Tengo que estar bien, debo salir, debo de ser fuerte, yo prometí nunca rendirme, aunque la meta este tan lejos y llegue hecha pedazos, no lo haré, no me voy a rendir, no ahora, todavía puedo seguir, por ella, por su amor, por su apoyo, seguiré.
Me levanto abro la puerta, y voy directamente a los lavabos, me enjuago las lágrimas y me veo al espejo, ahí estoy yo, con los ojos horriblemente hinchados, y la cara demacrada, todavía siento la presión en mi pecho que hace brotar de nuevo el llanto.
-¿Alexa? - preguntó jazmín desde la puerta, lo peor que me podía pasar.
-No, vete, no quiero que me veas así- intente secar mis lágrimas pero solo empeoraba la situación
-No digas tonterías Alexa- jazmín se acercó a mí y me quitó la mano del rostro sin brusquedad, solo con dulzura como ella siempre me trataba-¿Cómo te sientes? - pregunto con la vista cabizbaja, sus ojos esmeralda se pusieron opacos al encontrarse con los míos, y yo... Yo me siento la persona más miserable del lugar.
-Lo siento-gemí, no podía contener más las lágrimas, no con ella mirándome de esa manera, pero ella no respondió, solo me acurruco entre sus brazos dándome consuelo, ¿cómo no amarla? yo lo hacía, y con todo mi ser, por ese apoyo que nadie me había dado nunca, por la confianza que me dio siempre desde que la conocí, y es por ella, solo por ella, que saldré adelante, porque si no fuera por ella, lo haría por mí, ahora sé que puedo hacer mejor las cosas, esta vez tengo alguien aquí a mi lado en quien puedo confiar ciegamente sin temer que me traicione y confiando que me ama tanto como yo a ella.
-De nuevo- musite de repente
-¿De nuevo que? -me pregunto extrañada
-De nuevo-repetí- Quiero intentarlo de nuevo- jazmín solo se apartó un poco algo confundida y con la mirada angustiada
- Pero, Alexa....-
-No- interrumpí- Quiero intentarlo de nuevo-
-No- respondió con frialdad, ahora fui yo la que me aparte.
-¿Qué? -
-No Alexa, no volverás a pasar por algo así, la respuesta es no, no te dejare hacerlo-
-Yo...yo no te estaba preguntando Jazmín- reaccionó de inmediato a mi comentario y se apartó todavía más, con lo ojos abiertos como platos.
-No hablaras en serio...-
-Nunca he hablado más enserio, una vez, solo deja que lo intente una vez más - me acerqué y la tome de las manos, ella parecía asustada pero pronto cambió su mirada
-Mira, veamos que dice el doctor y si...si hay la oportunidad, pero Alexa debes prometerme que será la última vez- No sabía si podría jurarlo, así que tarde un poco más en contestar.
-Si - respondí en un hilo de voz -lo prometo-
-Bien- apretó de mis manos- vamos- me tomo con fuerza de una de ellas y me jaló fuera del baño, fuimos al consultorio de nuevo y me dieron las especificaciones de cuidado, como siempre y volvimos a casa.
Después de unas semanas, programe otra cita, Jazmín seguía muy preocupada cuando la deje en la sala de espera, pase de nuevo todo el procedimiento y ahora espero a que el doctor regrese.
- ¿Esta bien? -pregunta mientras entra al cuarto
-Si- respondí
- Pues fue un resultado muy positivo, se logró colocar, ahora esperemos la prueba más complicada, la veo en una semana señorita Alexa-
-Muchas gracias doctor-de inmediato sentí como una sonrisa inundo mi rostro, me despedí y salí corriendo de ahí para encontrarme con jazmín dando vueltas por toda la sala hasta que me vio.
- ¿Cómo te fue? -se apresuró a acercarse
-Tengo que venir en una semana -
-Oh Alexa- me puso entre sus brazos y yo respondí al abrazo, definitivamente yo era la más feliz en ese momento.
Por fin paso la semana más larga de mi vida, llegue al consultorio y deje de nuevo a la preocupación de jazmín afuera.
-Felicidades, lleva usted una semana de embarazo- Esas fueron las palabras del doctor, estaba tan feliz, no tarde mucho en salir y darle la noticia a Jazmín, su mirada cambió y esos ojos verdes brillaron como nunca, verla así, me ponía mal, tenía miedo de perder de nuevo este bebé.
-Yo te cuidaré, lo prometo- susurro a mi vientre, como si leyera mis pensamientos, haciendo que todo temor se fuera.
Tal vez, el inició de mi vida no fue tan bueno, y el trayecto fue una carga muy pesada, pero después de todas esas lágrimas derramadas que sólo oscurecían la vista, al final encontré a alguien que hizo algo más que secarlas, las quito por completo y rompió los cristales que se formaron para iluminarme de nuevo, y gracias a ella también tengo a mi pequeña Elisa, más que una luz para mis ojos ella es un pedazo de mí, y es solo hasta hoy que puedo entender el porqué de las cosas, porque hasta hoy es que puedo creer en los finales felices.
FIN
POR QUE ESTE ADIOS ES UN HASTA PRONTO.
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