyung lo miró preocupado, en algún otro momento hubiese podido fulminarlo con la mirada, pero justo ese día no dejaba de pensar en él. Se había preocupado de más cuando Junhong le había contado lo mal que había sido tratado, era algo que le costaba creer, nada encajaba en aquella situación.
El recién llegado trató de manejar su respiración para hablar, los jóvenes lo miraban en silencio, como analizando qué podría decir, ninguno lo miraba mal. No se sabía cuál de los tres estaba más impactado.
—Deben… escucharme —su pecho subía y bajaba, sintió arcadas y las controló lo máximo que pudo.
Taehyung miró a sus amigos, ellos asintieron porque al igual que él querían saber por qué Jungkook había llegado de tal forma, por qué se había comportado tan mal y el por qué tenía un enorme morado en la comisura de sus labios.
Sin necesidad de ser guiado por el lugar, Jungkook caminó hasta la sala y se sentó sobre el sofá que calmó un poco sus nauseas. Los jóvenes se sentaron al frente de él, a la expectativa.
Inhaló y luego exhaló lo más lento que pudo, aclaró su garganta y soltó todo sin tragarse el más mínimo detalle. En ningún momento fue interrumpido por alguno de sus antiguos amigos, los tres escucharon todo sin dejar de mirarlo impactados.
¿Podría Jungkook jugar con tal situación? ¿Podría él mentir de tal forma y fingir haber pasado por algo tan fuerte? Definitivamente no, ninguno hablaba porque se sentían culpables, cada uno se mantenía en silencio con miedo de comenzar a llorar como niños pequeños.
Jungkook se sintió un tanto libre al haberles contado la situación, pero se asustó al ver las caras pálidas de sus amigos y el tic en los labios de Junhong que indicaba que en algún momento explotaría en llanto. En el momento no sentía ganas de llorar, se impresionó por sentirse tan calmado y lograr controlar sus sentimientos.
Taehyung fue el primero en moverse, se acercó en silencio y lo abrazó. Los otros chicos lo imitaron, sin embargo, continuaron sin saber qué decir.
—C-creo… —Taehyung exhaló intentando controlarse— creo que debes comer —cerró los ojos con tanta fuerza ya que su vista se había nublado por las lágrimas—. Hoseok, sírvele la cena… yo…
Junhong comenzó a llorar en silencio, tapaba su rostro con ambas manos mientras Taehyung miraba al techo y Hoseok se iba hacia la cocina haciendo caso a lo que su novio había dicho.
—Ya regreso —Taehyung salió al balcón que conectaba con la sala de estar y cerró la puerta. A pesar de no poder escucharlo, Jungkook observó cómo su amigo se desgarraba en llanto. Se tomaba de los cabellos y golpeaba con la palma de su mano el barandal del balcón. Junhong se acercó y lo abrazó, intentando que su llanto continuara con el mismo volumen. Deseaba decirle tantas cosas pero no podía, sentía algo enorme entre su pecho que le quitaba la voz y le impedía ordenar sus ideas.
Jungkook se mantuvo firme, no era su momento de llorar, sólo quería estar allí y disfrutar de la compañía de sus amigos, a pesar de que aquel lugar simulase un velorio. Se abrazó a su mejor amigo y le dio palmaditas en la espalda como si él fuera el afectado.
—Lamento todo lo que dije —Taehyung apareció con su rostro rojo y lleno de lágrimas—. Fui un idiota mientras tú… —Jungkook no le dejó continuar.
—Si se disculpan será más difícil para mí —expresó sin dejar de mirarlo.
—Debemos hacerlo —gimoteó Junhong.
—Yo no deseo que sea así.
—Debemos hacer algo —Taehyung se sentó al lado de Jungkook y acarició su rostro.
—Yo no quiero volver a verlos —soltó Jungkook mirando el suelo—. No voy a soportar pasar por eso de nuevo, ayúdenme por favor —nunca creyó estar diciendo aquello, no quería involucrarlos en sus problemas pero ya se sentía acabado y desesperado.
—Huiremos —fue lo primero que se le vino a la cabeza a Taehyung.
—No quiero que tengan más problemas, además la madre de Junhong se enferma constantemente y… —fue interrumpido.
—Hemos estado buscando un hogar de reposo para ella. Hace días nos lo pidió ya que quiere envejecer al lado de personas de su misma edad, nos opusimos pero ya ves, no pudimos lograr nada —todos sonrieron algo apagados.
En ese momento llegó Hoseok, su nariz estaba roja al igual que sus ojos. Acercó la mesa auxiliar y puso la comida en frente de Jungkook para luego sentarse en el suelo y verlo sin ganas de quitar sus ojos de encima.
—Si quieres algo más puedo traerlo —los ojos de Hoseok brillaban por las lágrimas. Jungkook nunca lo había visto así.
—Así está bien —dio un primer bocado a pesar de no tener hambre.
—Podríamos irnos a Seúl —musitó Junhong sorbiendo la nariz.
—Pero si Seúl… —Hoseok fue interrumpido.
—Seúl es una ciudad muy grande, hablaré con mi padre, él nos ayudará en todo —argumentó Taehyung.
—Esos idiotas dejaron a tu padre en la ruina una vez —casi gritó Hoseok.
—Actuaremos como si hubiésemos escapado en silencio, usaremos dinero en efectivo, encontraremos una universidad no muy conocida y evitaremos sobresalir —Taehyung se veía muy decidido.
—Yo estoy de acuerdo —Junhong alzó su mano.
—Yo no —Jungkook dejó de comer y los miró a todos—. No es justo que tengan que vivir escondiéndose a mi lado.
—No nos importa, te dejamos solo una vez por tu decisión, esta vez, así no lo quieras, estaremos a tu lado —dijo Taehyung y lo obligó a seguir comiendo. Jungkook quiso seguir protestando pero entendió que perdería su tiempo haciéndolo.
—Podríamos buscar un hogar en Incheon para mi madre —balbuceó Junhong con algo de tristeza.
—Debo ir a hablar con mi padre —Taehyung se levantó y jaló a Hoseok(,) que le siguió animado.
—Taehyung —suplicó Jungkook—. No quiero que…
—Vete a dormir con Junhong, en bien arregle las cosas con mi padre creo que nos marcharemos —Junhong miró a sus amigos asustado. ¿Y Yongguk? ¿Qué le diría?
—¿Y si esto termina peor? ¡No quiero que les hagan daño! Sólo quería que me ayudaran a escapar, si ellos se enteran que ustedes van conmigo podrían… ¡Ya saben lo que le hicieron a Sungjae!
—Junhong vete a dormir con Jungkook —ordenó Hoseok y salió del apartamento tomado de la mano de su novio.
—Vamos —Junhong lo jaló algo ido, no quería dejar a Yongguk, sin embargo no sabía si su novio aceptaría huir con ellos.
El par de chicos se recostaron sobre la cama de Taehyung, ninguno quería dormir, sus corazones estaban ansiosos como para hacerlo. Jungkook miró a su mejor amigo y sintió algo de pena por cómo se había comportado días antes.
—Lo siento, Junhonnie —dijo sin separar su mirada de él.
—Quedamos en no disculparnos —Junhong se giró y le sonrió—. Se siente mucho mejor tenerte aquí —reveló.
—¿Cómo ha estado todo? —curioseó Jungkook y Junhong volvió a sonreír pero con cierto deje de tristeza.
—Creo que conocí a esa persona de la cual no quiero separarme —anunció mirando al techo. Jungkook se acomodó mejor y se sintió aliviado por ello. Junhong era alguien que merecía ser feliz.
—¿Te hace feliz? —Jungkook acomodó los cabellos castaños del otro.
—Sí —Junhong se volteó y lo miró mientras sus ojos se iluminaban—. Soy tan feliz como cuando estoy con ustedes, pero con la diferencia de que mi corazón quiere salirse y todo se detiene cuando él sonríe.
Jungkook nunca conoció una sonrisa sincera de Jin y se sintió tranquilizado por eso. Las sonrisas eran peligrosas, tan peligrosas como Kim Seokjin y Park Jimin.
—Vaya, me estoy sintiendo celoso —bromeó—. ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿A qué se dedica? ¿Dónde vive? Responde eso y lo que no he preguntado.
—Se llama Bang Yongguk y tiene 25 años. No te diré más porque te puedes enamorar de él —soltó una pequeña carcajada que llenó el corazón de Jungkook.
—Tendré que conocerlo y darle el visto bueno.
—Oh, espera —Junhong se levantó como rayo de la cama y fue a buscar su teléfono móvil a la sala. Cuando regresó hizo un lindo puchero que hizo sonreír a Jungkook—. Esperaba tener cientos de llamadas perdidas o tan solo un mensaje —manifestó sentándose en la cama sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono.
—Llámalo, no debe ser él el único que se preocupe —aconsejó Jungkook sentándose también la cama.
Junhong lo miró y asintió. Se fijó en la hora y supuso que su novio no estaría durmiendo en plenas once de la noche. Yongguk no tardó en contestar la llamada, su voz estaba más ronca de lo normal y se le escuchaba bastante cansado.
—¿Estás bien? —fue lo primero que preguntó Junhong luego de poner la llamada en alta voz.
—Oh, cariño. Disculpa por no haber llamado, he tenido mucho trabajo y el jefe está bastante enojado —argumentó.
—Debí suponerlo —respondió pesaroso—. Debo hablar contigo, mi amig…—una llamada entrante interrumpió las palabras de Junhong.
El menor separó el teléfono del oído y miró cómo la pantalla se iluminaba y mostraba la imagen de Taehyung junto con su número. No dudó en rechazar la llamada para primero despedirse de su novio.
Jungkook, que se acercó intrigado se quedó petrificado en bien desapareció la imagen de Taehyung y se mantuvo la de Yongguk. A su cabeza vinieron los recuerdos de Sungjae siendo golpeado por él y sintió miedo de nuevo.
—¿Cariño? —se escuchó de nuevo la voz de Yongguk.
—Lo siento, Tae estaba llamando. En bien pueda te llamo, ha ocurrido algo que no podrás cree… —Jungkook negó con la cabeza e hizo gestos para que su amigo se quedara callado. El otro le miró frunciendo el ceño y sin entender qué pretendía el pelinegro.
—¿Ha ocurrido qué? —Yongguk se escuchaba interesado, tal y como un novio lo haría.
—T-taehyung no deja de molestar, te marco luego —explicó y colgó la llamada algo confundido.
Jungkook estaba pálido y respiraba agitado. No esperó a que Junhong pusiera el teléfono en otro lugar para tomarlo e ir directamente a la galería de imágenes. Todo empeoró cuando vio las fotografías de las múltiples citas de su mejor amigo con su actual novio.
—¿Qué sucede? —preguntó Junhong.
El pelinegro lo ignoró y se enfocó en cada rasgo y expresión de Yongguk, definitivamente era él, no podía equivocarse, el novio de Junhong no era nada bueno, su mejor amigo no merecía un matón a su lado.
—¿Podrías hablar, por favor? ¡Me estás poniendo los pelos de punta! —Jungkook lo miró y se debatió en decirle la verdad o no. Su amigo se veía bastante feliz al hablar de él, lo rompería en mil si le hablaba de lo que había presenciado en la tarde, de lo imperfecto que podría ser su supuesto novio perfecto.
Algo dentro de él le dijo que no era justo, que no debía decirle, pero luego llegó la culpa de ya haberle mentido antes, en lo mal que había terminado todo por ocultarle lo sucedido y decidió hablar así las cosas terminaran mal para él.
—Él era uno de ellos, de los tipos que golpearon a Sungjae —de nada servía ir con rodeos.
Junhong se quedó pasmado, su mirada pasó de repente a su teléfono móvil. Pensó en todos los momentos que compartió con Yongguk, las sonrisas y las palabras bonitas. ¿Su Yongguk era tan malo para golpear a alguien?
—¿E-estás seguro que era él? —Jungkook asintió y el otro cerró sus ojos. ¿Era eso justo? ¿Por qué obtenía algo y a la misma vez perdía? Deseó llamar a Yongguk y rogarle porque desmintiera a su amigo, pero conocía más a Jungkook, él no sería capaz de inventar algo así.
Comenzó a llorar tanto o mucho más de lo que ya había llorado. Jungkook se acercó a él con algo de arrepentimiento, hubiese preferido no haberle dicho nada. Sentía cómo su amigo se iba rompiendo en pedacitos, justo como él ya lo había hecho.
Junhong fue el primero en quedarse dormido, mientras que Jungkook se quedó pensando en todo lo sucedido y temiendo por lo que podría suceder más adelante. Recordó que Taehyung había estado llamando por lo que tomó el teléfono móvil de Junhong y le devolvió la llamada.
—Creí que estaban durmiendo —regañó Taehyung.
—Junhong lo hace —explicó mirando el rostro comprimido de su castaño amigo.
—Tú más que nadie deberías hacerlo, Jungkook —su amigo se escuchaba cansado.
—Es sólo que habías llamado y creí que tenías algún problema.
—Quería cerciorarme de que sí durmieran —canturreó.
—Ya, ya me iré a dormir, lo prometo —escuchó un suspiro que representaba que Taehyung estaba algo satisfecho y sonrió.
—Vale, cuelga ya, nosotros tardaremos un poco más.
—Cuídense —dijo para luego colgar y hacer lo que había prometido.
Fue difícil dejar de pensar y concentrarse en quedarse dormido. Se hizo de lado y abrazó a Junhong encontrándose lo suficientemente cómodo como para lograr dormir. Sus ojos se cerraron y sintió que cayó varias veces en un vacío hasta que por fin logró quedarse completamente dormido.
Su brazo izquierdo estaba entumecido por haberse quedado dormido tanto tiempo en el mismo lado, dejó de abrazar a Junhong y se volteó al lado derecho. Creyó haber mojado sus pantalones en bien lo vio allí sentado, sonreía con presunción y tamborileaba sus dedos sobre el porta brazos del sofá. Apretó los ojos rogando porque fuera una pesadilla, porque ese Jin que estaba ahí fuera sólo un producto de su imaginación, los volvió a abrir y se fijó que parado en el umbral de la puerta se encontraba Jimin junto con Yongguk que miraba a Junhong con burla.
Jin dio un paso adelante y él le gritó que se alejara.
Abrió los ojos y se sentó en la cama, limpió las perlas de sudor que se habían formado en su rostro y comenzó a llorar en silencio debido al susto. Agradeció que Junhong no se hubiese despertado y cuando los latidos de su corazón se nivelaron abandonó la cama. A pesar de ya haber limpiado su sudor éste volvió a aparecer y a desesperarlo mucho más de lo que ya lo estaba.
Fue hasta la cocina y buscó algo de leche en la nevera, llenó el vaso lo máximo que pudo y se sentó en la sala a tomarlo despacio. Se preguntó si aquel miedo nunca desaparecería y si el resto de su vida se la mantendría huyendo de los Kim. ¿Podrían él y sus amigos vivir así?
Cuando dio el último sorbo a su leche la puerta del apartamento fue abierta. Taehyung tenía unas prominentes ojeras y Hoseok se veía un poco menos cansado. Ambos lo miraron extrañados y se acercaron sentándose a cada lado de él.
—Prometiste que ibas a dormir —Taehyung acarició los cabellos del menor.
—Tuve una pesadilla —reveló y apretó sus labios.
—¿Ya estás más tranquilo? —preguntó Hoseok al ver el vaso de leche vacío. Jungkook asintió y le dirigió una pequeña sonrisa.
—¿Alguna vez conocieron al novio de Junhong? —Jungkook necesitaba saber cuán cercano a ellos era ese tipo.
—Oh no, llevan poco siendo novios aunque Junhong se ve bastante feliz a su lado —Taehyung sonrió emocionado—. Según la señora Choi, Yongguk es un buen hombre, así que confiamos en él ciegamente. ¿Por qué lo preguntas, estás preocupado por su relación? ¿Te molestaría si le hablamos sobre nuestro plan? Tal vez él quiera seguirnos y Junhong podrá continuar con él.
—No —arrastró Jungkook—. Él no es lo que parece, por error vi su foto y fue uno de los chicos que golpeó a Sungjae, debe llevar mucho tiempo trabajando con los Kim, estoy seguro de eso.
Taehyung se quedó en suspenso y Hoseok apretó sus puños.
—¿Estás diciendo que tal vez él se acercó a Junhong para usarlo? —Hoseok se veía bastante enojado.
—No lo sé, ayer lo vi por primera vez pero no creo que ellos puedan contratar a alguien sólo por el momento, no les conviene.
—¿Junhong lo sabe? ¿Se lo dijiste? —Taehyung se levantó del sofá y dirigió su mirada hacia el pasillo que llevaba a su habitación.
—No pude quedarme callado, ¿hice mal? —Jungkook sintió que había cometido un enorme error.
—Claro que no —Taehyung volvió a sentarse y dio unas cuantas leves palmadas en la espalda de Jungkook—. Ya no hay excusas, debemos irnos pronto.
—Debemos despertarlo, tenemos pocas horas para marcharnos —indicó Hoseok y fue a despertarlo.
Taehyung se recostó en el hombro de Jungkook y suspiró aliviado. No le importaba irse del país o vivir en una cueva, sólo quería proteger a sus amigos, desde pequeño su papá siempre le había enseñado a luchar por los que amaba y eso estaba haciendo.
—Te estaba odiando —fue al grano—. Estaba tan ciego y sólo pensaba en mí, perdóname.
—¿Si te digo que te perdono dejarás de repetirlo? —Sintió cómo Taehyung asentía aún recostado en su hombro—. Vale, te perdono, ahora sólo olvidémoslo.
—Te adoro, pequeño —Taehyung besó su frente de manera rápida y agresiva, haciendo reír a Jungkook.
Hoseok llegó casi arrastrando a Junhong, que se restregó los ojos y bostezó. La reunión comenzó en bien los otros se sentaron y el recién despertado suspiró con melancolía.
—Ya hemos enviado a tu madre a Incheon —reveló Taehyung y Zelo se acomodó en el sofá asintiendo.
—No le dijimos la verdad, entre menos personas lo sepan será mejor. Creo que cuando estemos allá podrás decírselo, aunque todo queda en manos de Jungkook —todos asintieron sin tener nada más que agregar.
—Sólo llevaremos lo esencial, llegaremos a una casa en los límites de Seúl, es un lugar tranquilo y lleno de personas que no se preocupan por sus vecinos, así que no habrá problema en socializar. Mi padre logró hacer la transferencia de universidad con un amigo, no ha quedado rastro alguno de nuestros currículos en la antigua universidad —dijo Taehyung sin detenerse.
—Antes de trasladar a tu madre pasamos por los papeles y documentos importantes así que no creo que debas ir por algo, ¿o sí? —dijo Hoseok dirigiéndose a Junhong.
—¿Tienen mi pasaporte? ¿Documento de identidad? —la pareja asintió.
—Entonces nos marcharemos en una hora —puntualizó Taehyung.
—No tengo mi pasaporte aquí —susurró Jungkook— Y… tenía algo de dinero ahorrado en mi apartamento.
—No podemos dejar su pasaporte, si los planes salen mal tendremos que salir del país —Jungkook se asombró al escuchar tales palabras de Taehyung.
—Yo iré —se ofreció Zelo.
—No creo que… —Hoseok fue interrumpido.
—Ya he dicho —Junhong arregló su cabello—. ¿Dónde has escondido el dinero? —le preguntó a Jungkook que lo miraba sin saber si debía responder o no.
—Debajo del lavabo del baño —dijo lo más bajo que pudo y le entregó la llave de su apartamento.
—¿Dónde nos encontraremos?
—Te esperaremos en el aeropuerto dentro de un auto modelo antiguo y de color gris —indicó Hoseok.
—Intentaré no tardar —ultimó y salió del apartamento sin continuar escuchando a sus amigos.
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Eran las 6:03 am, Junhong no pensó mucho antes de introducirse dentro del edificio y evitó el ascensor ya que era muy lento. Sacó la llave de su chaqueta y la introdujo con nerviosismo, no sabía qué le sucedía pero su corazón estaba a mil, ¿era un mal presentimiento? ¿Nada saldría como lo esperaban?
El apartamento era cálido, Junhong no recordaba que antes hubiese sido así. Estaba desorganizado y lleno de polvo, mordió su labio inferior al pensar en cómo la habría pasado su mejor amigo los últimos días.
Había olvidado preguntarle a Jungkook dónde estaba su pasaporte por lo que primero fue en busca del dinero. No fue difícil sacarlo y guardarlo dentro de su chaqueta. Pensó en dónde podría estar el pasaporte mientras se miraba al espejo, sus ojos estaban rojos por haber llorado tanto, Yongguk no merecía sus lágrimas, esa fue la excusa que pensó para salir del baño y abrir la mesa auxiliar que se hallaba al lado de la cama de Jungkook.
—¡Bingo! —encontró allí el pasaporte y lo guardó también en su chaqueta para salir disparado del apartamento.
Cerró la puerta con llave y se dispuso a bajar las escaleras pero alguien lo tomó de la chaqueta deteniendo su paso.
—No creí que esto terminaría así —no tuvo que mirarlo para saber quién era, su corazón dolió al confirmar con esas palabras que Yongguk no era la persona buena que tanto había fingido ser.